Partida Rol por web

El jinete se hace con las riendas de su caballo y se aleja al trote hacia el sur.

A trompicones Forad atraviesa el murete y se dirige con ansiedad hacia Faldoras.

-Padre, ¿que te han hecho? - Dice mientras acuna la cabeza de Faldoras en su regazo y trata de ver si hay algo que pueda hacer por él.

Forad
Con sumo cuidado restañas la herida de la cabeza de Padre. Para ello usas tiras de lino arrancadas de la camisa que lleva debajo de la cota de malla. Es tan sólo un apaño temporal, que evitará que se desangre hasta la muerte.

El gordo Dolid hace un gesto de cortarse el cuello a Kanlil.
-¡MIERDECILLA, ESTÁS MUERTO!
Sigue al trote a Amil.

Kanlil sigue solícito las instrucciones de su maestro. Corre hasta donde están los dos cadáveres y vuelve tras registrarlos rápidamente.
-Maestro, esos dos no tienen más encima que sus armaduras y armas, como el escudo de Faldoras está roto he cogido el de uno de ellos, aunque no creo que les haga mucha gracia, ni a los Exaltados ni a Faldoras. El resto pesa mucho para llevarlo con nosotros. Supongo que sólo habían salido del pueblo para atacarnos, por eso no llevan más. A los caballos no me he acercado, no creo ser el más apropiado para esa tarea... de todas formas no les he visto alforjas, quizás sólo tengan la silla de montar.

Faldoras
Abres los ojos volviendo de un sueño negro como la muerte. Parpadeas, tienes a un tipo de rostro afilado por el hambre y cubierto por sucias greñas cogiéndote en brazos. Te encuentras medio desvanecido, al borde de la inconsciencia.

Werter no puede evitar soltar una carcajada al ior llamar madre a Ankor, que imaginación tiene el loco este.

Ja ja ja...

Tras eso y al ver que nadie se ocupa del único caballo en buen estado, me acerco e intento calmarlo y cogerlo de las riendas para llevarlo junto a Faldoras

Tambaleándose Forad se dirige hacia faldoras de nuevo.

- Madre, ayudame. - Dice refiriéndose a Ankor.

Sus brazos comienzan a moverse de nuevo y su boca emite balbuceos que parecen palabras.

Ajeno a las múltiples escenas mágicas que se desarrollan a su alrededor, Ankor se centra en encontrar algo que le sirva para desarrollar su idea de entablillar la pata de Mordido. Si, yo creo que con eso podria aguantar y si no, no perdemos nada. Veamos que podría usar. Ankor da vueltas y mira en todas las direcciones... Mmm, ya lo tengo, las lanzas de los Exaltados, con eso será suficiente para una pata. Y para que todo quede bien sujeto... Ankor se acerca a uno de los caballos caidos, saca su cuchillo y corta las tiras de cuero de los enganches de la silla de montar. Perrrfecto...
Tras recoger los trozos de madera necesarios y adaptarlos a las medidas de la pata de mordido comienza el entablillamiento.

Forad
Has conseguido sanar la herida de Mordido. Tambaleando y patidifuso te alejas de él, contemplando la incoherente escena de destrucción que te rodea, donde tu madre brega con el caballo que sanaste mientras tu padre se retuerce de dolor por el suelo. Te cuesta aferrarte a una realidad tan ostentosamente imposible.

Sortien
La ayuda del bueno de Kanlil no te aporta nada. Es más, los nervios combinados del propio Kanlil con los del caballo dificultan que puedas tirar de las riendas y llevarlo a algún sitio. Sin Kanlil podrás llevarlo más rápidamente hasta el camino.

Ankor
En tus tejemanejes con la pata de Mordido te queda una de las tiras de cuero muy larga, colgando, con lo que podría pisarla al galopar con la otra pata. Sin pararte a pensar que el entablillado no está hecho para que el caballo galope, sacas de nuevo tu cuchillo y cortas la tira con tan mala fortuna que se te va la mano y tajas horizontalmente la pata de Mordido. Debes pillar alguna arteria importante, por que la sangre mana de la herida con abundancia. Mordido da un prolongado relincho y luego se alza sobre sus cuartos traseros encabritado; un animal de su corpulencia es algo temible, por lo que te echas hacia detrás inconscientemente.

Kanlil dejalo!! ve mejor a ver que ha hecho la madre del loco, anda...
Y diles que se den prisa que nos vamos!!

Acordándome cuando robé los caballos de Tuhedo para rescatar a mi difunto primo, los cautivé, y ahora intento hacerlo como aquella vez hace más de 20 años.

JODER, mierda, deja de moverte maldito animal Ankor rueda hacia un lado cuando ve llegar la pata de mordido. Me estais poniendo nervioso, joder, ¿qué me estas diciendo de madre ni de padre ni de abuelo...? Habla para que te entendamos todos o si no cállate. Ankor se lleva las manos a la cabeza. La cagué!!! coño, me he cargado al puto caballo. A la mierda con él y con todos los putos Exaltados. Grita Ankor a viva voz mientras se aleja del pobre Mordido.

Ankor
A primera vista, disciernes que Mordido porta:
Lanza de Torneo 3.5 (caballo)
Arco Corto 0.5 (caballo)
20 flechas 1 (caballo)
Mochila (10/10) 2 (caballo)
Saco (20/20, lleno de comida) 1+10 (caballo)
Pellejo 20L 23 (caballo)

La noche se cierne rápidamente sobre vosotros, azuzada por la sombra que proporcionan las nubes. El aguacero va en aumento y pronto estáis calados. Sortien echa la capota a Faldoras por encima y lo mira preocupado; en su estado lo que necesita es una cama caliente y reposo, no esto. Ankor ve que, en contra de las previsiones de Faldoras, habréis de hacer noche en Esquina de Gunjen y no en Caminocorto. Kanlil calcula mentalmente que los exaltados podrían alcanzaros nuevamente en una hora o a lo sumo dos si se lo proponen.

Ankor
Observas que la mejor forma de acercarse a la granja es aprovechar el canal de agua que cruza las tierras de la alquería, ya que el abundante agua que corre por el canal borrará el rastro que dejéis. Por desgracia, deberás borrar el rastro que ha dejado Kanlil al cruzar por la zona de barro que hay entre las edificaciones y el camino.

Kanlil, al ver que al parecer no hay señales de vida, se acerca prudentemente hasta la granja, intentando aún así no meter nada de ruido. El barro obstaculiza su avance, pero decide seguir adelante.