Partida Rol por web

Al día siguiente, durante el desayuno, Namarth habla a sus compañeros.

Bien, debemos decidir el curso de acción ahora mismo. Yo voy a Lago Diamante a hablar con Allustan, Dyshire parece tener que volver a hablar con sus superiores.

Podríamos reunirnos todos en Lago Diamante y luego seguir hacia Ciudad Libre. ¿Que os parece? ¿Quien viene conmigo? ¿Nita?

Nita rasca la cabeza de clumsy mientras el animal se come parte del desayuno de la mediana.

- Vale, te acompaño a ver que nos dice tu amigo. Espero que no tardes mucho y vuelvas con nosotros Dysh, me prometiste ayudarme a entrenarlo

-No te preocupes, no tardaré; pero bien merece saber si pueden hacer algo con esa cochinada verde. Además, Clumsy aún tiene que crecer un poquito más antes de poder empezar a educarlo: ahora no es más que un niño revoltoso.- dice Dyshire guardándose la extraña sustancia.

Allustan os da instrucciones precisas. Eligos vive en el barrio de los mercaderes en una casa señorial.

Una vez en Lago Diamante, después de hablar con Allustan, la expectativa de dormir en una cama mullida, y conocida, hace que un escalofrió recorra la pequeña espalda de Namarth. El Gigante Bailarín guarda el recuerdo de algunos buenos momentos.

El gnomo recorre las calles junto a Nita pero en silencio, señalando apenas lo obvio: "Mira, parece que cayó un rayo en esa torre." o "El viejo Pate, el cojo cada día está más viejo y más cojo". Parece extrañamente nervioso con la expectativa de un poco de intimidad.

Al llegar a la posada, después de los obligados saludos a los parroquianos y de un par de noticias triviales acerca de bodas y alumbramientos, llega el temido momento.

¿Tienes habitaciones para esta noche? Dice mirando al tabernero, y después de un silencio le susurra a Nita. ¿Cuantas pedimos para nosotros? ¿Una o dos? Nos sobra el dinero así que no tenemos porqué compartir habitación... si no quieres.

Sus últimas palabras quedan en el aire, acompañadas de una mirada anhelante disfrazada de indiferencia.

Nita se deja guiar por Namarth. Estos ultimos dias su relacion ha sido un poco distante. La voz que le habla en su interior y la aparicion de Clumsy le ha comido el tiempo de los descansos del camino.

Su deambular le muestra que decididamente este no es su hogar. No siente nostalgia por haber faltado de aqui; tan solo ha echado de menos a su amigo Taggin y su vieja tienda.

Un par de veces tiene que correr divertida detras de su nueva mascota cuando intenta olfatear dentro de alguna casa o comerse las flores de algun jardin. Al llegar a la posada del Gigante Bailarin recuerda como Akka, Erth, Dysh, Namarth y Redgard la acogieron y lucharon para liberarla. Una lagrima recorre su mejilla que ella seca rapidamente. Entonces escucha un susurro del gnomo.

- Solo queremos una habitacion ya que no tenemos nada que ocultar, jijiji

Después de la cena, Namarth intenta explicar con ilusiones y sonidos creados con la magia las vivencias del grupo, omitiendo los detalles turbadores, hoy no hay sitio para la tristeza.

Aunque se esfuerza al máximo, la cerveza no le deja muy clara la mente para dar un espectáculo, y el resultado es... irregular. Algo de lo que él parece no darse cuenta. Cuando vuelve a la mesa con sus amigos da un beso a Nita.

¿Habeis visto? Los he dejado boquiabiertos. jejeje!! Dice a la vez que levanta su cuarta pinta de cerveza negra.

Nita mira contrariada a Namarth.

- Si sigues bebiendo creo que tendré que buscarme otro compañero de habitación, jijiiji

No te precupes, está todo controlado, nena. Dice Namarth, con exagerada voz grave, mientras la agarra de la cintura. Cuando intenta beber otra vez descubre que la jarra está vacía.

¡Otra pinta, por favor!

Sigo durante el paseo a Nita y Námarth más, cuando van a entrar en el Gigante Bailarín, doy unas palmaditas sobre el hombro de Námarth
Bueno, os dejo que tengo que hablar con Valkus y traerle las nuevas noticias, aparte de otras cosas
Me giro mirando a lo largo de la calle
Mañana por la mañana nos veremos. Descansad
Meditabundo sigo calle abajo, dirigiéndome al templo de la Guarnición

Dyshire entra en el Gigante Bailarín, con cara de haber tenido una larga caminata, pero sonriente, aunque se le apaga un poco la mirada cuando ve que Akka no está allí:

-Hola, chicos.- dice mientras saluda a Clumsy, que le pone las patas encima en cuanto la ve -Traigo buenas noticias. Los druidas del Bosque de Bronce pudieron arreglar lo de la pasta para mí. Elaboré dos de cada, para que tuviésemos dónde elegir. Aun así, los compuestos necesarios para elaborar las sustancias son realmente caros... me temo que he tenido que gastarme casi 3000 mo para poder costearlos. He traído el resto, suponiendo que haría falta para acabar de pagar a Allustan por sus servicios. ¿Qué sabéis de los otros objetos?- dice soltando por fin al cachorrillo y sentándose a la mesa.

Entonces se fija en el "perjudicado" Namarth, mira a Nita, se ríe por lo bajo y le guiña un ojo, con un gesto de complicidad:

-Me han conminado a dirigirme lo antes posible a entregar el tratado de la tribu de la ciénaga a Greyhawk, pero me han pedido que hable primero con Allustan para saber qué paso dar a continuación para impedir que la tríada siga adelante con sus planes. La implicación de Ilthane les ha llamado poderosamente la atención, y se temen lo peor.- añade la druida, con una pregunta implícita.

Nita hace un gesto de complicidad a Dysh en respuesta a su sonrisa.

- Iba a echarle la regañina pero he recordado mi nueva faceta, entonces se pone en pie y grita: ¡Tabernero! Ronda gratis para todos, Olidammara invita y yo pago.

Tras el revuelo inicial la mediana se sienta de nuevo y escucha el resto del relato de la druida.

- Pues aquí no hay mucho que contar. Allustan nos ha dicho que veamos a un mago estudioso amigo suyo en Ciudad Libre que puede darnos información acerca de los extraños objetos de los Vaati, percibe la búsqueda con la mirada de su amiga y añade, Akka ha ido a ver sus jefes para reportar nuestros avances.