Partida Rol por web

Estoy calentando en las afueras del gremio, ya que voy a entrenar un poco con Koyomi. girando hacia la derecha y ahora a la izquierda, ahora las piernas, y luego estiro los brazos.

- Oye, Koyomi. ¿Prefieres que pelee sin mi espada? Es que tampoco quiero herirte mucho - no quiero causarle mucho daño, es un compañero al fin y al cabo. Además quiero ver cómo me desenvuelvo sin Tormento, sabiendo que estoy más limitado sin mis técnicas de espada electrificada.

-Mmmm, en realidad deberias ir con todo, si puedo me gustaria usar algo que no uso hace mucho, te molestaria?-
Pregunto a la vez que me quito la camisa y los pantalones, quedando en shorts y con mi pecho al aire, antes de tirar la camisa saco una bolsa de sangre de la que hago una espada similar a la de Zack.

Veo que viene preparado para probar una cosa, y en mi cara se esboza una sonrisa.

- Vale, como quieras. Una pena, quería comprobar de qué podía ser capaz sin usar mi espada.

Zephyr: El resultado estaría claro: él te daría la paliza de tu vida - me replica la espada, impertinente como siempre - Deberías ir con todo si no quieres que él te humille. Total, solo eres una cara bonita.

- ¡Cierra la boca, Tormento! - replico regañando a mi espada, con la expresión algo desencajada. No sé cómo lo hace, pero siempre se las apaña para sacarme de mis casillas.

Zephyr: Que conste que le he avisado, Koyomi. Si le dejas medio muerto no es culpa mía.

Decido ignorar las últimas palabras de mi irrespetuosa arma y la empuño con firmeza mientras invoco mi aura protectora la cual envuelve mi cuerpo en un manto eléctrico.

- Cuando quieras empezamos - le comento con mirada decidida.

-Me alegro, aunque no se a quien le dolera lo que viene-.  
Digo a la vez que mi cuerpo pasa de ser blanco a un extraño color palido falto de vida y mis musculos se hinchan y se contraen sin dejar ver venas algo extraño de ver en tal masa muscular comprimida.
-Voy!!!-
De un grito me lanzo hacia Zack con una rapida y poderosa estocada la cual me deja algo vendido, despues de todo la cantidad de veces que uso esta habilidad me hace incapaz de controlarla adecuadamente.

Koyomi se prepara haciendo algo que provoca que el color de su piel y su cuerpo cambie... y se lanza a por todas. ¡Va con demasiada fuerza! ¿Acaso está loco, quién usa un ataque suicida así en un entrenamiento?

Rápidamente intento esquivar ese ataque y pongo todo mi empeño, pero no es suficiente. Va a doler...

El golpe ha sido realmente duro, pero gracias a mi aura protectora pude resistirlo. ¡Está loco, esa clase de ataques deben usarse como medida de urgencia, no como movimiento de apertura! Y voy a enseñarle a Koyomi el por qué.

- ¡No deberías utilizar ese tipo de ataques al principio! - le aviso con una sonrisa audaz dibujada en mi cara (a pesar del dolor), antes de agarrar con fuerza a Tormento y lo cargo de electricidad para lanzar a mi oponente una estocada aturdidora perfectamente ejecutada.

Tras el ataque de apertura voy sintiendo como mi cuerpo empieza a flaquear por los efectos secundarios, la verdad es que mientras dure el efecto potenciador no siento dolor como tal, pero la sensacion de el desgarro de los musculos y las fracturas de hueso me dejan vendido ante el contrataque de mi contrincante.

El golpe le alcanza de lleno, descargando una gran cantidad de electricidad en su cuerpo ya debilitado por su técnica. Se lo advertí, no debe usarse una técnica tan peligrosa de buenas a primeras.

Una vez Koyomi cae incapacitado bajo el arma y me acerco para comprobar cómo se encuentra. Con un dedo me aproximo a su cuerpo y un pequeño arco eléctrico viaje entre ambos lugares.

- Agh... creo que me he pasado un poco - me rasco la cabeza - Lo siento, Koyomi.

Pero ambos fuimos con todo, tal y como pidió, y su ataque creí que no lo aguantaría, sin embargo pude resistirlo con bastante entereza.

Zephyr: Rayos, y yo que pensaba que Koyomi te iba a matar con ese ataque. Qué lástima que no fuese así, me habría partido de la risa - suelta la espada, logrando molestarme un poco.

- Oye... ¿en serio perteneciste a mi padre alguna vez? Como sigas hablándome así te fundiré en un horno y te venderé como chatarra - amenazo mientras guardo la hoja en la vaina de forma brusca.

Zephyr: ¡Oye, que no soy de acero para que me trates con tanta brusquedad! Espera un momento, sí que lo soy... ¡jajajaja!

- Grrr... - no digo nada más y me levanto, dejando allí a Koyomi un momento - Voy a por un sanador y unas bebidas, espera ahí.