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Pathfinder Alfa: Hijos del Vacio

[Partida] 3.0: La Isla Misteriosa

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08/05/2016, 18:30
Air'his

La sierva de la Madre había estado toda la noche callada, no estaba de humor para hablar con nadie, algo no muy raro en ella, pero esta noche tenia un humor de perros. La conversación que mantuvo con su "hermana alada" la había dejado tocada, ¿Como es posible que ese asqueroso humano engreído controle a un dragón?. los tenia por seres orgullosos que solo actúan para si mismos. Quería contar esa información a la capitana y al resto del grupo, pero estaba demasiada enfadada.

Terminó la cena y se marcho a dar una vuelta, necesitaba sentir el viento en la cara y pensar los próximos pasos a seguir, y lanzarse al vuelo con su hermana siempre la animaba.  

 

En algún punto en el mar, cerca Puertoenigma, 21 de Desnus, día del fuego, del 4710 CA

De nuevo se encontraban surcando el mar en otro cascaron de madera muerta. Air'his se encontraba en cubierta observando placida la estela del barco y a su hermana cazando salmonetes, le encantaba observarla, pero la diversión no duro demasiado.

Dos barcos nos seguían, en un principio no le importó demasiado hasta que el capitán del barco y el resto del grupo subieron para planear una defensa.

-¿Estáis seguros que son enemigos?, el mar es grande y quizás solo compartimos ruta.- El capitán parecía seguro, sus ojos de perro viejo de mar no mentían, por lo que dejo la pregunta en el aire y se propuso a actuar. -Yo me encargo Naewen, estamos aun cerca del puerto, prenderé sus velas y que vuelvan remando, ya os alcanzaré cuando acabe.

Air'his se sube a la barandilla y se deja caer a las aguas, mientras cae, sus extremidades comienzan a transformarse en tentáculos acabándose de convertir en un calamar ya dentro del agua.

 

Notas de juego

Me sumerjo en el mar y lanzo Esferas flamígeras al velamen de los barcos, cuando vea que están inutilizados vuelvo al barco.

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10/05/2016, 18:19
Director

En algún punto en el mar, cerca Puertoenigma, 21 de Desnus, día del fuego, del 4710 CA

Naewen, tras consultar con el capitán del barco preparó un plan para detener las embarcaciones piratas y que, con suerte, os perdieran la pista. Marcus, que había estado dispuesto a ser enviado a una carga suicida sin posibilidad de retirada, y Seltyiel acabaron concordando con la maga, aunque no les hacía ni la menor gracia que se arriesgase (aunque era lo más lógico dada su magia). Sin embargo Air'his tenía su propio plan y, tras meditar los animales con los que estaba familiarizada decidió pedir un conjuro de invisibilidad y transformarse en águila para lanzar un ataque paralelo (o más bien otro ataque que no tenía nada que ver con el de la elfa pero que ocurriría a la vez).

Por una vez esa falta de coordinación fue toda una suerte. Air'his ya veía la cubierta de la embarcación que estaba plagada de hombres a cubierto, como si esperasen una pelea inminente. Vio un par de balistas y una pequeña catapulta con un brasero al lado. También se fijo en un humano vestido con conchas marinas y pellejos de criaturas acuáticas que estaba conjurando el viento para dar más velocidad a la embarcación. Pero lo que llamó más su atención fueron dos hombres que estaban en mitad de la embarcación como si fuesen sus dueños. El primero era bajo y había algo raro en él, llevaba una armadura de cuero y portaba tres espadas, por la manera de mirar a su alrededor estaba claro que era un guardaespaldas. El segundo vestía con un lujo que la semiorca nunca había visto, parecía un príncipe de cuento, con aquellas sedas y joyas que valían fácilmente más que la embarcación. También se dio cuenta de que era excepcionalmente atractivo, con un rostro suave de cabellos dorados y unos ojos azules y brillantes que se quedaron mirándola fijamente. Antes de poder reaccionar la druida sintió una magia que se apoderaba de sus músculos paralizándola y haciéndola caer a plomo en el agua.

El golpe fue duro, pero sus paralizados músculos apenas lo sintieron antes de que el frio del mar empapase sus plumas y la salobre agua marina inundase su garganta ahogándola mientras se sumergía en la oscuridad sin poder hacer nada para evitarlo.

Pero entonces, de repente, sus músculos recuperaron la actividad y la druida se concentro de inmediato consiguiendo a duras penas cambiar a forma de salmón, uno de los pocos animales con los que estaba familiarizada y que podían respirar agua salada. Un brillo plateado que iluminó la oscuridad marina abriendo un boquete en la proa de la embarcación. La elfa estaba cerca pero no era siquiera un fantasma entrevisto.

Naewen había visto de milagro caer a Air'his a unos veinte metros de ella. Por un momento casi se había quedado bloqueada, con la embarcación echándosela encima y su compañera en peligro de muerte cerca, pero la elfa era una veterana aventurera y actuó con decisión. Disipó con maestría el conjuro que retenía a la druida antes de girarse a la embarcación con unos reflejos aumentados por un hechizo. El desintegrar funciono como esperaba y por un momento el brillo plateado del rayo convirtió una porción del mar de una densa oscuridad a un baño en plata traslucida. Si tuviese más tiempo Naewen se hubiese quedando apreciando la belleza de aquel efecto secundario, pero tenía otro barco que romper.

La elfa salió disparada gracias a sus múltiples conjuros y a cierta distancia de la primera embarcación emprendió el vuelo para volver a sumergirse segundos después en el camino de la segunda. La elfa estaba tomándose en esta ocasión su tiempo para calcular el angulo adecuado cuando el aviso telepático de Aerel la hizo girarse y apartarse. Evitando por los pelos una enorme y veloz sombra, un tiburón. Uno realmente enorme.

Aquella criatura parecía totalmente desproporcionada, con unos dientes enormes y un aspecto amenazador. Como si sus más de siete metros de envergadura no bastasen para ello. Aquel oponente, en aquel entorno, podía ser muy peligroso, pero Naewen seguía siendo una elfa y paralizó con un conjuro a la criatura antes de volverse con celeridad para impactar en la segunda embarcación. Concluido ese punto la elfa se alejo para volver a su propio barco esperando que Air'his estuviese allí.

Notas de juego

Air'his ha usado dos cambiar de forma (y necesitará usar un tercero para volver a la embarcación sin ayuda).

Naewen lleva gastados 67 pcs.

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16/05/2016, 23:25
Marcus

En algún punto en el mar, cerca Puertoenigma, 21 de Desnus, día del fuego, del 4710 CA

Marcus observó como pudo el avance de sus dos compañeras desde la cubierta del barco. Frunció el ceño y ahogó un grito cuando vio caer a Air'his. Intercambió una mirada con Seltyiel y aguzó la vista intentando divisar a alguien en el otro barco.
Desde luego, fueran quienes fueran, eran enemigos peligrosos y poderosos.
 
Debió haber supuesto que no sería tan fácil. El guerrero apuntó con su arco primero a las embarcaciones enemigas, y luego a las aguas, en busca de cualquier criatura que pudiera entorpecer el regreso de Naewen o Air'his. Si descubría a cualquier ser que pudiera parecerle peligroso, confirmaría primero con Seltyiel que no se trataba de ninguna de sus compañeras y lo acribillaría luego a flechazos tratando de ahuyentarlo. Estaba bastante seguro de que no podría matar a un animal marino de gran envergadura sólo con sus flechas.
 
Impaciente por comprobar el resultado del plan de la elfa, Marcus esperó vigilante.
- ¿Qué crees que habrán descubierto? - Preguntó a Seltyiel. Necesitaban pistas sobre sus perseguidores.
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17/05/2016, 17:46
Air'his

-Esos ojos azules, esa mirada...- Mientras caía recordó la conversación con su "hermana alada", -¿Podría ser?- pero no era tiempo de pensar en eso ahora, estaba tragando agua y sabia lo que pasaría si no conseguía librarse del hechizo que atenazaba sus músculos. 

La sorpresa vino al verse libre del mismo, -¿Naewen?, seguramente. -La druida se convirtió en salmón y nado tan rápido como pudo para alcanzar su embarcación mientras notaba las explosiones de los barcos y veía como una enorme bestia casi engullía a la capitana -Que hermosura de animal- pensaba para sí el lado salvaje de la druida.

Al llegar al barco se agarro a una de las cuerdas del mismo y comenzó a trepar, ya en su estado natural, a la cubierta del mismo, al subir se sacude cual perro y estruja su larga cabellera con las manos para sacar todo el agua posible. Para no variar, la druida estaba furiosa, pero se notaba una gran preocupación en ella, al volver con los demás lo único que dijo fue -Rompedme los dientes a golpes si vuelvo a intentar no matar o hacer el menos daño posible a alguien que nos sigue. 

Después dio un fuerte silbido para llamar a su hermana, cuando esta se poso en la barandilla, la druida conjuro el hechizo que la permite hablar con su amiga. -¿De que color tenia los ojos el dragón que te capturo?

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17/05/2016, 22:24
Director

El familiar de Air'his le transmitió que eran negros como la noche sin luna.

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17/05/2016, 23:18
Naewen

Al principio todo fue cómo había planeado. Nadie parecía haberse dado cuenta de su presencia (y era realmente difícil hacerlo, entre la invisibilidad y los conjuros de ocultación contra adivinaciones, y el hecho de que se acercase a ellos buceando), pero el chapoteo de algo pesado al impactar contra el agua la distrajo cuando estaba empezando a tejer el conjuro de desintegración. Aerilaya se sintió enojada al ver quién había causado aquel ruido, sobre todo porque aquello significaba que la druida había actuado unilateralmente. Ella había expuesto y consultado sus intenciones a los otros. La druida no, se había limitado a actuar sin consultar y poniendo en peligro el otro plan decidido. ¿Qué clase de coordinación era ésa?

Pero ya hablaría seriamente con ella acerca de la importancia de cooperación en el grupo. Por muy cabreada que estuviera, Aerilaya no era la clase de persona que dejaría ahogándose a cualquiera que no le fuese un enemigo declarado. Incluso algunas veces había salvado a enemigos. Con un suspiro que expulsó burbujas de aire, Aerilaya alzó las manos y tejió rápidamente un conjuro de disipación de magia. No le gustaba conjurar debajo del agua -en realidad seguía sin gustarle el mar, punto-, pero no titubeó ni dudó de la efectividad de su conjuro. Deshacer magia era su especialidad, y lo hacía bien.

Una vez libre, la druida podía apañárselas por su cuenta. Aerilaya confió en que fuera lo suficientemente inteligente para volver al barco y no complicarse la vida volviendo a atacar. Pero ya era mayorcita para necesitar tutela, de modo que la elfa se volvió de nuevo hacia el barco, y liberó el desintegrar. El conjuro hizo un estropicio tan grande como esperaba, pero Aerilaya no se sintió parcialmente feliz por ello. Nunca le había gustado usar la magia para destruir -creía que era mucho más hermoso usarla para crear-, a pesar de que había veces en que era inevitable hacerlo. Como ahora.

Nadó hacia el otro barco, sabiendo que no tenía demasiado tiempo hasta que aquel conjuro de invisibilidad, que no se quebraba al atacar, se agotase; aquella era magia de muy breve actuación. Pero era mucho pedir que los de los barcos no reaccionasen, y más después de que Air'his los hubiera delatado de esa forma.

Aerilaya se sobresaltó cuando Aerel le avisó y a duras penas logró apartarse de la dentellada de aquel monstruo. Una oleada de adrenalina la recorrió, mientras miraba un segundo al tiburón, el más grande que había visto, y pensaba rápidamente en sus opciones contra él. Podía destruirle, cierto, pero seguía siendo un animal que actuaba por mero instinto, no por maldad. Aerilaya intuyó que le habían convocado, ya fuera el mago o el clérigo de a abordo, como un intento a ciegas de localizarla. No debían haberla visto todavía, aunque debían intuir que estaba allí cerca.

Aerilaya se limitó a paralizar al enorme animal, terminó su trabajo, y volvió a su propio barco, librándose del casi agotado conjuro de invisibilidad al subir a la cubierta. Mantuvo aun activo el conjuro de infusión elemental, por si acaso. Además, bajo sus efectos no le molestaba estar mojada, más bien al contrario.

-Air'his -dijo en tono severo-, la próxima vez no actúes por tu cuenta. ¡Consúltanos nuestras intenciones antes de hacerlo, tal y como yo he hecho con vosotros! Podrías haber muerto, o podrías haber arruinado mi ataque y haber hecho que me matasen. No es la primera vez que lo haces. No lo vuelvas a hacer, por favor.

Se volvió hacia los demás. -Está hecho -dijo ella-, creo que no les quedará más remedio que retrasarse.

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18/05/2016, 00:16
Seltyiel

-¿Estáis seguros que son enemigos?, el mar es grande y quizás solo compartimos ruta -pregunta Air'his.

Selt se sorprende por aquella declaración. -El capitán ha dejado muy claro que nos siguen y no es ningún novato. Además, no vamos precisamente en una ruta comercial.

El bribón se da un manotazo en la frente de pura exasperación cuando ve que Air'his se lanza a las aguas tras su espontánea declaración, sin esperar a que le den su apoyo u objeciones a su plan.

-Es mala idea -dice en voz alta, fastidiado-. Cuando dije que un druida tenía más recursos que un mago en esta situación no me refería a que hiciera eso. La van a detectar a la primera de cambio. Habíamos dicho de abrir un boquete bajo la línea de flotación, no de quemar las velas.

Se cruza se brazos. -En mi mundo, cuando alguien actúa así fuera de la cadena de mando, se le corta la garganta y se le da un baño de tierra -dice ociosamente a Marcus. Después de todo ahora solo pueden esperar y confiar en que todo saliera bien.

Selt se acerca a la borda, esperando atisbar algo que le dijera si el plan tenía éxito o sus compañeras estaban en peligro, y preguntándose donde habría metido la capitana el catalejo. -¿Qué crees que habrán descubierto? -oyó que preguntaba Marcus.

-Naewen supongo que nada. Ir por debajo del agua no va a facilitar su visión de lo que pase en las cubiertas de los barcos. Air'his a saber. Se lo preguntaremos cuando vuelva… si vuelve.

Volvió, y antes que la capitana. Selt la mira con ojos entrecerrados.

-Rompedme los dientes a golpes si vuelvo a intentar no matar o hacer el menos daño posible a alguien que nos sigue -dice ella.

-¿Y qué esperabas, besitos por su parte? No estamos en una comuna élfica -dice Selt, impaciente-. Ya te dijimos que nos seguían. Y nosotros mismos no hemos ido a darles besitos tampoco. Pero deja, cuéntanos qué has visto.

Pero entonces volvió la capitana. Selt sonrió aliviado al ver que estaba bien. Puede que no soliera actuar independientemente, pero parecía que lo hacía bien cuando decidía hacerlo.

-Bien hecho entonces -aprueba ante su comentario-, a ver entonces qué pasa ahora y si podemos llegar a la Dama sin más interferencias.

Selt aprecia la forma en que la ropa se le pega al cuerpo estando mojada, pero alarga una mano y la seca con un cantrip. -Te vas a resfriar si sigues mojada.

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18/05/2016, 09:16
Marcus

Marcus se alegró de ver de vuelta tanto a Air'his como a Naewen.

- Me alegro de que estéis bien.

Saludó a ambas pero se mantuvo apartado, dejando hacer primero a la druida, que parecía preocupada por algo, y luego a la maga, que regresó empapada y no parecía importarle.

Los ojos del humano se desviaron hacia sus perseguidores y por unos instantes vigiló las siluetas de los barcos para luego centrarse en los cielos y finalmente en las aguas. No quería sorpresas y no le extrañaría nada que, si sus perseguidores disponían de recursos como bien suponía, enviaran a alguien o algo para seguirles o espiarles. Era mucho más difícil detectar a un incursor que a dos barcos totalmente tripulados.

- Sí. Por favor, contadnos qué ha pasado. – Pidió Marcus sin dejar de vigilar. – ¿Sabéis quiénes eran? – Escuchaba a Air'his hablando con su águila a base de graznidos o algo similar. No entendía nada pero le parecía hermoso poder comunicarse con los animales. Quizá algún día le preguntaría a la druida si era posible que le enseñara. Pero no era el momento.

Al explorador le preocupaban sus perseguidores, y que fueran quienes fueran se estaban tomando demasiadas molestias en darles alcance. ¿Qué tendría la Dama para que importara tanto a gente tan poderosa?

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18/05/2016, 12:50
Naewen

La elfa sonrió ante el gesto de Seltyiel. Había olvidado los remilgos de las culturas humanas acerca de la desnudez y mostrar demasiada carne, y sobre todo, no se le había ocurrido lo que le haría el agua a la seda de su vestido. Su primera reacción fue desechar aquello, después de todo ella no tenía esos tabúes, pero la tentación de coquetear fue demasiado grande. La elfa le dirige una mirada pícara y cómplice a los dos chicos.

-Lo que hay que hacer por trabajo –bromeó, acercándose un poco más a Seltyiel para ponerle nervioso.

Pero finalmente contestó a Marcus. Le explicó brevemente lo que había pasado –los dos boquetes que había creado, cómo había visto que habían paralizado a Air’his, y el tiburón que casi le había comido un brazo.

-Era simplemente una bestia que habían invocado para dar con nosotras. No parecían tener una idea clara de dónde estábamos, así que recurrieron a un animal con sentidos diferentes a la vista. Me limité a paralizarlo, no tenía sentido hacerle daño. A estas alturas debería estar ya libre de los dos conjuros, el que lo atrajo aquí y mi paralización.

Se encogió de hombros.

–No tengo ni idea de quiénes son, pero por lo que sabemos está bastante claro que los que nos persiguen tienen que pertenecer al Consorcio Aspis. La razón de que quieran la Dama Velada… pues a saber. Espero que lo averigüemos cuando lleguemos allí. Ahora mismo sólo puedo maravillarme del interés que está despertando ese viejo barco. La razón por la que desapareció tiene que ser… interesante –la elfa sonrió, mostrando que le gustaban los enigmas, y no sólo los puramente intelectuales-. Sea como sea, los Aspis tienen fama de comerciantes muy poco escrupulosos en círculos informados. Son de esa clase de grupos que no solo se benefician de conflictos o guerras, sino que los provocan si es necesario.

Aerilaya se encogió de hombros por segunda vez, indicando que no es que supiera mucho más de aquel grupo. No era una experta en economía.

-Pero siendo así no es arriesgado pensar que lo que sea que pase con la Dama tiene que poner en juego algo bien lucrativo financieramente. No sé… ¿merecerá la pena usar una adivinación a ver si hay suerte y captamos algo de lo que estén diciendo? –en condiciones normales Aerilaya no habría dudado en cotillear, pero el ataque a los barcos le había sido muy costoso mágicamente y le preocupaba cuán cansado pudiera ser la propia Dama.

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24/05/2016, 10:36
Seltyiel

Seltyiel mira fascinado el coqueteo de Naewen. Se pregunta qué pretende realmente. Hasta el momento había rechazado todas y cada una de sus insinuaciones. ¿Era que le gustaba ser ella quien tomara la iniciativa, o solo quería jugar un rato con él?

Selt decidió que no le importaba. Sonríe y deja que ella se acerque a él, momento en que aprovechó para cogerla entre sus brazos y besarla. No iba a dejar pasar una oportunidad así.

-Las mujeres sois criaturas sorprendentes. Os gusta volvernos locos -le susurra al oído antes de soltarla.

Se separa y dice en voz alta: -Usa la adivinación si crees que tiene rango suficiente -opina, aunque mira a los otros dos para confirmar-. Y deja que los conjuros menores que yo pueda tejer, como aceleraciones o invisibilidades corran por mi cuenta a partir de ahora. Resérvate para lo que yo no pueda hacer.

Selt guiña un ojo a Marcus y se vuelve hacia la druida. -¿Cuál era tu sospecha?

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24/05/2016, 11:50
Naewen

Aerilaya tenía que reconocer que no había esperado aquella reacción de Seltyiel, sino más bien que le siguiera el juego y coqueteara un poco más. Pero no todos los humanos entendían cómo funcionaba aquel juego, y ciertamente Seltyiel se había criado en una ciudad particularmente impulsiva y áspera.

Tras un segundo de sorpresa inicial, Aerilaya respondió al beso, y lo hizo con cierta hambre. Había pasado mucho tiempo desde la última vez y Seltyiel lo hacía bien. Pero se rió ante el comentario que él le susurró.

-Eres muy joven, Seltyiel. Aun te queda mucho por aprender -le respondió un poco burlona también en voz baja, indicándole que ni siquiera había intentado en serio jugar con él. Le acarició la mejilla antes que se separara de ella.

Pero suspiró cuando reconsideró lo de la adivinación. -Diría que ya nos hemos alejado demasiado. Da igual, esperemos que no se recuperen a tiempo.

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25/05/2016, 19:54
Director

En algún punto en el mar, cerca Puertoenigma, 21 de Desnus, día del fuego, del 4710 CA

El ambiente en la embarcación había mejorado mucho desde que Naewen consiguió inutilizar las embarcaciones (aunque más de uno creíais que todos esos vítores y peticiones de que se uniese a la tripulación tenían que ver, en parte, con el espectáculo de su subida al barco) y a medida que el sol surgía ante vosotros la expedición iba contagiándose de un humor risueño.

Unas horas después el capitán os informó que estabais llegando al banco de arrecifes conocido como el Espinazo de Draggan, el lugar donde Carré había encontrado el pecio de la Dama Velada. Y ahí fue cuando se desató el infierno.

En un instante pasasteis de un placido amanecer despejado y con un mar tranquilo a estar en medio de una tormenta terrible que parecía haber aparecido de repente sobre vosotros. Nubes negras descargaban goterones de fría lluvia, hasta donde os alcanzaba la vista, cubriendo lo que antes era cielo raso. El mar que apenas mecía la embarcación con unas olas desganadas había pasado a arrojaros titánicas olas de más de cinco metros. Y el viento aullaba con la fuerza de un condenado contra vuestra embarcación. Ese repentino cambio os arrojó a más de uno al suelo, pero peor lo llevó el marinero que estaba haciendo algunos apaños en la vela mayor. Lo último que visteis de él fueron unos ojos cargados con la certeza de su inevitable destino mientras caía al mar y desaparecía. Poco más pudisteis hacer que mirar y cogeros fuerte a lo que fuese.

Y tan pronto como aquella tormenta había aparecido de la nada a la nada precisamente volvió. El silencio y la tranquilidad del día (si día, parecía que en los pocos minutos en que habíais cruzado aquella tormenta “invisible” habían pasado casi tres horas para el sol) os envolvían ensordeciéndoos por el contraste con el ulular de la tormenta. Por ningún lado había el más mínimo rastro de ese fenómeno ni del marinero caído.

- ¡Escollo a 30 yardas, quince grados a babor!- Gritó de repente el vigía en el dialecto náutico. Aunque por tu tono a ninguno os quedó dudas que significaba. Problemas.

- ¡Timonel todo a estribor! ¡Cortad los cabos de la mayor! ¡Disponed las pértigas de vadeo a babor!- Comenzó a ordenar el capitán en rápida sucesión demostrando su experiencia y la de su tripulación, que obedeció casi en el acto las ordenes.

El barco giró hacía la derecha de forma tan brusca que incluso se escoró. De nuevo poco más pudisteis hacer aparte de cogeros, y fuerte, a cualquier cosa que no pareciese destinada a saltar por la borda. Tras unos segundos de pánico, y cuando ya parecía que la cosa se había calmado, la embarcación se estremeció y el rechinar de la madera quebrada resonó con fuerza. El barco había esquivado el escollo (uno de los arrecifes del Espinazo de Draggan), pero durante la maniobra se había desgarrado parte del casco en el lado de babor. Nada grave, según el capitán, mientras el mar siguiese en calma y no se cogiese mucha velocidad. Por suerte podía ser reparado y no teníais que correr a ningún sitio, la Dama estaba a la vista, como si aquella misteriosa tormenta os hubiese depositado prácticamente en su regazo.

Era un navío enorme, de más de setenta metros de eslora, pero contaba tan solo con una vela (desplegada completamente en ese momento) más pequeña que la principal de vuestra embarcación. Según el capitán aquello no solo no podía dar una gran velocidad a la embarcación, si no que parecía más pensada para maniobrar y lucir que para impulsar. Sin embargo la Dama Velada no daba la impresión que solían dar los barcos de ese tamaño, de robustos y pesados, si no que sus ángulos y curvas lo hacían parecer grácil y ligero. Esto junto al color blanco (que parecía recién pintado) con lineas y símbolos dorados lo hacían parecer un enorme y fantástico cisne. Podíais entender por que había causado tanta sensación en su época. Nunca habíais visto u oído hablar de una embarcación así.

Mientras la mayoría comentabais lo impresionante del mascarón de proa (que parecía una mujer alada con un suave velo de seda cubriéndole la mitad inferior del rostro y cayéndole entre los pechos), Naewen murmuraba algo sobre la magia de la embarcación, pero no fue hasta que Seltyiel os lo indicó que visteis al hombre. Una figura vestida de un amarillo pálido estaba en la cubierta del barco, tan quieto que ninguno, excepto el perceptivo elfo, lo habíais visto. Estaba demasiado lejos para distinguir más que el hecho de que era humanoide y que os miraba. Pero incluso a esa distancia podíais sentir sus ojos recorreros, como si fuesen pútridos insectos. Tras unos instantes el hombre se dio la vuelta y descendió a las entrañas de la embarcación.

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26/05/2016, 09:19
Marcus

En algún punto en el mar, cerca Puertoenigma, 21 de Desnus, día del fuego, del 4710 CA

Marcus sonrió despreocupado ante el coqueteo entre Naewen y Seltyiel, aunque abrió los ojos como platos sorprendido ante aquel repentino beso. Estaba seguro de que la elfa no se lo esperaba, pero Selt tampoco se esperaría semejante reacción por parte de Naewen, que le devolvió el beso con más intensidad.

El guiño que le dedicó Selt le hizo pensar acerca de lo que pensarían de él sus nuevos compañeros, y Marcus asintió en dirección al pícaro. Debía concederle que iba por delante en aquella batalla, si es que podía considerarse como tal. Tenía que pensarse si quería una revancha o no. Sonrió de manera franca.

Tras aquel "encuentro", el viaje prosiguió y los ánimos fueron mucho mejores. Sin enemigos persiguiéndoles, y habiendo demostrado su pericia tanto Naewen como Air'his, los marineros estaban de muy buen humor. Pero todo no podía ser de color de rosa. La tormenta que se abatió sobre el navío fue lo peor a lo que Marcus se había enfrentado en su vida, y mira que había visto cosas horribles. Estaba seguro de que sus compañeros considerarían la tormenta una nimiedad, ellos habían vivido mucho más pero para él era toda una amenaza… Oscura, todopoderosa, cerniéndose sobre ellos como la hoja afilada de un verdugo.

A Marcus le encantaba la naturaleza. Siempre se había sentido mejor al aire libre que encerrado en una ciudad. Pero debía reconocer que una cosa era la naturaleza, y otra bien distinta LA NATURALEZA en mayúsculas.

En aquel instante en el barco, zarandeado por aquellas olas, el explorador tuvo que hacer acopio de toda su fuerza para no salir despedido por la borda, y más aun, tuvo que usar toda su fuerza de voluntad para no vomitar el desayuno. Cerró los ojos y musitó una silenciosa plegaria por el marinero que el mar devoró y entendió por primera vez muchos de los comentarios de los pescadores del puerto.

Y después de la tormenta vino la calma. Momentánea, pues el barco tuvo que virar bruscamente para evitar partirse por la mitad. Marcus no soltó sus manos de una de las sogas atadas al barco hasta que se evitaron el peligro. Habían hecho muy bien en escoger ese barco. Tanto la nave, como el Capitán y su tripulación eran de lo mejorcito que Marcus hubiera conocido.

Entonces fue cuando Selt les avisó y Marcus centró su mirada en la Dama Velada. Usó la mano para cubrirse de los cegadores rayos del sol y vislumbró la figura de la que hablaba Selt.

- ¿Esperabais que hubiera alguien allí? – Preguntó a sus compañeros. – A lo mejor se nos han adelantado. – Comentó deseando que no fuera ése el caso, o su viaje habría sido en balde.

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26/05/2016, 13:06
Air'his

-A mi no me vengas con monsergas Seltyiel- rugió al elfo por sus palabras. -Ninguno de los presentes sabíamos quien lideraba el barco y de haberlo sabido hubiese actuado de otra forma, solo pretendía evitar le perdida de vidas, no matar si no era necesario, error que no pretendo volver a cometer. -La druida guardo silencio volviendo la vista a los barcos que se quedaban atrás y recordando aquellos ojos.

Tardo en volver a abrir la boca, ni siquiera fue consciente del momento intimo entre los elfos, seguía con la mirada perdida en el mar. -Jamas había visto algo así, aquellos ojos... emanaban...belleza... y... un enorme poder. -Fue en ese momento cuando recordó la conversación con su amiga emplumada. -Mi hermana alada me confirmo que quien la había capturado era un dragón, con los ojos tan negros como una noche sin luna, he escuchado viejas historias de poderosos dragones que se transforman en humanos, si hay un dragón negro pululando por ahí a las ordenes de vuestro querido amigo el "embajador", quizás el del barco sea otro... no lo se, es solo una hipótesis, eso si, yo tendría cuidado de los negocios que queréis montar con ese "hombre"

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29/05/2016, 16:05
Naewen

-No es un error no matar indiscriminadamente. Y en este caso de poco haría servido, lo que queríamos era inutilizar su embarcación un tiempo para retrasarlos -trató de calmar Aerilaya a la druida-. Pero, Air'his, ya te habíamos dicho que estaba claro que nos seguían. Estamos lejos de rutas comerciales normales. Por estas aguas sólo vienen los navíos piratas de Puerto Enigma, estamos demasiado cerca de la ciudad. Y además el capitán intentó despistarlos, y aun así, no pudo. Piensa en lo improbable que es que coincidiéramos tras varios cambios de rumbo.

Ante la hipótesis de Ai'r'his sacudió la cabeza. -Ayer pasé gran parte del día con el embajador. No es un dragón, Ai'rhis. Aunque tienes razón al creer que tiene algo raro. No es humano, pero tampoco es un dragón. Lo que sí tiene es un dragón umbral subordinado. El dragón se llama Beshallam, y apuesto que fue el dragón que apresó a tu compañera. Lucien no nos quiere mal. Está intentando reclutar gente para la nación recién resurgida para la que trabaja, eso es todo. Los especialistas competentes con experiencia como nosotros no abundan tanto. Por eso nos corteja.

Aerilaya se sentó en cubierta, y puso en su regazo a su familiar. -Con franqueza, aun no sé que pensar acerca de esa Eurythnia renacida. Pero es un tipo de relación que conviene cultivar, al menos mientras no les dé por hacer el cafre a esos thassilonianos y mientras no les de por adoptar los mismos métodos que los de Shalast. Mismo gracias al embajador me he enterado de algunas cosas interesantes sobre la Sociedad Pionera. Y parece que él anda tratando de investigar también las Tierras Oscuras. Eso es interesante, dado que nosotros tenemos intención de seguir investigando a los drows. Necesitaremos acceso a ciertos recursos de los que nosotros carecemos.

Sonrió a la druida. -Pero no es mi única baza, tranquila. Hay otros a los que recurriremos también.

Cuando terminaron de hablar Aerilaya se dio una vuelta por el barco. Se tomó con divertida filosofía el buen humor general y las insinuaciones y alabanzas de los marineros (mayoritariamente de los varones) Parecía que no solo sus compañeros la habían visto subir al barco empapada. Ah, estas culturas humanas, tan pueriles en algunos aspectos… Aerilaya les replicó con desparpajo y simpatía, ya que no le importaba ser objetos de aquel tipo de comentarios mientras no fueran con malicia.

Pero si el océano no le gustaba era por algo. Aerilaya se puso pálida cuando empezó la tormenta. Al menos, se consoló, allí no había noqual; allí no tenía cerrada la posibilidad de huida. ¿O quizá no? Aquella tormenta claramente no era natural. Cierto, había formas de que las tormentas se pudieran generar muy rápido… pero no tan rápido. Supuso que aquello explicaría también que la Dama Velada hubiera tardado tanto en ser encontrada. O quizá era algo nuevo que habían dispuesto para eliminar visitantes recientes…

A pesar de que tenía buenas razones para temer más allá de la incomodidad que le producía viajar por una extensión de agua tan enorme y sin aparente final, la actividad intelectual calmó a la elfa.

-Parece que disfrutas con la tormenta… -le dijo a Marcus-. Admiro tu valentía. Yo detesto este tipo de fenómenos provocados. No los podemos controlar y evidentemente son peligrosos. Por eso los crean…

La tormenta les dejó directamente donde la Dama. Aerilaya apenas escuchó a sus compañeros, que hablaban sobre la estética del barco. La maga apenas se fijó en esos detalles. En realidad miraba a la embarcación con expresión incrédula.

-¿Con qué diablos jugaba la Sociedad? -preguntó en voz alta, aunque era una pregunta retórica que se hacía a sí misma. Imposible contestar a eso.

Lo que tenía ante sus ojos aumentados por magia de visión de auras mágicas era uno de los de los mejores trabajos de artesanía arcana que había visto en su vida, pero lo más extraño era que había como una como una "circulación" secundaria de energías arcanas que, inequívocamente, pertenecía a magia vinculada al Vacío. Se quedó mirando aquel segundo tejido de encantamiento, paralelo pero no coexistente con el primero, deseando saber cómo se creaba y, al mismo tiempo, temiendo que fuera algo demasiado peligroso para merecer la pena jugar con ello.

"Aunque apuesto que esto gustaría a Kamaljit", le dice a su familiar, que se mostró de acuerdo con ella.

Aerilaya se volvió hacia Seltyiel. -Seltyiel, mira el barco bajo un conjuro de visión arcana -le recomendó.

Pero su compañero señaló en ese momento la cubierta del barco, y Aerilaya se quedó sorprendida al ver aquella solitaria figura. Y estremecida ante la impresión que le produjo su mirada.

-Podría ser alguna criatura del Vacío. O de Leng -previno a sus compañeros, incómoda ante aquella sensación pútrida-. Tomemos precauciones antes de desembarcar.

Sacudió la cabeza. -¿Con qué demonios jugaba la Sociedad… y qué es lo que desean los del Consorcio?

Fuese lo que fuese eso, el "nada bueno" que tenía claro antes había pasado a ser un "muy malo" en aquel momento…

Notas de juego

Le daré un gracia felina a Marcus

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30/05/2016, 11:53
Seltyiel

Selt no se molestó en disimular su sonrisa cuando se separó de Naewen.

-Soy joven, pero te sorprendería lo que he aprendido -le dice burlón. No era plan de seguir presionándola por el momento, así que lo dejó estar. Por el momento.

Guiña un ojo a la druida cuando ésta lo regañó. Era un gesto desenfadado que indicaba que Air'his bien podría saber mucho de naturaleza, pero que el experto en juego sucio en este grupo era él. Claro que les seguían. Pero las palabras de la capitana le distrajeron.

-¿Que pasaste todo el día de ayer con el embajador? -Selt se pregunta si se tenía que preocupar por aquello-. ¿Y no me avisaste? El embajador también me había invitado a mí. Aunque tengo que reconocer que tenía planes propios aquí. ¿Qué hicisteis, en todo el día?

¿Un dragón umbral? ¿El embajador tenía un dragón umbral? Joder con los thassilonianos. Y él que pensaba que en Puerto Enigma jugaban duro. Eso era otra liga.

-¿Cómo consiguió la lealtad de un dragón umbral? ¿Y si no es humano, qué es el embajador? ¿Qué te contó de la Sociedad?

Sus compañeros podían no tener curiosidad. ¡Él sí!

La tormenta fue demasiado repentina, y acabó demasiado bruscamente, para ser un fenómeno natural. Naewen también parecía pensarlo. Pero pronto se encontraron ante la Dama Velada, y Selt dejó las consideraciones arcanas a la capitana. No es que él no tuviera curiosidad ni que no quisiera saber el por qué de la tormenta -lo quería-, era que ella estaba mejor capacitada para elucubrar sobre ello.

Selt se queda mirando el barco tanto tiempo perdido cuando capta un movimiento en cubierta. Se queda helado al ver a aquella extraña figura. Vale, parecía humana… pero un humano no produciría esa sensación. Selt se vuelve para avisar a sus compañeros, sin perder de vista la figura, pero entonces la capitana le dice que mire al barco bajo vista arcana.

-No tengo estudiado ese conjuro, Naewen. Podría usar un pergamino, pero antes… -señala la figura, llamando la atención del grupo sobre ella-. Está bien, ¿qué demonios está pasando aquí? ¿Alguno tenéis alguna idea?

No podía contestar a Marcus, nadie podía hacerlo. Claro que todos esperaban problemas en la Dama después de ver el interés que había despertado, pero ¿cómo iban a saber de antemano qué problemas serían eso?

-¿Una criatura del Vacío o de Leng? ¿De qué hablas? -pregunta Selt alarmado a la capitana tras el comentario de ella. Coge el pergamino y lo lee, esperando que no lo necesitase con más urgencia tardíamente en el día.

Silba al ver las auras del barco. -¿Magia del Vacío? ¡Venga ya!

Pero no puede menos que echar una mirada pensativa a la capitana. Era una mujer con demasiados conocimientos exóticos. ¿Cuánta gente habría reconocido el origen de aquel trabajo arcano? La magia del Vacío era algo demasiado desconocido, demasiado secreto, demasiado peligroso. ¿Dónde había adquirido ella esos conocimientos?

-Creo que me debes una charla, capitana -murmura en voz baja.

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30/05/2016, 12:34
Naewen

-antes de la tormenta-

Naewen sonrió también al ver el aspecto satisfecho de Seltyiel. Ah, los varones… no importaba su raza ni su cultura. Le divirtió aun más la reacción de él a su comentario sobre con quién había pasado el día anterior.

-Le debía un favor por la visita a Eurythnia del otro día, y quise pagarlo. No me gusta tener deudas pendientes. Por comentarios de él sabía que le interesa conseguir puntos de teleportación fuera de Varisia, así que le llevé a Absalom y a Nex. No es gran cosa, la verdad, me he pateado muchos países en los siglos pasados. No os pongáis celosos, si queréis viajar, cuando terminemos este trabajo os puedo llevar de viajecito turístico de vacaciones. Lo de ayer fue algo rápido que no dio mucho tiempo a nada, la verdad.

Aunque pareció pensativa por un momento. -Lo que vimos… presenciamos un atentado en la gran sede de la Logia. Pero eso es política interna de la Sociedad, supongo. Los deanes parecían ansiosos de tapar el asunto y que no trascendiera.

La elfa se encogió de hombros, sin sentirse atada por su condición de capitana-aventurera de la Sociedad a mantener el secreto. Consideraba ridículos aquellos secretos. Además, algo así no sería tan fácil de encubrir.

-El embajador de Eurythnia me contó… algo sobre el decemvirato. -La maga mira con precaución a Marcus y a Air'his, reacia a hablar delante de ellos hasta que no se comprometieran más con ella y el grupo. Esos ya eran secretos de más alto voltaje, aunque se relacionaran con el atentado-. Respecto a Beshallam, no es que el embajador lo tenga dominado. Tienen un pacto que les beneficia mutuamente, parece. Lucien lo encontró en el Castillo Maldito… Scarwall… cuando él y su grupo rompieron la maldición de ese lugar horrendo. El dragón estaba prisionero por la maldición entonces. Parece que considera que le debe una por liberarle, y el trato que mantienen les beneficia a ambos, de ahí la lealtad del dragón.

Para ella lo de Scarwall había sido una leyenda nueva, pero supuso que los otros tres, siendo de Varisia, habrían oído hablar del Castillo Maldito, como el lugar más embrujado que había existido en aquellas latitudes. Aunque les pillase algo lejos, en el Bastión de Belkzen, no dejaba de ser algo relativamente cercano. Y la druida venía de Belkzen, ella tenía que conocer la leyenda. Marcus quizá no, pero ella sí.

Se encogió de hombros. -De la misma manera que Eurythnia está tratando de captarnos porque somos excepcionalmente competentes para la media de aventureros del mundo, reclutaron al embajador porque también lo es. Tiene su propia historia. Si preguntáis en Korvosa, es una celebridad allí, uno de los "héroes libertadores" del reino. Pero no se lo digáis a él, por alguna razón detesta ese titulo y lo rechaza. Pero por eso es noble allí, cuando empezó como un ratero callejero huérfano y sometido al mundo criminal de los bajos fondos de Korvosa.

Se quedó pensativa un momento. -La vida da muchas vueltas. ¿Vosotros os habéis preguntado alguna vez cómo podría haber sido vuestra vida si hubierais tomado otro camino? Supongo que yo estaría ahora en el reino élfico, entre los custodios de las aiudaras… ¿y vosotros?

Y se encogió de hombros una vez más. -El embajador encubre su verdadero aspecto con una ilusión, pero no parece hacerlo porque quiera mantenerlo en secreto, sino para no intranquilizar a la gente. El conocimiento de su autentica raza parece estar muy extendido en Korvosa. Es un tiefling. Tiene sangre diabólica que se introdujo en su linaje en la anterior generación. Eso le confiere un aspecto bastante exótico, pero no os alarméis, eso no ha manchado su alma de la forma en que podríais pensar. En realidad me pareció una persona fascinante y extrañamente dispuesto a ayudar a la gente, aunque diría que tiene también una faceta despiadada y expeditiva. Pero lo primero me impresionó. Poca gente hay así…

Tras la tormenta a Aerilaya le costó un poco recuperarse, pero contestó a Seltyiel con dudas. -No lo sé, realmente no lo sé. Al principio pensé que era una tormenta provocada por alguien para alejar a la gente de la Dama, o un fenómeno extraño relacionado con la Dama, tal vez con su desaparición, y que podría explicar que hubiera estado tanto tiempo perdida. Pero… esa  terminación tan repentina también…

La elfa pareció pensativa mientras sopesaba posibilidades. -Pero no parece una traslación espacial, y no parecemos estar en ningún plano que yo reconozca, así que no creo que sea eso. ¿Una traslación temporal? -La elfa abrió mucho los ojos almendrados al decir esto, pero se rió de su propia hipótesis, porque era una especulación al azar y no tenía nada que la sustentase. Además, era una hipótesis bastante loca-. No, no lo sé, Seltyiel. Pero lo averiguaremos.

Tras ver a la extraña criatura, que quizás -quizás- fuese de Leng, añadió: -Aunque tal vez estemos soñando… -volvió a reír, fastidiada por no poder conocer nada en firme y entusiasmada ante la perspectiva de resolver aquel misterio.

Ahhh entonces Seltyiel se puso en plan paranoico. La maga dirigió a su colega la misma mirada desconfiada que él le había dirigido.

-¿Sí? Pues observo que tú también la has reconocido...

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30/05/2016, 16:58
Marcus

-Antes de la tormenta-

Marcus se sorprendió de que Naewen hubiera pasado un día completo con Lucien pero dejó que fuera Selt quien llevara la voz cantante en el interrogatorio a la maga. El explorador no entendía cómo la elfa podía fiarse tanto de alguien como Lucien. Sí, ella era tremendamente poderosa y disponía de una cantidad insondable de conocimientos… pero Lucien era un enigma. Indescifrable en parte. Y peligroso. Sobre todo peligroso. Aunque pudiera parecer ser un aliado en aquellos instantes. Marcus no dudaba de que el embajador de Eurythnia ya les habría estudiado al detalle y sabría de más de una manera de deshacerse de todos y cada uno de ellos.

Cuando Naewen y Seltyiel acabaron de hablar, Marcus se decidió a intervenir sobre aquel tema. – Un dragón umbral, un tiefling, una maldición de un castillo rota, un pacto, un ex criminal y un héroe Korvosano… Suma un atentado en la gran sede la logia y que no creo en las casualidades… - Reflexionó en voz alta. – Demasiados interrogantes todavía para mi gusto.

Sonrió encogiéndose de hombros. – Eres poderosa Naewen, y mayorcita para saber dónde te metes. Sólo te ruego que tengas cuidado cuando vayas sola con ese tipo… No eres invencible. – Dijo expresando su preocupación.

Se abstuvo de preguntar nada acerca del decemvirato.  No le había pasado desapercibida la mirada de Naewen hacia él y Air'his. Supuso que sería algo que preferiría hablar en detalle con Selt a solas, y Marcus respetaba su privacidad.

En efecto, como comentaba Naewen, la vida daba muchas vueltas, y sí, Marcus se había cuestionado infinidad de veces cómo sería su vida si hubiera tomado otros rumbos en el pasado… Sobre todo si no se hubiera separado de su padre aquel día hacía diez largos años ya. No dijo nada, sólo se sumió en sus propios pensamientos.

-Después de la tormenta-

- ¿Qué es eso de la magia del Vacío? – Preguntó Marcus al escuchar a los dos arcanos hablar sobre el tema. Por lo que decían, parecían conocimientos oscuros y prohibidos. - ¿Leng? – Preguntó. Lamentablemente todas aquellas palabras y conocimientos le resultaban ajenos. Se sentía frustrado, como un niño incapaz de comprender una conversación entre adultos.

- ¿Creéis que la tormenta puede haber tenido algo que ver con la Dama Velada? – Preguntó. Desde luego al explorador tampoco le había parecido una tormenta natural… pero él no era experto en esas lides.

Parpadeó, se frotó los ojos e incluso se pellizcó cuando Naewen comentó que podían estar soñando. – No le encuentro el sentido a que esto sea un sueño. – Comentó. – Y tampoco veo indicios de que hayamos viajado en el tiempo pero claro… estamos en medio del mar… quien sabe. – Las teorías de sus compañeros le parecían inverosímiles pero lo cierto era que desde que estaba con ellos había visto una ingente cantidad de magia que podía calificarse como milagrosa. Marcus no iba a cerrar las puertas a nada.

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31/05/2016, 21:05
Air'his

Antes de la tormenta

Lo que la druida escuchaba de boca de sus compañeros no la gustaba nada -¿Y sabiendo todo lo que sabes de ese embajador sigues queriendo hacer tratos con él?, lo que saques a favor, si es que sacas algo, el sacara cien veces mas, los Tieflings son traicioneros y astutos por naturaleza. -Le decía a Naewen, no la gustaba que escondiesen información y esa ligereza al contar algo tan importante era una muestra clara de vanidad, ¿De verdad pensaba la capitana que puede controlar todo esto y a todos estos "agentes"?. -Y que me decís del "ser" del barco, ¿quien creéis que es?, o que es... 

Tras la tormenta

La repentina y "natural" tormenta que se había desatado sirvió para calmar los malos humos del lado orco de la druida, la encantaba la lluvia y se paso toda la tormenta en cubierta. Pero al amainar ésta se vislumbró lo que llevaban tiempo buscando, aquel condenado "cascaron de madera muerta". 

La nave era realmente hermosa y la sirva de la madre no pudo mas que admirarla. La admiración duro poco cuando la parejita feliz abrieron la boca. -¿Que que es la magia de vacío, Marcus?, algo que no te va a gustar nada. ¿Creéis que aquí también habrá Perros de Tindalos? -Pregunta a sus compañeros iniciales, recordando la pequeña y fugaz lucha que tuvieron con una de aquellas cosas. La pregunta quedo en el aire al ver aquella figura posada en la cubierta del barco que nos miraba sin pestañear, a la druida se le hizo el bello cual gato. -Parece que nos estaba esperando, pero, ¿para que?

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01/06/2016, 12:11
Naewen

Antes de la tormenta

-Es un error juzgar a los planodeudos por su raza. Es verdad que su sangre planar pueda darles un tirón hacia el alineamiento de sus antecesores ajenos, pero ellos no son ajenos. Pertenecen al mundo, tienen alma individual y no congruente. Y no están alineados fuertemente con ningún eje existencial -dijo seriamente Aerilaya-. Los tieflings, como los aasimar, son tan libres de elegir su moralidad como lo somos nosotros. Y aunque muchos se dejen arrastrar por ciertas tendencias heredadas, muchos otros eligen su propio camino.

Aerilaya pareció un poco disgustada.

-Cuando habláis así, me recordáis a mi gente. Los elfos son así de elitistas. Y a pesar de lo mucho que echo de menos Kyonin, una de las razones por las que nunca me decido a volver es por eso. Hay que abrir un poco la mente, algo que mis congéneres parecen incapaces de hacer. Una vez tuve a una protegida de sangre abisal. Y era una muchacha maravillosa… -Se encogió de hombros-. Hay casos perdidos. Los drows están corruptos hasta la médula, por ejemplo. Es algo que no pueden evitar porque se ha convertido en algo inherente a su raza. Es para ellos algo tan inherente a su ser como el alma congruente y alineada de un ajeno. Sabes lo que puedes esperar de un ajeno o un drow porque forma parte de su naturaleza, de su ser; no sabes lo que esperar de un mortal no drow, porque los mortales tenemos libre albedrío, tenemos capacidad de decisión. Y los planodeudos son como nosotros en gran parte; sólo tienen una mácula. Ellos pueden elegir… y a mí me gusta esperar, observar, y darles el beneficio de la duda que le doy a cualquier otra raza con libre albedrío.

Miró a la semiorca seriamente, sin reproches ni censura. -Sabes lo que piensa todo el mundo de los orcos. Son brutales, son traicioneros, son salvajes sedientos de sangre. No se puede confiar en ellos. Y si juzgamos por las "civilizaciones" de Belkzen, es así. Lo que he visto en mis viajes refrenda esas ideas. Sin embargo no es cierto si se me mira individualmente, ¿verdad? ¿Has pensado que si te hubiera juzgado con esa óptica estrecha tú no estarías aquí, con nosotros, porque serías una salvaje indigna de confianza? Y de la misma manera que no te juzgué por tu raza, sino por ti misma, ¿no crees que Lucien tiene derecho al mismo tratamiento?

Suspiró, y ahora se vuelve hacia Marcus. -Es verdad que confío con demasiada facilidad. Es verdad que eso me ha causado problemas en el pasado. Pero no se puede… no se puede vivir desconfiando permanentemente. Y eso también lo sé por experiencia propia… Lucien agradó a Aerel, y mi familiar es muy difícil de convencer. Hay que dar una oportunidad… Realmente, ¿qué daño nos ha hecho hasta ahora, para que seáis tan hostiles hacia él? Al contrario, más bien nos ha ayudado.

Y de nuevo hacia Air'his: -¿El ser del barco? No me pareció que la pareja que viste fuera tan rara. Un príncipe comerciante y su guardaespaldas. Quizás no sean de la raza que aparentan, quizá sí, pero eso no es insólito. Hay tantas razas en el mundo… Quizá el guardaespaldas sea un ajeno o alguna raza monstruosa bajo disfraz. No es infrecuente ese tipo de guardianes en hombres con la riqueza suficiente para pagar esas extravagancias.

Miró a Marcus, y habló con voz suave. -Te agradezco tu preocupación. Pero he vivido con miedo y desconfiando durante años, y he aprendido que ésas son cadenas tan crueles y tan férreas como las que nos ponen nuestros enemigos. No está en mi naturaleza actuar así permanentemente. Entiende que necesito… volver a ser yo misma. Y que es justo esperar a valorar antes de juzgar. No estoy confiando incondicionalmente en Lucien, apenas le conozco. Pero no creo que haya razones para desconfiar más de él que de cualquier otro desconocido. Me gustaría conocerle más, igual que quiero conocer más a Cade y Helgya.

Y añadió, pensativa: -La cultura a la que representa… me preocupa. Pero son un poder emergente y es un error no tenerlos en cuenta. Van a tener más y más peso en esta región en los próximos años. Muy pronto nadie podrá ignorar su existencia. Pero así son las naciones. -Recordando cómo en Nex el señor Nerubian había manipulado a su grupo para que hicieran lo que él quería, y para poder dar una muestra de su autoridad en público. No podía dar la impresión ante su gente de que había sido burlado por unos aventureros, oh no, tenía que demostrar quien tenía la sartén por el mango-. Todas son iguales al final en ese aspecto.

Y añadió, con un poco de disgusto: -Incluso Kyonin.

 

Tras la tormenta

La magia de Vacío… ¿cómo diablos explicar aquello a Marcus, cuando ella misma apenas si tenía algunas nociones al respecto? Cierto, había aprendido algún que otro conjuro de Kamaljit y las bases filosóficas, pero era consciente de que apenas había arañado la superficie de aquello. También había aprendido algún conjuro en su estancia en Osirion o Qdira, y seguía sin tener idea de sus tradiciones en profundidad.

-El Vacío… es una de muchas denominaciones de… bueno, nadie sabe lo que es. Algunos lo llaman de forma muy poética "la negrura más allá de las estrellas" o "el vacío entre las estrellas y los mundos". Otros lo consideran un no-lugar, un... algo que existe más allá del espacio y el tiempo normales. Algunos creen que es algo está infinitamente lejos, y otros que está aquí mismo, coexistiendo con nosotros, en… como una dimensión paralela o algo así… que ese no-espacio con no-tiempo está al alcance de nuestra mano, con solo un tenue velo de realidad separándonos de ello.

La maga sopesó cómo explicar el resto. -Es muy complejo. Yo misma apenas lo entiendo, así que tampoco es que pueda explicarte mucho. Pero tenemos nuestro multiverso, con unas leyes definidas que marcan el tiempo, el espacio, las constantes físicas, nuestra magia… y en algún sitio, está ese otro multiverso, que es… dependiente del nuestro de alguna forma, la otra cara de la moneda… pero con otras leyes, otras reglas, reglas que no comprendemos… eso es el Vacío. Y tradicionalmente todo lo que viene de ese no-lugar se ha asociado con caos, locura, entropía… nuestras mentes no entienden cómo funciona ese sitio y acaban fragmentándose si intentan entenderlo. Las criaturas que vienen de ahí… suelen ser criaturas que en esta realidad actúan como agentes de entropía y locura… no se mezclan bien, nuestro lado y el suyo…

Miró a Marcus como pidiéndole que le indicara si la entendía. La maga tenía la impresión de que se estaba liando con la explicación.

-Nosotros tenemos nuestra magia, que funciona bajo unas reglas, y los seres de ese no-lugar… tienen la suya, que funciona bajo otras reglas. Y desde siempre ha habido gente en este lado que ha buscado la magia de vacío porque… porque al ser tan diferente, permite hacer cosas diferentes. Y proporciona un poder diferente al que podemos encontrar en esta realidad. Aunque la mayoría de los que buscan estos secretos… acaba muy mal. Loco de remate, devorado por entidades del vacío, o peor, transformado por esas mismas entidades…

Suspiró. -Los auténticos estudiosos del Vacío saben que eso es una estupidez, y que nunca acaba bien. Ellos buscan el poder no en la otra realidad, no en sus reglas alteradas, sino en la misma fuente de donde procede todo poder… la fuente universal, el origen, de aquello de lo que depende tanto esta realidad como la otra… estos magos buscan obtener su poder de las energías que unen los mundos a los planos, los planos a sus alineamientos, y las almas a sus cuerpos… para ellos el vacío es un quinto elemento, diferente a los cuatro tradicionales, pero un elemento que es el que da sentido a todo, porque es el pegamento que une toda la existencia.

Aerilaya se encogió de hombros. -Eso es la magia del Vacío. Y es muy diferente enfocada bajo un punto de vista que de otro. Más que nada por el… potencial de destrucción y locura si intentas traer pedazos del otro lado aquí… ah, y Leng es… un lugar de transición. Es el extremo más alejado de la dimensión de los sueños, uno de los pocos lugares estables y permanentes de esa dimensión. Pero por alguna razón parece tener algún tipo de conexión con el Vacío. Lo cual tiene sentido, supongo, en Leng desembocan los sueños y los caminos de casi todos los mundos y dimensiones existentes… y no, no sé mucho más de Leng. Es un lugar de locura, y sus habitantes menores muchas veces son caminantes planares que se pasean por todos planos, buscando esclavos y cumplir planes que nadie entiende. Son mercenarios en naturaleza, pero qué buscan realmente, nadie lo sabe…

Y finalmente, con algo de prisa porque no creía que aquel fuera momento para clases magistrales, sino más bien de prepararse y actuar:

-No, no creo que haya Tindalos, salvo que haya habido una manipulación temporal. Los tindalos son guardianes del tiempo… o quizá sólo sea que se liberan cuando esa constante es manipulada de forma profunda, no lo sé, tal vez manipular una constante universal tan importante como el tiempo rasgue el velo de la realidad durante unos instantes, lo suficiente para que los tindalos pasen a nuestro mundo. No os puedo decir; no soy una experta en magia temporal. Por lo que me ha dicho el embajador, diría que sus colegas de Shalast sí podrían contestaros a esas preguntas. Y no puedo decir qué pasaba con la tormenta, tampoco entiendo eso… -reconoció con algo de frustración, antes de añadir pensativa-: No sé si nos esperaban, o hemos sorprendido a ese ser tanto como él a nosotros. Pero está claro que nos ha visto… así que mejor esperemos problemas.