Partida Rol por web

Cuando inicia el caos intercambio un par de palabras con Maren y echo a correr hacia Marty, la tomo de la muñeca.

Vámonos no hay tiempo, luego te explico. - le digo a Marty antes de echar a correr de nuevo, salgo corriendo del comedor con rumbo desconocido, mientras le dedico una mirada a Lavinia para que nos siga. 

En medio de aquel jaleo, ve como Artemis, se acerca escabulléndose hacía Marty, y le dedica una mirada para que le siga. Sin poder reprimirse dice en voz alta, aunque con todo el alboroto que había casí ni importaba.- ¿Pero que vas a hacer Flamel...?

Miraba su mesa... buscando a alguien para salir corriendo, y allí estaban Nathan y Samuel, hijos de la rubia que acababa de salir con aquel símbolo mortífago... James, que esperaba a un lado, mientras su hermana corría hacía el, Violet no estaba... y Ladien... no era la mejor elección para Lavinia, y menos sabiendo que su padre lideraba aquel motín...

Como siempre, Lavinia... Te toca ir sola...- Dijo para sí misma la chica, mientras empezaba a andar con disimulo hacía la puerta, sin correr, sin llamar la atención...

"¡¿Pero que mierda?!" alterado y realmente sorprendido mire de un lado a otro sin entender, como de repente, todo había quedado en un caos completo, sin embargo no era tiempo de ponernos en ese plan de "vamo' a saber que pasa y porque" en especial porque sería una idiotez absoluta, saliendo fuera de los asientos de mi mesa y sin dirigir muchas miradas alrededor más que al prefecto y a su hermano que debían estar saliendo orgullosos de lo que su madre hacía, hasta McQuoid... no sabía que pensar, lo miré solo un segundo en todo caso, mi atención iba más allá... fije mis ojos en mi hermana que corría hacía, mí, pálido como un muerto -un muerto, muerto... no un inferi... aun no había llegado a tal extremo de miedo, aunque mi sorpresa y susto estaban ahí - me moví a prisa para llegar también hasta ella.

-¡Lindsey! -llame mientras evitaba tropezar con un par de alumnos que se fundían en el caos, quería preguntarle que pasaba, pero una vez más no era momento para eso - Lindsey -dije, antes de llegar con ella y agarrarme de su mano, temblaba, había visto de lado que Vissel arrastraba a Agnes y a alguien más fuera... en fin, que teníamos que irnos -Vamonos, vamonos -dije agitado, sin apenas prestar atención al chico que llegaba con nosotros, ahora que estaba con ella solo podía pensar en salir de allí... aunque no estaba muy seguro de a donde podíamos huir, me sentía como un ratón en una ratonera, como un hamster en un laberinto como... como...

"Demonios" pensó el joven Downsend mientras el alboroto comenzaba a extenderse.

No entendía muy bien lo que acababa de ocurrir pero, por desgracia, intuía problemas.

-Debemos salir.-dijo a Anne mientras trataba de encontrar a Renê con la mirada para poder seguirla. Fuera lo que fuera lo que estaba ocurriendo era su compañera de casa y la ayudaría en lo que pudiera.

El alboroto era muy grande y, a penas, podía ver nada más allá. Pero decidió seguir el camino que habían emprendido esperando encontrarlas antes de que fuera tarde.

Tras un fuerte tirón del brazo... Artemis tiraba arrastrando a Marty, que por ahora parecía no reaccionar llevándola hasta la puerta del comedor...

Mientras tanto en medio de aquel revuelo, Maren dedicaba una mirada a Ladien y a Austin que estos lograban captar a pesar del jaleo...

Tim buscaba una salida, un rumbo hacía Renê, pero la gente se agolpaba en la salida, y por encima de él... perdía el rumbo, sabía bien si estaba en una buena dirección debía de decidir una por sí mismo y esperar que la suerte jugara a su favor.

Lindsey llegaba hasta su hermano que parecía nervioso. Agarraba su mano mientras el temblaba... se le notaba nervioso, demasiado.- Tranquilo, ya estamos juntos...

Miró hacía atrás esperando la llegada de Aaron que iba sin dilación apartando gente y sillas... Al llegar. Este sonreía a Lindsey y se rascaba la cabeza como sin saber que decir. Lindsey negaba con la cabeza y dijo.- James... este es Aaron, el cortado de tu cuñado... hechas las presentaciones... ¿hacía donde vamos...?

¿Tienes alguna idea hermanito...?

Las imágenes de la marca tenebrosa, y el "golpe de estado" del señor MacQuoid, me dejaron en estado de shock. La gente gritaba, corría, se agrupaba, o empujaba. La voz de Tim consiguió sacarla de su ensimismamiento. El joven parecía buscar a alguien con la mirada. Para evitar separarse de él, se apresuró a agarrarle de la muñeca. 

-Tim, tenemos que encontrar a alguien. Renê, Lindsey, Marc. Y escondernos en algún lado -dije, aunque más para mí misma que para él. Se puso de puntillas, tratando de ver a alguno de los alumnos más mayores de su casa.

Todo pasa demasiado rápido, ¿estan tomando el colegio? Pero si el Sr. MacQuoid trabajaba en el Ministerio, y mi hermana y...

Mi hermano se encarga de sacarme de mis cavilaciones, debo avisar a mis padres pero ¿cómo? No tengo forma de salir en persona de Hogwarts, aunque pudiese aparecerme no puedo dentro del colegio y hacer un viaje así en escoba está descartado. Seguramente las chimeneas esten cerradas así que la opción optima sería una lechuza. Pero tardaría un par de días en tener noticia de mis padres y del ministerio. Debía intentar usar las chimeneas antes, si solo las chimeneas Flu por donde hemos venido estuviesen activas...

¿Por qué me lo pedía a mí? Seguro que había muchisimos magos más competentes en el Comedor como para que tuviese que recurrir a mí. Ni siquiera sabía utilizar la varita en condiciones... Pero mi mesa se alza a mi alrededor y veo que debo hacer algo, al menos intentarlo.

Me levanto todo lo decidido que puedo y me giro hacía Austin y Kerry intentando ocultar el miedo en mi voz.

-Ya habeis oido a mi hermano, debo avisar al exterior. Espero que las chimeneas Flu sigan activas.- les explico antes de irme, esperaba que alguno me siguiese pero no podía quedarme en la mesa y arriesgarme a que mi intento de valentía desapareciese.

Cuando se mostraron los pensamientos de la señora Frids, algo horrible comenzó ha suceder en el Gran Salón, el padre de Ladien mostró su verdadero rostro, mi madre tenía razón se estaban confabulando para que regresaran los mortifagos.

Al parecer Adrien era su objetivo, era una pieza importante para la vuelta del señor tenebroso.

En un primer momento mire hacía mi mesa, pero enseguida fui junto a mi madre, ella era poderosa y me sentí algo más protegido a su lado. 

Mama, tenías razón ¿Qué podemos hacer?  

-Pero... ¿Qué demonios...? -acerté a decir cuando Artemis se abalanzó sobre mi, arrastrándome fuera. No me dió tiempo ni a hablar con nadie, ni a planear nada. 

Con la sorpresa me dejé llevar, buscando con la vista a los demás de mi casa, o a mi prima, pero con el batiburrillo de gente y el caos general no encontré a nadie.

-¿A dónde me llevas? -le pregunté a Artemis.

Luego ye explico, lo prometo. Por ahora vamos y si ves a Lavi en el camino, pues la llevamos con nosotros. - digo echando a correr, arrastrando a Marty hacia el pasillo.

No podía darme el lujo de hablar libremente tan cerca del enemigo y aunque quería atacar al padre de Ladien eso hubiera significado una perdida de tiempo valioso.

Una mano se apoyó tranquila en el hombro de Anne y dijo, desde atrás.- Estoy aquí Anne... y opino lo mismo que tú... 

El prefecto miró hacía el fondo derecho donde descansaba el sector verde y dijo señalando.- Parece que Lindsey está con su hermano, y Aaron va a ayudarlos. Y Renê la sacó del salón Vissel junto a Agnes... seguro que entre ellas se las arreglan.... ¿pero si queréis buscarlas...? Iré con vosotros, pero vamos... no podemos dejarles más margen de error a estos cafres... - Dijo mirando al Señor MacQuoid.

Con orgullo por sentir la confianza de su hijo cerca, sonrío y dijo firme mientras miraba un hueco por el que correr en voz baja al oído de su hijo.- _{Coge tu varita y buscar mantenernos hasta que el ministerio llegué o avisarles... pero una guerra con dos soldados esta destinada al fracaso...}

_{Lo más lógico es movernos y desaparecer...}

- Vayamos en-entonces.-dijo Tim decidido.

Debían retirarse para pensar en lo que tendrían que hacer. En ese momento todas las actuaciones que se le ocurrían producirían más caos que ayuda.

Esperó a Anne para poder atravesar el tumulto en grupo y no perderse entre la gente e intentó salir por donde le indicaba Marc.

Mi madre con su mirada me indicó cual era la opción más sensata para salir de aquella situación, así que decidí hacerla caso.

Bien cogeré la varita, podríamos avisar a papa. 

Me dirigí hacia hueco que me indicó. El corazón me palpitaba muy deprisa y con la mirada intentaba ver que mis compañeros estaban bien, sabía que la situación era demasiado peligrosa para todos.