Partida Rol por web

-Ah, te referías a eso. Lo lamento, en la clasificación de cosas increíbles que han pasado hasta ahora no esta en lo mas alto y se me fue de la mente. ¿Tan importante es mantenerlo en secreto? ¿Tu también eres uno? ¿Y aquel que te refieres como Padre? ¿Sabes porque tal cosa es posible entonces? También has dicho que seria irónico castigarme, significa eso que Makoto Satoru también había descubierto esto...¿Es irónico porque no pudiste hacerlo con el o por que si lo castigaste y la historia se repetiría?- Yuki sin darse cuenta se había vuelto a parar y a comenzó a caminar mientras formulaba tales preguntas y analizaba la información en su mente -¿Y si alguien intenta de casualidad hacer que le cuente? ¿Como es posible reconocer a quien sabe de quien no?.- La mente de Yuki no se conformaba con saber las cosas a medias, y eso era prácticamente todo lo que le habían dado desde que había llegado a la región, datos sueltos que solo podía recopilar para intentar divisar algo de claridad.

¿Por que se tenia que ver envuelto en tantas cosas sin tener siquiera una idea remota de lo que eran? La desinformación era algo que lo molestaba realmente. -Parece que he hecho demasiadas preguntas, lo lamento. Este lugar es demasiado extraño. ¿Tu sabes algo sobre la maldición que cayo sobre Makoto Satoru?.- Continuaba haciendo preguntas impulsado por una vivaz curiosidad. ¿Respondería a algo este sujeto? ¿Tendría la posibilidad de preguntarle en otro momento? No lo sabia, así que intento no guardarse nada.

-No me interesan tus otros asuntos. -dijo en tono de desinterés, con mirada afilada- Mi deber es avisarte para que tengas conocimiento sin importar quienes seas o cuales sean tus intenciones. Sobre que no hacer, el resto de la charla es pura cortesía. Tampoco soy alguien a quien extraer información.

Te pareció notar cierta molestia en su mirada con el tema de tu antepasado, pero no añadió nada al respecto. Tras esto, la habitación volvió a tener color en un parpadeo. Todo estaba como antes.

Din abrió los ojos nuevamente. De hecho, era la primera vez que la veías parpadear

-¿Lo que yo...quiera hacer? -su voz destiló un ligero tono de consternación. Entonces añadió, en su tono normal- Estoy confundida. Pero, en un momento u otro deberías tener un contacto con el Vigilante, por lo que deberías estar con mas dudas aún.

Yuki no obtuvo respuestas a sus preguntas, sin embargo la reacción del sujeto fue suficiente para darse algunas ideas "¿Quien eras, Makoto Satoru? ¿Que es lo que hiciste?" Se desplomo nuevamente sobre la cama -Todo esto me esta dando dolor de cabeza.- Llevo una mano sobre su rostro para cubrirse los ojos -¿Acaso no tienes voluntad propia Din? ¿Acaso nunca deseaste hacer algo?.- Tras tomarse un momento para calmar su mente, volvió a levantarse -Así que ese tal vigilante es conocido tuyo, lo imaginaba. No ha dicho mas que mantenga la boca cerrada, que tipo mas aburrido.- Ya estaba cansado, no iba a dejar que otra cosa se interponga entre el y sus compañeros. Era hora de ir a buscarlos definitivamente.

-Voy al centro Pokemon, si tu confusión es demasiada, quizá deberías tomarte un tiempo para pensar mas en ti. Tomalo como un consejo, de mi no escucharas ordenes.- Yuki quizá necesitaba alejarse un poco de toda la situación "Que bien vendría un combate ahora mismo..ah, cierto, esa chica. Tengo que cumplir con lo que dije e ir a buscarla."

Dejaste a Din en la habitación y bajaste por los escalones de diamante, cada uno tan valioso como para mantener a alguien de por vida con una buena vida sin privaciones. El ambiente abajo seguía estando animado y ameno, aunque por alguna razón sentías como si cierto velo hubiese sido sacado de tus ojos luego de aquella rara experiencia. Mirando con atención veías pequeñas cosas fuera de lugar, como una cola peluda donde no debía haberla, un par de orejas de Zubat por ahí, un par de marcas parecidas a las de los Furret en algunas mejillas...Y, ahora sabiendo sobre el tema de la región, realmente no podías estar seguro de quien era de una especie u otra del todo.

Tu camino al Centro Pokemon solo aumentó tu perspectiva de estos detalles, y una vez fuera del mismo ya con tus compañeros de vuelta, pasaste por la tienda de comestibles y dulces, con su particular aroma llenando tus sentidos al acercarte. La chica de antes estaba esperando afuera con un bolso de mano pequeño -rosa, por supuesto- y sus ropas no habían cambiado en absoluto, lo cual te confirmó que no era uniforme sino su estilo personal.

-Ah, aquí estás -dijo contenta y giñó un ojo- Puedes llamarme Pinky.

Me quedé mirando a aquel extraño pokémon y luego seguí el camino.

Quizás luego atrape alguno.

Al entrar al local me di cuenta de todo lo que allí había, parecía una dulcería enorme aunque había muchas cosas para comprar, aunque claramente los dulces eran la especialidad de la casa.

Me acerqué al área de comida y saludé.

-Necesito provisiones para lo que dure el viaje hacía el próximo pueblo, más un día más por las dudas- dije a la vendedora - por cierto tienen algo de comida recién hecha? Nos gustaría probar algo y también a mis pokémons si es posible- tras decir esto saque mi billetera y esperé que Eru también pusiera su parte.

Miré los dulces nuevamente aunque no era muy amante de ellos tal vez llevara alguno, de paso me atreví a preguntar.

-De casualidad los diamantes que vimos afuera son reales? Se debe a esos extraños pokémons que van andando por ahí?-

De alguna forma, ahora parecía poder notar que humanos eran en realidad Pokemon. Eso o toda esa historia había afectado su mente a tal nivel de alterar su percepción haciéndolo ver tales cosas ¿Estaba loco o el mundo escondía mas cosas de las que se veían a simple vista? Ninguna respuesta que diera podía hacerla con seguridad. Sin embargo una vez recupero a sus compañeros se sintió aliviado. Inmediatamente después de eso fue a la tienda en la que había quedado ir a buscar a la chica.

En el instante después de ver que la chica seguía con las mismas ropas, comenzó a arrepentirse. "No me digas que esta mujer se viste de esa manera todo el tiempo." Y cuando dijo su nombre sintió una fuerte puntada en el pecho, que casi le hace perder la compostura "Arceus, ¿Que es lo que he hecho?" A Yuki no le agradaba tanto rosa, y esta mujer era la representación misma de ese color. Por suerte tenia un gran talento como actor, y con un pensamiento objetivo se concentro en el porque había invitado a la chica a salir luego de su trabajo. -Hola.- Dijo con una sonrisa carismática aunque completamente fingida -¿No te hice esperar mucho verdad?- Finalmente tomo sus Pokeball y libero a sus compañeros -Déjame presentarte a mis Pokemon.- Eden y Auron como siempre, se veían fuertes e imponentes, Arya..se veía bien. Eden y Arya saludaron enérgicamente cuando Yuki dijo sus nombres, mientras que Auron no presto mucha atención y simplemente se coloco a un lado de su dueño con una mirada seria. -Todos queremos conocer la ciudad, espero que no te moleste ir todos juntos.- Inconscientemente Yuki ya buscaba cualquier detalle que revelara la identidad de un pokemon humano en la mujer, ya no podía estar seguro de que era que en esa región.

Los ojos de al chica se iluminaron al ver a Arya, en su bonito color rosa por la estación.

-¡¡¡AHHH! ¡¡¡Es muy linda!!! -le abrazó el cuello con delicadeza, pero energía también, tu pokemon se vio bastante sorprendida por esto, aunque no disgustada.- Los Deerling en esta época del año son muy hermosos con ese manto de color! Pero, son muy esquivos, es raro que se dejen ver. -sonrió efusivamente- Estoy muy feliz por haber visto uno. Jejeje...¡oye!...jajaja...

Pinky estaba riendo porque Arya le lamía la cara inicialmente, y luego la mano con la que había estado acariciándole el hocico.

-¡Hey, hey! Sé que soy dulce, pero no...jajaja, ¡ya! No me molesta, mucha gente anda con sus compañeros por las calles. Entonces, ¿tienes alguna preferencia de guía o alguna pregunta antes de comenzar a movernos, cosita?

-Vamos a ver...el pueblo mas cercano es amanecer, lo cual serían al menos 7 días de comida...¿vas a llevar también para tus pokemon? Si es así hay un paquete especial de 350 con comida para ambos y viene con un postre a elección de regalo.

Extendió una mano señalando la amplia y exuberante sección de dulces.

-Puedo agregar un día extra con 50 mas, serían 400.

Eru estaba bastante pendiente del entorno, y parecía estar pensativo mientras esto. Tras unos momentos se acercó.

-Yo quisiera un pack de esos de 350 y además un kilo de esas galletas con chispas de ahí, una barra de chocolate de esas gigantes del fondo, y unas 5 raciones de carne seca. Tienen algo mas que agua para agregar a las raciones, ¿verdad?...

Tras unos cuantos minutos de Eru con rígidas y firmes preguntas, compró lo dicho agregando un odre de vino. Por su parte, Serena estaba mirando con curiosidad los dulces, percibías que estaba sorprendida por su presentación tan fina y vistosa, y su cola se movía muy lentamente, como evaluando cada uno de ellos.

"Co...co...¿Cosita?" De repente un aura asesina parecía emanar del cuerpo de Yuki, y como si Metagross pudiera leer esto hizo un movimiento para comenzar a atacar a la chica, sin embargo fue inmediatamente detenido por Yuki quien hizo como si nada pasara "De repente extraño a Din, deja de hacerme caso y ven aquí a salvarme..." -Em, bueno...Quiero conocer la historia de este pueblo, ya sabes, nunca había visto uno hecho de diamante. ¿Quizá el museo contenga información acerca de ello?.- "Tengo que hacer evolucionar a Arya, ¿o por algún milagro podríamos adelantarnos al verano nuevamente? Siento que me va a doler la cabeza cuando termine todo esto." Su cara ya comenzaba a demostrar algo de cansancio y disgusto, pero hacia lo posible para poder disimularlo. -¿Deberíamos avanzar verdad? Cuéntame, ¿Hace cuanto vive tu familia aquí? ¿Alguna vez paso algo interesante?.- Cualquier cosa util que pudiera sacarle a esta chica debía aprovecharlo, ademas quería pensar en otra cosa que no fueran sus ropas rosas, su pelo rosa, hasta en el nombre llevaba el rosa. ¿En que pensaban sus padres? Se preguntaba Yuki una y otra vez.

-¡Bueno! Entonces hay que empezar por el palacio, ¡sin duda!

Asintió a su propia resolución y echó a andar. Arya eventualmente le lamía los dedos nuevamente, mas que simpatía, realmente parecía encontrar algún motivo para ello. Por no mencionar que incluso al alejarse del local seguían teniendo ese aroma extremadamente dulce de confites metido en la nariz, esa esencia claramente venía de ella, quizá era su perfume, o que simplemente pasar muchas horas en ese local le había pegado el aroma a la piel.

Conforme te ibas acercando al palacio, lo impresionante que era este parecía aumentar con cada nuevo detalle que percibías. A la luz del sol, relucía desde distintos ángulos con luces tornasoles de colores múltiples. Tenía un diseño geométrico perfecto, y el diamante estaba opacado en distintas graduaciones para generar un ligero abanico de distintos tonos. En general y debido al cielo en el cual resaltaba, la visión era azul. No tenía rejas o separación alguna con la calle, y tampoco parecía haber problemas con la gente sentada en la escalera o transitando por ella. Eso si, en el final de la misma había dos figuras (pequeñas desde tu posición) pero estáticas, que guardaban la entrada de que no hubiese atrevimientos mas allá de los escalones.

-Aquí vive la señorita Diane. Es la dama del pueblo, la alcaldesa, lider, princesa...cada uno le llama de una forma distinta, pero la idea se entiende. Es la joya mas hermosa del pueblo, sin duda... -suspiró, con cierta envidia- Y fue quien creó el pueblo del mago a su voluntad. Ella personalmente creo cada calle y cada casa, y hace mucho, mucho, repartió al ciudad entre los que querían vivir en ella. Desde entonces ella reside aquí y no ha cambiado ni un poco desde ese día tengo entendido. A veces sale a caminar por el pueblo, y se arma bastante alboroto. Como es normal, tiene muchísimos admiradores, ¡todos la amamos!

-El paquete de 350 estará bien así todos podemos comer el postre...-miré a Serena y como movía la cola observando- estoy seguro de que lo elegirá en cualquier momento- sonreí de costado mientras sacaba el dinero para pagarle.

-Y respecto a lo que le pregunte sobre el diamante, es así? Es todo obra de esos pequeños pokémon?-

Me quedé mirando hacía afuera un instante, al salir usaría la pokédex y tal vez atrapara alguno.

-Ah, yo también quiero una barra gigante de chocolate- dije volteando nuevamente al mostrador, había que aprovechar la oportunidad.

-¡Ah! Si, si -la chica reparó en tu pregunta mientras andaba de un lado a otro buscando los pedidos numerosos de Eru, y el tuyo.

-Si, estamos pisando diamante. Que irónico que no pueda tocarse, ¿eh? Está ahí, pero es demasiado duro como para que algo lo rompa o lo agriete siquiera. Así que aparte de admirarlo, hay que ganarse la vida de forma honesta.

Por su parte Serena puso la pata encima de una vitrina donde estaban contenidos delicados pasteles individuales en forma de corazón, que eran aún mas delicados de la media presente, con un bordado de caramelo. 

La chica rió despacio, cubriéndose la boca delicadamente.

-De esperarse de alguien tan bonita, ¡tienes un gusto muy bueno! -se había inclinado a su lado y acarició un poco su cabeza con suavidad. Ante esto, Serena olisqueó los dedos y dio una casual lamida a los mismos. Sentías por la conexión que compartías, que para ella le sabían dulce genuinamente.

-Jajaja. ¡No, me hace cosquillas eso! -se irguió de nuevo diciéndole esto y guardó uno de los postres en forma de corazón de forma meticulosa en una bolsa fina de papel blanco y rosa. Trajo también una barra de chocolate como la que había dispuesto antes para Eru. Cuando dijo "gigante", era enserio: medía al menos 40 centímetros. Cuando todo estuvo listo, el gran total fue de 450 (el chocolate extravagante resultó mas caro de lo esperado). Eru trató de hacerse el sota un poco, pero pagó su parte tras fracasar en sus intentos.

Agradecí y pagué lo necesario tras tener que negociar bien con Eru.

Luego de eso salí y comí algo.

-Luego buscaremos un lugar más cómodo para que comas tu postre- le dije a Serena - supongo que querrás compartir con los demás o lo quieres todo para ti sola?- pregunté sonriendo.

Me aparté de la puerta y saqué la pokédex apuntando a alguno de esos extraños pokémons.

Aquel palacio sin duda era una construcción sorprendente y magnifica, cada detalle que observaba solo le agregaba un punto mas de belleza a la vista completa. ¿Que una mujer creo este pueblo y lo repartió, y que desde entonces no cambio ni un poco? Yuki se hizo rápidamente la idea de que esa mujer también era un Pokemon, quizá uno de aquellos carbink. Eso explicaría porque se sienten tan a gusto en este pueblo o porque el material del que estaba hecho la ciudad se parecía tanto al que contenían sus cuerpos. ¿Quería decir esto que los Pokemon humanos eran mas poderosos? ¿Por que? -Dime, ¿No se puede entrar al palacio verdad? ¿No hay una forma de ver a Diane?.- Parecía que no cualquiera podía hacerlo, por aquellos guardias que vigilaban la entrada -Seria una lastima no poder ver tal hermosa estructura desde dentro, aunque claro, nada se compara a la tuya.- Yuki sintió un terrible malestar al tener que decir esto, su personaje ya estaba volviéndose una persona completamente opuesta a el. Sin embargo su linea de pensamiento era que si le hacia cumplidos, y la muchacha se veía feliz, quizá le contaría datos mas interesantes sobre el lugar. Aunque no esperaba mucho que esta chica tuviera conocimientos muy complejos. Pero quizá un rumor, algo que escuchara seria útil.

Después de todo, ¿Que seria mas genial que tener una audiencia con la princesa? Quizá luego planearía entrar de alguna forma, aunque claro, primero debía terminar este recorrido por el infierno rosa. Auron también se quedo observando la figura arquitectónica que tenia frente a el, quizá también un poco sorprendido, pero su gran inteligencia parecía estar analizando la estructura a un nivel que la mente humana no podría.

Carbink, nace en las profundidades subterráneas, a altas temperaturas y a gran presión. Irradia energía por la roca que tiene en la cabeza.

Tipo: Roca/Hada
Región de origen: Kalos
Alimentación: Mineral

Información expandida: Carbink, el pokemon Joya. Este Pokémon nace en las profundidades subterráneas, donde permanece escondido durante millones de años. Se alimentan absorbiendo minerales del suelo, donde se entierran y permanecen tomando nutrientes de la tierra de forma similar a las raíces de las plantas. La personalidad tímida de Carbink lo lleva a habitar cuevas sombrías donde rara vez pueden descubrirlo las miradas de los humanos. Suelen aparecer a la vista al excavar en susodichos sitios, y cuando necesitan defenderse usan la energía que irradia del mineral en su cabeza para desplegar sus poderes.

Serena torció la cabeza, el postre era individual, a lo sumo podría compartirlo con uno. Empujo un poco la bolsa pequeña que llevabas en la mano hacia ti, como diciéndote que podías tener la mitad si querías. El aturdidor aroma dulce de la tienda iba abandonando tus fosas nasales a medida que ponías distancia con esta.

-Hm...bueno... -Eru hablaba pausado, el chocolate estaba ralentizando sus palabras bastante- ¿Ahora que? ¿A comer con calma en alguna banca imagino?

-Jijijijiji...gracias.

Pinky sonrió tímida, cubriendo la boca con una mano de forma delicada y femenina.

-¡Eres muy dulce! Totalmente mi tipo, espero que te quedes unos días en Pueblo del Mago para conocernos mejor.

Expresó su deseo sincero con voz melosa, pensando en las posibilidades. Como era de esperar, tardó unos cuantos minutos en recordar que le habías hecho una pregunta. 

-Usualmente no ve a nadie excepto que sea urgente, pero sale a caminar bastante seguido por el pueblo, al menos dos veces a la semana. Pero, si lo que te interesa es ver el palacio por dentro, estás de suerte definitivamente. ¡Mañana será su cumpleaños y cada año abre las puertas del palacio para dar una gran fiesta!

-Si, creo que es lo mejor, además estoy muriendo de hambre- le comenté a Eru- busquemos una plaza-

Mientras guardaba el pokédex comencé a caminar buscando un buen lugar donde comer.

-Estoy pensando en capturar uno de esos Carbink, crees que podría sernos útil? La verdad nunca había visto uno-

La idea de integrar a un pokémon que no fuera psíquico, siniestro o una rama de eevee a mi grupo me hacía dudar, por eso buscaba tal vez el consejo de alguien con más experiencia.

-Todos los Pokemon son útiles, estos son raros si eso, pero no son mi tipo así que no me quedaré con ninguno -dijo, conforme avanzaban al parque. La visión de este no era algo que se viera todos los días, había tierra si, pero muchos postes de luz y bancos para sentarse hechos del mismo material que el pueblo. Seguramente, la tierra había sido colocada en una capa sobre una depresión en el suelo en general. El lugar por lo demás se veía como un parque corriente, con personas y pokemon alrededor. Una zona un tanto mas apartada tenía un cartel "zona de captura". Razonando un poco, tenía sentido que hubiese un sitio concreto para atrapar pokemon, o habría muchos combates por la calle y sería un tanto caótico.

-Hm... -Eru no había tardado en sentarse y apoyar sus cargas con alivio en el suelo- Tiempo de comer, gente.