Partida Rol por web

Mass Effect: Shadows of War

Estación Espacial Osiris - 3

Cargando editor
15/09/2014, 13:54
Elora N'wani

—¡¿Más geth?!—jadeó Elora con desmayo mientras hacía molinos con los brazos en una lucha por mantener el equilibrio—. No. Es igual. No quiero saberlo. ¡Vámonos de aquí!

Y dando ejemplo de su propia sugerencia, salió corriendo envuelta de nuevo en el resplandor azul de la energía biótica, directa a la salida. Los sistemas fallaban en la Osiris y muy probablemente les necesitasen en el Inconnu independientemente de que les atacasen geth o yagh a lomos de burros espaciales así que no pensaba hacer esperar a Kheel.

Cargando editor
15/09/2014, 13:59
Connor Marshall

Si el casco no lo hubiera evitado la cara de asombro, descompuesta por la noticia de Spin, hubiera sido todo un poema. La sensación de urgencia se acrecienta más si cabe y comienzo a correr hacia la nave de Spin.
-¡Démonos prisa! ¡No se marcharán sin nosotros!
A juzgar por la voz apagada de Spin llevaba varios minutos tratando de conectar con nosotros. Era mejor no perder más tiempo, sobre todo por mi culpa, con ideas absurdas.

Cargando editor
15/09/2014, 14:25
Kerius Caelian

La aparente calma se truncó cuando la Osiris fue sacudida por algo. Segundos después el intercomunicador empezó a echar humo. Spin consiguió contactar con el grupo para ofrecer un giro de última hora. Tanto el Inconnu como la Osiris estaba siendo atacados.

- Spin!- gritó Kerius por el comunicador después de que se cortase de nuevo. Otro temblor agitó la estación.- Maldita sea. Vamos!

El turiano empezó a correr sujetando con fuerzas su fusil, siguiendo la estela de Elora. ¿Eran los geth los que estaban atacando? No había tiempo para vacilar.

Cargando editor
16/09/2014, 23:14
Elvos T'Legos

- Mierda! - Fue lo unico que dije mientras arrancaba a correr hacia la lanzadera con la agilidad y gracilidad que caracterizaba a las Asari. Ya me preocuparia mas adelante de quien nos atacaba o porque. Lo importante era ponerse a salvo de inmediato. Y esperaba que dad la extraña naturaleza de la Inconnu, pudiese protegerlos de lo que fuese que atacaba. 

Cargando editor
17/09/2014, 00:24
Nathan "Spin" Kheel

Kheel los esperaba a la puerta de la lanzadera con todas las turbinas de la nave ya encendidas. Tenía la misma o puede que incluso más prisa por desacoplarse de la Osiris y salir a toda prisa de ese lugar, y no le faltaban motivos, si la estación espacial recibía más disparos había riesgo de sobrecargar en el sistema de energía con su correspondiente explosión. Si seguían acoplados a la Osiris la deflagración los haría pedazos.
 

El drell apenas conservaba su voz, había hecho lo imposible por comunicarse con el grupo y por fortuna lo había conseguido. Afortunadamente no necesitaba la voz para pilotar.

- ¡Asegúrense bien que esto se va mover como nunca! - Spin tosió con dolor al forzar la voz pero aun así aun mantenía su calma profesional.

Cargando editor
17/09/2014, 00:32
Director

El Drell despegó con tanta celeridad que de no ser por los cinturones todo el grupo habría acabado irremediablemente en el suelo. La lanzadera se movía de forma caótica, una maniobra muy efectiva para evitar el fuego enemigo e imposibilitar a las naves hostiles fijar el blanco, aunque había que tener un estómago firme para soportar tantas cabriolas y maniobras acrobáticas.

Las computadoras y la cristalera de la nave mostraban el combate que presidía el sistema estelar, dos fragatas batarianas acompañadas por una nave de carga disparaban sin tregua al Inconnu por tres lados distintos. La velocidad de la singular nave no era suficiente para evitar el fuego de tantos frentes, los disparos se estrellaban contra los extraños escudos del navío que por el momento aguantaban el castigo, pero algo no transcurría bien, la nave no respondía al fuego, ni un solo disparo amenazaba las tres naves batarianas.

Spin Kheel rodeaba el combate como mejor podía, intentando acercarse a la acopladura del Inconnu, pero la pequeña lanzadera no podía arriesgarse a recibir fuego de gran calibre. Cada vez que el Drell lograba acercarse lo bastante varios disparos convergían a su posición y le obligaban a variar drásticamente el rumbo para evitar ser fulminados.

El Inconnu se ocultó detrás de un enorme asteroide, la roca le otorgó unos segundos de tranquilidad pero no tardó en convertirse en gravilla tras el fuego inclemente de las dos fragatas y los cañones auxiliares de la nave de carga. Aquel movimiento debía responder a alguna táctica de combate. Pues ahora la nave alienígena se había encarado a una de las fragatas batarianas.

Los disparos no cesaron ni por un momento, los escudos del Inconnu no resistieron mal y ahora cada cañón laser se estrellaba contra el blindaje alienígena. El extraordinario metal negro de la nave soportaba los disparos sin aparentes daños visibles.

Entonces dos pequeñas escotillas de la nave se abrieron y en apenas segundos una pareja de cañones nunca vistos quedaron armados, no parecían muy distintos de las típicas baterías láser, pero en vez de terminar en una abertura para el disparo había un enorme prisma de cristal de color blanco.

Una corriente de energía verdosa comenzó a extenderse por el casco del Inconnu, las descargas se acumularon en cada uno de los prismas y al unísono los dos cañones dispararon sendos haces de pura energía directos a una de las naves batarianas. A diferencia de las armas convencionales los disparos no se detuvieron al impactar contra los escudos ni el casco, atravesaron limpiamente la fragata provocando que detonase y se perdieron en el espacio profundo.

Las dos naves batarianas restantes no se quedaron a probar fortuna. Volaron a toda velocidad al relé de masa escapando como almas que lleva el diablo. La capitana no disparo contra las naves en fuga, e hizo bien pues había riesgo de darle al relé.

Una vez cesado el combate Spin pudo meter la lanzadera en el Inconnu sin más incidentes.