Partida Rol por web

Los bosques brillan con luz propia.

El aire fresco, el baile suave de los árboles mecidos por la brisa, el rumor de la vida salvaje. Hay tanto silencio, y sin embargo oyes tantas cosas. El sol consigue colar sus rayos entre las ramas y las hojas más altas, dando un aspecto místico y bello a este lugar. A esta hora de la mañana sólo reina la paz.

Tu fiel compañero te acompaña sin hacer mucho ruido. Pisa con cautela y se detiene de vez en cuando para olisquear el suelo. Hay un brillo especial en sus ojos, quizá una muestra de su inteligencia, o quizá un reflejo de la felicidad que siente en estos instantes.

En el clan hay rumores sobre alguna bestia peligrosa que acecha en estos bosques últimamente, pero no hay ni rastro de algo parecido. También se dice que hay un campamento de humanos cerca, probablemente criminales y fugitivos. Claro que, mirándolo bien, incluso se rumorea que hay un árbol mágico cuyos frutos dan poderes sobrenaturales. Es curioso lo mucho que habla la gente cuando se aburre.

Hoy estás libre de cualquier tarea, aunque por la tarde se celebrará una boda entre una elfa del clan y un elfo de un clan cercano. Sería algo feo que alguien faltara a esa feliz ocasión. Habrá flores, fruta en cantidades y cantos tradicionales. Es posible que el chico sea quien pase a vivir a vuestro clan, pero se desconoce la razón. No se sabe si hay mutuo acuerdo en ello o si es algo que le han impuesto los ancianos para estrechar relaciones con vosotros. Rumores, rumores.

Parece que hoy va hacer buen día.

Suspiro al ver la belleza que todo los días se reflejaba en su bosque, le gustaban los días, tan tranquilos, tan silenciosos y a la vez tan ruidoso para un oído acostumbrado a sus peculiaridades, que sería imposible captar para un oído humano.

Acaricio el lomo de DarkWind -Ya sabes que más tarde tendremos que ir a esa boda, no nos queda otra, quedaría feo no ir- no era una elfa muy sociable, ni nunca iba mucho por el clan, le gustaba la soledad y estar solo con su compañero, pero sabía sus obligaciones -podemos dar un paseo por aquí antes-

El lobo te mira y menea la cola, contento. Al pasar tanto tiempo contigo, también se ha acostumbrado a tu comportamiento. Como a ti, le gusta la soledad y el silencio envuelto de tranquilidad. Avanza unos pasos hacia adelante y se gira, alegre y juguetón. Se nota que tiene ganas de pasear a esta hora y en tu compañía. Tantea el suelo con las patas delanteras, animándote a caminar. Jadea con entusiasmo y se gira para continuar hacia delante. Luego se detiene y vuelve a mirarte, como si te preguntara, "¿Por dónde vamos?"

Sonrió se agacho y le acaricio el pelaje del cuello, lo abrazo -Venga por donde más te guste, sabes que todos los caminos me resultan igual de agradables contigo- espero que él empezase a caminar.

Darkwind da una vuelta sobre sí mismo antes de echar a correr hacia su derecha, aunque puedes deducir que no se ha detenido a meditar por dónde ir. Trota rodeando los árboles y parándose cada dos por tres para comprobar si lo estás siguiendo.

Por allí se va hacia un claro bastante grande conocido por las ruinas que allí yacen de un antiguo templo élfico, ahora casi derruido y sin dos piedras apiladas. Sin embargo, los ancianos insisten en conservarlo tal y como está para no ofender a la naturaleza destruyendo un edificio que vuestros antepasados habían construido en su honor.

Además, más allá de ese claro se dice que está el campamento humano en cuestión. Últimamente los elfos del clan no se han acercado mucho por allí y los que lo han hecho ha sido simplemente para cumplir sus rutas de patrulla.

Lo siguió corriendo agilmente tras él, conocía bien aquel bosque y se guiaba sin problema, al igual que DarkWind los dos se habían criado allí desde pequeños. El templo.... no le llamaba mucho la atención, pero si DarkWind quería ir allí, no tenia objeción, era un sitio tan bueno como otro.

-¿Crees lo del campamento humano?? ¿¿o crees que es un cuanto como tantos otros??-

Darkwind parece más concentrado en divertirse que en escucharte, pero agita la cola con entusiasmo cuando le preguntas sobre el campamento. Eso querrá decir que, o bien le emociona la idea de encontrarlo, o bien le está quitando importancia al asunto. Eso siempre que te esté respondiendo y no haciendo movimientos aleatorios, claro.

Os movéis con facilidad por el bosque, esquivando todo obstáculo con gracilidad y rapidez. Tardáis una media hora en llegar a divisar el claro de lejos. Puedes ver algunos restos del templo élfico. Al parecer, no está tan derruido como se dice... conserva tres de sus paredes y está lleno de inscripciones antiguas, y también de algunos dibujos estropeados por el efecto del tiempo. Darkwind se detiene a observar antes de adentrarse en el claro. Se mueve con cuidado y olisquea algún que otro rincón. Se acerca al templo y ahora olfatea las paredes-

Se dirige al templo, pensando aún en el campamento humano, no le gustaban nada los humanos, nunca hacían nada bueno, excepto ese... que la curo, aquel extraño mago, movió la cabeza para despejarse de esos pensamientos.

Fue hacia los muros del templo y los acaricio como si sintiese nostalgia de otro tiempo en el que estaba mucho mejor. 

Darkwind se acerca a ti y hace guardia mientras tú observas el templo, como si su hora de jugar se hubiera acabado ya. Mira a vuestro alrededor con los sentidos alerta, pues sabe que ahora mismo estáis lejos de vuestra casa. De vez en cuando agacha la cabeza y olfatea el suelo.

En el bosque sigue reinando el silencio. Aunque no es el mismo que el de antes. Parece un silencio mucho más apagado... o tenso.

Se vuelve -¿Algo interesante DrakWind?- dijo al lobo agachándose a su lado y acariciándolo -Esto esta.... demasiado tranquilo ¿no crees?- se le puso la carne de gallina y no sabia porque, pero estaba alerta.

Darkwind mira alrededor y alza las orejas. Te mira durante un instante y vuelve a ponerse en guardia. El silencio os envuelve, pero no ocurre nada durante unos instantes. El lobo se acerca a ti y te mira a los ojos.

- Yarixa.- dice una voz. Al principio parece que provenga del lobo, pero al momento te das cuenta de que viene de detrás tuyo. Darkwind se pone tenso y mira hacia allí, pero luego se calma.

- Yarixa, ¿qué haces aquí?- dice la misma voz. Te encuentras con un elfo de tu clan llamado Alethein. Es un cazador, pero este no es su lugar. Quizá esté patrullando.

Lo miró -Solo dábamos un paseo ¿y tu que haces aquí? no es tu zona- lo miro ladeando la cabeza.

Alethein entrecierra los ojos y os observa a ambos.

- Pues daba un paseo.- mira a su alrededor y se encoge de hombros.- Este lugar es especial.- dice con un tono inexpresivo.- ¿Verdad?

Acarició los restos del templo -si, lo es- suspiro -es una pena que este en este estado- se extraño por aquella miara del elfo ¿que quería?

El elfo se aclara la garganta y da paso a un silencio largo e incómodo. En el clan no es conocido precisamente por su elocuencia, pero se dice que es un cazador extraordinario. Como tú, no suele aparecer demasiado en lugares llenos de gente. Como siempre, hay rumores. Dicen que tiene una amante mítica en el bosque, y que por eso actúa de forma extraña y siempre se adentra en solitario en el bosque. Otros dicen que se dedica a cazar algo más que fieras salvajes. Algunos aventuran incluso que podría ser un traidor y está vendiendo información a los humanos, o a los enanos, o vete tú a saber quién.

Rumores, rumores.

Darkwind se queda a tu lado, observando a Alethein. Éste le devuelve la mirada y hace un gesto sin sentido con la cabeza. Frunce el ceño y aprieta los labios mientras mantiene la mirada al lobo.

Estaba un poco cansada de esas miradas y esos gestos nada claros -¿que querías?- acarició a DarkWind

Alethein vuelve a mirarte con seriedad.

- Me preguntaba qué estabas haciendo aquí.- dice haciendo un ademán con la mano.- Ya sabes, en este lugar tan alejado. Pensaba que estarías con las demás chicas vistiendo a la novia y charlando con ella.- se encoge de hombros y se gira.- Pero supongo que no eres de ésas.

Y dicho esto se va hacia el bosque en dirección a la que iba Darkwind en un principio. El lobo lo mira y ladea un poco la cabeza.

Viendo como se aleja susurra a DarkWind -Si, es un elfo muy extraño la verdad ¿vistiendo ala novia? en serio ¿parezco de esas?- sonríe al lobo.

El lobo te mira con complicidad y vuelve a observar al elfo que se va. Tras perderlo de vista y dejar pasar unos instantes de incertidumbre, Darkwind da una vuelta a tu alrededor y espera, paciente, a que emprendas la marcha.