Partida Rol por web

DJ

Año 2017 mexico capital

Eduardo de cinco años había ido como todos los Sábados a casa de su abuelo, le gustaba ir,  ya que tenía un montón de historias y artículos curiosos, cuando su padre le dejaba con el abuelito Matos el día se le pasaba rápido.

¿Abuelo que es esto? - Comente entrando en el despacho del abuelo, este se encontraba delante de una tablet sentado en un confortable sillón con una pipa sin encender en la boca, le encantaba leer noticias digitales sobre nuevos descubrimientos.

Estaba tranquilo mirando el periódico digital local cuando entro mi nieto, estaba haciendo de las suyas pues había ido a mi habitación, abierto el armario y cogido una caja de galletas metalica que tenía.

Suspire y se la abrí.

Pero de donde has sacado esto, lo tenia ya olvidado.

Y le mostré el contenido lleno de piedras curiosas, cartas y fotos, de un hecho significativo que me paso en el año 1979.

vi como Eduardo tocaba y miraba las fotos.

(FOTOS)

se le abría a mi nieto mucho los ojos, el sabía que detras de todo esto había otra historía emocionante.

¿Quienes son?, ¿que pasó allí?, ¿por que tenías esto en el armario?

Uf sabía que detras de esto habría un cuento fantástico de mi abuelo, era un hombre que había recorrido mundo con aventuras interesantes.

No podía esperar.

Vi las fotos, gente que había trabajado con migo en egipto luego vi la hora era temprano para comer, podría comenzar a contar la historia pero no sabía si mi mujer me dejaría terminar pues ella a las 13H en punto tenía la costumbre de comer. Y era muy severa con el tema de la comida sobre todo con Eduardo que lo quería sobre alimentar.

Bien tenemos tiempo - Le dije al final, mi nieto comenzó a saltar y dar palmadas mi esposa al escuchar el alboroto, quiso saber desde la terraza que estaba pasando.

Pero tienes que sentarte en la alfombra y dejar de hacer ruido.

Le dije a mi nieto viendo como este paraba de hacer ruido se sentaba en la alfombra con la caja metálica y las fotos en la mano, como si fuera un tesoro.

La Historia comienza en el año 1979 en Egipto a unos 100 km al sur de Abu Simbel

El abuelo estaba comenzando otra fantástica aventura me hablaba de Egipto, Halaa!! que lejos debe de estar eso, el otro día vi en la tele la Momia si es ese lugar tiene que haber muchos monstruos.

¿Y salen momias en tu aventura? ¿salen eso bichos como cucarachas ?

Estaba mi nieto intentando sonsacarme cosas de la historia, estaba emocionado.

¿Momias? ¿escarabajos?, Salen seres más curiosos y extraños que unas simples momias, el relato que te voy a contar esta lleno de muchas cosas raras y curiosas, pero comencemos a ir por partes, no me hagas como siempre

Lo primero fue cuando me llamaron del museo Templo Mayor en mexico.

Habían sido impresionados por mis últimos descubrimientos aztecas y quería que organizara un equipo en Egipto habían descubiertos una nueva y extraña pirámide y accedido a ella, pero no habían accedido a la cámara principal. (Estaban casí apunto de hacerlo)

ya había muerto tres personas y los egipcios al mando de una niña rica llamada Eva, se negaban a continuar en el lugar sin gente más cualificada.

Ya se rumoreaba de una maldición; como siempre pasaba cuando comenzaba a morir gente misteriosamente.

Claro la momia los mataba por la noche mientras dormían por haberla molestado

NO, entraban en coma y morían por debilidad y enfermedad. Pero continuemos con la historía.

 cuando llegue al campamento me encontré con  Norte americana y jefa de la espedición Eva Geend, el equipo que comandaba estaba  preocupada, enseguida  me enseñaron hasta donde habían llegado.

Allí vi por primera vez la Piramide :

Enterrada en la arena, y de esta solo sobresalía la punta triangular de la parte más alta de la pirámide, que  llegaba por mi cintura, luego  había un pozo cavado con unas escaleras de cuerdas que conducían a la entrada y a una sala con dibujos nunca antes vistos, También había una puerta de metal pulida como un reluciente  espejo y al fondo un pasillo oscuro que bajaba y llevaba a una piedra que impedía el acceso a la sala principal.

Allí conocí a Eva Geend tenía un niño por aquel entonces de tu edad. Había sido la pionera en la expedición y en encontrar la pirámide, lo financiaba con el dinero de su familia, fue un poco insoportable trabajar con ella y sus manías, pero interesante.

Y aquí es cuando en verdad comienza la aventura...

Tal y como usted indico he hecho llamar a los mejores en distintos campos, en tres días llegarán y entonces abriremos el acceso a la cámara principal.

Si.

Les tenemos que esperar, a mi pesar; pues  me gustaría comenzar ¡ya!. 

Pero usted manda.

Por su puesto yo he costeado esto.

 Y aquí se hace las cosas a mi manera.

Esperaremos.

Etaban pasando ya los tres días y nuestros aventureros iban siendo traídos desde sus distintos países e instalados en sus tiendas correspondientes a unos metros de la pirámide.

Por la noche se iba hacer una cena de presentación para que hablaran de su especialidad y se hicieran conocer por los otros, al día siguiente nos esperaría una incursión a la pirámide.

Nuestros aventureros se encuentran todos juntos por primera vez en una enorme tienda de campaña en la mesa hay comida típica del país, en el centro esta Eva, su hijo Dani de cinco años y al lado Matos.   

Bien señores bienvenidos a este punto apartado del mundo, este banquete aunque delicioso no es más que una escusa para ir conociéndoos. Empezare por el doctor Matos Moctezuma Arqueólogo y escritor del libro Muerte a filo de Obsidiana publicado en el 75 es decir hace cuatro años, también es director de un museo en mexico Templo Mayor y en el 78 capitaneó unas cabezas encontradas era nada menos que la de Coyolxauhqui, la diosa lunar de los politeístas aztecas.

Bien ahora ustedes...

Intento que se presenten para que vean ante el doctor Matos la gente que he contratado y lo competente y el dinero que tengo, si es que soy la mejor.

Carraspeo un poco para pedir la palabra y a la vez aclararme la voz, echo una mirada a la anfitriona -Usted me invita y me paga y yo vengo, supongo que estamos en paz- para continuar deleitando a mis compañeros con mi hermoso tono de voz mientras mi mirada salta de los ojos de uno a los de otro.

-Me llamo Karina Eklund, - hago una breve pausa, dándome relevancia- aunque podéis llamarme Señorita Eklund, y llevo varios años ejerciendo como catedrática en la universidad de Uppsala, la más antigua de Escandinavia y una de las más prestigiosas del viejo continente.-continúo hablando, cogiendo un cubierto y acercándolo a uno de los platos de comida de la mesa. –Estoy especializada en antropología religiosa, y aunque no me guste admitirlo -la cara se me llena con una enorme y brillante sonrisa.- Probablemente sea la mejor en mi campo, a mi edad. Por supuesto, lo que realmente me interesa de la antropología religiosa no es sino las religiones más antiguas, dónde aún hoy me gusta indagar y seguir descubriendo todo tipo de inquietudes de nuestros predecesores. – Acerco el cubierto con suficiente comida para un pichón y me lo meto en la boca. Tras la pausa suficiente para masticar y tragar, prosigo.  - Supongo que ya habrán descubierto que ese es el motivo por el que acepté venir aquí.

Tras dejar claro el interés de mi venida, dirijo mi conversación a Matos.

-En fin, debo decir que Muerte a filo de Obsidiana, aunque no me guste especialmente, es un libro que recomiendo a todos mis alumnos señor Moctezuma, tal vez Jean Luc pueda darte su opinión al respecto también.- Clavo la mirada en el joven, como si tuviera que saber de que estoy hablando.

Doy por finalizada mi presentación, y con un gesto altanero, vuelvo mi mirada hacía la comida, a ver si hay algo más que pueda picotear mientras escucho e intervengo en las historias del resto.

Desde una pequeña mesa en un rincón de la haima, apartados del banquete de expertos, tres hombres uniformados de blanco con el distintivo de la policía turística de Egipto en el hombro izquierdo observan la presentación de la antropóloga con desinterés. Todos salvo uno, el más joven y más menudo, que, con una amplia sonrisa y obviando por completo sus palabras, contempla desde el anonimato las formas y los movimientos de la preciosa rubia.

-Wahab, haz el favor de comportarte, -dice con voz reprobatoria y entre susurros el policía turístico de más avanzada edad de la mesa apartada. Ante ese comentario, el joven, algo avergonzado, vuelve su mirada al plato.

Eh....Si claro profesora Eklund, muerte a filo de obsidiana fue una gran lectura.

Después de una breve pausa y de tomar un sorbo de mi copa.

Mi único propósito aquí es acompañar a la profesora Eklund en este viaje, y además de aprender todo lo que pueda, también serviré de Apolo logístico de campo para la señorita Eklund.

Tengo que estar a la altura de esta gente y absorber conocimientos como una esponja.

Espero ser de alguna ayuda en sus investigaciones.

La llamada del Rector me había dejado descolocado, aunque poder participar en el descubrimiento y, tal vez, la exploración de una nueva pirámide situada lejos de las ubicaciones habituales era una gran oportunidad, tal vez fuera incluso la puerta a un nuevo Valle de los Reyes. Por lo que, a pesar de mi nerviosismo, acepté sin dudar.

El viaje hasta el sitio había sido bastante agradable, hasta que habíamos llegado a Egipto. Allí se acabaron los viajes cómodos y nos desplazamos en un destartalado Land Rover que saltaba entre las dunas escoltado por otro vehículo similar de la policía turística, unos hombres que aparentemente nos escoltaban allí donde íbamos. Lo que me tenía desconcertado, para que podría hacer falta que la policía nos escoltara, no éramos turistas, éramos científicos que íbamos a trabajar en una excavación, claro que la llegada al lugar también fue una sorpresa.

Lo que no esperaba era que estuviéramos acampados en medio del desierto en una tienda de campaña llena de arena por todas partes. Yo siempre había trabajado en la Universidad o en distintos museos por todo el mundo, es más había estado sólo una vez en el Valle de los Reyes y la experiencia no había sido muy agradable precisamente.

Mis ropas no se adaptaban bien al calor reinante en la excavación, tal vez debería haber traído otro tipo de ropa más adecuada al clima pero no se me había ocurrido, por lo que tomé nota en mi cuaderno de campo sobre ello, de cara a futuros viajes. Eso si, al caer la noche mi arrugado y sucio traje comenzó a ser agradable, al proteger del frío.

Una vez en el pabellón que dominaba el campamento, miré con curiosidad a la gente que estaba allí reunida, en principio parecía que todos éramos científicos con diferentes especializaciones, aunque me extrañó ver allí a un niño pequeño, ya que no me parecía que fuera el sitio correcto para él y ver a tres miembros de la policía turística también allí, no era capaz de llegar a comprender el motivo por el que su presencia era necesaria ahora que el presidente el-Sadat​ había firmado la paz con Israel.

Una vez que todos estábamos sentados la señorita Geend empezó a hablar