Partida Rol por web

Guerra de sucesión en Poniente

4. Restos Humeantes

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19/10/2012, 17:21
mandrell

La luna está alta y clara en el cielo. En el campamento, de ella proviene la única luz que permite ver la sangría que allí, tan sólo hace unos instantes, había ocurrido. Las dos tiendas ya habían sido consumidas por las llamas y ahora sólo eran sendos montones de maderos calcinados y humo. 

Al lado de uno de esos montones, los supervivientes del campamento buscaban a los heridos para intentar salvarles o acabar con su sufrimiento. Un hombre con ropajes de maestre pero sin la cadena que todos ellos portan en el cuello está hablando con un caballero con máscara de hierro, capa blanca y ropajes color arena; dos caballeros vestidos con colores más vivos lo acompañan, sin hablar ni moverse, sólo observando alrededor. Cerca de estos, un enorme caballero con los colores y el blasón de los Arryn tiene perdida la mirada en el horizonte en dirección al norte mientras niega continuamente con la cabeza, aún sin creerse lo que ha sucedido, a un par de metros de él, un soldado de la misma casa cuida de otro soldado Arryn, que parece haber sido herido en la barriga.

De pronto aparecen entre las tiendas dos soldados más, entre el barro y la sangre que cubren sus ropajes no se distinguen sus colores, pero parecen Baratheon o Lannister. Uno de ellos está ayudando a caminar al otro quien se tapa con la mano un reguero de sangre que le cae del estómago, el guerrero está pálido y casi no consigue mantenerse en pie. No lo haría si no estuviera siendo ayudado. 

Justo detrás de ellos, aparecen cinco jinetes montados trotando suavemente, les sigue un hombre que tira de las riendas a su caballo. Dos parecen caballeros, son hombres de anchas espaldas y gruesos brazos, visten capas de un amarillo soleado y armaduras metálicas completas. Otro parece más un mercenario: vestido con cuero endurecido tiene enganchado al cinto un hacha de doble hoja. También hat un salvaje: las pieles de numerosos animales, los dientes y las garras que decoran sus ropajes son inconfundibles; una lanza le cuelga de la espalda. Un hombre rubio color oro es el último de los jinetes; el único que va a pie es un hombre alto, vigoroso, de cabello largo oscuro y barba frondosa. La mayoría parecen extranjeros, del sur del continente... de Dorne. 

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20/10/2012, 00:51
Cith Seodoc

Cith cabalgaba en silencio mientras se acercaba al campamento. Cuánto más cerca estaban de su destino, más veía con claridad lo que el ataque había provocado entre las filas de las otras casas. Al parecer les había pillado desprevenidos, debió ser un ataque rápido e inesperado..

Observó con tranquilidad a los heridos, que no dejaban de aparecer. Olía a sangre, sangre fresca. Ese solía ser el olor que devolvía a un hombre a la realidad de la cosas después de la batalla, a la cruenta realidad. Varios de los soldados estaban malheridos y apenas parecían tener demasiada gente para poder ayudarlos.. morirían pronto, desangrados.

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20/10/2012, 13:43
Lucyen Atreides

Lucyen intentaba organizar a los heridos... de los mas graves -o prácticamente cadáveres- a los que tenían alguna posiblidad de vivir. Era poco lo que había que hacer, pero al menos tenía sus manos ocupadas. 

Su mirada se desvía a observar como van llegando nuevos jinetes. Al principio pensaba que podrían ser enemigos, mas no cargan por ellos, por lo que venían en son de paz. No los conocía, mas no era por el momento su prioridad. De ellos debía encargarse el líder del diezmado grupo, no él. 

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22/10/2012, 12:34
Maron Sand

A diferencia de los restantes miembros de su compañía, Maron Sand prefirió acortar a pie la escasa distancia que los separaba del Campamento Norte. Sus oscuros ojos de víbora centelleaban por el efecto crepitante de las llamas, atentos a cualquier detalle fuera de lugar. La tranquilidad se reflejaba en sus facciones juveniles, libres del peso que les confería el miedo de volver a ser asaltados; no obstante, la cautela podía distinguirse grabada en una mirada en constante movimiento.

El hedor a hierro llenaba sus pulmones, provocando que una ligera mueca de desagrado arrugase la suave y carnosa línea que formaban sus labios. Era una situación desagradable, pero algo a lo que debía acostumbrarse.- ¿Hacéis vos los honores, ser? - preguntó al caballero, una vez que avistó a lo que parecía ser un maestre junto a un hombre que lucía una plateada máscara sobre su rostro, que lideraba su comitiva mientras dejaba que una generosa cantidad de vino dorniense se deslizase por su garganta.

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22/10/2012, 23:57
Ser Gary Trant

Miro a los extraños que llegan al desbaratado campamento. Le hago una seña con la cabeza a mis caballeros para que estén preparados ante cualquier eventualidad. Me subo al caballo que tenía cogido por las riendos y me acerco a uno de ellos que parece se disponía a acercarse tomándose un trago de vino. Levanto una ceja.

-Por favor, no os cortéis por mí, si bien no considero un insulto vuestra falta de humanidad, podría considerarlo sino compartiérais ese vino- sonrio detrás de mi mascara- ¿Quienes sois? pregunto con la voz rasposa y metálica que poseo-.

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23/10/2012, 00:42
Cith Seodoc

El caballero de la máscara, ante la aparición del joven Cith y el resto de la comitiva, monta a caballo y se acerca a ellos. No parece amenazante, parece explorar la situación y a los extraños que han aparecido.

Tras acercarse a ellos se dirige a Maron. Seodoc apunto está de contestar, ¿acaso ese hombre no sabía que habían ayudado a derrotar a su enemigo?, pero contiene su lengua, puesto que no es a su persona a la que se han dirigido y, de seguro, el bastardo tendrá a bien darle una buena respuesta.

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23/10/2012, 17:29
Maron Sand

- "Nuestra" falta de humanidad ha permitido que muchos de vuestros hombres vivan un día más, ser.- recalcó, deslizando sus pupilas negras como el carbón por los detalles de la argenta máscara de su interlocutor. Con una leve sacudida de su cabeza, señaló a Sith Seodoc, aún sentado a lomos de su corcel, con el ánimo de no llevarse todo el "mérito".- Mi nombre es Maron Sand - una sonrisa maliciosa, provocada por la repentina interrupción de tan misterioso sujeto, bailaba sobre los carnosos labios del bastardo. No era demasiado difícil adivinar el origen de aquel apodo utilizado para marcar de por vida a cualquier hijo no reconocido.- Y no suelo mostrarme solícito a quienes desprecian el esfuerzo por una causa común.- una mirada desafiante, cargada de osadía en sus entrecerrados parpados, fue parar directamente a los ojos del enmascarado.- Aunque por un poco de pan y sal, estoy dispuesto a ofreceros todo el vino y la información que podáis desear.

 

Notas de juego

Cuando mencionaba al "caballero" me refería a uno que viaja con nosotros, no a Ser Gary xD

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23/10/2012, 18:27
Ser Gary Trant

Ladeo la cabeza mirando por encima de su hombro al resto de la tropaque trae con él.

- No creo que vuestra falta de humanidad o no, halla tenido nada que ver en salvar vidas, esa no es la discusión, sino beber vino delante de los sedientos- encojo los hombros- Maron Sand, agua por vino es una oferta mucho más que justa- mientras hago un gesto para alejarnos a hablar- Además, siempre me he llevado bien con los bastardos, no suelen tener una lanza metida por el culo- miro hacia detrás al notar una mirada en mi nuca- por dios Ser Selmy, sabéis que no iba por tí- Me regocijo.

No hago caso a la mirada cargada fuego del Dorniense, normalmente después de una pelea, la fiebre del combate tarda en bajar, así que no se lo tomaré en cuenta. Espeleo ligeramente mi caballo dando a entender que me siga unos metros más allá del bullicio.

Notas de juego

Así lo entendí, sólo me acerque para huronear xD

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24/10/2012, 13:14
ser Harlan Hunter

Un caballero fornido armado con un enorme espadón a dos manos se acercó apresuradamente a la pequeña reunión. 

―¡¿Qué ocurre aquí?! ¡¿Quiénes son estos?!

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24/10/2012, 13:26
Lucyen Atreides

Lucyen observaba en silencio la escena que se desarrollaba ante sus ojos. Observaba con interés la llegada de los jinetes, y tenía curiosidad que intenciones tenían para haberse acercado a ellos. Más no dijo nada. De hablar se encargaría Ser Harlan,... el aprendiz se limitaría a escuchar.

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24/10/2012, 15:43
Cith Seodoc

- Somos quienes os han ayudado a acabar con los bandidos que os atacaron - dijo Cith en un tono más seco de lo que en él era habitual. Pero ciertamente empezaba a estar cansado de dar explicaciones por haber ayudado a aquella gente a acabar con el enemigo. ¿Acaso no sabían hablar entre ellos? ¿No estaban informados de lo que iba pasando en sus líneas? ¿Para qué los habían invitado entonces y dónde estaba el joven que lo había hecho?

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24/10/2012, 21:38
Ser Gary Trant

Veo llegar al hombretón, que pena, estaba a punto de dar un buen trago de vino, malditan sean sus mil putas.

-Tranquilo Ser Halan que os va a dar un ataque- señalo con el pulgar al caballero que se presentó- este es Maron Sand y el otro joven parece esperar una medalla porque, dicen, que nos han ayudado- me encogo de hombros- la verdad que yo no ví una mierda, estaba enmedio de la diversión. Estaban a punto de explicarnos el motivo por el que estaban aquí.

 

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24/10/2012, 23:03
Cith Seodoc

Una medalla no, pero hay preguntas que sobran, cómo cuando una puta te pregunta si la quieres - dijo el joven sin amedrentarse ante el hombre de la máscara que parecía ser de lengua biperina, a lo Maron Sand - Y os explicaremos nuestros motivos, pero antes nos gustaría bajarnos de nuestro caballos y darle un buen trago a los pellejos de vino que nos acompañan

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24/10/2012, 23:53
Ser Gary Trant

Le doy un golpe a la grupa del caballo.

-¡JA!-digo divertido- ¡que coño!, eso ha tenido gracia, si señor, pero dejad de ponerme la miel en los labios con ese vino que nunca llega, que a este paso, esta noche acaba sin putas y sin vino, nos dormiremos de puro aburrimiento.

La batalla fue demasiado corta para mi gusto, poca sangre, poca muerte, poco de todo. Intento compensar mis carencias con otras y ese vino se me antoja como todos mis deseos frustrados. Tendría que tomarme las cosas con más seriedad, pero tantos años pensando que moriría al día siguiene, y la puta muerte sigue sin encontrarme, me seguiré riendo en su cara.

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25/10/2012, 12:20
Maron Sand

- La batalla da sed, ser.- explicó con lentitud, como si estuviese dando una lección a un niño, dando por zanjado el tema.- A no ser que os halláis limitado a subir o a bajar del caballo durante la refriega, estamos en igualdad de condiciones.- ¿Vino por agua? Maron rechazó la oferta negando con la cabeza. Él ya contaba con una cantimplora tan llena que parecía rebosar con la mínima sacudida; y no pensaba abrirla hasta que no quedase ni una gota de vino dorniense en los dos pellejos de cuero que colgaban de su cinturón. Compartir aquel néctar por el mero capricho de un iluso no entraba en la lista de acciones que el bastardo estaba dispuesto a realizar. 

La repentina aparición de Ser Harlan, un bigardo que portaba en sus manos un espadón de considerables dimensiones, hizo la velada mucho más interesante. Tras dejar escapar una breve carcajada por el último comentario de Cith, el bastardo prefirió no inmiscuirse más para dejarle hablar a él. Esta vez, sus oscura mirada viperina se dirigió hacia el único hombre que no había pronunciado palabra alguna. Bajo la capucha de algodón/lino que semiocultaba sus facciones creyó distinguir una mirada azulada que les inspeccionaba respetuosamente.- "Mas decidme, ¿quién sois vos?" - parecían inquirir sus ojos negros, que trataban no perder detalle de cualquier cambio en el gesto o la actitud de Lucyen.

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25/10/2012, 12:49
Lucyen Atreides

El aprendiz notó la mirada escrutadora de uno de los guerreros, una mirada no amenazante - o al menos así la interpretaba- y  mas curiosa por saber quien era él. 

Toda esta conversación sobre putas y vinos están muy bien- dice de pronto Lucyen, cansado ya de tanta palabrería de los guerreros- pero creo que estos guerreros han venido a algo mas que eso- se aparta su capucha, mostrando su joven rostro y sus ojos azules que observan a cada uno de los presentes- mi nombre es Lucyen Atreides, aprendiz de maestre- se presenta para luego mirar a Harlan- Ser Harlan, quizás sea conveniente ir a algún sitio mas apartado para charlar con estos visitantes e intercambiar algo de información. Mi tienda esta disponible para ello. Claro que es usted el que dice. Al fin y al cabo, esta al mando. 

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28/10/2012, 09:59
ser Harlan Hunter

―Haz lo que te venga en gana. Lord Petyr te iba a decir justo cuando atacaron esos bandidos que tú serías el que hablara en su nombre. Así que todo tuyos. 

El inmenso hombre guardó su espada en el cinto, casi rozaba la punta de esta con la gravilla del terreno, y se marchó a interesarse por sus hombre: ya sólo había cuatro, uno de ellos herido y otro gravemente herido. 

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29/10/2012, 11:42
Lucyen Atreides

En tal caso, si son tan amables, acompáñenme a mi tienda- responde mientras se da la vuelta y camina hacia la misma. Lo mejor era despachar este asunto cuanto antes y luego decidir que hacer. Aunque sus opciones eran pocas: sin Lord Arryn la misión ya no tenía mucho sentido.

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29/10/2012, 13:25
Ser Gary Trant

Vaya mierda, y yo que me quería ir con los recién llegados a solas. Ahora resulta que manda el chico este... que no es ni maestre ni sacerdote. Veremos a ver que quieren las serpientes de dorne y ya veré que hago yo. Tengo que mandarle un cuervo a Tonmen para que me diga que demonios tengo que hacer. Pero lo primero es saber que pasa realmente.

Desmonto y le doy las riendas a Cristian, indicándole que vuelva a mirar por los alrededores por si ve algo que merezca la pena.

Me dirigo con los demás a la tienda del medio maestre.

- Que pena que nadie más oyera eso Ser Halan, pero no seré yo quien diga que queréis quitaros el marrón, seguro que Lord Me... Petir lo tenía en mente, él es muy dado a decir a los demás lo que piensa...- le comento con aire divertido-.

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29/10/2012, 20:50
Maron Sand

- Al fin un poco de cordura.- aseveró Maron, algo cansado de aquella pantomima por ver quien poseía el miembro más grande. Tras la presentación del aprendiz, el dorniense correspondió a su saludo con una respetuosa inclinación de cabeza. Su abuelo Oberyn había conseguido elaborar varios eslabones de la cadena de maestre antes de aburrirse y dedicarse por completo a sus más reconocidas aficiones: la lucha, el fornicio y la crianza de serpientes y caballos .- Tanto acero acabará por haceros perder la cabeza...-guiñó un ojo a Cith, acompañando el gesto de una sonrisa maliciosa antes de darse la vuelta con la intención de seguir a Atreides.