Partida Rol por web

-Listo todo... -miró a ambos con atención, sobre todo a Ryder- Aunque normalmente tiendo a no opinar sobre el camino de los viajeros, si me permites, te recomendaría encarecidamente que visites el bosque cercano. Estoy seguro de que estarás bastante cómodo allí, es solo un...presentimiento. Puedes llevarte las cosas junto con las de tu amiga, cortesía de la casa, no te preocupes.

Sientes una picazón ligera en el mismo, viniendo desde donde esta ubicado tu bolsillo. ¡Jurarías que tienes algo moviéndose ahí!

Te costó poco ubicar el hostal, era de las casas mas grandes del pueblo, aunque humilde. El interior a primera vista, te transmitió una sensación confortable, de confianza. La recepción era totalmente hecha de madera y con algún que otro tapiz sencillo de adorno, que ilustraba de forma tribal a algunos pokemon, todos normales. Zangoose, Furret, Spinda eran los que veías. Una mujer joven estaba detrás de un mostrador, y en la pared tras el mismo había algunos amuletos de papel con oraciones a Arceus. Un umbral conectaba la recepción con un comedor no muy amplio. Una escalera cercana abre camino al segundo piso, lleno de habitaciones con seguridad.

-¿En que puedo ayudarte? -La mujer se veía severa en su semblante, pero no intimidante. Llevaba un vestido largo de color rojo pálido con un delantal de rojo mas fuerte, y una gargantilla negra y lisa de adorno. Su cabello era negro, a los hombros aproximadamente, y estaba algo recogido por un pañuelo rosa.

Empieza a andar hacia Ryder cuando el dependiente habla, entonces Karu le mira y ladea la cabeza.

-¿Tu crees? -se gira a Ryder- ¿Qué piensas? ¿Crees que deberíamos de pasar para ver que hay que pueda interesarte?

-Huh?- Escucho extrañado las palabras del vendedor, ¿Un bosque? ¿Comida gratis? ¿Un presentimiento? Hablar de eso me hizo recordar cuando bajé del barco... Quizás deba hacer caso a los presentimientos... -Vaya, pues, gracias- le digo al vendedor con un rostro más desconcertado que agradecido.

-Hum... Pos...- Escucho a Karu y me giro hacia ella mientras guardo la billetera en mi bolsillo -La verdad es que si... Mejor vamos hacia el COÑO DE LA MADRE!!!- Exclamo sacando de sopetón la mano de mi bolsillo al sentir algo moviéndose, dejando caer mi billetera al suelo junto a lo que sea que se me haya metido ahí. -¿Pero qué coño?- pregunto en voz alta mientras veo lo que callo al suelo; ¡Menudo susto!

Ryder deja caer al suelo su billetera, la cual esta intacta y se empolva un poco al tocar tierra, pero no detecta nada extraño en ella. Sin embargo, ahora nota una leve presión en el dedo índice...

La causa es un pequeño pokemon amarillo con aspecto de ser tipo bicho, muy muy pequeño, dando pie a pensar que no ha nacido hace mucho. Se le veía bastante entretenido   mordisqueándole el dedo, pero no dolía en absoluto, era una mordida totalmente inofensiva.

Me quedo viendo al suelo buscando que es lo que tenía en mi bolsillo, hasta que me doy cuenta que lo tengo en mi dedo!
-Pero que demon...! Ah, es solo un Joltik- Primera vez en mi vida que veo uno de cerca, que lindo -Hola pequeñito, menudo susto me has dado- digo acariciandole su cabecita con la punta de mi pulgar -Además, yo no tengo nada de electricidad que puedas tomar-

Comienzo a ver a todos lados buscando un rincón seguro donde poner el pequeño pokemon parásito, y termino dejándolo gentilmente en el borde de una maceta -Ten cuidado te aplastan... Yo casi te aplasto con mi billeTERA!- recuerdo haber soltado mi billetera así que voy de inmediato a recogerla y guardarla nuevamente en mi bolsillo.

-Bueno, ahora si supongo que estamos listos... Entonces, vamos al bosque?- Le pregunto a Karu, ciertamente tengo curiosidad sobre lo que dijo el vendedor.

Hola buenos días - Decía un poco contraríado por su semblante, no sabía como tomarme aquella expresion así que intente ser conciso - Quería pasar la noche en el hostal... Y cenar algo... ¿Por cuanto saldría? - Decía mientras acariciaba al Primeape que seguía a mi lado y esperaba la aprovacion para dejar salir un poco al Emolga de mi hermana tambien una vez estuvieramos en la habitación...

Pega un brinco ante el grito de Ryder, y luego ve como en el dedo tiene un pequeño Pokemon amarillo.

-¡Anda! Pero que gracioso y pequeñito.

Ve como lo pone en una maceta, recoge la cartera del suelo y se prepara para andar hacia el bosque. Karu se gira hacia el dependiente, le sonríe y le hace una pequeña reverencia.

-Muchas gracias por todo. -Luego se gira mirando a Ryder.- Vamos para allí.

-Gracias por todo nuevamente- Le digo al vendedor guardando mi cartera ya con más cuidado por la experiencia previa.

-Claro, te sigo- Le respondo a Karu al tiempo que camino a su lado.

Saco el mapa mientras caminamos y comienzo a hablar para mi mismo -Este parece el mejor lugar para cruzar... Pero podemos entrar por aquí mismo y... Si... Un solo día quizas.... Por acá... Tal vez dos o tres... Por acá tal vez dos o dos y medio... De resto rodeando es más efectivo creo...- Sigo balbuceando al parecer sin sentido, pero estoy pensando en voz alta, buscando una ruta para cruzar por el bosque.

-Ah! Lo siento, solo pensaba cual sería la ruta más efectiva- Me pongo al lado de Karu y le señalo con el dedo -Mira, si caminamos por la costa hasta aquí, podemos cruzar el bosque todo recto y sin pérdida hacia el sur hasta este pequeño claro y calculo que nos tomaría unos dos días cruzarlo solamente; de ahí rodeamos todo el resto del bosque  por aquí hasta el pueblo del Mago- Sigo hablando rápido pues voy pensando mientras voy hablando y me doy cuenta que voy hablando muy rápido

-A ver...- Digo señalando con el dedo la ruta mientras la explico -Podriamos cruzar el bosque desde aquí hasta acá, y luego rodeamos. ¿Qué te parece?- Ahora si, sonrío mirando a Karu esperando su aprovación, pues siento que es la ruta más efectiva; cruzar un bosque caminando siempre al sur es más difícil perderse

-Por cierto... ¿Tienes brújula?- Pregunto a Karu.

La travesía por mar duró dos días y medio. El Wailord era capaz de nadar durante toda la noche y parte del día, pero hasta él necesitaba algunas horas de sueño en las que cambiaban al Lapras de Eru. No era tan espacioso pero no había mas remedio que permanecer sin mas espacio que para sentarse durante el tiempo que Hal dormía en su pokeball. Por fortuna no necesitaba ausentarse para comer, se te explicó que por el simple hecho de nadar con la boca abierta conseguía todo el alimento que necesitaba. Durante el trayecto también viste de nuevo al Vaporeon, que realmente era un poco hiperactivo. Hizo buenas migas con Serena como era de esperar, y hablaban montones. Cuando no estaba en el agua siguiendo el ritmo a nado y haciendo piruetas.

Eru de cuando en cuando consultaba el mapa y su Dex para asegurar el rumbo, aunque admitió que casi lo perdió en una o dos ocasiones, pero se arregló para que eso no sucediera con ayuda de Wailord. Ese día, a media tarde, finalmente avistaron el destino. La isla, conforme se fue acercaban, era inmensa, y las costas estaban cerradas por árboles y verde. Uno podía haber pensado que no iba a ser posible desembarcar en el sitio, pero la suerte había una pausa en el impenetrable verdor.

El día de hoy era inusualmente ajetreado para el humilde puerto, ya que habían llegado varios barcos barcos atracados y debido a la falta de espacio, tuvieron que acercarse a tierra en Lapras. Se notaba que no tendían a coincidir los arribos, y el pueblo se veía bastante rústico como para ser un centro turístico. El suelo no estaba pavimentado, era solo tierra, y si no fuese por el muelle, realmente no podría decirse que era un puerto a lo que acababan de llegar. Unos pocos edificios pequeños y humildes eran todo el recibimiento cercano, de la que entraban y salían trabajadores en descargar y cargar cajas de alguno de los barcos recién llegados a tierra y viceversa. Un letrero grande, con letras talladas a mano y con esmero, se veía un tanto castigado por el paso del tiempo.

Pueblo Amanecer
También conocido como Pueblo del Tonto, pero considerando que no es un nombre muy agraciado, se ha tomado un pseudónimo mas alegre para todos. Bienvenido amigo, si tus intenciones son buenas.

Un cartel de bienvenida cuanto menos, extraño. Pero siguiendo el camino se podía observar ya la susodicha urbe, rural y rodeada de verde hasta donde se viera. Se podían observar personas en labores diarias, ya fuese tendiendo ropa, dando de comer a pokemon variados, pero pequeños en general, o solo andando de aquí para allá. Muchos Zigzagoon, Furret y otros pokemon del estilo cruzaban el pueblo de acá para allá con tranquilidad, no parecían tener un dueño en absoluto, pero por las reacciones de la gente -o mejor dicho falta de ellas- era totalmente normal que anduvieran a sus anchas. El conjunto general, se veía ameno y sosegado. Por fin, Arcadia. La diferencia entre extranjeros y locales era bastante notoria ya de por si por las ropas poco modernas que marcaban a los habitantes del pueblo, además de que los visitantes a la vista se dispersaban, algunos yendo hacia pueblo que estaba a pocos pasos, otros directo hacia los bosques, y otros solo hablaban con los trabajadores. Era hora de dirigir tus pasos hacia algún sitio también.

Apenas pusiste un pie en tierra, por solo unos momentos, una presión abrumadora te invadió casi al punto de asfixiarte, al igual que una imagen en tu mente se dibujó sin venir a cuento. No sabías como podías asegurarlo, pero tenías la convicción de que en algún sitio lejano, alguien había posado su mirada en ti, vigilandote. Durante esos escasos segundos, pudiste escuchar claramente tu corazón, y todo el ruido exterior se desvaneció de tu mente. No solamente era una mirada física, iba mucho mas allá...

El viaje fue bastante tranquilo, pese a que no me gustaba mucho la gente Eru resulto ser una persona de lo más interesante, la mar de interesante si se podía permitir el chiste fácil.

Disfruté mucho al poder jugar con su Umi y también viajar en Lapras, después de todo siempre quise viajar en uno.

A pesar de las dificultades como el viento o el tener que ir cambiando de transporte el viaje se hizo bastante llevadero hasta que llegamos a Arcadia.

El cartel de bienvenida era muy poco de bienvenida realmente y el pueblo parecía perdido en el tiempo, pero lo peor fue la sensación que tuve en cuanto entré a la ciudad y comencé a recorrerla, esa terrible sensación de que no debería estar en ese lugar, de que no debería de haber ido nunca y de que algo malo irremediablemente iba a pasar.

Tomando algo de aire miré a Serena y luego a Eru:

-Sentiste eso?- le pregunté.

-¿Te refieres a la sensación creepy-siniestra? Algo así, creo -palmeó al Wailord satisfecho, y Serena bajó las orejas con cierta sensación de temor por su parte- Gracias por traernos Hal, ahora descansa, lo tienes bien merecido.

Devolvió a Hal a su pokeball con un sonido contento del mismo al haber completado la travesía.

-A saber. Quizá sea bueno salir del pueblo pronto, se ve como los festivales donde todo el mundo se viste acorde a la época. Pero...yo primero debería re-abastecer provisiones -Durante el viaje, descubriste que uno de los dos bolsos estaba lleno de comida, y lo dejó a medias racionándose según sus propias palabras- ¿Vas a comprar algo también o a dar una vuelta por el pueblo a ver que hay?

El Joltik se quedó en la maceta, subiendo hasta el tope de la planta en ella, y extendió sus pequeñas patitas hacia Ryder como queriendo que le volviera a dejar subir a él.

-Ya basta ¿eh? Tu no deberías estar aquí.

El encargado de la tienda suspiró y tomó al Joltik guardándoselo en el bolsillo delantero del delantal que llevaba.

Me arrodillé y acaricié a Serena.

-También lo sentiste no hermosa? Tranquila, estoy aquí- la abracé un instante cerrando los ojos al unir nuestras frentes para luego levantarme.

-Si, exploremos un poco y veamos que hay para comprar, después de todo debo colaborar con las provisiones aunque tu seas el glotón, quizás en este lugar pueda haber discos o pokéballs que no podamos conseguir en otro lugar-

-No contaría con encontrar nada mas avanzado que de unos 500 años en el pasado aquí, pero se puede ojear. No soy glotón, pero pensar mucho consume mucha energía -dijo radiante poniendo paso al pueblo también. No le costó mucho encontrar la tienda de comida como era de esperar, que como el resto de los edificios del pueblo no era nada mas que una casa que hacía de tienda cediendo una de sus habitaciones. De todas formas el olor a deliciosa carne asada en el aire daba pie a que cualquiera pudiera hacer su camino hasta ahí.

La tienda rebosaba de víveres por fuera en cestos, y por dentro tenía paredes forradas de topo tipo de cereales y paquetes listos para el viaje. Aquí se notaba que sabían que siendo el puerto de partida, podían tener un buen negocio aprovisionando a los viajeros, sin duda. Fuera, también, había una parrilla grande que asaba distintos cortes de carne y desprendían un aroma agradable por si alguien quería llevar una pieza mas bien fresca y recién cocinada, aunque había paquetes de la misma salada y conservada para usarse como raciones de viaje.

De camino también atinaste a ver un Centro Pokemon (mas o menos, por la cruz lo deducías ya que por lo demás parecía una casa grande). Y otro edificio al que entraban viajeros, que tenía un cartel indicando que se vendían mapas ahí.

-Si hay un centro pokémon debe de haber tecnología...creo- dije entrando en la tienda para comenzar a ver los víveres, los cereales serían buenos además de la carne en salazón aunque también pedí un pedazo de bistec para comer en el camino pues el aroma de la carne en la parrilla había abierto mi apetito.

Una vez cargadas las mochilas pedí una baya para Serena y seguí el camino.

-Pasemos a ver el centro y además compremos un mapa, será lo mejor-