Partida Rol por web

Te despiertas destemplado por unos fuertes golpes en la puerta de tu habitación. Al principio te cuesta centrarte, pues tu mente no hace mas que darle vueltas a lo acontecido en el sueño, lo recuerdas con detalle. Físicamente te encuentras perfectamente, como cualquier mañana tras un largo descanso, pero tienes un leve dolor de cabeza, y los golpes te molestan realmente. El sol que entra por la ventana ilumina con claridad la estancia.

¡Vamos ya! ¡Levantaros de una vez! - reconociste la voz de la patrona de la taberna. - ¡Ya es medio día! ¿Que clase de holgazanes sois? - La puerta se abre y Rona entra con un juego de llaves en las manos, acompañada de una joven de no más de 15 años -  ¡Venga fuera, que hay que limpiar!. Empieza Kira que yo me encargo de este. - espeta mientras te empuja fuera de la habitación con todos tus bartulos, que coges a duras penas con ambas manos. - Abajo está Dens, pedirle lo que sea para quitaros esa cara de muerto que lleváis. Malditos borrachos. - Te deja en el largo pasillo que da a la escalera de bajada en paños menores y con cara de tonto, mientras entra de nuevo a la habitación a controlar a la joven. Decides vestirte adecuadamente antes de bajar. Los dos jóvenes amantes asomaban por la puerta de su habitación, riéndose por lo bajo del bochornoso espectáculo que estabas ofreciendo.

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El piso inferior de la posada era un hervidero a esas horas, ya pasado el medio día. ¿Tanto habías dormido?. Al ser el único comercio en millas a la redonda se usaba de almacén y taberna a la vez. Estaba abarrotado, todas las mesas llenas, solo quedaba unos pocos espacios libres en la barra. A pesar de ello, Dens se desenvolvía bien. Iba de un lado a otro, llevando bebidas y viandas.

Había gente en un rincón haciendo trueques, intercambiando productos de la zona y diferentes utensilios; pieles, carne de caza, pescado, gallinas, cereal, herramientas de labranza y aparejos de pesca. También una avispada comerciante aprovechaba la oportunidad para ofrecer sus artículos. Era una gnoma que se había adueñado de una mesa, usándola de mostrador, donde se veían multitud de tarros y viales.

Cerca de la chimenea se acumulaban varios hombres alrededor de un grandote aldeano y un feo semiorco. Al parecer estaban apostando en una competición de pulsos. El semiorco aplastó contra la mesa el brazo de su contrincante que aulló de dolor. Gritos de entusiasmo se oyeron de los ganadores, mientras el semiorco daba un trago de su cerveza y guardaba sus ganancias en una abultada bolsa.

En otro rincón había un trovador, recitando y tocando con poca fortuna su flauta, pues entre los gritos y la algarabía no conseguía hacerse oír. Solo divertía a tres pequeños, que se reían de sus gestos revolcándose por el suelo.

Entre toda la gente, reconociste sin duda a tus compañeros de sueño. Tenían tan mala cara como tú y esperaban en la barra a que Dens les sirviese. Parecía raro, pero tenías la impresión que evitan mirarse unos a otros.

Nggggggnnnnnnrrrrrrrrrr...- unos fuetes golpetazos se esuchan en la puerta -... Malditas criaturas no habéis tenido bastante! -digo gritando, mientras abro los ojos. La temible posadera acompañada de una jovenzuela es la causante del alboroto, aunque prefería que hubiesen sido los trasgos, con empujones, y muchos improperios me saca de mi habitación. Maldita bruja, como toques mis cosas lo vas a lamentar!- termino diciendo a la puerta cerrada en mis narices, antes de darme cuenta que la posadera me había dejado fuera mis cosas. Allí con las vergüenzas al aire, los inoportunos jovenes aprecen por el pasillo, y comienzan a reirse de la situación, pongo la mejor cara que puedo, me visto como puedo cojo mis cosas y bajo para que me den algo de comer.

Dens, el mozalbete que ayuda a la posadera a llevar el negocio, me prepara un buen banquete para saciar el hambre que tengo, empiezo a recordar imagenes del sueño de la pasada noche, era un sueño pero era tan real, esos trasgos, y esa voz que escuché, pero porqué también estaban estos desconocidos en él. Los miro de reojo a cada uno y veo que tampoco tienen buena cara, sigo devorando el manjar que tengo delante aún enfadado no saía muy bien porque si por la posadera o por el extraño sueño que no lograba comprender.

La posada parece un mercadillo lleno de gente, una gnoma vendiendo potingues, un tocaflautas intentando hacer lo propio pero lo único que consigue hacer es hacer reir a los niños. Cuando termino de vacia mi tercera pinta de cerveza, unas risotadas hacen que me gire, y veo como un bastardo de semiorco se mofa de un lugareño, parece que estan apostando algo a un pulso. Instintivamente dejo con un fuerte golpe la pinta en la mesa, y voy malhumorado hacia el semiorco, abriéndome paso con empujones si hace falta para llegar hasta él, los semiorcos esos malditos seres viles y pendencieros.

TÚ, si TÚ ... los de tu calaña siempre abusando de la gente, a ver si te atreves conmigo! -  le digo al semiorco intentando que si le gano en un pulso pueda aplacar un poco esta ira que me consume por dentro.

Me despierto bruscamente sintiendo tirones de la cuerda que tengo enganchada en el pie, me doy cuenta que estoy de nuevo en la habiatación y que en la puerta está la dueña gritando para que me levante y salga de la habitación, me visto rapido justo antes de que la dueña abra la puerta, recojo mis cosas y salgo por la puerta empujado por la posadera, al salir por la puerta veo a una chiquilla de unos 15 años y le digo:

-Hola preciosa, te gustaria abrazar la fe de...

En ese momento la dueña cierra la puerta de la habitacion mirandome con cara de pocos amigos. Me quedé parado en el medio del pasillo con mis cosas al hombro y mis ultimas palabras en la boca, al fondo del pasillo estaba la joven pareja conteniendo la risa. Me dirijí hacia ellos con cara de loco.

-¿OS REIS DE UN SIERVO DE DIOS? arrepentios si no quereis que vuestro amor sea censurado por los dioses.

Mientras me dirijia hacia ellos se metieron rapidamente en su habitacion.

Despues de imponer un poco de respeto a un siervo de la iglesia me dirijí hacia abajo, cuando llegue a la taberna fui hacia la puerta para salir, al llegar a la puerta me fijé que el camarero me estaba mirando, con lo cual me dirijí hacia el y le dije

-vengo ahora voy a comunicarme con mi dios, tendre que darle muchas explicaciones asi que puede que tarde un rato.

Salí de la posada y me dirijí hacia una colina cercana ya que dudaba que en un pueblo tan pequeño hubiera un templo donde orar como dios manda. Estube un buen rato pidiendo disculpas por haber tardado tanto en poner mi alma a su servicio en el dia de hoy.

Entre de nuevo en la taberna y me senté en la barra y pedi la comida para rellenar el hueco en el estomago.

Salgo del trance de forma brusca al escuchar las voces de la humana que gobierna la posada. Cuando veo por la ventana se confirman mis sospechas, han pasado más de cuatro horas, esta noche algo me ha llevado a donde no quería ir. Para un elfo un trance de 4 horas es más que suficiente para el descanso físico, en el caso de un mago como yo con otras cuatro recupero las fuerza para lanzar conjuros. Han pasado más de ocho horas y no he salido de trance, y eso no es normal.

La posadera irrumpe en mi habitación e interrumpe mis pensamientos  junto con una niña, que está claro que le sirve de criada. Garras se enfada y les gruñe pero le pongo la mano en el lomo para tranquilizarlo. Le sonrío a la posadera y le presento mis disculpas mientras pienso en lo que añoro la educación y la civilización de mi tierra, y lo mucho que les queda por aprender a los humanos sobre buenos modales. Salgo de la habitación a recoger mis cosas mientras la señora dice incoherencias que no estoy con ánimos de aguantar. Me visto ante la mirada de todo el que pasa por el pasillo y veo que la joven pareja de anoche se asoma por  la puerta de su habitación como con miedo de recibir una reprimenda y me miran con curiosidad, en cuanto miro hacia ellos vuelven a esconderse. Una vez adecentado bajo al piso inferior donde parece haberse reunido medio pueblo, hay un puesto de venta y mis compañeros de pesadilla de la noche anterior andan por allí repartidos. Uno de ellos se dirige hacia el semiorco y lo reta  a un pulso, me acerco y me pongo a mirar mientras Garras deambula por la estancia seguramente detrás de algún ratón. Con mi presencia poco respeto impongo así que me ayudo del bastón para colocarme en una buena posición y ver el pulso.

Luego de desaparecer me desperté en mi cama todo sudado y aun extrañado mientras me toco el cuerpo para asegurarme que aún existe, tal fue la sorpresa (y la alegría) de seguir entero, que no le preste atención a los golpes ni a los gritos del otro lado de la puerta, cosa que debí hacer ya que la imponente mujer que administraba la taberna me estaba echando literalmente, apenas salí de la habitación una joven adolescente humana se metió para adentro a limpiar, dándome cuenta que mis cosas estaban en el pasillo conmigo.

Al bajar la escalera vi una posada totalmente diferente a la de la noche anterior, era un bullicio de gente, lo cual contrastaba con la solitaria posada que encontré al llegar (lo que era lógico por haber llegado a altas horas de la noche). Al darme cuenta que no comía nada desde la noche anterior me dirigí  a la barra a pedir el conocido plato de carpas con jamón. Cuando estaba llegando a la barra me crucé con el gato del mago de mi sueño, al parecer mis compañeros del sueño eran reales y estaban en la misma posada que yo, o por lo menos era una coincidencia extraordinaria.

Al llegar a la barra, me encontré con el primer problema, los bancos eran de la altura de los humanos, pero después de varios intentos pude subirme. Cuando ya tuve el estomago saciado, o por lo menos apacigado me concentre en mirar a mi alrededor, se veía a un flautista que hacía reír a un pequeño grupo de niños humanos, también pude ver al enano que me salvo la vida en mi sueño haciendo pucciadas con un semiorco.

Al que le grité fuerza enano! el cual no me miró debido a que estaba concentrado en su rival.

Seguí observando mi alrededor y vi al mago sentado comiendo placidamente, al parecer eso explicaba por que el gato estaba merodeando por ahí. Los que no pude ver fueron al otro enano, ni al humano, pero viendo las coincidencias entre el sueño y la realidad, debían estar por ahí.

Girando mi cabeza mis ojos se posaron en una hermosa gnoma que comerciaba bienes, preciosa como ella sola, por lo que una vez que terminé de comerciar me acerqué y muy amablemente le pregunté ¿Como ah llegado una gnoma a un pueblo humano como este? Al parecer somos los únicos de nuestra especie y no deben de llegar muchos en estos tiempos. Gerbo encantado de conocerla. Le dije extendiendo la mano, pero para los amigos soy "Tejón".

El semiorco miró a Ulkus con disgusto. Hizo un gesto para que el gordo aldeano te cediera el asiento enfrente suyo.

Loknat ya vencer muchos de los tuyos. Loknat reírse con enanitos. Enanitos se enfandan mucho cuando pierden. - dice soltando una risotada.

Loknat cansado de ganar oro. Loknat colecciona armas de enanitos. - mira tu hacha con malicia - Loknat querer tu hacha.

De un golpe seco deja encima de la mesa un martillo de guerra, la mesa cruje y esta a punto de partirse en dos del golpe. El martillo es plateado y brillante y tiene multitud de runas enanas talladas. Al parecer esta en muy buen estado, menos el cuero del mango que está algo negro y sucio debido a las rudas manos del semiorco.

Loknat ganar martillo a otro enanito hace tiempo. Loknat apostar martillo contra hacha. ¿Que decir?

Dens finalmente se dirigió a Bardum para atenderle.

Perdona Maese enano por la tardanza. La taberna esta de bote en bote y no tengo manos suficientes. Espero que sepas disculparme. - dice sonriendo amistosamente - Veo que sois un hombre de fe. Por aquí no se ven muchos de ellos. La gente piensa más en sus cosas que en rezar a los dioses. Algún día nos arrepentiremos.

Disculpe, maese, tendrá hambre y yo aquí hablándole sin parar. ¿En que puedo servirte?. Le recomiendo el plato de carpa con jabalí, a pocos les disgusta. Mi  jefa puede ser desagradable, pero es una excelente cocinera.

La gnoma abrió los ojos de par en par al ver a Gerbo.

¡Por todos los dioses! Que encantadora coincidencia. - miro al gnomo de arriba a abajo y le da la mano mientras se sonroja un poco - Me llamo Shara, aunque por aquí me llaman "La licores".

Pues Tejón, ¿Te puedo llamar Tejón?, me encanta el nombre. jijiji. Vengo de vez en cuando a AguasClaras a vender mis fragancias y licores. Desde pequeña me encanta mezclar líquidos para ver que sale. jijijiji. Y voy de aldea en aldea vendiéndolas para ganarme el sustento. ¿Quieres probar alguna fragancia? Tengo de flor de lis, muy suave, de amapola, que repele a los mosquitos, de jazmín, para atraer a los enamorados. - dice mientras se vuelve a sonrojar.

O tal vez quieras algún licor. Los tengo de todos los sabores, de manzana, de almendra, de maíz, de todo. ¿Te interesa algún tipo de brebaje?

El maldito mestizo mitad humano mitad orco, no contento con hacérselas pasar canutas a los pobres aldeanos que siguen su juego empieza a mofarse de los de mi raza, -y nos llama enanitos el muy .... - pienso sin darme cuenta que estoy hablando , empiezo a respirar con mas furia y los agujeros de mi nariz se hacen cada vez mas grandes como los de un animal desbocado.

El bastardo semiorco ya le ha sacado todo el oro que podía a los lugareños, y en su lugar pone como botín en la apuesta las armas, mi hacha a cambio de una maza que acaba de sacar y que casi parte la mesa al ponerla encima. Miro, y me enfurezco más todavía, es un hacha enana! un poco desgastado el mango, -qué se puede esperar de un ser así, no sabe ni cuidar una buena arma como es debido. Le echo un vistazo al martillo mirando a ver si puedo averiguar algo más de ella así como de su antiguo dueño. Pero me da igual este martillo no tiene que estar en las manos de este animal.

- Muy bien sucio piel verde, no vas a tenerlo tan fácil como con estos humanos - le digo mientras me coloco enfrente para entablar el pulso. Cuando nos agarramos las manos, me doy cuenta que el sucio semiorco está en forma tiene un brazo fuerte, quizá no sea tan fácil como creía, pero tengo que lograrlo, tengo que quitarle ese arma no tiene que estar en sus sucias manos.

Miro las bravatas de los dos contendientes, pero mi estómago me reclama comida, así que me doy media vuelta, los aldeanos están deseando que el enano le de una lección al engreído semiorco y yo tengo hambre, y mucha. Las apuestas comienzan, y los empujones también. Estoy de mal humor por el dolor de cabeza provocado por la noche y no quiero estar rodeado de gente y me aparto del los dos combatientes. Me doy la vuelta y localizo a todos los compañeros de la noche anterior excepto al humano al que todavía no veo.

Estará todavía en el pasillo desnudo mientras la posadera lo hecha de la habitación

Decido sentarme en un lugar cerca del fuego, pero no hay mucho sitio libre con lo cual me siento en la primera mesa que encuentro. El dolor de cabeza no remite y el supuesto músico torturando la flauta por allí cerca no ayuda a que mi malestar mejore. En cuanto me siento veo como Garras se pasea por la estancia todo orgulloso y sonrío al pensar que ha sido el primero de los dos en comer algo. Entonces veo al chico de la noche anterior atendiendo las mesas y le hago señas para que se de cuenta de que estoy allí.

Se oye un fuerte palmada cuando las dos manos de los forzudos chocan. Los músculos del brazo de ambos se agrandan considerablemente, parecen a punto de estallar. El semiorco esta vez si empuja con toda su fuerza, pues su cara esta descompuesta del esfuerzo. Los brazos siguen verticales, no se han movido un ápice. Gotas de sudor empiezan a aparecer en la frente de ambos contendientes.

A pesar de la igualdad de fuerzas, el semiorco tiene mucha más experiencia que el enano en echar pulsos. Y empieza a notarse pues hace doblar la muñeca levemente hacía delante mientras levanta el hombro en tensión, obteniendo la preciada ventaja, poco a poco el brazo del enano cede, hasta dar estrepitosamente con la madera de la mesa. A perdido.

El semiorco ríe brabucón mientras coge el hacha del enano y la sostiene en alto, mostrando su trofeo a todos. Las gentes reparten beneficios de las apuestas, más de uno había apostado por el recio enano, y muestran su disgusto soltando el oro con mala cara.

Enanito ser fuerte, pero Loknat no tener rival. ¡Tu hacha ser mía ahora!. - brama delante de Ulkus y pega un largo trago de su cerveza hasta vaciar la jarra. - ¿Partir algún brazo más? - dice mirando envalentonado a la multitud de espectadores.

Dens asiente con la cabeza, dando a entender a Aust que ha visto su seña para ser atendido. Levanta la palma de la mano indicando que tenga un poco de paciencia.

Bien, maese enano, decídase, ¿probará nuestro plato principal regado con nuestra excelente cerveza?.

Gerbo asiente pidiéndole un licor de manzana, e invitándola a ella con un trago, a la vez que se sonroja el también. Hace mucho tiempo que no veía a nadie de su propia especie, y verla sentada en la mesa, sonriéndole, sonrojada, le hizo olvidarse de todas las ideas de posibles robo que tenía en la mente.

Aunque el gnomo salió del hechizo al esuchar el grito del semiorco, al parecer el enano había perdido su hacha, y el semiorco, se andaba poniendo violento, lo que significaba que si el enano era tan fuerte como lo vi en mi sueño, tener al ser verde enojado y borracho no era buena idea.

Mire a la gnoma y le dije Espero que disfrutes esta bebida tanto como yo en verte,le besé la mano cariñosamente y me aserqué al enano y al mestizo, intentando ayudarlo si las cosas se complicaban, o por lo menos intentar negociar con el orco para que no convierta una tranquila posada en una batalla campal.

Cuando llego veo que el otro enano se pone a competir contra el orco, y los observo expectante.

Ha sido un placer, vuelve más tarde si quieres algo - contesta la gnoma a Gerbo.

Todos los hombres son iguales, hasta los gnomos. Ven una posible pelea y corren a verla, dejando a una plantada. Bueno, él se lo pierde. Cabeza hueca.

La gnoma suelta un suspiro de disgusto y vuelve a sus quehaceres, ofreciendo sus productos a las féminas que había presentes.

Si, traeme la especialidad de la casa, dejamela aqui que vuelvo ahora.

Me levanto de la silla y me dirijo al rincon donde esta el otro enano, desenfundo mi espada y golpeo fuerte en la mesa con ella.

-¿preguntabas si se iba a partir otro brazo hoy? pues mi dios me comenta que el tuyo, no me gusta usar la fuerza, que no tengo, pero mi religion me prohibe que los descerebrados salgan ganando, ya se que tengo mucho trabajo pero hoy voy a empezar por ti, sientete afortunado por que no voy a ser yo quien te de la leccion si no mi compañero enano aqui sentado, pero va a ser mi dios quien le guie el brazo, asi que ya tienes la partida perdida.

Vuelvo a sentar en la silla al enano delante del grandullon y le pongo el brazo en posicion, pongo mi mochila en el lado donde va a caer la mano del enano de forma que parezca que le estoy dando ventaja al semiorco.

Pongo 30 po encima de la mesa al lado de mi espada.

-¿Has vencido a un enano pero podras vencer a un dios?

me giro hacia el enano y le susurro: -por el amor de dios gana esta y seras mi nuevo mejor amigo (guiño).

Loknat tose sonoramente a la cara de Ulkus. Algunos restos de saliva llegan al enano.

Enanitos empezar a molestar. Loknat no querer espada. Espada solo servir como mondadientes. Arma de elfos blandengues. - suelta una carcajada, que algunos aldeanos acompañan. Los demás se retiran, pues el ambiente se esta poniendo claramente tenso.

Loknat aceptar nuevo pulso con enanito. Siempre querer armadura enana para colección. Espada y armadura, contra hacha y martillo. ¿Que decir?

-Por todos los dioses acepto el trato, cojo la espada de la mesa y le hacerco el filo al cuello (a una distancia prudencial), puede que sea un mondadientes pero puede abrir otro agujero en tu garganta, quizas asi tendrias un lenguaje mas correcto.

Vuelvo a dejar la espada en la mesa. miro al enano e imploro a mi dios que mi pequeño compañero le arranque el barzo a la seudo criatura que tiene delante y con ella salpique de sangre a todos esos blasfemos aldeanos que osaron reirse de la fe en mi dios, mientras el semiorco agoniza cubierto de sangre encima de la mesa y clama piedad por la slavacion de su alma. tras pensar eso me sale una risa sicopata un tanto sonora Whuojajajajjaja, mientras me quedo mirando al enano. Realmente tengo que buscar alguun entretenimiento para mi mente, cuando dejo volar mi mente, no hay dio.. vueno el si, pienso para mi mientras me concentro en la escena

Reconoces el martillo como una creación de gran calidad de los herreros enanos. Debe ser antiguo, bastante antiguo y sin duda dotado de alguna clase de magia. Desafortunadamente no reconoces las runas que tiene grabadas y no puedes saber cual es. Tus años con los drow no te dieron mucha oportunidad de estudiar las runas de tu raza.