Partida Rol por web

- No estás solo y ese desgraciado algún día lo pagará. Te quiero. -  ese fue el susurro que la leona se atrevió a decir, para luego besar su mejilla al despedirse.

Estaba dándole vueltas a mi comida, aliviado en parte de no tener más la atención del prefecto sobre mi persona –mi corazón se calmaba- cuando en la mesa de docentes comenzó a ocurrir algo que me obligo a levantar los ojos hasta fijarlos allí, dejando de contar cuantas cucharadas había comido ya.

Lorens era el nombre del docente, los papeles formaron un par de aves de origami que llegaron hasta él, el resto de su accionar obligo a mirar atentamente y dejando la cuchara observe con cierto espanto el desenlace.

El golpe sordo fue suficiente para palidecer un poco y mirar a Agnes que susurraba, si, usaba las normas a su favor ¿Pero? … no se quedó ahí.

Un muchacho, Knight, no pudo mantener la boca cerrada e inevitablemente eleve una ceja a modo de sorpresa, cualquier Slytherin con dos dedos de frente habría mantenido sensato silencio, se habría tragado la indignación -si la sentía- para evitar algo peor, pero… no era un slytherin el que hablaba.

Las palabras de Lorens eran como una cuchillada y, aunque no eran para mí –yo no me metería en algo así, era cobarde sensato… o algo así- me espantaron, sabía bien como convertir su lengua en una afilada cuchilla y sus palabras en estocadas mortales, espantaba pero al mismo tiempo demostraba claramente lo que la astucia en el momento indicado podía hacer.

El último grito fue la estocada final ¿Quién podría sostener aquello? Era, desde luego espantoso, y baje los ojos para evitar mirar directamente a Agnes, que hablaba, sin duda ella también estaría sorprendida.

“mostrad tranquilidad, normalidad” decía, pero no era tan fácil, estaba, en el fondo, espantado por el golpe bajo y también por el hecho de que, en palabras de Agnes, el docente no había dado aún su estocada final.

Mire mi plato y lo aparte para tomar un poco de liquido, de repente se me había ido el apetito por completo, las normas estaban por una razón, el estrato social también, si uno no respetaba los moemntos de cada uno se encontraba en circunstancias como las de Troy y era espantoso.

Por el rabillo del ojo continue viendo que más podía ocurrir.

Tim suspiró cuando vio el enfrentamiento entré Troy y el profesor Setzer. Había escuchado en alguna ocasión las historias sobre Umbridge y, realmente, el recoger las notas de los alumnos para reírse de ellos había sido una actitud bastante fuera de lugar, una actitud que podría ser similar a alguna de las que había escuchado de esa odiada exprofesora.

Negó con la cabeza ante la actitud del Gryffindor, que se había dejado llevar por el impulso, y terminó su comida con calma.

Ese año comenzaba a ser preocupante y tendría que estar bien alimentado y preparado para lo que pudiera suceder.

Me recoloqué en mi asiento y devolví la atención a aquel plato que tenía frente a mis narices después de que Nathan ignorara por completo todo lo que le había dicho. No podía negar que me había sentado mal, él era una de las pocas personas en las que podía confiar plenamente, lo consideraba prácticamente como un hermano...pero desde lo que le pasó en el invernadero estaba raro, como si algo dentro de sí hubiera cambiado, como si ya no fuera la misma persona.

No tenía prisa. Comía despacio sin levantar apenas la mirada salvo para echar de vez en cuando un vistazo al resto de los alumnos. Tenía claro que no iba a conversar con Lavinia, James casi no sabía pronunciar dos palabras seguidas sin titubear y los hermanos Greengrass estaban siendo unos capullos empedernidos, así que me limité a no prestar atención a nada más allá de mis muros internos, mis pensamientos.

Entre vistazo y vistazo, vi papeles volando entre las mesas y no pude evitar en fijarme quien había sido destinataria de uno de ellos - ¿Maren? - Me quedé mirando su reacción fijamente, hasta que el profesor Lorens puso fin a todo aquello. Su rostro al leer aquellas notas no era muy esclarecedor y me preguntaba qué era aquello que le habrían dicho a Maren, pero fue otro león el que tomó el protagonismo de toda la escena de repente.

Mientras todo pasaba, indiferente volví a dirigirme a mi plato. Levanté los ojos ligeramente sin mover un ápice mi cabeza para prestar atención a Agnes, al fin y al cabo había sido su hermano el que había montado semejante espectáculo y mientras tanto ella solo se limitaba a narrar los hechos sin levantarse de su asiento, como tenía que haber hecho Troy. Solté una leve risa casi inapreciable y me llevé a la boca un trozo de aquella comida para seguir con el proceso ajeno a todo lo demás. Me alegraba de que Knight se hubiera montado todo ese embrollo porque lo único que hacía era poner en evidencia a su propia casa y resaltar aún más la nuestra al tener a su hermana entre nosotros sin romper las reglas en lo más mínimo, siendo un claro ejemplo de excelencia.

Siguiéndolo con la mirada observé cómo el león abandonaba el Salón con el rabo entre las piernas, sin gesto alguno en mi cara aunque por dentro estuviera rebozando alegría. Ya lo había dicho la barbie - "No mostréis altanería...sino normalidad" - Así que me limité a observar la escena sin participar en ella ni activa ni pasivamente, no era momento de romper las reglas - Sin albortos y con los de su mesa - Y menos ahora que el mismísimo jefe de Slytherin había sido el protagonista en todo esto.

La comida ya hacía mucho que pasó a un segundo plano. Troy se fue a la enfermería, y por el bien de nuestra casa debíamos tardar algo más en seguirlo, o posiblemente nos llevaríamos un castigo por desobediencia.

-Más tarde iremos a ver a Troy y su hermana, ¿vale? Chicos, no me gusta nada ese profesor Lorens -dije con sinceridad-. No creo que se traiga entre manos algo bueno. Y lo que te ha hecho, Maren, es como para enfadarse y mucho, lo sé. Debemos investigarlo. Seguirlo, saber qué ideas tiene. No me gusta, ni él ni lo que le rodea. ¿Qué pensáis?

Al escuchar las palabras de Marty, siento que un escalofrío recorre mi espalda, comprendo perfectamente su necesidad de apoyar a un amigo en problemas, pero soy perfectamente consciente de que lo último que quiere Troy es tenerme cerca.

Si gustas ir, prometo acompañarte, pero al primer signo de problemas salgo de la sala y te espero en el pasillo. - respondo mientras bebo un poco de agua.

En cuanto a seguir a Lorens, pues bien, siento que eso puede meternos en más líos que otra cosa, pero igual prometo ayudarte en lo que decidas. Aunque antes me gustaría hablar con la profesora Joyce sobre lo ocurrido en clase está mañana. 

Espero no te moleste esperar un día para iniciar la investigación, después de todo, creo que va a valer la pena la espera. - agrego ya un tanto más relajado.

Negando con la cabeza esta pequeña leona, le dedica una mirada a su amiga. - No puedo ir hacia la enfermería, debo hacer algo antes pero intentaré alcanzarte después Marty. -  responde un tanto molesta por las actitudes de aquel Profesor y como dejó mal parado a su mejor amigo. Aquello no debería suceder, no cuando en ninguna de esas situaciones ha tenido algo que ver Troy (salvo lo de las chinches). - Mejor porqué no se lo dice al alumno de su casa. -  murmuré apretando los dientes. 

Ya después Artemis estaba diciendo algunas cosas, pero yo seguía pendiente de lo que sucedía en el Comedor y como habían invadido mi privacidad. Por esa razón, parecía bastante ajena al entorno circundante. 

Sin presar la más mínima atención a las voces que se alzaban a su alrededor, Austin miró a los miembros de su mesa para después soltar un profundo suspiro más efímero suspiro producto de la más intensa frustración, sintiendo que si bien aquella era la casa a la que debía pertenecer, simplemente su forma de pensar y ver la realidad no encajaba - ​Nadie puede culpar a Kerry por pensar como lo hace, las emociones son siempre más fuerte cuando no hay pruebas fehacientes que los desmientan, pero por ahora creo que debemos ser cautelosos . ​Comentó con una tranquilidad aplastante para alguien de su edad.

Bebió un sorbo de zumo, y asintiendo a las palabras de Roberth, esbozó una media sonrisa que carecía de cualquier tipo de alegría - Agradezco tus palabras Roberth, y con lo que respecta a la Leona, no es más que una alumna, si será o no una pérdida de tiempo ayudarle a estudiar es algo que solo el tiempo podrá aclarar.

El incidente del comedor fue propicio para que dejara de pensar por un rato en lo sucedido con la prefecta, escuche atento la algarabía que se había formado y me quede observando a Maren y Troy, esos dos siempre daban de que hablar y los profesores no estaban demasiados contentos de como llevaban su estancia en Hogwarts.

Tras las palabras de Austin le agradecía con un gesto su opinión y luego volvía a comer, quería terminar aquel filete antes de que nos fuéramos a nuestra sala.

Troy se marchó y mientras las palabras se servían entre las mesas una puerta cercana a la mesa de los profesores dió un portazo mostrando como entraba la directora, con cara de pocos amigos.

Llegaba hasta su zona central en la mesa de profesores, y miró a Marty para que con un gesto de sus manos rápido se aproximara a la vez que descendía frente a la mesa de los profesores la Señora Frids.

De la puerta central llegaba con gesto elegante la madre de Kerry, y al pasar dedicó una mirada abierta y dulce a su hijo, que al chocar con la figura de Vissel se volvió fría oscura, y amenazante.

La directora bajó también a recibir a la invitada, aunque su gesto seguía serio y dijo mirando a los alumnos poco a poco, como si quisiera que su mirada llegara a todos, le miraran o no.- Como sabéis, hoy ha acontecido un enfrentamiento entre los muros de Hogwarts. Un enfrentamiento que ha visto implicados a alumnos y familiares. 

Pero no sólo se queda en lucha y embistes, pues la Señora Stone, profiere una acusación sería que implica a Vissel LeGrand y Agnes Knight.- Esto último lo dijo mirando a ambas alumnas, pero sobretodo a Agnes, que parecía ajena y sorprendida por todo esto.

Las acusaciones son tan serias que de ser ciertas, el ministerio tomará manos en el asunto y de ser falsas... - Los ojos de la directora se volvían plateados y tras negar con la cabeza y agachar la mirada, sus ojos volvían a ser los de antes y terminaba por decir como respondiéndose a sí misma.- ... Y de ser falsas también... En breve llegaremos a la conclusión, pero antes debemos esperar a la comitiva que ha decidido a última hora, juzgar este hecho...

La directora derrotada volvió a la mesa de los profesores y dijo sentándose cansada mientras llevaba una mano a su frente y meditaba lo que iba a pasar.

Los comentarios y las mesas comenzaron sin más a la vez que con una voz queda dijo la directora.- Por favor... Vissel LeGrand, Agnes Knight, Kerry Stones... venid con el resto frente a la mesa del profesorado... Estan a punto de llegar...

Luego se giró y miró al conserje y dijo.- Estan en los embarcaderos... ayúdales a que Hogwarts los reciba como es lugar...

El conserje se marchaba mientras ella seguía hundida... con una actitud que nunca había demostrado... 

La mirada de Agnes comenzó a temblar al escuchar su nombre... pero su cuerpo se volvió frío al escuchar la llegada del Ministerio...

Primero su varita, y luego aquello... Se levantó despacio mientras la directora le llamaba la atención y dijo mirando al fondo y luego a Setzer.- No he hecho nada... lo juro...

Pero su voz rota apenas llegó a los de su mesa...

Vissel entornó la mirada al enfrentarse con la mirada de Gwen Stone, y escuchaba atenta y serena. Pero al escuchar la implicación de la Señora Stone sobre ella y Agnes, entrecerró la mirada y miró rápida a Agnes que pálida se elevaba y comenzaba a andar y luego miró a Gwen Stone para alzarse diciendo.- ¿Pero qué...?

Miró a la directora que parecía derrotada, y fue hasta donde fue llamada, y al llegar junto a la fabricante de varitas le dijo.- ¿Piensa destrozarnos por completo... ?

Gwen asentía triunfal a cada palabra de la directora... Parecía agradecida a cada cosa que decía. Como si fuese lo mínimo que esperase de aquel momento.

Entonces llegó LeGrand a su lado y lanzó su pregunta directa, con dureza. Y con más dureza y fiereza en sus labios y en su rostro, la dulce madre de Kerry le dijo.- ¡¡¡Hasta ver como vuestra piel se desgasta por el suelo!!!.- Y tras aquello escupío sobre los zapatos de Vissel.

Renê alzó una ceja cuando nombraron a las acusadas... Y pasó su mirada rápida por las mesas de Ravenclaw y Slytherin, pero cuando vió destrozada a Agnes y aquella decisión de Vissel, tuvo el impulso de levantarse... de correr de preguntar... de gritar...

Pero por suerte sintió un fuerte apretón en la mano.

Desde enfrente de ella, y casi tendido en la mesa para llegar hasta ella, Marc apretó con fuerza la mano y muñeca de Renê para evitar que se fuese. Para evitar aquello que estaba apunto de hacer.

No le importaba que no se hablase con él... Era un Hufflepuff y era así.- No hagas el tonto, Renê... Estamos contigo... cálmate y siéntate.

No fueron sus palabras, pero de una manera u otra... Renê volvió a sentarse y a mirar perdida la mesa mientras buscaba en su cabeza un porqué...

Aaron entrecerró la mirada y se preguntó a si mismo, mientras veía las reacciones de los demás. - ¿LeGrand... ?. - La mirada del prefecto fue hasta la directora y luego al Jefe de su Casa, el señor Bettens.

En aquel juego, acababa de perder de vista todas las cartas... se había caído el mazo, y las cartas estaban mezcladas, no sabía por donde empezar. El experto jugador estaba perdido y dijo a sus compañeros de mesa.- ¿En serio el Ministerio el Hogwarts por una pelea...? Esto no me cuadra...

Me levanté de mi mesa un poco temerosa de lo que estaba ocurriendo. El gesto de la directora para que me acercase me descolocó un poco, y miré a mis compañeros sin decir una palabra, esperando que entendiesen mi mirada de "si me matan, vengadme".

Me clavaba las uñas en mi puño apretado avanzando hacia la mesa de los profesores. La directora aún tenía su gesto severo a pesar de las circunstancias.

-¿Me ha llamado? -le pregunto. Si interpreté mal el gesto, sería un gran momento de "tierra, trágame"

Ajena al todo el rollo que se gestaba en su entorno, la leona solo tenía en mente salir de allí en vez de participar en algo que nada tenía que ver. Aunque le preocupaba en demasía el hecho de que si aparecía alguien de Ministerio, sea su propio Padre quien se persone en el Colegio, momento en el cual todos los aires Gryffindor que tenía Maren desaparecerían en cuestión de segundos. 

Por esa razón, pasando por alto las palabras de todo el mundo, saco su snitch para sostenerla entre sus manos y centrarse en ella. Restándole importancia a todo en general, no estaba involucrada en ello y no pensaba hacerlo, más aún luego de que un Profesor haya tratado como perro a su mejor amigo. El ánimo no estaba en sus mejores momentos, habían invadido su privacidad y encima lo de Troy. 

Cuando Marty se pone de pie, le dedico una mirada significativa.

Tranquila, estarás bien, no permitiré que nada malo te pase. - pienso mientras veo a Marty marchar hacia la mesa de los profesores.

Luego me giro hacia Aaron y le comento lo sucedido de la manera más objetiva posible.

En la tarde, mientras los Slytherin trabajaban en el invernadero, una explosión rompió con la tranquilidad habitual de la tatde y LeGrand llegó hasta dónde Agnes supervisaba el trabajo de los chicos.

Ella estaba herida y pidiendo ayuda, segundos después, llegó la señora Lorne, bastante furiosa y varita en mano. Acusó a LeGrand de ser partidaria de los mortífagos, hubo un intercambio de conjuros y todo terminó cuando llegó la directora a ponerle punto final al asunto.