Partida Rol por web

-Ya veo, ya veo.- dijo él a Kross mientras se acercaba, presenciando todo el acto subsecuente a su llegada, culminando en el escape del enmascarado. -Que cabrón molesto. Y encima he roto mi taza favorita para llegar aquí, ¿Y para qué? Nadie me necesitaba, ya lo han solucionado solos.

Refunfuña molesto mientras descarga su ballesta. Se acerca a Kross, moviendolo un poco con el pie mientras este se retuerce de dolor en el suelo. -... Hm. No se te ve tan mal para un herido. Directora, yo me encargo de llevar a los críos a la enfermería, por si las dudas.

Ella quedó bastante estupefacta durante todos los sucesos aunque una vez pasó todo no pudo evitar sonreír y cerrar los ojos. -... Que bueno que se ha ido, podrían haber salido mal las cosas si tenía planeado luchar...

-Está bien. Le avisaré a los demás que estén atentos. Roberto, si tienes idea de como pudo haber hecho para que no podamos detectarle, avísale a Alma y William: Quiero para este fin de semana no tener que preocuparme de otra intrusión así.

Dicho esto, camina hacia los demás. Al ver a Victoria herida, se acerca un poco más apurada y le sostiene. -¡Vicky! Ais...- , tuerce el gesto, -... Vamos con Alma.-. Se gira un momento a mirar a Akairaku: -Quédate con ellos, ¿Sí? Roberto es uno de los profesores, sabrá cuidarlos y dirigirlos a sus habitaciones luego.

Adel suspira aliviada al ver que por fin el maligno se retira... Y se acerca a ayudar a Kross. Le pone una mano en el brazo, mirando las heridas que tiene...

-Anda... Ven, Kross. Deja que te ayude, niño temerario y cabezota. -se queda mirando a la pirómana con el ceño fruncido-. Y tú podrías tener más cuidado. Está muy herido para que encima le arremetas semejante patada. No te niego que no se la merezca, porque se merece mil. Pero cuando esté más sano le pateamos entre las dos, ¿sí? 

Al parecer el desconocido conocia de algo a Kross y tenia un interes especial en él, normal, quizas fuera por esa habilidad suya con las espadas que les habaia salvado de las sombras ¿ y que habia hecho yo? Quedarme paralizado contemplando las cosas y "helar" a una de esas sombras, algo insignificante en comparación con el peliblanco; contemplo mi herida ocasionada por el combate tratando de evaluar sí era algo profunda o solo un rasguño.

La herida de Isen no es más que un rasguño. Escuece un poco, quizás no estaría mal acompañarlos a la enfermería y que se desinfecte, por si las dudas.

Kross se levanta del suelo con la ayuda de Adel, todavía muy adolorido. -Y quién era este payaso con síndrome de octavo grado? Es tu amigo de la infancia con el que prometiste casarte?- Le pregunta a la directora. -Debe sentirse muy mal, que tu amiga de la infancia te abandone por otro es peor que un golpe en las pelotas. Ahora me da un poco de pena el tipo, no me extrañaría que haya regresado a por venganza y quiera llevarnos a todos para hacerte sufrir.-

Todavía le sigue doliendo mucho la patada de la enana de fuego, cuando intenta caminar trastabilla y casi se cae al suelo de nuevo. -Como si no tuviera ya suficiente con pelirrojos aquí... A propósito, dónde está ese imbécil? Pudo haber venido a ayudar.- Se refiere a Flay Windstone, su compañero de taller.

Al parecer todos habian podido descubrir uno de los peores puntos debiles de Akairaku. La falta de atención. Como el chaval actuaba tan despreocupado y tranquilo, bromeando con unos y otros no se habia dado cuenta siquiera de la sangre que manchaba sus ropas oscuras, ni de la mancha que habia dejado en el suelo al ser derribado.
Su rostro se volvio algo pálido y el calor que emanaba se deshizo del todo, casi como si hubieran echado un cubo de agua sobre las brasas. Pero su orgullo impidió que pidiera perdon, y pagó su mal humor con la chica que le habia mirado así desde lejos.

- No necesito ayuda para patear a nadie.- se cruzó de brazos, desviando la mirada a un lado, antes de volver a observar con culpabilidad a Kross. No se le daba del todo bien mentir, y se notaba que estaba arrepentida. Se giró hacia la directora, inclinandose un poco.
- Gracias por todo, señorita. Espero que esté bien.- tras despedirse de la directora, corrió hasta Devi, sonriendola levemente, todavia preocupada.

-Ah, ¿no necesitas ayuda? Pues espero que no necesites ayuda para ninguna otra cosa, porque no te la pienso ofrecer, niña. Espero que se te bajen los humos cuando sepas qué es estar en peligro y ver que no puedes protegerte y nadie te ayuda! Ale, a dormir a la cunita. -se cruza de brazos y se larga con el grupo a la enfermería, malhumorada por culpa de la mocosina de fuego-.

Y eso volvió a encenderla, como acercar a un aerosol una vela. Su pelo comenzó a brillar y a ondularse y el aire a su alrededor se tornó mas caliente.

- No te atrevas a juzgarme sin conocer nada de mi, estúpida estirada. Valoro mas que nadie las ayudas de las personas, y se de sobra lo que es el peligro, y se de sobra lo que es que nadie me ayude, mas de lo que podrias saberlo tu. Asi que como vuelvas a entrometerte asi en mi vida haré que te arrepientas. - alzó la voz, acercandose unos pasos de forma imprudente, cegandose de lo que pasaba a su alrededor. La sonrisa que tenia cuando se acercó a Devi desapareció de la nada y en su lugar solo habia ira, y rabia de que la juzgara sin tener la mas remota idea. Probablemente si ella no se hubiera entrometido, hubiera buscado la forma de ayudar a Kross, o incluso disculparse

-A ver, a ver, enanos. Dejad de pelear y vamos a la enfermería de una vez. Andando, ustedes dos: - , señala a Akairaku y Adel. -Ayudad al peliblanco a caminar, que tenemos que bajar unas plantas.

-Los demás, seguidme y no deis la lata. Y en cuanto a tí...- , señala a Devi, -¿Que ha pasado? Te esperaba en mi despacho para preguntarte sobre lo que has hecho en clase.- 

Eso último lo dice sin tono de reproche mientras comenzó a dirigirse por el pasillo en dirección a las escaleras que llevan a la planta inferior. -Aunque viendo como iba la cosa, imagino que te encontrabas durmiendo. Cielos, adolescentes...

La directora, tras ayudar a Victoria y comenzar a llevarla en otra dirección, se detuvo para mirar a Kross. Expresa una mueca de incomodidad, debe ser una historia larga y no muy agradable.

-Reynolds es un... Investigador podría decirse. No tengo ninguna relación personal de ese tipo con él, ni nunca lo tuve. Intentaré explicarles mejor más adelante, por ahora será mejor que nos aseguremos que todos estemos bien. Espero tengan una buena noche y lamento estas dificultades.

Y dicho esto se retira con Victoria.

-¿Sin conocer nada de ti...? Tsé. Con 10 minutos sé lo que debo saber de ti, niña. -saca los dedos de una mano para contar con ellos-. Primero, eres una enana y tan plana como una tabla. Segundo, eres una histérica. Tercero, te crees demasiado intimidante para tu estatura. Cuarto, tienes los ojos en el culo por no enterarte de la mitad de las cosas que te rodean. Quinto, eres casi tan orgullosa como yo, así que ten cuidado con eso. Sexto... Más vale que te sepas defender con palabras, porque como me toques es lo último que harás en esta academia. Y séptimo, por ahora. -la señala con un dedo y alza el mentón manteniendo una sonrisa burlona, como si esa postura la volviese todopoderosa-. Aquí la única estúpida eres tú por no saber con quién te estás metiendo. 

-Ya cállense las dos, que parecen dos viejas en una fiesta de té hablando sobre quién tiene mejor colección de porcelana!!- Kross frunce el entrecejo ante la discusión entre las dos chicas, los gritos le están haciendo doler la cabeza. -Tú no le hagas caso.- Le dice a la enana. -Es puro hablar, hasta ahora no la he visto hacer nada de lo que dice.- Habla con displicencia. -Pero no por eso deberías rabiar, que si gritas de esa manera de mayor tendrás muchas arrugas.-

Intentando con todas sus fuerzas caminar más o menos derecho comienza a andar. -Ya vámonos, tengo miedo de que pronto se me comiencen a salir las tripas por estos tajos.- 

Cuando Adel comenzó a enumerar las cosas, el calor a su alrededor se descontroló y comenzaron a salir chispas de fuego, con la mirada ardiendo de rabia. Ignoró al profesor, y tambien a la directora y continuó avanzando hacia la peliazul, totalmente imprudente.

- Si solamente eres capaz de meterte con mi fisico, das pena. Al menos a mi no se me caerán las tetas en un par de años ni necesito tenerlas para que se fijen en mi. Me da igual como seas, y a mi no intentes intimidarme. No tuve el problema contigo y me da igual si pierdes el culo por el, entrometida.- la piel de Akairaku comenzó a enrojecerse, como si estuviera febril y continuó avanzando, cada vez mas rapido hasta llegar frente a ella. No golpeó, no empujó. Solo le intentó agarrar de la ropa, entre los pechos para acercarla a ella, pero el contacto con la piel era capaz de prender fuego a las prendas. Si llegaba a tocarle la camisa, probablemente le abriria un boquete en el uniforme que la dejaria en desnudez. Y Akairaku lo sabia.

Tras ese intento, dejo de escuchar a Adel, independientemente de que sirviese o no y tras luchar por calmarse para no quemar, agarró a Kross del brazo para ayudarle a andar, sabiendo que así la haria de rabiar mas.

-Pff.- Kross hace una mueca de risa contenida. -Es lo mismo que le dije yo el primer día. Esto, no, quiero decir...-

-Tú, salamandra, entiendo que te haya hecho enfadar, ya que tocar narices es lo único que se le ha dado bien hasta ahora, pero aunque no lo creas esta persona es mi amiga.- Se pone mucho más serio, y coloca su mano en la cabeza de la enana oprimiendo fuerte con los dedos. Sale una especie de tsss y algo de vapor, pero eso a Kross no le importó mucho y se aguantó el dolor de la quemadura. -Y yo odio a los cabrones que vienen a joder con mis amigos.-

Se queda un rato así, y finalmente se percata de que se está haciendo daño y por acto reflejo aparta la mano y la sacude gritando de dolor. -No debí hacer eso, fue muy estúpido!-

Adel no deja que Aka se le acerque tanto... Sobretodo cuando ve que casi está en llamas la niña. Va retrocediendo, apunto de poner el pie en horizontal para frenarla cuando ve que Kross inferfiere... Diciendo algo como "amiga", no debió entender bien. De todos modos no pudo disimular el rubor que apareció sobre sus mejillas, despistándola un momento de la presencia de la chiquituja enfurecida. 

-...Qué irónico que digas precisamente tú, Kross, que sólo se me ha dado bien tocar las narices a mi. -se cruza de brazos, cerrando los ojos... Intentando denotar una postura firme y seria... Pero se notaba demasiado que Kross la había descolocado con eso. Y posiblemente el próximo comentario de él la haría enfurecer, pero... De cierta forma eso le gustaba-.

Ambas cosas, le sentaron como una patada. Al alzar ella la pierna para frenarla, le agarró del tobillo para quemarle el calcetin, pero el calor de nuevo disminuyó cuando Kross se acercó. Parpadeó para aguantar las lagrimas, iba a intentar ayudarle y la amenaza. Esperó a que se retirara tras quemarse al tocarla y observó a ambos, furiosa, aunque un tipo menos explosivo de rabia.

- Iros a la mierda. - Empujó lejos de si a Kross, aunque su fuerza era nimia. Ignorando a los demás y sin saber por donde ir, echó a andar con rapidez por el pasillo para alejarse de todos, incluida de Devi. Ella era del tipo que si no la presionaban, hacia las cosas, pero cuanto mas se entrometian el uno y el otro en los problemas, mas ganas tuvo de desistir. Y tambien tuvo envidia, aunque probablemente nunca lo admitiria. Se alejó tanto como pudo a través de los pasillos hasta perderlos de vista, y solo siguió andando hasta perderse, para intentar calmarse.

-Ves lo que logras?- Se cruza de brazos y le reprocha a Adel fingiendo que toda la culpa es de ella. -Ahora se fue enfurruñada y jamás sabremos si era o no un clon de la directora. Me he quedado con la intriga.-

-Eh tú! No te vayas por ahí sola! Es de noche y te podrías perder, y anda el monstruo de las alfombras acechando (se lo acaba de inventar).- Le grita Kross a la niña, y nuevamente hace un gesto de dolor y se agarra el costado. -Bueno, creo que a este paso moriré desangrado. Esta enfermería queda muy lejos?- 

-Si dejaseis de hacer el pronto seguramente llegaríamos más pronto. ¿Y ahora que hago yo? Tengo que hacerme cargo de un alumno herido y de lo que parece una alumna nueva lastimada.- , el profesor rueda los ojos, parece que encargarse de este tipo de cosas no es su preferencia.

-La enfermería está en la tercera planta, cerca de la escalera. Está bien señalizada, vamos, andando, id a buscarla. Yo voy a evitar que esta chica se meta en problemas y qué se yo. Seguramente esté Haibara allí a estas horas, con esa treta de enmascarar la magia que ha hecho el mascaritas no creo que nadie esté alertado.- , él exhala y se separa del grupo, avanzando más rápido para seguir a Akairaku.

Adel, Kross, Isen, Devi y Nayja quedan solos, por ahora. Cada tanto se ve una de esas Sombras vaguear por los pasillos, aunque parecen ignorar completamente al grupo, no hacen nada.

Finalmente, cuando Akairaku se encuentra algo perdida entre los oscuros pasillos, el profesor le alcanza.

-Niña. Ven, anda.- , le hace un gesto con la mano. -No se supone que los alumnos estén a estas horas dando vueltas por los pasillos.- , chasquea la lengua, mirando por un ventanal del pasillo que da una vista al horizonte, los campos de la Academia y las distantes montañas. Se puede ver la luna brillar en el cielo en un cálido azul. -Vaya bienvenida, ¿Eh?

-Primer día aquí y te encuentras con un loco que se escabulló bajo nuestras narices está tonteando por los pasillos, un alumno herido, intentas ayudar y te maltratan.- , el hombre se lleva las manos a la espalda y se estira un poco.

-Pero bueno: Si fuese fácil no sería interesante, ¿Verdad? Los otros son adolescentes: Esos dos están mintiéndose a si mismos, se creen que actuando de esa manera no van a resultar heridos, que no van a estar bien protegiéndose tras una mascara de tía cruel o de payaso al que no le importa nada. La verdad es que tarde o temprano se darán un golpe contra una pared; o aprenden o se joden.

-Fuera de esta Academia, todos se rigen por la ley de la selva. Siendo poco sinceros consigo mismos solo consiguen ser más débiles y alejar posibles amigos, y los amigos son el mayor poder que puedes tener: En todos los años que llevo en el oficio, ninguna ballesta, artefacto o amuleto místico me resultó más valioso que tener a alguien en quien pueda confiar a mi lado, alguien que esté dispuesto a comerse una flecha por mí.

-... Pero no me hagas caso. Soy un aventurero retirado, nunca estuve en un colegio y no tuve una adolescencia normal, así que tampoco es que entienda bien por lo que vas pasando.-, el profesor intenta darle unas palmadas en el hombro.

-A propósito. Soy Robert, puedes llamarme Rob. Soy el Profesor de Artes Oscuras, osea que estudio las cosas feas y malas y enseño como joderlas vivas.- , le hace un gesto con la cabeza hacia el pasillo. -¿Quieres volver con los demás y los acompañamos a la enfermería o te acompaño a las habitaciones y ya?