Partida Rol por web

Cruzáis el puente levadizo y atravesáis las enormes puertas que flanquea el zaguán principal de la Fortaleza, seguidos muy de de cerca por las carretas y os detenéis junto a la barbacana. Accedéis a través de la [*]Puerta Fortificada hasta un lugar pavimentado[**]. La multitud de soldados congregados estalla en aclamaciones y vítores. Muchos se lanzan a ayudar a los heridos y ayudan a bajar a los integrantes de la caravana.
- Llevad a los heridos a la Capilla de Valion - dice el que parece el oficial bajando de un salto del caballo.
Uno de los soldados le aguanta las riendas de su caballo y éste realiza un gesto de saludo y cortesía levantando su mano.
- Soy Falkgard Stelon capitán de la Caballería de centuriones de la Fortaleza de la Frontera - se presenta - Os estamos agradecidos por vuestra intervención, me contó el Sargento de la Guardia de la Caravana Peakmelk vuestras hazañas, así que permitidme que os acompañe a la Posada de los Viajeros, la cena y estancia de la primera noche corre de mi cuenta.
El centurión de la Caballería de la frontera os guía rodeando una serie de enormes edificios, con lámparas encendidas repartidas por sus paredes, en dirección suroeste hasta una [+]plaza dominada por edificios funcionales en cuyo centro hay una gran fuente con una escultura que representa a una [#]divinidad. Allí, junto a la esquina más septentrional de la plaza, una puerta de doble hoja cuyo cartel reza: "++Posada de los Viajeros". Allí os deja tras un saludo y unas indicaciones al posadero.

Ya entrando en el baluarte de la frontera, me encuentro extasiada de emoción. Todas esas aclamaciones enaltecían mi autoestima, al punto tal que me hicieron sonrojar. Pues mi padre siempre dijo: "Querida hija, nunca pierdas tu humildad porque cuando eso pase, te convertirás en una ingrata...y a nadie le gustan los ingratos." Y si algo no cabía en mi nuevo camino era ser una desagradecida.- Gracias , gracias...si no era por todos los integrantes de la caravana y el grupo de caballeros de la frontera que vino a nuestro rescate no estaríamos aquí.- Me giro, enfrentando a la caravana y aplaudo a quienes lucharon a mi lado hace momentos. Luego de ese momento de alegría,se acerca un caballero, pero por su talante firme al hablar, me da la pauta que es algo mas que un simple soldado. Y mucha razón tuve, era el ¡¡ capitán!!
Mientras lo acompañamos al tiempo que nos da las gracias por la ayuda prestada, me regocijo al ver todo la magnificencia de la fortaleza y sus edificios, pues nunca estuve mas que en mi pueblo. Mientras camino, doy varios giros observando todo a mi alrededor, absorta en mis fantasías. Al llegar a la plaza, casi me caigo redonda al ver a esa increíble escultura, que debería de ser de algún dios. - ¿Quien es? - Se me escapa la pregunta en voz alta, mientras miro directo a la estatua. Pues nunca fui instruida en ninguna religión, no creo en divinidades, o por lo menos, no me paso algo por lo que deba creer. Pero el acero, eso es otra cosa, sí que es algo en lo que puedo creer.

El capitán os invita a pasar al salón común de la posada. Parece un lugar acogedor con un gran hogar que caldea la sala. Hay pocos parroquianos, tan sólo algunos soldados que parecen que han terminado su jornada. Las mesas se hallan repartidos en torno a la gran chimenea y la barra se halla en un lateral. Un hombre menudo de mediana edad les muestra una amplia sonrisa: - Siéntese aventureros, es bueno ver a gente valiente aquí y más en los tiempos que corren con la amenaza constante de criaturas caóticas - señala una enorme mesa cerca de la chimenea - aquí en esta mesa estarán bien - espera a que los siete bravos aventureros se sienten y, bajando la intensidad de su voz hasta un susurro audible comenta: - El caos acecha en esa montañas, miles de orcos aguardan en las montañas bajo el liderazgo de un cacique, yo he oído que seres caóticos se oculta en el complejo de las Cavernas de Quasqueton

El agradable calor de la estancia golpea mi frió rostro. Todo se ve muy apacible, algún que otro soldado descansando de su jornada.
Tomo asiento donde un amable hombre con ancha sonrisa nos da la bienvenida.- Muchas gracias señor. - Me brindo cortés, pues mi naturaleza así lo dicta. Ante el mutismo de los que acompañan en la mesa, runruneo -¿Porque estamos susurrando? Acaso los soldados del lugar, ¿no están enterados de las amenazas de los alrededores?-

-Mi nombre es Asilem Duarig, vengo en busca de trabajo, pero mi verdadero empeño es combatir el caos. ¿Sabe de alguna labor, digna de una entusiasta a la aventura?- Hablando con voz firme, doy mi nombre y presento mis intenciones ante este señor y todos los presentes en la mesa.- Disculpe mi comportamiento tan grosero, que ni he preguntado el nombre de quien nos abre las puertas de su casa. ¿Cual es su gracia gentil hombre?-

- Sí bella señora los soldados están al tanto, pero no se puede prescindir de ninguno de los aquí, hay que defender el castillo. - contesta y luego como si cayera en la cuenta añade: - Perdón, no me he presentado Tarkov me llaman, seguro que esas cavernas ocultan apreciados tesoros, de hecho es el motivo por el que varias expediciones de aventureros partieran y dejaran la seguridad de la Fortaleza para adentrarse en los peligros más recónditos de las montañas

-Eso quiere decir... ¡Que voy a conseguir trabajo a la brevedad!- Buenas noticias son las que me da señor Tarkov - Me freno súbitamente ante la confusión en mis palabras- Heee....lo que quiero decir es....que mi peregrinaje hasta este lugar, no tiene otro propósito mas que combatir el caos.
Y si con ello recibo una gratificación...¡ Bienvenida sea! - Apresuro la bebida para pasar el mal trago, y festejar, la buena noticia de que pronto voy a estar combatiendo, ¡DE VERDAD!. Me limpio la boca con la manga de mi ropaje, y continuo.- ¿Con quien debería hablar para averiguar sobre estas expediciones? Señor.-
Y con mirada expectante, sin poder disimular el jubilo en mi rostro como un chico con marioneta nueva, espero replica.

Los pocos parroquianos que se hallaban en la sala común no desviaban su mirada de tan variopinto grupo. Murmuraban entre sí. Cuando alguno de los aventureros clavaban su mirada hacia ellos miraban hacia otro lado como para disimular. Parecía que la presencia del grupo iba acompañado de expectación. En ese momento la puerta se abre ruidosamente y entra un hombre ataviado por un hábito claro raído con capucha que avanza apoyándose de un bastón de roble. A grandes pasos se dirige hacia la mesa de los aventureros.

- Parece que al fin Valion ha oído mis plegarias - comenta el sujeto mientras se coloca frente a la mesa.
El individuo se aparta la capucha para revelar un rostro macilento y envejecido surcado por una infinidad de arrugas. Sus ojos parecían salirse de las órbitas y su cabello gris escaso. Su habla era pausado y meloso y sus ojos parecían revelar una falta de lucidez que hace dudar de su actual estabilidad mental.
- Mmmm, qué tenemos aquí, un grupo de aventureros ávidos de gloria y poder, mmm.

Tras oír hablar al capitán, la fogosa guerrera y al tal Vertino, decido hacer gala de presencia y dignarme a responder:

 Mi arte esta a disposición de las autoridades para servir y prestar ayuda allí donde las tropas regulares no alcanzan, así pues creo que podeis contar ya con mi cayado y mi mente y el brazo y valeroso corazón de la dama guerrera que ha hablado.

 Finalizando mi diatriba con una ligera inclinación de cabeza y un gesto de asentimiento  a la guerrera.

Hasta este momento me había mantenido discreto a tal punto, que si alguien estuviera poniéndome atención, pensaría que mi alma había abandonado mi cuerpo, sin embargo estaba concentrado observando a todos los valiosos guerreros que habían luchado en la entrada de la fortaleza por su supervivencia a lo largo de la estancia ya dentro de la misma fortaleza..

Observaba esperando la respuesta a las plegarias de Vertino por parte de los guerreros presentes, esperaba que se integraran mas personajes a la aventura que prometían, con indirectas muy claras, aquellos que nos recibían con sus puertas abiertas.

Observe hasta el punto en el cual ya era causa de estrés el esperar por mas valientes guerreros a que ofrecieran sus habilidades a "justa" causa, por lo cual, justo después de que un tipo de canto fino dispusiera su arte al anciano Vertino, decidí averiguar si podía conseguir lo que yo buscaba.

Dando un par de pasos al frente, alce mi rostro hacia el anciano Vertino -En verdad soy ávido de gloria y poder, mi duda recae en que ¿si podrían saciar tales deseos llenos de codicia?, si también yo dispusiera de mis humildes habilidades.

Con un golpe estrepitoso, entra un encapuchado a la estancia. Y con grandes zancadas se acerca a la mesa. -¡Vaya! Que interesante entrada. -Y al final, al descubrir su cabeza, no era mas que un anciano.
Por lo que dice este hombre parece que aquí esta lo que busco, ¡gloria!, y cuando estoy por abrir mi boca...habla para mi sorpresa, uno de los aventureros de la mesa. Su compromiso regocija mi alma - Pues seremos buenos compañeros- viene a mi mente en medio de su discurso, pero sus palabras finales hacen sonrojar mis mejillas y desviar mi mirada hacia abajo. Los cumplidos me dan vergüenza. Por suerte, otro de los aventureros se hace presente en la conversación, y de forma pretenciosa ofrece sus servicios.
Carraspeo un poco mi garganta, por miedo a que mi voz no salga, y mis palabras parezcan las de una chiquilla en busca de una aventura. -Como ha dicho el caballero aquí junto a mi, el cual no se su nombre, - dirigiendo mi mirada al hombre de cabellos negros, como la noche sin luna y sin esperar repuesta continúo.- mi corazón busca honor, y mi espada combatir el caos. Cuéntenos de que se trata lo que viene a ofrecer, Señor. -

- Mmm, veo que sois los enviados de Valion, lo vi en sueños, permitid a este pobre anciano que se siente junto a estos jóvenes aventureros - Acercándose al grupo se sienta con dificultad, como si sus piernas apenas le sostenieses - Quasqueton, se llama es lo que me preocupa.

El clérigo se sienta y respira como si hubiera realizado un gran esfuerzo. El posadero se presura a entregarle una copa de vino. El anciano agradece con un gesto y apura la mitad de la misma sosteniendo la copa con una mano temblorosa.

- Hace mucho tiempo, dos personajes importantes en la fortaleza, Rogahn el Impasible, un guerrero de renombre y Zelligar El Desconocido, un mago de misteriosos poder deicideron construir un hogar como base de operaciones justo al pie de las montañas, un baluarte construyeron, si- su mirada quedó suspendido en el aire perdido en una insondable irrealidad, absorto miraba por encima de ellos, de repente sacude la cabeza y continúa: - La localización del complejo oculto fue elegida con cuidado, lejos de cualquier ruta conocida. Se construyó supuestamente en la cresta de una colina - sacude la cabeza como si despertara de un sueño y continua su relato tras beber otro sorbo de su preciado líquido rojizo: - La construcción del complejo duró una década, incluso con ayuda de la magia y de cientos de esclavos y trabajadores. Grandes cantidades de roca fueron removidos y una simple torre que se eleva por encima de las montañas e efectos de atalaya.

La historia del clérigo fue interrumpido por la llegada del posadero que trajo una bandeja con pollo asado, una hogaza de pan y un caldero con sopa caliente. El clérigo tomó un trozo de pan y lo mojó en su copa.

- Os preguntaréis que pasó con estos dos aventureros Rogahh y Zalligar. Mmmm - de repente el clérigo guardó silencio como si meditara - Vivieron en su santuario durante un tiempo interrumpidas por repentinas aventuras. Estas aventuras no fueron jamás contadas, pero entonces de las montañas vinieron hordas de bárbaros. Muchos vinieron a completar su tropa, atraídos por los tesoros que esta peculiar pareja poseía. Rogah y Zelligar se embarcaron en su última aventura. Hubo una gran batalla entre los dos héroes y sus mercenarios contra los bárbaros. La fortaleza sobre las Cavernas de Quasqueton jamás se terminó - entonces el clérigo agacha la cabeza y y transmite un gran pesar - Pero algunos decidieron comprobar si los dos aventureros poseían tanto tesoro como se decía. ¿Cuántos más idealistas caerán en la red y serán atraídos hacia esa ilusión para desaparecer? Por desgracia mi sobrino, un joven loco ávido de poder, se ha aventurado hacia las Cavernas de Quasqueton en contra de mi consejo y sus padres lloran desconsoladamente.

Sentada con una mano en mi copa de vino, bebiendo de tanto en tanto, escuché al fatigado anciano contar la leyenda de dos aventureros de la fortaleza y del destino de su sobrino.
Con la llegada de la comida que trae el tabernero, interrumpiendo a Vertino, dejo volar mi cabeza a aventuras que podrían ser y con una sonrisa y la mirada perdida, tomo un trozo de pan lo mojo en la sopa y me lo embullo.
La suave voz del veterano, continuando el relato me trajo de nuevo a la mesa, junto al caballero de pelo negro y el pequeño, que ahora que lo pienso...- ¿De donde apareció?, no recuerdo haberlo visto cuando entramos.¡Que distraída! Así lograre que me maten algún día.-, volviendo nuevamente a la mesa sigo oyendo.

El final de la leyenda, y el pedido "encubierto" de salvar a su sobrino, genero muchas intrigas y gana de aventura de una manera, alocadamente infantil.
En un arrebato de entusiasmo , muchas preguntas que giraban en mi cabeza empezaron a brotar de mis labios- ¿Quien es Valion...y por qué dice que nos vio en sueños?- pero mas preguntas venían y venían. - Señor acepto ir a buscar a su sobrino, creo yo que es lo que siguiere, pero déjeme hacerle unas preguntas.- Bebo un trago de vino y prosigo. - ¿Desde donde viene viajando?, ¿hace cuanto se perdió su sobrino? y...algo no menos importante, por lo menos para mi- Y apoyando la mano en mi pecho y mirando a todos en la mesa en busca de consenso pero sin querer respuesta.- ¿Usted conoció a los dos aventureros de la historia?, no quiero ser impertinente, pero he notado la nostalgia al contar la historia,
casi diría yo...como vivida.
Al no ser mi costumbre hablar tanto, luego de terminar, un calor invadió mi rostro, que cualquiera reiría al verlo como un tomate bien maduro. Rápidamente bajo mi rostro, casi metiendo lo en la sopa.

- Mmmm, muchas preguntas en poco tiempo para un pobre anciano como yo - responde apoyando las manos sobre su bastón clavado en el suelo - ¿Nostalgia?Claro, y oen tiempos fui un aventurero y claro que conozco a Rogahh y Zalligar...mmm...viví hace muchas décadas algunas aventuras juntos, no siempre fui viejo, ¿Verdad? - el anciano carraspea y piensa con detenimiento - A mi edad la memoria es confusa pero creo que ha pasado algunas semanas desde que mi sobrino, o quizás menos, mi memoria flaquea- luego levanta la cabeza y arquea las cejas como si cayera en la cuenta de algo importante - impertinente joven, pues claro como puedes preguntarme quién es Valion, por el bendito regazo de su ilustrísima y venerada deidad de todo lo que nos rodea, y todo lo que ocurre es bajo su beneplácito, pero el caos está ahí, es fuerte y muchos mandatarios siguen este camino equivocado que nos lleva a la predición y por eso debemos luchar para que estas cosas malas desaparezcan. Valion se vale de valerosos aventureros aunque no conozcan a su creador

Mi joven y aventurero espíritu, atropello de preguntas al anciano, pero se las arreglo y respondió a todo. Con corazón exaltado, exclamo.-¡¡ QUE VA !! Conoció a esos dos héroes y estuvo de aventuras con ELLOS, no me lo puedo creer. - Un chico se comportaría mejor, pero es que va a ser mi primera hazaña, y me encuentro ante un gran aventurero aunque viejo y cansado, ahora, no puedo dejar de asombrarme. Pero debo concentrarme y prestar atención a lo verdaderamente urgente, el chico perdido.- Disculpe mi emoción Señor Vertino, suelo ser un poco...mmm ¿como lo diría?...¡AH si! Apasionada, esa es la palabra y el sentimiento. Pero retomemos por lo que usted esta aquí, su sobrino. Yo digo que descansemos esta noche y mañana partamos sin mas demora, mas tiempo mas probabilidades de que ese muchacho no se encuentre mas e esta tierra.- Hablo para todos en la mesa, quizás... logre que algún guerrero mas quiera sumarse a la contienda. - ¿Tenemos algún mapa de que valernos, para llegar a esa cueva? y su sobrino, ¿como lo reconoceríamos? - Por no preguntar, ¿si lo encontramos vivo o muerto como sabríamos que es él? De una manera u otra debemos traer algo que confirme que lo hemos hallado. Pero decirlo así, ¡no!, me suena bastante brusco y grosero.

- Loado sea Valion - responde el clérigo levantando las manos - Aunque parezca mentira portaba una maza y acababa con criaturas inmundas, sí...mmmmm - comienza a reflexionar - un mapa conseguir os puedo sí...mmm si descansad mejor mañana partir, venid a verme temprano y os entregaré un mapa y mis bendiciones...