Partida Rol por web

Al principio solo hay oscuridad. Densa, tal que no deja distinguir objeto alguno. Envolvente, que no deja notar a vuestro lado más que su presencia. Terrible, pues hace que vuestro corazón se encoja.

Desaparece de vuestra vista. No como una niebla que se aclara poco a poco, ni como una cortina que se retira de manera paulatina, simplemente deja de estar allí. Y su lugar lo ocupa un enorme salón, de bellas y altas columnas que se alzan quince metros o más para conectar con una bóveda. Y allí, pintado, el símbolo de unidad de Equestria.

Al bajar las miradas, veis una plataforma elevada donde reposan dos tronos; uno de ellos, el más grande, esta decorado con tonos dorados y el que está a su lado es de un negro profundo, pero de bellos reflejos azules. Y comprendéis donde estáis. El Salón Real del Castillo de las Dos Hermanas.

Muy sorprendida y asustada, miro a mi alrededor. Localizo a Night y a Cookie y me acerco rápidamente a Night, que esta más cerca. Me acurruco a su lado y la miro con ojos llenos de incertidumbre y algo de miedo. 

-Na-Naty...¿Do-Donde estamos?¿Que ha pasado? 

Miro muy nerviosa a las demás ponis ¿Y porque hay ta-anta gente?

Da un par de pasos hacia delante, puedes ver un rostro sereno y serio.

- Levantate y saluda chiquilla, estas en el Palacio de las Dos Hermanas.

No tenia muy claro como habian llegado hasta alli ni mucho menos por que, pero podia ver a todas sus compañeras y conocidas alli. Algo grave debia estar ocurriendo.

Con dos pasos mas hacia adelante baja la grupa arrodillandose.

- ¿Que ordenan Sus Altezas Serenisimas?

Pregunta sin tener muy claro si habia alguien en la sala tantas veces visitada, aunque suponia que alguien habria al aparecer alli.

Por lo general, la oscuridad no era algo que asustase a Book… pero esa oscuridad era diferente, agobiante… Si era una pesadilla no podía esperar a despertarse. Cuando creía que no iba a ser un sueño y empezaba a preocuparse, simplemente se retiró.

Se encontró a sí mismo tumbado en el suelo moviendo las patas como si corriera… y automáticamente dejó de hacerlo. Se levantó todavía confundido, mirando alrededor y se quedó mudo de la impresión. Si ese no era el Castillo de las Dos Hermanas… No, no había duda. Tenía que serlo. Pero, entonces, ¿qué hacía él allí?

Emocionado y entusiasmado se puso a caminar lentamente con sus cortas patitas por todas partes, siguiendo el dibujo del techo, admirando las magníficas columnas… Tan ensimismado que, aunque escuchaba voces de fondo, tardó un poco en darse cuenta de que había otros ponis ahí.

Cuando la oscuridad se disipo mi corazón pudo volver a later normalmente otra vez, jamás había tenido tanto miedo, ni siquiera cuando sucedió aquel acontecimiento en las fronteras hace tantos años atrás.

Al ver par los costados puedo ver a varios ponis, muchos que no sabía quienes eran, aunque podía distinguir a un par, principalmente a Book y a Rain, y a la potranca de las flores, con quien había tenido solo una charla superficial y sin importancia durante el cumpleaños de Book.

¿Pero que hacían allí?

El escuchar de la potranca que estaban en el palacio me puso los pelos de la crin de punta. ¿en el palacio? ¿cómo? Si yo estaba en Cloudsdale.

Miles de preguntas pasaban por mi cabeza, mas no pude hacer otra cosa que pararme y mantener la calma. Seguramente de un momento a otro ibamos a saber que es lo que estaba sucediendo.

Rain se asusto mucho cuando la oscuridad la envolvió, pero estaba dispuesta a pelear hasta el final con aquella cosa fuera lo que fuera, así que comenzó a cocear en la profunda oscuridad, sin saber que estaba haciendo, lo único que sabía es que tenía que resistir.

De pronto volvió la luz, lo que hizo que se parase repentinamente perdiendo con ello el equilibrio y dando con su hocico en el duro suelo, al menos sabia que aquello no era un sueño, el dolor del golpe se lo dejaba claro.

Miro a su alrededor y había más ponys, unos seis más calculo y solo conocía a tres de ellos, a Book Shield a Icy y a Night Green aunque apenas hubieran pasado un rato juntas.

Rain se puso a observar la situación y aquel extraño lugar hasta el momento en que Night Green dijo de que lugar estaban:

-¿¿El palacio de las Dos Hermanas??- Dijo Rain altamente sorprendida, pero antes de seguir hablando decide hacer lo mismo que la esbelta yegua, realmente no tenia ni idea de como comportarse en aquellas situaciones pero "allá donde fueres...."

Me levanto con algo de pesar, es que no se puede conseguir algo de descanso decente en este reíno, aun sin abrir los ojos escucho las palabras de las demás ocupantes de la habitación en la que he aparecido repentinamente. Solo reconozco la voz de la herrera con la que había tratado anteriormente, el resto no, pero al parecer nos encontramos en un lugar en el que no quiero estar. Abro los ojos y suelto un suspiro.

-Esta bien, sabía que no debía haber ido hablar con la herrera, ahora ha reunido a todo este grupo de gente para acusarme de algo que no he hecho seguramente - De tan solo pensarlo me pongo algo malhumorada - Veamos, seguramente me encarcelaran, o como mínimo pierdo mi trabajo, bueno, no fue el mejor trabajo, pero fue bueno mientras duro. 

Me quedo de pié mirando con poco interés el lugar, y la oscuridad inusual, distinta hace que me sienta algo insegura y me hace replantear el motivo por el que estoy aquí, por algún motivo me siento extraña, como si me estuviesen apretando el corazón. 

-Bueno... tal vez sea otro el motivo por el que estoy aquí, y espero que no tenga que ver con esta oscuridad, por mas fuego que convoque, dudo que la haga desaparecer. 

Oscuridad y silencio, una buena manera de terminar mi dia-penso Cookie. La cocinera abrio los ojos y mientras las tinieblas la envolvian podia recordar lo que estaba haciendo momentos atras: Cocinaba en su sartén favorito un poco de paja para la mesa 5, un grupo de ponies viajeros habia llegado a la posada y gastaban bits a lo loco, sin duda una de las noches mas lucrativas del lugar. Y de pronto "poof" estaba envuelta en las tinieblas en un sitio desconocido, se incorporo en sus 4 patas y se trono el cuello, solo conocia 2 ponies que podian ejecutar un hechizo de teletransportación que le provocara semejante torticolís: La pony hechicera Star Spellmare y por supuesto la princesa Celestia, durante la guerra hubo mas de una ocasión en que tuvieron que huir usando ese hechizo y por eso recordaba esa horrenda sensación en su cuello.

La oscuridad se estaba desvaneciendo, lo primero que noto fue que su fiel sartén habia venido con ella, lo recogio y lo sentia relativamente tibio ¿cuanto tiempo estuvo inconciente?, dejo esa pregunta para despues y se coloco la sarten en la respectiva correa que llevaba por la espalda. Las hermosas columnas blancas eran inconfundibles-¿Que era tan urgente para ser llevada al castillo de las 2 hermanas?, Celestia podia haberme llamado con una carta y ya.-Penso. La visibilidad era total y en eso noto que no estaba sola, habia varios ponies con ella en el salón, estaban Moonlight, Night Green, el joven Book Shield y 3 ponies que jamas habian visto. Se reunió con Night Green y en eso Moonlight se unio a ellas preguntado sobre la situación, Night Green con su voz afable y sabia le respondio que estaban en el castillo de las 2 hermanas. Cookie se aclaro la garganta y les dijo a ambas:

-Me temo que estamos en problemas, no se nada en absoluto sobre la magia pero parece que hemos sido teletransportados al Castillo de las Hermanas por un hechizo de la princesa Celestia. Sin duda la princesa necesita de nuestros servicios.

Cookie sabia que Night Green sabria eso debido a su edad y experiencia, pero Moonlight y los demas posiblemente no sabian donde estaban y ella los entendia, no muchos ponies plebeyos habian ido al castillo y solo si eran amigos cercanos o conocidos de las princesas alicornio. Night Green debia ser amiga de una de las princesas ya que no tenia pinta de una pony noble-Debo dejar de hacer deducciones, concentrate Cookie, deja las tonterias de tus sagas epicas*-pensó. En eso vio a Night Green haciendo la reverencia real al frente de la sala, Cookie la imito y le dijo a la nada con un tono humilde:

-Ha pasado mucho tiempo mis princesas, ¿cuales son los servicios que necesitan de esta pony?

El pronóstico de Night Green resulta ser casi correcto, pues apenas ha hablado cuando de una de las entradas del fondo surge la Princesa Luna y se dirige hacia los tronos gemelos. En otras circunstancias hubierais admirado su gracia y belleza, más la furia que desprende su mirada os hace temblar. No, no es simple ira. La intensa aura que desprende es odio. No os dedica ni una simple mirada, cosa que agradecéis en lo más profundo de vuestro corazón. Un escalofrío de miedo os recorre la espalda y una sensación irracional de huir aparece. Más no da tiempo a reaccionar, pues del mismo lugar aparece la princesa Celestia seguida de un pony totalmente cubierto con una capa negra. Este primero hace intención de adelantarse, pero la pata de la soberana solar lo detiene.

-¿Luna? -da unos pasos, titubeante, hacia la figura que ahora queda delante suya.-¿Hermana, ocurre algo malo? Esa huida tan repentina me ha asustado y nuestros súbditos de seguro...

-¡Tus súbditos! -replica Luna, con una voz tan fría y punzante como las agujas de hielo que se forman en los inviernos más crudos. Su cuerno empieza a brillar con aura negra, una oscuridad tan profunda que da la sensación de tragarse la luz- ¿¡Crees que somos ciegas!? ¿¡Que nos quedaríamos sentadas, sumisas, mientras tú los seduces con tu preciosa luz?! ¡NO, NUNCA MÁS!

La piedra se resquebraja a lo largo de varias fisuras al sentir el impacto de los cascos de Luna y la vidriera que se encuentra detrás de ella solo aguanta unos segundos antes de dividirse en miles de fragmentos brillantes. A decir verdad, vosotros también notáis la fuerza que emana del golpe a pesar de estar a cierta distancia. El aura se torna aún más intensa, dispersándose y envolviendo a luna en un caparazón de pura negrura. Pero no es eso lo que mas os asusta, sino la expresión de Celestia. El pánico se ha asentado en sus facciones y su cuerpo tiembla mientras contempla sin poder moverse el grotesco espectáculo.

-Luna...tu no, hermana mía...

Lo que sucede ante vuestros ojos absorbe vuestra atención de tal manera que nadie se da cuenta de que la luna asciende a una velocidad antinatural por el cielo, desafiando al dominio del sol y ocultando su cálida luz en casi toda su extensión. Apenas un anillo de luz sobresale, una luz que a duras penas consigue el efecto de un día nublado.

Por alguna razón, siento que el pony al que llaman Luna me resulta extrañamente familiar. Es la misma a la que ví aquella noche a lo lejos, con su melena ondeando en la noche. Mas su expresión era totalmente diferente. No parece el mismo pony, pero estoy segura de que es ella.

Con el ascenso de la luna, siento como mi poder crece, al igual que por las noches, pero esta vez es diferente. Donde suele haber inspiración y pureza, solo siento oscuridad(¿Que ocurre?). Mi pelo se torna más oscuro, en vez de brillar y comienzo a inquietarme (¿Que es esto que esta pasando?) Mis labios no consiguen articular ninguna palabra, y de mi garganta no consigue escapar ningún sonido. Y a pesar del miedo, y mis ganas de salir corriendo de allí para que la sensación desaparezca, mi cuerpo da un paso al frente.

Me quedo totalmente callada mirando a la enfurecida princesa (Este poder...), con mis irises también oscurecidos. 

(Presiento que va a pasar algo muy muy gordo, Pero ¿que es?)

Todo se sucedio muy rapido. Cierto era que notaba a Luna rara en sus ultimas visitas, pero no se imaginaba nada asi. Cuando entro enfurecida su corazon se encongio de miedo y congoja. No pudo evitar levantar la cabeza y mirar directamente, aunque la vision de las dos hermanas le recordo donde y con quien estaba.

Su cuerpo tembló levemente, los que estaban cerca pudieron apreciarlo perfectamente, a pesar de que sabian que Green no le tenia miedo a casi nada y que era una yegua muy calmada.

Sin embargo su interior bullia en un torbellino de sentimientos. Miedo, ira, impotencia. Todo aquello sacudia su interior. Queria calmar a Luna, decirla que todo estaba bien. Pronto una miríada de cristales diminutos cayó al suelo y fue entonces cuando su cuerpo reacciono, tarde y en contra de lo que su mente sintiente pensaba, pero fue su yo interno quien salto a galopar contra la ventana al tiempo que profiria un grito ahogado observando como las sombras tomaban posesion de Equestria.

- ¡Luna!....

Una lagrima rodo por su testa cuando miró a su lado y vio imponente a Celestia, que pese a su preocupacion seguia emanando aquella aura regia perenne, aquella aura de mando sempiterna, aquella aura que nuevamente y con prontitud la hizo hundir el morro en el suelo nuevamente.

Aquel siniestro espectaculo horrorizo a Cookie, salto un par de pasos atras y se puso la sartén en la boca manteniendo la guardia. Era casi como revivir aquella oscuridad de esa guerra, Luna habia sucunbido a ella y se dejo llevar por sus emociones negativas-no puede ser, tu tambien Luna. Primero Brave y ahora tu tambien Luna ¿cuantos seres queridos vas a quitarme hasta que quedes satisfecho Rey sombra?-Penso Cookie con amargura. La luna habia engullido al sol y la oscuridad se extendia, Cookie miro tristemente al cielo

-Parece que mis dias de paz han terminado-suspira tristemente-no puedo creer que me abandonaras otra vez Princesa Luna.

No habia tiempo para ponerse triste, los demas miraban aterrados dicha escena. La que la preocupo mas fue Moonlight que parecia ser afectada directamente por la corrupción de la luna, Cookie puso su sartén en el lomo y fue con Moonlight, la miro a los ojos y le dijo mientras sujetaba los hombros con sus cascos:

-¡¡¡Escuchame Moonlight, no te entregues a la oscuridad!!!. Puedes tener mucho en común con la Princesa Luna, pero no eres ella, no cargues con un odio que no es tuyo.

Cookie no estaba segura si sus palabras llegarian a Moonlight, pero valia la pena intertarlo, no queria ver a otro pony consumido por la oscuridad.

Observando más detenidamente, Book pudo darse cuenta de que también los demás parecían algo desorientados. ¿Habían aparecido todos allí sin más?

No tuvo tiempo de preguntar o buscar una respuesta porque en ese momento surgió una figura de una de las puertas. La emoción y admiración inicial al reconocer de quién se trataba dio paso rápidamente al miedo cuando pudo reconocer sus facciones. Parecía que el aire se hubiera cargado de todos los sentimientos negativos a la vez y jugara a asfixiarles.

El potrillo se quedó en silencio, quieto y mirando como quien contempla algo horrible cuando se suponía que no debía estar allí sin poder apartar la mirada. Quería irse a casa y meter la cabeza debajo de la almohada. Esa oscuridad sí le gustaba. Era buena, acogedora y cálida, no como la que le había rodeado antes.

Entonces entró también la otra princesa, acompañada de un pony al que, evidentemente, no conocía y comenzó un espectáculo terrible. Era una disputa… pero no una corriente en la que los implicados se decían cosas feas que en realidad no sentían sólo porque se sentían heridos… Parecía muchísimo más serio y la magia que llamaba la Princesa Luna conseguía erizarle el pelo de la nuca.

El suelo resquebrajado y la vidriera saltando en mil pedazos añadieron todavía más dramatismo a la escena y Book, aterrorizado, se agachó cubriéndose la cabeza con las patas delanteras mientras temblaba como una hoja seca en otoño.

Las angustiosas palabras de Celestia llegaron a sus orejas agachadas haciéndole saber que la cosa sólo había empeorado por mucho que hubiera cerrado los ojos para no ver nada más. Si era una pesadilla quería despertarse ya.

Las cosas no estaban yendo muy bien que digamos. De aparecer repentinamente en el castillo a ver una pelea entre las dos princiesas significaba que algo grande estaba pasando.

Siento esa energía negativa, como llega hasta lo más profundo de mi ser, la sangre se me hiela más que cuando hago mis rafagas para crear nieve y vientos helados... Es tan fuerte que me paraliza de punta a punta. Escucho como uno de los ponis que no conozco grita a una yegua negra aunque no presto atención muy bien que y observo como la mujer de las flores sale corriendo hacia la princesa... es un suicidio!!!!

Salgo volando hacia Night Green a pesar de mi estado de shock. Esa no era la Princesa Luna, era otra cosa.

- ¡¡NO TE ACERQUES!!! LA ENERGÍA TE TERMINARÁ DAÑANDO!!!

En mi cabeza todo es negro, ante mis ojos solo veo a Luna, concentrando su magia oscura mientras el eclipse lunar apaga el sol. Siento como en mi crece la furia, el miedo y el odio. Sentimientos que me atraen hacia la magia negra que Luna estaba conjurando. Asustada porque nunca había sentido nada igual, mi cuerpo empieza a avanzar, cuando escucho una que se fortalece por momentos  ¡¡¡..._{onlight, no} te entregues a la oscuridad!!! y siento que mi cuerpo es bamboleado de un lado para otro, sacándome del trance. 

Me tranquilizo, y sacudo un poco la cabeza. Cookie esta frente a mi agarrándome por los hombros.

¿Eh...?- un poco aturdida- ...Cookie...Gra-gracias. Le digo con una leve sonrisa

Cuando consigo recuperarme, veo a la princesa y el miedo recorre mi cuerpo, así que aparto la mirada para ver como las demás tratan de comunicarse con Luna. En la parte, trasera de la habitación, aprecio a una pony similar a Luna, pero un poco más grande, de color blanco y la melena arcoiris. Celestia... Su mirada es a la vez triste como aterrada

Rain recuerda pocos momentos en su vida que haya estado verdaderamente asustada, ella normalmente reacciona luchando ante cosas que harían a la mayoría de los ponys huir, pero esto es diferente es una sensación de terror como la vez que voló por primera vez y durante unos segundos pensó en que pasaría si sus alas fallaban.

Además de aquel angustioso sentimiento Rain no puede creer lo que esta pasando, recuerda como cuando era una potrilla sus padres le contaban las historias de las dos hermanas, como las dos eran serenidad y amor hacia sus súbditos...¿Luna?, ¿Aquella era Luna, la amable y reservada princesa?...Aquello no podía ser, aunque ya se sabe que los cuentos son solo para los potrillos...pensó amargamente.

Rain sigue absorta en sus pensamientos intentando buscarle un significado a todo eso, hasta que ve a Night Green intentando seguir al fugitiva princesa que acaba de hacer caer la oscura noche y como se vuelve para arrodillarse ante Celestia, en ese momento por fin reacciona:

-¿Estáis todos bien?-

Mira a la unicornio a la que por un momento se le han oscurecido las crines, algo que jamás había visto en ningún pony

-¿Y tú? ....Moonlight ¿cierto?....¿Como te encuentras?

Cuando ve que todos parecen estar bien se acuerda de la presencia de la soberana y se sienta sobre sus patas traseras:

-Alteza ¿Y usted como se encuentra?.

Cookie suspiro aliviada al ver que Moonight volvia a ser la de antes. La cocinera sabia que la herrera era fuerte pero ella aún no lo sabia, era mejor que lo descubriera sola. En eso llego una pegaso con los colores de la nieve preguntado sobre la condición de todos.

-Eso creo, estoy bien por ahora-la miró detenidamente-por cierto ¿como te llamas?

No habia tiempo de socializar, Moonlight y Green Night se habian volteado para ver a LA PRINCESA CELESTIA que estaba detras de ellas, sin perder tiempo se volteo y dio una reverencia real. En eso no pudo evitar el notar que la pegaso blanca estaba sentada en su cuartos traseros frente a la princesa, llamo su atención de manera discreta y le dijo:

-¿Que crees que estas haciendo? ¿acaso no sabes que frente a la Princesa debes mostrar respeto?

Tras una rápida mirada hacia Celestia, me doy cuenta de como el resto de los ponis que aparecieron conmigo están más preocupados por la princesa aun en shock que por la inminente amenaza que se cierne sobre Equestria.

-Esto...-reuniendo todo el valor que me permite la situación- no...deberíamos...no se...Lu-Luna esta...- pero mis intentos son fútiles. 

En un intento de tratar de hacer algo para interrumpir a Luna, trato de lanzar un rayo mágico hacia ella, pero me basta intentar a puntar hacia la concentración de energía oscura para que mi magia se descontrole y falle.

Viendo como Luna parece incrementar su poder por momentos, lo único que se me ocurre hacer es levantar una barrera mágica frente a mi para intentar evitar lo que sea que va a ocurrir.