Lunes 14, Sede del CNI

Día de San Valentín, aunque hoy Madrid amanece con dolor y no con ganas de entregar flores y regalos. Todos habéis tenido una noche interesante en mayor o menos medida. Por suerte para los que tenéis familia y amigos todos están a salvo.

Os encontráis en la puerta del edificio, observáis que la seguridad es muy alta. Hay francotiradores observando desde los tejados y los pocos vehículos que pasan son revisados por un equipo de TEDAX. 

Al acceder al recinto os registran y en caso de llevar algún arma es confiscada para ser entregada a la salida. Os mandan esperar a la entrada del edificio mientras no estéis todos.

Tu noche ha sido improductiva, tras llevar a Adele hasta casa de su hermana fuiste a ver a tu contacto Salva. Pero no estaba en su domicilio, te dejó una nota diciendo que en cuanto le fuera posible contactará contigo y que si no lo logra vayas a verlo a su casa el día 14 de noche ya que ha ido a poner a salvo a sus padres a casa de un familiar en la Sierra. 

Es un día más que tendrás que esperar para conocer el ritual que te librará del Ángel Negro pero es un riesgo que tendrás que correr. Sólo serán unas horas más y luego podrás enfrentarte a él para devolverlo al plano astral de donde haya salido.

Por todo lo demás ha sido una noche tranquila, por suerte el whisky no necesita de frío para que esté bueno y has podido sacar tabaco gratis de las máquinas al no funcionar. La vuelta a la edad media tiene sus ventajas...

Tras llevarte Josu a través de un portal mágico hasta casa de tu hermana. Ella está sana y salva, la zona está sin luz como toda la ciudad pero al ser una zona tranquila no se están dando casos de saqueos. Pasas con ella toda la noche e intentáis contactar con vuestros conocidos.

Según la radio la situación en el resto de Europa es estable. En Francia han aterrizado todos sus aviones sanos y salvos por lo que en principio tu marido si estaba volando no ha sufrido ningún accidente aunque eso no te ha tranquilizado.

Por todo lo demás la situación se mantiene controlada a pesar de la gravedad de los actos terroristas.

Parkour es el primero en llegar, ha pasado toda la noche con Lena tras pasar por la pizzería de su tío y comprobar que todos están bien y el local no está en peligro inminente. Al disponer de horno de leña se han dedicado a repartir pizzas gratis a toda la población del barrio.

Los guardias le pusieron muchas pegas para entrar al verlo tan joven pero tras un par de llamadas le permitieron el acceso mientras se quedaban pensando en cómo alguien tan joven formaba parte de la nómina del CNI.

Mientras espera se dedica a comer un bollo mirando al edificio.

El día había empezado tan bien como había terminado el anterior. Dejé a Adele donde pidió sin decir una sola palabra. ¿Qué iba a decir? ¿Qué iba a hacer? ¿Consolarla, darle ánimos, decirle que todo iba a salir bien? Nada salía bien. La vida era una puta mierda, una zorra con cara de ángel saliéndose con la suya y destrozando toda esperanza de futuro con una sonrisa provocativa. No iba a mentirle para que se sintiera mejor, y no tenía sentido hundirla más por culpa de mi mierda. Así que me marché sin más.

El resto fue perder el tiempo. Salva no estaba en casa, no podría contactar con él hasta el día siguiente por la noche, esperaba que para sacar algo en limpio sobre el hijo de puta lado. Tampoco logré hablar con ninguno de mis contactos. Los teléfonos no funcionaban, y todo el mundo parecía haber huido o haberse escondido. Posiblemente, como Salva, tratando de poner a salvo a los suyos.

Ellos que tenían de eso.

De modo que terminé en casa, nervioso, enfadado, rabiando contra todo y contra todos. Sabía que intentar dormir sería una misión imposible, de modo que hice lo que tantas y tantas otras veces. Me aflojé la corbata con rabia, delante de una botella de whisky.

Y bebí. Una copa, dos, tres. Un vaso tras otro. No había hielo, el congelador no funcionaba y se habían derretido. No importaba, a palo seco estaba mejor. Escocía, ardía, como el puto infierno en el que sabía que estaba destinado a terminar. Me iría acostumbrando, poco a poco. Vaso a vaso. Trago a trago.

Amanecí allí mismo, sobre el sofá. Con la típica resaca de cojones, claro. La botella estaba vacía, y el vaso volcado en el suelo, con un minúsculo charquito a su alrededor. Apenas me cambié de camisa, tardando un rato en encontrar alguna que estuviera limpia aún. Tenía una larga colección para llevar a la tintorería. Si es que las tintorerías volvían a funcionar, alguna vez. Me eché un poco de pasta de dientes en la boca y, sin frotar siquiera, hice gárgaras enjuagándome para al menos quitarme el mal sabor de boca. No lo logré.

Pensé en coger un taxi, pero me dije que seguramente tampoco funcionarían. Estábamos en la edad media, como había dicho Kruger. Por suerte para mí, la edad oscura del hombre fue un tiempo de espada y brujería. Y yo no tenía ni idea de manejar un cuchillo con esteroides, pero de brujería sabía un poco. De modo que me planté en el lugar a través de un portal, cubriendo mis ojeras y el enrojecimiento de mis ojos con unas gafas de sol.

Llegué hasta los agentes del control de accesos con pocas ganas de bromas. Saqué mi cartera y la abrí como si fuera un puto agente del FBI, mostrando con ello dos tarjetas: la Tarjeta de Identificación Profesional, con categoría de Investigador Privado; y la tarjeta de "no me toques los cojones, que no sabes quién soy yo" que nos había entregado Valladares. Mientras me registraban, vi las siluetas de hombres armados en los tejados, pero también a Parkour esperando delante de la entrada.

Hola. -Le dije secamente, al llegar a su lado- Iba a decir buenos días, por costumbre, pero no tienen una mierda de buenos. ¿Una mala noche?

El joven al verte se acerca y te da la mano como si acabaran de presentaros. Luego te comenta su noche:

- Noche larga pero bueno no demasiado dura... - ve tu cara y añade - ...no como la tuya que debió ser dura de cojones. Nosotros pasamos preparando comida para el barrio, la verdad es que había bastante gente hambrienta y como era gratis se sumaba todo el mundo...pero por suerte todos estamos bien. Hoy haremos lo mismo de noche si no se arregla esto...que no tiene pinta de solucionarse... - hace una pausa y te pregunta  - ¿qué hiciste de noche?

Estreché la mano del artista marcial con cierta desgana. No por él, el tío no me había hecho nada y se notaba que era buena gente, al menos mucho mejor que yo, que no era decir mucho. Pero estaba cansado, cabreado y con una resaca de cojones. 

Así que te has acostado a las tantas, ¿no? Pues tienes buena cara. -Le dije bajándome las gafas un momento, para verle mejor. Claro, él estaba en forma, vida sana y esas mierdas. Si tuviera el hígado y los pulmones como yo los tenía, ya veríamos. 

Saqué un cigarro y lo encendí mientras esperábamos.

Intenté conseguir información que nos ayudase. Fracase, siguiendo la racha. -Exhalé el humo del pitillo lentamente, en un chorro fino que se iba diluyendo en el aire delante de mí, mientras observaba el edificio- Despues de una botella entera de J&B, logré dormirme. O quedar inconsciente, yo que se... -Apreté los dientes un instante, con el cigarro en la mano, mientras recordaba todo lo que me pasaba por la cabeza la noche anterior, todo lo que necesitaba silenciar a base de alcohol- Quiero encontrar a esos cabrones. Quiero acabar con ellos. Aunque sea lo último que haga. Aunque sea la única cosa buena que logre hacer en mi puta vida. -Le di una nueva calada al cigarro. Tenía que tranquilizarme, permanecer centrado. Pero, joder, no era fácil.

Cuando Josu me dejó cerca de donde vivía mi hermana, ni siquiera me dio tiempo a darle las gracias. El detective se marchó sin más, seguramente tendría también asuntos de los que ocuparse.

No tardé en encontrarme a mi hermana en su piso, estaba bien, tratando de coger todo cuanto pudiera servirle de ayuda para llevarlo a la taberna. Le ayudé con ello y después tratamos de contactar con algunos de sus amigos y conocidos, que por suerte se encontraban también bien. Dentro de lo que cabía, todo había salido bastante bien.

Nos instalamos en la vieja taberna de mi abuelo, la cual regentaba ahora mi hermana, terminando por convertirse en una especie de refugio para quienes habían salido damnificados en la zona de Arganzuela. Pasamos el resto del día y gran parte de la noche cocinando y sirviendo comida, además de curando pequeñas heridas, o ayudando a la gente en lo que podíamos. Varios de los vecinos también se quedaron a ayudar, y trajeron cosas de utilidad. Era increíble cómo se movilizaba la gente en este tipo de situaciones, y no pude evitar que se me escapara alguna lagrimilla en más de un par de ocasiones.

Dormimos allí mismo, en un camastro que había en el almacén, y cuando llegó el momento de partir me arreglé dispuesta a ello. Me acicalé como de costumbre, no queriendo que ni la situación ni mi ánimo cambiaran también eso, y me esforcé en sonreír a cuanta persona me encontraba en el camino; todo era más llevadero con una amable sonrisa. Aun así, traté de ponerme algo más cómodo, pues no sabía con exactitud a qué me tendría que enfrentar aquel día. Me vestí con unos vaqueros, una parte de arriba que simulaba la piel del leopardo, una cazadora de cuero negra y unos zapatos del mismo color.

Mientras cogía algunas cosas para llevar conmigo, pudimos escuchar por la radio que no había habido incidentes aéreos de los aviones que partían de Francia, noticia por la que se alegró más mi hermana que yo, desconocedora como era de lo que sucedía en mi casa. Tampoco es que deseara la muerte de Frédéric, pero creo que tampoco habría llorado si le hubiera pasado algo.

Conseguí que alguien me llevara a las inmediaciones de la sede del CNI, pero tuve que caminar el último tramo, cargando con una bolsa de plástico que pesaba bastante. Al llegar al recinto, me registraron y me indicaron que esperara en la entrada, donde vi que Parkour y Josu ya esperaban. El chico parecía comer un bollo, mientras que el investigador fumaba un cigarrillo.

- Vaya, y yo que había traído comida. – dije al darles alcance, con una sonrisa. – Buenos días. – añadí ampliando esta, antes de alzar la bolsa un poco. – Tortilla, filetes empanados, y algo de pan y empanada de atún. No sabía si habríais podido comer, así que… - expliqué, antes de echar la vista atrás un instante. – Casi no me dejan pasarlo, demasiada tensión en el ambiente.

Tras un par de horas caminando por fin llego a la sede del CNI, vengo sin máscara y eso me facilita la entrada. Entre mi cara bonita y la tarjeta del CNO es más que suficiente. Cuando entro veo a Daniel y a dos de los tres súpers que conocimos ayer. La chica Adele va vestida como si de una portada de revista, aunque he de decir que yo tampoco me he cortado y vengo con las mejores galas que he podido encontrar en el armario. No son diseños de mi madre ya que entonces seguramente no pasaría por la puerta o me hubieran linchado al salir de mi casa. 

- Hola a todos...y Dan...digo Parkour...¿qué tal Lena? - pregunto nada más llegar.

Huelo a comida y le pregunto a Adele si puedo comer un trozo de empanada ya que no he podido desayunar ya que todo en mi casa es eléctrico.

- ¿Puedo coger un trozo de empanada de atún? No he comido nada y estoy famélica...

Sonríe cuando le llaman por su verdadero nombre, la verdad es que visto lo visto ya le da igual.

- Lena bien, ahora está descansando en su casa. La acompañé personalmente para que no corriera peligro, no estuvo mal para ser la segunda cita a pesar del Apocalipsis. 

Husmea el aire y añade:

- La verdad Adele huele muy bien...ahora me arrepiento de haber comido antes de venir...y sobre todo del último bollo de leche que me zampé hace un momento. - hace una breve pausa para suspirar por el olor y añade - ...me alegro que todos estéis bien...¿sabéis algo de vuestro compañero?

Las "damas" comenzaron a llegar, primero Adele y luego... la otra, la rubia, como se llamase. Joder, la pinup parecía ir a pasar un día en el monte con la familia. Y no por las pintas, precisamente, sino porque traía más comida que una abuela con quince nietos. La verdad era que tenía buena pinta la comida, pero yo tenía el estómago hecho mierda y ni putas ganas de comer nada.

Yo no le llamaría exactamente "compañero", pero bueno. Digamos que va un poco a su aire. -Corregí a Parkour, dando una nueva calada al cigarro- Ni idea de si vendrá o no, creo que sólo le importan las audiencias, y no puede emitir... -Lo cierto es que se me escapó media sonrisa, ante aquella idea. Era irónica, sin duda. No irónica como todo el puto sarcasmo que el de arriba empleaba para reírse de mí y de mi puta suerte, más bien irónica del tipo de buen rollo, si tuviera sentido del humor- ¿Alguien le oyó responder ayer a Valladares cuando nos ofreció este curro? Porque yo no. -Torcí la cara lo justo para mirar a Adele de reojo, con gesto serio- Supongo que esa sonrisa significa que tu hermana estaba bien, ¿no? -Quise comprobarlo, a pesar de que parecía claro. Una vez lo confirmó, simplemente asentí, volviendo a mirar al frente, hacia la entrada del edificio- Como nos hagan esperar mucho me piro a por café.

Poco después de mi llegada también apareció aquella chica rubia, la enmascarada, que al parecer no había tenido oportunidad de comer. Asentí ante su pregunta con una sonrisa y le acerqué la bolsa, abriéndola, mientras Parkour alababa el olor de la comida; para después preguntarnos por nuestro estado y por Rafael.

Josu en seguida respondió acerca del presentador, preguntándonos si alguno le habíamos escuchado responder a la oferta del teniente. La verdad es que yo no le había oído aceptar pero tampoco es que estuviera yo en ese momento para atender a lo que los demás decían.

- Yo tampoco oí nada, pero me temo que tampoco estaba muy atenta. – respondí a la cuestión planteada, mirando después a Parkour. – Tranquilo, seguro que algo queda para más tarde. – le  dije con una sonrisa. – Y si no ya os cocinaré algo cuando todo esto termine. – añadí en un alarde de optimismo.

Cuando Josu me preguntó por mi hermana, asentí, ampliándose ligeramente mi sonrisa.

- Me alegra ver que todos estáis bien, espero que vuestra gente también lo esté, todo lo bien que se puede estar en esta situación, claro… - les dije, terminando por apretar mis labios, pensando en cuánto tiempo tardaría todo en volver a la normalidad. – Si vas a por café, ¿Podrías traerme uno a mi también, por favor? No he dormido mucho hoy. – respondí a las palabras del detective sobre lo que se dispondría a hacer si tardaban mucho en darnos paso.

- No habrá tiempo para cafés... - os dice una voz a vuestras espaldas y podéis ver que es Valladares que hace acto de presencia - ...nos esperan en la sala de operaciones y en breve llegarán un par de invitados más que nos ayudarán en este asunto. Al parecer no sois los únicos a los que Kruger ha cabreado.

Accedéis tras él al edificio, os conduce por diferentes pasillos hasta que llegáis a una sala de seguridad que posee una puerta blindada custodiada por dos soldados de fuerzas especiales bien pertrechados.

La sala posee electricidad, está llena de hombres y mujeres correteando con prisa entre sus puestos de trabajo y revisando datos. Podéis ver que la seguridad de la sala es enorme y contáis al menos a doce soldados bien armados, seguramente miembros de GOES al servicio del CNI o puede que sean miembros del Ala 25 (los famosos operativos KA).

- Bienvenidos al centro de mando. Desde aquí en coordinación con la base móvil del Ejército de Tierra y el puente del Príncipe de Asturias controlamos todo el territorio español. Tenemos comunicación directa con las principales ciudades vía radio. La conexión a internet es vía satélite por lo que dependemos de las condiciones atmosféricas para que la conexión sea estable. Según AEMET está llegando un frente frío de origen ártico que bajará mucho las temperaturas, además es probable que haya tormentas eléctricas en las próximas horas.

Hace una pausa y os comenta:

- En breve llegará el general Saavedra y será él quién dicte las órdenes. De todas formas os adelanto de que tendréis vía libre y todos los recursos de los que disponemos para detener al causante de esto. ¿Alguna pregunta?

Enarqué una ceja al oír la voz de Valladares. Yo había pasado una noche de mierda, y no quería imaginarme cómo habría sido la del viejo. Y ahora me quitaba la opción del café, así que en cualquier caso no ayudaba a empatizar con el jefe. Daba igual, tiré la colilla al suelo y la pisé, apagando lo poco que quedaba, y con las manos en los bolsillos accedí al interior junto a los demás.

Entre recorrer pasillos y más pasillos y acceder a aquella sala de operaciones, no tenía claro si estaba en un capítulo de Superagente Ochenta y Seis, o en un aeroportaaviones de Shield, con los vengadores pululando por allí. Incluso sentí tentaciones de comentar que uno de aquellos analistas estaba jugando a los marcianitos, aunque con el buen humor de que estaba, las ganas se me borraron casi inmediatamente.

¿Preguntas? ¡Hostias que si las tengo! -Exclamé cuando el jefe nos dio la opción- Para empezar, ¿qué ha pasado con nuestros amigos los mastodontes de ayer? ¿Están bajo custodia? ¿Los han interrogado? Si no les han sacado nada, ¿podemos intentarlo nosotros? Y con "nosotros" me refiero a ella... -Aclaré señalando a Adele sin siquiera mirarla, puesto que no apartaba la mirada del viejo. En realidad, disfrutaría mucho más interrogándoles yo "a la antigua usanza", pero vistos los antecedentes tampoco es que fuera a hacerles más que cosquillas, y para jugar a la psicología era mucho más efectiva la pin up que mis juegos de ilusiones- Además de eso, ¿cómo de seguras son estas instalaciones? Lo digo por toooooda esta gente pululando de aquí para allá. ¿Podemos hablar libremente? Porque ayer a la morena y a mí nos contó ciertas cosas sobre cierta persona que eran "top secret", y quisiera saber si ha podido confirmar que sigue a salvo y lejos de las manos de esa panda de nazis hijos de puta. -Le dije, haciendo referencia a su "sobrinísima", por quien temíamos que pudiera ir el tal Ángel Negro- Y ya de paso, por confirmar e ir atando cabos, la forma de fabricar esas jodidas bombas que han dejado el país en la edad de piedra, ¿estaba entre los documentos desaparecidos en ese incendio? Por cierto, sigo sin datos sobre cómo quitar de en medio al asesino alado. Anoche, mientras los ONG aquí presentes repartían comida, intenté localizar a mis contactos, pero se ve que todo el mundo tenía seres queridos a quien poner a salvo. Quien me puede dar la forma de borrar del mapa a ese capullo estará localizable esta noche, y si tiene lo que le he pedido... Insisto, SI lo tiene, podríamos quitarnos de en medio a uno de nuestros problemas. -Me pasé la lengua por los labios, abriendo y cerrando la boca un par de veces. Tenía la garganta seca, y me habían denegado el puto café. La mañana iba a ser de las más mierdosas en mucho tiempo- Y ahora, lo más importante. ¿En este sitio se puede fumar?

Mientras charlábamos, Valladares apareció de pronto a nuestra espalda, anunciando que nos esperaban en la sala de operaciones; así que no dirigimos hacia allí sin más dilación. Al parecer dos personas más iban a unirse a nosotros, y me preguntaba qué tipo de habilidades tendrían mientras el teniente nos dirigía por distintos pasillos hasta llegar a aquella puerta blindada custodiada por dos soldados.

Aún no me acostumbraba a ese tipo de cosas. Los últimos días habían sido una locura y ahora de repente me encontraba nada más y nada menos que en la sede del CNI. Valladares nos explicó lo que hacían desde allí, mientras veía a gente corriendo de un lado a otro y varios soldados. Me alegró escuchar que el general Saavedra llegaría pronto, eso significaba que estaba bien. Esperaba que la señorita Montalbo también lo estuviera, y también aquella chica, Elvira. Entonces una idea vino a mi mente, ¿Serían ellas dos esas personas de las que había hablado Valladares?

El teniente nos invitó a preguntar lo que quisiéramos, y el detective en seguida comenzó a plantear varias cuestiones, comenzando con la posibilidad de interrogar a los tipos de ayer; cosa que parecía querer dejar a mi cargo si no lo habían hecho ya. Ciertamente mis capacidades me facilitaban aquello, ya había hecho algo así en casa de mi jefa, con aquel seguidor de Kruger.

Josu también trató otros temas de interés, como cuán discretos teníamos que ser con el tema de la sobrina de Valladares y si esta se encontraba bien, o si la información para lanzar el ataque del día anterior había salido de la caja fuerte que había sido robada en el Windsor. No comprendí qué importancia tenía eso, pero no me hubiera extrañado nada que fuera así, a fin de cuentas esa caja contenía varios dosieres confidenciales. El investigador también contó que no había podido contactar con quien le ayudaría a acabar con Ángel Negro, lo cual era otra mala noticia más. Esperé a que terminara de hablar para pronunciarme, yo también tenía alguna pregunta.

- Teniente Valladares, ¿Ha sabido algo de mi jefa? ¿Está bien? – quise saber, aunque quizás Saavedra pudiera darme más información sobre aquello. – Sobre el convoy robado, me consta que se había localizado el almacén con el contenido de este, ¿Se ha logrado recuperar todo el contenido? Espero que así sea. Aunque aun siendo así, continuarían teniendo los informes para reproducir uno de esos experimentos. – dije pensando en el Proyecto Islero. - ¿Cuánto estiman que podrían tardar Kruguer y Viktor Lars en conseguir el material necesario para reproducirlo? – continué ahondando en aquello, hasta que recordé algo más. – Por cierto, aquella lista de la que me habló… ¿No hay ninguna otra copia? Podrían ir a por esos metahumanos, ¿No? Quizás habría que ponerles sobre aviso… O pedirles ayuda.

Ante tanta pregunta de golpe Valladares se toma unos segundos antes de responder a todas ellas.

- Los dos mastodontes fueron detenidos por el GEOM, han sido trasladados a una prisión provisional antes de ser enviados a la prisión de Aquera. Allí estarán a buen recaudo al menos de momento y de momento no han sido interrogados pero si deseáis hacerlo podría arreglarlo sin problemas... - responde a las primeras preguntas de Josu para proseguir -  Sobre estas instalaciones son seguras, la gente que está aquí tiene un nivel de seguridad muy alto y como podéis ver estamos completamente operativos a pesar del ataque. Ella está bien y ha sido trasladada de nuevo por seguridad a una nueva ubicación. Acerca de las bombas no han sido fabricadas en España, en los documentos que robaron sólo se hablaba del proyecto Islero que era la creación de una bomba nuclear...las que activaron ayer son mucho más sofisticadas y por los primeros análisis realizados en la de Madrid podrían ser norteamericanas. Estamos intentando confirmar si es que han usado un diseño de ellos o que algún grupo neonazi americano ha colaborado en su fabricación. - hace una pausa para tomar aire y seguir respondiendo. - Tengo lo que me pidió a dos plantas bajo nuestros pies así que podrá cogerlo más tarde, y puede fumar si quiere... - añade sonriendo de manera tímida a esto último - ...de todas formas los detectores de humo están desconectados.

Se gira hacia Adele y procede a seguir respondiendo.

- Su jefa se ha puesto en contacto con un conocido en común y supongo que aparecerá por aquí de un momento a otro y que yo sepa aún goza de buena salud. Nos confirmó que haría acto de presencia y acompañada. Sobre el convoy no se recuperó todo el contenido, y creo que nos les llevará demasiado tiempo conseguir todo el equipo si no lo tienen ya. Lars fue uno de los que lo diseñó por lo que suponemos que tenían ya de antemano cierto equipamiento. Además se ha realizado un robo en Industrias Valle, una de las tecnológicas más importantes del país de equipamiento antes del ataque IEM por lo que entendemos que está relacionado. - hace una última pausa viendo el final de las respuesta y añade - Es posible que haya alguna copia de la lista, hay otros sitios donde guardamos documentación, hay algunos hombres revisando papeleo pero no he podido movilizar a todos los recursos que nos gustaría para ello.

Mira para Parkour e Inezumi por si quieren preguntar algo pero ninguno de los dos quiere saber nada más aunque Parkour hace un ligero amago pero se calla.

- En breve debería llegar el General Saavedra. Y mira ahí está Roberto...

Un hombre se acerca a vosotros, gesto serio y cara cansada de no haber pegado ojo en toda la noche.

- Buenos días Teniente. María debe estar al caer, salúdela de mi parte... - en ese momento se percata de la presencia de Adele y la saluda  -  Hola Adele, veo que al final María te ha arrastrado a esto, me alegra saber que estás bien. 

Observa a Josu y lo saluda con un fuerte apretón de manos, luego a Inezumi y por último a Parkour al que se queda mirando un poco más por motivos que desconocéis.

- Saldré ahora con un equipo del Ala 25 a hacer una batida por la zona cero. Nos confirmaron la presencia de algún neonazi y podría ser del grupo de Kruger. Si lo capturamos intentaremos sacarle toda la información posible. El próximo informe es a las catorce horas así que espero tener algo más. 

Fui tomando nota mentalmente de los diferentes datos que nos facilitaba Valladares. Mastodontes detenidos, y podíamos interrogarlos si queríamos. La base era segura, se podía hablar con libertad. La "sobrinísima", bien y a salvo. Las bombas no tenían que ver con el incendio del Windsor, y además eran extranjeras, traídas de norteamérica. Los componentes para el ritual estaban allí mismo. Y lo más importante.

¡Joder, gracias! -Exclamé, sacando el paquete de tabaco y encendiéndome un pitillo rápidamente, con ansiedad. Mientras exhalaba la primera bocanada de humo, dejé el mechero unos instantes encendido, comprobando la firmeza de la llama.

Lo que no terminaba de entender, era qué pintábamos allí. Parecían tener todos los frentes de la investigación cubiertos. Lo más importante no, desde luego, que era el dónde se escondían aquellas cucarachas, pero era de suponer por mi experiencia en labores de investigación que los diferentes hilos de los que se tiraban llevarían a aquel dato. Pero, aparte de cedernos la posibilidad de participar en los interrogatorios, aún no había dicho nada de qué quería que hiciéramos nosotros. ¿Pensaba tenernos "en el banquillo"? Lo dudaba. Y eso significaba que tenía algo gordo reservado, algo de lo que aún no había dicho esta boca es mía.

Estaba a punto de preguntar acerca de ello, cuando se acercó un agente. U oficial. O lo que coño fuera aquel tipo con ropa tan ajustada, que parecía conocer a Adele. Parecía que iba a salir a "cazar", y yo seguía tan cabreado que me tentaba unirme a él y su equipo, aunque sólo fuera por la satisfacción de freír el culo a un neonazi de mierda.

Suerte con eso. -Le dije al tipo, mirándole de arriba a abajo. Esperaba que a nadie se le ocurriera sugerir que tuviéramos que ponernos uniformes como aquel, porque yo no tenía ese cuerpo ni de coña- Valladares, parece que lo tienen todo más o menos atado... ¿Tenemos que esperar al general para saber qué se espera que hagamos nosotros?

Valladares en seguida comenzó a responder a nuestras preguntas, dándonos la posibilidad de colaborar en el interrogatorio de los hombres de Kruger que habían sido ya arrestados. Con aquello podría ayudar, aunque no sabía hasta qué punto, pues el CNI debía de contar con gente experta en aquel tipo de cosas.

Aunque no puedan mirar directamente en su cabeza.

Continuó aportándonos otras informaciones, entre las que estaban que ya disponían del material que Josu había solicitado para localizar al Ángel Negro y el que mi jefa vendría algo más tarde, acompañada. Supuse que se trataría de Elvira, y esperé que a estas alturas hubieran logrado limas asperezas, pues el malestar de la mujer en casa de la señorita Montalbo era más que evidente.

Me sorprendió la mención del robo en Industrias Valle. Elvira… ¿Por eso se había metido en todo aquello? Era preocupante lo que Valladares nos dijo sobre los componentes, aquello significaba que ya tenían todo para reproducir el Proyecto Islero, o material necesario para hacer quién sabía qué...

- ¿Ataque IEM? – pregunté justo después de que comentara el tema de las listas. – Si aparecen esas listas, ¿Podría hacérnoslo saber? En cuando a los interrogatorios, si no dispone otra cosa para nosotros me gustaría ayudar con eso, creo que… Qué podría ayudar. – dije con cierta inseguridad, antes de querer confirmar mis sospechas. – Entonces, ¿Tienen todo para reproducir el Proyecto Islero? Podrían así crear otro… Ya sabe.

Al aparecer Roberto Mendoza me sorprendí, aunque pronto aguanté una sonrisa, pues no sabía de qué me sorprendía. La señorita Montablo no era lo que parecía, ¿Por qué iba a serlo su prometido? Además, ya me había dado una pista…

- Hola, señor Mendoza. Así que en esto consiste su trabajo en el gobierno… – dije con una media sonrisa. – A mí también me alegra ver que está bien.

Comentó entonces lo que se disponía a hacer, ante lo que Josu le deseó suerte, preguntando después a Valladares si debíamos esperar a la llegada del señor Saavedra.

- Si podemos ayudar en algo más mientras tanto, no dude en hacérnoslo saber. – apostillé a las palabras de Josu, esperando una respuesta del teniente.

En vez de hablar Valladares decidió contestar Mendoza viendo que el pobre teniente estaba sin dormir nada.

- El proyecto Islero ya pueden replicarlo, las bombas de impulso electromagnético de ayer se basaban en esa tecnología. Pero el proyecto que quieren replicar creo que estarán en condiciones de hacerlo en unas horas...aunque claro les falta de momento un componente base pero podrían utilizar a algún otro mutante para probarlo... - mira a Josu y añade - ...el general está al caer, según tengo entendido estaba entrando en Madrid ya que decidieron no utilizar vehículos aéreos por si Kruger y los suyos tenían misiles tierra-aire que si mal no recuerdo disponían de ese armamento...es posible que haya disturbios en las próximas horas, creo que Valladares os debería informar de las emisiones de radio a favor de un levantamiento que se están enviando desde diferentes puntos de la península...