Partida Rol por web

Parpadeo seguidamente todavía ensimismada observando el rostro de Artemis. Pero de repente siento un mareo que me sacude y todas las voces de mi alrededor se alzan claras. ¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy tendida sobre el león?. - frunzo el ceño cuando él acaricia mi cabello. YUHUUUUU YUHUUUUU, escucho la voz de mi prima Marty feliz y no entiendo. ¿Que si quiero ir a lavarme al lago? - pienso en la pregunta que formula Troy. ¿Tortolitos? - miro a Marcus contrariada. Entonces me incorporo poco a poco tratando de no pisar a Artemis.

-¿De qué vais?. - pregunto visiblemente enfadada. Me giro un segundo y observo al león todavía tirado sobre el césped. No... No... - los recuerdos vuelven a mi. Me giro hacia Troy. -¿Qué has hecho?. Tú... - mi cara se va poniendo roja de la rabia mientras acerco mis pasos hacia él. ¡He sentido amor por Artemis y he deseado besarle en los labios! ¿Por Merlín que hubiese pasado si le doy ese beso a un niño al que no quiero de verdad?.

Saco la varita de mi bolsillo y apunto la cara de Troy con ella. -Será mejor que digas algo antes de que lo único que puedas escupir por la boca sean babosas gigantes. - sentencio mirándolo con ira.

Las risas distendidas entre Marcus, Marty y Troy disminuyeron paulatinamente al ver la reacción de Lavinia. En un principio parecía perdida, como desorientada, y el Gryffindor supo al instante que el efecto de lo que le había dado a tomar a la Slytherin había desaparecido.

Y cómo no, al primero que señaló fue a él. ¡Y con razón! Lavinia no era tonta. Troy dirigió una mirada a Marcus, aguantándose la risa, mientras se levantaba, sacudiéndose los pantalones de haber estado en la hierba. Al ver que Lavinia sacaba su varita, él levantó los brazos mostrando las palmas de su mano, en señal de paz.

- Hey, hey... no seas así...- comenzó aún con cara de divertido.- Si me das la opción te diré una cosa, sí. - hizo una leve pausa antes de decir muy deprisa:- ¡Estás-muy-guapa-cuando-te-enamoras!

Y dicho aquello salió corriendo a toda pastilla, a sabiendas de que era muy probable que Lavinia le empezara a perseguir, lanzándole hechizos. Y mientras corría continuaba riendo.*

Al notar la reacción de Lavinia siento que la ira me invade, me pongo de pie con cierta dificultad.

Troy eres mestizo ¿cierto? - pregunto con el tono más frío posible.

Ya estaba cansado de sus bromas y de mostrar mi lado amable.

Lavinia ¿Sabes que si usas magia contra él te castigaran? Creo que esto es mejor arreglarlo al estilo muggle. Siempre que Troy tenga las agallas para hacerlo. - digo mirándolo con frialdad.

Ya estaba harto de ser amable y si tocaba pelear que así fuera, pero no le iba a dar el gusto a Troy de usar mi varita, para exponerme a un castigo mayor.

El muy idiota me había usado para otra de sus bromas y eso ya fue el colmo.

Quería herirlo, pero no de forma física, aunque algo me detenía, quizá el último atisbo de cordura que aún quedaba en mi.

Por dentro hervía de furia, pero por fuera mi expresión era glacial, sólo quería ver que me respondía antes de golpearlo en el rostro.

Se paró al mismísimo instante en que Artemis abrió la boca. ¿Qué acababa de llamarle? Se giró y miró al Gryffindor que le estaba dirigiendo una mirada borde y heladora. ¡Acababa de retarle a pegarse! ¡¿En serio?!

Aquella actitud de héroe insoportable y borde le había terminado de enfadar y eso que Troy era una persona bastante paciente y que no tendía a meterse en peleas.

- ¿Qué acababas de decir cara Pixie?

Le dijo al tiempo que se remangaba las mangas de la camisa. Lo que le faltaba ya. Una broma que nada tenía que ver con él y ya venía dándoselas de chulo. ¡Muy valiente - o muy descerebrado- era para meterse con alguien más corpulento que él!

- ¡Verás las agallas que tengo! 

Y en cuanto llegó a él le dirigió un puñetazo que impactó en toda la cara de Artemis. Con mucha fuerza, esperando a ver si le ponía en su sitio y dejaba de entrometerse en su camino.

Troy era más alto y fuerte, pero estaba acostumbrado a ello, con lo que no contaba era que fuera mucho más rápido.

El intercambio fue de golpes fue muy rápido, tanto él como yo esquivamos uno que otro golpe, pero al final su fuerza se impuso y me fui al suelo.

El labio partido, el sabor de la sangre y en derrota, vaya tarde la mía, ni modo.

Muy bien, tu ganas, esta. Pero al menos te agríe la tarde. - le increpo desde el suelo con la mirada aún fija en él.

Ahora a menos que quieras continuar, será mejor que me dejes tranquilo, de lo contrario me paro y vamos por el segundo asalto Troy. 

Podría estar vencido, pero no intimidado, sé que encaje uno o dos golpes que de seguro también algo de daño deben haber hecho.

Lavina, perdóname, te juro que no lo sabía, aunque entenderé si no quieres volver a hablarme. - digo desde el suelo limpiándome la sangre del labio.

Y como era de esperar, Artemis terminó en el suelo tras uno de sus golpes. Debía admitir que al menos lo había intentado y que dos de sus golpes le provocarían moratones posteriormente. Troy solía descargar adrenalina con las bromas, no era un matón ni tampoco un violento, pero Artemis había sobrepasado una línea que hacía tiempo que nadie pasaba.

No se arrepintió de pegarle ni de verle con el labio partido. Era un renacuajo que debía aprender a no meterse donde no le llamaban. Chasqueó la lengua y lo miró con chulería desde arriba.

- Ya te he dejado una marca para que recuerdes. No tengo pensado que me expulsen por romperte todos los huesos.- Menudo compañero le había tocado ese año.- ¿Aguarme la tarde? Verte en tu lugar me ha hecho incluso más feliz, Flamel.- miró entonces a Lavinia. Estaría enfadada con él pero desde luego en frío ella se daría cuenta de que había sido una simple broma y serían tan amigos como siempre.- Deberías buscarte otro caballero andante. Este no da la talla que te mereces.

Tim dejó lo que estaba haciendo al ver que Troy y Artemis comenzaban a pelear. No usaban las varitas así que simplemente lo consideró como cosas de niños y, al parecer, simplemente estaban tratando de marcar territorio.

Sonrió ante el recuerdo de un viejo documental que hablaba de como dos gorilas competían por quedarse el territorio del otro. Aunque no era tan gracioso cuando tus compañeros eran los que se golpeaban hasta terminar heridos. Suspiró esperando no tener que remendar a alguno de ellos y siguió comprobando su calabaza. Las plantas también luchaban por quedarse con su territorio, pero era más ordenado y lento... Sobretodo era lento.

Al llegar al lugar donde estaban los otros compañeros, vi una especie de trifulca....quise saber quienes eran los que se peleaba. Ya la ha liado otra vez el Slytherin (pensando en Ladien), pero la sorpresa fue ver como Troy le daba un buen puñetazo a Artemis. No quise intervenir pero al ver al Gryfindor en el suelo le dije a Troy ¿Pero que ha pasado? ¿No crees que te has pasado?

La aparición de Kerry y su posterior intervención provocaron un aspaviento por parte de Troy que le miró, aún serio y algo jadeante.

- ¿Es él quién insulta y quien reta y me dices a mí que si me he pasado?- Qué gracioso le resultaba. En vez de pensar en que Troy nunca antes había tenido una pelea con nadie y que no era una persona violenta, ya había juzgado que él era el malo porque Artemis había acabado en el suelo sangrando. Se preguntó entonces si la opinión de Kerry habría cambiado de ser él quien hubiera acabado de aquella guisa.- Ni siquiera iba con él el asunto. Es entre Lavinia y yo y desde luego es algo de lo que nos habríamos reído en el futuro. Mira Marty, ¿crees que si le hubiera hecho algo ofensivo a Lavinia su prima se habría reído?

Al ver el malentendido, me pongo de pie. 

Tranquilo Kerry, en verdad fue mi culpa, además no paso nada, grave. Sólo una diferencia de opiniones entre lo que es gracioso y lo que no lo es. - respondo con tranquilidad.

Además yo empecé. Quizá me lo tenga merecido por no entender su broma. - agrego antes de sonreír restándole importancia al asunto.

Después de todo, no hay nada más cómico que darle de beber a alguien un filtro de amor con engaños. - pienso con indignación.

¡¡Pero qué demonios..!!

¡Se habían peleado! No.. no.. no

Me quedé petrificada viéndolos, e intenté separarlos, pero los dos gallos son demasiado para mí. Y ahora Troy me involucra en su explicación, y eso sí que no.

-Lavinia, ¿cómo estás? -dije, abrazando a mi prima, y me dirigí a los dos pseudomachotes-. A ver, yo me alegré porque creí que era lo que Lavi quería, ¡no sabía que estaban hechizados! Troy, Troy.. ¡Eres incorregible! -le dí una suave colleja a la vez que le sonreía-. Artemis, me alegra que ésto pueda quedar en una anécdota.. ¡Me habéis asustado, los dos! -respiraba ya más tranquila.

Tranquilos, esto es sólo una anecdota más y si algún profesor pregunta, pues me resbale corriendo cerca del lago. 

¿Estaís todos de acuerdo? - pregunto sonriendole a Marty, Lavinia y Kerry.

Me sorprendieron tanto las palabras de Troy, como las de Artemis. Vale chicos como digáis, solamente quería saber porque había pasado esto, veo que aun estamos un poquito tensos.

Estaba de acuerdo con ellos, no dejaría de ser una anécdota, ya que si fuera a mayores los profesores podrían castigarlos e incluso llevar las cosas a algo peor.

-¿Que estoy muy guapa cuando me enamoro? - enarco una ceja apretando tanto los labios que se me ponen blancos. -A ti que te pasa Troy ¿crees que es bonito gastar bromas riéndote a costa de los demás?. - me acerco hasta él y pongo la varita sobre su nariz. Lo hago y los ojos de Troy se ponen bizcos al comprobar como se acerca el peligro. Entonces Artemis me hace recapacitar. Ya la has liado bastante esta noche Lavinia, otra más y te expulsan, tranquilízate. Sigo con la cara roja de rabia y con ganas de conjurar un tragababosas contra el imbecil de Troy, pero trato de calmarme haciendo caso a mi buen amigo Artemis. -Que sea la última vez que sufro una de tus bromas, porque a la próxima no te morirás de risa, sino de dolor. - escupo aquel veneno mirando fijamente sus ojos. Te odio, me las pagarás.

¡Casi beso los labios de Artemis! ¡Mi primer beso algo tan especial como el primer beso y Troy lo considera una broma! Que bonito darle a probar filtro de amor a otra persona que no eres tú.

En pocos segundos aquello se va de manos, literalmente, miro con los ojos enormes a Artemis cuando reta a un combate a Troy. -No lo hagas, no necesitas demostrar tu valor Artemis. - pero el león me ignora, se ha empeñado en defender mi honor. Esto va a acabar mal, muy mal. Troy es más corpulento. Tendría que ser yo la que me pelee con él. Me acerco en ese instante a Marty y la abrazo con pesar. -Estoy bien pero me preocupa lo que pase ahora mismo.

Y como yo me temía la pelea no tardó en explotar. El brazo de Troy se movió con fuerza y un puñetazo impactó rápidamente en toda la cara a Artemis. -¡AY! - grité sobresaltada tapándome la boca con las manos. -¡QUE LO MATA!. El pequeño león empezó a sangrar y yo de los nervios viendo aquella escena tan agresiva. -¡Le ha partido el labio! - me acerqué corriendo hasta donde estaba Artemis tirado en el suelo sangrando. -Por favor, ya basta. - le tendí la mano y lo ayudé a levantarse. -No tengo nada que perdonarte, yo tampoco sabía. Si te hubiera besado Artemis te habría robado un beso sin sentir verdadero amor por ti, tampoco lo merecías.

-¿Estás orgulloso Troy? - me giré enfadada observando con los brazos en jarra al león alfa. -No tengo que buscarme ningún caballero de brillante armadura, lo que si estoy segura es que ninguna chica se va a fijar nunca en un descerebrado matón como tú. - ojalá mi prima Marty vea como yo que esto no ha sido correcto por parte de ninguno, pero ha empezado con la broma pesada que ha gastado el idiota de Troy.

- Gracias. Cuando es por algo que merece la pena, aprendo rápido - respondí con el mismo cariño que ella había dado a sus palabras - Pero no quiero reventar a tu equipo cuando nos enfrentemos - bromeé ahora para picarla un poco. Era algo que me sobrellevaba y es que me encantaba ver las reacciones de la leona.

Al fundirse nuestros labios en otro intenso beso, fue como si todo a nuestro alrededor se ralentizara y pudiera escuchar una canción acorde con el momento romántico que estábamos teniendo. Seguí sujetando la escoba con una mano, llevando un vuelo tranquilo y relajado, mientras que con la otra apretaba a Maren fuertemente contra mí para que no volviera a pasar por lo mismo que ahora.

- Esto es increíble - Sobrevolábamos el lago, con esas vistas, al control de la escoba de la leona y con ella entre mis brazos. No podía estar mejor en ese momento, sin embargo, algo en tierra llamó mi atención. Había un grupo allí abajo y lo que parecían ser dos chicos colocados uno frente al otro - Hey, mira - le dije a Maren apuntando con el dedo hacia el lugar - ¿Esos son Troy y Artemis? - pregunté girando la escoba para quedar en una mejor posición donde verlo todo.

Pronto mis ojos se abrieron por completo cuando vi cómo uno de los dos caía al suelo - ¿Ese es Artemis? - no estaba entendiendo nada de lo que sucedía. Tenía mucha curiosidad por saber lo que estaba pasando abajo - ¿Qué ostras está pasando? - Empecé a descender con la escoba sujetando a Maren entre mis brazos para que no se desestabilizara - Vamos a ver que está ocurriendo.

Bajamos lentamente. Parece que después de la escenita, conseguí cogerle el control a la saeta y tras un aterrizaje bastante aceptable, ayudé a Maren a bajar de la escoba y puse los pies en tierra por fin - Soy buenísimo - Hasta a mí mismo me había sorprendido el control que había conseguido en tan solo un día, pero no le di más importancia y tras agarrar a Maren de la mano inconscientemente, empecé a caminar hacia el grupo que habíamos avistado desde las nubes.

Al llegar a ellos, pude ver a Artemis en el suelo con el labio sangrante - jajaja Por fin alguien te da un escarmiento - pensé entre risas ante semejante imagen - Parece que alguien se ha hartado ya de tu condescendencia, ¿eh Flamel? - pregunté irónico - ¿Pero quién? - Está claro que ha conseguido irritar a mucha gente y no es que tenga demasiados amigos precisamente, ¿pero quién le haría eso? - Se merece un premio - Al fin no soy yo el que acaba metido en la mierda. Miré a Troy algo extrañado - ¿Has sido tú Knight? - Había tenido una discusión algo fuerte con él antes de salir de la clase de transformaciones y sabía que no debía de estar de muy buen humor después de todo lo ocurrido, pero me extrañaba eso viniendo del Gryffindor.

Me acerqué hasta el león, cogiéndolo de los hombros por la espalda - Tiene que haber sido él, estaban el uno frente al otro - Al menos era lo que pude ver desde el aire - Muy bien Knight - le dije dándole unas palmaditas en la espalda - Has hecho lo que seguro que muchos desearían haber hecho desde hace bastante - comenté riéndome a carcajadas por ver así a Artemis. Fue entonces cuando Lavinia perdida por la rabia, empezó a gritarle al león que tenía al lado - ¿Qué le pasa a la loca esta? - Quizá es ese el que tenga que dejar de meter las narices tooodo el rato donde no le llaman. Suerte ha tenido de no haber recibido una como esa mucho antes - salí a la defensa de Troy. Me hacía mucha gracia lo que había hecho y ver a Artemis así era lo mejor de todo - No te arrepientas Troy. Esto puede ser un gran comienzo - pensé mirando al león mientras apretaba sus hombros con más fuerza en señal de apoyo.

¡Venga! ¡Más gente opinando sin enterarse de lo que había pasado! La verdad es que Troy estaba agradeciendo que Marcus le acompañara y supiera todo porque ahora parecía que iba a ser el malo solo porque Artemis había decidido hacerse el gallito. ¡Y decía que diría que se había caído! ¡JA! A Troy no le importaba en esos momentos que todo el colegio supiera que le había partido la cara a ese Sir Cadogan enano.

Y entonces recibió la colleja de Marty y... ¿su posterior sonrisa? ¡¿A qué venía eso?!  ¿De verdad pensaba que se iba a arreglar tan tranquilo con el idiota de Artemis? ¡Ni anécdota ni escregutos de cola explosiva! Cada vez estaba más ofendido, apretando con fuerza el puño hasta que los nudillos quedaron blancos.

Y entonces llegó el turno de Lavinia. Ay, Lavinia... la única que tenía derecho a enfadarse de todo aquello. Aunque Troy seguía viendo una simple broma. ¿Por qué todo el mundo le daba tanta importancia al amor? La encaró, pero no movió ni un músculo. Escuchó su comentario con el ceño fruncido pero sin decir nada más, hasta que le soltó lo de que ninguna chica se fijaría nunca en un matón como él. Y no un matón cualquiera, ¡sino uno descerebrado!

- Me importa poco y menos.- le contestó.- Y no soy ningún matón pero quizás a partir de ahora debería empezar a serlo.

Violet no le había respetado en su momento, Artemis le había subestimado y ahora Lavinia se atrevía a hacer comentarios dolientes hacia el chico que un año atrás les había salvado a todos el culo de piedra que se les había quedado. ¿Pero quién se acordaba ahora de eso? ¿Y dónde había estado Artemis mientras tanto? ¿Eh? ¡¿eh?! ¡¿EH?!

Y justo en ese momento unas manos se posaron en sus hombros por la espalda, tensándolo momentáneamente; pensando que ahora llegaba alguien a pegarle también. Pero no fue así. Le llegó la voz de Ladien y sus palabras, curiosamente, le alegraron y calmaron. Agradeció la participación del Slytherin en aquellos momentos en que nadie parecía apoyarle. Miró a Ladien, relajando bastante la expresión y el puño de su mano. Le entraron ganas de abrazarle, pero se contuvo. Aún no eran amigos, pero aquel había sido un gran paso.

- Me alegra ver que no soy el único al que Flamel no engaña.- comentó, agradecido. 

Escucho el comentario de Troy y no puedo evitar encenderme un poco, pero reuniendo toda mi fuerza de voluntad encaro a Troy y sin elevar la voz le respondo.

Curioso que seas tu quién hable de engañar, según recuerdo fue tu pequeña broma la que empezó esto. ¿Acaso te parece gracioso engañar a una chica para darle a beber un filtro de amor?

Pues a mi no, la verdad me parece algo reprobable por decir lo menos.

En fin, nunca entenderé tu sofisticado sentido del humor. Lo siento, pero jugar con los sentimientos de otros, no es gracioso.

Quería dejarlo allí por la paz, pero ahora tú me acusas de engañar a los demás. Pues bien cuenta la historico completa y que sean ellos los que juzguen. 

Sí yo inicié la pelea y sí perdi, pero lo hice por una buena razón, tu tonta broma me causó mucha indignación. Con los sentimientos no se juega.

En verdad estaba a punto de explotar de nuevo, pero haría hasta lo imposible para controlarme.

Había encarado a Troy diciéndole todo lo que pensaba pero todavía tenía un resquemor por lo que había hecho y quería solucionar aquello dándole su parte. Porque si, la rabia me podía y quería ver a Troy morder el polvo. Había estado a punto de darle una bofetada pero tonta de mi no lo hice cuando tuve la oportunidad.

-Sé lo que quieras, me da igual lo que hagas Troy. - mi voz sonaba fría. -Espero que te veas obligado a tener que darle a la chica que te guste un filtro de amor porque no haya otra forma de que se fije en ti. - se la clavo directa y bien directa para joderle. Se ha reído de mi y ha jugado con mis sentimientos y los de Artemis.

Os odio a todos. - pensé también mirando a Marcus quien se había burlado de nosotros, siendo cómplice de Troy.

Ahora todos nuestros compañeros nos rodeaban en corro, incluso Ladien y Maren que habían estado perdidos sobrevolando el cielo muy cerca del lago. Que desfachatez cuando el Slytherin se deslizó como una serpiente traicionera acercándose a Troy para felicitarle por el combate contra Artemis. Hundió las manos en los hombros del león y como un entrenador espabilado que anima a su boxeador, le dedicó unas palabras de aliento que por poco me hacen echar humo por las orejas.

Que pronto te olvidas de los pactos Ladien. - pensé frunciendo el ceño más irritada. No, ya sabía que no podía confiar en él, no era mi amigo y lo único que quería era utilizarme para darle su merecido a Adrien. El Slytherin estaba celoso del Ravenclaw. Hasta un ciego se daría cuenta.

-¿Por qué no te vas a meter mierda a otro lado? - me encaro a Ladien directa sin titubeos. Ya estaba tardando. Maren estaba delante pero aquello no me parecía bien y se lo iba a decir a la cara fuera su novio o no, aunque hubiese sido Artemis el que retó a Troy a que se pelearan. La bromita casi nos cuesta a los dos un beso, y no, eso para mi no era una broma. -¡Trágate tu veneno y explota McQuoid! - alzo la voz. -¿Qué clase de compañero eres?. Me estaba cansando de que se metieran con Artemis, él me había defendido con toda la buena fé y aquí la ofendida era yo.