Partida Rol por web

La Brigada de San Jorge

Expediente 1. Criaturas extraordinarias.

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24/07/2014, 00:31
Director

Viktor ayudó a Ms Smith a bajar del carruaje y a buscar entre los edificios de la zona el hogar de Lady FireStar. Que Ms Smith acudiera a la casa de alguno de sus subalternos era una ocasión poco frecuente. Cualquier tipo de invitación social era rechazada por la mujer, que no tenía el temperamento, la inclinación o el interés para eventos sociales, y la única razón por la que había acudido ahora era porque la nota de Nemain parecía aludir a algo de índole profesional. Algo, para Ms Smith, mucho más interesante y satisfactorio que cualquier cena, baile o recepción.

Cuando la localizaron fueron recibidos por un criado, que recogió sus abrigos y les anunció a Lady Firestar.

Notas de juego

Dejo que sea Lady Firestar quien decida cómo recibir a sus invitados y les describa su casa.
 

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24/07/2014, 11:10
Lady Nemain FireStar

Nemain encargó a Silent que recibiera a los invitados. Ella, por suerte o por desgracia, no podía: seguía sujetando el péndulo frente a los ojos del hombrecillo.

La mansión no era particularmente grande. Nemain lo había solicitado así, puesto que había terminado por preferir la discrección, algo extraño en un shide. Lo que sí tenía el lugar era un jardín digno de mención, de altos muros comidos -como no- por la hiedra. Estatuas de mármol deliberadamente medio enredadas en campánulas, musgo y rosales. Fuentes ornamentales cuajadas de malvas, un pequeño mirador protegido de oídos indiscretos y enmarcado por calas, un considerablemente grande -para el tamaño de la casa- estanque lleno de nenúfares importados. Excentricidades de Lord Nightshadow.

Silent, la banshee, abrió la puerta sin cambiar el gesto siniestro de su expresión. En completo mutismo guió a los recién llegados a través de la casa, donde obras de arte adquiridas por Lord Nightshadow -y por tanto de tinte marcadamente oscuro- decoraban cada superficie. La casa no era propiedad de Nemain, sino de su actual esposo, y aunque ella había marcado su impronta era imposible deshacerse del todo de las pinturas oscurantistas, las estatuas dramáticas, las espadas antiguas colgadas en las paredes, los retratos de ceño fruncido. Apenas había luces encendidas, y Silent llevaba un candelabro con velas. Innecesario del todo, puesto que en la casa había luz eléctrica, pero la banshee compartía el gusto de Lord Nightshadow por lo ominoso.

La feérica abrió la puerta de la sala de té y se apartó en completo silencio, dejándoles entrar y sin molestarse demasiado en ocultar su desagrado por la raza humana. Al otro lado de la puerta no había una habitación, sino una calle de París a medianoche, tras la lluvia. El aire olía a humedad y el murmullo de conversaciones en francés y carruajes moviéndose era el sonido de fondo. Y, en medio de la calle, Nemain sujetaba un péndulo ante un hombrecillo con aspecto de poca cosa, sentado en un sillón que parecía fuera de lugar en aquella avenida Monmartre.

Nemain asintió con suavidad a los nuevos visitantes, sin desviar la mirada de su mesmerizado. Llegaban justo a tiempo, a tiempo para que Sauveterre contestara a esa pregunta cuya respuesta tanto anhelaba oír:

- [/Francés] ¿Quién es el señor Odagiri, señor Sauveterre? ¿Qué quiere decir "Su..."? [/Francés]- insistió una vez más con voz suave y melosa.

Y entonces, la voz entrecortada del francés confesó la verdad. Su Alteza Tsuguhito Draconis. La sorpresa fue tal que el péndulo cayó de manos de Nemain al suelo, y la Avenida Monmartre  desapareció para revelar un salón de té coqueto y decorado por manos femeninas.

 

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24/07/2014, 17:41
Achille Sauveterre

El hombrecillo siguió con la mirada la caida del reloj de bolsillo y cuando golpeó el suelo pareció despertar del ensueño en el que estaba hasta ese momento. Se levantó a recogerlo para tendérselo a Lady Firestar.

-Esto debe ser suyo. Sería una lástima que se estropease, es realmente hermoso-En ese momento se percató de la presencia de Silent y las personas a las que acompañaban y, se inclinó ante ellas-Discúlpenme, no me había dado cuenta de que Lady Firestar tenía invitados.-Dijó, con una mirada dubitativa de soslayo hacia Nemain, buscando alguna indicación de si debería retirarse o iban a ser presentados.

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24/07/2014, 18:48
Ms Smith

-Acabamos de llegar. Lady FireStar solicitó mi presencia, y tengo la impresión de que la razón es usted. -Le dijo al hombre, examinándolo de arriba a abajo con la mirada.-Quizás es el momento de algunas explicaciones.-En ese momento, Ms. Smith dirigió la mirada a Nemain, esperando a que la feerica le indicase de qué se trataba todo lo que acababa de ver.
 

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24/07/2014, 20:17
Lady Nemain FireStar

Lady Nemain asintió. Tras el sofoco inicial, lanzó una mirada a los asistentes. Ms Smith, tan rígida como siempre, y Viktor, el hermoso pobretón, como le llamaba Silent despectivamente. Se había reído mucho con ella, bromeando sobre lo desperdiciado que estaba un rostro como ese en un cuerpo de ingeniero sin gracia; pero como siempre, le dedicó la misma sonrisa encantadora que no permitía translucir su verdadera opinión sobre los demás.

- Tomen asiento. Silent, por favor, encárgate de que sirvan té. Señor Sauveterre, permítame que le presente a Ms Smith  y al señor Von Callahan. Que no le imponga su apellido -comentario que se mostraba como un gesto tranquilizador hacia el tembloroso Sauveterre, pero que en realidad Silent entendería como una actitud despectiva hacia la clase humilde del arreglarrelojes-. Son amigos. De completa confianza. Y están perfectamente capacitados para ayudarle a encontrar a su pupilo. Le aseguro, señor mío, que si alguien en Londres puede, lo tiene aquí delante.

Se agachó y recogió su reloj, guardándoselo entre las ropas. Sirvió más brandy en la copa del preocupado francés.

- Ms Smith, este caballero padece un caso de amnesia de lo más inconveniente. Cuando le encontré, iba corriendo y hablaba un perfecto inglés. Chocó contra mi carruaje, y tras unos instantes de perplejidad, comenzó a hablar en francés y a creer que estaba en París. No recordaba nada de los últimos días, ni qué había sido de su acompañante... un señor dragón de sangre real

Examinó a Sauveterre con gesto serio.

- Me consta que este hombre no ha mentido. Su preocupación es genuina. La presencia de Su Alteza Tsuguhito Draconis como pupilo suyo es cierta. Y no se me ocurre, Ms Smith, en qué circunstancias normales un señor dragón -chasqueó los dedos, efectista- desaparece en la nada. No estoy muy al tanto de política internacional, pero intuyo que esto no son buenas noticias.

Sacó de entre sus ropas el camafeo y lo sostuvo delante del francés.

- Esto, señor Sauveterre, se le cayó al suelo cuando nos encontramos -para que confiara en ella, abrió las manos del francés y lo puso entre ellas con un cálido y amable apretón-. ¿Qué es? No lo he abierto por respeto a su intimidad -completamente cierto. No lamentaría la muerte de cualquiera de los humanos aquí presente, pero se horrorizaría ante la idea de tratarles sin corrección- pero quizá sea útil en la titánica tarea que nos aguarda. Porque... -se giró hacia Ms Smith y le dedicó una sonrisa inquisitiva, esperando a ver si decidía que el asunto le interesaba- nos aguarda, ¿cierto, señora?

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24/07/2014, 22:39
Ms Smith

Ms Smith asintió, mirando a Sauveterre como un científico miraría a un especimen especialmente interesante que acaba de caer en sus manos.

-No se preocupe, mi buen señor. El asunto queda en manos de la Brigada de San Jorge, y tenemos amplia preparación en cómo enfrentarnos a este tipo de casos-intentó Ms Smith tranquilizar a Sauveterre-Organizaré un grupo inmediatamente. Von Callahan, usted formará parte de él. Estoy segura de que la experiencia le será beneficiosa. Y puede empezar por recopilar todos los detalles transcendentes de la situación.

Notas de juego

sigue

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24/07/2014, 22:54
Achille Sauveterre

-Pero yo nunca dije su nombre... ¿Cómo...?-Empezó a protestar débilmente el hombre, claramente superado por todo lo que estaba pasando, y por todas las decisiones sobre él en las que no estaba siendo incluido.-¿Y qué quiere de decir que Su Alteza ha desaparecido? No recuerdo cómo llegué a Londres pero eso no significa que...Oh, Dios Santo, Lady Kamo no va a estar nada satisfecha conmigo.-Sus gemidos, quejas y conmiseraciones fueron interrumpidos por el momentáneo desconcierto al detenerse a mirar al relicario que Lady FireStar había puesto en su mano. Una joya de luto de jade, plata y perlas.

-Me temo que esto no es mío. Jamás lo había visto.

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26/07/2014, 20:13
Viktor von Callahan

Nunca había compartido ese gusto de algunos escritores y amantes de las artes excéntricos que querían volver a esos años tildados de oscuros de la edad media llenando sus enormes casonas de retratos de rancio abolengo y espadas gigantescas, y reconozco que las historias de cementerios y muertos perseguidos por fantasmas me resultaban, más allá de surrealistas, algo inquietantes por la fascinación morbosa con la que la gente se aferra a los fenómenos sobrenaturales que ayudan a enfrentarse al miedo a la muerte. Por eso si la peculiar ama de llaves de Lady FireStar me produjo alguna sensación fue la de un apabullante ridículo, chocante con el sentido común de que uno no debe reírse de un sidhe. ¡Un candelabro, Señor Bendito! ¡Que estábamos en el siglo XIX, en plena revolución tecnológica, en una época de tecnología sin par!

Pero pronto hubo algo que no había conseguido ni la presencia de la bashee ni aquellos breves segundos en el que el salón del té de Nemain había recordado a un boulevard parisino. Estaban ante la desaparición de Tsuguhito Draconis. De un Emperador Dragón. 

Ay, madre. Si algo tenía claro en aquel desaguisado es que no quería enfrentarme a algo que hubiera podido secuestrar a un dragón, por mucho que a Lady FireStar aquel encontronazo le resultase aparentemente divertido. Y obviamente, yo estaba implicado en el grupo, con mi magnífico puesto de administrativo. Lo único que podía agradecer es que al menos nadie había querido imponerme algún tipo de uniforme distintivo con el que avergonzarme. 

- Ciertamente sería..."peculiar" que lo fuese. Comenté, empezando mi tarea de indagar, eso si, evitando sonar demasiado poco cortés. Mis conocimientos sobre Nemain como ente individual eran escasos, tanto o más como de los feericos en general, pero si algo sabía es que actuaba como una damisela y como una damisela había que tratarla...con la cautela adicional de las peculiares debilidades de su raza. Lo último que quería era ofender a un ser sobrenatural. Especialmente en su casa. Quiero decir, la joya parece tener una decoración bastante femenina, pero... miré a Nemain de reojo, esperando que la mujer le prestase el relicario. Parece jade, y el jade es un mineral de origen eminentemente asiático. No podemos descartar que sea una pertenencia del desaparecido o de alguna persona cercana a él.

- Sin embargo, Señor Sauveterre, preferiría que respondiese a unas preguntas antes de tener que invadir la privacidad de un caballero o damisela que ni siquiera conocemos. Me adelanté, sacando mi libreta del bolsillo y pasando páginas de diseños y notas hasta encontrar una página en blanco. No recuerda haber llegado a Londres, pero si su estancia en París. Bueno, sino Lady FireStar no hubiese recreado ese escenario, ¿cierto? ¿Que estaba haciendo usted con Su Alteza en París?

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26/07/2014, 22:52
Lady Nemain FireStar

- Les haré un resumen, señora y caballero. El señor Sauveterre recuerda haber estado en París, llevando a su pupilo -al que llamaremos Señor Odagiri- a celebrar, y cito textualmente,  "celebrar el año nuevo en casa de mi hermana". Estaban de gira por Europa y llevaban ya unos meses en París. Y lo siguiente que recuerda es estar solo frente a mi carruaje. Asumo un secuestro, puesto que no me creo que un señor Dragón se pierda y menos en estas circunstancias.

Clavó los ojos en Sauveterre, y tuvo que hacer un genuino esfuerzo para no sonreír depredadoramente.

Fascinante.

- La desaparición de su pupilo junto con esa conveniente fuga mental resulta extraordinariamente inquietante. Y la aparición de esta joya de luto...  La misma Reina Victoria -Larga Vida a la Reina- no llevó  otra cosa que joyas de luto durante tres años tras la muerte del Rey, y a partir de ese momento es cuando su presencia se hizo habitual entre viudos. No es, que yo sepa, una tradición japonesa.

Hizo una pausa, esperando que Sauveterre la corrigiera si hacía falta.

-Una joya de luto ha de recordarnos al fallecido, pero al tiempo, ser ponible para el doliente. Quizá, más que pertenecer a una mujer, recuerda a una mujer. O tal vez a un niño, aunque eso me desconcertaría más. Sorprende el jade -la examinó con lentitud, fingiendo no haber visto el gesto de Viktor- puesto que son una creación occidental, pero no es tan extraño como podríamos suponer. Es común que tengan detalles japoneses; se considera delicado, de buen gusto -añadió, como una sutil explicación hacia el Viktor que consideraba alguien sin elegancia-. Mi actual marido me regaló un exquisito conjunto de perlas negras y azabache tallado en forma de lotos cuando me divorcié -no pudo ocultar la sonrisa y la escondió tras el abanico-; tiene un sentido del humor perverso.

Silent entró con el té y Nemain le hizo un gesto para que lo sirviera.

- Quiero decir que no necesariamente implica que el dueño sea alguien nacido en el Imperio Oriental, aunque en este caso sea probable. Quizá el interés de su pupilo por Occidente le llevó a adquirir una costumbre que unifica...-detuvo su discurso y examinó el camafeo, tratando de abrirlo. Esperaba encontrar un mechón de cabello-.  ¿Falleció alguien cercano a su pupilo, señor Sauveterre? ¿Solía vestir de negro? ¿Quizá de gris, violeta, blanco?

Examinó la pieza cuidadosamente. No dudaba de que un señor Dragón tuviera un conocimiento de la etiqueta enciclopédico, pero sí creía que Sauveterre, despistado, podía no haberse dado cuenta de ciertos detalles que podían delatar a Odagiri como un doliente.

- No es azabache francés ni baquelita, es azabache auténtico. Quien la compró era una persona de posibles, quizá podríamos investigar las Casas de Duelo. Si no es del desaparecido sino del secuestrador, la habrá vendido algún joyero de Londres. Si la compró el señor Odagiri, las opciones son tres: la adquirió en Europa, la mandó importar o la mandó hacer en Japón. En los dos últimos casos no podemos hacer nada, pero en el primero podríamos averiguar algo útil si encontramos al artista. ¿Se entretuvo en una joyería su pupilo mientras estaban en París?

Finalmente, dejó la joya en manos de Viktor con una dulce sonrisa.

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27/07/2014, 00:00
Achille Sauveterre

El Señor Suveterre, los miraba angustiado, aún sin saber qué decir. Ms. Smith le mostró su placa de la Brigada de San Jorge, y el hombre terminó por dejarse caer, más que sentarse en el sofa, resignado a que la situación hacía tiempo que había dejado de estar en sus manos.

-Si saben la identidad del príncipe, supongo que no tiene mucho sentido que lo niegue. Su Alteza, el príncipe Tsuguhito, es el hijo menor del Emperador de Japón. Llevo siendo su profesor desde hace cinco años. Enseñándole francés e inglés e introduciéndole en las costumbre e historia de Nueva Europa. No es que haya mucho que se le pueda enseñar a alguien de la familia imperial. No sé si lo saben, pero los dragones poseen la memoria de sus antepasados. -dijo, con una sonrisa, evidentemente fascinado por tales maravillas- Sin embargo Japón ha permanecido relativamente aislado, y el emperador nunca ha tenido demasiado interés en aprender las lenguas de los pocos europeos que llegaron a las islas. La madre del príncipe, sin embargo, creyó que sería un conocimiento adecuado para su hijo. Y el príncipe parecía disfrutar con mis clases. Y ahora que es un adulto, pidió a su padre permiso para realizar un gira por Nueva Europa. De incógnito. El emperador se negó en un principio, sobre todo porque el príncipe dijo que no quería escoltas o un séquito, pero...en fin, siempre ha sentido cierta debilidad por su hijo menor, y acabó por concederselo si prometía mantener a Lady Kamo, a la representante actual del Imperio en Europa, al tanto de su itinerario. Yo le acompañé para hacerle compañía, guiarle y como traductor

Hechó un vistazo ala joya que Viktor tenía en sus manos, y luego miró preocupado a los rostros de los que le rodeaban.

-Espero que no crean que yo podría haber fisgado entre las pasesiones personales de Su Alteza, mucho menos tomar una de su joyas. Les aseguro que jamás había visto ese colgante.-Su ceño volvió a fruncirse un momento.-O al menos...supongo que debería decir que no recuerdo haberlo visto, si dice que lo tenía en mi poder. Pero no puedo decirle cómo me hice con él. Que yo sepa, Su Alteza no ha perdido a nadie recientemente, y jamás tuve la impresión de que estuviera de luto. En realidad, parecía estar disfrutando realmente del viaje. No creo que comprara ninguna joya, aunque es sierto que no pasábamos todo el tiempo juntos.

En manos de Viktor reposaba ahora el relicario en cuestión, una joya de luto con un mechón de pelo castaño en su interior.

Notas de juego

¡Aaaaaaargh!

Aunque ciertamente hay jade negro, en realidad quería decir azabache, pero mi cerebro tuve un cruce de cables. Y luego copié y pegué desde la introducción de Nemain sin fijarme. ¡Aquí nadie ha visto nada, y el colgante ha sido azabache todo el tiempo!

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27/07/2014, 21:58
Viktor von Callahan

Ni siquiera me percaté de que Lady FireStar había ignorado mi gesto conscientemente, y sencillamente me resigné a la idea de que no podría examinar la joya. Por eso cuando la mujer la depositó en mis manos con una sonrisa angelical, demasiado paradójica tras haber estado hablando de su divorcio, me aturullé y a punto estuve de dejarla caer al suelo en mi torpeza. Era...bueno. Una mujer bastante más atractiva que las compañeras de trabajo con las que solía codearme. Al menos en el ambiente de trabajo, donde obviamente necesitaban llevar pantalones y uno siempre acaba manchado de aceite.

Intentado disimular, me volqué inmediatamente en la superficie de la joya, fingiendo que no había nada más a mi alrededor. Aquel mechón de pelo de una persona ya muerta me dio algo de repelús, pero intenté sobrepasarme analizando las juntas y el acabado del azabache* en busca de alguna muesca o marca de joyero que pudiese revelarnos su origen.

Notas de juego

Faris, antes de comentar nada más quiero examinar la joya. Concretamente en busca de una marca de joyero y si tiene su cadena, si el cierre esta forzado o el gancho del que cuelga ha podido sufrir daños por un tirón o un forcejeo. Vamos, que haya sido robada y/o arrancada en una pelea.

Eso, y la longitud del mechón. ¿Es longitud pelo masculino (corto), longitud pelo femenino (más largo) o una cosa a medias?

 

*Aquí no ha pasado nada...

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28/07/2014, 11:11
Lady Nemain FireStar

Se suponía que el hermoso pobretón era ingeniero, o algo así, así que es normal que busque la técnica en la joya, no la belleza. Sólo la educación impide que Nemain se ría abiertamente de su torpeza, eso y el hecho de que la delicadeza en los rasgos del hombre hace que resulte más encantadoramente dulce que patéticamente ridículo. Silent tiene razón: qué desperdicio de rostro.

Aunque Nemain prefiere verlo como arcilla sin modelar, como un diamante en bruto.

- Ahora, señor Sauveterre, deje todo en nuestras manos. Tiene la habitación beige preparada para usted, concédame el honor de ser mi huésped -el acto distaba mucho de la genuina bondad y tenía más que ver con un interés propio del entomólogo que observa entusiasmado la mariposa antes de clavarle un alfiler-. Mañana mismo le acompañaré a ver a Lady Kamo y tal vez ella pueda rellenar alguno de los agujeros de su memoria...

Un dragón. De incógnito. Nemain casi rompió a reír ante lo ingenuo de la idea. Un dragón, con sus ojos de dragón, su altura de dragón, su magnificencia de dragón y su sobrenatural carisma de dragón... las posibilidades de que pasara desapercibido eran imposibles. No está en la magia del dragón poder el ocultar su ser, ni en su carácter el querer hacerlo. Sólo un dragón joven, como el que Sauveterre describía, podía ser tan tontamente altivo como para creerse capaz de ocultar indefinidamente toda su magnificencia -y sus nada desdeñables dos metros de altura- a la sociedad mortal. 

Pero, en el fondo, podía comprenderle. Debía haber sido muy divertido para él el intentar hacerse pasar por quien no era, jugar al misterio y al engaño. Lógicamente, como parecía, alguien se había dado cuenta. Y sería alguien listo, alguien poderoso, alguien con recursos, porque un señor Dragón por novato que fuera no era precisamente el rival más débil.

- Hábleme del carácter del señor Odagiri.  ¿Qué cosas podrían hacerle... digamos deponer las armas en un enfrentamiento? ¿Qué cosas le llaman la atención? ¿Es curioso o cauteloso? ¿Osado o prudente? Quiero saber qué podría haberle atraído hacia una trampa y retenido en ella.

Hizo una pausa y, como perfecta anfitriona, preguntó a los recién llegados:

- ¿Me harán el honor de quedarse a compartir nuestra cena? -sabía la respuesta de Ms Smith sin tener que terminar la pregunta, pero la educación es la educación.

Notas de juego

*Jez se pone unas gafas de sol*

Todos hemos leído azabache. Vamos, señores, circulen. Aquí no hay nada que ver.

*Jez susurra algo a su pinganillo*

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28/07/2014, 20:17
Achille Sauveterre

Viktor examinó el colgante. El mechón, protegido tras un delgado cristal, parecía demasiado largo para un caballero, aunque algunos llevaban estilos en los que el cabello tenía una mayor longitud. No tenía la longitud del caballo de una mujer, aunque eso era normal. Tan sólo se trataba de conservar un recuerdo, y era poco probable que lo cortaran desde la raiz para eso, especialmente si, como era común, habías varios amigos y familiares que deseaban tener algún recuerdo de la finada. Una porción era más que suficiente.

Como había dicho Lady FireStar, la joya era jade auténtico, y no alguno de las sustancias menores que se usaban para conseguir un efecto similar. Cara, entonces, y probablemente hecha por encargo a algún joyero profesional. Y efectivamente, Viktor pudo localizar dentro del relicario, en un lugar poco conspicuo y casi invisible si no la estabas buscando, una marca que identificaba al joyero. Era sólo un símbolo, y no pudo reconocer a qué artesano correspondía, pero probablemente algún otro joyero pudiera indicarles el origen. El colgante era eso, un colgante, sin cadena ni cordón para llevarlo al cuello, aunque, fijándose lo suficiente sobre él, Viktor pudo ver un arañazo en la parte interior de la argolla, donde iría la cadena. El cierre era un cierre normal de un relicario, sin necesidad de cerradura, y por tanto tampoco necesidad de forzarlo para abrirlo.

-Pues...es inteligente y curioso, le apasiona la literatura...Encontró realmente interesantes las narraciones del señor Verne.-empezó a decir Sauveterre, intentando pensar cómo responder a la pregunta de Nemain.-Realmente cortés, no podría pedir un pupilo mejor. ¿Es eso lo que quería saber? No creo que nunca haya tenido ningún enfrentamiento, tiene poco más de 10 años* y es un príncipe imperial, nadie se atrevería a desafiarlo...ni creo que tuviese motivos.

Notas de juego

* Los dragones tardan unos 10 años en llegar a adultos.

(sigue)
 

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28/07/2014, 23:37
Ms Smith

Ms. Smith se levantó y se alisó la falda del vestido.

-Le agradezco la invitación, pero será mejor que me retire-dijo Ms Smith en un tono que sugería más que eran las palabras que se suponía que correspondía decir que un auténtico agradecimiento por la propuesta. Para todos sus virtudes y defectos, Ms Smith nunca había dominado el arte de la conversación social-Dada la naturaleza del asunto, me pondré en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores* y probablemente sean ellos quienes contacten con la dama en cuestión. Les espero por la mañana a primera hora en mi despacho. Incluido el Sr Sauveterre. No hace falta que me acompañe, Von Callahan, pero espero un informe completo por la mañana.

Notas de juego

*Foreign Office

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07/08/2014, 13:46
Lady Nemain FireStar

Nemain asiente a la despedida de Ms Smith, no esperaba otra cosa. Ordena a un sirviente que la acompañe a la salida, sonriendo con gentil amabilidad tanto al perdido Sauveterre como al hermoso pobretón. Un par de ratoncitos para un gato aburrido, que procurarían entretenimiento a la feérica hasta que se cansara de ellos.

- Caballero, todo el mundo tiene quien lo desafíe -y bien que lo sabía ella-. Un hombre curioso es un atractor de problemas. Pero no se entristezca, estoy segura de que daremos con el joven señor Odagiri y se encontrará perfectamente -y si no, pasaría un rato divertido jugando a las adivinanzas.

- Vamos al comedor, señores - sugirió, enlazándose del brazo de Sauveterre ya que era su invitado más reciente, y haciendo un gesto a Silent para que hiciera lo propio con Viktor. Ante todo, educación-. Espero que no les importe, pero es probable que un buen amigo mío se una a nosotros en breve - suponía que Charles tenía que estar al caer. Y que les importara, como que iba a hacerle un feo a su ex-marido por un par de humanos. Tampoco pensaba tocar el tema de la joya en la cena, sería de extraordinariamente mala educación.

 

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10/08/2014, 15:18
Viktor von Callahan

No tuve ni tiempo de responder. Hallado como estaba en el análisis de la joya, la invitación de Nemain y la declinación de Ms Smith se perdieron en el murmullo de fondo del francés, que conversaba sobre algo relacionado con su señor. No sabía demasiado de dragones y pensaba, supongo que ingenuamente, que la Señora FireStar sería más cercana a las peculiaridades de la naturaleza no humana del hijo del Emperador Dragón. 

Básicamente de lo único que me enteré al levantar la vista fue de que Ms. Smith estaba abandonado el lugar y la peculiar mayordomo macabra del candelabro se acercaba a tomarme del brazo. Me contuve en último momento de dar un paso asustado hacia atrás y permití que se colocase, dispuesto a seguir a Nemain.

¿Un amigo? ¿Iban a cenar allí? Que tontería, claro que Nemain iba a cenar allí. Era su casa. Pero yo ni siquiera había avisado a mi madre y...Oh dios. ¿Ms. Smith me había dicho algo, verdad?

- Eh...si, por supuesto. Asentí intentado disimular mi nerviosismo, consciente de que había hecho un desplante terrible al no haber escuchado prácticamente nada de lo que me habían dicho.

Y todo esto, solo por hacer horas extras...

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10/08/2014, 22:44
Director

3 de Abril de 1975, Sábado.

La mayoría de los policías normales tenían turnos de 12 horas, 6 días a la semana con descanso el domingo, pero la Brigada de San Jorge no estaba compuesta de policías normales. Parte de sus miembros compaginaban su trabajo en ella con deberes y ocupaciones de otros tipos, y sólo acudían cuando eran convocados, mientras que otros trabajaban allí a jornada completa. Y ese día en concreto, a las 7 en punto de la mañana Ms Smith, recibió a 3 de sus hombres que había seleccionado personalmente para ser incorporados a una nueva investigación. Arizmendi, Ms Ravendale y Winthrop fueron conducidos a su despacho por el Señor Willikins, el ayudante personal de Ms Smith, donde ya les esperaba la directora de la brigada, acompañda de Lady FireStar, Von Callahan y un hombrecillo francés de aspecto preocupado que les fue presentado como el Sr Sauveterre.

Los cinco miembros de la brigada iban a ser adscritos a un nuevo caso, cuya principal víctima por el momento, y a la vez principal testigo, si es que se le podía llamar así, era el Sr Sauveterre.

Los hechos relevantes del caso, tal y como les fueron explicados por Ms Smith, Lady Firestar y Von Callahan, eran los siguientes:

La noche anterior, Lady FireStar había acudido con su marido a una representación en el teatro Gaiety. En el camino de vuelta a su casa, el carruaje en el que viajaban casi sufre un accidente cuando el cochero intentó esquivar al Sr Sauveterre, que había salido corriendo de una de las calles laterales y había intentado cruzar la calzada sin fijarse en lo que ocurría a su alrededor. El Sr Sauveterre parecía haberse golpeado un brazo contra el costado del carruaje, y la pareja acudió a socorrerlo. El Sr Suveterre se dirigió a ellos en un principio en inglés, pero tras intercambiar nada más que unas pocas palabras, el francés sufrió un mareo, y cuando se recuperó se encontró desorientado, y con la creencia de encontrarse en París.

Según determinó más tarde Lady FireStar, el Sr Sauveterre no recordaba nada de los últimos tres meses. Había pasado los últimos 5 años sirviendo de profesor de idiomas y enseñando historia y cultura de Nueva Europa al hijo más joven del Emperador Dragón de Japón. Recien cumplidos su pupilo los 10 años y llegado a la edad adulta para un dragón, había decidido realizar una gira de incógnito por nueva Europa bajo el nombre de Joe Odagiri, en el que Sauveterre lo acompañaría como guía y traductor. Lo último que recordaba Sauveterre del viaje era su estancia en París, la primera parada de su gira, y no recordaba la situación actual de su pupilo o cómo había llegado a Londres. Presentaba alrededor de las  muñecas unas marcas rojas y finas, como abrasiones, de las que tampoco recordaba nada.

Las únicas posesiones que Sauveterre llevaba consigo cuando lo habían encontrado eran su bastón y un colgante de azabache, plata y perlas. Sin embargo, cuando se le había preguntado sobre él, había negado que fuera suyo, e incluso haberlo visto alguna vez. El colgante, un relicario que contenía un mechón de cabello castaño, tenía un sello del artesano que lo había fabricado en su interior, y parecía presentar algunos daños en el gancho que lo sujetaría a un cordón o cadena. Puesto que Sauveterre negaba que fuera suyo, y desconocía su procedencia, por el momento había quedado al cuidado de Lady FireStar.

Los materiales y el contenido indicaban que se trataba de un joya de luto, y por su calidad, procedente de alguien con posibles. Los detalles de la joya eran bastante femeninos, y la longitud del mechón de pelo de su interior sugería que la persona a la que conmemoraba era una mujer.

Notas de juego

Si se os da por mirar un calendario perpetuo, el 3 de Abril de 1975 fue, efectivamente, sábado.

Teneis información sobre las joyas de luto en el Gabinete de Curiosidades, pero este es un buen resumen, con algunos ejemplos:

http://io9.com/love-after-death-the-beautiful-maca...

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11/08/2014, 19:53
Harold Willikins

Los detalles de la situación habían sido explicados, cuando llamaron a la puerta, y entró Willikins

-Acaban de llegar los representantes del consulado japonés.-le dijo a Ms Smith-Les acompaña un funcionario de la Foreign Office.

 

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11/08/2014, 20:38
Ms Smith

-Hágales pasar.-Le dijo a Willikins, antes de dirigirse a los demás en la habitación-Retírense por el momento. Les haré saber el resultado de la conversación más tarde.

Fuera del despacho, donde se encontraban los escritorios donde los miembros de la brigada escribían sus informes o examinaban las pruebas de los distintos casos que llegaban a sus manos, esperaban aquellos a los que se había referido Willikins. Era difícil pasarlos por alto, la Brigada de San Jorge no era un grupo demasiado amplio y al final acababan conociéndose las caras de todos los que trabajaban allí, incluso si no se tenía relación con ellos, y poca gente ajena a la brigada entraba alguna vez. Pero incluso teniendo eso en cuenta, su aspecto llamaba más la atención que la mayoría de los visitantes. Quizás no el funcionario de la Foreign Office, con su traje negro y corbatín gris, su bombín en la mano y su aspecto serio y preocupado. Quizás no tanto el hombre japonés a su lado, en traje occidental, aunque quizás menos formal que el del funcionario. Pocos súbditos del Emperador de Japón visitaban alguna vez Inglaterra, pero aparte de su nacionalidad, no había demasiado que llamase la atención de él. Sin embargo, sería imposible pasar por alto a aquella mujer fuera cuel fuera la situación. Si representaba al consulado japonés, no había hecho ninguna concesión en su vestuario a las costumbres del país en el que se encontraba. Con el pelo en un complicado recogido sujeto por varios palillos para el pelo, y vestida con una especia de túnica de seda blanca, con bordados de hilo de oro, que caía hasta el suelo, alguien como ella no era una visión común en las calles londinenses. Pero aún más llamativa era aquella indefinible aura de autoridad, el aire de quien sabe que lo que diga va a ser obedecido sin cuestión.

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14/08/2014, 22:54
Achille Sauveterre

Sauveterre se dirigió a la mujer con aspecto contrito.

-Kamo-dono-empezó, pero no llegó a decir nada más ante de que ella le interrumpiera alzando una mano para detener su explicación, sin ni siquiera mirarle. Se inclinó sobre el hombre que le acompañaba y le susurró unas palabras antes de entrar a la oficina de Ms Smith junto al funcionario de la Foreign Office.

El otro hombre permaneció fuera y cuado la puerta se hubo cerrado se dirigió a Sauveterre con una sonrisa cálida y le dirigió unas palabras en su idioma, poniéndole la mano en el hombro para intentar reconfortarle. Sauveterre le respondió también en japonés, lo que parecía una pregunta de algún tipo. Lo que fuese que preguntase, el hombre adquirió un gesto serio y contestó con una explicación que provocó que, ante lo que oía, Sauveterre exclamase un "Mon Dieu" y tuviese que sentarse en una silla, para evitar caerse cuando le fallaron las piernas.