Partida Rol por web

Mass Effect: Shadows of War

El Inconnu - 4

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03/10/2014, 18:11
Khan

El tigre acercó su enorme cabeza a la asari y le olfateo el rostro por unos segundos. Luego se quedó mirando fijamente las macetas mientras levantaba de nuevo la pata.

Alzó la vista mirando a Elora a los ojos y le contestó:

- Eezo. -

Los ojos de Khan se encendieron en destello azulado y su cuerpo quedo envuelto en energía biótica pura. Cada maceta empezó a volar despacio, primero se posó una en el suelo, luego la segunda en el interior y así sucesivamente hasta que cada maceta quedo apilada en su solo cuerpo.

N'wani era muy consciente que aquello no era un sueño.

Khan volvió a levantar su pata ahora envuelta en biótica y una vez más repitió la misma palabra.

-Eezo... eezo... eezo. -

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04/10/2014, 00:15
Elvos T'Legos

- Frustración? De que hablas? Ya tenia pensado dese hace tiempo seguir sus pasos y ser una Justicar. Su muerte tan solo hizo que me lo tomase mas en serio. - Le respondí mientras comia. No entendia demasiado bien eso de la deuda con los padres. Sonreí ante la idea de enfrentarme a otro Geth de ese calibre. La proxima vez no necesitaria ayuda del resto para destrozarlo. 

- Bien. Que te gustaria ver de la nave? - Le pregunté cuando terminamos de comer. - A mi tambien me interesa, Me encantó el animal del jardín. A ver que otras sorpresas nos reserva esta maravilla. 

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04/10/2014, 10:37
Caemmi'Raenar vas Taelarm

Caemmi frunció el ceño dentro del traje, cruzándose de brazos. Sin embargo, no dejó de intentar entenderse con aquella máquina salida del espacio exterior. Era como intentar discutir con un humano autista. Y aunque ahí seguía, probando su suerte, le tocó reconocer ante el bolus, aunque fuese de forma indirecta, su incapacidad manifiesta para aquello.

Necesitamos personal especializado para esto— comentó la quariana—. Tan pronto acabe de ahondar personalmente en los controles del núcleo, iré a ver a la Capitana. Cuando pisemos base, hay que reclutar un criptólogo y un físico atómico. Estamos perdiendo tiempo y oportunidades.

Por muy poco tiempo que llevase en marcha la Incommu — desde su descubrimiento —, y por muy experimental que fuese, pedía a gritos la ayuda de un personal qualificado más diverso. Aún a expensas de los peligros que pudiese ocasionar. El beneficio compensaba todos los riesgos.

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04/10/2014, 13:37
Kerius Caelian
Sólo para el director

Kerius se llevó de nuevo la mano hacia su barbilla, mientras miraba pensativo el alfabeto tradicional y sus posibles equivalencias. No dijo ni una sola palabra mientras Caelia le explicaba el problema del lenguaje alienígena. La Capitana Sancrinus tenía razón. Aunque se mejorase el traductor, la equivalencia podría no ser segura. Era necesario encontrar una base para poder descifrar con total fiabilidad la lengua del Inconnu. Pero, ¿dónde encontrar semejante cosa? ¿En qué lugar del universo se podría hallar algo parecido a un alfabeto traducido? ¿Tendría el Inconnu alguna pista sobre ello?

- Entiendo. Poca cosa se puede hacer de momento- dijo Kerius aceptando la situación. Debería investigar a partir de ahora para hallar respuestas.- Y una última pregunta, podría explicarme cómo funciona el sistema de apuntado de la nave. ¿Tiene alguna peculiaridad que sea diferente al de otras naves?

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05/10/2014, 13:41
Dan Borlac

La frustración del volus crecía paulatinamente, no era que le incomodase la presencia de la quariana, ni las conclusiones a las que habían llegado, era simplemente que todo le recordaba la impotencia de la situación, el como volaban casi a ciegas en los motores sin mucho que poder hacer salvo contemplar como las fusiones se sucedían y por fortuna todas eran estables.

- Ya se intentó emplear criptólogos para desensamblar el código, apenas lograron arañar la superficie del lenguaje usado en la nave, incorporar personal a la nave es un proceso muy lento y jerarquizado, aunque efectivo para algunos campos es un estorbo para otros. Necesitarían traer al mejor, pero no el mejor por que sus profesores o colegas lo digan, al mejor que sus actos lo hayan demostrado. Hay muchos hackers expertos en criptologia que podrían ayudar, pero se sigue con la política de mantener este misterio metálico en el anonimato.

Por lo demás, si manipula los paneles de cristal pronto recibirá las ecuaciones de energía y todas sus variables, si fueran comprensibles se podría ajustar o cambiar parámetros, pero a ciegas no es aconsejable cambiar valores de reacciones tan peligrosas como una fusión de deuterio. -

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05/10/2014, 13:50
Caelia Sancrinus

La capitana miró por unos segundos al patrón de letras y símbolos, no cambio el rostro pero se podía notar el cansancio que la invadía, a nadie le gusta volar en una nave de la que apenas se conoce el funcionamiento y mucho menos si eres la responsable.

- Hasta ahora se han encontrado tres maneras de fijar blancos en las armas del Inconnu, la primera es como en cualquier nave, usando las consolas, asignando objetivos y fijando valores y parámetros. Algo que tenemos que dejar automatizado ya que las ecuaciones de distancia no son convencionales.

En segundo lugar esta nave parece tener una "memoria" selectiva, no se como pero es capaz de reconocer cuando algo le está disparando y lo fija automáticamente en su sistema de puntería

La manera más sorprenden es desde el puesto del piloto, cuando la alférez está usando las gafas de vuelo es capaz de fijar un objetivo con solo un pensamiento, se cree que ese utensilio lee los patrones bioeléctricos del cerebro y permite la fijación de blancos usando el mero reconocimiento visual. -

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06/10/2014, 11:38
Connor Marshall

Sonrío al recordar al tigre gigante del jardín que tiene esta nave. Es cierto que me sorprendió bastante, y no solo por el hecho de que hablara, sino porque parece que posee algún tipo de don sensitivo. No sabía muy bien a donde quería ir, la verdad es que quería pasear por toda la nave y ver qué más hay por aquí.
-No se, la verdad, al principio tenía pensado perderme un poco por la nave sin rumbo fijo, quiero ver otras estancias que no haya visto antes. La sala de motores, la armería, la bodega de carga... No se, cualquier cosa. Me gustaría empezar por la sala de motores, estoy seguro de que no va a ser un motor convencional. Tengo curiosidad.
La miro a los ojos.
-Mientras puedes hablarme de las Justicar, he escuchado historias pero nunca he hablado con ninguna.

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06/10/2014, 19:38
Elora N'wani
Sólo para el director

Los ojos turquesa de Elora se volvieron tan grandes como puños aunque la expresión fue una mezcla de sorpresa primero y alegría despuñes. No sabría decirlo.

—¡Eres biótico!

¿Qué podía significar aquello? ¿Venía Khan también de algún planeta tan rico en eezo como Thessia que era biótico natural? Y lo más importante... ¿lo sabían en aquella nave? Quizá no se lo habían dicho porque simplement eno habían preguntaod pero le resultaba muy raro que la doctora mencionase que el animal tení alas garras del mismo metal que el Inconnu y sin embargo no mencionase que era biótico.

El primer impulso fue levantar la mano para tocar la pata del tigre que la "señalaba". Por alguna extraña razón de pronto se le antojó una criatura muy lejos de casa. Y aquello le apagó un poco el ánimo.

O quizá es que simplemente a aquel ser le "gustaba" el eezo pero... en serio, ¿por qué un tigre solo dentro de una nave abandonada?

—¿Tú también naciste en un lugar con mucho eezo, Khan?—preguntó—. ¿Sabe la doctora que puedes hacer esto?

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07/10/2014, 00:56
Kerius Caelian
Sólo para el director

"Vaya…"

El turiano se quedó impresionado ante los diferentes sistemas que tenía la nave de origen alienígena para cuando entablase combate. Le sorprendió- pese a que ya sabía que la nave guardaba muchos secretos, siempre conseguían sorprender al joven soldado- el hecho que  la nave fuese capaz de localizar y fijar aquellos navíos que le estuviesen asediando. Cada vez se planteaba más y más que el Inconnu no era una simple nave, sino un ente vivo.

Aunque sonase descabellado, Kerius pensó en esa posibilidad. Quizá la piloto junto con ese traje sugerente era capaz de fundirse con al nave y ser un mismo ente. Sería como manejar un gran robot. Quizá Kerius debería dejar de fantasear y no dejarse influenciar por esos nuevos cómics sobre robots.

Caelian observó el rostro de la capitana. Pese a la seriedad característica de los turianos, podía notar que ella estaba en la misma situación que Kerius en cuanto a información. Unas pocas pinceladas no eran suficiente. Y ser encargado de algo que no controlas no es algo que guste mucho entre la raza de Palaven. El turiano decidió que ya había reunido suficiente información en cuanto al funcionamiento de las armas. El único impedimento era el idioma del Inconnu. Quizá debería echarle un vistazo más tarde con su omniherramienta, aunque él no era ningún traductor experto ni nada por el estilo. Iba a necesitar ayuda

"Puede que Nelio sepa algo o conozca a alguien…"

La imagen de su compañero y amigo se le apareció en su mente, junto a los recuerdos de la misión en Invictus y el ataque a la Ciudadela. No pudo evitar esbozar una pequeña sonrisa, casi imperceptible al recordar a Nelio y su querida omniherramienta. Ambos pasaban muchas horas encerrados trabajando. Volvió a mirar a Caelia.

- Muchas gracias por toda la información que ha podido aportar, Capitana- dijo en un tono de agradecimiento.- Me ha resultado útil y muy instructiva. Si por algún azar encontrase respuestas o soluciones, se las haré saber. Voy a dar una última vuelta por la nave antes de retirarme a mi camarote. Ha sido un placer.

Kerius se despidió con un saludo formal. Había recabado suficiente información por hoy, quizá era un buen momento para visitar los últimos rincones de la nave antes de ir a descansar. Si no recordaba mal, en el tour de Eanessa no habían pasado por el Comedor. Decidió que ése sería su próxima parada, simplemente por mera curiosidad. Curiosidad por conocer los extraños diseños que había en el interior del Inconnu y por conocer a otros miembros de la nave.

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07/10/2014, 21:39
Director

Kerius caminaba por la nave sumido en sus pensamientos, los escasos tripulantes con los que se cruzaba se apartaban a un lado o se cuadraban marcialmente, al parecer el grupo de operaciones especiales disfrutaba de priviligios y un rango superior al de la mayoría de los integrantes, pero siempre con excepciones.

La sección reservada para comedor y cocina tenía el diseño habitual de cualquier nave reconvertida a navío militar. El cocinero era un humano de color entrado ya en edad, con uniforme de la marina impecable. Varias mesas de varios tamaños se repartían por la estancia.

El turiano se percató de que Elvos y Connor estaban sentados en una de las mesas, terminando unas bandejas de comida, igualmente ellos repararon en la llegada de Kerius al comedor.

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07/10/2014, 21:44
Khan

El tigre no respondió a las preguntas, pero la asari podía notar un cambio en la mirada del felino. Se decía que los ojos son el reflejo del alma y de los sentimientos, pero en este caso Elora podía ver en ellos el peso de la edad, una edad quizás tan avanzada que ridiculizase a las matriarcas más venerables.

La enorme zarpa de Khan tocó el cuerpo imbuido en biótica de la asari, las dos energías se combinaron en un destello formidable y en unos segundos el mundo que rodeaba a Elora desapareció por completo, su mente parecía flotar a la deriva, en la infinidad del espacio eterno, pero en realidad la conciencia de la asari viajaba por el tiempo hasta un momento muy atrás en la historia, estaba apunto de contemplar un mundo olvidado a través de la memoria de un felino.

La oscuridad se desvaneció y dio paso a la luz, luz acompañada de fuego, ruido y muerte. Sabía que no estaba contemplado la escena desde su perspectiva, sino desde los ojos de otra criatura. Este ser veía un mundo verde y selvático morir cada segundo, los cielos estaban ennegrecidos y la muerte caía de ellos en forma de energía, fuego y metralla. Cada impacto sacudía la tierra, calcinaba la naturaleza y aniquilaba toda vida que hubiera cerca. No había ninguna piedad en el asalto pero ninguna flota podía tener tan formidable poder de destrucción como para bombardear un planeta de esa forma.

Uno de esos impactos cayó muy cerca del punto donde la asari "observaba" el devenir de acontecimientos. Sintió en su mente el miedo animal de una criatura, el dolor al chocar contra el suelo, la dificultad de respirar entre el humo y el calor abrasador de las llamas muy cerca.

Frente a ella una enorme tigresa blanca con un cachorro yacía muerta en el suelo, ambos estaban destrozados por la explosión que se había provocado hace unos segundos. El dolor poco a poco aumentaba y mirando el suelo podía verse que la sangre empezaba a regarlo, la criatura cuyos ojos ahora compartía Elora estaba herida de gravedad.

Entre el fuego y las explosiones se escuchaban unos maullidos de miedo y tristeza, pero la brutalidad del asalto orbital pronto supero el estruendo de los lamentos, la herida seguía sangrando y la vida poco a poco se escapaba.

Pero entonces la vegetación ardiente comenzó a moverse y de ella apareció una silueta ataviada con una túnica negra y encapuchada, podía pasar por un humano, pero estaba muy demacrado, el cuerpo tenía una palidez y arrugas innaturales, jamás había visto un deterioro así salvo en enfermos terminales.

La figura se rasga parte de las vestiduras y envuelve con ellas el cuerpo donde la asari contempla la muerte de un mundo. Dos manos marchitas la levantan y comienza a correr entre la selva ardiente esquivando una lluvia letal de muerte y destrucción.

Tras incontables minutos de carrera finalmente la escena se centra en un enorme claro en donde aun no ha caído la muerte desde el cielo, allí Elora puede contemplar desde ojos asustados la flota más formidable que jamás ha existido, las Inconnu están todas en tierra junto con otro centenar de naves desconocidas, preparadas para el despegue, diez naves iguales salvo por el color de sus energías crepitantes están repartidas por todo el lugar preparando lo que debe ser una evacuación.

En ese momento los cielos parecen abrirse y entre las nubes algo aparece a demasiada altura para poder contemplar con claridad, pero su tamaño haría pequeños los edificios más grandes. Sin provocación ninguna sea lo que sea esté en los cielos arroja una lluvia mortífera de energía al claro donde las diez naves reposan. La potencia del impacto y su magnitud superar a la de las defensas terrestres de una planeta o los cañones más grandes de las estaciones orbitales.

Una enorme explosión azota el lugar y la tierra tiembla dolorosamente al impacto, el fuego y la muerte se extienden por doquier y se dirigen sin misericordia a la figura que sostiene la criatura donde la asari tiene ahora su mente.

Un destelló diferente aparece y una barrera biótica frena la peor parte de la radiación, pero a un precio, la figura negra cae al suelo muerta a pesar de su defensa desesperada. Y el cuerpo frágil donde mora la asari queda nuevo en el suelo desválido.

Frente a ella la vegetación y la vida se ha extinguido, el suelo esta roto y agrietado por el impacto, chatarra metálica esparcida por doquier y fuego lamiendo cualquier resto combustible. Solo siete naves han soportado el impacto sin ningún daño aparente, ahora es capaz de distinguir al Inconnu y otras nave similares pero envuelta en una energía distinta.

Una escotilla del Inconnu se abre y una figura parecida a la que cargó con la asari salé corriendo, salva la distancia que los separa y rápidamente comprueba que su compatriota está muerto, pero el ser que encarna Elora aun esta vivo. La figura coge a Elora con cuidado y se vuelve al Inconnu.

Una nave gemela con luces rojizas despega antes, se eleva veloz a los cielos y sus cañones prisma rugen de ira disparando su letal potencia hacía las nubes. En la parte más alta de la bóveda celeste el asesino desconocido recibe el impacto de lleno y su enorme cuerpo envuelto en humo se precipita hacía la tierra muerta del planeta.

Entonces la asari y la figura que la transporta franquean la escotilla del Inconnu. La puerta se cierra tras de sí y la nave comienza a moverse, pero la herida ha perdido mucha sangre y la conciencia del ser donde reside Elora se apaga.

Todo se desvanece a su alrededor y otras luces y formas toman su lugar. Los trazos familiares del botánico aparecen y frente ella hay un enorme tigre blanco con lágrimas visibles en los ojos.

-Eezo, eezo, eezo, casa... mama... -

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08/10/2014, 00:20
Kerius Caelian

Pese a estar meditando sobre las armas del Inconnu y el problema que acarreaba el desconocimiento de la lengua alienígena, el turiano observaba sin demasiada atención el comportamiento de los tripulantes con los que se encontraba. Sus reacciones eran parecidas, o bien se erguían para mostrar sus respetos o bien se hacían a un lado.

"No os mordería aunque no hicieseis ningún tipo de saludo…" pensaba Kerius.

La situación era un tanto extraña para él. En poco tiempo le saludaban como si fuese una especie de soldado conocido. Pero el turiano prefería pasar desapercibido y ceñirse a su trabajo, sea cual sea. Y ahora el título de miembro de las operaciones alfa le daba, entre otras cosas, el privilegio de ser saludado con respeto por la mayoría de los tripulantes. Sólo esperaba estar a la altura para justificar esos "privilegios".

Entre tantas cavilaciones, casi no se dio cuenta de que había llegado al comedor de la nave. Diseño sencillo y parecido al de otras naves. Nada extraño que pudiera sorprender de nuevo a Kerius. Una rápida ojeada le sirvió para ver el panorama y a dos de sus compañeros: el humano Connor y la asari Elvos.

Caelian se acercó a ellos mientras les dirigía un saludo con la mano.

- ¿Cómo estáis?- les preguntó al mismo tiempo que se sentaba. Luego miró a Elvos- ¿Cómo te encuentras?- Volvió a preguntar interesándose por su estado de salud. Muy pocos podían decir que habían sobrevivido a un pisotón de un centro neurálgico geth.

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08/10/2014, 00:36
Elvos T'Legos

Iba a explicarle lo que eran las Justicar a Connor cuando apareció Kerius. 

- Bien, algo magullada y cansada, pero recuperandome. Tranquilo, soy bastante mas dura de lo que parece. - Me volví hacia Connor. - Como te decia. Las justicar son miembros de una orden monastica en Thessia. son justicieras, y todas las Asari las temen y respetan. Se rigen por un codigo extremo y ultra rigido, que no da opción a equivocos. Si alguna vez te cruzas en su camino, apartate. Si te interpones demasiado podrian matarte porque así lo exige el codigo. 

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08/10/2014, 00:54
Elora N'wani
Sólo para el director

Elora emitió un jadeo como quien acaba de sacar la cabeza del agua y no pudo hacer otra cosa que quedarse en la msma postura en la que había estado todo el rato con los ojos tan abiertos en sorpresa por todo lo que acababa de ocurrir que aún tardó varios segundos en parpadear.

Fue vagamente consciente de que el corazón le latía ahora a toda velocidad y de que ella misma tenía las mejillas mojadas por lo intenso, visceral y real de la visión. ¿Acaso había gritado también cuando el impacto la había hecho sentirse herida? ¿Cuando vio el cuerpo de la tigresa? ¿Cuando el mundo entero parecía haber explotado a su alrededor?

Los pensamientos se sucedieron tan deprisa en su cabeza como una fila de críos abandonando la escuela: cada una tratando de empujar a la que iba delante para así lograr sobrepasarla. ¿Cuánto tiempo había pasado desde aquello? ¿Quién había arrasado el planeta de Khan? ¿Era el último de su especie? ¿Queines eran los miembros de aquella misteriosa raza humanoide original poseedora del Inconnu? ¿Qué había sido de ellos? Habían encontrado al tigre solo... en la nave. No había nadie más. Ahora entendía por qué era tan reacio a salir de ella, es más, se había formado una hipótesis de por qué sus garras estaban hechas del mismo metal.

Pero todo aquello, aquel inmenso puzzle de tantas piezas que en circunstancias normales habría hecho que se frotase las manos y le brillasen los ojos, era lo de menos. En aquel momento le dolía el corazón, compartiendo la pena de aquella criatura perdida y sola en la inmensidad del universo.

Khan... lo siento—gimió, sintiendo que los ojos se le arrasaban en lágrimas sin poder evitarlo. Al igual que tampoco pudo evitar rodear al enorme tigre con los brazos, como quien estrecha a una persona—. ¡Oh, por la diosa!

Se sorprendió a si misma pensando que tenía que hacer algo. Lo que fuera. Por siglos que hubiesen pasado, por todo lo que se hubiera perdido para siempre en el polvodel pasado, por inútil o cercana a imposible que resultase la idea pero era incapaz de dejar las cosas así. Simplemente no podía.

Encontraría alguna manera.

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08/10/2014, 04:11
Connor Marshall

Saludo a Kerius al verle llegar y Atiendo a la explicación de las Justicar de Elvos. Que por desgracia es más o menos lo que había oído. Vuelvo la cabeza hacia el turismo.
-Únete a nosotros, vamos a ir a dar una vuelta por la nave, la compañía es bien recibida. -Sonrío a Kerius dejando un hueco en la mesa para él.
-¿Qué hay de atractivo en un código rígido? En innumerables ocasiones la rectitud golpea de frente con la razón o la improvisación. Seguir las directrices es el camino fácil pero las decisiones casi siempre son una escala de grises. El blanco y el negro sólo queda bien en las películas clásicas. Prefiero estar bien conmigo mismo a congeniar con una orden supongo.
Miro a Elvos tratando de no ser hiriente, no es mi intención aunque tocar estos temas siempre es fuente de discusiones. No trataré de buscar huecos morales en sus ilusiones, aunque para mi los haya las culturas son muy diferentes entre sí como para hacer juicios de valor.
-¿Qué has estado viendo, Kerius?

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08/10/2014, 12:33
Caemmi'Raenar vas Taelarm

Caemmi escuchó atentamente, seria sin dejar de prestar atención a las en su mayor parte indistinguibles fracciones de conocimiento que contemplaba. Resistiéndose contra la frustración, persistía con la tenacidad de quien sale a dejarse la piel y sólo acepta la victoria o el mayor de los fracasos.

Conseguir avances requiere tomar riesgos— explicó la mujer—. Es imprescindible traer, en mi opinión, a un pequeño equipo para ambas tareas. Si yo estoy pisando esta nave, ellos también puedes— se giró lentamente hacia el hombre, firme—. Y en lo personal, mi presencia en esta nave es un desperdicio sin las herramientas adecuadas.

Aunque manipuló los paneles de cristal y observó las ecuaciones de energía, ciertamente dolían a la vista.

Echó a andar por donde había venido.

— Iré a hablar con la capitana. Gracias por su tiempo.

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08/10/2014, 13:31
Cocinero del Inconnu

Mientras la charla continuaba el cocinero se acercó a la mesa con una botella recién abierta, la etiqueta mostraba que su origen databa de Thessia y tenía pinta de conservarse a una temperatura bastante fría.

- De parte del Doctor Hanfman, hidromiel de Thessia, de las caras, el alcohol en la nave a priori esta prohibido, pero se sabe que el doctor ha logrado introducir más de 500 litros y la propia capitana admite que un trago está bien de vez en cuando. -

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08/10/2014, 13:35
Caelia Sancrinus

La quariana caminaba por la nave sin percatarse mucho de las reacciones a su paso. Todos los tripulantes militares se cuadraban como si un oficial de rango superior pasara a su lado, otras partes de la dotación le franqueaban el paso o cesaban de hablar por respeto.

En el puente había escasa actividad, los técnicos realizaban rutinas convencionales de mantenimiento. La capitana vigilaba el buen proceder de cada operación pero se limitaba meramente a observar. Nunca había cambios en el rictus de la turiana.

Sancrinus se percató de la llegada al puente acercándose a la quariana con gesto tranquilo.

- Raenar vas Taelarm ¿qué desea? -

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08/10/2014, 13:44
Khan

El tigre se quedó quieto cuando una temblorosa N'wani lo abrazo. Tenía un pelaje muy suave, algo raro de ver en un especimen adulto, estaba frio al tacto pero el animal no parecía sufrir por la falta de calor, pero al contacto se podía ver que sufría de otra manera, como si una parte de él hubiera marchado para siempre, arrebatada de un modo que carece de justicia.

- Vida... extinguirse... escapar... Inconnu & Némesis. -

 

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08/10/2014, 14:25
Elora N'wani
Sólo para el director

—Némesis... —repitió Elora, luego sorbió aire por la nariz y se secó los ojos con el dorso de la mano—. La otra nave, la roja.

Guardó silenio un instante. Habían escapado dos naves. ¿Qué había sido de la segunda?

La vida de tu planeta se extinguió y sólo el Inconnú y el Némesis lograron huir. Pero estabas solo en el Inconnu cuando te encontraron. ¿Qué fue de toda aquella... gente, Khan? ¿Quienes eran?—añadió separándose un momento para poder mirarlo—. ¿Sabes qué pudo pasar con el Némesis?

Cabía la posibilidad en el primer caso de que simplemente se hubieran muerto y punto, de que el tigre fuese mucho más longevo. Pero en el caso de la segunda nave era extraño que no estuviera junto a la primera. Podían haberse separado, podía haber sido destruida, podía estar todavía ahllí fuera en alguna parte, podían ser mil cosas...

Es más. aquella misteriosa raza, o al menos a juzgar por la barrera, también era biótica. ¿Significaba eso que hacía falta para poder pilotar el Inconnú? ¿O simplemente era mera casualidad de que la piloto actual fuera una asari? Demasiadas preguntas que no hacían más que multiplicarse.

Pero siempre era mejor eso que no poder hacerse ninguna por estar en un punto muerto.