-Bueno, las mujeres son temibles cuando se enfadan. Y en general -se llevó ambas manos a la nuca- Le envié la cinta de belleza y el Scyther de vuelta a su dueño, no será la de dureza pero es una cinta al menos. ¿Algo mas que hacer aquí o partimos?
-Si, ya podemos irnos- le dije mientras caminaba hacía la carpa de dureza - felicitaciones por la victoria en el otro concurso, irónicamente ambos ganamos uno y perdimos otro, por cierto, no te vas a despedir de tu amiga Joy?-
-No es necesario, la conversación de antes fue suficiente. ¿A donde vas? La salida está por allá.
Se rascó la cabeza.
-Y espero que lleves para comer, el viaje será de unos días parece. Yo tengo mis provisiones listas.
-Iré al banco a cambiar la pepita de oro, de esa forma podré comprar provisiones, además debo de ir al hotel a buscar mi equipaje- le conteste a Ezequiel - viajo ligero pero tengo algunas cosas que llevar-
-Yo te espero en la estación de buses, toma mi número no sea que me vayas a dejar plantado de imprevisto. Aunque a estas alturas creo que iría incluso por mi cuenta, no hay mapa de esa zona en el chip de memoria, eso me causa mas curiosidad. Hay que ir hasta Ciudad Pradera, es lo mas cercano al mar desde aquí, y hacia esa dirección se nos acortará.
Estaba revisando en ese momento una pokedex por los colores...pero comparada a la tuya era bastante diferente, se veía mucho mas avanzada y profesional. Para empezar era táctil y plegable, antes de abrirla era cuadrada, pero al comenzar a usarla se extendió dejando descubierta la pantalla para su uso. Cuando terminó de consultar el mapa en la misma, la guardó en el bolsillo trasero.
Se despidió con la mano sin mas, bostezando luego para cubrirse la boca con la misma mano. Por tu parte apuraste paso al banco, pero te dijeron que allí no compraban piezas de oro, aunque te indicaron de una joyería que si lo hacía y estaba muy cerca. Tras examinarla brevemente con la mirada, el joyero te pagó 5000 poke-yénes por ella. En todas estas vueltas, la tarde estaba cayendo.
Te pasó su número, puedes anotarlo o no.
Miré extrañado su pokédex pero no llegué a preguntar por la misma por lo rápido que me habló.
Agendé su número en mi pokégear para luego salir hacía el hotel, teniendo que esperar el auto bus, aunque me fije si gracias al concurso habría algún taxi que pudiera llevarme o tal vez algún coche de fans que se dirigiera a la ciudad, cualquier cosa con tal de ir más rápido.
Motivo: Suerte
Tirada: 1d10
Resultado: 2
Tire por si me pedías la tirada.
No pudiste encontrar ningún taxi para acelerar el viaje a Rocavelo. Tomaste un autobus de vuelta a la ciudad amurallada, tardaste un poco en el viaje de vuelta debido a la hora y que bastante mas gente estaba usando el transporte, pero finalmente te viste de vuelta en la ciudad del hotel. El sol ya estaba casi del todo bajo, y la noche se avecinaba.
Al no haber encontrado una mejor forma de volver volví a tomarme el autobús en un viaje de una hora, entré al hotel y fui directamente a la habitación para recoger todas mis cosas y finalmente liberar nuevamente a Serena, ya que no me gustaba dejarla en su pokéball y sabía que si bien ella no se quejaba estaba acostumbrada a estar libre.
Una vez con todo el equipaje listo, bajé a dejar la llave en recepción y agradecer la estadía, para luego enviarle un mensaje a Ezequiel de que ya estaba saliendo.
Serena te mordió la tela del tobillo con suavidad cuando quisiste irte, reteniéndote. Luego apoyó las patas delanteras en la puerta del armario arañando un poco, para luego mirarte y sentarse a un lado con cierta ansiedad.
Me quede algo extrañado con esa actitud, pero la había visto en el armario apenas me había despertado hoy, por lo que me acerqué y abrí la puerta del mismo.
Abriste la puerta y notaste que aunque el armario había sido tocado en un ir y venir de mantas y orden, la que estaba rrugada en el suelo seguía intacta, dejada adrede aparentemente.
Extrañado me arrodillé y abrí la manta.
-Que será lo que hay aquí?-
La manta estaba arreglada a modo de que estuviese enroscada en algo sólido y pesado, que percibiste al momento de moverla. Despejando la misma, te encontraste mirando un huevo marrón con una franja crema que conocías bien: eran los colores de los eevee. Conocías demasiado bien los huevos de esta especie como para siquiera dudarlo un instante.
Al ver aquel huevo me sorprendí gratamente al punto que mis ojos se empañaron un poco, pero haciendo de tripas corazón apreté los labios y luego sonreí, abrazando a Serena con fuerza tras dejar el huevo en el suelo.
-Felicitaciones- dije acariciándola.
Luego de un rato la solté y tomé el huevo, pensando como llevarlo, quizás podría llevarme la manta y pagarla en la recepción.
Salvo que haya alguna forma específica de llevar un huevo :p
Serena frotó su cabeza en tu frente contenta, dándote el gusto de sentir la cosquilla de su suave pelaje aterciopelado. Una vez tomaste el huevo, ahora si se mostró dispuesta a ir a abandonar el lugar. La luz que entraba por la ventana, escasa ahora mismo, de todas formas le hacía relucir el pelaje dándole forma física a su estado emocional: radiante.
En la serie llevan el huevo en brazos los mas "maternales", pero puedes llevarlo en cualquier sitio que creas lógico, ya sea dentro de la mochila, envuelto en la manta, incluso hay bolsas de colgar al hombro específicas para huevos hechas de lana para mantenerlos calientes.
Salgo y voy a comprar una bolsa de lana, en la mochila no se porque creo que lo rompería xD
Creo que ya postee todo lo que haría.
No te costó mucho en esa gran ciudad encontrar una bolsa para huevos de pokemon de lana negra, cómoda para llevar e ideal para el huevo, y lo acomodaste para abandonar Rocavelo. Notaste que volver a Corazón para hacer el viaje a Ciudad Pradera iba a ser un desperdicio de tiempo y dinero, por lo cual tras avisarle de encontrarte allí te pusiste en marcha. El viaje fue mucho mas largo, pero al menos tuviste una vista espléndida del Lago Valor, uno de los 3 lagos de Sinnoh, famosos por su leyenda.
Voló y los humanos lograron la determinación para hacer cosas. Así nació la voluntad.
En tus viajes por esa región habías logrado enterarte de lo suficiente de la mitología de Sinnoh, y de que corría el rumor de que ese lago concretamente estaba fuertemente ligado a Azelf, el Ser de la Voluntad. Adicionalmente a las leyendas, también estaba el famoso Hotel del Lago, un complejo caro para vacacionistas. Tras unas cuantas horas de viaje, bajaste entumido por la inmovilidad, y ubicaste a Ezequiel enseguida: estaba justo donde bajabas, pero tomando una siesta con el gorro bajo.
Descuéntate 180. de la bolsa y los viajes en bus.
Me quedé contemplando el lago mientras avanzaba con Serena hacía aquel lugar, le misterio lo rodeaba y sabía que Arcadia sería todavía mejor o peor en ese sentido.
Tomando aire me quedé mirando a Ezequiel, para luego ordenarle con una seña a Serena que le saltara al estómago así se despertaba, mientras yo aún seguía contemplando el mar.
-¡Auch! -Serena aterrizó en su abdomen y bajó al instante tras "rebotar" ahí, y Ezequiel levantó la espalda doblándose un poco.
-Ponte a dieta, pesas aunque seas linda -dijo a tu pokemon acomodándose el gorro. Traía otra ropa, ahora el pantalón corto era de tela roja, y traía un chaleco azul abierto. Además, abajo de su gorro de paja había otro pegado a su cabeza que parecía como los de los pilotos de aviones, lo que le daba un aire muy "viajero". Tenía dos bolsos grandes como equipaje, que tomó al levantarse.
-Excepto que no te sientas en modo de caminar, hay que avanzar hacia el sur a la costa. Tardaste mucho hombre -recriminó.
-No tengo pokémons de viaje y el autobús estaba repleto, además ahora tengo un nuevo integrante en la familia- dije mostrando el huevo al ponerme 3/4 perfil- bueno, comencemos a caminar entonces, por cierto a que se debe el cambio de atuendo y el gorro de aviador?-