Partida Rol por web

Caemmi negó con la cabeza.

— Habrá varias, probablemente, pero nos enfrentamos a Geths— la inmunodeprimida carraspeó, incapaz de no considerar ese pequeño detalle por motivos sociohistóricos—. Apuesto a que encontramos más de diez kilos de masa, pero creo que es la resolución más adecuada. Aún así...

Extendió sus dedos hacia la Capitana, en espera de su respuesta.

—Es imposible sacar 2.000 toneladas lo suficientemente rápido.

Elora miraba un punto indeterminado de la mesa con los brazos cruzados sobre ella en un gesto pensativo así que había sido más bien un pensamiento en voz alta que una respuesta a nadie. Las pocas veces que la asari se había cruzado con geth parecía que aquellas cosas se multiplicasen de la nada. Bueno, qué rayos, quizá hasta lo hiciesen, ¿no se podían reconstruir?

El caso es que no le apetecía nada comprobarlo en el interior de una mina abandonada infestada de ellos y rodeados de plutonio por todas partes.

Se fortó las sienes y dejó de mirar la mesa para mirar a la capitana.

—Fusión nuclear—resumió—. O lo que es lo mismo: la madre de todas las explosiones. Menos mal que es en una luna deshabitada porque el cráter que puede provocar es algo así como 3000 bombas atómicas primitivas. -

«Lo cual significa que habrá que tener cuidado para no terminar convertidos en polvo espacial... ».

Asentí con la cabeza a las elucubraciones de Elora, aunque habría situaciones que tendríamos que valorar
-¿Y una explosión de este calibre no podría sacar al planeta de su órbita? O quizá arranque un trozo del planeta o alguna locura semejante. Por lo que ha dicho la capitana no se sabe con exactitud lo que podría ocurrir... Pero sería bueno que se supieran las implicaciones antes de salir. De todas formas... Estoy de acuerdo, mejor destruido que en manos de los Geth. Me gustaría estudiar el mapa de la estación antes de la inserción, es posible que nos encontremos con dificultades y tengamos que improvisar.

Kerius se mostró impasible, concentrado ante la explicación de la capitana Sancrinus. Ni siquiera la mención de producir una explosión nuclear hizo que abriera los ojos de forma desorbitada. Su disciplina se lo impedía. El control de las pasiones en tiempos de guerra era algo común entre los de su raza.

Permaneció callado tanto con el informe de Caelia como con las preguntas de sus compañeros acerca de la misión. Él los escuchaba, pero sin pronunciar palabra alguna. Su mente se mantenía alejada de aquel escenario. Pensaba en las explosiones. No sólo en la que iban a producir, sino también en anteriores a las que había asistido para su desgracia.

"Las explosiones de gran calibre no traen nada bueno".

Su mirada, perdida en algún punto de la mesa. Kerius recordó a sus antiguos compañeros caídos de la nave Me'ethis, también las almas perdidas en La Ciudadela durante el ataque geth.

El ensimismamiento del turiano cesó justo a tiempo para escuchar las explicaciones de Elora y la posterior respuesta de Connor. Kerius consideró que el humano se preocupaba demasiado por el destino de un planeta que había sido abandonado y que ahora estaba infestado de geth con material altamente peligroso.

- Pase lo que le pase al planeta, trata de mantenerte muy lejos de la onda expansiva.- le dijo a Connor con un pequeño guiño.

No añadió nada más por el momento. Caelia se había expresado con la suficiente claridad y el objetivo era claro. Y si los geth intentasen dar guerra, la tendrían.

La capitana escuchó pacientemente a todos los interlocutores. Se permitió unos segundos de silencio hasta que apagó su terminal mientras buscaba una mejor postura en su silla. Había algo que no le gustaba aunque era difícil de leer en un rostro que jamás sonreía.

- T'legos, por favor, comparta con nosotros su desacuerdo de manera "sencilla". Y sin rodeos a ser posible, que no se nos escapen las sutilezas del lenguaje. -

Miré extrañada a la capitana. 

- No tengo desacuerdo, capitana, tan solo ironia. - Sonreí a la capitana. Tal vez era mas estricta de lo que parecia, si cabe. - Me encantan las misiones así de complicadas, es cuando mejor rindo. 

Sancrinus escuchó en silencio la argumentación de Elvos. Nada en su rictus cambió al decidir finalizar ese rumbo de conversación.

- Carezco de sentido del humor, lo único que me parecería irónico es que alguien perdiera una oportunidad única por un comentario fuera de lugar.

Hay ciertos puntos a concretar, empezando por lo básico, recuperar el plutonio tiene los siguientes problemas, hay más de 300 geth en esas instalaciones, haría falta algo más que un equipo de infiltración para neutralizar todos. Irremediablemente acabarían solicitando refuerzos por alguna de sus frecuencias cifradas. Traer una fuerza de asalto más numerosa requiere, tiempo, informes, papeleo y un sinfín extra de problemas, todo tiempo que se pierda son más armas manufacturadas y mayor riesgo para la operación.

Aunque se logrará eliminar a todo sintético ese plutonio en términos legales carece de dueño, semejante cantidad de material radioactivo provocará que una legión de burócratas con sus malditos abogados pleiteen colapsando organismos más importantes por la jurisdicción del material incautado.

Respecto a la detonación, aunque la cantidad y potencia es inconmensurable en meros términos planetarios no deja de ser un petardo ruidoso. No hay ningún riesgo de alterar la órbita planetaria, los únicos daños que tendrá esa roca estéril serán terremotos y derrumbes subterráneos. Quizás algo de escombro se lance a la atmósfera, pero nada más grave. Es un mundo muerto y sin posibilidad de gestar vida. -

Estamos esperando el último plano actualizado de la estación y algunos informes sobre movimientos de flotas o transportes militares geth. -

Plano estación minera.

Estudié el mapa con detenimiento. Tendriamos que atravesar buena parte del complejo hasta llegar al almacén de mineral. 

- Será mejor que nos vayamos preparando. Tiene algún equipo especial aparte del explosivo para esta misión, capitana? - Pregunté. Tal vez está vez si fuesen de utilidad los silenciadores... 

Sancrinus introdujo algunos comandos en la consola, el proyector holográfico no tardó en devolver la imagen de un gadget que se podía implementar en las omniherramientas comunes.

- Llevaran un sensor experimental integrado en la omniherramienta que realiza lecturas mucho más precisas de la radiación ambiental. Aunque van a ir equipados con trajes antiradiación de clase 3 estamos hablando de muchas toneladas de mineral y los geth no necesitan protegerse de sus efectos.

Si en algún momento el sensor recibe lecturas críticas en los niveles tendrán que encontrar una ruta alternativa, los trajes no servirán por encima de esos niveles.

Por lo demás el experto en armamento les entregará a cada uno de ustedes uno de los explosivos, pesa unos 6 kilos aproximados y están diseñados para reventar las puertas de un bunker. Por razones físicas solo con explosivos de ese diseño se puede provocar una masa crítica en el plutonio. -

Caemmi observó el mapa de la estación minera durante sólo un par de segundos, pero con cierta introspección. Tras ello, se quedó en silencio, inquieta, dándose golpecitos en un brazo con los dedos de la otra mano, abrazada a si misma. Cuando encontró un momento para hablar, lo hizo.

— En lo personal, recomiendo evitar la zona de control de tóxicos y el control de cámaras— carraspeó—. Es sólo una conjetura, pero no creo que sea buena idea acercarse al foco principal de Geths ni a elementos que pueden dañarnos, por lo general, más a nosotros que a ellos.

Señaló la cinta de transporte de mineral.

— Por aquí tendríamos un buen acceso al depósito objetivo, asumiendo que es ahí donde debería estar y el único sitio donde cabe. Es discreto, abogando más por la infiltración, pero como ha dicho la Capitana, hay demasiados Geths para cinco personas, y aunque podríamos usar parte de los explosivos para causar daños masivos, no creo que los daños que eso ocasionen en la estructura sean lo más seguro para nosotros.

Además, es posible que en la fundición y en la unidad de refinado tengamos ventaja. En primer lugar, por su contenido, más favorable para nosotros, organismos biológicos, que control de tóxicos o control de cámaras en cuanto a combate contra droides. Por otro lado, son espaciosos para nosotros si conquistamos la zona, y obligamos a los Geths a llegar hasta nosotros mediante embudos. Por no hablar de que, al retirarnos, no tendremos que atravesar tantas unidades enemigas ni su, según mis cálculos, zona de despliege más cercana.

En lo personal, recomiendo que la mitad del equipo se quede en la unidad de refinado, conteniendo a los Geths, y la otra mitad vaya a colocar los explosivos. Podemos huir a través de la fundición.

Adicionalmente, para mí sería muy interesante visitar primero el almacén de recambios mecánicos y el taller de ingeniería de mantenimiento. Quizás Connor y yo podamos sacar algo útil de ahí.

Por descontado, decir que todo esto es sólo una teoría, y que se basa en ser rápidos, coordinados, y poder despistar a los Geths el tiempo suficiente. Si control de cámaras refiere a cámaras de despegue y no de almacenamiento, el plan sería el mismo cambiando la ruta de huída, y yendo todos juntos en operación relámpago.

Elora miraba el mapa holográfico que acababa de llegar a su omniherramienta. Estaba de acuerdo con lo de que abrirse paso a bombazos no era una buena idea, más que nada porque en cuanto detonasen el primero, más les valía salir por piernas de allí.

—Vale, entrar. Colocar al menos uno de los explosivos. Salir—resumió—. No creo que los geth nos den tiempo a hacer turismo por desgracia.

Y aquello incluía tanto el almacén como el taller por más que les pesara. Aquellas cosas tenían la molesta costumbre de detectar a los intrusos casi como por ciencia infusa. Seguro que no pasarían ni minutos hasta que se diera la alarma una vez estuviesen dentro del complejo y sería cuando el número de sintéticos en los alrededores empezaría a aumentar exponencialmente hasta llegar a un punto insostenible. No, no le apetecía nada perder más tiempo del necesario.

Pulsó la habitación donde se encontraba la unidad de refinado para hacer zoom.

—Es buena idea utilizar la cinta porque quizá en la bóveda principal haya demasiada radiacción como para entrar. En teoría, la zona de refinado debería haberse diseñado para que la gente pudiera trabajar allí... aunque fuera por mantenimiento—añadió—. Podemos enviar el explosivo hasta la bóveda principal si encontramos un modo de inventir la dirección de la cinta. O podemos ponerlo directamente en la sala de refinado si hay material allí. Lo que más os guste.

«Y más nos vale que pase desapercibid, o al menos que esos bichos no sepan neutralizarlo»

Apagó la omniherramienta y se encogió de hombros. Decir mucho más sería demasiado presuponer sobre un terreno que aún no habían visto; no tenían ni idea del número exacto de geth cuando llegasen, ni de dónde estaría el grueso de los mismos, ni cuánto tardarían en detectarles, ni si habrían colocado algún tipo de sistema de seguridad adicional, ni mil cosas más.

Miró a la capitana y esperó a que manifestase algún indicio de que ya podían levantarse antes de hacerlo para ir a recoger el equipo. No sabía por qué pero tenía ganas de empezar ya y acabar cuanto antes. El estar sentada hablando sobre explosiones nucleares sólo conseguía que su subconsciente se pusiera a divagar sobre las ciento una formas en las que las cosas podían torcerse, y eso era algo en lo que no quería pensar.

Si la capitana era una estratega hábil o no era imposible saberlo, pero estaba claro que a la turiana no le gustaba mucho conjeturar sobre una incursión en terreno hóstil si además el enemigo estaba preparado para lo peor.

- Lo más probable es que les toque improvisar sobre el terreno. Casí todo el sistema informático esta ya en manos de los geth y saben que les han visto por las viejas camaras. Aseguraría casí al 100% que esperan alguna sorpresa.

Vayan a por el equipo, en media hora saldremos por el relé, el Inconnu se acercará lo que pueda al sistema pero la nave no entrará por ninguno de los bordes para evitar la detección.

Estarán a merced de la habilidad de Kheel para entrar sin ser detectados. Intentará aproximarse por el lado "muerto" para aprovechar la oscuridad y la distorsión magnética. Les esperará allí para la estracción. -

Escucho con atención todo lo que tienen que proponer de cara a enfrentarse a esta misión. A priori es bastante complicado, aunque tengamos todo bien estructurado un error humano los pondría a todos sobre aviso. Nos basamos en el sigilo, pero todo puede salir tan mal desde tantos puntos que es casi una misión suicida, para que negarnos, todo son hipótesis, y como dice la capitana está claro que esperan alguna sorpresa, sobre todo después del ataque a la estación Osiris. Me quedo pensando unos momentos mientras meso mi perilla.
-Lo propuesto por Caemmi me gusta bastante, está muy bien visto, pero en el caso de dar alguna alarma los mismos cuellos de botella que nos benefician jugarían en nuestra contra si nos toman la espalda. Estoy con la capitana con que vamos a tener que improvisar, pero el plan es demasiado cerrado como para tener un amplio abanico de posibilidades. Tendremos que dar lo mejor de nosotros mismos. Bien, lo evaluaremos en el momento, al menos se que no podría desear una mejor compañía. Gracias capitana, te mantendremos informada.
Me levanto y me dirijo a por el equipo, le echo una mirada a Elvos, me preocupan esas microfisuras que sufre, aunque sea la asari más dura del universo, espero que tenga cuidado. Me aseguro de coger unos cuatro cargadores del francotirador y otros cuatro, si puedo más mejor, del subfusil. Una vez me equipe, esta vez escogeré la armadura ligera, pues dependo más de la movilidad que de entrar en combate, voy directo al encuentro con Spin. Aunque me sobre algo de tiempo.

Permaneció en silencio los minutos que siguieron, sin la necesidad de añadir nada. Atentamente, fue escuchando uno a uno las intervenciones de sus compañeros sobre el plan a seguir. Caemmi, quien había hablado poco hasta el momento, ofreció mediante un largo monólogo un primer esbozo de plan.  Aún así, la capitana Sancrinus había vuelto a dar en el clavo.

Los geth eran unos sintéticos muy imprevisibles, se desconocía exactamente la ubicación de todo el material que iban a explotar y aún con las suposiciones no había una fiabilidad al cien por cien. De nuevo, la clave estaba en la improvisación ante elementos inesperados. Seguramente, no, casi con total seguridad la misión se convertiría en una especie de descenso al infierno geth. Kerius ya estuvo en uno y ya hizo labores de resistir toda la marea de disparos. También es cierto que aquella vez el grupo hostil no era tan grande como el que se iban a encontrar en la estación minera, pero fue un infierno de todos modos.

Cerró su mano en forma de puño y apretó con fuerza, mientras los recuerdos se paseaban por su mente. No iba a permitir que volviese a suceder. Su labor y cometido iban a ser los mismos, en caso de necesidad. Atraer el fuego enemigo y abrirse paso. Y esta vez no cometería errores. Seguramente iba a necesitar una buena escopeta para causar bajas geth.

- Cumpliremos con nuestro cometido y llevaremos a buen puerto la misión.- pronunció Kerius con el rostro serio, al mismo tiempo que se levantaba de la silla. Dirigió un saludo de despedida y se marchó detrás de Connor.

Absorto entre sus pensamientos, Kerius se preguntaba qué tipo de armas iba a necesitar para una operación suicida.

En el arsenal del Inconnu la actividad no cesaba. Cada especialista revisaba una y otra vez cada pieza de equipamiento buscando cualquier fallo o problema que pudiera comprometer la operación. Las armas se limpiaban y revisaban mecánicamente y luego se probaba cada cargador para evitar cualquier tipo de atasco no deseado.

La mesa de trabajo principal estaba reservada para Thaute Zauga, equipado con una lente de varios aumentos y numerosos destornilladores de precisión el salariano remataba la preparación de los explosivos.

- Explosivos refinados antiblindaje, modelo Bunkerbuster T-210087, ilegales en la mayoría de sistemas. Diseñados para reventar puertas de los bunkers más sólidos o para volar tanques de asedio pesados. 6 kilos de pura tecnología, detonador analógico, digital, remoto, protección multicifrado, conexión a la omniherramienta, anclaje magnético, resistentes a la desactivación, herméticos y aislados de cualquier líquido o gas exterior. -

Me acerqué al salariano, había que reconocer que parecía que podía diseñar algo con lo que no necesitar bajar a hacer la misión, pero no era el caso. Aunque debo reconocer que hubiera aceptado en caso de que así hubiera sido. En realidad me acerqué a coger el explosivo que iba a preparar un petardazo nuclear de proporciones épicas que aun no se había registrado en la historia. Y que nunca se iba a registrar porque dudo que nuestros informes pasasen de la Dalatrasa a la sociedad y dado lo que íbamos a hacer lo agradecía. Había leído que el piloto que llevo la bomba nuclear a Hiroshima se volvió loco al ver lo que había hecho, gracias a dios aquí no habría más que sintéticos, pero aun así había algo que me refrenaba, o que lo intentaba al menos. Me acerqué a recoger el detonador y la munición que había pensado que necesitaría. Con el detonador en la mano miré al Salariano.
-¿Funciona de alguna forma especial o ya está programado?
Dije en un tono más inocente de lo que en realidad pretendía. Suspiré mientras esperaba a que me lo explicase, tenía ganas de terminar la misión y eso que aun no me había ni montado en la nave de descenso.

No me hacia ninugna gracia llevar un exposivo de esas caracteristicas atado a la espalda en una misión practicamente suicida. El salariano nos dijo todo lo que habia que saber de los explosivos salvo una cosa. 

- ¿Aguantarán disparos? Estaremos bajo fuego enemigo probablemente y la misión terminará demasiado pronto si alguna "bala perdida" alcanza estos trastos.- Me imaginé la escena de uno de nosotros explotando y el resto reventando por la onda expansiva... Me recorrió un escalofrio. - Espero que si, porque si no ya podemos oficialmente llamarla "misión suicida". 

Al igual que Connor, recogí la munición para mis armas que creeria necesitar. Aunque deseaba que pudiesemos avanzar con sigilo y de necesitarlo pudiese acabar con las amenazas solo con mi espada. Sin ruido. 

Elora tenía un dolor de cabeza del tamañod e todo un sistema solar pero no tenía más remedio que hacer de tripas corazón y aguantar el tipo. Malditos jeroglíficos atemporales. Y maldita falta de café.

Recogió mecánicamente lo mismo que había recogido la última vez que habían salido de misión: el equipo más ligero (y malditamente ajustado en comparación con las armaduras más completas de los demás. Como odiaba aquello. Ni que fuese un neopreno) las dos stinger y los cuatro cargadores máximos que le permitían los compartimentos de munición. No es que esperara ponerse a dar tiros a mansalva (de hecho, era raro la vez que lo necesitaba) pero nunca estaba de más; la biótica podía hacer una cosa mientras las balas hacían otra.

Por último recogió el explosivo. Ya de por sí se le hacía extraño el escaso peso extra de las pistolas de modo que la sensación de pesadez que le provocaba aquel cacharro de seis kilos era indescriptible.

No tenía nada que preguntar puesto que cuanto más preguntase más tardarían en acabar aquello y estaba empezando a cansarse de decirle a su subconsciente que dejase de aumentar el número de cosas que se le ocurrían que podían salir mal de modo que se dirigió directamente al compartimento reservado para ponerse la armadura y preparar el equipo.

"Sintéticos…"

Kerius estaba recordando su anterior enfrentamiento contra el enemigo de apariencia humanice. Su munición disruptora le había ayudado a deshacerse de más de un geth y en aquella nueva misión la iba a necesitar de nuevo. Esa era la ventaja de enfrentarse exclusivamente a un tipo de enemigo. Eran débiles a ese tipo de munición, pero aún así seguían siendo un montón.

El turiano no dudó en elegir otra vez el mismo tipo de armadura que el de la anterior misión. Iba a necesitar protección pero sin perder mucha movilidad, el hecho de tener que hacer estallar una bomba no te permitía avanzar con lentitud. Con las armas, Kerius dudó si coger o no la pistola ligera. Su intención era repetir con las mismas armas pesadas: el Fusil Avenger para distancias medias y largas, el subfusil para complementar el fusil y la escopeta Firestorm para distancias cortas. Para cada arma iba a coger hasta 5 cargadores para ir bien surtido de munición.

Finalmente decidió coger también la pistola ligera con un cargador extra para complementar las 24 balas que vendrían de serie. Esperaba no tener que usarla demasiado, pero como último recurso siempre iba bien

No prestó demasiado atención al dispositivo explosivo. No tenía ganas de que se le viniesen a la mente imágenes sobre una hipotética explosión por alguna bala perdida que impactase en los explosivos.

"Concentración, Kerius".

Cogió todo lo necesario y se dirigió a la cabina para equiparse completamente.