Partida Rol por web

Lilly clava sus ojos gatunos en Hollan, mostrando una mirada severa - No soy ninguna doncella a la que haya que proteger de los males de este mundo - dice en tono arisca - Probablemente habré visto más muertos en mi vida que tu, muchos de ellos pasados a cuchillo por estas manos. Si necesitas soledad para hacer tu peligroso conjuro, te la daremos, pero no sin antes ver con mis propios ojos lo que ha pasado allí  sin que tu magia altere nada.

- Ya te dije que me salvó la vida de una enorme araña.- Le dijo al mago con un tono de "te la has buscado".- Vayamos pues a verlo. Después te dejaremos solo, pero si necesitas de los polvos que yo he pagado tendrás que dejarme ver qué es lo que haces con ellos.

Ante la reprimenda, no puedo sino reaccionar alzando las manos y bajando la mirada, ligeramente dolido. -Disculpad mi mala elección de palabras, señorita. Es muy posible que lo que digais sea cierto, pues antes de salir en este viaje los únicos muertos que había visto se encontraban quietos en una mesa de disección. Razón por la cual lo visto en la colina me afectó tanto, y no deseo sino traer bien y el descanso a los muertos. -Esbozo una ligera sonrisa de tránsito rápido, sin saber muy bien cómo actuar. Luego dirijo mi mirada a Loto y asiento ligeramente, aceptando sus condiciones. Solo confío sobremanera no tener que recurrir a ellas, y que con mis parcas provisiones de polvo sea más que suficiente. Así pues, ahora solo queda partir y que Ralph confirme que nos acompaña, ya que la mujer está tan empeñada en subir y verlo todo por sí misma.

- Entonces no se hable más - comenta Lilly levantándose del taburete, tan rápida que lo vuelca - Pongámonos en marcha.

Ralph os mira con cara de resignación y, tras dejar unas monedas en la barra, sigue a Lilly y os hace un gesto con la mano para que salgáis de la posada.

La chica gato abre la marcha, caminando rápidamente. Su silueta esbelta y su movimiento grácil contrastan con el gesto de su cara, rabiosa, a punto de estallar en lágrimas en ocasiones, pero antes de que eso ocurra traga saliva y se mantiene firme. - Más rápido - os azuza para que sigáis su paso, dejándoos deja sin aliento.

Sobre la cima de la colina veis el edificio semi-derruido que hasta hace poco había sido la guarida de los "Guerreros del Amanecer". Lo que todavía se mantiene en pie es la muralla exterior aunque con un hueco importante en el lugar donde alguna vez hubo un portón para dar paso a los visitantes. Al cruzar la muralla divisáis el antiguo edificio de dos plantas, ahora calcinado hasta los cimientos y desmoronado, en una montaña de ruinas.

Lilly emite un grito ahogado cuando un grupo de cuervos sale en desbandada, dejando tras de si un espectáculo horrendo que Hollan y Ralph ya habían visto el día anterior. Dos cabezas clavadas en picas. Tras la visita de los cuervos los restos cadavéricos están más irreconocibles que el día anterior, con jirones de carne pútrida y desgarrada colgando...

- Creo que voy a vomitar - dice el mediano, dándose la vuelta rápidamente para que no tengáis que ver cómo el desayuno que había tomado sale regurgitado de su cuerpo.

Ante el ímpetu de la jovencita y la resignación de Ralph, aseguro el peso de mi petate a la espalda y presto me encamino hacia la puerta. Cuánta P. pienso para mí, en un impulso extraño y sin saber por qué. A partir de ahí, la caminata se torna cuesta arriba y si no fuese por el hecho de ir caminando con mi vara no creo que hubiese logrado llegar a la cima, con el ritmo impuesto por la niña con prisas. Y al llegar arriba...

Al llegar arriba, lo primero que hago es detenerme a coger aire y descansar las a cada paso más pesadas piernas. Suelto y atrapo el aire varias veces, y cuando ya me siento algo recuperado, alzo la vista hacia el hogar que ya he contemplado destruido, no pudiendo más que imaginar ligeramente cómo habría sido intacto, y la sensación de desolación que tiene que tener Ralph dentro. Camino el último, detrás del resto, apoyándome y preparándome para el horror que aguarda. Y que sin el escenario de las llamas danzando detrás, es casi incluso hasta peor, con las cabezas atravesadas por las picas y dejadas ahí. Si acabase de desayunar, probablemente estaría haciendo lo que Ralph. Tuerzo el gesto a ambas cosas, casi sin quererlo.

-Si... si me dejais ya, sería mejor quitarlas de ahí... -digo avanzando tientamente hacia las dos picas, aguantando las nauseas como puedo ante el olor de la putrefacción y la carne desgarrada. Será porque he olido peores cosas en las prácticas con fluidos y en alquimia, pues creo que si no este acto me sería imposible. Le dirijo una mirada a Lilly antes de seguir avanzando, esperando contar con su permiso... y necesitado de actuar pronto, aunque no lo desee. No quiero continuar viendo a Ralph, ni tampoco a ella, en un estado así. Y mi arte es la mejor manera de remediarlo.

Loto permanece estoico con el rostro serio. Con una mano coge el extremo de la capa y se tapa la nariz y la boca con él.

- Acabemos rápido con estoy y...- Se quedó mirando las estacas con las cabezas cercenadas clavadas en ellas.-...y demos sepultura lo antes posible a los cuerpos.- O lo que queda de ellos. Se quedó cerca de Lilly pror si necesitara su apoyo. Decidido a solucionar todo aquello y, con esperanzas en el trabajo del hechicero, Loto se introdujo en el derruido edificio para tener una visión de su interior antes de que el mago hiciera nada.

Lilly se acerca a Hollan, secándose las lágrimas de los ojos - Está bien, mago. Haz lo que tenga que hacer. Nosotros enterraremos lo que queda de nuestros compañeros y buscaremos alguna pista por los alrededores. Ralph, Loto, acompañadme, por favor.

Loto desde las ruinas del edificio no advierte nada que le llame la atención. Piedras, cascotes y madera quemada son una masa ruinosa a sus pies. Lilly y Ralph salen del recinto, atravesando las murallas, dejando que Hollan pueda hacer su trabajo sin ser molestado.

Le picaba mucho la curiosidad por lo que pudiera hacer el hechicero allí dentro, pero no iba ponerse a ponerse a la altura de los vulgares espías. Él no, pues él era el Portador de Anturio. Decidió rebuscar un poco en los alrededores en pos de Lilly. Algo frustrado al no conseguir nada decidió cantar un precioso requiem pero la solemnidad del instante, con aquellas cabezas en las picas, le quebró la voz y no consiguió afinar nada bien. Miró a Lilly con cierta vergüenza.

- Perdonad.- Carraspeó para aclarar la voz.

Aunque el olor no es agradable, y la sensación tampoco, hago lo posible por trabajar con lo que hay, procurándole ambos craneos tras despejar a los cuervos... y agradeciendo el grotesco favor que me han hecho estos carroñeros al permitirme apropiarme de algo de lo poco de carne que queda del guerrero y el mago de la compañía del Amanecer. Les dejo ambas a la mujer gato cuando se acerca, procurando minimizar el impacto de tenerlas cerca aunque sin mucho efecto, y luego tras avisarles de que me puede llevar un rato muy largo avanzo entre las ruinas una vez el elfo ha salido, contemplándolo todo y procurando saber lo que pudo haber ocurrido antes de que todo se desplomase. La búsqueda no dura demasiado, y una de las cosas que sí extraigo es un sitio cómodo donde iniciar la preparación del conjuro, y así me pongo lentamente a trabajar.

El polvo se esparce con suavidad, utilizando la cantidad mínima y exacta que mi grimorio, que siempre me acompaña, me indica tanto en posición como en forma. Quizá fuese posible trabajar con menos tiempo, menos recursos y menos material, pero normalmente la magia hay que hacerla como se marca, y en cualquier caso no conozco otro conjuro. Así que, usando también lo poco que tengo del guerrero, me preparo para Hablar con los muertos, y así descubrir lo ocurrido. En realidad, me gustaría traerlos a ambos y poder preguntarles a la vez, pero ni creo que sea capaz, ni sé si es una buena idea invocar a dos almas al mismo tiempo. Porque es cierto que el hechicero comprenderá mejor el esfuerzo que hago, pero no sé si lo aceptaría con buenos ojos, y el guerrero quizá tampoco, pero su desconocimiento seguro que es mayor y sin embargo sabrá de lo que ahora quiero informarme, que es sobre el enemigo que ha propiciado esto. Y en términos de lucha, los cabezahuecas suelen saber más...

Y sin embargo... sin embargo nada funciona nunca como uno querría.

Cuando terminas de realizar el ritual sabes que no ha salido bien. Pero a pesar de que no debería pasar nada, un viento gélido empieza a removerse en torno al círculo que has dibujado en el suelo con los polvos mágicos. Los polvos se levantan en remolino, girando cada segundo con más fuerza y jirones de niebla y sombras empiezan a tomar la forma de una horripilante criatura con ojos rojos que clavan en ti y parece no tener muy buenas intenciones...

Lilly y Ralph clavan sus miradas en ti. No es el mejor momento para entonar una canción - replica el mediano.

Lilly por su parte intenta fijarse en el terreno, buscando alguna pista, algo que le llame la atención, pero emite un suspiro de resignación - Esto es inutil - dice abatida - Cuántos días habrán pasado? Si había alguna huella que nos indicara a donde huyeron los bandidos que hicieron esto, el paso del tiempo la ha borrado. 

- Bueno, yo he visto a nuestro amigo mago en acción, gatita. Si dice que puede aclarar lo que pasó aquí, estoy seguro de que lo hará - dice Ralph, intentando animar a Lilly, forzando una sonrisa que ni él mismo es capaz de sacar a relucir.

 El bardo se acercó a lilly para posar su delicada mano en su hombro como señal de apoyo.

- No nos queda otra que confiar en los poderes de ese hechicero.- Por el tono Loto dejaba entrever que no se fiaba demasiado de sus habilidades, aunque no las conocía como para saberlo con certeza. 

Un frío glacial proviniente de los más profundos confines de la magia me hiela el aliento y hace que rápidos escalofríos recorran mi espalda mientras los polvos mágicos se arremolinan formando una figura dentro del círculo de convocación. Sin embargo y como ya me había temido, la criatura no se parece en absoluto a un guerrero humano, ni tampoco al mago con que podría haberme confundido, pero en última instancia ser algo similar. No, la criatura, la abominación, es algo más, y actúo en cuanto veo sus rojos ojos apuntar hacia mí, pues es posible que no quede mucho tiempo.

-¡Criatura espectral, tu presencia no es bienvenida aquí y mis ligaduras te atan! -Grito en un lenguaje que sé ambos conocemos, pues como no-muerto es su lengua materna y yo he aprendido suficiente. Ni siquiera hay tiempo para sentirme nervioso o tímido, pues no es una criatura mortal ni cualquiera. -¡Has entrado en una invocación que no te pertenecía, y las reglas de la magia te impelen, pero soy generoso y no busco tu sumisión! ¡Márchate ahora, trae al espectro correcto o te someteré a que respondas a mis preguntas! -Y entonces, mientras levanto el libro en alto y apunto al espectro con mi bastón, convoco todas las fuerzas de mi grimorio para la expulsión de tal ser. Pues aunque mis palabras son grandilocuentes, uno nunca sabe a qué atenerse con las directrices del mundo de la magia.

Con una risa gutural, como salida de la más profunda y oscura caverna, el espectro se abalanza contra ti y te agarra del cuello. Sus gélidos e insustanciales dedos se clavan en tu garganta y se aferran fuerte, cortándote la respiración por un momento - No tienes poder sobre mi, criatura - dice con su voz aterradora en el lenguaje de los muertos, echándote su frío aliento a la cara. 

Después te lanza como si fueses un muñeco de trapo y caes de espaldas al suelo un par de metros más allá. El golpe te deja sin aliento en los pulmones y desgarra un poco tu túnica...

Mis vanas palabras se quedan en poco más que eso. El espectro, ignorando del todo mi pequeño círculo de invocación diseñado para mantener al ser traido dentro, sale fuera y me lanza de un empujón contra parte del moviliario ya destruido, haciéndolo añicos y aplastándome contra él, lo cual me hace soltar un pequeño grito ahogado. Pero no hay tiempo que perder, y aprovechando la distancia que nos separa, me levanto mientras sujeto con fuerza mi bastón, apuntándole con él.

-¡No tendré poder, pero sí tengo la furia! ¡Espectro indeseado, abandona este mundo! -Le respondo. En la punta de mi arma se forma una chispa, y al momento siguiente un cono de electricidad se abalanza sobre el monstruo. No sé si los daños físicos, aunque él pueda aprovecharse de ellos, funcionarán con él. Pero la magia lo ha traido, y si es menester, será la misma magia la que lo devuelva al otro lado del que provino.

Tu onda eléctrica surge de la punta de tu bastón y se dirige hacia el espectro, obligándole a retroceder y haciéndole daño. El enemigo no se amedrenta y contraataca. Sus ojos rojos brillan fuerte y, tras abrir la espectral boca, un gran rugido perfora tus oídos, hiela tu sangre y atenaza tu corazón...

La espera parecía no tener fin. Fuera lo que fuera lo que estaba haciendo el mago estaba tomando demasiado tiempo y eso pone de los nervios tanto a Ralph como a Lilly, que dan vueltas sin parar a tu alrededor.

- ¿Por los dioses, qué estará haciendo ese condenado mago? - pregunta Ralph cuando un estridente grito de ultratumba, procedente del interior del recinto, llega hasta vuestros oídos. Lilly y el mediano te miran con preocupación...

La espera se le estaba haciendo eterna. La situación de la muerte de los aventureros era algo realmente incómodo. Ahora que se había acostumbrado a la jovialidad de Lilly  no le gustaba tener que andarse con miramientos, aunque se le diera bien interpretar. Un grito helador salió del interior de la casa. Seguramente el mago hubiera tenido éxito.

- ¿Habrá tenido éxito?.- Tenían que averiguarlo pero quizás fuera demasiado para aquellos dos. Lo que vieran en el interior podría impactarles, por lo que se ofreció a investigarlo él mismo.

- Esperad aquí. Si necesito ayuda os avisaré. Voy a ver qué esta haciendo ese hechicero. -Le lanzó na mirada de desconfianza a Ralph pues era el que más conocía a Collan. 

¿Será de fiar?

Se acercó a la casa y trató de escuchar qué sucedía en el interior.

Conseguido mi impacto, me crezco irguiéndome en toda mi estatura y preparado para más. Esta situación solo me recuerda que bien debería protegerme en el futuro contra las intromisiones indeseadas, pero esto parece ya listo para sentencia. Y entonces el espectro vuelve a alzarse, ni atacarme directamente ni nada, sino esos ojos, y esa voz, ese grito agudo y perforante...

Ese grito es mío, al contemplar los insondables abismos que se abren más allá del reino de los muertos, mientras el grito de banshee de la abominación me aprieta el corazón durante un instante, permitiéndome así dar paso a la sensación que tengo dentro y que me atenaza con desmesurada fuerza impidiéndome hacer otra cosa que retroceder, que tratar de alejarme del espectro hasta que pueda volver a combatirlo, cosa que ahora mismo se me antoja imposible.