Partida Rol por web

-Helen, vamos a partirlo en dos! Utiliza Triturar!- Ordeno a Helen, quien inmediatamente se abalanza sobre el pobre gastly con la boca abierta dispuesta a darle un gran bocado a la bola de gas que tiene al frente.

Apenas Helen llega a la altura del Gastly le clava los colmillos, triturando los inexistentes huesos de la bola de gas.

El "combate" solo duró ese movimiento. La delicada forma incorpórea de Gastly fue triturada, tras lo cual no se mantuvo en el aire y quedó en el suelo, reduciendo mucho su aura venenosa a su alrededor incluso.

-Que estilo tan violento...-comentó con reprobación la anciana, que miró preocupada al Gastly y lo devolvió a su pokeball- Si avanzas por el sector izquierdo, podrás esquivar encontrar a algunas otras personas.

Joder, pensé que al ser un entrenador de gimnasio me daría más pelea... Observo a la anciana y escucho su reproche. Helen se mantuvo mirando un poco a la anciana algo curiosa, bajo la cabeza en modo de reverencia hacia la anciana y luego se puso a mi lado. -Ehm gracias por el dato señora- doy un suspiro un tanto decepcionado por el combate tan corto y sigo mi camino por donde me han indicado, igual camino lento como pendejo pero es porque no quiero caerme, dejo a Helen seguirme levitando detrás de mi... Quizás deba montarme sobre ella y voy en linea recta... Pero mejor no me arriesgo, me ha tomado mucho recorrer este camino desde la entrada.

Continuaste avanzando por donde te habían indicado, viste dos velas por el camino a los costados, pero tanteando de a poco por el camino no te las cruzaste. Sin embargo había una en el medio del camino, que era inesquivable. Cuado te acercaste mas, viste que era una chica joven.

-Le diste una paliza a la pobre abuela ¿eh? -se cruzó de brazos. Era de cabello negro y bien recortado, anteojos, usaba una camiseta blanca con mangas largas y u poco anchas hacia el final y un dibujo rojo en el pecho, un pequeño chaleco negro de cuerpo encima, pantalones cortos y botas altas negras. Tenía algunos accesorios en naranja también.

-Ya sabes lo que toca, si quieres que te deje pasar, batallaremos. Uno contra uno, ¿te parece?

Su cinturón tenía varias pokeballs, y variadas. Pero eligió una tras mirarte y a Helen, y sacó un pokemon que no habías visto hasta ahora, debía ser de otra región.

Observo extrañado a la entrenadora, un duelo uno a uno... ese pokemon debe ser su pokemon más poderoso... -Espero que no seas puras palabras... Pensé que la abuela me daría más pelea, acepto el desafio- Respondo con una sonrisa algo emocinado porque esta prometía ser una verdadera batalla, no como la anterior.

-Helen, te toca volver a pelear!- Entonces Helen se coloca delante de mi, entre el extraño pokemon y yo... Completamente dispuesta para la batalla pokemon. Observa extrañada al pokemon mientras flota en el aire esperando alguna órden de parte mia.

Esta vez estaba un poco más confiado en el campo de batalla pero aún así, tenía la duda por conocer más acerca de ese pokemon.... Realmente quiero viajar más... O comprarme una pokedex digital.

-Helen vamos más suave con este, no vaya a ser que lo lastimes en serio. Usa mordisco!-

Y la Flygon se abalanza contra el pokemon grisáceo con el hocico abierto de forma menos agresiva que el anterior ataque.

Helen mordió al pokemon fantasma con fuerza, pero te sorprendiste al ver que parecía mucho mas resistente que el Gastly flojo de antes, su cuerpo material se te antojaba como de piedra y además le puso el brazo delante, por lo cual no le mordió un sitio muy vital aunque aún así le daño un tanto el antebrazo con sus colmillos.

-Nosotros no vamos suave, lo siento. -Le entrenadora pareció haberse ofendido bastante con tu comentario de "ir suave"- Dus, ¡Puño de hielo!

No pudiste evitar tragar saliva al escuchar eso. ¿Puño de hielo? Tu sabías bien lo que el hielo le hacía a Helen, y eso no era lo peor, sino que estando mordiéndolo tan cerca era muy vulnerable. Viste como el Dusclops levantó el brazo libre, que comenzó a brillar en celeste. Su único ojo estaba fijo en la Flygon...y el golpe llegó, rápido y devastador. Escuchaste que Helen soltó un débil alarido de dolor, débil porque probablemente se le había escapado el aire con la fuerza devastadora de ese golpe. Salió despedida un par de metros, y cayó a tierra (por suerte, no en el abismo), y no hizo ni siquiera un intento de volver a levantarse. ¿Así se había sentido la anciana del Gastly? El Dusclops había tumbado a uno de tus pokemon, sin siquiera moverse de tu sitio.

-Se acabó -dijo con cierto aire de suficiencia, mirándote desde el otro extremo- Abusar de ancianitas es fácil.

-Puño hielo en serio?- Exclamo con asombro al ver un pokemon de apariencia rocosa; supuse era fantaasma por el gimnasio en el que estamos, y de pronto me sale con un ataque puño hielo? mierda, tendré que comprarme una pokedex digital, pensé mientras veía al pokemon golpear a mi Helen, observo que el golpe fue mucho más devastador de lo que esperaba, le ha dado de lleno y solo pude escuchar un grito mudo, ha quedado inconsciente al instante! No lo pienso y voy con ella para revisar que tan grave está, puedo observar que aún respira pero no me responde... Escarcha de hielo se ha formado en su pecho, necesito llevarla al centro pokemon o se pondrá más grave, la apunto con su pokeball y regresa convertida en un rayo rojo dentro de la misma.

Me levanto y observo a la entrenadora que me acaba de derrotar, si ella tiene un pokemon así de fuerte, no me quiero imaginar al líder. A fin de cuentas si hay gimnasios pokemon que ofrecen desafíos -Dile a Marti que vendré por el después de derrotarte; pero primero lo primero, cuidar a mi Helen...- Digo esto con mirada seria y un tono decepcionado, no por la batalla sino por Helen... Le debo una disculpa por hacerla luchar contra un rival con ataques hielo.

Coloco su pokeball en mi cinturón y comienzo a correr en linea recta hacia la salida, sabía que me esperaba esa sensación de un abismo; siento que caigo, se me congelan los pies y me pican las manos por el vértigo, de pronto estoy sentado nuevamente cerca de la salida entre las dos estatuas. Observo el anciano de la entrada como parece que se ríe de mi, seguro sabía el resultado. Me pongo en pie y salgo corriendo dirección al centro pokemon. Al parecer helen necesitara descansar un buen rato.

Saliste rápido del gimnasio al Centro Pokemon, dejando atrás el ambiente oscuro del gimnasio, volviendo a ver la luz del día. El centro pokemon tenía algunas personas antes que tu, pero eran atendidas muy rápido, y de todas formas sabías que los que estaban graves o críticos tenían prioridad.

La enfermera de turno colocó a tu pokemon en su pokeball en la máquina, esperando unos momentos.

-Necesitará un par de horas de descanso. Puedes registrarte y venir por ella en unas horas -el procedimiento era rutinario, ya estaba preparando la planilla a llenar.

-Claro, por supuesto- Respondo a la enfermera de turno para registrarme. Obervo confiadamente como se llevan la pokeball con Helen adentro; se que estará bien.

Si realmente quiero hacer un viaje por todos los rincones, debo conseguirme una dex o algo por el estilo... Algo actualizado, no como este manual viejo. 

Mientras Helen se recupera en el centro pokemon, decido ir al pokemarket a ver si obtengo información acerca de donde puedo conseguir alguna enciclopedia digital.

Salgo del lugar e inmediatamente dejo salir a Andrew de su pokeball, lo veo seriamente y el camina a mi lado tranquilo, aún dentro de su pokeball parece haberse dado cuenta de lo sucedido y simplemente camina siguiéndome el ritmo.

Te registraste y te retiraste del centro pokemon hacia el mercado velozmente. El sol estaba mas alto ahora, y el frío de la mañana había desaparecido por completo. Mientras te acercabas al mercado, no apreciar la Torre Quemada era imposible, y a su lado la Torre Campana, mucho mas alta y en estado impecable.

El mercado estaba rebosante de todo, desde botanas y dulces, pasando por cartas y postales, hasta llegar a pokeballs diversas y revistas con interés para entrenadores. Tantas cosas acumuladas hacían que sintieras que faltaba algo de espacio, pero los pasillos que formaban las estanterías eran de la medida justa. Al preguntar por la pokedex, el encargado negó.

-No traemos casi, son muy caras y se venden muy lento. Deberías probar en un centro comercial mas grande...y de haber probablemente sean muy caras.

El dinero, problema eterno del viajante...de últimas, siempre podías volver a casa a ver si podían ayudarte con eso, buscarte un trabajo temporal, o jugar a lo arriesgado y pelear apostando dinero, pero eso podría hacerte perder el que tenías también.

-Ohm! Gracias- Agradezco la información y salgo con mirada pensativa. Andrew parece ya estar un poco más alegre y comienza a caminar más animado a mi lado. Quizás deba regresar a ciudad Trigal cuando Helen esté mejor para ver si ahí consigo una enciclopedia digital.

Me dirijo al centro pokemon a comer algo y esperar que Helen se recupere.

La cafetería del centro pokemon de Ciudad Iris era pequeña y acompañaba el aire tradicional, pero tenían un menú muy variado. Te sirvieron lo que pediste pronto y de forma eficiente tras comprobar tus credenciales como entrenador. Aun quedaba rato para matar...

Como calmadamente pues tengo bastante rato antes de ir a buscar a Helen. Le doy trozos de mi comida a Andrew y guardo un poco para Don y Chatarra, no pienso sacar pokemones tan grandes en este lugar a que coman, no quiero que me vuelvan a sacar a patadas por estarles rayando el piso con las patas de piedra de Don. Seguro me ve feo apenas lo saque pues no le he dado comida hace bastante rato.

Una vez fuera de la cafetería me alejo un poco hasta el borde de la ciudad, me siento bajo un arbol y saco a mis otros dos pokemons quienes comienzan a comer calmadamente; Don porque esa es su manera de ser y Chatarra porque aún es algo desconfiado con el equipo, Andrew aunque haya comido antes, igual agarra una baya y comienza a comerla lentamente sentado junto a Don para acompañarlos.

Mientras ellos comen, decido tomar una siesta para pasar las horas antes de ir a buscar a Helen -Andrew, cuida bien a Chatarra mientras descanso un ratito- Cierro mis ojos inmediatamente y caigo rendido, me di cuenta recíen que dure toda la noche despierto y no había dormido nada y el cansancio me había pegado fuerte despues de la carrera que dí desde el gym hasta el centro pokemon.

Apenas se acaba la comida, Don se acerca a mi y se recuesta del mismo árbol a dormir. Chatarra está acostumbrado ya a la hiperactividad de Andrew y se ponen a deambular juntos por la misma zona donde estoy descansando, observando las flores y Andrew dando vueltas y rodando energicamente alrededor de Chatarra.

Dormiste un par de horas bajo el sol confortable, el borde de la ciudad resultó ser un lugar tranquilo y poco transitado. Dormitando te pareció escuchar algún que otro sonido de tus pokemon, jugando probablemente. Don se colocó a tu lado y se durmió profundo, incluso ahora que te despertaste seguía en el sueño sobre la blanda cama de tierra.

Por la posición del sol, ya deben ser como la 13:00. Te levantas y te desperezas, un poco a lo lejos ves unos cuantos surcos en la tierra, característicos de cuando Andrew rueda, y al mismo estirado boca abajo en el suelo. Quizá el también decidió aprovechar el sol.