Partida Rol por web

Poseidón creyendo que Mateo seguía indefenso, no esperaba el ataque del mismo... el proyectil de energía disparado por el guerrero de la Lanza atravesó al dios de los mares a la altura del hombro, provocándole una buena herida, pero lejos de ser letal...

- Malditos humanos... ¡¡os atrevéis a herirme incluso con mi vestimenta sagrada!! ¡¡ESPARCIRÉ VUESTROS RESTOS POR LOS SIETE MARES!! - bramaba Poseidón, haciendo que su voz inundase la estancia de una forma abrumadora...

Su cosmos seguía aumentando... empezando a provocar temblores en el templo...

El joven que hablaba con Poseidón silbaba al ver como se elevaba el cosmos del dios de los mares...

- Yo no habría hecho eso... solo conseguiréis enfurecerlo más... - decía burlonamente para acercarse hacia donde se encontraban Eilish y Mateo...

- ERA mi hermano... Neithan ya no se encuentra entre nosotros bonita... alguien debía encargarse de ese traidor, ¿y quién mejor que su propio hermano? - en ese momento todos podíais sentir que sus palabras no eran mentira... el combate os tenía tan absorbidos que no os habíais dado cuenta de que el cosmos de Neithan no se sentía... se había extinguido...

- De todos modos yo me voy yendo... tengo el rosario... tal y como deseaba Zeus... y creo que si me quedo más tiempo aquí... Poseidón me enterrará junto con vosotros... adiós... - el joven empieza a correr hacia la salida del templo...

La seguidilla de ataque parecia perforar incluso la defensa de un dios. Pero Cain habia notado que sus tecnicas eran inutiles, por lo que decidio actuar con su tecnica mas debil y asi preservar el cosmos.

No se detengan. Esta batalla se esta por decidir y creo que estamos en el bando ganador.

volvi a correr dispuesto a descargar mi latigazo sobre el. la patada apuntada al rostro fue con convicción y descargaria todo el poder, sin ningun tapujo.

Al oír al hermano de Neithan, las amenazas de Poseidón dejaron de tener importancia para Eilish... Lo peor era que ese chico no mentía... ¡¡ojalá fuese todo mentira!! La muchacha se levantó violentamente con los ojos muy abiertos y sacudía algo la cabeza, como intentando negar lo que era evidente: el mismo hermano había confesado lo que había hecho y... Neithan, ya no volvería más con ellos. Se acababan de conocer todos, y tan pronto... tan pronto, el pobre chico pelirrojo que fuera tan amable con ella, se había marchado muy lejos... Conforme iba llegando a esa conclusión, sus ojos se cubrían de lágrimas y con su voz algo entrecortada llamó con fuerza a aquel tipo: - ¿¿Cómo pudiste hacer algo así?? ¿¿CÓMO?? ¡¡RESPONDE, MALDITA SEA!! ¿¿CÓMO LE HICISTE ESO A TU PROPIO HERMANO?? 

Sin darse cuenta, su cuerpo mismo se estaba moviendo hacia él... sin fijarse en nada más... Cada vez más rápido y con un gesto, extendió la mano hacia el chico y de ella salió un látigo de la zarza que lo apresó: NO TENGO NINGUNA INTENCIÓN DE DEJARTE IR, ASESINO. 

El ataque de Mateo hiere al dios de los mares que pese a su furia no puede responder correctamente. El momento es ahora o nunca. – No permitiré que continúes con tus actos de violencia contra la humanidad. Deberías rendirte ante los portadores de las reliquias sagradas y arrepentirte de tus interminables pecados, pero hoy no será ese día. Hoy serás derrotado por quienes desprecias, odias y subestimas. Que tu fin sea un aviso a los demás olímpicos. Ahora la humanidad controlara su destino y ustedes pasaran al olvido. – Sin mediar más palabras contra aquel “dios” iracundo y orgulloso empiezo a incendiar mi cosmos hasta su límite y más allá a costa de mi existencia. Nada tendrá sentido si no ganamos esta batalla porque en el Olimpo nos esperan rivales tan o más poderosos que el dios de los mares. – ¡Toma esto; Redención de los cielos! – en esta ocasión una pequeña tormenta llega desde mi espalda en forma de lluvia, viento y grandes olas. Todo se congela rápidamente y como si fuese un gran torbellino termina impactando contra Poseidón. El ataque continua arrasando todo lo que se encuentra mas allá del dios de los mares, incluso hasta donde llega la vista dejando una enorme pared de hielo y agua a su paso.

Avanzando lentamente, al tiempo que notaba como entre los rincones y las junturas de su armadura, notando la sangre fluir pesadamente como hilos de vida que se rompían como su fuera un títere; caminaba decidido hacia al dios, hacia su destino.

Era cierto que las heridas eran molestas, pero muchos de sus compañeros se habían vuelto a alzar ante tan terrible oponente, cansados y agotados, casi como si la vigilia de la muerte se posará a su lado. Esa determinación, furibunda e indomable, de justicia imperecedera, era aquella que los hacía volver a levantarse.

Feuer estaba herido, aferrando el filo con ambas manos, sabiendo que un último estertor, una fuerte convicción, un último deseo de libertad lo era todo. El llanto de inocentes, las historias de penurias, de familiar rotas, de ilusiones destrozadas; la huella de la crueldad de los que se hacían llamar dioses era palpable para él.

Resonando cual trueno, como martilleante mazo contra yunque, en su pecho el candor de la fragua de los cuervos, de su familia, donde se forjó su espada y donde en su día, se forjaron mil victorias y mil derrotas. Allí, en ese día, ante un rival así, iba a demostrar que aun podía derrotar a sus oponentes.

-Poseidón - grita al tiempo que escuep sangre por su boca y eleva el cosmos hasta que se envuelve en llamas crepitando que se escapan por sus heridas y evaporar su propia sangre - No me rendiré

Camina lentamente contra su oponente, hasta que comienza a aumentar la velocidad a cada paso.

-Ni mis compañeros, ni yo, nos rendiremos - comienza a correr contra la deidad - Por nuestros maestros, por nuestras historias, por nuestras vidas y nuestros sueños.

De un salto se alza varios metros y sus llamas estallan cual nova incandescente.

-Por todos los inocentes que reclaman justicia - en ese momento piensa: por su futuro - ¡Wilde Jagd!

Poseidón en un momento dado tras el ataque de Mateo deja caer el Tridente y se lleva una mano a la cabeza... notáis como el sudor frío le recorre el cuerpo... el ataque mental de Caín había surtido efecto... era como si Poseidón estuviese ausente, y aunque solo fuese por unos momentos, no ibais a desaprovechar esa oportunidad...

En primer lugar el ataque de Caín que elevó a Poseidón en medio de un tornado de aire... para después caer casi de pie hincando una rodilla en el suelo... - No está mal... pero esto no ha hecho más que comen... - antes de que pudiese terminar su frase vino la Redención de los Cielos de Dante...

Elevando su cosmos al límite, la violencia del maremoto helado se multiplica... atrapando a Poseidón como si de un barco de papel en medio de un tifón se tratase, agrietando su vestimenta divina y cubriéndolo de heridas antes de acabar congelado...

Pero Vreist no pretendía conceder el beneficio de la duda al dios de los mares... su cuerpo y su espada se rodearon de llamas antes de realizar el corte... del cual surge un infierno de fuego cuyo filo atraviesa con facilidad el ataúd de hielo de Dante, y con él al propio Poseidón...

Tras la técnica ejecutada por Vreist el ataúd de hielo estalla... quedando Poseidón en pie en medio de la lluvia de fragmentos de hielo... Parece querer desencadenar su furia sobre vosotros... pero apreciáis que su Vestimenta Divina se cae a pedazos de su cuerpo y una herida... provocada por el corte de Vreist empieza a sangrar con violencia...

- Yo... soy Poseidón... señor de los mares... no es posible... que unos mortales hayan podido acabar conmigo... - justo cuando parecía que su cosmos se extinguía empieza a aumentar de una forma exponencial...

- ¡¡¡NO MORIRÉ SIN CUMPLIR MI COMETIDO!!! ¡¡¡ME ASEGURARÉ DE QUE NUNCA MÁS VEÁIS LA LUZ DEL SOL!!! - brama Poseidón mientras clava su tridente con violencia en el suelo del templo... para acto seguido su cosmos desvanecerse y caer inerte al suelo... dejando caer un orbe... que empieza a rodar hacia vosotros...

Tras un breve instante... todo empieza a temblar y sentís que el cosmos de Poseidón liberado se dirige a la caldera del volcán Tera...

Mientras Poseidón caía... Eilish había desencadenado también su poder... pero no contra el dios de los mares, sino contra el hermano traidor que trataba de huir tras confesar que había asesinado a vuestro compañero Neithan...

De las manos de Eilish salen ramas de zarzas que salen disparadas hacía su enemigo... apresándolo fácilmente...

- ¡Oh vamos bonita!... Esto no tiene gracia... - dice jocosamente el hermano de Neithan cuando empiezan los temblores del templo y varias de las piedras que lo sostienen caen sobre él y grita del dolor del impacto... obstruyendo así el pasillo por el que pretendía huir y enterrándolo junto con el dios de los mares...