Partida Rol por web

Sin ataduras, ni obligaciones. Ibas de un lado para otro con tu moto, a donde te daba la gana, bebías lo que te dabas la gana y te follabas a quien te daba la gana. Sexo, Drogas y RocknRoll. Una empresa de trabajo temporal te iba llamando de diferentes lados para hacer chapuzas, cuando tenías dinero pasabas del trabajo y cuando necesitabas acudías a hacer lo que hiciera falta.

No eras un tipo de estudios pero tenías buena actitud en el trabajo o de lo contrario no llamarían a un tipo como tú. La última llamada fue para una urbanización al sur de california, tardaste unas horas en llegar y preguntar por LightBioLabs. No tenías ni idea de qué tenías que hacer pero allí estabas, frente a un edificio de dos plantas donde se podía leer el letrero verde ligeramente luminiscente a las luces del alba, eran las 7 de la mañana y te daba un palo tremendo estar allí

Aparcaste la moto fuera y bajaste una rampa a un garaje, desde el garaje habían unas puertas de seguridad al identificarte un tipo a tu lado te tendió la mano. - Yo soy Freddy, te han llamado para estar conmigo hoy – El tipo era alto y tenía cara de pocos amigos – Más te vale poner atención y ser útil barbas.

Asentiste... en un bar le hubieras cosido a guantazos pero aquí debías callarte lo que pudieras.... si podías... y cuanto pudieras. El tipo llamó a un tal Stan que abrió las puertas y pasasteis. Usaba una targeta magnética para abrir todas las puertas y mover los ascensores.

Espera aquí – Te dejó en una cafetería llena de médicos que pasaban a por sus cafés y desaparecían tras intercambiar unas palabras. El tal Freddy no tardó nada en volver con un uniforme de trabajo de mantenimiento – Andando. Subió al ascensor al que seguiste y tras pasar la targeta picó a la planta -5

Se me hace tarde, o temprano según se mire.

Me jode largarme estando de juerga, pero es la que toca.

Sin dormir, sin ducharme y aun medio borracho me dirijo a mi nuevo trabajo. Un laboratorio o algo así, bueno ya lo veré cuando llegue.

Me concentro en manejar correctamente y evitar parecer borracho y que me paren, además los oídos me pitan y la boca la tengo seca, hace mucho que dije que no volvería de reenganche el trabajo. Es lo que tiene no cumplir la palabra, que después se sufren las consecuencias.

Llego al lugar y en la misma puerta me encuentro con el sujeto con el cual debo trabajar. No le entiendo ni papa de lo que me dice, mis oídos aun me pitan, simplemente asiento y le sigo.

Estoy deseando ir a un vestuario a cambiarme y poder beber aunque sea directamente del grifo.

Dios que puta resaca.

El ascensor se abrió frente a unas cortinas de plástico tras éstas había mucho ruido, un par de perros ladraban y intentaban jugar en un par de jaulas asustando a un mono cercano. Algunos animales más estaban allí encerrados y un par de científicos levantaron un momento la mirada antes de volver a sus microscopios y a unos botes en los que añadían cosas antes de volverlos a poner bajo el micro-objetivo.

Tan solo seguiste a Freddy, que cruzó la sala de un lado a otro. Te quedaste unos instantes mirando al mono y Freddy te dió una palmada en el hombro. Eh barbas, espavila, por dios ¿Vas drogado? Por aquí ven

El laboratorio daba paso a un enorme almacén más grande que el laboratorio en el que cajas y cajas se apilaban por todas partes. La mitad del almacén estaba bien iluminado pero el resto estaba en penumbras. Al final de éste habían unos motores que hacían un ruido escandaloso - Es el sistema de aire acondicionado, tengo que cerrar la ventilación de la planta -4 y necesito que aflojes aquél tubo mientras bloqueo la salida de aire, si cuando lo desencajes sigue saliendo vuélvelo a encajar rápido ¿Vale?

Hau

Sigo al tipo y pasamos por una especie de laboratorio.

Todo normal, cientificos, microscopios, probetas y demas, nada que llamase mi atención.

Hasta que contemple unos pobres animales enjaulados. Unos perros ladraban en unas minúsculas jaulas metálicas y entre todo ese revuelo un pobre mono, al cual se le podía ver el miedo en el rostro, estaba asustado, muy asustado.

Pobre animal. Ahora mismo tiene un gesto tan humano que casi puedo sentirme reflejado en el.

Entonces al que sigo me da un toque y me dice que sigamos.

Eh barbas, espavila, por dios ¿Vas drogado? Por aquí ven
 

Me acaba de llamar barbas?

No quiero hacer una escena en el laboratorio delante de todos, le miro de manera despectiva y simplemente le sigo sin decir nada. Salimos del laboratorio y pasamos a lo que parece un almacén, entonces Fredd me da las indicaciones de trabajo a realizar.

Es el sistema de aire acondicionado, tengo que cerrar la ventilación de la planta -4 y necesito que aflojes aquél tubo mientras bloqueo la salida de aire, si cuando lo desencajes sigue saliendo vuélvelo a encajar rápido ¿Vale?
 

Ahora estamos solos o eso parece.

Oye espera un momento tengo una duda.  ¿Te quedo claro mi nombre?  Por que ni me llamo barbas, ni me gusta que me llamen barbas. ¿Vale?  

Y sin esperar su respuesta me giro y procedo a empezar el trabajo, no quiero discusiones pero no estoy para que me vacilen.

Intento centrarme en el trabajo, pero la falta de sueño y la resaca, me lo están poniendo difícil.

Pues no, no recuerdo que me hayas dicho tu nombre - Fredd parece que sabe lo que hace, puedes ver en él al típico currante que lleva aquí muchos años y se conoce los sistemas, es como si les susurrara y ellos le respondieran. Él dice estira, y el aire deja de salir cuando estiras de los tubos. Dice baja y el aire vuelve a salir. En menos rato del que esperábais da dos palmadas y señala los conductos de ventilación.

- Vale vale, vuélvelos a dejar como estaban, tendrás que atornillarlos otra vez

Aprovecharemos la jornada para revisar las entradas de agua. La otra semana con las lluvias se inundó toda la sala de la cafetería.

Pero antes de ir a por el agua qué te parece si te invito a un café, tienes una cara de necesitarlo...

¡LA PUTA QUE TE PARIÓ! - El grito viene del laboratorio, Freddy da dos saltos y tú un par de zancadas, uno de los científicos se empieza a cubrir el brazo derecho del que sale sangre, sin mucha fuerza y no en mucha cantidad. La otra científica se apura en acercarse a ayudarle, el mono, al que acababan de sacar de la jaula le ha debido dar un buen mordisco y ahora ha trepado por las jaulas hasta un rincón contra la pared desde el que empieza a gritar acobardado.

Odio trabajar con animales

Freddy le acerca una mano- ¿Necesitas ayuda o algo? - Pero los dos científicos niegan alegando poder apañárselas solos mientras vendan el brazo del muchacho de gafitas.

Terminais de atornillar los conductos y Freddy te da una palmada en el hombro- Venga barbas, subamos a la cafetería, ya lo cogerán. Luego volvemos a ver como se las han apañado estos frikis

Cita:

Fredd puede ser que tuviera razón, quiza no me haya presentado, asi es normal que no sepa como me llamo.
Maldita resaca, me esta matando

Me invita a tomar un cafe, la verdad que lo necesito, aunque no se si con uno me servirá.
Mientras me giro para presentarme formalmente algo sucede en el laboratorío.

Un encontronazo entre un animal y el ser enjaulado que vi al entrar, bueno, esas cosas pasan.
Acepto la invitación de freed y procedemos a tomar ese cafe.

Mark, me llamo Mark, le digo mientras le tiendo la mano para saludarnos de manera formal.

Fredd da un buen apretón a Mark y con un golpe en el hombro, que parece muy suyo, te señala la salida del laboratorio. Subís al ascensor donde Fredd pulsa la planta -3 tras pasar su targeta de acceso.

Aquello estaba bien iluminado, el único peligro era la alarma, que seguía sonando y hacía imposible escuchar más allá de una de aquellas estanterías. Sacas una caja y la abres, tubos de ensayo, otra, otra y otra. Gasas, herramientas de laboratorio, matraces. La dra Maã empieza a coger vendas y herramientas correteando detrás tuyo, su rostro es duro, más sereno que antes, mucho más sereno.

No encuentras nada especialmente útil, pero encuentras unas máscaras de filtro, como las que usaría un pintor que te llaman la atención. Te bloquearían el olor a sangre. Encuentras también unas tuberías y material de reparación....  una de esas gruesas tuberías de metal podrían aplastar mejor una cabeza que los bisturíes, dejarían KO al guardia más valiente.

Álex agradece algo de paz momentanea aunque sabe que no dudará mucho. También agradece que la doctora haya salido de su estado de trance y que le haya salvado la vida, aunque nunca se lo agradecería. Espera a que coja algunas cosas y observa si va a ayudarle a curarle la herida. Si más no por completo, podría tapársela y desinfectársela.

¿Qué está pasando aquí? Le pregunta algo apremiada y preocupada. ¿Por qué todas esas personas se han transformado en esas cosas tan feas? Pregunta. Si alguien sabía las respuestas era esa mujer, por eso la había salvado. Mientras espera respuesta la doctora empieza a curarla.

Encuentra ácido y unas jeringuillas. Un material difícil de manipular. Álex levanta una ceja. ¿Podrías meter algo de ácido en las jeringuillas y llevárnoslo como arma, no? Ya se estaba imaginando tirando jeringuillas de ácido a los pies de los monstruos, poruqe no pensaba acercarse lo suficiente como para inyectárselos.

La doctora la mira incrédula. Yo esos productos no los sé manipular. No son seguros. Dice rotunda.

Pues menuda médico de tres al cuarto estaba hecha. ¿No hay ninguna manera segura de llevarnos un poco? Le pregunta curiosa. No quería volver a dejar escapar ningun arma posible. Ella por si acaso, no soltaba la tubería que había encontrado.

Eso es muy peligroso - Señala Maã - No sueltes el frasco de la mano si lo llevas, si rompes el frasco estarás en un buen problema. Se dispone a curarte cuando a pesar de la alarma y gracias a la buena iluminación del almacén podeis ver como al final del pasillo en el que estais se ha detenido una mujer bastante grande en cuanto a tamaño. - ¿Qué... hacemos? - Pregunta Maã con las vendas en la mano

La mujer empieza a correr por el pasillo del almacén hacia vosotras a toda leche con la boca muy abierta. A pesar de que su gesto realmente hace parecer que se acerca a grandes zancadas pero éstas parecen algo ralentizadas, no sería difícil escapar de ella.

Huir. Dice corta y concisa Álex cogiendo el bote de ácido por si acaso y tirando de la doctora. Ni ella estaba en condiciones de enfrentarse a ese monstruo (por muy gordo y torpe que pareciese) ni veía a la doctora capaz de hacerlo, aunque gracias a ella siguiese viva. Así que la mejor opción era huir ahora que podían y reservar la granada ácido para algo de vida o muerte.

Le dice al a doctora que van a buscar un sitio seguro en el que pueda curarla porque si seguía perdiendo sangre acabaría por desmayarse. Así que le dice que coja el botiquín y que la siga, ella por su parte, con el bote de ácido en una mano, la bandolera con algunas máscaras y jeringuillas y la tubería en la otra mano sigue su camino. Con la pierna sangrando no llegaría muy lejos.

Correis por el pasillo, no escuchais a la mujer mutante que corre tras vosotros pero rápidos vistazos hacia atrás os confirman que continua su persecución. Entre estanterías huís en dirección contraria a la escalera, al final del almacén se ven dos puertas, una de ellas está muy empapada de sangre y frente a ésta hay una sombra detenida, mirando la puerta fijamente.

Al acabar las estanterías repletas de cajas de envases da espacio a este lugar frente a la puerta ensangrentada que la silueta custodia, es una puerta metálica con una pequeña ventana de cristal adornada por un símbolo de peligro biológico como los que advertían a la entrada del laboratorio. Maldito el día que te ha tocado venir, la última vez fué una loción para el pelo.... ¿Qué mierda era esta?

Un par de metros hacia el lado hay otra puerta, sólida y limpia sin señales frente a ella pero la silueta vigilante de la otra puerta os podría alcanzar si se percatara... aunque por ahora permanece quieta... impasible... embobada por lo que quiera que la tenga ensimismada.

Algo se cae de una estantería, la zombie mutante que os persigue se ha entretenido en algún lugar, pero no tardará en llegar también.

Álex observa la escena sigilosa. Entrega el frasco a la doctora y le hace una señal de silencio llevándose el dedo índice a los labios. Intenta fijarse bien en el hombre, ya que a distancia parece normal, pero cuando se acerca, se da cuenta de que tiene el cuello desgarrado y que la muñeca tan solo queda unida al antebrazo por un poco de piel. Intenta reprimir su sentimiento de asco y se acerca por detrás para propinarle un golpe con la tubería, que le acierta en la espalda pero que no parece provocarle ningun dolor.

La puerta. Le dice a la doctora señalando la puerta al lado de la que estaba ensangrentada. Necesitaban tener un sitio al que huir aunque no tuviesen ni idea de que había ahí dentro. Mira hacia la puerta ensangrentada. ¡Si hay alguien ahí, no estás solo y necesitamos ayuda! Grita hacia la puerta.

La doctora Maã hace un gesto de ir junto a ti contra el zombie pero finalmente se gira y va hacia la puerta, gira el picaporte y focejea - ¡Está cerrada! ¡¡Yuanchonchan!! - Busca algo a su alrededor pero está un poco nerviosa y el frasco en sus manos se agita violentamente, de no conocer su contenido nadie se preocuparía, pero claro... la doctora echa un vistazo a la parte superior esperando que no se haya derramado nada fuera del cristal.

El zombie, lleva un uniforme de seguridad, una porra cuelga de su cinturón, se gira hacia Alex mientras tuerce su gesto para dar un mordisco, se agarra a la tubería de Alex y empezais a forcejear hasta que se abalanza sobre la tubería y da un mordisco en la mano derecha a Álex, la sangre brota empapándote la mano y para evitar más daños apartas la mano dándole un empujón y liberándote de él, mantienes la tubería en tu mano izquierda pero apenas puedes cerrar la derecha, el dolor es insufrible y esa condenada alarma no deja de sonar.

El mutante mueve la mandíbula como si estuviera desencajada mientras coge la porra que cuelga de su cinturón con la mano que le queda.