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ELDG: Moradores de los picos del Trueno (Reinos Olvidados)

Aventura: "Tras el Rastro"

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05/01/2012, 00:06
Dungeon Master

Empezaremos esta aventura en las Tierras de los Valles. Mas concretamente en la ciudad de Altaluna, situada en Valle Profundo, entre Cormyr y Sembia. Flanqueada al norte por el bosque de Cormanzhor y al oeste por los picos del trueno, donde multitud de monstruos esperan la llegada de incautos. 

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09/04/2012, 01:06
Dungeon Master

Te encuentras en la ciudad de Altaluna, en las tierras de Sembia que limitan con el bosque de Cormanzhor, al norte y los picos del trueno al oeste. No es una ciudad excesivamente bulliciosa, sobre todo por ser una ciudad de paso entre las tierras de Cormyr y la rica Órdulin, capital de Sembia. Las caravanas que atraviesan el paso del trueno paran a descansar, comerciar lo justo y se marchan. Esto hace que los viajeros encuentren casi cualquier cosa a su disposición excepto trabajo.
Llevas casi dos semanas atascado en esta ciudad sin encontrar nada. La bolsa se resiente por las pocas monedas que te quedan y si no haces algo pronto, nunca saldrás de este lugar. Entras en “El cervatillo saltarín”,una posada de concurrencia aventurera para tomar un trago (6 pc) y observar el ambiente.
Sentado, bebes tu cerveza fría tranquilamente mientras observas al resto de los parroquianos. Ropas de viaje, mochilas, capas, armas y armaduras de lo más variado se congregan aquí.
Unos golpecitos te llaman la atención y al igual que a ti a unos cuantos aventureros ya arremolinados en torno a uno de los pilares de la posada. Alguien ha clavado un cartel de trabajo. Te abres paso hasta llegar a él.

“Se precisan aventureros para esclarecer una desaparición. Preguntar por Gunter.”

El cartel solo pone eso. Un enano clama en voz alta,-Yo no soy una niñera, ni un perro para buscar a nadie.- y se vuelve donde estaba con el asentimiento de varias personas que también pierden el interés por el trabajo volviendo a sus bebidas. 

 

Notas de juego

Aunque no os conozcais estais todos leyendo la nota del trabajo, marcaros todos.

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09/04/2012, 16:28
Gael

Tras leer con interés la nota, y harto de dejar que mis músculos se oxiden, me dirijo al tabernero y le digo:

-Disculpe, tabernero, ¿quién es Gunter y dónde puedo encontrarle? No me importaría ganarme unas monedas para mi saca.

Gael es un joven que alguien que no conozca a los aasimar podría tomar por una mezcla entre un humano y un elfo, aunque con un aire diferente a un semi-elfo. Su melena de un color blanco plateado, reluce sobre la armadura verdosa que viste. En el centro de su pecho, un gran símbolo con forma de sol, de madera noble, le identifica como un Clérigo de Pelor, destructor de muertos vivientes y pesadilla de nigromantes.

Como él, varios curiosos se han acercado al poste a leer la noticia. No me importaría compartir la recompensa, si es que el trabajo requiere de más manos y demuestran su valía. Gael no es una persona avariciosa, pero desprecia a los inútiles y los corruptos. Su fin, es superior al del resto, su Dios necesita que las luces del sol alcancen cada punto de Faerûn.

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09/04/2012, 16:49
Gerbo "Pieldesapo"

Un pequeño gnomo caminaba por las calles de la ciudad con pasos cortos y torpes, como si no supiera realmente a dónde se dirigía. Y es que eso era exactamente lo que ocurría.

Muchos días de viaje se habían sucedido desde que Gerbo había abandonado la caravana mercante de su tío Fortibol. Demasiado tiempo aguantando las excentricidades de su tío, que veía un posible negocio incluso en una piedra del camino. Era un talento familiar que Gerbo también tenía, pero el tío Fortibol lo llevaba al extremo, tanto que Gerbo no había querido compartir sus ideas con su tío por miedo a que se las robara vilmente. Tras unos días de inaguantable presión decidió que debían tomar caminos distintos.

- ¡Que te zurzan, tío! - le había dicho Gerbo con un corte de mangas.

Y con las mismas se había lanzado a la aventura sobre el lomo de la mula que le acababa de robar a su tío. No volvió la vista atrás para ver a su enfurruñado tío con el puño levantado y había hecho oídos sordos a los improperios que le había gritado. Entusiasmado con su nuevo futuro se dirigió a la ciudad más cercana, Altaluna, con el propósito de amasar una gran suma de dinero para montar un nuevo negocio de objetos mágicos. Era una idea que no podía fallar dado el elevado número de aventureros ávidos de tesoros que se habían encontrado por el camino: guerreros que buscaban armas legendarias que atravesaran los caparazones de las más despiadadas bestias, ambiciosos magos y hechiceros que buscaban adquirir más poder... Un maestro fabricante podría sacar provecho de todo eso y hacerse inmensamente rico y eso precisamente era lo que Gerbo pretendía.

Pero lo cierto es que la cosa no iba muy bien, no abundaba el trabajo en Altaluna y el pequeño gnomo comenzaba a desesperarse.

- ¡Maldito tío Fortibol! ¡Por su culpa estoy en la más absoluta miseria! - farfullaba Gerbo mientras andaba por las calles.- Te vas a enterar cuando te veo... caraculo, tuercebotas... enano... ¿Por qué me pasará esto a mi? Soy un gnomo bueno ¡lo juro!

En ese preciso instante, mientras clamaba al cielo un poco de compasión, fue cuando descubrió la posada "El cervatillo saltarín". Parecía un lugar concurrido, perfecto para un último intento de encontrar algo que pudiera repotarle algún beneficio, además el alegre cervatillo pintado en el letrero (que pedía a gritos que un sangriento cazador le clavase una flecha en el cuello) invitaba a entrar.

"¿Por qué no?" - pensó Gerbo encogiéndose de hombros.

Atravesó el umbral de puerta y casi se cayó al suelo al tropezarse con un enano con cara de indignado. Otros le siguieron en su indignación, otros que se alejaban del lugar dónde alguien acababa de clavar un aviso.

"¡Por fin algo de trabajo! - pensó.- Esta es la mía"

El gnomo corrió entre las piernas de la gente abriéndose paso hasta la nota de aviso, si era trabajo tenía que ser suyo, lo necesitaba. Se paró ante ella cuando el gentía comenzaba a dispersarse y leyó atentamente el contenido. Por un momento se quedó parado, pensativo, como esperando algo más, pero eso era todo. Un tipo llamado Gunter necesitaba encontrar a alguien. En otras circunstancias el joven gnomo habría escupido sobre la nota o se la habría llevado a la letrina para limpiarse el trasero con ella, pero necesitaba el dinero y necesitaba al menos saber cuanto valía aquella persona a la que había que buscar.

De nuevo se abrió paso entre la gente para dirigirse a la barra, no tenía ni idea de quién era ese tal Gunter y lo mejor iba a ser preguntar al posadero. Pero mientras andaba hacia allí vio como un tipo con el pelo blanco y una bonita armadura verde le daba palique al posadero. Puso la oreja y escuchó que hablaban del tal Gunter ¡Aquel tipo estaba a punto de pisarle el trabajo! Ni corto ni perezoso salió corriendo hacia él y de un saltó se subió a un taburete que tenía al lado, al menos así estaba más alto y le harían un poco más de caso.

- ¡Eh! ¡Tú! - dijo señalando al tipo de la armadura verde.- El trabajo es mío, yo lo vi primero... lo que pasa es que toda esa gente casi me pisa y me aplasta... es muy duro ser pequeño ¿sabes? Una vez una señora casi me confunde con un niño, fue gracioso porque iba a darme la tet... errr... bueno, ya sabes - sonrió con una sonrisa pícara.- Bueno, a lo que vamos ¿Qué hay de ese tal Gunter?

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09/04/2012, 17:36
Posadero

......Ehh??-El posadero se quedó sonriente ante la repentina aparición y toda la charla de después. 

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09/04/2012, 18:38
Sir Genericus

Duncan Genericus. Sir Genericus. Caballero con el beneplácito de su viejo señor y por la gracia de los Dioses. El joven Duncan, ya crecido y con una impedimenta que había heredado de mano a mano de su mentor. Una impedimenta a la que pasaba unas dificultades inmensas para alimentarse. Por eso estaba acompañando la cerveza de tajadas de un pan que llevaba en el zurrón, un pan de campo grande y más duro que siente, que tardaba un rato en reblandecerse y por el que que más que otra cosa había pedido la cerveza. Las cinco piezas de cobre mejor invertidas de su vida, por cierto, al dejarle comerse ese pan con cierto gusto, que pasaba más hambre...

"Ummm..."

Leyó aquello con interés, su caso no era como el de los otros, necesitaba un trabajo. Era un joven fornido, atlético y despierto, con un jubón bicolor de heráldica y pantalones de tela. Frisaría los veinte y tantos, más pocos que muchos, con las armas bien atadas con el nudo de paz que era rigor en todas las tabernas. Un mancebo despierto, aunque con cierta desidia y pachorra en sus acciones, como si hubiera cierto componente desapasionado en su día. Cosa que se le pasó un tanto cuando alzó las cejas al ver todo aquello, olvidándosele hasta levantarse para preguntar por el trabajo. ¡No iba a dejar que un mediano le pisase la vez, no señor! ¡Vuélvete a Luiren, pequeñajo!

-Eh, amigo -dijo poniéndole una mano en el hombro a Gerbo, lo que requirió bajar el brazo algo más de lo que había pensado- Tranquilo. No eres el único interesado por un trabajo.

Estaba mordisqueando una rebanada de pan con talante tranquilo.

-Jefe, ¿sobre el tal Gunter...?

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09/04/2012, 18:47
Gael

-Que si sabe quien es Gunter. No es difícil de entender. -Lo cierto es que la interrupción del gnomo ese le había resultado un tanto molesta. Las cosas deben de seguir un orden.

-¿Y tú quién eres, gnomo? -Tras unos segundos. -Y, además, ¿qué trabajo te he pisado? Será mejor que me dejes en paz. - Los ojos de Gael no mostraban ganas de querer ser molestado. Aunque bien sabía que el gnomo tampoco era una amenaza, ni había sido mucha molestia, al menos de momento, como para querer tomarse las cosas más a pecho.

Girándose de nuevo al tabernero.

-Gunter... El del cartel. ¿Saber quién es y dónde encontrarle?

Ahora, otro hombre, de buen porte, se acercaba y paraba los pies al gnomo... Va a ser una mañana larga.

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09/04/2012, 18:52
Gerbo "Pieldesapo"

Gerbo se giró rápidamente cuando aquel tipo le tocó el hombro. Le quitó la mano con violencia y de otro salto se subió a la barra para estar aún más alto, estaba visto que si no no iba a conseguir el respeto que se merecía. Frunció el ceño y se dispuso a increpar a aquel desconocido.

- ¡No me toques! - dijo señalándole con el dedo índice.- ¡Qué te has creido! ¿Crees que por ser grande y yo pequeño puedes tocarme a tu antojo? Pues te equivocas ¡No vuelvas a tocarme con esas sucias manos! ¡A saber lo que has tocado con ellas! Hay cantidad de basura por ahí tirada que la gente toca sin ningún miramiento y luego ¡Claro! vas por ahí tocando a la gente de forma descarada y transmitiendo enfermedades de todo tipo ¿A que no sabías cómo empezó la peste de Arlington? Pues exactamente así, un tipo se limpió el trasero con la mano y luego se dedicó a tocar a la gente en una taberna - el gnomo adoptó una expresión pensativa, lejos ya de su enfado inicial.- Cierto es que aqul tipo estaba completamente loco, llevaba siempre un orinal en la cabeza y decía que los Dioses le habían dado el poder de curar a la gente con tocarla... mmmm... tú no pareces un loco... está bien, puedes tocarme si así lo deseas, pero sólo un poco - depués se volvió hacia el tipo de la armadura verde.- Pues ya que lo preguntas, soy Gerbo, y ese trabajo del que hablo es eso de buscar a no sé quién que está buscando no sé cual... Gunter, eso... necesito ese trabajo, pero antes debería averiguar cuanto ofrecen por él - finalmente se giró hacia el posadero, que seguía ahí pasmado como un bobo.- ¡Espabila hombre! Te han preguntado que dónde está ese tipo ¿Lo sabes o no? Porque si no lo sabes puedes ir diciéndolo para que nos vayamos de aquí de una maldita vez... ¡Venga! ¡Habla! ¿Dónde está ese Gunter?

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09/04/2012, 19:04
Ectherios Myt Surcer

Cuando el elfo salió del que durante su formación había sido su hogar, los extensos reinos de Faerûn se abrían ante sus ojos para la exploración y la búsqueda de la magia, y como todo buscador de magia, quiso empezar por visitar Argluna y aprovechó una compañía mercantil que hacia allí se disponía a viajar para llegar allí de forma más seguro, y no solo de forma gratuíta, sino que además le pagarían. El mercader que le contrató no era de enorme fortuna, pero le prometía para el camino las raciones de viaje que hicieran falta y ujna recompensa proporcional a su esfuerzo. Junto a él viajaban tres humanos y un mediano, los cuales formaron un grupo de aventureros, entre los que querían introducir a Ectherios, sin embrargo éste no estaba dispuesto a seguir a una panda de desarrapados en su camino hacia la búsqueda del conocimiento arcano. A mitad de camino, hablando con el mercader, escuchó de un tipo, conocido por todos los aventureros, conocido por ser uno de los mayores magos de la historia, quien actualmente, vivía en las tierras de los Valles, un tal Elminster.

Esa noche soño con una voz que le hablaba desde ninguna y todas partes a la vez, una voz cálida y amigable, que ya había escuchado antes, pero no sabía donde ni cuando. Esa voz le instó a que tenía que viajar a los Valles, y quizás, algún día, cuando se convirtiera en alguien suficientemente poderoso, presentarse humildemente ante el mago y aprender de el.

Cuando salió de su trance, abrió los ojos para ver a uno de los guerreros humanos haciendo guardia al lado de la hoguera, sin levantarse del sitio, agarró un puñado de arena del camino, que lanzó hacia éste, mientras hacía un giro de muñeca y recitaba unas palabras que había aprendido hacía años - Da mordir bacron... - Irremediablemente éste calló dormido, al lado de la hogrera, plácidamente.

Ectherios se acerco al carruaje en la noche, tratando de ser lo más silencioso posible, y le echó el guante a unas raciones de viaje, las suficientes para una decena de días, y echó a caminar, rumbo a la Carretera del Mercader, por la cual se adentraría en Cormir.

La travesía a través de los picos de las tormentas fue ardua, tanto que tubo que unirse a una compañía de enanos que mercadeaban con metales en Arabel, en total eran cinco enanos Tork, Timble, Joffer, Sirto y su jefe Norm Hacha de bronce. Todos eran grandes guerreros entre los enanos, y le aceptaron entre ellos porque necesitaban ayuda mágica en cierto asunto, pues resultaba que el espíritu de un capitan orco enemigo les seguía y atromentaba por las noches. Ectherios estuvo vigilande durante un tiempo por si dicho espíritu aparecía, pelo luego achacó el miedo de los enanos mas a las supersticiones que a algo real.

Cuando llegaron a Arabel sus caminos se separaron, y el elfo continuó hacia Valle Profundo, concretamente a Altaluna, donde tenía previsto parar a descansar y a trabajar para conseguir algunas monedas. Llegó por la mañana, y lo primero en lo que pensó fué en entrar en una taberna, "el cervatillo saltarín", a saborear una buena cerveza negra.

Entró y vió un gran revuelo, un cúmulo de gente alrededor de un pedazo de papel. Cuando, curioso, se aproximó, ante las caras de indignación de mucho otros, que le miraban con extrañeza, seguramente por su aspecto, pues no es común ente las gentes en las cuidades humanas ver a un albino, y menos, uno con semejantes cicatrices.

En cuan alta estima se tiene aquí la gente, parece que han perdido su espíritu de aventureros y tienen que ofrecerles el trabajo perfecto para que se dignen a mover un dedo - dice, bien alto, sin miedo a ser oído, para posar a un registro de voz más calmado, hablando casi para sí-. No es este, un trabajo que merezca ser despreciado, la gente suele pagar grandes sumas para encontrar aquello que han perdido. - Y se dedicó a escuchar las palabras del grupo que interrogaba al posadero.

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09/04/2012, 19:09
Sir Genericus

Cuando el mediano (¡no! ¡gnomo!) le apartó la mano de un manotazo estuvo a punto de emprender el cauce de restaurar su honor a la manera clásica, estampándole un buen puñetazo en la boca, pero se contuvo. Algo le hacía sentirse incómodo con la idea de reventarle la boca a alguien que no levantaba dos palmos del suelo... demasiado parecido como para sentirse cómodo.

-Eh -dijo después de toda la conversación, que aguantó estoicamente- Relax, Gerbo. Relax. No queremos alterar a todo el mundo en la taberna...

Sonrió vagamente mientras seguía mascando. Le recordaba un poco a los últimos años, cuando ya no tenía otra cosa que no fuera hablar, hablar, hablar por los codos. Siempre veló por su educación y era mucho más listo que él, incluso cuando le decía que era un asno. ¡Si lo viera ahora...! Aunque claro, comparado con él la mayoría de la gente eran asnos. Se preguntaba si algún día con la edad sería un caballero reverenciado y sabio y tendría un escudero al que dar pescozones y llamar asno cuando remoloneara con sus estudios. Seguro que sí. Es el ciclo de la caballería.

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09/04/2012, 19:21
Gael

-Gerbo, mi nombre es Gael, leal servidor de Pelor, el todopoderoso que todo lo ilumina. Si encontramos al tal Gunter... -mira de forma brusca al tabernero que sigue atontado, antes de volver a Gerbo. - no me importaría compartir el premio contigo, siempre y cuando tus fines no sean malvados. -Las últimas palabras de Gael salieron con cierto enfasis que sin duda no quedarían sin ser oídas por el tal Gerbo y el humano.

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09/04/2012, 19:30
Sir Genericus

Notas de juego

Gael, no hay Pelor en FR. Creo que buscas a Lathander, el Sol Naciente, te puede servir

http://www.encrucijada.net/rolathander.htm

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09/04/2012, 19:43
Gael

Notas de juego

No me importa. Siempre puedo ser de otro plano, así que... XD

Quiero ser (si llego), Sirviente Radiante, y si no adoro a Pelor no voy a poder (paso de estar negociando con los másteres por si acaso alguno me dice que no, por lo que prefiero no complicarme la vida).

En cualquier caso, gracias por la info.

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09/04/2012, 19:45
Sir Genericus
Sólo para el director

Notas de juego

Valeeee... pero luego no te extrañes si los que saben de religión miran así 0_o

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09/04/2012, 19:49
Posadero

Claro..si, enseguida..si, ahora mismo..-El posadero no sabía a quién de todos referirse y cuando iba a decir donde encontrar al tal Gunter hablaba otra persona, pues parecía que estuvieran muy interesados en conversar entre ellos. Por fin se hizo un silencio y todos miraban al posadero para sabe donde se encontraba el tal Gunter e ir a hablar con él.- Pues me dijo que estaría... La frase es interrumpida por una grave voz al lado vuestro. 

Notas de juego

Sip, es verdad. Es la deidad asemejada en los reinos. No obstante, como jugamos en multiplanos se considera que un dios u otro se nombran de distintas maneras en uno u otro mundo por lo que no tiene que cambiar nada si no quiere cambiarlo.

Creo que se habló de esto en alguna escena del legado.

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09/04/2012, 20:12
Enano

-Oye, largilucho.-Dijo la voz grave y cascada que provenía de un enano dirigiéndose a un elfo albino que estaba a vuestro lado escuchando la conversación. Curiosamente el mismo enano que dijo en voz alta que no le interesaba el trabajo.-¿Estás insinuando que no soy un aventurero?.-El enano se quedó un momento mirándote con los ojos abiertos.- ¡¡POR LAS BARBAS DE MORADIN!!. HE COMBATIDO CONTRA ORCOS Y GNOLLS, BRUJAS Y DRAGONES CUANDO TODAVÍA TU MADRE NO SABÍA QUE ERA EL MATRIMONIO, ASI QUE NO ME DIGAS QUE NO ME DIGNO A MOVER UN DEDO.- Y el señor enano se quedó muy quieto, con uno de sus rechonchos dedos levantado enfrente tuyo.

Toda la posada estaba atenta y pasaban las miradas del elfo al enano y viceversa. 

 

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09/04/2012, 20:30
Gael

Ignorando la discusión entre el elfo y el enano cascarrabias, Gael pregunta mientras acompaña con los dedos en movimiento circular, como invitando a seguir.

-...te dijo que estaría... ¿dónde?

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09/04/2012, 20:51
Cyrus de Dareh

Hacia unos meses que Cyrus habia salido de la ciudad de los Xefes de Dareh, y le quedaba algo de dinero que le habian dado sus padres, aunque no tanto como el quisiera tener, para llevar acabo lo que entre los de su raza, los Xefes, era casi como un rito de madurez, lanzarse a la aventura y el viaje.

A todo Xefe le llega el dia en el que las ansias de emprender el viaje le pueden, y mas a alguien con el temperamento de Cyrus, un poco beligerante y en busca de bronca, que estaba deseando, no solo descubrir mundo y viajar, si no tambien comprobar cuan fuerte era y cuan fuertes eran los demas, su padre, como el tan salio de aventuras y su padre antes que el, asi que desde el dia que nacio habia ido ahorrando unas monedas de oro para el dia que se fuera de aventuras y le proporciono el equipo de una excelente calidad que habia pasado de padres a hijos durante generaciones en la familia.

Asi, una vez preparado y listo para el viaje, se despidio de sus padres y se marcho a la aventura, la que mas tarde contaria a sus hijos como hizo su padre con el, asi pues salio a recorrer el mundo y decidio que la primera parada para en su viaje seria la recomendacion de su padre en su epoca de aventurero.

Hijo deberia comenzar tu viaje en la ciudad de Atalauna- dijo su padre- hay fue donde acabe mi viaje y en mis tiempos era bulliciosa y llena de aventureros y mercaderes, de hecho nose si te he contado que ahi decidi hacerme mercader pues....

Si padre, creo que ya me contó esa historia antes- dije - Como empiece con sus batallitas...

Malditas recomendaciones, aunque aun seguia la taberna que dijo, el cervatillo saltarin asi que me dirigi ahi y tomar algo y ver cual seria mi siguiente parada, hasta que alguien colgo un cartel  en un poste y se formo un gran bullicio y en la barra enseguida habia 3 personas peleandose y dando gritos, yo personalmente no preste gran atencion al anuncio aunque si a un elfo -quiza no sea muy listo- que se habia entrado y nada mas entrar habia insultado a un enano que fanfarroneaba de haber combatido mucho tiempo.

Maese enano, seguro que es un experimentado aventurero, nadie lo pone en duda por que todo sabemos que los enanos pasan siglos en sus montañas antes de atraverse a salir- dije con tono burlesco- y si desprecia ese anuncio quizas me interese yo en su lugar, si no es mucha molestia a su honra.

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09/04/2012, 22:09
Enano

El enano se dio la vuelta encarándose a lo que parecía un hombre a simple vista, pero con algo raro.-¡QUE YO...COMO TE ATREVES INSOLENTE MUCHACHO. NADIE CONOCE LOS PELIGROS QUE DUERMEN BAJO LA MONTAÑA SALVO MI PUEBLO.- El dedo rechoncho ahora aputaba al humano raro temblando de rabia.- PREFIERO CAVAR MIL TÚNELES CENAGOSOS ANTES QUE BUSCAR A DESAGRADECIDOS. BAAA!.- Con una interpretación de que no entenderíais ni el mecanismo de una rueda, vuelve a su mesa farfullando y refunfuñando algo sobre una mina.

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09/04/2012, 22:24
Xiombarg CuervodelTrueno

Xiomabarg ya empezaba a estaba un tanto aburrido de la vida en aquella ciudad en la que se encontraba, Altatuna o algo así, a donde le había llevado la ultima caravana en la que había trabajado. Y se había quedado allí ya que según los otros guardias esta zona estaba llena de monstruosidades contra las que un Bravo de los Cuervos podría demostrar su valía. Pero hasta ahora no había escuchado ni un miserable rumor acerca esos seres. Así que cuando unas cuantas personas con pinta de guerreros se acercaron a un trozo de pergamino con garabatos y empezaron a discutir se levanto de su taburete y se acerco hasta allí - ¿Por qué tanto alboroto? ¿Quien ese tal Gunter que tanta atención causa? -