Partida Rol por web

El hombre del traje gris

Gulliver

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08/02/2010, 21:39
William Cornellius

El rostro de William reflejaba la incertidumbre de alguien que tenía algo complejo que contar y no sabía siquiera por donde empezar. Finalmente tomó aire y comenzó por la primera pregunta de Domingo:

- Un líctor es un diablo, un demonio elemental... Unas criaturas que viven en otra dimensión y que, al parecer, disfrutan confundiéndonos. Mira, dices que quieres abrir tu mente: pues vas a tener que hacerle un enorme boquete porque lo que te voy a contar me parece increíble incluso a mí. Imagínate por un momento que hay entidades distintas a nosotros que intervienen en nuestra realidad. No digo superiores, digo distintas. Algo así como si el mundo que tú conoces fuera sólo una parte de un enorme decorado...- dudó un momento - Ellos saben mucho más que nosotros y no quieren dejarnos aprender. De alguna forma creo que nos temen... El caso es que son inmortales. Esa es nuestra principal limitación: somos mortales. Morimos y nos reencarnamos una y otra vez en la Rueda de la Vida. Cada vez que renacemos perdemos nuestros conocimientos... Sólo unos cuantos han logrado escapar de la vigilancia de los líctores y, digamos, conservar la inmortalidad... Que es lo que parece estar intentando vuestro amigo.

Se detiene un momento mirando su cajetilla de tabaco. En sus ojos se refleja una pasión que hasta el momento nunca habíais visto en el extranjero:

- ¿Os imagináis que conocimientos podría tener, por ejemplo, Leonardo Da Vinci si siguiera vivo hasta nuestros días? ¿O Newton? ¿O Galileo? Esos hombres, con el poco tiempo de vida que tuvieron, alcanzaron las más altas cotas... ¿Qué pasaría si tuvieran más tiempo? ¿Más vidas? Por eso los líctores se empeñan en ocultarnos el Gran Secreto: la fuente de la eterna juventud...

Meditó unos momentos sobre las otras preguntas de Domingo:

- No sé si la Providencia es una forma figurada de referirse al azar o algo que escapa de mis conocimientos... Me parece a mí que vuestro amigo me superaba, con creces, en lo que se refiere a artes místicas.

Notas de juego

A los que sepáis jugar a Kult y hayáis leído el manual: es evidente que Cornellius no está describiendo demasiado bien lo que sucede en la Realidad. ¿Por qué será? Puede que el master os intente colar una de lado o, más probablemente, el propio Cornellius no lo sepa. El universo de Kult sólo está al alcance de unos poquísimos elegidos.. La mayoría de los PNJs, por poderosos que sean, son tuertos en el país de los ciegos con suerte.

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09/02/2010, 19:18
Domingo Torres

La atención de Domingo crecía por momentos. Las palabras de William eran absorbidas instantáneamente por el viejo policía como si de un niño pequeños se tratase.

En otro momento las hubiera descartado inmediatamente si dar el mínimo crédito, incluso buscando una contrapartida lógica a ese mundo irreal. Pero ahora todo era distinto. Era la mejor explicación que tenían a ese viaje a través de la pantalla simulada del proyector.

—En parte eso coincide con la idea de la reencarnación. Todas las religiones buscan algo para justificar la pérdida de las almas inmortales —dijo intentando dar una última esperanza a su razón—. Pero nunca se ha conocido de nadie que haya visitado ese otro mundo. Lo que dices, William, es mucho más justificado que lo que la iglesia lleva intentando explicar cientos de años. ¿Significa eso entonces que el gallego no está muerto?

Arrugó el gesto tras la última pregunta.

—Quizá no debería de utilizar esa palabra tan a la ligera. ¿Qué significa entonces morir? Según lo defines, la muerte es similar al olvido.

Sacudió la cabeza y se apretó los ojos con los dedos.

—¿Cuál debe ser nuestro próximo paso? ¿Qué sabe de nosotros ese Holandés Errante? En circunstancias normales yo iría a tantear a ese Holandés, pero no se cuanto nos acerca eso al peligro.

Notas de juego

Domingo se cree a pies juntillas lo que dice William. No se lo que me pasa que cuando entro en esta partida olvido automáticamente todo lo que se de Kult. ¿Tanto me habré metido en el personaje? ;)

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10/02/2010, 12:00
William Cornellius

- No. Yo no iría a tantearlo... Es más: vuestro amigo acaba de dejar claro que deberíais dejar esto donde está ahora mismo y simplemente guardar esa libreta en un sitio seguro.- dudó unos momentos - Claro que enterrada a los pies de un árbol no es el lugar más seguro en el que pueda pensar.

Repasó la libreta con sus dedos, sumido en sus pensamientos:

- Supongo que no tendréis ningún amigo poderoso que sepa de artes mágicas ¿no? Cesar está demasiado lejos y no estoy muy seguro de que se quiera involucrar de forma directa. ¡Demonios! Ni siquiera tengo claro si yo debo involucrarme, si esto es una especie de prueba o que... Si el Holandés es un líctor su poder va más allá de mis capacidades, estoy seguro.

Notas de juego

La ventaja de Kult es precisamente que su manual es tan ambiguo que cada director supongo que hace una versión particular de su escenografía. Yo me dejo influenciar bastante (mucho) por Sandman y Hellblazer... Y ahora que me hice con todos los manuales de Unknown Armies he decidido también aprovechar algunas de las ideas de ese magnífico juego para reforzar lo que tengo de Kult.

En otro orden de cosas insisto a costa de parecer pesado: lo que mis PNJs digan no tiene por qué ser una pista de por donde podéis seguir o no. William está exponiendo lo que piensa pero no sabe nada de la trama ;) Los que trazáis la aventura sois vosotros.

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10/02/2010, 19:14
Domingo Torres

Domingo se sentía perdido. En una noche se habían triplicado los límites del vasto mundo que conocía. Miraba alrededor, quizá buscando una respuesta distinta en el argentino.

Negaba con la cabeza en respuesta a la pregunta de William.

—¿Alguien poderoso? —se preguntaba internamente.

Una vez más miró a Elías y a Macarena. Necesitaba una respuesta distinta. Estaba acostrumbrado a contrastar opiniones y a no fiarse del primero que le contara el primer cuento. Pero esta vez la única fuente resultaba ser el inglés.

—El diario es de tu propiedad Macarena. Tu decides lo que quieres hacer con él —dijo definitivamente tras unos instantes de meditación.

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10/02/2010, 19:20
Agustín Morales Sierra

Agustín escucha con atención y casi como si le diera una pieza del rompecabezas sus sinapsis no pueden evitar pensar en su ex compañero de celda el diablillo y por un momento tuvo miedo, tuvo miedo de lo que hizo el diabllilo y que eso siquiera podría ser posible.

-Tal vez el argentino sepa mas de estas cosas, pero al único mago que conozco aparte de ti y de un ex compañero de pricion es a Tolito, y no creo que quiera cooperar

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11/02/2010, 02:01
Elías Bonabre

En el verano del setenta y cinco, Elías había viajado con Roberto Tagliani, su amante de entonces, a Salvador da Bahia de Todos os Santos, la “Roma negra”, y tenido la oportunidad de conocer al señor Agliè, un misterioso caballero que jugaba a personificar a Saint-Germain, otro aventurero del siglo XVIII, abanderado del esoterismo, con menos amores que Casanova y estafas menos teatrales que las de Cagliostro. Aquel caballero, correctamente vestido con un traje cruzado gris perla, a pesar del calor, gafas con montura de oro, sobre rostro rosado y cabellos plateados, se había referido a una hipotética serie de personajes privilegiados que habían podido atravesar muchas vidas:

-La ciencia moderna sabe tan poco sobre el proceso de senescencia que no es inconcebible que la mortalidad sea sencillamente el resultado de una mala educación.

Elías, sin saber por qué, había recordado, mientras sus acompañantes estudiaban en el diario, cómo Aiglé, durante esa disertación en un bar, había extraído de un bolsillo del chaleco una cajita de oro y plata, quizá una tabaquera o una cajita para píldoras, con un ágata de adorno en la tapa. En la mesa ardía una lamparilla de cera y Aglié, como por azar, había acercado la cajita a la llama. Elías pudo ver cómo al calor, el ágata desaparecía para dejar paso a una miniatura, finísima, de color verde azulado y oro, que representaba una pastorcilla con una canastilla de flores. La había hecho girar entre los dedos con distraída devoción, como si desgranara un rosario y, percibiendo el interés del argentino, Agliè había sonreído y guardado el objeto.

-¿Te has fijado? –le había dicho Roberto en cuanto se despidieron. -En lugar de la línea de la vida, tiene una serie de líneas cortadas. Como un arroyuelo que encuentra una piedra y vuelve a fluir un metro más allá. Es la línea de alguien que debería haber muerto muchas veces. Y además, es ambidiextro. ¿Habremos estado departiendo con el mismísimo Saint-Germain?

“Sólo unos cuantos han logrado escapar de la vigilancia de los líctores y, digamos, conservar la inmortalidad…”, les acababa de explicar Cornellius. Leonardo Da Vinci, Newton, Galileo, Francis Bacon (otro sobrenombre de Saint-Germain, según algunos), el propio Exiquio Rial, según esto, podían ser una especie de custodios del secreto de la inmortalidad.

Si se había sentido contrariado al ver caer su número de prestidigitación en saco roto, privado del aplauso, el posterior e inesperado abrazo del que había sido objeto por parte de Macarena lo había desarmado sin remedio, y obligado a disimular alguna que otra lágrima de emoción, con la fortuna de que todos ya se colgaban de las enseñanzas del mago inglés.

Cuestiones bien precisas habían ocupado su mente en ese rato: la desazón de haber estado ayer dándoselas de listo con un demonio; el escrutinio de la técnica de desencriptado de Cornellius sirviéndose del mondadientes…

Pero había llegado el momento de decidirse. Tentado por múltiples lenguas, aclaró:

-El tema me supera, Agustín. Aunque, por supuesto, tengo mis sugerencias. Entre tantear al Holandés –miró a Domingo, que tras ingerir la maldad en el café, se mantenía de pie como un acantilado que resistiese los embates de la revelación, digno en su condición de juguete del destino- y buscar un aliado versado en las artes mágicas –miró a Cornellius y alzó las cejas caricaturesco a medias-, me tiro por lo segundo, por el siguiente razonamiento: no creo que corramos riesgo viéndonos con el Holandés (hay que pensar que estaremos en un sitio público, por muy demonio que sea no creo que piense en delatarse), pero él sacará de la entrevista más en limpio que nosotros.

“En cuanto a la opción que prefiero: volver a contactar con Tolito, como ha dicho Agustín, se me antoja una tarea titánica; pero podríamos intentarlo con Mario Casares. Si recuerdan lo que nos contó anoche mi colega, Pausanias, el Portugués le robó un libro a ese ricachón fascinado por lo oculto, el Veritas Celare, y es posible que consienta en ayudarnos a cambio de información.

En este punto, se irguió en el asiento y entrecruzó los dedos sobre la mesa. Y planteó, circunspecto en su acardenalado:

-Ahora bien, ¿esa ayuda sería para ocultar el diario e impedir que los planes del Gallego se vayan al traste o para ponernos nosotros mismos a salvo?

La pregunta quedó en el aire, hasta que recordó:

-Por cierto, Domingo, deberíamos ir a la comisaría cuanto antes, y verificar si esa maldita película sigue allí.

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11/02/2010, 20:50
Macarena

-No sé... pero lo que tengo claro es que esta libreta no la va a ver el Holandés. Sea lo que sea. Lo de buscar a un mago... joder. ¿Quién es ese que dices, Agustín? Ése de la prisión... ¿Un mago en la prisión...? ¿Por qué no nos cuentas eso...?

Notas de juego

Chemo, aquí y en Tormenta Azul, sigo con problemas. ¿Puedes llevarme por un tiempo? Iré posteando cuando pueda, y a tope pronto, pero no quierp colgaros, ok?

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11/02/2010, 23:26
William Cornellius

- Necesitamos a un mago de verdad, no un mero coleccionista. ¿Quién es ese Mario Casares? ¿Y el tipo de la prisión? Para ser gente no-iniciada parece que os moveis por el mundillo.- dijo francamente sorprendido William.

Notas de juego

Ok Aedea: te llevo en piloto automático hasta nueva confirmación, sin problema.

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13/02/2010, 21:40
Agustín Morales Sierra

Cuando las miradas de Maca y el Ingles lo increparon, Agustín se puso sus lentes como si fueran una pared física para su protección

-El diablillo le decían, es mas, nunca supe su verdadero nombre, me enseño algunos juegos de manos comparando con lo que he visto la noche pasada. Pero sera imposible localizarlos, una día para otro, simplemente desapareció de su celda sin dejar rastro... y siempre tuve una impresión de que no era un muy humano, pero nunca pude comprobar tal afirmación.

Hizo un segundo de silencio

-Estamos jodido, amenos que los magos respondan a los avisos clasificados...

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15/02/2010, 12:32
Director

Todos quedaron un momento en silencio. Luego la Maca levantó la cabeza y no pudo reprimir un gesto de sorpresa. Los demás, al verla, giraron sus cabezas hacia la puerta de la Pérdida. Allí, de pie, estaba Ricardo el Chapas. Permanecía en el umbral como si estuviese sopesando si entrar o no. Al ver todas las miradas clavadas en él pareció decidirse a entrar.

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15/02/2010, 12:34
Macarena

- ¡Richi!- la Maca se levantó y corrió hacia la puerta. Iba a abrazar a su primo pero algo en su mirada hizo que se detuviese - Pero... ¿qué ha pasado? ¿Dónde te fuiste ayer? ¿Por qué...?

Notas de juego

PNJ.

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15/02/2010, 12:35
Ricardo el Chapas

Richi no intentó abrazar tampoco a su prima. Apartó la mirada, como avergonzado, y rodeándola se acercó a la mesa. La Maca dudó un momento y luego fue tras él. El muchacho parecía abatido, como si el peso del mundo descansase directamente sobre sus hombros.

Murmuró algo pero los demás no llegaron a oírlo. Luego subió el tono de voz al repetirlo:

- Fue el Portugués...- dijo con voz temblorosa - El Portgués se cargó al abuelo... pero lo entendimos todo mal. Lo hizo... porque lo pidió el abuelo... Yo... Yo estaba allí.

Parecía no acabar de creerse sus propias palabras. Los demás intentaban encajar estas frases en el puzzle que estaban montando:

- El abuelo... El abuelo me lo pidió. La mano que... que habría de cortar el lazo tenía que ser de la Sangre...- no miraba a nadie en concreto, sus ojos fijos en la mesa, en el librito negro que contenía parte de aquella historia. Repentinamente levantó la vista para mirar a la Maca - ¡Te juro que no lo recordaba! ¡Yo no sabía nada! No sé todavía si lo soñé o no, pero creo que fue real... Yo clavé ese maldito puñal... ¡Porque lo pidió el abuelo! Fue en el espejo... Al mirar el espejo lo vi todo...

El muchacho rompió a llorar descontroladamente, apoyándose en la mesa.

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17/02/2010, 09:55
Domingo Torres

Domingo levantó la vista unos instantes para ver a Ricardo. En primera instancia pensó lanzarse hacia él y cogerle por las solapas de la camisa para exigirle una explicación pero el muchacho se anticipó. El policía agachó la cabeza apesadumbrado. Por algo que no sabía explicar creía al muchacho por muy inverosímil que resultase su historia.

—¿Por qué te fuiste, Ricardo? —dijo al final.

El viejo policía no supo que más añadir. La búsqueda había terminado, había encontrado al desgraciado que había acabado con la vida del gallego pero ahora no sentía ganas de hacérselo pagar. Era la voluntad de su amigo lo que parecía moverlo todo.

Domingo no reaccionó durante un buen rato. Su mirada estaba clavada en el muchacho, esperando su respuesta.

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17/02/2010, 15:58
Ricardo el Chapas

- No... No lo sé...- respondió Ricardo sin apartar los ojos de la mesa - Ni siquiera... Ni siquiera soy capaz de recordar lo que pasó exactamente... Sólo sé eso porque el espejo me lo mostró.... Es tan extraño: es como si los recuerdos del abuelo estuvieran borrosos...

La verdad era que todos lo habían notado: los recuerdos sobre el Gallego eran cada vez más confusos y en muchos casos daban la sensación de ser recuerdos sobre una historia que habían escuchado más que sobre la propia persona. ¿Era eso parte de aquel extraño ritual? ¿Y qué tenía que ver aquel Hombre Gris que se le había aparecido a cada uno de ellos con todo lo sucedido? A medida que se aproximaban a la resolución de la muerte de Exiquio las preguntas iban dando lugar a otras cuestiones mucho más extrañas e inconcebibles.

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18/02/2010, 20:08
Domingo Torres

El viejo asintió.

—Te creo —dijo definitivamente.

El desánimo pesaba sobre Domingo. La solución al enigma estaba frente a ellos pero ahora se sentía como si realmente no hubieran descubierto absolutamente nada. Él ya tenía sus respuestas pero unas nuevas preguntas buscaban todavía una respuesta y temía que ésta no le gustaría.

—Supongo que es todo lo que recuerdas —dijo intentando no presionar al muchacho—. Estoy perdido. Yo ya tengo mi respuesta y ahora no puedo cumplir con mi promesa... Aún así no me encuentro satisfecho, creo que todo esto no ha hecho más que comenzar. ¿Qué haremos ahora?

La pregunta no iba dirigida a nadie en particular. Parecía estar lanzada al aire, de forma retórica, sin esperanza de contestación.

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19/02/2010, 11:03
Macarena

El abrazo que había ido a darle se quedó perdido en algún lugar entre los dos. Pero a pesar de eso, y a pesar de la actitud avergonzada y culpable de Richi, Macarena se acercó a él sin poder evitar chorrear un cariño protector, fraternal. Y entonces el muchacho se explicó. Lo que dijo hizo que ella se estremeciera. Le miró con la mirada triste, la mirada del que entiende y sabe, pero no puede aliviar nada. La mirada de la madre al hijo que sufre, y por ello sufre a su vez.

-Así que eso es lo que te reveló el espejo. Yo... bueno, comprendo. Comprendo, pero no entiendo nada, no sé qué buscaba el abuelo con ese escaparse, con ese Ritual para salirse de la Rueda. Escapar de los demonios... muriendo horriblemente. Aunque no muriera, aunque sólo quería que lo creyeran. Pero, si tú hundiste el puñal, quizá sepas si era él o era otro ese que estaba ahí, como en la carta...

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19/02/2010, 12:22
Ricardo el Chapas

- No lo comprendéis... Yo... Lo sé... pero no lo recuerdo. No soy capaz de entenderlo...

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19/02/2010, 12:23
William Cornellius

William, que hasta el momento había guardado silencio, intervino en la conversación:

- ¿Quién es ese Portugués que has mencionado varias veces? Por lo que dices ayudó a tu abuelo a jugársela a los líctores... Nadie hace algo así por amor al arte: es demasiado riesgo. Si ha hecho eso y vosotros ahora estáis removiendo el avispero sólo le quedan dos opciones: quitaros de en medio o ayudaros. Los líctores no perdonarán semejante intromisión en el Elíseo... Ese tipo está de mierda taumatúrgica hasta las orejas...

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22/02/2010, 00:00
Macarena

-Lo de quién es el portugués te lo dirá mejor Elías, porque fue empleado del tipo por el que fue a la cárcel, un tal Aldecoa... ¿no? Algo así. Y el portugués se llama Mauricio, de eso me acuerdo bien, Mauricio Soares. Es de su casa de dónde éstos- la Maca señaló con el pulgar a Agustín y a Ricardo en un gesto rápido- mangaron la peli que nos llevó a cruzar hasta tu ciudad... donde nos encontraste. Bueno, de su casa no sé, pero él hacía en ese chalé una especie de ritual. Agustín, Richi, contar eso... El caso es que Soares pudo haberle afanado el libro que se usó en la ejecución de mi abuelo. Joder, Elías, cuéntaselo tú...

De pronto pareció darse cuenta de algo, se encaró al inglés y le preguntó, con insistencia:

-Oye, tú, ¡tú debes saberlo! ¿Qué son esos hombres de gris? ¿Sabes a los que me refiero...? ¡Son horribles...! Elías, cuéntale también eso. Tú eres aquí quien tiene más palique, hablas mejor que todos nosotros juntos. Pregúntale a éste a ver si te entiende mejor...

Notas de juego

Elías, anda, suelta una buena, que tú tienes aquí mucha cucharada que meter!

;)

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22/02/2010, 15:54
William Cornellius

William enarcó una ceja:

- ¿Hombres de gris? - era evidente que la pregunta lo pillaba por sorpresa - No, verás: esto no funciona así. No hay una especie de enciclopedia mágica de monstruos donde todos figuren y los magos sepamos sus partes débiles o fuertes, esto no es un juego de rol ¿entiendes? Esto es la vida real...

Notas de juego

Evidente despacho de ironía :D

Por cierto: si pensáis que os voy a encarrilar la historia llevandoos de la mano por medio de William vais aviados. De aquí no nos movemos hasta que los personajes digan que tienen pensado hacer... o no hacer, depende.