Partida Rol por web

- Claro que me preocupo. Estamos hablando de mi hijo, y de los que serían mis nietos - frunce un poco el ceño - Lex: Los hombres inmortales sólo pueden llegar a engendrar, como mucho, cinco hijos - cogió una de las cajas y la puso ante ella con aire preocupado - Yo no me arriesgaría a que se quedaran en éstas cosas... Pero vosotros sabréis qué hacer, imagino... Sólo te lo advierto. Él me dijo que fuera lo que tu quisieras, los hombres siempre dirán que sí. Pero si pierdes la posibilidad de tener hijos, si es que te queda alguna, Alexandra... No digas que no os lo advertí.

Alexa tragó saliva, amedrentada, escuchando a su suegra. Suspiró, asintiendo con gesto preocupado y semblante serio. Como mucho cinco hijos... Aquello era nuevo. Y dejando a un lado la situación post-apocalíptica a la que hacían frente, lo cierto es que a la húngara le embargaba la ilusión de poder darle hijos a Christopher... Si había algo que tenía sobredesarrollado era el instinto maternal...:

- Esta bien... Llevaremos cuidado - volvió a asentir, repetidamente. Una cosa estaba clara, y era que haría lo que fuera por evitar un embarazo accidental en mitad de aquella guerra sin sentido...

Pues tío, de la forma en que me mirabas, no quiero ni pensar lo que le tiene que entrar por el cuerpo a quien te mire mal le sonrío más animado ahora, como un par de bocados más, pero sus siguientes palabras hacen que frunza el ceño, un tanto sorprendido.

¿Cómo qué no?, si acaba de estar antes aquí sentada con nosotros dos la hago un gesto negativo con la mano, No me hagas ni caso, humor neoyorquino, de los peores del mundo, y más si soy yo el que lo pretende hacer la expresión de sorpresa ha desaparecido, más relajado yo también.

Nah, en serio, es una putada lo miro, ya sabes, si ella quisiera estar con alguien, y no pudiera, eso tiene que ser jodido, imagínate que no pudieras besar a Lex, o ella a ti otra sorpresa más, ni me planteo preguntar el motivo, otro misterio que añadir a esta mujer.

Ella me dijo que si quería venir a recogeros, me encojo de hombros, no entiendo la
necesidad de darle explicaciones, quizás haya pensado… bah, que piensen lo que quieran, me gusta su compañía, a pesar de su tendencia a dejarme con la palabra en la boca, sonrío, no parece estar muy acostumbrada a que le repliquen, a veces sentencia en vez de hablar.

¿Todo bien por aquí?, ¿Por qué ha preguntado Lex si estaban los humos más calmados?

- Bueno... Ésta maniana nos iamó Kramer a desirnos que no abriéramos puerta a nadie y no ensendiéramos lus. Parese que hay algún peligro pero ia ha debido de pasar. Y lo que le suele entrar a la hente que miro mal es, por desgrasia, mala suerte, muy mala - suspiró. Odiaba un poco aquel poder tan catastrófico suyo, que por otro lado le había procurado una vida de vagabundo y paria en general - Y Lior... No se puede porque es viuda y monja, no es nada sobrenatural.

¿Por qué es viuda monja?, suspiro divertido Me habías acojonado macho, pensaba que era porque devoraba a sus amantes o algo así, ya sabes, como a veces es como es, río un poco, pero luego me pongo serio con rapidez, el recuerdo de su historia.

Lo siento, perdona, no quería faltarle al respeto, ha sido un comentario de mal gusto si es que soy gilipollas, nunca aprenderé a mantener la boca cerrada, calladito estás más guapo, bueno, nunca estás guapo, pero por lo menos no la cagas.
En fin, no me lo tengas en cuenta, parece que los problemas en Kiruna han terminado de momento, sino ella no estaría aquí tan tranquila, me da que no se toma demasiado descanso.

Así que das mala suerte a quien miras, vamos, un gafe, oye, tu acento es un poco raro, ¿de donde eres?, del… ¿Cómo diablos se llamaba el país de Lex?, a la mierda mismo sitio que Lex?

El primer comentario pareció ofenderle seriamente, se puso rígido y apartó la vista de tí, enfocándola en la comida hasta que te disculpaste. Parecía que había pasado la barrera de lo personal, y aunque apartó el aire con la mano en gesto de quitarle importancia al torvo comentario, aún parecía un tanto ofendido. Pero suspiró y alzó las cejas.

Ya se ha disculpado, Herkus... Vuelve al mundo de los normales y sé agradable, bastantes "amigos" has hecho ya...

Negó, sonriente.

- Eia es húngara y io de Lituania... - respondió, habiendo enterrado ya el hacha.

La mirada ofendida de Herkus me duele, joder, en momentos como este me odio, para unas pocas personas que son de fiar, termino el filete en silencio, ni puta idea de lo que es Lituania, y ya saber donde está, hay demasiados países en el mundo.

Levanto la mirada de nuevo hacia aquel hombre, Herkus, en serio, lo último que deseo es ofender a Lior, puedes creerme la mirada es sincera, me siento realmente mal, tengo que dejar de juntarme con Taylor, aunque yo ya tenía entrenamiento previo. No tenía idea de porque me había traído hasta aquí, pero me alegro de que lo haya hecho, y no era cuestión de faltarle el respeto en su propia casa.

¿Cuánto hace que la conoces? quiero saber más sobre ella, intentar comprenderla algo mejor, unas pretensiones que se me antojan complicadas.

Tragó el último trozo con aire distraído.

- Qué pregunta más complicada... - dijo, perdiendo la mirada cuando formulaste aquella inocente cuestión - Pues... Un año y una semana, y a la vez antes de vivir y desde que la viste tú - contestó entonces, comenzando a recoger.

No parecía haber hablado con rintintín o broma en su voz, y eso era, si acaso, lo más preocupante o desconcertante.

Me quedo mirándolo fijamente, con cara de no haber entendido una mierda, lo cual era totalmente cierto, ¿por qué todo lo que la rodeaba era tan complejo?, puede simplemente que yo sea demasiado simple, os otra posibilidad.

Ayudo al lituano a quitar la mesa, a ver si así hacia algo de provecho, hace un año y una semana, hasta ahí bien, digo con calma, antes de vivir, podría interpretarlo como que conocía a tu madre, razono con una media sonrisa, pero eso de a la vez, ¿Qué quiere decir?

No podía decirme eso sin explicarme algo más.

- Pues quiere decir que - el acento lituano desapareció de pronto - Por un lado la conocí en persona y conscientemente el mismo día que tú, por otro que nos "tragó el tiempo" durante un año en el que vosotros estábais deshaciendo las maletas, y por último que ella es mi madre - dejó que digirieras la noticia mientras recogía platos y los echaba en un pequeño lavabo de metal, de los antiguos - Te agradecería que no lo comentaras. Te lo he dicho porque si ella te ha traído hasta aquí es porque confía en tí.

Estoy a punto de tirar los platos que llevaba en la mano, en circunstancias normales le aconsejaría al chico que dejara las drogas, pero estás desde luego no lo son, y este tipo no parece de esos, además, si es que yo ya hoy me creo todo lo que me digan, que desastre.

Ahora entiendo aún más el enfado de antes, muy bien Art Connor, muy oportunas tus bromas, mira que he hecho el capullo muchas veces, pero no creo recordar ninguna en que me sintiera peor, debe ser el clima, No se lo contaré a nadie, por eso no te preocupes, a ver, paso a paso, un niño torpe que no entiende la lección, eso parezco, ¿confía en mí?, eso quiero creer, no se equivocaría, como ella es inmortal, no envejece, por lo tanto lo de que seas su hijo queda explicado “lógicamente”, yo la conocí en Los Ángeles, parece que hace una eternidad, joder, pero he captado lo que querías decir, aunque parezca mentira por mi expresión inicial y lo de que os trago el tiempo, sinceramente, ¿qué quieres que te diga?, como si me dices que eres negro, total, un cosa increíble más que menos una sonrisa de resignación.

Se ríe con el comentario de lo de ser negro.

- Es normal... Yo me he curado un poco de espantos en cuanto a surrealismo, aunque intuyo que me queda mucho que ver y aprender... Y respecto a mi madre: Has dado en el clavo, no envejece. Tiene noventa y tres años. Yo soy inmortal también... Pero envejezco, y algún día el tiempo se me llevará, cosa que agradezco, aunque me apena mucho por ella... - empieza a lavar platos diligentemente.

En verdad tiene que ser jodido ver como las personas que quieres envejecen, y mueren, nunca se me había ocurrido verlo desde ese punto de vista, quizás de ahí su fría actitud, su lejanía, pero, por mucho que luche por mostrarse de esa manera, ahora creo con más firmeza que sus sentimientos son realmente intensos, quizás demasiado complejos para ser comprendidos por un simple mortal.

Colaboro en la tarea de fregar, es lo mínimo después de comer gratis, Todos tenemos mucho que aprender, y por ver, no lo dudes, y yo que creía que estaba de vuelta de todo, que idiota, paro mi tarea de repente y coloco una mano en el hombro de Herkus, Tío, siento de nuevo mi estúpido comentario de antes, creo que tu madre es una mujer increíble, lo que hace por los demás y todo eso, no hay muchos como ella, le digo mirándolo a los ojos.

- No te preocupes - insistió él - Está olvidado por mi parte, siempre y cuando nadie le tire los tejos - ríe, agachándose al terminar la fregaza para descubrir un frigorífico pequeño tras una cortinilla, del cual extrajo dos cervezas frías, tendiéndole una a Art - No le estarás tirando los tejos, ¿no? - sonreía, aunque su mirada era suspicaz.

Siempre y cuando nadie le tire los tejos, ¿acaso yo le estoy tirando los tejos a una mujer inmortal, de noventa y tres años, monja y que me acaba de contar como murió el amor de su vida?, le devuelvo la sonrisa a Herkus bajando la mirada, abro la cerveza y doy un sorbo con una deliberada parsimonia.

Todo eso que me sucede cuando ella aparece, esa preocupación por alguien que es capaz de valerse por si misma cien veces mejor que yo, esa rabia cuando la vi sangrar, y esa… esa sonrisa, maldita sea Art, no me jodas, no puedes ser tan capullo, no, no y no, oh mierda, levanto la mirada de nuevo buscando los ojos del chico, suspiro, No creo que eso sea un problema tuyo suspiro no me mal interpretes, la ostia puta, que tenga que estar dando explicaciones por una cosa que no tiene ni pies ni cabeza, ella se preocupa por los demás, se ha ganado tu respeto, solo es eso, no quieres que le sucede nada, como a ningún otro…

Una mirada que pretendía ser firme, pero las dudas y la confusión se adueñan de ella, hay días que yo llamo de “barra libre”, donde todo aquello que nunca pensarías que iba a suceder, pasa sin más, y no tienes más remedio que asumirlo, las cosas ya están demasiado complicadas para que encima ahora suceda esto.

Herkus alza las cejas y congela la sonrisa. Los ojos azules se vuelven escrutadores. No son como los de su madre aunque sean del mismo color y forma parecida... La mirada es muy distinta, aunque al igual que la de la mujer, deja mucho a la imaginación de quien la recibe.
Levanta la botella en el aire, ya abierta, y la choca contra la de Art.

- Me caes bien. No quiero que te desanimes.

El brindis, esa mirada que no conseguía descifrar, esperara que se enfadara, o que me dijera cualquier cosa, un trago de cerveza, largo, puede que empiece a necesitar una caja de estas, o dos, ¿qué buscaba en mi interior?, parece querer penetrar en el, no es muy complicado hacerlo.

¿Sabes Herkus?, tú a mi también le digo despacio, es curioso, desde que he llegado a este lugar me he tomado las cosas con más tranquilidad, siempre he pensado que he sabido valorar lo que realmente era importante, y lo que era superficial, pero ahora cada vez lo veía más claro, no importaba si me atraía Lior o no, tengo claro cual es mi objetivo, sé porque estoy aquí, y sé lo que he visto, nada cambiará eso.

Vuelvo a sentarme en una de las sillas, soltando la botella en la mesa, y sonrío de nuevo al muchacho, con sinceridad, Hay un virus que me está matando, pero no solo a mí, sino a todos los que poseemos algún tipo de “mutación”, sin distinguir edad, sexo ni nada por estilo, creado por unos hijos de puta, y no sólo eso, sino que otro grupo se dedica a emular a los putos nazis, lo he visto, he visto lo que hacían, y no sé que puedo hacer al respecto niego con la cabeza mirando al suelo para alzar los ojos de nuevo, ESO, eso si me desanima, me encojo de hombros, No pienso luchar contra el hecho de que Lior me pueda parecer una mujer interesante y atractiva, no merece la pena negar ciertas cosas, sólo una cosa más a la que enfrentarse, como siempre intento hacer con todo, con sinceridad y determinación, para mi es un sencillo razonamiento.

Herkus va frunciendo el ceño conforme continúa la explicación, imitando tus movimientos de sentarse y darle un trago a la cerveza... Fría, reconstituyente... Perfecta. Suspira una vez ha tragado, centrándose en el tema del Ígnea.

- Es fácil que tú o yo entendamos la gravedad del asunto: Nadie nos ha sacado de apuros con un puñado de pasta o un cheque, ¿verdad? - sonrió, alzando las cejas, aunque se notaba que no era una sonrisa divertida, sino más bien de complicidad - La calle es muy dura, aprendes a ver cómo un detalle que a otros les es insignificante puede tambalear tu mundo entero... - otro trago, y sigue, ésta vez mirando a la ventana y serio - ¿Cómo convencer a los Dryden que todo su dinero y fama no les salvará? O a Alice de que aunque Falken muera, porque hay muchas posibilidades de que ello ocurra, siga adelante... O a Fauchon y Taylor de que ningún "contacto" fuera de los muros de Ice Hotel puede hacer nada por ellos... A Balaguer de que se le necesita para dar vida y no quitarla... ¿Cómo lo harías...? Unir gente tan dispar... - niega con la cabeza - Es como si tuviera que pasar algo realmente malo para que reaccionaran... ¿Cómo lo harán? ¿Bien? ¿Mal...? - te devuelve la mirada lentamente - ¿Cómo lo harías si fueras el "capitán del equipo"? Si la diosa, Antti, Kramer y mi madre delegaran esa responsabilidad en tí...

Una pregunta complicada, muy complicada, dudo mucho que haya una respuesta, pero por un motivo sencillo, creo que la pregunta es incorrecta, es imposible unir a esa gente, serio, trago saliva, yo siempre he trabajado solo.

Es imposible unirlos, estoy seguro de que es imposible que todos colaboren como un equipo, por lo menos de la forma en que Isenhall nos envió al matadero, algunos eran un estorbo más que otra cosa, tuvimos mucha suerte, nunca he sido un gran estratega, siempre solía escuchar a los demás a la hora de planificar mis golpes.

No podrás conseguir que todos se fíen de todos, yo mismo no me fío de algunos, ¿entonces como hacerlo?, yo asignaría a cada uno una misión específica, convencerlos de que si ellos no realizan la parte que lo toca, todos se joderán por igual, los que les importan y los que no, ellos mismos inclusive si Annti, Isenhall, Kramer y Lior no habían conseguido muchos avances, dudo mucho que yo pueda servir de algo, pero bueno.

He visto a Jolene sentir compasión, a Donovan dar discursos que harían que hasta los muertos se levantaran para seguirlos, a Balaguer jugarse el cuello por Taylor, y a Michael enfrentarse de forma decidida a dos de esas armaduras voladoras para ayudar al resto en vez de huir noto la boca reseca, agradezco el detalle de Herkus, pero también los he visto sacar sus peores instintos de supervivencia, pensar que sus vidas valen más que las de los demás, y eso es jodido de cambiar paso la mano por la cabeza, algo frustrado, ojalá se me ocurriera algo mejor.

Definitivamente, organizar grupos en función de las capacidades sería la mejor opción, igualar la importancia entre todos los miembros, que nadie se crea más importante que nadie, porque por supuesto es imposible establecer algún de tipo de rango superior y esperar que nos obedezcamos unos a otros miro al chico con la mirada resignada y una media sonrisa, y por supuesto, lo que nunca haría, sería delegar la responsabilidad en alguien como Art Connor, eso si que sería una locura, río, pero es una verdad como un templo.

Herkus escucha a Art casi maliciosamente interesado. Sus ojos se entrecierran como rendijas perdiendo la vista en algún punto más allá de la ventana, y esa sonrisilla críptica vuelve a aparecer en sus labios.

- Pues sería interesante que lo propusieras en la reunión de ésta tarde. Ya habían pensado en hacer grupos de, como mínimo, cuatro... Así que no debes de tener ideas tan descabelladas, a fin de cuentas. Todo se verá ésta tarde, ha sido un día horrible y lo único que podemos hacer es honrar a los muertos manteniendo la calma...

Suspiró, con la sonrisa borrándose de su cara.

- He cotilleado por ahí, quería saber entre quién estaba... Sé que eres un ladrón de medicamentos. Te entiendo mejor que nadie... Pero... Se me hace raro que no hayas barajado el ponerle un saco en la cabeza a Donovan y a Jolene y mandar un video de ultimatum a su padre. Se me hace raro que no lo haya hecho nadie tal y como están las cosas... No es que me caigan mal, pero... Que una farmacéutica grande jugase de parte nuestra... Estaría muy bien.