Partida Rol por web

Dale, que también parecía terriblemente acalorada, observó a Donovan y acto seguido cerró los ojos y apretó los párpados, tapándose la cara con ambas manos y secándose las lágrimas, intentando hacerse la fuerte.

- No llores... Saldremos de ésta... Verás cómo estarás en Londres antes de que a Joe le de tiempo a amanecer...

Esbozo yo tambien una sonrisa, hablamos de negocios y esto no se me da mal, todavia hay que dejar que se tranquilicen un poco

Si, parece que el chaval se ha portado, y seguro que vamos a salir todos muy contentos con esta fiesta

Acepto el canuto dandole una larga calada y devolviendoselo, con cara de satisfaccion

Si esa nieve es tan buena como esta maria, me parece que nos vamos a entender muy bien

Echo el humo fuera con deleite

Bueno, parece que estas interesado en casi todo, va a ser cosa de ponernos a hablarlo con calma ¿no?, sabes que hay cosas que dependen, ya sabes, hago un gesto con la mano hacia Lex, hay cosas y cosas, y claro, aunque sea una fierecilla, no es lo mismo... ya me entiendes, que luego los morados tardan un tiempo en desaparecer. Guiño un ojo con la palabra "fierecilla"

En cuanto a mi... no es algo que suela hacer muy amenudo, pero claro, si todo pinta como parece que pinta, tampoco es algo de lo que no se pueda hablar, y ademas a los clientes habituales hay que tratarlos bien ya lo se, asi que seguro que llegamos a un acuerdo

Me paso la lengua ligeramente por el labio inferior

Antes de hablar de numeros, como creo yo que lo mejor va a ser fifty fifty entre metalico y blanca, estaria bien ver como es ¿no?

En todo momento se me ve hablar sin titubear, acostumbrado a estas cosas

Y que cojones hago ahora con el retrasado

- Amigo... - Kiwi pone una mano sobre el pecho de Michael, con aire de sospecha en la mirada y negando con la cabeza - A mí no me engañas... - dijo con un tono más suave - Tú... - se le puso muy cerca - No eres australiano... - levantó una ceja y se echó a reir - Aquí no tenemos nieve, así que le llamamos harina - rió - Olvida lo que ese condenado neozelandés te haya contado, colega, llámalo "harina" cuando andes por aquí - otras palmaditas en la espalda y una calada al canuto, para entonces girarse hacia sus matones - Billy... Llevas uno de nuestros ladrillos encima, ¿no? - Billy resultaba ser un australiano medio aborigen del tamaño y consistencia de un armario ropero, que asentía con la cabeza y se sacaba de una riñonera una piedra de coca asombrosamente blanca, de textura suave - ¿Qué me dices...? Por cierto, no sé tu nombre, amigo... Ni el de tus putas. Me gusta saber los nombres de la gente... - se giró de nuevo y le guiñó el ojo a Lex - También hay María, una zarpa que se queda casi como el caramelo y parches. No me digas que no hay oferta, colega... Y tendría lo suficiente y más de todo para pagarte los servicios de la fierecilla y sus dos amigas rubias... Dios, ¿pero de dónde la habéis sacado? Está demasiado buena, joder... Nunca he visto cosa igual.

Aprieto la mano de Alice, estoy llegando a umbrales de miedo que desconocía. Estoy harta, esto no puede seguir así, es demasiado raro para mi. Hablan de drogas, de cambiarnos a nosotras…. que se estará fumando Michael, por dios…. ¿De verdad va a servir esto para salvar a Donovan? Me tengo que fiar de ellos, de que saben lo que se hacen, ufff, ya tengo mis dudas, vaya que sí. Lo único que quiero hacer es correr, tan lejos como sea posible.

Al escuchar la conversación mi cara se descompone ¿Cuánto quieres por las tres tías? y la respuesta de Michael no me gusta. Me da igual que quiera dar a entender que él está disponible, pero de mi, no. Lo miro enfadada a ver que responde, un sentimiento nuevo con ellos, pero es que es demasiado, esto es demasiado. Venga Madi, tranquila, un voto de confianza,…. Pero es que... Venga….

Alexa no se separó del fortachón de Morty, sino que ayudándose de su apoyo contempló con desconfianza al camello y su escolta, sobretodo de que no se acercaran a los más jóvenes del grupo, ni de que nadie levantase una mano... Con el tal Billy casi se le cayeron las lágrimas, porque aunque la visión se emborronara con los ataques de calor (entre otras cosas), los colores y las formas aseguraban que "Billy", aquel matón de nombre estúpido y en serie, sólo tenía que levantar el ala para mandarte a dormir... Pero espera... Resulta que el tipo mostraba algo interesante...

Coca. Parte II...

La húngara rió muy por lo bajo, hundiendo la cabeza en el hombro del libanés y negando, lloriqueando por el pequeño arrebato de risa. Era una risilla desesperada y amarga, de las que imprimen la impotencia en el aire... Y con esto, negó alzando y agitando la mano libre, débilmente, a modo de disculpa. No estaba en plenas facultades de meter mano en aquel asunto, y menos de negociar... Era hora de confiar plenamente en el resto.

Sonrio al escuchar a Kiwi

Ya sabes como es esto, a veces para encontrar de lo mejor te tienes que ir a cosas de lejos, la fierecilla es de europa, y ese harina tiene pinta de ser de colombia

Comento mientras paso la uña del meñique por la piedra, rascando un poco y usando la uña para esnifarla
Joder, menos mal que Taylor debe de estar mordiendo alguna almohada en China, por que si no con esto, ya la teniamos liada

Si, tal y como parecia.

A mi puedes llamarme Bernard, y las tres, tal y como parece que va esta conversacion, se llaman como tu quieras que se llamen

Vale, si tienen una guarida, tendran que entrar o a por la mierda o para encamarse con las tres, y una vez dentro y localizado es pan comido con nuestras habilidades y un poco de cuidado, asi que a vender como sabes como sabes

Si, creo que con lo que tienes vamos a llegar a un acuerdo rapidito. Pero quiero que entiendas una cosa, no son chicas con parkimetro, son de lo mejor, asi que son para toda la noche, pero vamos, viendo tu nivel no creo que esperaras otra cosa. Pero si me admites un consejo quedate con un poco de harina por que son muy buenas

Me acerco un poco para susurrarle algo mas en plan de compadreo de vendedor

y siempre puedes darle un poco a las dos rubias y dejarlas entre ellas un rato, se vuelven locas, a la otra, tu sabras, pero si ya es salvaje sin nada...

Y sobre el resto, cuentanos un poco de esa clienta, y podemos empezar a fijar un precio por todo

Una chispa de esperanza aparece en los ojos de Donovan... pero solo dura lo que duran los destellos, un segundo escaso.
No... ¡No prometas cosas que no puedes cumplir!
Grita completamente fuera de si, con la desesperación deformando sus facciones.
Vamos a morir en este agujero... ¡Los dos! ¡Y la única forma en la que regresaré a Londrés será en un ataúd!
Niega con la cabeza varias veces, la rabia hinchando sus venas.
No los conoces... Son todos unos estúpidos egoístas... Seguro que nadie viene a sacarnos de aquí... Y yo... soy un bueno para nada... He intentado actuar para salvarnos pero no podría ni engañar a las paredes de este sótano
Agacha la cabeza para meterla entre las manos y a Dale le da tiempo a ver un fugaz guiño dedicado solo a ella antes de que se eche a llorar desconsoladamente, tratándo al mismo tiempo de mantener la náuseas a raya. Los cuerpos, una vez fallecidos, olían terriblemente mal. Y mas para alguien acostumbrado a perfumes y aguas de colonias de las mejores marcas.

Dale, a cuyos ojos no había escapado aquel guiño, se acercó gateando hasta Donovan y le levantó la cara con ambas manos.

- Escúchame - otra vez unos ojos que derretirían el polo, o helarían el infierno según fuera su deseo... Otra vez esa vehemencia inhumana en su forma de hablar... Otra vez la respiración se frenaba en quien la escuchaba - No eres un bueno para nada... No dejaré que mueras... Y aunque murieras... No morirías sólo, y eso es mucho más de lo que podrías decir en una situación así... - dedica una mirada cargada de sentimiento al cadáver... Y en aquel azul se pierden recuerdos de lo que debieron ser muchas desapariciones y asesinatos como el de su vecino... La venganza parecía un zafiro en el rostro de aquella chica, que se volvió de nuevo hacia Donovan... Le estaba siguiendo el juego, pero repetir algunas verdades, a veces no iba mal - Tranquilízate y piensa una forma de salir de ésta. Es tu momento. Yo creo en tí. Y la gente a la que quieres también. Cálmate y piensa algo... Tómate ésto, te ayudará... - sacó una píldora del pastillero de su bolsillo y te la tendió con una mano, echándose la otra a la boca para refrenar una arcada, esperando dar a entender lo que era aquel comprimido.

Si se hubieran encontrado en esas circunstancias Donovan, en ese mismo instante, se hubiera tirado a los brazos de la chica como un náufrago a un flotador en medio del atlántico, deseando que ese par de zafiros fueran las luces de un barco que se acercaba desde la lejanía.
Así que es justo lo que hace después de tragarse la pastilla con mucha dificultad y sin hacer pregunta alguna.
Creo... creo... que deberíamos pensar algo... pero... ¡No puedo! ¡No con ese cadáver ahí! ¡Mirándonos con sus ojos fríos!...
Exclama de nuevo dejándose llevar por la desesperación, en mitad de una actuación que se merecería mucho mas que un "Premio a la Joven Promesa" de París.
No creo que pueda aguantar mucho sin volverme loco aquí dentro...
Parecía que no iba a decir nada mas, pero se apartó ligeramente de Dale y con voz lastimera continuó.
No quiero morir... Así que... que hay que pensar en algo... ¿Sabrías abrir la cerradura del zulo?

Dale le acarició a Donovan los dorados bucles cuando éste se lanzó a sus brazos. No dijo nada mientras él hablaba, no se apartó hasta que él lo hizo... No era de las que llamaban a la gente "cielo" o "cariño", ni de las que se pasaban dando besitos y abrazos... Pero el mínimo gesto de cariño y apoyo se sentía grande y sincero, lo que ayudaba mucho.

- Joder... No lo sé... Con ese espectador mirando, lo tengo difícil... - se levantó y se quitó el chaleco sin mangas que se abrochaba sobre la camiseta que llevaba puesta. Tragó saliva y suspiró, justo antes de poner la prenda sobre la destrozada cabeza del cadáver. Ojos que no ven, corazón que no siente... O al menos siente un poco menos, lo que ya es un consuelo - Descansa en paz, bloke... - susurró, cogiéndole el brazo al hombre y poniéndoselo sobre el regazo para dotarle de una postura algo más digna. La angustia, gracias al comprimido y a no tener que ver el rostro destrozado de aquella persona, empezaba a desaparecer - No debe ser tan difícil salir de aquí... Empezó a rebuscar entre las tuberías de la pared. Ya no ves a nuestro amigo... Tu cordura aguantará... Venga, muévete un poco, te lo pido por favor, Donovan... - dijo, con un tono suave pero ciertamente agobiado - La cerradura es lo de menos... Pero tiene que haber otra salida... Mira... - tocó un par de veces la pared, metiendo el brazo entre los tubos, sonaba hueco - Ésto tiene que salir a las alcantarillas o algo así... Busca una trampilla, una ranura... Lo que sea.

Alice acaricia el pelo de Madison. Ella también estaba pasmada pero lo mejor era simular calma para que Madi no lo pasara peor de lo que estaba pasando - Tranquila...No va a pasar nada... - Le susurra al oido.

No nos van a tocar a ninguna...Más te vale Michael...Más te vale tener un buen plan para estar diciendo todo lo que estás diciendo.

Quería confiar en Michael...Pero en esos instantes solo podía recordar en las palabras de algún otro compañero diciendo que el rubio no era de fiar en absoluto. Mira a Lex, luego a Michel y por último a señor "fiestas". Inspira e intenta calmarse.

Joe miró a las tres chicas frunciendo el ceño mientras Michael hablaba... Algo fallaba.

- Son muy recientes, tío... Están acojonadas... Qué asco - Se acercó a Madison y le puso la mano tras la nuca suavemente, mirándola a los ojos con aquella mirada verde e intimidatoria, horriblemente seguro de sí mismo, escrutador - Éstas dos... Parece que estén a punto de echarse a llorar. Odio a las que lloriquean cuando me las estoy follando, ya se lo dije a Corey, que no me trajera más vírgenes porque acabo dándoselas de comer a los perros - señaló con el mentón a sus matones - Y no me gusta cómo acaban. He enterrado a muchas y si éstas acabaran así me cabrearía, luego no se me empina pensando que tuve que cargarme a la última puta para que no llorase más... Pero me ha molado la idea que has tenido, Bernard - apoya la frente en la de Madison - Dime, tesoro... - le dijo en un tono suave, casi paternal - ¿Se te da bien bailar? Porque si bailas con tu amiga en la fiesta... Ninguno de éstos aquí atrás te metería nada... Piénsalo... - un beso en su mejilla, y de nuevo se volvía a Michael - Las rubias están verdes. Mil por las dos y cinco mil por la fierecilla... Y me estoy pasando con el precio de las rubias, hermano... - terminó el canuto de una última calada y lo echó al suelo, pisándolo, abriendo las manos - Le dije al puto Corey que me va la marcha, que no me trajera lloronas. Ahora... Esa morena... Si tiene un buen chocho y una buena lengua, os la compro. Me da igual lo grande que tenga la boca o que se intente escapar.

Una conversación con San Pedro*. En eso había evolucionado en apenas unos segundos la insoportable jaqueca, que hacía del delirio momentos singulares como aquel.. Y es que una no sangra por las orejas por nada. Pero el peliverde, el cual dejaba ver que debía de tratarse de la peor gentuza que te podías encontrar: Un violador, se había atrevido a tocar a la joven Madison, momento que cortó la respiración de la húngara, que clavó los ojos en aquella incómoda escena...

Confía en Michael, nena...

Retrajo levísimamente la nariz en señal de asco, porque aquel especimen lo daba, y se pegó a Madison, pasándole un brazo alrededor del cuello y pegando la sién en la suya, a su lado, para que se sintiera protegida...

- Sssshhh... - le susurró a Madison, para tranquilizarla - No has vivido lo suficiente como para empezar a pagar a ninguna de estas chicas, asqueroso... - Tragó saliva e hizo amago de hablar, pero se lamió los labios y permaneció en alerta atenta a Michael y Joe, con los ojos bien abiertos, aún inyectados en sangre, casi desafiante... Ese par de chicas no iban a arrodillarse ante semejante gentuza, ni ella ni ninguno.

Donovan espera sentado a que Dale termine de moverse por el cuarto, sin saber muy bien que hacer y con cara de auténtica confusión. Agradecía en su fuero interno el hecho de que le hubiera tapado la cara a aquel muerto. No tener que ser observado por sus ojos sin vida era un alivio.

Sacude un poco la cabeza ante la petición de Dale, intentando despejarse, y se levanta, lentamemente, para acercarse con pasos torpes hasta la primera pared que queda a su alcance.
Si demasiado entusiasmo pero con una precisión metódica, comienza a reseguir cada ladrillo, cada tablón y cada placa de metal que encuentra a su paso con la esperanza de que alguna de esas cosas les muestren una forma de salir del zulo.

Flipa, flipa flipa y reflipa... Toda aquella situación martilleaba la cabeza de Mortymer como si fuera una puta campana de la jodida iglesia del pueblo de mala muerte... Parpadeo largamente e intentó tragar salivar en un vano intento de humedecerse la desértica garganta, esa situación se salía de madre y había perdido un poco el norte... se puso algo blanco y una gota de sudor le cayó por el rostro la cual secó con la muñeca... debía disimular - que calor... - dijo mientras miraba como trataba a las chicas de su grupo, luego a Michael y suplico mentalmente para que esto saliera bien y Faucho, que estaba tan seguro, lo hiciera bien...

- ¡Donovan! - algo hizo un sonido metálico y sordo, una cerradura se había abierto, y Dale parecía haberse metido entre un par de tuberías que daban a una puerta... No obstante, por ahí no cabría nadie que no fuera tan delgado como ella. Se trataba de una puerta oxidada que daba, por el olor que desprendía, a algún túnel de alcantarillado - Aquí hay algo... - extendió la mano hacia Dryden - Conviértete en mí, si quieres...

Donovan frunce el ceño ante la perspectiva de tener que transformarse en Dale para pasar por la estrecha salida... pero si la chica lo ha propuesto, tiene que ser por un buen motivo y no solo por mero capricho o por un arranque de falta de originalidad.
Utiliza su don mutante para que sus facciones se remuevan como barro moldeable hasta quedar adaptadas a la apariencia de Dale: Una chica escuálida y de mala cara que, en ese cuerpo, pesaba alrededor de setenta kilos aunque solo aparentara cuarenta y cinco.
Le dedica una última mirada al cadáver antes de salir y dedicarle a Dale una mirada interrogativa. Al parecer esa parte del guión le estaba pillando por sorpresa.

Dale observó a Donovan siendo ella misma. La conmoción de verse en un reflejo con propia autonomía no escapaba ni a una inteligencia superior. Ya se había planteado el inmenso poder que tenía una persona con el don de la multiformidad... Pero verse le hizo volver a pensar en ello durante unos segundos. Más que suficiente.

Titubeó un momento antes de coger una de tus manos, que eran iguales que las suyas, y finalmente te hizo entrar a lo que debió ser una vieja planta de supervisión de alcantarillado. En Londres decían que había muchas, y las de aquí eran exactamente iguales.

Te llevó hasta una de las esquinas, junto a la escotilla de salida... Parecía algo inquieta.

- Escúchame...: Tus compañeros me han fallado el primer cálculo. Eso no significa para nada que vaya a pasarnos algo malo... Quédate aquí. Con mi cara no te harán daño, me dejo demasiada pasta en mierda, imítame drogada e ida y te mandarán a casa de una patada en el culo como mucho. Hoy había fiesta con chicas y no querrán conmigo nada... raro, ya sabes... Voy a asegurarme de que tus colegas no la cagan... Tranquilo y ya sabes... Si te preguntan qué hacías aquí, buscabas mierda y al ver el fiambre te quedaste pasada, catch it, dog*? - alzó las cejas.