Partida Rol por web

Miré a la criatura y a mis antiguos alumnos. Mis órdenes hubiesen sido claras y concisas, pero me mordí la lengua. Ya no estaba allí para enseñarles, si no para guiarles. Y había decisiones que ellos mismos tenían que tomar sin que yo me entrometiera.

Así, esperando la respuesta de todos ellos, me crucé de brazos. Para ambas situaciones, estaba preparada. Si querían dar el diezmo, lo daríamos. Si querian combatir, también lo haríamos.

El monje cogió un trozo de lana de su bolsillo, la unió con un poco de cera y musitó unas palabras.

Poderoso señor, venimos a avisarle que otros han logrado esquivar su vigilancia. Estos malvados se ríen de ti mientras pasan por tu lado sin que te des cuenta. Tienen un poderoso objeto mágico que les oculta de tu mirada pero si te paras a escucharles podrás oír sus risas (sonido de risas que se alejan).

Ve a por ellos mi señor, nosotros cuidaremos de que nadie atraviese el puente hasta que vuelvas.

Sin saber muy bien como reaccionar ante las amenazas de aquel ser, a punto estoy de echar mano a la espada cuando escucho a Odyr. Una astuta jugada que jamás se me hubiera ocurrido.

Sin fiarme un pelo de que vaya a dar resultado, me mantengo alerta preparado para el combate.

Gala pronto cogió confianza con sus nuevos compañeros, aunque la verdad es que en general no le costaba demasiado hacerlo. A pesar de que habían elegido el camino largo y seguro no se le estaba haciendo pesado, pero empezaba a sentir que necesitaba algo de acción.

Al parecer sus plegarias fueron escuchadas y de pronto se toparon con una astuta y fea criatura, Gala pensó que debían ser cautelosos y no hacer demasiado ruido, un enfrentamiento directo podría atraer a otros de sus congéneres.

Odyr comenzó a recitar lo que parecía un ensalmo y Gala decidió intentar lo propio. Dormir a la criatura sería lo mejor.

Cogió un pellizco de arena fina y suave son la punta de sus dedos índice y pulgar, recitó las palabras con claridad, se lo llevó a los labios y sopló en dirección a la criatura.

  En cuanto aquella criatura escucha las palabras de Odyr comienza a reírse de forma que imitara las risas del conjuro. Después lleva una mano hacia donde supuestamente sale el sonido fantasmal y grita:

¡En mi tribu también haber gente magia tú! ¡También listos y mágicos! ¡Pero yo no tonto! ¡Yo listooooooohhhhhhuaaaaa! La última palabra termina en un increíble bostezo con resoplido, haciendo que vuestro pelo ondee con semejante oleada de viento.

Segundos después, aquella mala bestia cayó desplomada dejando el paso libre a los aventureros. Por esta vez se habían salvado, aunque sería mejor darse prisa, el conjuro no parecía que fuera a durar mucho.

¡Un gran trabajo el de vuestra nueva compañera!

Bedric dirige una sonrisa a Gala. Parece que la chiquilla sabe lo que hace, y ha conseguido evitarles un combate.

-¿Cuánto tiempo dormido?

Parece que tendrán tiempo suficiente para burlar a la criatura, pero el nómada quiere saber si es posible que el ogro les siga cuando se despierte.

-¿Y que más da?-Respondo mirando incrédulo.-¡A por él!

Sin poder creer que mis compañeros no aprovechen la ventaja táctica, me lanzo a por la criatura.

Me crucé de brazos y pasé de largo de esa criatura. La magia de Gala y de Odyr habían sido un profundo acierto, no como el ataque que se podría tachar de cobarde por parte de Arthas.

En este combate no intervendré dije en voz alta mientras me alejaba de mis antiguos alumnos. Esa criatura no nos había atacado, sólo nos había pedido un diezmo.

No pudo creerse la suerte que habian tenido cuando la abominable criatura cayó a plomo completamente dormido. Aun así el ser era grande por lo que no tardaría mucho en despertarse.

Todos, incluida ella, decidieron que lo mejor seria irse de alli lo más rápido posible, no fuera que despertase. Todos menos uno ya que Arthas aprovechó su breve ventaja para intentar golpearle.

-No lo hagas o lo despertaras - dijo intentando hablar lo más rápido posible- Corre, lo mejor es que salgamos de aqui pronto.

Odyr trató de interponerse entre su impulsivo amigo su presa.

Ya está derrotado, no hay honor en matar a nadie que ya ha caído. Sigamos nuestro camino.

Esperó que entrara en razones, era cierto que acabarían con una amenaza para todos los que pasaran por allí, pero si lo hacían toda su tribu podría tomar represalias y acabar con toda una aldea de humanos. El destino era muy caprichoso y a veces jugaba malas pasadas

-¿Y que cojones pensáis hacer a la vuelta?-Pregunto mirando al grupo con incredulidad.-¿O que va a pasar si alguien que no es rival para él pasa por aquí? ¿Dejaremos suelta una amenaza solo porque no hay honor en matarlo mientras duerme? ¿En serio? ¿A este grado de mojigatería hemos llegado? Intentad convencer a quienes nos ataquen de que no es honorable hacerlo.-Digo finalmente marchándome de allí en dirección a nuestro destino.-Si a la vuelta nos ataca, no contéis con mi espada.

-No te lo tomes tan en serio, hombre- dijo restándole importancia al asunto -ya veremos a la vuelta qué hacemos, mejor preocuparse por el presente.

Lo cierto es que Arthas parecía más amigo de dar mamporros que de pensar las cosas con calma -A veces la mejor estrategia no es el ataque-. Si se entretenían mucho más tendrían que luchar de verdad. -¿Vamos?

Al final entre todos impidieron que Arzhas acabara con aquella criatura que lejos de querer empezar un combate, tan solo les había tratado de robar. A veces, tener las manos largas no tenía por qué estar penado con la muerte, por lo que la decisión de los demás impidió que muriera aquel ser.

Finalmente decidieron continuar por el camino hasta que estaban lo suficientemente cansados. Además coincidió con la llegada de la noche, lo cuál implicaba que habría que organizar las guardias para dormir y descansar.

Era de noche y cinco para montar guardias.

Me senté cerca de Arthas, mientras vigilaba nuestro alrededor. Estaba tentada en contarle una historia sobre el por qué habíamos hecho bien en no atacar aquella criatura, pero lo vi inútil. Su punto de vista era válido como el de cualquiera, aunque ese arranque de personalidad tan oscuro...

Negué con la cabeza y me levanté, dando la espalda a mis antiguos alumnos.

Haré la primera guardia, podeís dormir si queréis.

-Mejor de dos en dos.- El nómada se coloca junto a su instructora. Si ella rechaza su oferta acatará su decisión, pero Bedric cree que es mejor hacer las guardias así, están en terreno peligroso.

Odyr ahogó un bostezo y se dispuso a dormir.

Avisadme cuando toque mi turno.

Afortunadamente para ellos habian eguido su camino y no habian despertado a la temible criatura, Gala se imagino la cara de bruto cuando despertase de aquel breve y comatoso sueño y se encontrara con que estaba solo y se rio un poco.

-Si hacemos la guardia de uno en uno podremos dormir más -aventuró- Yo duermo siempre con mis espadas bajo la almohada- dijo mientras se preparaba para hacer la guardia.-Puedo hacer el tercer turno si quereis, o el segudo si es por parejas.

Gala tiene razón, Bedric dije, apoyando mi mano sobre el hombro de mi ex-alumno. No creo que pase nada, y estoy segura que si nos atacan podré defenderme hasta que os pongáis en pie añadí, sacando la ballesta y cargándola

Finalmente las guardias se decidieron hacer de dos en dos, la primera de ellas la hicieron Bedric y Aerith mientras que la segunda la montaron los demás.

Para cuando se quisieron dar cuenta nada había sucedido y había amanecido si ningún contratiempo. Era hora de recoger las cosas, preparar los conjuros, rezar a los dioses y continuar el camino.

Habían pasado una noche tranquila y había que aprovechar para continuar adelante por si luego no fuera así.