Partida Rol por web

- ¿Porqué nos pasa esto? A nosotros y a muchos otros no... - pregunto, en mis dudas -  ¿Y que pretende Dávalos explotando esto? ¿me va a desechar como una cobaya cuando acabe con sus experimentos? - añado, porque era uno de mis miedos. Sin volver a repetir las formas que ha tenido para traerme aqui.

-La respuesta simple es que tenemos mucha imaginación, la real es que la suma de nuestro coeficiente intelectual, así como algún tipo de modificación en nuestro cerebro, nos hace hacer esto. ¿Por qué? Pues no lo sé, créeme que es lo que pretendo averiguar con todos estos experimentos y cosas. De momento esto es ensayo y error- te explica el rubio. -He estado buscando investigaciones al respecto y poco hay, más allá de las torturas de la Alemania nazi sobre la privación del sueño. También tengo algunos documentos de la antigua URSS, pero no sé ruso. Si crees que puedes arrojar algo de luz al respecto, estaría bien algo de ayuda... Para eso estás aquí.

-Ah Dávalos le pirra el mundo onírico... Por eso está tratando de investigar esto, piensa que podemos acceder a la mente de otros mientras soñamos, en plan geolocalización. Imagina las posibilidades, que pudiera mandar cosas al cerebro mientras duermes... Imagina aprender mientras duermes y no tener que ir a clase- añade ella emocionada.

A mi padre le entraría la risa si le sacan el tema de que mi coeficiente intelectual me dé nada. Él, para el que solo soy un saco de decepciones. Yo al rubio y también a Abby, que parece entusiasmada con el tema más que nadie. No podía negar que a mi también comenzaba a picarme la jodida curiosidad, pero todo este entorno seguía siendo desconocido e inestable para mi, como para confiar y bajar la guardia.

- ¿A ti también te pasa? - le pregunto a la chica. - Yo no se mucho de esto... ni siquiera era consciente de lo que me pasaba hasta hace pocos días... Pero averiguemos que mierda es... - después de que yo descanse un poco quizá, después de todo este jaleo - Quizá si debiera descansar... aunque ya me da miedo...

-A mí nada, yo estoy aquí por puro interés científico, soy médico especializada en neurología- te dice ella con cierto orgullo. -Te puedo enseñar tu habitación. Está todo el edificio aún en obras, por eso tenemos este laboratorio un poco... Destartalado, pero no tardaremos en tener un laboratorio punta y unas instalaciones que ni la NASA, Dávalos tiene pasta para eso y más- asiente ella.

Osea que ella no había sido raptada, muy bien. Se queja de lo estartalado que está el laboratorio, pero yo no lo veo mal, al contrario. Paseo un poco la vista, de nuevo.

- Bueno, te sigo - le digo ante lo del cuarto, que ella me lo enseñará. - ¿Desde cuando estáis aquí? - no me cabía duda del dinero que podría tener Dávalos y las influencias. 

Ella sale y te guía por aquellos pasillos desangelados y vacíos del edificio, si el señor Dávalos quería hacer de aquello un complejo moderno e importante, debería comenzar por ahí. Desde luego todo estaba vacío y con poco que hiciera se notaría bastante.

-No hace mucho, un mes- te contesta Abby. -Noah empezó a tener sus sueños hace no tanto, entonces hemos creado detectores gracias a las ondas que emite y dimos contigo. No es que sean objetos muy complejos aún, solo son prototipos, pero de momento es lo que tenemos. Estamos buscando más como vosotros, aunque tú tienes unas ondas muy fuertes cuando sueñas.

La sigo, aún liada en la toalla y con mis ropas en una mano. Camino a su lado por aquellos pasillos desprovistos de todo. Luego acabo mirándole cuando me habla.

- ¿Y Noah también fue traído aquí de la misma forma que yo? - le acabo preguntando. Me toco la cabeza cuando dice que yo tengo unas ondas muy fuertes. Ya le había preguntado antes y no sabían del todo porque nos pasa esto, que estamos aquí para eso - ¿No habéis encontrado a más gente?

Abby se ríe un poco.

-No, claro, Noah está aquí por una beca de Dávalos. El tipo es un filántropo y beca estudiantes modelo y tal, Noah hizo algunos experimentos en la universidad que llamaron la atención de Dávalos- dice ella de buen humor y niega un poco. –Es complicado encontrar gente como vosotros, por así decirlo, tú eres única. Sé que es una mierda que se dice muy a menudo y tal, pero en tu caso es cierto.

La miro por lo que dice, que yo era única. No me cabía duda, o muy poca, de que tenía parte de razón sino no habrían hecho tantos esfuerzo por conseguirme... hasta el punto en que lo han hecho. En el fondo, yo también quiero saber que me pasas y encontrar algún explicación racional. Una hormona o alguna mierda así fuera de control que me esté haciendo flipar pero bien.

- No se lo que soy, pero a estas alturas ya quiero saber que me pasa. Al menos encontrar una explicación... no me gusta experimentar estas cosas - le digo, siguiendo para los cuartos.

-¿Experimentar qué?- pregunta ella y subís unas escaleras que os llevan a un piso más lujoso al menos en sus pasillos. Ahí te abre una puerta que da a una habitación que ni la de tu casa. Ahí está tu maleta.

- Los... sueño, ya sabes. - le digo, por su pregunta, siguiéndola y observando el cambio de entorno, quedándome después si palabras por el cuarto. Siempre había conocido un nivel de vida alto, pero esto sobrepasaba a lo que acostumbraba y no puedo evitar quedarme con la boca abierta - ¿Todo esto... es para mi? - la miro, aún flipando y comenzando a andar con aquella estancia sacada de una revista de casas de lujo.

-Pero son sueños, no todos son agradables. La única diferencia es que eres una soñadora que puede manipular parte de la realidad con lo que sueñas, como Noah. No sabemos bien por qué, pero será interesante descubrirlo, ¿no crees?- dice ella de buen humor y asiente por lo de si es para ti. –Claro, ¿qué esperabas? ¿Una jaula? El señor Dávalos está forrado y está invirtiendo mucho en estas instalaciones.

- No es la única diferencia... - le contesto a eso, mientras sigo paseando por la estancia - .... también puedo morir en uno de los sueños, o es lo que sospechais... - le digo, sin olvidan lo que habían dicho antes. No se si esperaba una jaula, pero desde luego no lo que tengo ante las narices. 

Dejo llevar mi pasos, pasando además una mano por cada superficie, palmando ese paisaje de lujo que ni mis padres.

- Ya veo que está forrado, si...

-Bueno, es una teoría de Noah, yo creo que se lo toma todo un poco como si fuera Freddie Krueger o algo- trata de decir con humor. -Yo pienso que con entrenamiento podéis modificar vuestros propios sueños, ya sabes... Sueños lúcidos- asiente un poco y va dirigiéndose para la puerta.

-Me voy pero hay un teléfono que si llamas te traen comida el servicio. Todo ventajas- Abby se va marchando y dejándote sola con tus pensamientos en aquella habitación lujosa.

- Vale, gracias... - le digo cuando se despide. Ahora mismo hambre no tenía, los nervios de la situación me habían creado una bola que me taponaba el estómago, pero igualmente le agradecía la amabilidad.

La que pocos habían tenido hasta ahora. La despido con la mano y me veo sola allí, sumida en un mar de preguntas. Miro la estancia, asaltándome la idea de que posiblemente haya cámaras en este sitio... así que mi mirada se dirige a detectar si hay. Quizá estuvieran bien ocultas, pero chequeo igual.

No ves ninguna cámara oculta, pero tampoco eras una experta en ello. Si había algo estaba muy bien escondido. La habitación está de un limpio absoluto y tienes un armario y mesita para guardar tus cosas. Hay un teléfono como te indicó Abby. Para pedir o quizás puedas llamar al exterior, todo estaba por probar. De momento tenías tu propia habitación de lujo para ti.

Que más me daba igualmente si había o no cámaras ¿cambiaba algo?... Pues eso. Sin embargo, me tienta bastante el teléfono y la duda de si servirá para el exterior. Así pues voy para allí, acercándome, descolgandolo y marcando el número de Pitt. Debe estar preocupada en verdad, no le dí mas noticias desde aquel sms en la estación. 

El teléfono de la habitación comunica, de que parece que no puedes realizar llamadas al exterior sin más, o hay que marcar algo más que el número para ello.

Lo suponía, luego le preguntaría a Aby. Me parecía muy raro que me permitieran llamar al exterior, pero por probar no perdía nada. 

Cuelgo el teléfono y echo otro vistazo al lugar. Luego acabo abriendo el grifo de la bañera, para desvestirme y meterme dentro. En modo desprenderme de la mierda de todo el día, física y anímicamente.