Partida Rol por web

-No, pero la voz parece ser de un hombre. -dijo mientras corrían.

-¡Maldición! Que me aspen si eso no ha sido el ruido de alguien al morir. Un asesinato en la casa de un difunto, esto no puede ser nada bueno... -masculla entre dientes mientras se incorpora somnoliento. Para cuando el joven heredero Ravenwood ya está corriendo espada en mano en pos del peligro, Uther justo acaba de llegar a la puerta, la ropa a medio poner y la daga enfundada, cinto inclusive, en la mano. Asomando la cabeza al pasillo, trata de averiguar qué ha pasado desde la seguridad de su habitación.

Bueno, no soy un guerrero, nadie esperará valor de mi, lo que es todo un alivio... -piensa para sí.

Sigrir se queda blanca ante las palabras de Shana - De...¡¿Dejaste que se quedara?! ¡¿En qué estabas pensando?! ¡No estáis casados!

- ¬¬ ¿Pero que te crees?Robert...Howlingwolf...nuestro hermano mayor.-

-Mente sucia...-

A la par molesta y divertida.

Sigrir parece respirar - No tengo la mente sucia, la tienes tú... eso es lo que me preocupa -Se ríe mientras se mete en la cama - Por cierto - dice mientras se tapa - de premio te podemos ofrecer a ti. 

-No, no sería adecuado. Soy la prometida de Robb stark ^^, además soy menos valiosa que tu, eres la primera hija. jeje, serías el premio, no yo.-

-Venga, durmamos.-

Los ojos de Danae se dirigieron a su mano que ahora descansaba sobre la de él, tras unos segundos volvieron a mirar a los de él escuchándole. Sabía que tenía razón, los hombres se jugaban la vida y como bien decía, alguien que quisiera atacarlo para eliminarlo no iba a ir con cuidado.

- Me encantan los animales, aunque los lobos me inspiran mucho respeto. - Por no decir miedo, pero si Lord Robert quería enseñárselo, se sentía tranquila. No sería peligroso.

Dejó cómodamente su mano entre las de él, ignorando algo de nerviosismo que se asomaba sutilmente por su rostro al no estar muy acostumbrada a un trato así con algún caballero después de tanto tiempo. 

- Ohh... pues me encanta el azul, y el tipo de tela podría ser la seda. 

Me sentía cómodo mientras nuestras manos estaban en contacto

-Es normal aun así fíjate en los Stark cada hijo tiene un Huargo como mascota, Si los crías y se acostumbran a estar entre personas, nunca pasara nada si no te atacan, al lobo de Marek le costo entenderlo, hasta que nos pudo ver entrenando, después de todo solo es una gran bola de pelo negro.

-Seda azul... es una buena elección en un par de días viajare con Sig para elegir las telas y hacer venir al sastre para que tome las medidas pertinentes y realice los vestidos para el torneo, espero que mucha gente venga de todos lados, y con suerte podre anunciar alguna cosa mas.

Sonreí sin decir nada mas dejando caer una piedrecita en el tejado de Danae.

Los Stark eran los aliados mas cercanos y conocía la historia de los Huargos, uno por hermano. A Danae le parecían impresionantes, tan fieros y enormes totalmente fieles a sus dueños.

Danae sonrió suprimiendo una pequeña risa cuando escuchó el comentario sobre la bola de pelo negro refiriéndose al lobo de Marek. Se le olvidó añadir "con dientes".

Pensó al instante en el torneo, era el momento donde multitud de personas se reunían, de todos los lugares de Poniente, a Danae le gustaban mucho, aunque en los torneo comúnmente algunos caballeros salían muy mal heridos o incluso morían. Ese pensamiento se desvaneció de mi mente al caer en la cuenta de lo último que dijo Lord Robert, volviendole a mirar con fijeza. Se sentía ahora algo confusa, y no sabía si lo estaba malinterpretando, ella no era mas que una de las supuestas candidatas y un anuncio como el que estaba insinuando Robert significaba una decisión.

- Con... con suerte, por supuesto. - Hablaron sus pensamientos en voz alta, cayendo en la cuenta que lo que tuviera que anunciar no tenía porque incluirla a ella. Aun quedan bastantes preparativos, estoy deseosa que llegue ese momento, desde pequeña me gustaron por el gentío que de repente llega, son momentos de diversión que a veces son necesarios para amansar las preocupaciones diarias... ¿no le parece?. - Esbozó una ligera sonrisa. Espero que todo lo que el torneo representa os satisfaga.

Al parecer mis palabras habían causado una reacción que yo buscaba... era hora de casarse y darle nietos a mi madre, Danae es bella inteligente y nada vanidosa por el tiempo que había pasado con ella, sin duda la habían educado para un matrimonio de conveniencia. Pero era lo que ella quería... la mire pensativo durante unos instantes. Sus primeras palabras parecían muy confusas

-Oh desde luego aparte de divertidos, sirven para relacionarse y crear alianzas. Medite durante unos segundos y mire a Danae a los ojos

-Debo preguntártelo, puede que te educaran para casarte por el bien de tu familia, serias feliz haciendo eso?, desde luego yo he evitado con todas mis fuerzas mi boda seria por amor, pero ahora debo ver el matrimonio de otra forma ahora no me queda mas remedio... que opinas tu?

Danae lo miró con cierta nostalgia al oirle formular esa pregunta. Ella era consciente que se tendría que casar con el heredero de otra casa para afianzar alianzas, por el bien de su familia. Eso era el pago de tanto privilegio y comodidad de su clase social.

- Eso es algo de lo que siempre se prepara una dama desde pequeña, siempre se lo inculcan. - Dijo pensando en su consejero Uther que mas de una vez lo había hecho, al fin y al cabo era su "deber". - Sería feliz por lo que eso significaría para mi familia, pero no para lo personal. - Danae sabia que lo que iba a decir en esos momentos arriesgaría lo que podría conseguir para su familia, pero ella quería sentirse bien con su conciencia y ser sincera. - Pero siempre he pensado que el matrimonio debe ir ligado al amor, es como debería ser. - Asintió bajando la mirada pensativa.

- No quisiera que con estas palabras os sintierais ofendido Robert - Se disculpó. Solo intento ser franca.

No dijo nada mas, pero era obvio que estaba preocupado, su cara estaba bastante seria y se notaba la tensión. No alejaba demasiado la mano del arma mientras se dirigían al lugar y aviso a los guardias que encontró pro el camino para que le siguieran.

-No me ofendes Danae, yo pienso como tu y aun deseo casarme por amor, pero eso sera muy dificíl ahora que soy el señor de mi casa pronto tendré que elegir una compañera, y no tengo demasiadas candidatas, tu eres una de ellas, y tienes los mismos deseos que yo.  Acaricie su mano quitando importancia

-Si anunciáramos nuestro compromiso seriamos felices de puertas para afuera pero en la intimidad no seria lo mismo. Sacrificar nuestra felicidad por el bien de la familia... aunque con el tiempo pudiera nacer el amor...

-Claro que todo esto son castillos en el aire... desde luego me gustas y me caes bien, espero que estos días podamos conocernos mejor Mire al cielo unos instantes mientras pensaba en lo que había dicho

Danae sonrió algo mas tranquila, Lord Robert le había transmitido ese sosiego al comprobar que pensaban de la misma manera. Comenzó a pensar que tal vez esa seria la mejor oportunidad que tendría, pues Robert parecía un buen hombre. Le había demostrado una gran sinceridad cosa que Danae valoraba muchísimo, al igual que la honradez, la humildad y una gran lealtad hacia su familia. Quien sabe si en un futuro podría llegar a enamorarse de él.

- Coincido en eso Robert, y me alegra que nos hayamos sincerado. Esto nos abre las puertas a la confianza, algo esencial para que en un futuro pudiera surgir algo. Os acabo de conocer, pero por lo que me habeis estado demostrando, puedo decir que sois un gran hombre y un gran Señor. - Sonrió de manera mas natural, pensando en que de primeras tanto él como ella habían encajado bien, su opinión no era distinta a la de él, también le era de su agrado.

- Claro, el tiempo ahora mismo será nuestro aliado, y podremos ver que va sucediendo.

Robert empezó a desear que pasara el tiempo, las palabras de Sig cobraban sentido en ese momento... había aparecido una mujer buena bella e inteligente, donde menos los esperaba... debía hacer todo lo posible por conocerla mejor.

-Tu también demuestras ser una buena mujer, sincerandote conmigo, solo que por mi parte has abierto dos puertas la de señora confianza y la señora curiosidad. La miro a los ojos antes  de continuar

-Háblame de ti porque no me he fijado en ti antes... quiero subsanar ese error los antes posible, no eres hermana de Lord Tyrion por eso no aparecías en la dichosa lista, pero esta claro que acabas de desbancar a cinco ladys malcriadas con unas palabras sinceras.

-Dime que te gusta  como pasas tu tiempo libre si es posible, no quiero parecer precipitado

Pensé durante unos segundos antes de seguir hablando, esperando una reacción, quizás yo también tuviera que hablarle de mi.

Danae cruzó la mirada con la de él, sentía curiosidad por su persona y ella iba a proporcionársela. También quería saber de él. Sonrió con timidez, se sentía muy alagada por sus palabras.

- Soy su prima. Y no conocí a mi madre ya que murió al tenerme, puede ser que por eso desde muy pequeña empecé a estudiar para convertirme en curandera aunque a la septa Sinna no le agradaba porque llegaba tarde o ni si quiera asistía a las tareas que una dama debe aprender. - Sonrió avergonzada, pero a la vez con nostalgia al recordar esos tiempos. - Pero finalmente conseguí tiempo libre.

Y eso es a lo que me dedico la mayor parte del tiempo que tengo para mi. También me gusta practicar hípica... aunque no soy muy buena en ello. - Suspiró dejando pasar unos segundos antes de hablar de nuevo. -Puede que parezca alguien aburrida porque no tengo demasiadas aficiones, pero es que... es  todo lo que hago, lo disfruto de igual modo aunque parezca mas un deber que placer. - Danae se atrevió a pasar su dedo pulgar por uno de los dedos de las manos de Robert que rodeaban la suya.

- ¿Y vos? ¿que podéis contarme?

Robert noto una leve caricia, que correspondió con una sonrisa mientras escuchaba.

-Pues de mi ya sabes que me he disfrazado alguna que otra vez para ir a ver alguna chica en la que me fijaba, sin que se acercaran por mi posición, aunque mi gran aventura la viví a una temprana edad. Deje caer la semilla de la curiosidad antes de continuar con mis aficiones -Me enseñaron a montar el uso de la espada, todo fue fácil, a que niño no le gustan los caballos y las espadas. Encogió un poco los hombros inclinando la cabeza

-Lo realmente difícil fueron las clases de etiqueta y protocolo, fue entonces cuando quise no ser el primogénito abrí los ojos y comprendí realmente que alguna vez tendría la obligación de llevar hacia delante a mi familia y mantener el honor de mis padres, pero como tu dices empece a disfrutar con lo que me enseñaban estando orgulloso de lo que hacia llegando a ser divertido. Casi todo lo que aprendido de buena gana se lo debo al maestre de mi casa, el es mi mentor y gran amigo.

Robert noto una leve caricia, que correspondió con una sonrisa mientras escuchaba.

-Pues de mi ya sabes que me he disfrazado alguna que otra vez para ir a ver alguna chica en la que me fijaba, sin que se acercaran por mi posición, aunque mi gran aventura la viví a una temprana edad. Deje caer la semilla de la curiosidad antes de continuar con mis aficiones -Me enseñaron a montar el uso de la espada, todo fue fácil, a que niño no le gustan los caballos y las espadas. Encogió un poco los hombros inclinando la cabeza

-Lo realmente difícil fueron las clases de etiqueta y protocolo, fue entonces cuando quise no ser el primogénito abrí los ojos y comprendí realmente que alguna vez tendría la obligación de llevar hacia delante a mi familia y mantener el honor de mis padres, pero como tu dices empece a disfrutar con lo que me enseñaban estando orgulloso de lo que hacia llegando a ser divertido. Casi todo lo que aprendido de buena gana se lo debo al maestre de mi casa, el es mi mentor y gran amigo.

En mitad de la noche escuchais ruidos de cristales seguidos de un grito que cesa en seco tras un golpe contundente.

Miro hacia el castillo y miro a Danae unos instantes antes de levantarme.

-Danae debo ir a ver que ha ocurrido, seguidme no puedo dejaros aquí sola, algo ha ocurrido y como líder de mi casa debo investigar.