Partida Rol por web

Llegais a las lindes del pueblo, el sonido del crepitar de las llamas se apaga poco a poco. Huele a carne y madera quemada, se escucha crujir alguna casa al derrumbarse. El poblado lo conforman unas casas de madera con techo de paja embreado, en el centro de la plaza central se alza un templo de piedra que permanece intacto. A simple vista no veis movimientos extraños en ningún sitio.

Hay varios cuerpos, mutilados, en el suelo. Unos cuervos observan la escena en lo alto del alero del templo. Es una escena terrorífica. Jimmy gruñe con desconfianza tras oliquear el aire.

Blur, Sir Erik y Jimmy se acercan a las lindes del poblado. El resto esperais pacientemente junto a la carreta, Svein permanece consciente y empieza a recuperarse. En el interior del carromato encontrais grandes cantidades de raciones de viaje y un par de armaduras y armas. Véis a lo lejos como una casa se derrumba consumida por las llamas. Los cuervos se las promenten felices con el banquete que les espera.

Empuño fuerte mi espada y preparo mi escudo: "Ten cuidado, bárbaro. Aún no sabemos si el enemigo se ha retirado" En su interior contuvo el dolor y la tristeza de ver esa gente mal trecha. Pero primero estaba castigar al mal, luego cavar tumbas y por ultimo bendecir a estos desafortunados para que puedan ir con sus antepasados.

El mal desborda el poblado, solo el templo parece un remanso de paz.

Cáledan estaba profundamente angustiado por no poder acompañar a sus amigos en la expedición, y más aún por separarse de su querida mascota; pero dado su estado, era lo mejor para el grupo. Cuando detuvo la carreta, el explorador se puso a rebuscar entre el contenido que había en ella, moviendo con cuidado las piezas metálicas e intentando no hacer mucho ruido. Si encontraba algún armamento de calidad lo separaría del resto, pero estaba buscando algo más práctico, quizás algunas vendas, algo de alcohol o cualquier instrumento que les ayudara a solventar o amenizar su precaria situación.

Encontrais 157 raciones de larga duración (157/5= 31 días de viaje), hay una armadura de bandas (CA 4) y una cota de escamas, encontraís una lanza de gran calidad (+1 al daño) y una espada a dos manos de gran calidad.

Cáledan no encontró lo que buscaba, "Bueno, a caballo regalado ..." pensó, y acto seguido se lo enseño a sus compañeros diciéndoles en voz baja:

- ¿Alguien necesita algo de ésto? - preguntó indicándoselo con la mano - yo no lo necesito, aunque creo que algo de este equipo le habría venido bien a nuestra avanzadilla.

Luego, tras una pausa en la que Svein y Baern observaban el armamento continuó diciéndoles:

- Teniendo en cuenta mi estado y el del guerrero, creo que deberíamos limitarnos a observar. Si quieres adelantarte un poco Baern, hazlo, pero no te alejes demasiado. 

Puedes intentarlo con una tirada de destreza con un +2 (las tiradas contra los atributos son por debajo del mismo)

Para eso necesitarias sacarme una tirada de rastrear y otra de sabiduria, la carreta la encontro Blur cuando fue a mirar al lado del camino contrario de donde salido al necrófago.

Cáledan estoy conteniendome para no salir a por los enemigos con Sir Erik y Blür, aunque no lo parezca, juré combatir las fuerzas del mal, y lo seguiría jurando. Luego miro a los objetos. Mucho me temo que lo único que sacaremos de aquí será la comida, supongo que ambas personas se llevarán una grata sorpresa.

Mmmm el rubiales está nervioso, habrá que andarse con mucho cuidado. Apunto estuvimos de reunirnos con nuestros antepasados en el camino, y sólo era un no muerto. Dónde se metería el resto? juraría haber escuchado a mas de uno.

No te preocupes, Erik. En mi tribu no tememos a la muerte, pero tampoco corremos hacia ella.

Esperemos que los dioses de la luz, estén con nosotros en este sitio tan sombrío.

Blür, se ajustó la jabalina a la espalda y sujetó con firmeza el espadón recién adquirido.

El explorador intentó averiguar de donde procedía la carreta, para saber si intentaba llevar armas al pueblo o intentaba sacarlas, pero el rastro continuaba bastante lejos de su posición y no quería alejarse tanto, así que desistió.

Luego respondiendo a Baern le dijo:

- Te entiendo amigo, a mi también me atormenta la idea de dejarlos solos, pero si te vas, Svein y yo lo tendríamos realmente difícil si algo nos pasara, así que agradecemos que te quedes, por si te consuela en parte.

Mientras observaba el entorno, decidió que la mejor manera de ayudar a su equipo era intentando llegar a una posición alta en la que pueda ver más distancia y desde la que pueda usar su arco, por lo que le dijo al guerrero y al mago:

- Compañeros, voy a intentar subir al árbol, a ver si puedo ver algo más desde ahí arriba - decía mientras sacaba la cuerda de su equipo y se disponía a usarla para trepar.

Al principio parecía que conseguiría llegar a una rama alta y rígida, pero cuando estaba a la mitad de su recorrido, su herida le pasó factura, dejándole claro que no debería intentar tales cosas en su estado. Por lo tuvo que soltarse y afortunadamente no tuvo una caída brusca, pero la mueca de dolor de su rostro reflejaba que había sido una mala idea. No obstante el orgullo del explorador estaba muy deteriorado tras sus últimos actos (la herida, su parálisis, su segunda parálisis, su imposibilidad de internarse en el pueblo, su fracaso siguiendo el rastro de una simple carreta, y ahora ésto), definitivamente su opinión de sí mismo estaba muy decaída, y no iba a permitir que su maldita herida le ganara otra vez; no obstante tampoco era tan irreflexivo, por lo que le dijo a Baern:

- Baern, ¿te importaría echarme una mano?, ésta herida no me deja hacer casi nada, y si me subo ahí arriba al menos podré usar el arco sin que tengas que protegerme cerca - le dijo con una mirada, que indicaba que aquello era más por orgullo que por ser de utilidad al grupo.

Claro que te ayudo Baern, pero se me a ocurrido una cosa para que te sea más fácil subirte a esa rama Pongo la carreta debajo del árbol y aparto los enseres que había en ella a una esquina porseacaso. Si quieres, puedes subirte a esta carreta, por lo tanto tienes una mayor altura para escalar, y si encima de eso, te ayudo a subir, no tienes que preocuparte porque a penas tendrás que hacer un esfuerzo, lo cual viene bien, porque es mejor que no te esfuerces mucho, no vaya a ser que se te abra esa herida. El cementerio está lleno de valientes, pero también de orgullosos.

Tras observar el lugar, digo: "Al parecer el único lugar protegido por los dioses es aquel templo. Pero el mal se encuentra a nuestro alrededor. Es mejor que estemos alerta!" Tras decir eso me pongo a observar el estado de los cuerpos muertos. No sea cosa que los mismos hayan sido ya corrompidos y vuelvan a la vida como zombis!!!

El pueblo parece en calma, nada se ve moverse por allí. Las llamas se van apagando y la quietud es la tónica predominante.

El explorador agradeció la ayuda de su compañero, aunque algo disgustado por verse necesitado de pedir tales favores:

- Muchas gracia Baern, con tu ayuda y el carro no creo que tenga problemas. Perdona mi temeridad, pero tenía que hacer algo, no podía quedarme parado, al menos ahora me sentiré algo más útil. Si veo algo sospechoso os aviso, tendré mi arco listo por si se acerca cualquier enemigo. 

Dicho esto, se apresuró a subir a una rama segura y echó un vistazo hacia el poblado y los alrededores, a ver si desde la altura podía sacar algo más en claro.

El humo de las casas no te permite ver nada de nada.

- No consigo ver nada con el humo Baern, pero seguiré atento por si el viento lo dispersa o percibo algo.

-Si queréis que me muera poco a poco, lo estáis consiguiendo perfectamente!- gritó Svein al experimentar tanto ir y venir de la carreta, con los correspondientes golpes y traqueteos que su cuerpo recibía.

Algún otro gruñido e improperio salió de su boca, pero el norteño apretó los dientes sabiendo que su estado no era el deseado y que aún debía recibir la ayuda de sus compañeros. Y eso lo sacaba de quicio!

-Qué demonios!-masculló- Estoy harto de hacer de paciente...

Acto seguido, y ayudándose de su espada a modo de bastón, salió del carromato para dar unos pesados pasos y estirar su magullado cuerpo.

-Buena idea Cáledan. En caso de ver algo extraño, danos la voz de alerta.

Caminando alrededor de donde se encontraba el trio, Svein intentó realizar una segunda inspección esperando obtener alguna idea más clara de lo sucedido. Quién sabe, puede que un viejo y moribundo guerrero mercenario aún fuera de utilidad al grupo...