Partida Rol por web

Segunda Oportunidad.

Segunda Oportunidad

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29/04/2013, 10:07
Director

Uno a uno os van metiendo en una nueva celda, en un calabazo aun más pequeño. Lleváis ya varios días encerrados pero en otro lugar. De camino hacia aquí habéis pasado por el patíbulo, donde habéis visto cómo preparaban las sogas. Este parece ser vuestro último destino y el final no tardará en llegar para vuestras desdichadas vidas. Os sirven la que posiblemente será vuestra última comida, justo después de ver como el último de los presos entra. Cinco estáis ahora en la agobiante celda. Cinco cabezas que en poco tiempo colgarán en la plaza.

Escucháis unos pasos y un guardia se acerca a las celdas.

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29/04/2013, 10:14
Guardia

El guardia entra con un pergamino bajo el brazo. Se coloca frente a vuestra celda y empieza a leer en voz alta y fuerte el siguiente comunicado. A medida que nombra a los acusados, va mirando de reojo a cada uno:

- Por orden de la Reina Elaine, Suprema Soberana de Avalon, ejercida su voluntad en favor de la justicia a través de nuestro Gobernador Mark de Garloise y a su vez a través de nuestro Alcalde Fausto, se condena al patíbulo a los siguientes reos por las siguientes acusaciones:

A Lidia Stranford por robo y saqueo; - mira hacia una joven morena, de ojos verdes.
A Edward Lefevre por intento de homicidio a un alto mando; - en esta ocasión observa a un hombre realmente apuesto, a pesar de sus sucias ropas.
A Eskjö Hrafnsön por homicidio; - Su mirada se dirige a un hombre enorme y corpulento con el semblante serio.
A Romeo Lotti por dos homicidios y alta traición; - esta vez está mirando a un hombre encapuchado, cubierto con amplias ropas.

Por último se acerca a una joven rubia, de ojos azules. Traga saliva y dicta la sentencia:

A Clady Larsfolk por robo, intento de violación, escándalo publico, doble homicidio, incendio provocado y prostitución.

El hombre se queda mirando a la mujer un rato, con el semblante pálido, pero finalmente da media vuelta y se larga.

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29/04/2013, 15:08
Karinna Leva

La celda era ridícula. ¿Cómo pensaban meter a cinco personas en un espacio tan pequeño? Quizá el hecho de tener un "compañero" tan voluminoso no ayudaba a la percepción del espacio que ocupaban. Romeo no se quejó, de hecho, debería haber aprovechado para matar al enorme tipejo, después de todo, estaba ahí por su culpa, pero el otro compañero llamó más su atención. ¿Cómo acababa un joven tan atractivo en una apestosa celda con... con Romeo, el gigante y un par de furcias, una de ellas, por lo visto, ninfómana violenta y pirómanal? Lo único bueno que se le ocurría de ellas era que la morena al menos parecía algo espabilada. No mucho, si lo hubiera sido no habría acabado ahí. 

Se agitó bajo la ropa, el calor era sofocante y el agobio no ayudaba. Habría sobornado al guardia de haber tenido con qué, pero se resignó, intentando escabullirse al final de la celda, que se encargaran las mujeres de intentar seducir al guardia, eso no era asunto suyo mientras tuviera lo que tenía.

Alta traición, dice... qué par de huevos. Si la gente hiciera su maldito trabajo no habría pasado. Maldita sea la furcia de su Majestad.

 

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29/04/2013, 16:12
Edward Lefevre

Avoir le petit rat d'égout, es un honor en haber compartido la celda con vos mon ami - Se inclina y hace una reverencia a la rata frente a él, despidiendo a su último amigo en esta tierra.

Tras varios días dentro de aquella fría celda reflexiono sobre mi pasado, y comprendo que ya no queda mucho tiempo para mi, y a travez de los barrotes de la celda, le doy un ultimo vistazo a ese mundo cruel que nunca me ha comprendido. Un guardia viene a buscarme y de camino a mi última morada veo la horca esperando por mi, tal vez eternamente, ya que las arenas del tiempo corren muy lento para mi. Con la frente bien en alto, sin arrepentirme de mi pasado entro en aquel reducido lugar, junto a otras cuatro personas.

Asiente con mirada cómplice, mas que un saludo es la esperanza de que ya tengan un plan para salir de aquí. Pero el guardia se adelanta y presenta a cada uno de los huéspedes antes de poder saludarlos por su cuenta. Acaso realmente son todos asesinos y bribones o estarán aquí solo por error? Cualquier duda queda disipada luego de ver el aspecto del sujeto enorme.

Luego de que el guardia se retira, evita con su mirada al nórdico y da caso omiso al sujeto encapuchado para fijar su mirada directamente en los ojos de la señorita Larsfolk - Bonjour ma dame- acompaña el saludo con una sonrisa amable -es un placer para mi, conocer a una señorita tan "ardiente" como vos.  Lamentablemente nuestra estadía sera demasiado breve y no podremos llegar a entablar una conversación mas amena, pero me alegra compartir mis ultimas horas en su presencia. 

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29/04/2013, 17:04
Eskjö Hrafnsön.

Tenía el semblante serio, como era costumbre en mí. No había matado a nadie. De hecho estaba casi seguro que el culpable era el embozado que se encontraba a mi lado. Podría matarlo sin demasiado problema, total, él iba a morir igual, y yo también... al menos cobrarme una víctima. Pero no me iba a reportar demasiada felicidad, desde luego. A quien sí quería pillar era a quien me la había jugado de tal forma, para tenerme aquí metido. No sabía quién era, pero desde luego me había hecho una jugarreta de lo más sucia.

Al parecer, de todos los que había allí, yo era el más normal. Un homicidio, punto final. A la morena, que había que reconocerle una belleza bastante increíble, tan solo la acusaban de robo y saqueo. Nada del otro mundo, vaya... El muchacho que estaba a mi lado se había quedado en intento de homicidio. Menudo inútil. Por lo menos que hubiese acabado su trabajo. El embozado "amigo mío" era de armas tomar, al parecer. Y eso por no hablar de la rubia. Era digna de mis alabanzas, y así se lo hice saber, aunque yo no fui tan suave como el francés. No era el estilo de un vestenio. Nosotros éramos bastante más toscos y mucho menos refinados. Mi voz retumbó en el calabozo, grave, ronca y profunda cuando me dirigí a Clady.

- Vaya... - una sonrisa irónica apareció en mi rostro a medida que miraba a la mujer rubia. - Así que robo, intento de violación, escándalo publico, doble homicidio, incendio provocado y prostitución. No te las gastas nada mal... A juzgar por el historial, te va la marcha. Una lástima que no compartiésemos una celda tu y yo solos.  - Solté una carcajada amplia y gruesa al tiempo que me cruzo de brazos y miro a la joven con lujuria contenida, pero ante todo con curiosidad e interés. - Creo que lo habríamos pasado muy bien tu y yo, no se si me entiendes... Mucho mejor que con este montaigne y su falso recato... y su amena charla. Mira que querer charlar, pudiendo hacer otras cosas... - Luego me fijo en la morena, que aunque no tan "traviesa", estaba desde luego de muy buen ver. - Claro que vos también sois digna de alabanza, por favor... - y el trato de usted parece contener  ironía, que se hace patente en el tono de voz. - Contigo también me lo pasaría de miedo, si me dejases... Quién me diría que iba a morir rodeado de tan bellas señoritas. Y a propósito de eso... ¿habéis oído que ocurre con los hombres cuando los ahorcan, no? Tu tendrías trabajo para rato, si no te colgasen también... - vuelvo a decirle a la rubia. - Solo que no podría pagarte después, jajajajaja.

Seguí riendo un buen rato, sin importarme demasiado el caerle mal o bien a mis compañeros de celda. Total, iba a morir en unas horas, qué menos que divertirme.

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29/04/2013, 17:21
Clady Larsfolk

Entro en el pequeño calabozo arrugando la nariz. No me gustan los sitios cerrados y menos tan masificados. Además, parece que alguno de mis compañeros de celda no ha descubierto el jabón. Escucho con cierto desinterés las condenas de mis compañeros y, cuando llega a la mía, sostengo la mirada al guardia, claramente turbado por las acusaciones. No puedo reprimir una carcajada.

— ¿De verdad he hecho todo esto? Mi padre estará muy orgulloso, sobre todo por la parte en la que he violado a vuestro... príncipe... o más bien princesa... — digo con sorna.

Sin más preámbulos, entro en la celda, quedándome cerca de la puerta. Observo con cuidado a mis compañeros, a cada cuál mejor. Ignoro al hombre con acento extranjero, no estoy de humor para romances e insinuaciones de bardo venido a menos. Pero el otro... reconozco inmediatamente su acento.

*—Tengo muy claro que  no voy a morir así y mucho menos hoy, los dioses no lo permitiría. Pero tranquilo, me quedaré con tu apellido y tendré el honor de explicarle a tu familia como has muerto y cuáles han sido tus últimas palabras. Seguro que se sienten orgullosos— digo con desdén, en un claro vestenio.

— El orgullo de la patria, menudo ejemplar... No me extraña que esté tan seguro de morir hoy.

Notas de juego

*en vestenio. 

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29/04/2013, 18:20
Edward Lefevre

Sonrie ante la indiferencia de la rubia, y mientras esta mantiene una conversación en otra lengua con su compatriota nórdico, este fija su mirada ahora en el extraño encapuchado y simplemente asienta la cabeza.

-mon sieur... me pregunto que guardará bajo tal manto de misterio, pero por el momento dejaré mis sospechas de lado.

Ademas la señorita Stanford parecía mas interesante, y con un amable saludo se presenta. Bonjour ma dame Stanford, me extraña que una mujer tan bella como vos, haya terminado en un lugar como este. Lamento mucho no haberla conocido en condiciones menos desafortunadas. 

En cuanto al gigante, simplemente prefiere ignorarlo por su propio bienestar. 

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29/04/2013, 22:28
Lidia Stanford

Había sido una mala noche...¿Pero que esperaba..?..Siempre lo mismo, ya era hora de empezar a espabilar Lidia...para una vez que cedes...- Pensaba en mi celda una y otra vez analizando la situación. Miré por la pequeña ventana de mi celda, afuera era de día y vagamente entraba la luz del sol, mientras que las voces de los ciudadanos parecian entusiasmadas, en breve tendrían un nuevo espectaculo... mucha verdura y fruta podrída que tirar a los presos junto con sus insultos, que poco valian en esos momentos.

LLevaba ya varios días en aquella putrefacta celda. Sin previo aviso la voz de uno de los guardias y el sonido de la puerta de mi celda me regresan a mi ¨delicada¨ situación...

No puede ser....- Pienso mientras con muy poca delicadeza me sacan de la celda, pasamos cerca del patíbulo y puedo ver como preparan las sogas, en concreto cinco.. Cuando llego a mi nuevo emplazamiento comprendo que una de ellas lleva mi nombre.

Otra celda como las anteriores aunque en este caso bastante más pequeña..En ella se encuentran tres hombres y una mujer. Tras de mí suena un golpe muy fuerte y casi me estremezco, acaban de cerrar la celda, parece que no hacen falta más que nosotros, somos el espectaculo de hoy. Observo al resto de compañeros, cada uno más pintoresco que le otro. En breves segundos aparece otro guardía que viene a leer su informe. Poco a poco empieza a nombrar a cada uno de los presentes en la celda..

A Lidia Stranford por robo y saqueo.-Uhm, que bien tengo suerte de ser la primera...-Pienso irónicamente de seguido nombra a Edward Lefevre por intento de homicidio a un alto mando...y continua mientras mira a un hombre joven con sus sucias ropas.- Mirá a este no fué demasiado listo...seguro que pensó que con su galantería y su belleza estaría a salvo..Con ganas espero el resto de la presentación. A Eskjö Hrafnsön por homicidio dice y su mirada se dirige al hombre corpulento...Otro homicidio..a este paso yo debería estar fuera..pienso y continuo escuchando. A Romeo Lotti por dos homicidios y alta traición...bueno, esto va mejorando... y mira al hombre encapuchado. Ya sólo quedaba la mujer rubia.A Clady Larsfolk por robo, intento de violación, escándalo publico, doble homicidio, incendio provocado y prostitución....jajaja no paraba de reirme por dentro, la chica lo intentaba pero siempre la acababan pìllando...¡¡¡¿¿como era posible??!!...

En aquel momento parece que la ebullición empezó a rebolotear por la celda, en un segundo el hombre joven se acercó insinuante a la mujer rubia, el chico intentaba mostrar sus encantos.... No me parecía buena idea, la seducción estaba creada por y para la mujer, una representación barata no conseguiría nada. Como pensaba no le funciono y la rubia ni siquiera se molesta en dirijirle una mirada, aunque me sirve para detectar el acento del hombre. Después llega el turno del grandullón, se acerca a la rubia y comienzan a hablar en un último momento se dirije hacía a mi con una pregunta a la cual no sabe ni responder... - Sí seguro que moríras bañado por tu propia orina, grandullón.- Contesto, casi sin cambiar mi expresión.

Al segundo el joven se dirije hacía mi.- A mi no me extraña nada veros aquí...¿Lefevre?.. Tengo entendido que mujeres bellas han muerto antes que yo.- Respondo mientras observo la cerradura de la puerta y la ubicación de los guardias.

 

 

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29/04/2013, 23:12
Karinna Leva

Se llevó una mano al rostro, en parte por resignación y en parte por contener la náuseas.

¿Dónde ha quedado la elegancia?

Aunque claro, visto lo visto, la elegancia brillaba por su ausencia. Apoyó la espalda en la pared tirando de la capucha ligeramente, afianzándola sobre su cabeza mientras los galanes del grupo cortejaban de una forma un tanto desastrosa a las dos hermosas jóvenes.

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29/04/2013, 23:48
Edward Lefevre

A mis ojos todas las mujeres son bellas señorita Stanford, pero obviamente todo el mundo muere sin importar genero, solo que no encuentro belleza alguna en la muerte. -expresa galantemente mientras guiña el ojo antes de observar nuevamente al otro caballero presente. El extraño llevaba rato sin pronunciar una sola palabra. Supongo que es un hombre de pocas palabras mon sieur encapuchado. No creo que sea mala idea compartir unas ultimas palabras antes de nuestro desdichado final, o tal vez no...

Posa sus mano sobre la frente de manera pensativa, para luego sonreir nuevamente. Supongo que ninguno desea terminar como el bocadillo principal de las ratas del lugar, por lo que sugiero que seamos malos anfitriones y pensemos la manera mas apropiada de dejarlos esperando para otra ocasión. Comienza a bajar el tono mientras observa el exterior de la celda para evitar que el guardia lo escuche. Y si nadie tiene una mejor idea, tal vez alguna de las señoritas aquí presentes pueda facilitarme una ganzúa... susurra. 

Aunque parece que la dama de oscuro cabello ya ha pensado lo mismo que yo, tal vez solo tenga que esperar.

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30/04/2013, 08:14
Eskjö Hrafnsön.

Sonreí ante el comentario en vestenio por parte de Larsfolk, y le respondí en el mismo idioma.

- Mi familia no tendrá problema en explicarte mi negro sentido del humor en ocasiones como esta. - El tono de la réplica fue serio. Con mucho, no era un vulgar pueblerino paleto, aunque a veces gustase de comportarme como tal, solo para causar cierta repulsa hacia mi persona. Miro hacia el resto de compañeros de celda, con cierto regocijo por la primera impresión causada, tan negativa, y me dirijo hacia ellos nuevamente en Theano*. - Menuda panda de princesas susceptibles estáis echos. Solo me burlaba un poco, a veces disfruto del odio por parte de otros, siempre y cuando no se prolongue demasiado en el tiempo. Pero para que no os vayáis con una concepción tan pésima de mí a la tumba, aclararé que no suelo tratar así con las mujeres. Mejor dicho, os aclararé que no suelo tratar, de ninguna forma, con mujeres. En el ambiente que me muevo no suele haber muchas. Así que disculpad si me muestro algo tosco, con o sin intención alguna. Por otra parte, de morir, prefiero hacerlo con una sonrisa y no darle a la payasa de la reina el gusto de verme desesperado. Además, no estamos en un velatorio... Al menos de momento - solté otra carcajada, quizá con un matiz amargo apenas perceptible. Luego torné mi voz más seria, dando a entender que no estaba tan en broma, y bajé un tanto el volumen por si había oídos indiscretos cerca, mientras me cruzaba de brazos y torcía ligeramente la cabeza, aunque mi sonrisa siguió sin borrarse del rostro durante un rato. - En lo que sí coincido con la señorita Larsfolk, y con Edward también, es en que no tengo intención de morir aquí. Mucho menos, bañado en mi propia orina. - Miré hacia la mujer morena. - Sin embargo, no creo que si sobrevivimos sea por intervención de los dioses. Y sinceramente, no sé donde está el problema. Somos cinco, y contra la soga no podemos pelear, pero sí contra los guardias. De morir, prefiero hacerlo luchando por mi libertad. Y con mayor posibilidad de sobrevivir que quedándome colgado con una cuerda atada al cuello. Es cierto, si muero no será con la picha tiesa, - vuelvo a sonreír por el tosco comentario - pero por lo menos tendré alguna posibilidad de escapar. Con suerte nos subestimarán por no estar armados y haber dos mujeres en el grupo, y mandarán solo a un par de guardias. Quizá tres. O incluso aunque sean cinco o más. Si nos coordinamos, podríamos intentar encargarnos de ellos. Y si finalmente fallamos, yo al menos, habré muerto con la conciencia tranquila de haber peleado hasta el último momento. Así que apoyo la idea de "monsieur" de ser malos anfitriones. Eso sí, si queremos salir vivos necesitamos un plan de actuación, más allá de simplemente escapar de esta celda. Aunque lo de la ganzúa es un buen comienzo...

Guardé silencio, esperando a ver si a alguno se le ocurría un plan para salir de allí, y al mismo tiempo intenté pensar yo uno.

"Tal vez, si pudiese hacerme con el arma de alguno de ellos... eso facilitaría bastante las cosas, sin duda. Y si pudiese llegar hasta mi propio arma, eso sí facilitaría las cosas."

Mientras me sumerjo en mis pensamientos, echo un vistazo afuera de la celda, examinando lo que hay en su exterior, y en busca de algún objeto que usar como arma, o algún sitio en el que los guardias no me vean al llegar, si el montaigne consigue forzar la cerradura antes de que vengan a buscarnos.

Notas de juego

*: O como carajo se diga el idioma común. NdM: Hablas avalonés para hacerte entender. Es el idioma que ha hablado el resto. No hay "común".

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01/05/2013, 22:25
Clady Larsfolk

- Dos hombres que hablan demasiado, uno que ni se molesta y una mujer prudente. Podría ser mucho peor- pienso mientras escucho la incesante cháchara que recorre la estrecha celda.

-Me temo que no tengo ninguna ganzúa. Habrá que pensar en otra cosa, caballero- susurro con desgana.

*- Será una visita interesante. Pero primero, habrá que evitar la horca- contesto en un tono mucho más conciliador. Al fin y al cabo, si vamos a salir de esta, será remando todos juntos, en la misma dirección.

-Bien, resumiendo: todos queremos salir de aquí. Ya hemos visto las armas que tienen nuestros guardias. Somos cinco y podemos asaltarlos, esa parte no será un problema. ¿Alguno sabe usar armas de fuego? Me temo que lo mío son las hachas pero dadme una y os aseguro que me abriré paso. Y lo que sí supondrá un gran problema, será salir al exterior. ¿Alguno conoce la estructura de la cárcel? Por mi parte, no lo tengo nada claro y lo de dar vueltas como patos mareados...- expongo sin dilatarme mucho más. El tiempo apremia y no soy mujer paciente.

Notas de juego

*sólo esta frase, en vestenio. 

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02/05/2013, 20:10
Director

Un sonido os llama la atención, cortando la conversación en seco. Al principio suena débil, lejano y hueco. Pero en apenas unos segundos crece en intensidad. A pesar de las gruesas y sólidas paredes de piedra, el retumbar rítmico y constante os hace adivinar el origen del ruido. Son los cañones de un barco. Están atacando la ciudad.

El ajetreo a través de la ventana, el movimiento de los guardias en alguna estancia lejana de la prisión, los gritos de las mujeres y los hombres dando órdenes. Todo os confirma vuestras sospechas: vuestros captores están bajo asedio.

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02/05/2013, 21:33
Karinna Leva

Separó la espalda de la pared, alerta. No sabía a ciencia cierta qué era ese sonido pero desde luego no sonaba a desfile.

Emitió un siseo por lo bajo, ahora no podían permitirse ninguno de ellos el caos reinante, atrapados como ratas como estaban los cinco. Si al menos alguno hubiera pensado en llamar la atención del guardia, retenerlo y robarle... o quizá intentar levantar la puerta a pulso...

Chasqueó la lengua con verdadero fastidio, ni siquiera contaba con una ventana por la que escapar. Se intentó mover pero no hacía más que rozarse con el grandote y con una de las mujeres al pasear de un lado a otro, intentando pensar.

¡Maldita sea!

Apretó las manos enguantadas con verdadera desesperación. 

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02/05/2013, 21:38
Lidia Stanford

Esucho los golpes de fondo y examino más de atentamente la celda...vamos algo para abrir esa cerradura..-Pienso y busco de nuevo, alzo la vista en busca de algún guardia.

 

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02/05/2013, 21:39
Lidia Stanford
Sólo para el director

master debo tirar algun dado para buscar objeto...

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02/05/2013, 21:52
Edward Lefevre

Parece que la fortuna tampoco esta del lado de nuestros captores, reconozco muy bien el sonido del cañón de un barco. Ahora solo resta que el dulce destino haga el resto- Alegremente comienza a retroceder y apoya su espalda en la pared que da contra la celda continua, procurando alejarse de la pared exterior y las rejas. 

C'est la vie...  

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02/05/2013, 22:12
Director

Tira 4 dados y guarda 3, recuerda poner que exploten los 10's. Tirada oculta.

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02/05/2013, 22:23
Eskjö Hrafnsön.

De repente empiezan a sonar cañones del exterior. Alguien está atacando la ciudad. "Con suerte, quizá sea mi capitán, que se habrá enterado de que nos van a colgar o algo. Eso facilitaría mucho las cosas ya que podríamos escapar de la ciudad en su barco, y sería más difícil que perseguirnos por tierra." 

Me limito a echar un vistazo al exterior de la celda una vez más. No se me ocurre una forma de salir de la celda, y aunque haya un ataque, si no se abre una salida en la celda, no podremos escapar de este maldito sitio. Con suerte, alguna bala perdida impactará en la celda y nos proporcionará un modo de salir, pero eso es demasiado suponer. Y en ese caso, sería mejor que la bala de cañón no impactase contra ninguno de nosotros, o tendríamos un problema.

- En efecto, parece el sonido de los cañones de un barco. Haríamos bien en tirarnos al suelo y cubrirnos la cabeza, ¿sabéis? Y a ser posible apartarnos hacia un lado como ha hecho Edward. Si alguna bala pasa por aquí, no queremos estar en su trayectoria. Ni tampoco que ninguno de los escombros que provoque el impacto de la bala nos golpee en la cabeza. - Comento a modo de observación. A continuación, me tumbo yo mismo en el suelo y cubro mi cabeza con mis brazos, intentando protegérmela lo mejor posible.

Con suerte, alguna bala abrirá hueco en la celda, o tirará la puerta abajo. Si no, lo único que queda esperar es que vengan a buscarnos para trasladarnos a una celda con mayor seguridad, y atacar al guardia sin dudarlo.

- Manteneos alerta por si oís pasos viniendo hacia aquí, en ese caso lo mejor será levantarse rápidamente para cargar contra el que abra, pero permaneciendo igualmente cerca de las paredes laterales.

"Si todo va bien, saldremos de aquí y veremos salir el sol mañana."

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02/05/2013, 23:31
Lidia Stanford
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Motivo: Salvavidas xd

Dificultad: 0

Tirada (4): 1, 9, 1, 6

Guardados (3): 9, 6, 1

Total: 16, Éxito

Notas de juego

Así bien?, nunca he usado este método.