Partida Rol por web

¿Conseguirá este grupo que los bárbaros no den la voz de alarma? y ¿podrán crear una distracción para los que se encuentran en la fortaleza?

Proseguieron su camino durante 15 minutos aproximadamente, entre el lado derecho en el que se hallaban campos de cereales parecidos a los anteriores y el izquierdo donde había un bosquecillo. Aunque Arzarin no pudo observar ninguno bien, puesto que se encontraba escondido entre el suelo de madera del carro y unos cuantos sacos llenos de paja.

 En el principio de la senda, el camino que unia el almácen y la fortaleza, una figura se vio en el horizonte. Poco más tarde cuando esta se hubo acercado, Reran pudo distinguir que se trataba de un bárbaro a caballo y que montaba velozmente.

Cuando llego hasta la posición de los carros, hizo que el caballo parase en seco, levantando incluso algo de tierra en esta acción. Luego se dirigió hacia uno de los campesinos vestidos de bárbaros- ¿Habeis tardado bastante?, ya iba a avisar de que enviaran soldados al pueblo para saber si otra vez se habían revelado.

El campesino respondió con todo el disimulo posible.- Sí, ya lo sé, pero ha sido por culpa de esas perras campesinas.-

Ante la respuesta, el bárbaro no tuvo ni la menor impresión de que le habían mentido por lo que decidió colocarse con total normalidad al principio de la fila para hacer de guía hasta el almácen.

Reran sigue en su puesto cabalgando normalmente y esperando llegar al almacén sin contratiempos.

Los campesinos, Arzarin y Reran siguieron al bárbaro en silencio y sin realizar ninguna acción sospechosa por el camino, con los alrededores parecidos a los anteriores, hasta que llegaron al almácen.

Una vez al lado del edificio el hombre salvaje se dirigió a Dalion.- Venga, a que estais esperando a descargar los sacos.-

-Ahora vamos.- Luego Dalion se dirigió a la parte trasera del carro y aviso a Arzarin que era el momento de actuar.- Voy a quitar el saco que te cubre, preparate para combatir.-

Al escuchar las palabras de Dalion, aferro fuertemente mi martillo que había mantenido pegado a mi pecho y me preparo.

Con todas mis fuerzas, me levanto al quedar libre del saco y salto alzando mi martillo contra el bárbaro mas cercano.

-¡Sorpresa bastardo!

Al entrar al almacén, Reran echa mano de su espada y se lanza al ataque contra uno de los bárbaros.

¡Acabemos con ellos!