Partida Rol por web

Grundha se encara a Sidhe y le espeta con dureza no exenta de cierta contención, puesto que están ante sus soldados.

-¿Por qué lo has hecho? ¿Qué ha ocurrido, generala, para acabar con él?

Sidhe mira con sorpresa a Grundha, sin entender porqué la recrimina.

-El consejero era un traidor. Nos condujo a la emboscada del pozo de la cual solo salió él con vida, a pesar de que estábamos rodeados por un círculo de salvajes donde murieron todos los soldados. Sin embargo él escapó. Y la única forma en que pudo hacerlo fue que le dejaran salir, porque antes cuando nos peleamos en la tienda ni siquiera consiguió llegar a la puerta antes de que le atraparamos.

Sidhe apoya la mano en el puño de la espada, por si alguien tiene ánimos más belicosos.

-El consejero era evidentemente un agente del enemigo que casi consiguió matar a todos los generales y desbandar el ejército. Esa era una de las muchas razones por las que debía morir -Sidhe se moja los labios con la lengua-. Además, ya os advertí antes de que salía a buscarlo para matarlo. Antes de montar el puente ¡SI TANTO TE IMPORTABA NO DIJISTE NADA?! -le chilla a la cara a Grunda sin poder controlar su temperamento-.

Sira se coloca la cimitarra en su cinto y mientras camina hacia los demas generales, con una toalla humeda, seca sus manos sucias de barro y sangre y torna su caracter hostil hacia Shide. Valiente filimbustera hija bastarda del mismisimo Thoth-Amon. Como te atreves a levantar la voz a otra general? Desde cuando tomas las decisiones de acabar con la vida de los consejeros. Tendras que explicar muchas cosas... Y no te pongas en posicion defensiva zorra! Te crees que porque llevas una espada nos das miedo? Sira tira la toalla ya manchada lo suficiente para que no se pueda volver a usar. Mira a un soldado y le pide otra toalla. Todo el mundo sabia que Sira era demasiado aseada con su fisico para pertenecer a un ejercito, pero su perfil salvaje le hacia parecer justamente lo contrario, quizas por eso Meirkor la ascendio a general.
Y desde cuando te crees el verdugo de este ejercito. Te tendre mas vigilada apartir de ahora, te recuerdo que alli en las cuevas tambien tubimos un problema con un fantasma que nos costo la muerte de un general. con el semblante de toda una general, se acerca a Shide mientras su pulsera en el tobillo repica con el suelo dice Muy vigilada, pequeña
Sira le dio la espalda a Shide para despues dar un giro de 360º y colocarse cerca de Grundha mientras volvia a refrescarse con una toalla empapada en agua caliente.

Los generales discuten frente a sus soldados. El ejército susurra. Hay discordia ... tal vez nos lleven a la muerte ... no están unidos ... ¿qué pasa aquí?

Poco a poco los soldados se apartan para dejaros discutir en el claro del bosque en el que estaba instalada la aldea que habéis tomado. Estáis solos durante unos instantes hasta que el soldado que más ha demostrado su valía se acerca a vosotros. Calius dice.

Generales. Esperamos vuestras órdenes.-Su intención ha sido claramente evitar que sigáis discutiendo delante de la soldadada.-La ciudad de Polopponi está a tan sólo un par de noches de aquí. Cuando ordenéis, partiremos.

Grundha ignora el comentario de Calius, y se acerca aún más a Sidhe, empuñando su espada mientras lo hace. Queda a apenas un palmo de ella. Señala a Sira con la cabeza, y masculla entre dientes, pero perfectamente audible.

-Sira te vigilará, tatuada. Y yo, si vuelves a hablarme como lo has hecho, te mataré. Lo haré despacio, y con muchas ganas. Esa lenguecita tuya pasará a mi collar, y te a seguro que no será la primera que cuelgo de él.

Ha levantado la hoja, vigilando la suya. Si la generala hace cualquier acción ofensiva, Grundha atacará. Si no la hace, bajará su espada, y entonces sí responderá a Calius.

-Recoged de esta aldea todo lo que nos pueda servir. Comida, caballos, vino, lo que tengan. Mientras, tomaremos una decisión.

Cuando Grundha desenvaina su espada, Sidhe salta hacia atrás y agilmente desenvaina la suya, sin decir más palabras, embrazando en un lado el escudo y esperando el ataque de la otra general para responder. Mira a los demás generales. No es ella la que ha desenvainado primero.

-Grunda me ha desafiado a luchar. Ella a mí, no al revés. Yo no quiero pelear contra otro general, pero si ella me ataca pelearé.

AAAAAAAHHHHH MUJERES!!!! QUE CROM SE COMA MIS ENTRAÑAS Y VAGUE POR ASCUAS ARDIENTES TODA LA ETERNIDAD SI ALGUNA VEZ LOGRO COMPRENDERLAS!!!!grita Zoltak con su vozarron, ha matado al consejero, bien, pues ya esta, es suficiente, no hace falta que os mateis todas, con una baja suficiente. Si estamos a solo dos dias de camino hay que salir para alla, acamparemos cerca de la ciudad.

Examinas el poblado. No encuentras nada valioso. Un poblado con apenas unas pocas cuentas de oro. Muchos colgantes con cosas brillantes y armas primitivas. Una banda de retrasados.
Aunque encuentras un pequeño mapa en lo que correspondería a la tienda del shaman. Es un plano que indica las principilas vías de suministro de las ciudades del contorno, entre las que está Polopponi.

¿Generales? ¿Zoltak? ¿El resto?

Calius, permanece perplejo. Ignorante de qué hacer. Mira a todos los presentes y se muestra muy sorprendido con la actuación de sus superiores. Jamás pensó que esto pudiera llegar a ocurrir.

¿Qué debemos hacer ahora? Les recuerdo que nuestras órdenes son tomar Polopponi. Está a apenas dos jornadas de viaje de aquí y ...

Calius mira al suelo y desenfunda su arma. Luego la tira al suelo entre Grundha y Sidhe.

Si lo que desean es combatir. Ya conocen las reglas ¡por
Astar! Una única arma y cuatro pasos a distancia del filo por parte de ambos combatientes.

La espada brilla bajo la luz tenue de las antorchas.

-¿Y bien...?

Grundha sigue en sus trece. No va a tolerar que nadie la chille delante de sus hombres, cuestionando su criterio como ha hecho Sidhe. Si quiere pelea, la tendrá.

-¿Cómo que "Y bien", perra? ¡Tú has desenfundado primero! ¿O es que ahora quieres echarte atrás? -dice poniéndose en posición, a cuatro pies de la espada de Casius-.

-¡JA! Correrá la sangre...

Y se coloca también.

Sira mira a las chicas que estan a punto de pegarse y rapidamente se acerca a la espada que Calius tiro al suelo y con una patada aparta la espada en direccion a Calius otra vez Aqui nadie se va a matar por un estupido insulto Grundha Rapidamente Sira saca un mapa que tenia enganchado en su cinto y dice Este es el mapa de la zona en la que se encuentra Polopponi. tras un siliencio dice Capitan Calius cuanto cree que estaran las tropas preparadas para continuar? Que los cocineros preparen algo de comer y que se vayan montando las tiendas de campaña. Intensificaremos las guardias aunque hayan huido la gente del poblado quizas vuelvan. Que monten fogatas alrededor del poblado quiero guardas de 5 soldados que se vayan turnando en turnos. Sira mira a los soldados curiosos y dice He dado ordenes perros Sira saca la cimitarra y se acerca a los soldados curiosos repartiendo un filazo al aire en tono de aviso COMO NO ESTEN PREPARADAS LAS TIENDAS Y LA COMIDA EN 1 HORA REZAR A VUESTRO DIOS. PERROS!!!!

Tras dar la espalda los soldados a Sira, esta aprovecha para repartir unos puntapies a los soldados mas rezagados.

Sira mira a Sidhe dice: Si quereis mataros hacerlo lejos de aqui no quiero que piensen los soldados que somos debiles por una discusion. Vamos largo de aqui.

Grundha duda unos segundos, los ojos aún clavados en los de la tatuada, los dientes apretados, el ceño fruncido. La mano en la empuñadura de la espada, lentamente, la envaina de nuevo.

-Tiene razón Sira. Y no es la primera vez. Dejaré esto ahora, perra, pero no olvido. Y cuando esto acabe, cuando tengamos Polopponi bajo nuestra bota, lo terminaremos.

Escupe en el suelo, y se da la vuelta, dispuesta a hablar con sus hombres para prepararse para la partida.