Partida Rol por web

-Me es imposible hablar con los animales, pero el lobo de Marek ha oído un aullido y supongo que respóndera aullando hasta que se canse.

-Entonces iremos al jardín trasero, antes estaba lleno de plantas, pero la mande arrancar y plantar diversas flores creando formas y dibujos, junto a unos bancos de piedra, se ven las estrellas bastante bien y no es un lugar donde suela haber demasiada gente, mas que nada porque solo se lo he mostrado a mi madre.

-En cuanto a atrasar mi descando... querida sois la primera dama que nos visita en unos meses, estoy mas que dispuesto a mostraros el lugar y conversar contigo, si me permites olvidar los formalismos... ser Lord Robert es bastante demoledor, mas cuando hace unas semanas era solo Robert.

Sonrió levemente recordando los privilegios que he perdido al convertirme en el cabeza de familia mientras le muestro el camino de vuelva a Danae, pasando de nuevo por el patio conduciéndola al patio trasero, perdiendo el tintineo del acero del entrenamiento

-Antes podía escaparme por aquí y ir a la ciudad, perderme por sus calles comprar algún capricho o solo disfrazarme para ver como es la vida de lado de los sirvientes, siempre con cuidado claro.

Sigrir se gira bruscamente y la mira directamente a los ojos - ¿Premio? ¿Es que estabáis pensando en rifarme como a una cabra?

Danae dejo escapar una pequeña risotada, como un murmullo al oir la aclaración de Lord Robert sobre el lobo.

- Suena bien. - Dijo comenzando a imaginarse el jardín, que clase de figuras crearían las flores plantadas, y como se vería todo en conjunto en el banco que le hablaba. ¿No lo han visto tampoco tus hermanas?. Me siento una pequeña intrusa. -Bromeó esbozando una sonrisa, pero en realidad se sentía un poquito así.

Silenció unos segundos mientras comenzaban a caminar hacia el jardín trasero. Pensando en sus palabras, a Lord Robert le debía pesar demasiado sobre sus hombres su nuevo título. Pero era tan complicado dejar los formalismos... También se despreocupó cuando él le aseguró que no estaba cansado, sino todo lo contrario y eso la alagaba.

- Entonces si lo preferís, os llamaré Robert. Me sorprendéis nuevamente, no esperaba que hubierais eso eso alguna vez... Lo de mezclaros con la servidumbre... Eso os hace muy humilde y noble Robert. Seguramente descubriría que sus vidas debieron pueden llegar a ser muy duras. Espero que nunca hubierais tenido ningun tipo de problema, su seguridad es muy importante... - Se detuvo en el momento justo para suprimir el "Lord" antes de pronunciar de nuevo su nombre. - Robert.- Aunque debo admitir que aunque en menor medida... yo también lo he hecho. - Sonrió

-Sep sep. Aunque no te pareces a una cabra...más bien a una yegua.- rio

-Pero tonta...como vamos a hacer eso. Al menos el señor de la casa no contaría con mi apoyo, ya sabes lo que pienso de como deben ser las bodas. Y por supuesto si yo me enterara, no dejaría que te lo guardaran en secreto.-

-Mis hermanas tienen otras cosas que hacer y no me he preocupado en traerlas, algún día lo descubrirán, no es mi intención hacerte sentir incomoda. Me mostré bastante alegre mientras caminábamos

-Desde luego he podido comprobar que tienen vidas muy duras, y alguna vez que otra he tenido que salir de algún lio a base de espadas... que iba a saber yo que alguna doncella tenia un prometido... y se había pasando el día paseando conmigo... pero pienso que sin correr riesgos la vida es mucho mas aburrida.

Cuando llegamos al patio trasero le mostré el jardín

-Estas son las flores no son nada del otro mundo pero me ocupe de su disposición yo mismo, para mi madre

- Me pregunto qué premio dará... No es que precisamente tengamos mucho dinero - tira de las mantas y abre un hueco junto a Shana - ¿Me puedo quedar aquí esta noche?

-Pues claro que si...aunque...¬¬ no te me abrazarás en plan pegajosa...hace poco Robert insistió en quedarse y vaya noche me dió el muy plasta...-

Solo lo digo medio en broma.

-Es una buena pregunta lo del premio....¿Qué podriamos ofrecer que mereciera la pena?-

Cojo mi espada y salgo corriendo hacia donde ha venido el grito. 

Justo envainaba la espada y se disponía a contestar cuando escucho los ruidos. Con cara de asombro y miedo observo la fortaleza buscando de donde pudo provenir el ruido, dispuesto a salir corriendo al interior si no localizaba nada a simple vista.

No llegabais a ver nada

- Debe haber sido hacia la cara norte, cerca de las rocas - aproximó

Lorent se sobresalta al escuchar el golpe. Acto seguido su rostro se paraliza y mira a los de su alrededor con asombro.

- ¿Habeis escuchado eso?, parece que el ruido viene del otro lado. Deberiamos ir a ver que ha ocurrido.

Esperó a que el resto se pusiesen en movimiento para acompañarles al lugar del suceso.

-¿Habéis reconocido la voz de quien gritaba? Pregunto con angustia justo antes de echar a correr hacia el lugar indicado por Brend.

Continuaba en camino a la vez que escuchaba, seguramente sus hermanas se sorprenderían gratamente al ver ese hermoso jardín al que estábamos a punto de llegar.

Lord Robert habló de algún que otro tropiezo que tuvo cuando se mezcló con la servidumbre y Danae no pudo evitar sonreir imaginándose al joven corriendo y usando su espada para evitar las estocadas del prometido de la doncella.

- Bueno... tenéis razón en eso que sin correr riesgos la vida es mas aburrida, pero yo no he tenido esa oportunidad, no es una opción para una dama.

Tras acabar esa frase llegaron al patio y Danae miró con atención los jardines. Tenía una belleza exquisita y aquellas flores desprendían su inconfundible aroma.

- Oh... Robert, están preciosas, y se ven realmente bellas. Seguramente su madre estará encantada. Yo al menos lo estoy. Muchas gracias Robert, me siento una total privilegiada. -Dijo con sinceridad.

-Hay que tener cuidado con los riesgos que corres, ademas ser el heredero de la casa hace que muchas alimañas pongan su mira en ti, para tratar de sacar partido, como me ocurrió a mi de pequeño, pero eso poco importa ahora.

-Te aseguro que es mucho mejor que una dama no corra riesgos, en las calles la escoria no hace distinciones entre nobles y plebeyos.

Recordé el instante en el que mostré a mi madre el jardín su cara era parecida a la Danae.

-Puedo preguntarte algo que me intriga mucho?  -Mire a Danae a los ojos lleno de curiosidad

Danae comprendía a Robert, parecía muy natural y tranquilo, pero debía llevar sobre sus hombros grandes preocupaciones al haberse convertido en Lord. Asintió a sus palabras sobre los riesgos, ella nunca fue alguien aventurera, y aunque lo fuese no podría por su condición, pero tampoco lo buscaba, su mundo era el estudio y el servir de utilidad a su casa como fuese posible.

- Claro, podéis preguntar. - Respondió mientras lo miraba con fijeza, sintiendo a la vez curiosidad por lo que iba a cuestionar.

-Cual es vuestra función en vuestra casa? Había oído hablar de vos pero nunca os he podido conocer antes de que nos visitarais, ni siquiera en la ciudad, ni vi vuestro nombre en las posibles candidatas a cortejar que me obligaba mi padre a revisar de vez en cuando, esa es otra de las obligaciones de un heredero, unirse a una dama sea por amor o por conveniencia pura... pero dado que ahora soy el señor de la casa ahora puedo elegir por mi mismo claro -Espere su reacción mientras me sentaba en el banco invitándola a sentarse con la mano

Danae se sentó a su lado y lo miró pensativa ante su pregunta. Pensaba en que era una de las candidatas y en esos momentos el estaba en la obligación de unirse con una de ellas. Danae sonrió y se dispuso a responder a su pregunta.

- Mi principal papel es representar a mi casa, pero es algo que aunque quiera mantenerlo, prefiero ampliar mis funciones. Soy curandera, desde hace años que estudio y por el momento soy una aprendiz avanzada- Dijo con una sonrisa, y también con orgullo, le encantaba lo que hacía. Había tenido la oportunidad de salvar alguna que otra vida y eso la satisfacía enormemente.

- ¿Que opináis?. - Quiso saber de inmediato, preguntandole aquello dubitativa mientras lo miraba.

Por como quedo de pensativa vi que pensaba que seria una candidata, pero en ese momento paso a ser una de las favoritas, quizás la única favorita.

-Quizá mi padre quisiera que me uniera a alguna heredera como las hermanas Mormont, por eso faltaban damas, pero acabáis de ser incluida en la lista si. Afirme con la cabeza mientras sonreía. 

-Me vendría bien una curandera en casa de eso no hay duda, Marek suele pasarse cuando entrenamos y acabo con algún que otro moratón o algún corte feo... imagino que curar heridas de espada sera algo normal para ti.

Danae esbozó una sonrisa tímida y a la vez gustosa al haber afirmado había sido incluida a la lista. Sabía que era lo que representaba aquello, era muy importante tanto para su casa, como la de ella.

- Me alegra oírlo. Y desde luego que las heridas de espada son algo que he podido solucionar, ademas de tener conocimientos en botánica que ayudaría en una posible infección.

Aun así, espero que el Señor Marek no sea tan duro con vos. No sería de mi agrado veros herido.

Era evidente el agrado de saber que ahora podría pasar a ser una de mis posibles prometidas, decidí avanzar un poco mas y cogí una de sus manos entre las mías.

-Es normal que no extralimitemos en los entrenamientos, los bandidos no suelen atacar para no hacer daño y suelen apuntar para asestar estocadas mortales, debo estar preparado para poder defenderme por eso aunque sean espadas de maderas alguna vez una costilla se puede resentir pero son gajes del oficio... mañana te enseñare el lobo de Marek, suele estar suelto por el patio pero hoy lo dejaron con los caballos para que no os asustarais, es negro como la noche pero bastante noble con la familia y amigos.

-Olvidaba preguntarte algo, tienes preferencia por algún color o tipo de tela? para el vestido?