Partida Rol por web

La sala está a rebosar, llena de gente de todas las edades, etnias y razas. Familias enteras, fraccionadas, huérfanos y algún que otro menor con escolta policial. No hay nadie en el escenario, solo una enorme pantalla LED del tamaño de una pantalla de cine, con un salvapantallas de una medusa brillante que da vueltas en la oscuridad.

Las luces empiezan a oscurecerse y con ellas la cacofonía se va reduciendo poco a poco a un leve murmullo, y por fin al silencio. Pero nadie sube al estrado.

Una voz clara y nítida, varonil, resuena en los altavoces, donde quiera que estén – “Damas y caballeros, bienvenidos a la visita guiada de la Fundación Costa” – la medusa vibra y lanza destellos al ritmo de la voz – “Permítanme presentarme: yo soy Jeffrey, la Inteligencia Virtual de la Fundación,” – la medusa da una vuelta sobre sí misma, extendiendo los tentáculos como el vestido de una dama al hacer una reverencia – “al cargo de las tareas administrativas y al servicio de los profesores, alumnos, y personal de las instalaciones.”

“Empezaremos con un poco de historia sobre las instalaciones.”

La medusa se desplaza a una esquina de la pantalla, y varias imágenes y vídeos empiezan a mostrarse en el espacio disponible.

“La penitenciaría de ‘El Bisbe de Roses’, ubicada en la península de ‘El Bisbe’ junto a la ciudad de Roses, fue fundada en enero de 1946, justo después del final de la segunda guerra mundial. Lejos de ser una cárcel normal, ‘El Bisbe’ sirvió de campo de concentración para todos aquellos ‘meta-humanos’ o mutantes que participaron en la guerra, fueron creados para la misma, o fueron sus víctimas. Indistintamente de su origen, todos aquellos que no fueran del todo humanos eran considerados peligrosos, y dado el poder de la Iglesia durante la época, agentes del demonio, así que debían ser separados del resto de la gente.

Los primeros años del ‘Bisbe’ fueron los peores para sus forzosos habitantes, que no eran tratados mucho mejor que en los campos de internamiento Nazis. Sin embargo la presión interestatal obligó al Régimen a rebajar sus medidas y respetar los derechos Humanos de los presidiarios.

La penitenciaría de ‘El Bisbe’ cerró sus puertas, liberando a la mayoría de sus prisioneros y trasladando al resto a prisiones en el resto del país y Europa, a finales de 1975 con la muerte de Franco y el final de la dictadura. Solo un pequeño destacamento militar permaneció en el lugar, a cargo del faro. Pero tras unos pocos años hasta este mismo fue abandonado.

Con el boom de índice de mutantes durante los noventa, y el incesante aumento de elementos criminales conocidos como “super-criminales”, la empresa de seguridad Mendoza y Costa S.L. compró las antiguas instalaciones al gobierno español, para rehabilitarlas y reconstruirlas con un nuevo propósito: No solo contener a peligrosos individuos, sino también la reeducación y preparación para la reinserción en el mundo civilizado.

Todo parecía ir sobre ruedas en la superficie, pero en el año 2000 un impresionante trabajo periodístico descubrió que se realizaban experimentos inhumanos en las instalaciones. Valerio Costa, cofundador de la empresa, declaró que no sabía nada sobre el asunto y que jamás permitiría algo así, ya que su propio hijo residía en la penitenciaría, pero dirigió una incursión con paramilitares en su propia cárcel, que demostró que la noticia era cierta y acabó con uan explosión a pocos kilómetros de la costa, donde estaba la instalación submarina secreta en la que Luis Mendoza dirigía los experimentos.

Valerio Costa cerró las instalaciones y disolvió la compañía que compartía con el difunto Luis Mendoza. No llegó a ingresar en prisión puesto que se demostró que no sabía nada de las actividades ilegales de su compañero.

En 2006 y tras la “Guerra Civil” de los superhéroes en Estados Unidos, Valerio Costa volvió a invertir su dinero en las instalaciones del Cabo del Bisbe, pero esta vez para formar lo que ahora conocemos como Fundación Costa: Una escuela para proteger a todos los menores de edad que son especiales en algún sentido, educarles y evitar que, como el propio hijo del señor Costa, acaben siendo criminales, presidiarios, y muriendo en batallas sin sentido.

No es el objetivo de la fundación formar superhéroes. Sino educar a personas adultas equilibradas, sanas y responsables, que puedan ocupar su lugar en la sociedad.

Solo para tranquilizarles, no queda ni un solo ladrillo del antiguo edificio de la penitenciaría, todas las instalaciones fueron reconstruidas desde nuevo, con la idea de una escuela, un ateneo, un centro de entretenimiento y refugio para aquellos en necesidad de uno.

Ahora, después de la obligada y tediosa charla, procederé a enseñarles las instalaciones. La sala de Actos, en la que han estado sentados la última media hora, ya la conocen, así que nos desplazaremos al resto. Busquen su nombre ahora en la pantalla” – las imágenes desaparecieron y fueron reemplazadas por seis columnas de nombres ordenados alfabéticamente, cada columna de un color distinto - “Cuando lo hayan localizado, usted y sus acompañantes sigan al Jeffrey de su color. Cada grupo seguirá una ruta distinta para así poder ver todo bien y sin aglomeraciones.”

Dicho esto, la medusa salió de la pantalla literalmente, hasta estar allí flotando ante la audiencia. Pero no era real, no de verdad. Miles, millares de pequeños proyectores en las paredes, techo y suelo proyectaban el holograma. El holograma se dividió en seis más pequeños, de seis colores distintos, y flotaron hasta las salidas de la sala de Actos. Seis exactamente.

“Miembros del grupo Verde por favor, síganme. Empezaremos por los dormitorios.”

Después de separarse del resto de grupos, el Jeffrey Verde dirige a sus grupos al exterior del edificio principal, donde se dan las clases. Hasta en el exterior, en el jardín, hay millares de proyectores que dibujan la forma de la medusa con total claridad.

Se dirigen a un edificio en forma de asterisco, con cinco alas que dan a un bloque central, redondo. Las paredes del edificio están cubiertas de hiedra, bien atendida, y dan un aspecto antiguo a la par que hogareño, manteniendo la funcionalidad y diseño modernos.

Las grandes puertas dan a parar a algo más semejante al lobby de un hotel que a un dormitorio de Universidad. Varios trabajadores y recepcionistas saludan al grupo, que siguen a su verde holograma hasta el comedor.

“Como pueden ver hay espacio de sobra, y hemos preferido dejar espacio entre las mesas a optimizar el posicionamiento de las mismas para que quepa más gente. Da cierta privacidad a los grupos, y ayuda a los que pasan con los platos de comida. La comida se sirve en la barra tras ustedes. Siempre hay varios platos disponibles para elegir, y aquellos con necesidad de una dieta especial siguen un registro para comprobar que se mantienen en ella.”

“El comedor funciona principalmente como un self-service. Hay varios empleados y miembros del profesorado encargados de mantener la paz y cuidar de los alumnos, pero tenemos un sistema de tareas pensado para responsabilizar a los alumnos, y siempre hay un grupo de alumnos encargado de ayudar aquí en distintas tareas: Limpiar las mesas, recoger los platos, poner las mesas, vaciar las papeleras, ayudar a los camareros a reponer las bandejas…”

“No teman. La prioridad es que estudien y aprendan, no que trabajen, así que controlamos el tiempo que pasan los alumnos en el Sistema de Tareas. Por otra parte estas están recompensadas con un “sueldo”, con el cual los alumnos pueden adquirir cualquier producto que quieran y no esté dentro de lo que la Fundación proporciona de base.”

“Las cocinas están abiertas desde las seis hasta las doce, y hay tres tandas distintas de Desayunos, Comidas y Cenas a tres horarios distintos, para que nadie se pierda nunca una comida. Sigamos. Vayamos a ver una de las Alas Dormitorio.”

El grupo sigue al Jeffrey Verde por el pasillo principal, el que rodea el edificio central, hasta llegar a unas escaleras que ascienden al primer piso. Tienen que esperar unos momentos, Jeffrey reprende a uno de los niños más pequeños, con no más de siete u ocho años, por bajar de un salto desde el último piso.

En el primer piso, justo sobre el comedor, hay una gran sala de descanso, o Sala Común. La misma cuenta con unos cuantos billares, mesas, sofás, armarios con juegos de mesa… Está dividida en diferentes espacios, si no por paredes, al menos por la configuración de los muebles.

Un montón de chicos y chicas están sentados en una de las mesas más grandes, enterrados en apuntes y libros, mientras que otros están en uno de los ‘espacios’ circulares jugando a algún juego de cartas, y un grupo más pequeño se reúne en torno a una mesa de ping pong.

“Esta es una de las salas comunes. Hay una por cada piso. Cada una ligeramente distinta de las otras. Los alumnos se distribuyen por pisos según edades, así que generalmente se concentran en las salas comunes aquellos con una misma edad. La sala común de los más pequeños está en el piso inferior, y está siempre vigilada por personal cualificado. Estas salas, las de los chicos y chicas algo más mayores, no requieren de tal vigilancia. Pero si ocurre algo puedo dar la voz de alarma. Síganme, iremos al ala A”

Saliendo por uno de los pasillos, el grupo encuentra un corredor con numerosas puertas numeradas. Un pad digital – sin botones, una pantalla táctil – está ante cada puerta. Algunas están decoradas, otras no. Muchas están abiertas, con alumnos entrando y saliendo, de unas a otras.

“Cada una de las puertas tiene un cierre de huella digital, todo el profesorado es capaz de abrir todas las puertas pero los alumnos no pueden abrir las puertas de sus compañeros si estos no les conceden un permiso, que dura media hora. Por supuesto cualquiera puede entrar si dejan la puerta abierta o la abren sus ocupantes sin necesidad de permisos. La habitación A17 está vacía ahora, síganme.”

“La mayoría de las habitaciones están preparadas para tener hasta cuatro alumnos. Como pueden ver en esta, se ha eliminado una de las literas para ganar espacio, ya que sólo la ocupaban tres personas, pero en caso de necesitarlo se puede recuperar la litera que falta y poner otro escritorio. El dormitorio seguiría teniendo una gran cantidad de espacio, más que la mayoría de dormitorios de universidad.”

“Hay un cuarto de baño grande al final de cada pasillo, en cada piso, pero también hay un cuarto de baño compartido para cada dos habitaciones. Si ven estas cestas en una esquina con un número, son para la lavandería. Cada alumno es responsable de llevar la cesta numerada con su ropa sucia a la lavandería, pero los empleados acompañados por los alumnos en el Sistema de Tareas se encargan de devolver las cestas con la ropa limpia a las habitaciones.”

“Bien. Sepan que hay una enfermería en la planta baja de este edificio, pero hay otra en el edificio principal y otra más en el polideportivo. La salud de nuestros alumnos es lo más importante. Bien, ahora iremos a ver dicho polideportivo, las piscinas y las pistas exteriores.”

De nuevo el grupo debe seguir al flotante Jeffrey, abandonando el Dormitorio. En la salida se cruzan con el Jeffrey Rosa y su grupo.

Rodeando el Dormitorio con forma de asterisco se accede al polideportivo.

“Bien, no hay gran cosa que decir aquí. Es una gran sala interior en la que practicar deportes, aunque también se usa para las clases de Educación Física. El suelo al completo está recubierto de pigmento CMYK y se pueden dibujar líneas y cualquier cosa que sea necesaria, ya sea por los alumnos y profesores, o la IA a cargo del lugar, yo.”

Para muestra, el suelo empieza a dibujar ondas de colores allá donde los visitantes pisan, y su nombre flota a su lado en el suelo.

“Bien, vayamos a las piscinas.”

Otra vez todos tras la medusa verde… Esta vez se cruzan con el grupo del Jeffrey Naranja.

“Como pueden ver, son dos piscinas de tamaño olímpico, aunque una es menos honda que la otra. Las baldosas están recubiertas del mismo pigmento CMYK. Tras esa puerta hay unos vestuarios con duchas y una sauna. El señor Costa insistió durante la construcción del lugar que toda piscina necesita una sauna. Si me siguen al piso superior…”

Todos suben las escaleras de las gradas hasta llegar a un rellano con unas escaleras más convencionales, arriba se encuentran con un gimnasio más parecido al que se encuentran fuera de las escuelas, con máquinas con las que hacer ejercicios.

“Aquí tienen las máquinas de gimnasio. En principio ninguna de las clases de Educación Física obliga a los alumnos a hacer uso de esta sala, pero algunos lo hacen igualmente. Generalmente la usan los miembros adultos de la plantilla.”

“Ahora vamos a ver las pistas al aire libre.”

La comitiva sigue, cual hilera de polluelos siguiendo a mamá pato. Una mamá pato verde, transparente y con tentáculos.

“Como pueden ver las pistas al aire libre son multipropósito también. Aquí no se dispone del pigmento CMYK, ya que al aire libre se estropearía, pero el sistema holográfico puede obrar milagros, si es que está bien que yo lo diga.”

“Los alumnos en el Sistema de Tareas en la rotación de deportes se encargan de mantener los utensilios como los balones, vallas, porterías móviles, o el aparato para limpiar líneas, mientras que los empleados hacen todo lo demás.”

“Ahora voy a enseñarles la playa y las zonas silvestres.”

“Lamento decirles que no voy a poderles llevar personalmente a esas zonas, puesto que el sistema holográfico termina antes de llegar a ambas, por eso los alumnos las llaman ‘Zonas Libres de Medusas’, irónicamente, pero puedo llevarles al linde.”

“La playa que ven bajo sus pies es solo accesible desde una entrada controlada en el interior de las instalaciones o desde el mar, que también está controlado. Así que están absolutamente seguros ahí.”

“Los alumnos organizan hogueras la mayoría de las noches cuando hace buen tiempo, en lo que rápidamente se ha convertido en una arraigada tradición en la Fundación Costa. Les dejamos tener su intimidad allí pero hay varios vigilantes contratados siempre alerta a lo que sucede ahí abajo, y a veces los adultos organizan una o dos hogueras propias, aunque de forma esporádica, para darles a los alumnos un sentimiento de propiedad. Las Hogueras fueron idea original del alumnado e intentamos no invadir ese espacio más allá de lo estrictamente necesario.”

“Justo bajo el acantilado, fuera de nuestro ángulo de vista ahora mismo, hay varias cuevas formadas por la marea. Hay un par de ellas que hemos dejado abiertas, puesto que son especialmente seguras, pero el resto están cerradas al acceso para evitar peligros.”

“Si se giran ahora a su derecha, verán la otra ‘Zona Libre de Medusas’, el bosque. Prácticamente no hay animales salvajes en el lugar, aparte de pájaros y ardillas, debido a la cercanía con la civilización, así que es un lugar tan seguro como cualquier otro. Como han visto al venir hasta aquí, toda la entrada al cabo esta vallada y es casi imposible que haya intrusos, o se fugue alguien, y varios agentes del Seprona se pasean constantemente por el lugar, asegurándose que esté en buen estado.”

“A pesar de todo, y al contrario que la playa, el acceso al bosque está prohibido por la noche.”

“Por último les llevaré, por fin, a ver las clases en sí.”

“Y para finalizar, aquí tienen una de nuestras aulas.”

La medusa verde, Jeffrey, se encoje hasta desaparecer, y su imagen aparece en 2D, en la pantalla que hace las veces de pizarra.

“Como pueden ver hay ordenadores en todos los lugares. Si el profesor no tiene nada en contra, los alumnos pueden tomar apuntes usando los mismos, y trabajar con ellos. No necesitan ningún tipo de dispositivo extraíble, todos los alumnos tienen una sesión en la intranet, y con simplemente escribir su contraseña, o usando el sistema de reconocimiento, pueden acceder a sus archivos e imágenes.”

“El acceso a internet está restringido durante las clases, a no ser que el profesor conceda permiso. Hay varios filtros lógicos para el contenido que pueden visitar y la categoría de programas que pueden ejecutar los alumnos durante las horas lectivas, para evitar la pérdida de atención.”

“Si se acercan cada uno a un ordenador, verán que con solo sentarse frente a él les reconoce y les abre una sesión de invitado. El sistema operativo que usamos es propio, desarrollado por Industrias PArker, llamado J.F.O.S. : JellyFish Operating System. De ahí el nombre de un servidor vuestro guía.”

“Todos los sistemas de la Fundación a los que los alumnos tienen acceso están interconectados, pero los sistemas de seguridad usan una intranet completamente distinta. De hecho no es posible estar conectado a la vez con el mismo dispositivo a ambas intranets, para evitar al máximo las intrusiones.”

Las pantallas se apagan sin avisar, y Jeffrey vuelve a formarse en el aire, millares de pequeños proyectores por la sala componiendo su forma.

“Bien, si me siguen, les enseñaré el resto de las salas, y volveremos a la sala de actos, dónde les explicaré el plan de estudios.”

Los grupos se reúnen de nuevo en la Sala de Actos. Los múltiples Jeffrey de colores desaparecen, para volver a convertirse en una imagen en la gran pantalla. Cuando todo el mundo está sentado de nuevo en su sitio, las luces vuelven a reducir su intensidad. La pantalla muestra a Jeffrey la medusa, y por ella empiezan a pasar varias imagenes con chavales de la Fundación posando en los distintos uniformes de la misma.

“Ahora ya conocen nuestras instalaciones, así que pasaremos a hablar del plan de estudios de los alumnos, y del control de sus habilidades.”

“Para empezar, el centro hace las veces de escuela de primaria y secundaria, y desde hace un par de años somos capaces de ofrecer, de forma homologada, varias carreras.”

“Los alumnos más pequeños tienen clase de nueve de la mañana a la una, con un descanso en medio, y luego desde las tres a las cinco. Las asignaturas que cursan son las mismas que cualquier niño de primaria: Lenguas, Matemáticas, Ciencias, Plástica… Estos alumnos no tienen aún acceso al Sistema de Tareas al completo, sino a una versión reducida, en las que se les asignan pequeñas tareas, como limpiar la pizarra, ordenar los juguetes o subir las sillas sobre las mesas al acabar la última clase. Por otra parte, se dedica una hora al día, de 5 a 6, al control de sus habilidades especiales, sean cuales sean. Los fines de semana se organizan más prácticas para aquellos alumnos que residen en la escuela.”

“Los alumnos mayores, tienen clases de ocho a una, y de tres a cinco, pero solo hacen clases por la tarde tres días en semana. Todos tienen de cinco a seis prácticas para con sus habilidades, o de tres a cinco los días que no tienen clase por la tarde. Estos alumnos tienen ya acceso por completo al Sistema de Tareas.”

“Los alumnos universitarios siguen horarios propios, dependiendo de cada carrera y cada individuo, así que no me es posible resumirles sus calendarios.”

“Ahora ya saben que los jóvenes que dejen a nuestro cargo van a aprender, y que también van a ser capaces de controlar sus dones. Pero también queremos asegurarles que nada malo les va a ocurrir, y su salud mental y física estará siempre en plenas condiciones.”

“Cada alumno tendrá un tutor, que se encargará de hacerle un seguimiento más personalizado. Valorará sus esfuerzos, sus notas, los sucesos que le ocurran. Estos tutores se encargarán de controlar que no les falta de nada, ya sea ropa, material escolar o lo que fuera menester, y validarán o no lo que el alumno decida comprar con su ‘sueldo’ extra. A decisión del tutor, es posible limitar el acceso del alumno a sus fondos, ya sea por un castigo, o por incentivar el estudio y el esfuerzo. El tutor también validará el tiempo que pasa el alumno en el Sistema de Tareas y será quien dé o no permiso al alumno para tomar más tareas.”

“Por otro lado, el mismo día que lleguen y una vez cada trimestre se someterá a los alumnos a examen médico. Puede parecer exagerado, pero muchos alumnos tienen una fisiología fuera de lo común, y es mejor tener un control habitual a tener que esperar que suceda algo.”

“Por último, todos los alumnos deben visitar a uno de los psiquiatras de la Fundación al menos una vez cada tres meses, pero pueden hacerlo tan a menudo como su psiquiatra les quiera atender. Nuestros alumnos son en su mayoría adolescentes, y añadidos a los problemas habituales de la edad está el estar todos siempre juntos, y sus dones especiales. Los psicólogos, dirigidos por el doctor Ignacio Cruz, intentan mantener la salud emocional de todo el mundo. Si piden mi opinión, si es que la opinión de una Inteligencia Virtual les sirve, es un buen método.”

"El último tema a tratar es el Código de Vestimenta de la fundación. En principio no hay obligación alguna de vestir de unas ropas en concreto. Los alumnos son libres de vestir como quieran, dentro de las guías de lo genéricamente apropiado. Aún así, como han ido viendo durante la última charla, tenemos varios uniformes que los alumnos deben vestir en ocasiones especiales."

"El que vestirán mas habitualmente es el chándal, de verano o de invierno. Están hechos con Partículas Inestables, la invención del archifamoso Mister Fantástico, Reed Richards, y por tanto son maleables y se adaptan a los poderes y dones de quien las viste. Si el usuario es capaz de hacerse invisible, las Partículas Inestables se comportarán como si fueran parte de su cuerpo y harán lo mismo, por poner un ejemplo."

"Los otros dos uniformes están pensados para ocasiones especiales o salidas programadas al exterior. Tienen una apariencia mucho mas formal, y se componen de los colores de la Fundación, para reconocer fácilmente a los alumnos en caso de salidas, pero también están hechos con las mismas Partículas Inestables, para asegurarnos de que todo vaya como la seda"

“Bien, con esto damos por finalizado el tour. Según salgan encontrarán a varios miembros del equipo directivo, médico y jefes de sección, con los que podrán hablar.”