Partida Rol por web

Mi mano libre descansa en su cabeza, sosteniéndola. La oigo musitar mi nombre entrecortadamente pero eso no me detiene, sólo me provoca un estremecimiento que consigue que tenga ganas de más... pero la verdad es que no tengo hambre, es pura y simple gula mezclada con un deseo que aunque ahora resulta placentero sé que acabará volviéndose turbio porque a fin de cuentas es ella, es mi hermana. Puede que no de sangre pero eso no cambia demasiado las cosas, ¿verdad?

Es en ese preciso instante de lucidez cuando noto sus uñas en mi espalda y como si de un detonante se tratara salto de la posición en la que estaba y de la propia cama con una agilidad que me sorprende a mí mismo, un acto reflejo un tanto espontáneo provocado por mi nueva condición, supongo. La sangre de Carol todavía baña mis labios y puedo notarla deslizándose a través de mi barbilla -Te dije que era peligroso...- alcanzo a decir después de unos segundos de duda, sin poder evitar lamer mis propios labios antes de limpiarme con la manga de la sudadera -Ahora ya lo sabes pero tendrás que fingir lo contrario- arrugo el ceño y observo su cuello todavía sangrante. Por suerte la herida no es muy profunda así que no es que vaya a desangrarse porque no le he perforado la yugular pero aún así... ¿¿en qué diablos estaba pensando??

Muerdo mi labio inferior justo antes de que Mikey salga practicamente volando de mi lado. Casi ahogo un sonido de queja, de echo no lo ahogo, suena un pequeño quejido de mi garganta al sentir desaparecer tan tremenda sensación.

Entonces le miro, veo mi sangre en sus labios, poso mi mano en mi cuello y la miro, veo también algo de sangre. Mis ojos se abren muchísimo y la sensación agradable de hace unos segundos ha desaparecido por completo.

-Mi... Mikey-es todo lo que consigo articular mientras le miro hablarme.

PArece medio confuso y medio horrorizado.

¿Era este mi Mikey? ¿Era el Mikey con elq ue vivía? Mis ojos lo miran de arriba abajo y es ahora cuando veo absolutamente todos los cambios de él, hasta recordar su piel fría sobre la mía.

-¿Qué... qué... qué te han hecho? ¿Y por qué no puedo saberlo? ¿Y por qué crees que eres peligroso? ¿Y por qué...-comento mil cosas a la vez, casi sin darle tiempo a responder, pero deseando que lo haga, así que caigo en un silencio vago esperando sus respuestas aunque ahora todo tenga más sentido que antes y saber que no me abandonó y saber que ésta era la razón hasta me tranquiliza.

-¡Por favor Carol!- espeto repentinamente tras su nuevo aluvión de preguntas, un tanto exasperado -Acabo de morderte y me he alimentado de tu sangre, ¿cómo no voy a ser peligroso? No me hagas decir en voz alta lo que es evidente...- me revuelvo el pelo, nervioso y un tanto incómodo con la situación. Si apenas he conseguido controlarme ahora que ni siquiera tengo hambre no quiero pensar lo que podría llegar a ocurrir sí.... Niego con la cabeza enérgicamente -Los que me han convertido en esto son peores que yo, mucho peores. ¿Has visto la sangre de la escalera?, ¿las marcas de golpes? Pues eso....- dejo la frase en el aire y opto por guardarme el detalle de que he sido yo el que se ha llevado esa paliza casi mortal. Al menos lo hubiera sido de seguir siendo humano.

-Voy a vendarte eso y entonces me iré- termino por decidir antes de abandonar la habitación para recoger varios utensilios en el cuarto de baño, volviendo tras apenas un par de minutos y tendiéndole una toalla -¿Prefieres hacerlo tú...?- es difícil debido al ángulo pero no creo que le entusiasme mucho la idea de que vuelva a acercarme a su cuello.

Era demasiada información recibida en muy poco tiempo. En un acto de imptencia meto mi mano entre mi pelo y paso la mano por mi frente.

-Estoy confusa, Mikey... no sé si debo tener miedo, si debo huir, si debo... ¡no sé qué debo hacer!-casi chillo mientras me alejo y me acerco a él y mientras ando por la habitación sin sentido aparente.

-¿Cómo... cómo te ha podido pasar eso? ¿Qué va a pasar? ¿No volverás? Ahora que lo sé ¿no volverás?-le pregunto por último mientras veo que la idea de no verle más veces me agobia muchísimo más que la idea de que Mikey sea un ¿vampiro?.

Mis ojos lo miran muy abiertos, enormemente abiertos cuando vuelve con las cosas para curarme el cuello que casi ni siquiera me acordaba que estaba ahí con unas pequeñas marcas.

-Mikey... yo confío en ti-le digo finalmente mirándole a los ojos-. Siempre confiaré en ti.

Le devuelvo una mirada de agradecimiento en silencio porque sé de sobra que nadie más sería capaz de afirmar eso con tanta determinación haciendo referencia a mí, mucho menos después de lo que acabo de hacerle -Gracias...- musito finalmente mientras la guío con suavidad hasta que se sienta en la cama, entonces me ocupo de limpiarle la sangre del cuello y enseguida empiezo a cubrir la herida para dejar de notar ese intenso y atrayente olor.

-Volveré... pero no sé cuando. Me están vigilando, Carol, no puedo hacer lo que yo quiera y si lo hago acostumbra a tener consecuencias bastante... contundentes- no puedo evitar un escalofrío de incomodidad y de preocupación pero no sólo por mí, si no por ella. Al pensar en ello empiezo a sentirme terriblemente culpable así que decido que ha llegado el momento.

-Ahora tengo que irme. Pero quiero que tú sigas con tu vida y estés bien, ¿de acuerdo? Yo me las apañaré, me adaptaré y podré ser libre- evidentemente no sé cuando será eso pero no quiero volver a verla tan decaída y llorosa como hoy, eso es lo último que pretendo. Beso su frente afectuosamente y al separarme de le dedico una sonrisa que intento que sea tranquilizadora -Nos volveremos a ver- afirmo casi a modo de promesa mientras me giro en redondo y me alejo para salir de la que fue mi casa.

Me mantengo en silencio, escuchando cada palabra que desgarra mi alma despacio y como regocijándose en mi dolor. Mikey no lo hace con esa intención, lo sé, pero me duele como si lo hicera adrede. ¿Y qué problema había si ya sabía lo que era? ¿Si ya lo aceptaba? ¿Qué problema había si yo le seguí queriendo como si fuera exactamente igual que era antes? Entiendo que no pueda quedarse, que ahora tenga otras obligaciones, pero ¿tenía que irse tan pronto? Y ¿por qué tengo la sensación de desazón y de pérdida dentro de mi estómago?

Intento mantener mis ojos lejos del alacance de los suyos pues siempre tuvo facilidad para leer en ellos y no quiero que se sienta más mal de lo que ya se siente por mi culpa.

-Lo... lo entiendo-casi le susurro deseando por primera vez que se vaya de allí, que se vaya y que nov ea como me derrubaré en el momento en que abandone la habitación, deseando que se marche y deje, de nuevo, roto mi corazón.

Mantengo mis ojos gachos mirándo al suelo.

No es que me guste o lo esté disfrutando pero tampoco tengo muchas alternativas así que por mucho que me cueste o me duela procuro no volver a mirar a mi hermana mientras salgo de la habitación, porque sé que entonces sólo resultaría más difícil de lo que ya es. Recorro el corto pasillo y la sala de estar y finalmente salgo por la puerta cerrando tras de mí con cuidado y un resoplido sonoro. Miro un momento el techo, con abatimiento, pero procuro aferrarme a la idea de que tarde o temprano volveré a verla, aunque no sepa exactamente cuando, y quizá para entonces ella ya esté mejor porque aunque haya descubierto una verdad demasiado oscura y extraña al menos ahora tiene la opción de actuar en consecuencia.

Por mi parte me meto las manos en los bolsillos de la chaqueta y empiezo a caminar hacia mi Refugio actual. No estoy seguro de que llegue a considerarlo nunca un hogar pero por el momento me tocará conformarme.

Caminas tranquilamente cuando escuchas una voz conocida, su tono es amistoso aunque sientes un escalofrío recorrer tu espalda...y eso que ya estás muerto.

- ¿Te has divertido esta noche?

Salta de una escalera de incendios y se pone a caminar a tu lado:

- Tendrás que vigilar más a menudo a tu hermana...

Te deja a cuadros lo que acaba de decirte, hace unas horas casi te mata por acercarte a ella y ahora no. O es un maldito psicópata o te está vacilando.

Te quedas sola en casa. Tu hermano sale del piso en el que habéis vivido y se aleja de ti. Es una despedida agridulce, pero por suerte más dulce que agria...sabes que está bien, y que sigue preocupándose por ti. Eso es algo bueno...aunque lo notas diferente. No es el mismo Mikey. Ha cambiado, y ese cambio ha sido bastante profundo...

Ves como se aleja por la ventana mientras te haces una pregunta: ¿cuándo regresará a verte? Con esa pregunta te diriges hacia tu cama, te sientas en ella y te acuestas sobre la mullida cama. Por primera vez en muchas noches podrás dormir más o menos tranquila.

"De nuevo sola" pienso mientras me emto en la cama y, aunque me encuentro más o menos bien, algunas lágrimas se escapan de mis grandes ojos verdes.

Sé que Mikey está bien, raro, diferente, completamente diferente.

"!Y tan diferente! ¡Es un vampiro!" pienso mientras paso mi mano por la zona vendada que con tanto mimo ha cuidado Mikey con sus frías manos.

Sin darme cuenta tiemblo y me encojo rodeándome yo misma con mis brazos y encogiendo mis piernas colocándome en posición fetal. Luego cierro mis ojos y comienzo a dormirme sintiéndo aún el aroma de Mikey en mis fosas nasales.

Doy un suave respingo al distinguir la voz de Frank aunque esta vez ya no me sorprende tanto como las otras -No creo que "divertirse" sea el término adecuado para definirlo- replico mientras me pongo la capucha de la sudadera para después meter las manos en los bolsillos -¿Es una especie de amenaza?- le miro con el ceño fruncido y los ojos parcialmente entrecerrados, fulminándole, pero por el momento eso es todo. Ya llegará mi momento, estoy convencido.

-Creía que estabas ocupado haciendo una cosa super importante....- recuerdo ahora con cierta incredulidad.

Te mira fijamente mientras le echas tu mirada infernal.

- Estaba ocupado pero...ahora ya no lo estoy... - te suelta Frank - ...y deberás vigilar más a tu hermana...tras hablar con un viejo amigo nos hemos dado cuenta de algunas cosas y una de ellas es que alguien puede estar detrás de tu hermana...

Comenta eso como si fuera algo normal. Aunque para ti no lo es. Hacer hervir tu sangre que ahora tu hermana esté en peligro por causas ajenas a ti.

Sueñas con un murciélago que te ataca e intenta matarte pero logras espantarlo con ajo pero vuelve a ir a por ti y logra morderte, te levantas asustada y empapada de sudor.Miras por la ventana y compruebas que todavía no ha amanecido. Respiras hondo y vuelves a intentar dormirte.

Durante el día estarás sola pero de noche Mikey puede que esté cerca y vigilando. Ya no estarás más tiempo sola...Por fin logras dormirte. Tu sueño es intranquilo pero por lo menos logras dormir, la verdad que Mikey te confesó en parte te atormenta y en parte te consuela....ahora la única duda que tienes es de cómo afectará que Mikey sea lo que es...

-Oh, estupendo- espeto con todo el sarcasmo que soy capaz de pronunciar, deteniéndome en seco y agarrándole del brazo para que él haga lo mismo, aunque sólo sea momentáneamente -De qué amigo hablas- digo con un tono algo más exigente del que me hubiera gustado pero sin poder evitarlo -¿Y quién se supone que está detrás de mi hermana? Ella no ha hecho nada...- frunzo el ceño y empiezo a apretar la mandíbula, entre frustrado y furioso. Lo peor es que no estoy seguro de que pueda hacer mucho al respecto, sea quién sea, pero eso no significa que no vaya a intentarlo.

Las pesadillas dominan mis sueños, pero al final logro descansar. Cuando abro los ojos por segunda vez parece que sigue sin amanecer, pero mis constantes pensamientos hacia Mikey me despejan y me levanto.

Cojo al gato en brazos mientras me encamino al lavavo a beber un poco de agua y a mojarme un poco la cara. Al mirar mi rostro en el espejo veo la venda que tan cuidadosamente colocó Mikey sobre mi cuello y suelto a Smurf antes de pasar mi mano sobre el vendaje.

Suspiro, ese venda es la única que me asegura que Mikey estuvo allí y que no fue un juego de mi imaginación de adolescente.

Vuelvo a la habitación con el gato enroscándose entre mis pies y me acerco a la ventana. Mis ojos se pierden en la inmensidad que ahy fuera de la ventana mientras alguna lágrima cae por mi mejilla, no sé si de felicidad por saber que Mikey no me abandonó  o de trsiteza porque sé que nunca volverá a estar conmigo como lo estuvo antes. Mis ojos se pierden en el vacío con el gato cogido entre mis brazos mientras lo acaricio y ronronea.

Tras agarrarlo piensas que te puede golpear pero no lo hace. Parece mostrar tener "sentimientos" y comprender tu situación. Te mira fijamente a los ojos y te dice:

- Pronto lo conocerás en persona...te llevo a su hogar...él te contará todo y por cierto debes comportarte correctamente...aunque su aspecto dicte lo contrario puede destrozarnos a los dos con un simple chasquido de dedos...

Se suelta y comienza a andar de nuevo. Tras unos pasos se gira y te dice en tono más serio:

- Si me vuelves a agarrar del brazo te arrancaré el tuyo...ahora apura el paso...no tenemos todo el tiempo del mundo...

Esa actitud ya es más normal en Frank. No te ha dicho mucho (como siempre) pero parece que hoy tendrás más respuestas que de costumbre y todavía no te has llevado ninguna hostia más por ver a tu hermana sin su permiso. 

El gato ronronea mientras te quedas dormida. Afuera sigue lloviendo y parece que tormenta no amaina. Notas frío en el cuerpo...la verdad es que estabas un poco pálida cuando te miraste en el espejo. Agarras otra manta y te la pones por encima mientras te quedas dormida.

Mientras intentas quedarte dormida el gato da un salto sobre ti y te araña el brazo. Te levantas sobresaltada y compruebas de un vistazo rápido al reloj que no pasaron ni veinte minutos desde que fuiste al baño. El gato está sobre tu cuerpo con el pelo erizado y bufando hacia la puerta. Escuchas unos extraños ruidos que provienen de la puerta de entrada a la casa ya que resuenan un poco en el pasillo. Parece que alguien está intentando abrir la puerta y el gato no parece muy contento de ello. Con Mikey no se comportó así...por lo tanto debe ser alguien extraño...

-Sí, ya sé que entre... "nosotros" las apariencias engañan- todavía me cuesta un poco incluirme dentro de lo que sería el grupo de vampiros pero supongo que me guste o no es una realidad que no puedo negar así que empiezo a resignarme y aceptarlo lo más rápido que puedo aunque no creo que sea tan fácil hacer lo mismo con ese asunto de mi hermana. Yo ya estoy acostumbrado a que me traten como un Don Nadie, como una mierda, pero no voy a dejar que ella pase por eso.

Tras su amenaza suspiro con cierta... decepción. Todavía recuerdo los primeros días, cuando parecía que a pesar de ser algo duro quería realmente ser mi amigo y protegerme. Supongo que ya se ha desencaprichado y ahora llegará lo peor pero como suelen decir: lo que no te mata te hace más fuerte y a mí no me queda más remedio que adaptarme a pasos agigantados para sobrevivir así que empiezo a acelerar el paso considerablemente y de ser necesario directamente inicio una pequeña carrera. Tampoco es que nos vayamos a cansar, ¿verdad? Pero resultaría sospechoso.

Me pilla por sorpresa el arañazo del gato yb eso hace que me despierte de golpe. Mi corazón late rápido a causa del brusco despertar. Vuelvo a dormirme a pesar de sentirme intranquila y, de nuevo, Smurf vuelve a despertarme. Esta vez para "avisarme" de que algo ocurre.

-A veces tengo la sensación de que tienes alma de perro-le digo a sabiendas de que no me entiende mientras le veo arquear el lomo hacia la puerta.

No lo pienso me armo con una lámpara de mesilla que tengo a mano y espero tras la puerta de entrada para estampársela a quién quiera que sea quien trata de inmiscuirse en mi morada.

Cuando ve que empiezas a correr sonríe y se pone rápidamente a tu altura mientras te comenta:

- Te aviso que no es uno de los nuestros...es un magus...lo que los mortales conocen como hechicero...fui mi mentor antes de mi conversión...y aún no me perdonó del todo esa traición...puede que pases un buen rato viendo como me putea...

Sigue corriendo tras decir eso, realmente puso una expresión rara cuando dijo lo de putear. Si alguien putea a tu sire tienes ganas de conocerlo.

Vuestra carrera os acerca a la zona vieja de Midway. Al parecer su mentor está en el distrito más antiguo. Os acercáis a Drover's Park. Un pequeño laberinto de estrechas calles lleno de locales irlandeses, galeses y de lo peor nacido en la vieja Madre Patria. 

Frank deja de correr y espera que tú hagas lo mismo ya que se para en seco. Parece algo nervioso. 

- Esta zona es Elíseo...los nuestros debemos andar con cuidado y sin meternos en líos...cualquier pelea se castiga con la muerte...¿entendido?