Partida Rol por web

Ezequiel cruzó los brazos tras la nuca, con actitud desentendida.

-No se de que me hablas -contestó rascándose una mejilla con aire casual, y dejó el sombrero sobre la mesa. Miró hacia atrás a ver si ya venía la comida, pero era evidente que por la cantidad tardaría un poco.

-Bueno...la Joy parecía conocerte y su advertencia fue sobre que había mucha gente y muchas cámaras, como si no quisieras que te vieran y además, en cuanto te presentaste dudaste al menos un segundo con tu tono de voz antes de responder- dije apoyándome contra el respaldo de la silla y haciéndome el desentendido también.

Ese gorro lo has visto antes en algún sitio, y jurarías que de alguien famoso en Johto, relacionado al tema de las competencias oficiales. Pero lo recordabas en una persona...bueno, que no tenía nada que ver con esta, quizá te estabas confundiendo. Recordabas haber visto en la tele hace bastante tiempo a alguien compitiendo y ganando en la liga de la región con un sombrero similar, pero su porte o actitud no tenían nada que ver. 

-Bueeeeno... -se rascó la cabeza, sonriente- la verdad estaba algo cansada, ¿no viste que quería tomar una siesta? Además, para entrar en un concurso no importa mucho el nombre que tenga uno.

Ese sombrero de paja...lo recordaba de algún lado.

-Esta bien, no importa, mejor disfrutar la comida ahora. Por cierto que harás luego del concurso, solo viniste hasta aquí para el mismo o te dedicas a otra cosa?-

Pregunté cruzándome de piernas y brazos.

-Viajo, prefiero una vida tranquila.

Bostezó, y luego te miró con calma, incluso en su aire enérgico permanente.

-Los entrenadores errantes no tienen nada que envidiar de las ligas. Irónicamente, viajan para llegar hasta allá arriba. Supongo que cada cual opta por su estilo de vida.

-No lo se, nunca estuve en las ligas, me gusta viajar y descubrir nuevas cosas, nuevos pokémons, aunque soy un amante de los Eevees- dije mientras miraba a la gente de allí, preguntándome cuantos entrenadores pokémons habría - ahora pensaba dirigirme a Arcadia, por eso entré al concurso, a fin de conseguir un buen respaldo económico para el viaje-

-Yo tengo uno de esa especie. Es mi Umi, participará en el concurso de belleza. Hmmm...

Se quedó pensativo.

-Escuché que ese sitio esta bastante jodido. Aunque depende de quien lo mire supongo, por mi parte prefiero no juzgar antes de conocer. ¿Porque vas en barco? ¿No tienes un pokemon que te lleve?

El chico miró hacia un costado de repente, justo cuando el camarero salía con el pedido para la mesa de ustedes. Primero, el de Ezequiel: Un Magikarp entero cortado en rodajas y acompañado con ensalada, bien preparado y presentado de forma elegante. Obviamente, trajo solo esto, no era el tipo de bandejas que uno lleva a una mano sin mas.

Luego de depositarla, trajo tu plato a una mano y en la otra la bebida que habías pedido, siendo lo primero de un tamaño bastante pequeño en comparación, pero tu porción no envidiaba nada en cuanto a presentación y olía muy bien.

-¡Ah! Olvidé la bebida, un refresco dietético de naranja del mas grande que tenga por favor, que hay que cuidarse... -meditó un segundo- No, debe saber horrible por ser dietético, solo una cerveza. -Esta no tardó nada en llegar.

-De que especie es tu Umi?- pregunté interesado, sobretodo porque participaría en un concurso de belleza- a mi el premio del concurso de belleza no me interesó demasiado, por eso pasé del mismo-

Mientras llegaba el plato apreció la cocción del mismo y me serví un poco de vino para probar.

-No, no tengo ningún pokémon que me lleve, por eso voy en barco y si, se dicen muchas cosas de ese lugar, pero conocí a una persona que viaja recurrente a ese lugar y era bastante normal...- claro, obviando el hecho que reconoció mis poderes, adivinó el Poder Oculto de cada uno de mis pokémons y tenía una cicatriz enorme en el rostro- te interesa ir?- pregunté finalmente.

Ezequiel pinchó con una tenedor uno de los filetes y le dio un mordisco. La otra se deslizó bajo la camisa y tomó una pokeball, no de las normales sino que el fondo era azul y tenía un diseño mas bien "acuático" por llamarlo de alguna manera. Le venía bien, ya que desde la parte superior semi-transparente por los diseños, un Vaporeon te miraba bastante contento. Luego miró hacia abajo al Magikarp, pegando la cara contra la pared de la pokeball. Normal, sabías de sobra que a esa especie le volvía loca todo lo relacionado con pescado. A simple vista, incluso en miniatura, se veía muy bien cuidado. -Te guardaré, no te preocupes. -dijo Ezequiel con tranquilidad, volviendo a guardarle donde estaba antes. Luego continuó comiendo con tranquilidad, meditando.

-Recién me conoces, ¿quien te dice que no sea un ladron o pueda hacer daño a tus pokemon en un futuro cercano? -preguntó para luego morder y masticar otro trozo de filete.

-Pues, ciertamente alguien que se esconde bajo un nombre falso podría ser peligroso...pero también interesante de conocer en profundidad- le sonreí al pokémon antes de que lo guardara- pero, tu tampoco sabes si soy un psicópata, violador, traficante de órganos, o si?- dije pinchando la carne para que saliera el juego antes de llevarla a mi boca, sonriendo y cerrando los ojos.

-Bueno, si eres un violador no creo que te vayan los de mi tipo, parecías mas interesado en Joy. Y bueno si quieres mis órganos tendremos un problema, los quiero mucho, sobre todo a mi estómago. Pero, esas cosas se translucen fácil si uno mira a los compañeros que vienen con alguien. Dependiendo del tipo de persona, dependen sus pokemon usualmente. Y no me refiero al tipo, aunque muchas veces es coincidente, sino que su forma de mirar y actuar, se amoldan a la personalidad la mayor parte de las veces, o si no son tratados bien tendrán una mirada triste.

Sonriendo de costado tomo un trago más de vino antes de responder.

-Umi se veía muy feliz y ya conociste a Vagabond, teniendo eso en cuenta creo que si bien no podemos confiar completamente en el otro podemos decir que ninguno de los dos es una mala persona...al menos moralmente, es decir eticamente hablando, además mis compañeros son geniales, pero de vez en cuando es bueno el poder conversar con un humano- aunque esta fuese la primera vez que alguien me cae bien de verdad...

-Bueno, nunca he ido por esos sitios pero parece que tienen bajo perfil. Creo que sería bueno ir allá, le he estado dando vueltas en otras ocasiones. Pero, no necesito barco para ir, así que excepto que realmente prefieras todas las comodidades de uno, podría llevarte. Digamos que tengo el mio propio.

-Un barco propio o un pokémon? No me vas a decir que eres el rey de los piratas o algo así o si?- dije con una sonrisa.

-En otra vida, quizá -dio otro bocado, y tras terminar con el, añadió- No exactamente un barco, aunque ya quisiera yo, pero tiene sus ventajas mi método de transporte, aparte de ahorrar el pasaje y eso.

Comenzó a consumir la guarnición alrededor de la carne, haciendo una pausa de lo primero.

-Perfecto, por mi esta bien, supongo que nos conviene a ambos para ahorrar el dinero para otras cosas y lo que pueda surgir durante el viaje- dije mientras seguía comiendo con un cubierto en cada mano.

Luego miré el restaurant buscando algún reloj para saber cuánto tiempo teníamos aún antes de la próxima competencia.

Ezequiel terminó antes que tu (cosa extraña debido a la cantidad en comparación...), aunque dejó separados dos filetes que pidió para llevar como le había prometido a su Vaporeon. Miró casualmente la hora por primera vez en la jornada, y puso una cara de sorpresa tremenda, echándose a correr al instante rumbo al auditorio.

-¡Mierda! ¡Nuestro concurso empieza en 5 minutos! ¡Por ahí nos vemos! Comerás luego Umi.

Desapareció en la primera esquina a toda velocidad. A ti aún te quedaban 20 minutos para ir con tranquilidad.