Partida Rol por web

01.La torre de Rhon [D&D 5e]

0.Los Grifos Burlones

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19/07/2018, 22:55
Puerto Victoria

    Tras una travesía complicada, la Serpiente de Jade por fin lograba avistar puerto. La travesía se había prometido complicada, algo que no había cogido a nadie por sorpresa, o de lo contrario el capitán de la galera no se habría preocupado en contratar a un puñado de mercenarios para asegurar que tanto la preciada mercancía de las bodegas como su nave llegasen en el mejor estado posible a su puerto de origen. Tal era el temor de Taman, que hasta había usado el apoyo de un minotauro.

    Y no fue para menos, dos ataques piratas y una tempestad a punto habían estado de costar bastante más que el oro que pensaba sacar del cargamento almacenado, de hecho el casco había resultado dañado y ahora llegaban a duras penas al atraque de Puerto Victoria con una vía de agua que apenas habían logrado controlar.

    Tras una engorrosa maniobra, los cabos aseguraron que la Serpiente se mantuviera a buen resguardo hasta que la mercancía fuese descargada y las reparaciones realizadas. Solo entonces, Taman llamó al gallardo Gaidar y el resto de la tropa mercenaria para asegurar zanjar en paz los asuntos que quedaban pendientes con ellos. 

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19/07/2018, 23:18
Taman

    Uno a uno, los nombres de los distintos mercenarios eran pronunciados por el contramaestre para que entrasen en el camarote del capitán. Gaidar no tardó en presentir que al parecer el suyo sería el último de los nombres en ser pronunciado, algo que pudo confirmar tras una larga espera. Tal vez hubiese un motivo para aquello, de no ser así Gaidar estaría en pleno derecho de sentirse airado por el trato.

    Cruzó el umbral tras pasar al lado del contramaestre para finalmente entrar al amplio camarote. Era la primera vez que le permitían entrar en aquel lugar y ciertamente era bastante austero. Pese a la amplitud, apenas había decoraciones, solo unas estanterías con libros, un camastro en una esquina y una gran mesa cubierta por las cartas de navegación tras la cual se encontraba sentado Taman. En verdad el pielverde se encontraba muy lejos de ser el peor capitán con el que hubiera navegado, tenía una personalidad estoica mostrando en todo momento un rostro inmutable, también era apreciado que jamás le hubiese temblado el pulso en la toma de decisiones durante los momentos críticos, dejándose ver en todo momento en cubierta durante los mismos. Su único problema era el tono frío que mostraba con todo aquel que se encontrase por debajo en el escalafón, algo que podría tomarse como un signo de arrogancia o soberbia. Pero ahora el minotauro no se encontraba allí para tratar asuntos tan banales.

    -Aproximaos Gaidar es-Bregan.- Taman hizo un gesto con la mano señalando al suelo próximo a la mesa para que el mercenario se aproximara a la mesa mientras habría un cajón con la contraria del que sustrajo una bolsita de cuero que inmediatamente posó sobre la mesa. -Aquí está el pago por vuestros servicios, veinte piezas de oro, justo como lo acordado. De todos modos no os he hecho esperar por ello. Si me lo permitís me gustaría poder hablaros de otros asuntos antes de que partáis.El pielverde aproximó el pago al extremo en el que se encontraba el minotauro como muestra de cortesía en espera de que se quedase a escuchar el resto de lo que tenía que decirle. -Se que no ha sido una travesía sencilla, pero las complicaciones del trayecto han servido para dejar al descubierto que no sois una espada de alquiler más del montón. Se que los de vuestra raza son orgullosos y no es mi intención ofenderos con ese comentario, pero nunca antes había navegado con un minotauro y mis referencias se limitaban a las historias que se contaban durante la Gran Guerra en la que tomasteis parte del ejercito de la alianza contra el imperio. Por ello he recibido una grata sorpresa al descubrir en vos alguien no solo hábil en el manejo del hacha, si no también conocedor de cómo manejarse en cubierta y que no ha dudado en bajar a remar cuando fue requerido.- Taman llevó su mano a la boca para silenciar su carraspeo antes de proseguir.

    -De este modo, lo que trato de deciros es que no me importaría poder contar con vos entre mi tripulación en próximos trabajos. Os aumentaría el pago por vuestros servicios y pondría un camarote entero a vuestra disposición. No es necesario que respondáis ahora, sabéis tan bien como yo que nuestro casco está dañado y sumar la duración de las reparaciones a la época del año en la que nos encontramos nos tendrá amarrados a este puerto por una buena temporada.- No le faltaba razón, si las reparaciones se prolongaban demasiado les alcanzaría el inminente cambio de estación y el Invierno era una época demasiado arriesgada para navegar por aquellas aguas, definitivamente la mala fortuna combinada de los ataques piratas y el clima habían jugado una muy mala pasada a la Serpiente de Jade-En cualquier caso, ese tiempo extra permitirá también que podamos negociar mejor el precio por nuestra mercancía y mejorar e beneficio.- Terminó de decir con cierta amargura, no había nada peor que tener que mantener un barco atado al puerto sin posibilidad de hacerse a la mar. -Bueno, ahora lo que premia es que toméis vuestra paga y disfrutéis de la misma, si pensáis quedaros por aquí una temporada os recomiendo que paséis por la taberna de los Grifos Burlones, no es ningún palacio, pero el servicio es bueno y posee habitaciones, además, si el viejo Urgrim sigue regentándola, no dudéis en decir que vais de mi parte, os hará un buen precio. Si no tenéis nada más que añadir podéis retiraros, no quiero haceros perder más el tiempo.-

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23/07/2018, 10:21
El Escriba

    Deber y honor, grandes palabras que implicaban un pesado peso para aquellos que decidían cargar con las mismas. Un castigo para la mayor parte de los hombres que lo veían como una carga sinsentido, por ello solo unos pocos elegidos eran capaces de tomarlas con orgullo y seguir los viejos códigos con la dedicación que se merecían. Desde que tenía uso de memoria, G1nz0 siempre se había encontrado entre los segundos.

    Lunas atrás el reino de Stein había convocado a sus aliados para defenderse de una invasión proveniente del norte y G1nz0 había acudido junto a sus hermanos de batalla en auxilio. Las luchas fueron recrudeciéndose, el terreno era hostil y sus rivales temibles, lo que hizo que pagasen un alto precio por la victoria. Cuando la guerra terminó, G1nz0 era el último de los suyos, había logrado mantener a salvo el honor y su pendón se alzaba en lo alto y ondeaba al viento, pero se había quedado solo.

    Tras ello vagó por tierras extranjeras sin un rumbo fijo, incapaz de regresar a su hogar, al menos hasta que un extraño gaijin mostró interés en él. Se trataba de un notable comerciante, un hombre poderoso interesado en su cultura y naturaleza. Su nombre era Malk'Evar y no tardó mucho en lograr contratarlo como su yojimbo personal.

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23/07/2018, 11:26
Gaidar es-Bregan
Sólo para el director

Apenas le acercaron la bolsa, Gaidar la toma y mientras escucha con atención al piel verde sopesa el peso como validación de que sean 20 piezas, contarlas seria una falta de respeto que quizás por ser quien era o ser de la raza que era le dejaran pasar, pero aquel capitán no lo merecía, había demostrado ser una criatura justa...

Ante la mención del pasado de su raza simplemente un bufido de aceptación fue la respuesta dada, al igual que ante el reconocimiento de sus labores esta ultima acompañada de erguirse un poco mas como de orgullo.

Palabra a palabra lo dicho interesaba cada ves mas a Gaidar... como siempre era un ser de pocas palabras pero su lenguaje corporal fue delantando poco a poco su interés, con un ligero asentir constante de su gran cabeza el piel verde pudo notar que la idea de formar parte de aquella tripulación le agradaba hasta que finalmente hablo...

Crecí en el mar de ahí que sepa moverme por cubierta y reconozca cuando hace falta una mano para sobrevivir... Una pausa para sopesar sus siguientes palabras... He de admitir que la invitación me llama la atención y siendo totalmente sincero seria una oportunidad perfecta para lograr mi venganza... cosa que dejaría clara contigo SOLO si decidiera aceptar el trabajo...

Estirando la mano para estrechar la del capitán, Gaidar termina: Veamos que pasa durante esta temporada que la serpiente estará cambiando de piel y sanando heridas pero si el destino me mantiene en puerto cuando se acerque el momento de zarpar me acercare y cerraremos condiciones de mi tripulación, eso si, hasta ahora solo tu te has ganado mi respeto en esta tripulación, en general son bueno marinos pero solo tus ordenes estaría dispuesto a acatar...

Si el capitán no tiene nada mas que decir bajo del barco y me dirijo directo a la taberna que recomendó Taman.

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23/07/2018, 19:20
Afueras de Puerto Victoria

    Ya había pasado una buena temporada desde que Brisa había sido envida a aquel lugar, adaptarse a las afueras de Puerto Victoria no había sido particularmente complicado, había logrado encajar como una guardabosques más al servicio del gobernador de turno sin levantar sospechas. Dar caza a cazadores furtivos, saber por que zonas criaban las piezas mejor valoradas, los movimientos de las manadas de lobos o si alguna banda de asaltantes de caminos tenía a bien instalarse en el área ocupaban la mayor parte de su tiempo, pero eso no era todo. Sus superiores querían que se quedara allí como mediadora para hacerles llegar por la vía más rápida y segura posible los distintos movimientos del puerto, información adquirida por Gareth, su particular aliado en la sombra y la única otra persona que conocía la verdad de su origen.

    Gareth había logrado escalar entre los integrantes de la guardia y ahora ocupaba el puesto como uno de los alguaciles del puerto, algo que facilitaba en gran parte su trabajo, aunque no tanto la parte de salir de la ciudad para entregarle los informes en mano, para ello acostumbraba a valerse de su halcón Vael. Sin embargo, en aquella ocasión parecía que las cosas iban a llevarse de un modo distinto. Vael la había entregado un rollo con un lazo rojo, lo que delataba que se trataba de un mensaje urgente destinado a ella. Cuando por fin pudo leerlo observó que únicamente la daba un lugar y hora para poder verse cara a cara, algo que se salía extrañamente de la rutina habitual, aunque no la quedaba más remedio que seguir adelante.

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23/07/2018, 19:34
Gareth

    Aquel mediodía era particularmente caluroso para la época del año en la que se encontraban, en poco más de cuatro semanas daría comienzo el invierno y aunque tan cerca de la costa la estación acostumbraba a ser una época menos dura que en otras partes, igualmente era algo notorio. Gareth la había llamado para quedar en el punto de reunión, un claro del bosque situado a una legua al noreste del primer puesto avanzado de la calzada real, no existía ninguna señal que marcase aquella zona, pero ambos lo conocían perfectamente.

    El hombre parecía llegar con cierto retraso, pero al cabo de un rato, un sonido entre los matorrales que ninguna bestia del bosque habría sido capaz de reproducir, delató que su aliado había llegado. Viajaba tapado con una capa con capucha de lino que en seguida corrió a retirarse para que Brisa pudiera reconocerlo.

    -No esperaba que fuera a llevarme tanto tiempo llegar, pero no ha sido sencillo lograr crear una ventana que me permitiera llegar hasta aquí.- El joven se echó el pelo atrás mientras hacía su mejor esfuerzo para ocultar que necesitaba detenerse unos momentos para recuperar el aliento. -El caso es que esto es importante, hace tres días otro agente llegó por mar para advertirme que alguien inesperado se aproxima a la ciudad y necesitamos saber que es lo que se trae entre manos. Para ello es requerido que abandones tu posición y te infiltres en su grupo ya que eres la única que puede hacerlo en este momento.- En cuanto el rubor de sus mejillas desapareció, Gareth recortó la distancia que lo separaba de Brisa para darla el resto de los detalles.

    -Se trata de un mercader, su nombre es Malk'Evar. Lo se, suena extraño y bastante alejado de lo que sueles hacer, pero no hubiese venido si la cosa terminase ahí. Para ser "solo" un mercader Malk lleva años ganándose el favor de diversos nobles, lo que le permite moverse con una libertad casi total y evitar de este modo que nadie pregunte de más por los negocios que maneja en las sombras, desconocemos el alcance real de su red y cuales son sus verdaderas metas pero lo que nos prima ahora es otro asunto. Hace poco cerró alguna clase de trato con los N'Kari y tras ello puso rumbo directo a este lugar, algo llamativo considerando lo poco rentable de una jugada de ese tipo. Por ello decidieron seguir sus pasos y descubrieron que pretende reclutar a un grupo de mercenarios para un trabajo aquí mismo, en Puerto Victoria, queremos que te infiltres en ese grupo y que averigües lo que hay tras ello. La sospecha es que podría tratarse de la búsqueda de una vieja reliquia mágica y que se valdrá de espadas de alquiler para que hagan esa parte del trabajo mientras su caravana viaja hacia otra ciudad para así alejar las miradas de él. Ten cuidado, puede que incluso se trate de algo relacionado con la época de los Reyes Brujos, ya que los diablos de los N'Kari son los únicos que poseen información fiable de esa época.- Gareth se detuvo por un momento para observar las reacciones de Brisa una vez había terminado, esperaba que la exploradora aceptase su parte en todo aquello. -La caravana de Malk'Evar llegará en los próximos días a la ciudad y aunque el primer lugar en el que anuncie sus intenciones de reclutar mercenarios sea en la taberna de los Grifos Burlones ¿Alguna pregunta?-

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23/07/2018, 20:11
Malk'Evar

    Malk'Evar distaba mucho de ser un daimyo, pero igualmente era un hombre poderoso, un hombre errante que no seguía más código que el suyo mismo pero que siempre se había mostrado respetuoso por G1nz0 y sus creencias. Trabajar como parte de su seguridad era un trabajo sencillo, para ser un mercader casi contaba con un ejército propio y pocos asaltantes se atrevían a atentar contra su vida al ver una caravana tan bien guardada en movimiento. No obstante, aquello era un arma de doble filo, pues el samurai no tardó en aprender que estar fuertemente guardado era un reclamo para que cuando fueran víctimas de ataques estos fueran de adversarios realmente dispuestos. Aún así, nunca se volvió a ver en situaciones tan desesperadas como las de la guerra que le había arrebatado a sus hermanos. Al menos en los viajes tuvo ocasión de conocer mejor el continente extranjero y a las gentes que los poblaban.

    Un buen día, tras montar el campamento en una ruta que les dirigía hacia uno de los puertos de mayor importancia del reino, Malk llamó al forjado a sus aposentos para hablarle a solar. La tienda de su anfitrión era ostentosa y recargada, pero al mismo tiempo siempre resultaba capaz de generar cierta fascinación por las extrañas maravillas que adornaban el lugar, más propias de un palacio que de una caravana ambulante.

    -Mi buen Guizo, os he llamado porque tengo algo que pediros. Ya llevamos una buena temporada viajando juntos y desde entonces solo puedo deciros que estoy agradecido a los dioses de haber podido dar con un yojimbo tan capaz como el que habéis demostrado ser.- Un brillo podía verse en los ojos del mercader, sin duda no había citado al guerrero con el único deseo de vanagloriar su pericia en el combate. -No obstante, no os he convocado solo por eso, mañana mismo alcanzaremos Puerto Victoria, una ciudad fascinante que posee uno de los mayores puertos que haya tenido la fortuna de conocer. y quiero que me acompañéis personalmente a una visita que debo realizar en solitario para visitar a un viejo socio. Tendré que hablar con él para llegar a un acuerdo y si este acepta me gustaría pediros que el servicio que tan bien habéis realizado conmigo en estos viajes ahora lo hagáis con él, aunque eso suponga separarnos.- Una sonrisa se dibujo en su rostro en busca de disipar cualquier posible reproche. -Se que no sois un hombre al que le mueva particularmente por el dinero, pero os pagaré bien por este encargo y tras el mismo podréis regresar a mi lado o incluso podría facilitaros una vía para regresar a vuestro hogar, si es lo que deseáis ¿Qué me decís?-

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23/07/2018, 23:01
G1nz0

El camino hasta alli habia sido honorable ... el mercader no era el hombre mas recto del mundo, pero tampoco era un villano ... de tal manera que G1nz0 habia trabajado como Yoyimbo honorable ... incluso increpando al mercader si realizada algun acto reprobable siendo cuidadoso en ser mas comedido o tal vez hacerlo oculto a mis ojos ...

Un dia mi señor ( mercader que me contrato) me llamo a su cuarto ...

Me sente delante del mercader en el suelo, de forma oriental, realizando una leve reverencia antes de que comenzara a hablar, con mis manos apoyados en una rodilla y la otra en las katanas.

 

Mi buen Guizo, os he llamado porque tengo algo que pediros. Ya llevamos una buena temporada viajando juntos y desde entonces solo puedo deciros que estoy agradecido a los dioses de haber podido dar con un yojimbo tan capaz como el que habéis demostrado ser.- Un brillo podía verse en los ojos del mercader, sin duda no había citado al guerrero con el único deseo de vanagloriar su pericia en el combate. -No obstante, no os he convocado solo por eso, mañana mismo alcanzaremos Puerto Victoria, una ciudad fascinante que posee uno de los mayores puertos que haya tenido la fortuna de conocer. y quiero que me acompañéis personalmente a una visita que debo realizar en solitario para visitar a un viejo socio. Tendré que hablar con él para llegar a un acuerdo y si este acepta me gustaría pediros que el servicio que tan bien habéis realizado conmigo en estos viajes ahora lo hagáis con él, aunque eso suponga separarnos.- Una sonrisa se dibujo en su rostro en busca de disipar cualquier posible reproche. -Se que no sois un hombre al que le mueva particularmente por el dinero, pero os pagaré bien por este encargo y tras el mismo podréis regresar a mi lado o incluso podría facilitaros una vía para regresar a vuestro hogar, si es lo que deseáis ¿Qué me decís?-

 

Cuando termino de hablar comence a poner una postura de pensamiento, de meditacion.

-Malk'Evar -Sensei es un placer trabajar para un hombre justo y digno como usted ... mi camino de samurai puede caminar a su lado sin ningun problema, paga justamente y trata bien a sus amigos y es justo con sus enemigos , no tiene razon apra agradecermelo ... no mucho mas que el que la tierra pudeira hacer con el Lirio ... - hago una leve reverencia en forma de agradecimiento de sus palabras , pero sabia que ese hombre no era un adulador sin sentido ... algo ocultaba y segui escuchando la verdadera razon de su ... invitacion.

-  Malk'Evar -Sensei (formula de cortesía ... por ser mi jefe o señor en cierto modo) le acompañare con mucho gusto mi señor a ver a su conocido de negocios ... sin embargo ... sabe que mi camino es solo mio y si le he servido bien es porque paga justamente y ha sido honorable al menos en lo que he visto y experimentado ... - digo con unos ojos de orgullo mirandolo directame que los samurais siempre mostraban al tener un alma pura y recta - Aceptare el dinero justo ... por mi trabajo ... y mi labor ... y si su amigo es digno ... aceptare trabajar para el ... dejandolo si en cualquier momento ofende el camino del Samurai o a los debiles ... - digo mientras que comienzo a levantarme - Si al final acompaño a ese hombre, desconozco donde me llevaran sus pasos ... sin embargo no dude que tendre en cuenta su generoso ofrecimiento - Monto que hago una nueva reverencia indicando mi agradecimiento por tu propuesta de volver o pagarme mi viaje de vuelta a las tierras lejanas de mis origenes

- Sensei ... si no desea nada mas de mi, me retirare hasta que requiera de mis servicios para ir a la ciudad de Puerto Victoria - 

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24/07/2018, 00:19
El Escriba

    Malk'Evar asintió solemnemente a las palabras del samurai para después despedirlo cordialmente. La noche había caído ya y a la mañana siguiente les tocaría partir hacia la ciudad.

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24/07/2018, 00:21
Puerto Victoria

    Horas más tarde, el mercader y G1nz0 se encontraban en sus respectivas monturas rumbo a la ciudad. No tardaron mucho en alcanzarla y cruzar sus defensas, había oído entre los hombres de Malk que aquella ciudad era Puerto Victoria, llamada así tras el triunfo de una gran alianza formada para derrocar a un tiránico emperador durante una cruenta guerra siglos atrás, el samurai sabía que tales historias no eran extrañas, pero eso no hizo menos impresionante la llegada al lugar.

    Casi todos los edificios que contemplaba era de mampostería y sillería de la más fina, lo que denotaba que en absoluto se trataba de un lugar pobre, había gente de casi todas partes, incluso algunas de razas a las que contemplaba por primera vez. Aún así, no fueron pocos los que se giraron para observar a la pareja que se adentraba en su hogar y un grupo de niños llegó a atreverse a corretear próximos al samurái atraídos por su extravagante aspecto. En cualquier caso no podía permitir que detalles tan irrelevantes lo distrajeran, hasta donde sabía se encontraban en un lugar repleto de potenciales peligros y nunca se sabía en emplazamientos tan transitados.

    Malk'Evar abría el paso sin mayor problema, vestía con ropas algo más discretas de lo habitual, aunque igualmente una mirada exhaustiva podría delatar, sin mayor problema, que eran de una calidad demasiado buena para una persona ordinaria. Eso no parecía preocuparle, de hecho pocas cosas parecían capaces de perturbar el ánimo de aquel humano, desde que lo conocía, Gu1nz0 nunca lo había visto con signos de preocupación y parecía incapaz de mostrar un rostro que no fuera afable.

    Cuando quiso darse cuenta, se habían adentrado en el puerto, el sonido del mar llegó a sus oídos y varios navíos aparecieron amarrados en los distintos atraques, sin embargo, Malk'Evar no tenía intención de acercarse a ninguno de ellos, en su lugar realizó un giro y fue directo a lo que parecía ser uno de los edificios de la guardia portuaria de la ciudad.

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24/07/2018, 00:34
Malk'Evar

    -Disculpad Guinzo, necesito que esperéis aquí un momento ¿Podríais hacerme el favor de amarrar a los caballos mientra trato unos asuntos con estos hombres? Prometo no tardar demasiado.- Acto seguido el mercader atravesó la puerta y desapareció en el interior del barracón. El yojimbo tuvo tiempo de sobra para realizar la tarea e incluso inquietarse un poco antes de volver a ver aparecer al hombre. -Bien, parece que la información que me dieron no estaba errada, acompañadme, en breve podremos ver a mi viejo amigo.- Aquello podía resultar extraño, pero Malk'Evar no dejó lugar para las preguntas, en vez de ello regresó al interior.

    Un miembro joven de la guardia los guió por el interior del edificio hasta llegar a una puerta pesada que abría un camino descendente a la parte subterránea del edificio. Cuando llegaron abajo, Gu1nz0 no tardó en darse cuenta que se encontraban en las prisiones, anticipándose a sus palabras, Malk'Evar habló mientras dirigía sus pasos hacia un alguacil con cara de pocos amigos.

    -No os preocupéis, se que es un lugar extraño para una reunión de este tipo, pero os aseguro que el camarada que se encuentra aquí abajo solo fue detenido por un malentendido, me he asegurado de abogar en su favor y por ello me van a permitir sacarlo de aquí si me hago responsable de él y pago su multa, meros formalismos, nada de lo que preocuparse, no dudo que el habría hecho lo mismo por mi de haberse visto las tornas a la inversa.- Llegaron ante el responsable de los prisioneros y Malk'Evar le pidió las llaves e instrucciones para llegar hasta donde deseaba, el hombre tenía una mueca en su rostro difícil de entender, pero tras insistir un poco más, accedió a hacer lo que se le pedía, Malk'Evar le dio las llaves a su compañero para que las sostuviera por él antes de retomar la marcha. Justo antes de llegar, el mercader detuvo nuevamente al hombre para invitarle a volverse.  -Puede retirarse, no creo que lo necesitemos a partir de aquí, ya le llamaremos si requerimos su ayuda.- Fueron sus últimas palabras justo antes de detenerse ante la celda en la que se encontraba aquel a por el que habían ido a buscar.

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24/07/2018, 00:51
Prisiones

    Algo había salido mal en el último trabajo, muy mal. Hamakok aún daba vuelta en su cabeza al tema ¿Habría tratado de sobornar al único guardia honrado de la ciudad? ¿Le habría delatado un antiguo socio rencoroso? ¿Estaría atravesando una mala racha? Fuera como fuese el hecho era que ahora se encontraba tras las rejas en espera de que alguien le contase cual era el destino que las autoridades tenían en mente para él, de momento ya le habían tenido un día sin mediar palabra alguna con él ni darle comida, una práctica habitual para ablandar al prisionero y hacerlo más dócil cuando llegase la hora del interrogatorio, quizás incluso lo torturaran.

    Y apenas unas semanas atrás todo parecía tan sencillo, dirigirse a Puerto Victoria, uno de los puertos más transitados del reino y esperar la llegada de la Serpiente de Jade para cerrar un suculento trato que le permitiría hacerse por un módico precio con un buen alijo de piedra cerúlea para el que ya conocía la distribución de los turnos de la guardia, descubierto las mejores entradas y salidas de puerto y había apalabrado los compradores. Sin embargo, el maldito barco se había retrasado por más de siete días y es un despiste lo habían cogido en una redada con varios de sus compinches en una zona de la ciudad en la que difícilmente podría dar una buena razón que justificara por qué se encontraba allí sin ser un delincuente. Los carceleros habían ignorado todos sus intentos de captar su atención y transitaban sin hacer el menor caso de los presos a no ser que estos agotasen su paciencia. Gracias a ello había descubierto que no llevaban las llaves encima, lo que complicaba un posible escape y eso siendo generosos y omitiendo que le tocaría ascender al menos una planta repleta de más perros guardianes para alcanzar la salida.

    De pronto, una puerta lejana sonó, Hamakok intuyó que se trataba de la misma que conectaba con las escaleras de salida, no alcanzaba a ver de quien se trataba, solo que los recién llegados se detuvieron a dedicar unas palabras con un airado alguacil antes de iniciar una marcha escoltados por este en la dirección en la que se encontraba su celda.

    Sin duda se trataba de dos individuos que marchaban tras el funcionario de prisiones, uno tenía el paso ligero, el otro no tanto, de hecho su caminar iba acompañado por el repiqueteo metálico tan propio de aquellos que van equipados con armadura.

    -Puede retirarse, no creo que lo necesitemos a partir de aquí, ya le llamaremos si requerimos su ayuda... a y no se olvide de las llaves, gracias.- Aquella voz le resultaba extrañamente familiar, ese tono atrevido... 

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24/07/2018, 00:51
Malk'Evar

    Dos pasos más tarde la respuesta apareció ante sus narices ¡Malk'Evar! Ese zorro tenía contactos en todas partes y no era de extrañar que acabase de aparecer de la nada, aunque no estaba solo, tras él había un extraño hombre acorazado armado con dos espadas curvas y... ¿La llave de la celda entre sus manos?

    -Cuando me lo dijeron apenas di crédito a las palabras ¿El bueno de Hamakok aquí, en Puerto Victoria y además entre rejas? O has perdido facultades o te la han jugado, pero no te preocupes, no me ha costado llegar a un acuerdo que podría dejarte en libertad.- El "mercader" se aseguró de marcar de un modo sutil pero claro la palabra podría. -Estoy buscando a un grupo de gente para un trabajo, nada particularmente complicado aunque reconozco que se aleja un poco de lo que has estado haciendo hasta ahora. Podría darte más detalles si aceptas y sales de aquí conmigo pero,  a modo de resumen, te diré que se trata de ir a un lugar y buscar algo para mi, tanto si encontráis lo que quiero como si no os pagare generosamente... por lo que nada de tretas.- La pausa pronunciada vino seguida por un tono severo y amenazante que nada tenía que ver con la manera de hablar distendida que estaba usando y que hizo sentir un escalofrío al tiflin. -¿Qué me dices? ¿Podría contar contigo? Valoraría especialmente el poder contar con alguien de tus talentos y no tendrías que preocuparte por tu seguridad, ya que el bueno de Guinzo estará allí para cubrirte las espaldas. Tú decides, le digo a Guinzo que abra la puerta o prefieres esperar a descubrir que os han preparado para la cena.-

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24/07/2018, 14:02
Hamakok

Sabía que aquél no era sido otro duelo de voluntades, uno tan injusto como lo era la vida misma, ni más ni menos. Las autoridades tenían la sartén por el mango, y jugaban sus cartas. Aislamiento y hambre, para ablandarme. Yo me debilitaría y tendría demasiado tiempo para pensar en el destino que me esperaba. Pero como en todo duelo, también el que jugaba en desventaja contaba con sus propias cartas para ganar la mano. En lugar de pensar en aquello que debía tener, me esforzaba en dedicar todo mi tiempo a analizar qué podía haber salido mal exactamente, por qué me había hundido en el rango de esa manera; y también meditaba largos periodos de tiempo acerca de las distintas opciones de que disponía, tretas y conjuros que podía emplear para salir de tan precaria situación.

Me encontraba sentado en mi cutre camastro, apenas una dura bancada con una manta mohosa. Mi espalda se recostaba en la pared, con una pierna colgando hasta el suelo y el otro pie sobre el camastro, rodilla en alto. Mi cola descansaba a un costado, meneándose de cuando en cuando con pereza. Jugaba con una moneda entre mis dedos, moviéndola de lado a lado haciéndola desaparecer entre ellos y reapareciendo en otro punto de la mano, manteniendo la mirada perdida y expresión pensativa. Y entonces el sonido de una puerta lejana indicó que mi aislamiento total había llegado a su fin. Mis ojos se entrecerraron con expectación, sabiendo que, si disponía de alguna oportunidad de salir de aquella complicada situación con el cuello intacto, se produciría pronto.

¿Malk'Evar? -Me sorprendí al ver ante mí al hombre de negocios, para el que había trabajado ya en varias ocasiones, acompañado de una especie de guardaespaldas acorazado y habiendo despachado al guardia. Mis ojos volaron raudos entre ambos, localizando rápidamente una llave en manos de aquel guerrero, lo que dibujó una sibilina sonrisa en mis labios mientras me ponía en pie- Mis facultades están intactas, eso puedo garantizártelo... Pero este oficio tiene siempre sus riesgos, ya lo sabes. Alguna vez tiene que salir algo mal. -Expuse encogiéndome de hombros, caminando lentamente por aquella pequeña celda, haciendo girar la moneda entre mis dedos para arrojarla al aire y hacerla desaparecer en mi mano al caer. Clavé mi mirada en Malk'Evar y me acerqué más a la reja, llevándome una mano al pecho mientras fingía indignación- ¿Tretas? ¿En serio? ¡Me ofendes! ¿Cuándo te la he jugado alguna vez? Y no, no saques a colación lo de Barrioscuro, ya te expliqué que todo ese turbio asunto fue cosa de Garnak. Hasta te hice un favor acabando con él... -Me excusé, recuperando mi más amplia sonrisa, que escondía mis serías dudas acerca de la oferta envenenada que el comerciante me ponía ante los ojos- De modo que, si lo he entendido bien, me ofreces liberarme del presidio, pagarme generosamente, y hasta ponerme un guardaespaldas... -Solo un pardillo novato se creería que aquella armadura andante tenía como función protegerme, y yo no era ningún novato, ni había sido jamás un pardillo. El tal Guinzo estaba allí para proteger los intereses de su amo, lo que significaba que estaría allí para protegerme. Malk'Evar sabía de mi lema en los negocios, "más vale ganarse aliados que enemigos", pero también de mi debilidad por el oro y cómo éste lograba que mis lealtades... se desviasen- ...por un trabajo "no particularmente complicado". ¿Es así? -Pregunté apoyando los brazos en una de las barras horizontales de la reja, dejando mis antebrazos fuera con las manos colgando- ¿Seguro que soy yo el de las tretas, Malk'Evar? No sé si debería fiarme de una oferta como esa... -Comenté con una sonrisa llena de malicia, para tan sólo un par de segundos más tarde soltar una breve carcajada- ¡Jajaja, sólo es una broma, patrón! Claro que me interesa, no van a llover e ofertas de trabajo en esta lúgubre oficina, después de todo... ¿Cuándo empezamos?

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24/07/2018, 15:30
G1nz0

Escucho con atencion toda la conversacion analizando cada movimiento y expresion del ... socio del Sensei ... y su comportamiento no era solo preocupante sino muy discutive en el camino del bushido ... me daba mala espina aquel hombre ... pero no el ... sino sus intenciones y la posibilidad de que fuera un hombre poco honorable ... encerrado en una celda ... pocos inocentes acababan en alguna de ellas...

Tras la converscion extraña entre ambos no pude evitar comentar mis ... impresiones ...

- Sensei ... seguro que desea a este hombre para la misión ... no parece de confianza ... y estoy seguro que dispone a mas de 10 hombres entre su guardia con mejores capacidades que este ho bre ... o al menos mas honorables y dignos de confianza ... -

Me paro un instante y miro al prisionero 

- No tengo nada contra usted ... estoy seguro que sera un profesional ... en su oficio ... pero ... que este encerrado y que incluso digas que mataste a un hombre ... y me temo que manera poco honorable ... me hace muy complicado imaginar si quiera en poder formar equipo con vos .-

Digo de una manera clara y sincera , no como una queja sino como un acto de sinceridad en el camino del samurai

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24/07/2018, 16:48
Malk'Evar

    Malk'Evar apoyó su mano sobre el hombro de su acompañante como gesto reconciliador sin dejar desaparecer la sonrisa de sus labios. -Permitidme que interceda por el, honorable Ginzo. Se que aún no conocéis del todo bien como funcionan las cosas en estas lejanas tierras, pero estoy seguro que en vuestros reinos también existen los recaudadores de impuestos. No quiero decir que nuestros gobernantes no se merezcan una parte de nuestros beneficios, qué menos si no, ellos son los encargados de otorgarnos la paz y mantenerla, hacer caminos y asegurarse que los maleantes no cometan actos indignos. Pero del mismo modo, a veces el pago es excesivo, especialmente para aquellos hombres que pasan una mala racha.- En ese momento volvió la mirada hacia Hamakok y lo señaló con la palma abierta.

    -Ese es el caso de nuestro buen amigo Hamakok aquí presente, las aduanas de este puerto tienen demasiadas tasas y es difícil atender al pago de todas ellas cuando se cierran ciertos negocios, para mi la suma no era particularmente elevada y por ello he abogado por él ante la guardia saltando de este modo su deuda, no quiero aburriros con los detalles. En cuanto a lo de la muerte... en fin, ninguno de los aquí presentes es un crío, no nos vamos a engañar con ilusiones de un mundo utópico, la vida es dura y en ocasiones el gaznate de uno mismo puede verse en peligro con demasiada facilidad, terminando por verte forzado a matar o ser asesinado. Se que vuestro respetable código del honor es algo admirable pero no todos nuestros contrincantes están dispuestos a aceptar el batirse en un duelo justo, si no más bien tendenciosos a clavarnos un puñal por la espalda en cuanto vean la más mínima muestra de debilidad.- El mercader ya casi había terminado su exposición, por lo que solo se detuvo a aclarar la voz antes de terminar.

    -Se que todo esto podría no ser suficiente para convenceros y no os forzaré para que vayáis en contra de vuestra rectitud, precisamente esa es una de vuestras virtudes más admirables. Pero ya os lo dije antes, este es un hombre de fiar, quizás demasiado propenso a enamorarse del brillo del vil metal, qué puedo decir ante eso, todos cargamos con nuestros propios diablos. Y aún con todo, se que sin mucho esfuerzo lo podría considerar mi amigo ya que, como acabáis de oír, llegó a tomar una vida que bien podría haber llegado a poner en riesgo la mía propia de no haberlo hecho.- Finalmente dio un paso atrás poniendo pegando sus manos a la cintura dejando que G1nz0 y Hamakok quedasen cara a cara. -Tenéis las llaves y a un hombre encerrado que debería estar libre, acepté que vos tomaseis la decisión que creyerais más correcta y creo que dicha opción ahora está más clara.-

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24/07/2018, 17:11
Malk'Evar

    Observando desde detrás de su guardaespaldas, el mercader lanzó una mirada al tiflin realizando un guiño seguido por un gesto que podría entenderse como una señal para que le siguiera el juego.

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24/07/2018, 17:48
G1nz0

Escucho las palabras del Sensai ... con atencion y sosiego ...

 

- Cierto es que la vida no es tan facil como para poder decidir el destino de un hombre solo con su situacion ..., si vos considerais que es un hombre de fiar, no tengo razón para dudar de su palabra ... sin embargo ... vos sabeis tan bien como yo que si este hombre rompe mi confianza, atenta contra mi honor o es indigno ... yo mismo acabare con el sin piedad ... -

Sabia la respuesta ... pues era inflexible contra las injusticias ... asi que di pasos cortas y lentos, acercandome hasta la puerta y termino abriendo la celda ...

- Buen hombre ... parece que ya eres libre ...

 

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24/07/2018, 18:06
Hamakok

La respuesta de Malk'Evar tardaría en llegar algo más de la cuenta, pues el caballero metalizado se atrevió a tomar la palabra. Era el suyo un acento extraño, que evidenciaba su extranjería tanto o más de lo que ya lo hacía su extraña armadura, de una confección que jamás había visto en las ciudades en que había vivido. Preguntaba con el mismo tono con que afirmaba, lo que hacía difícil seguirle, y parecía confundir el tratamiento "de usted" con el tuteo. Además, terminaba cada frase como dejándola en el aire, dejando a su interlocutor con la duda de si iba a añadir algo más. Sin embargo, su forma de expresarse no fue lo que me llamó la atención, sino lo que decía, y lo que subyacía tras ello.

Honor, confianza... ¿Sabía ese hombre para quién estaba trabajando?

Mi sonrisa se ensanchó aún más, al tiempo que mis ojos se estrechaban buscando al comerciante con curiosidad. ¿Qué estaba haciendo, aquel viejo zorro sin escrúpulos? No me costaba dilucidar lo, antes incluso de que quedase meridianamente claro cuando éste comenzó a explicarle... Bueno, todo un saco de sandeces que en nada se parecían a la realidad, pero mediante las cuales movía los hilos del titiritero sobre aquel pobre desgraciado. ¿Pretendía convencerle de la nobleza de trabajar para él, llevándole a hacer cosas que de otro modo desaprobaría totalmente? No, no lo pretendía, lo lograba. Sin embargo, aquel tipo de prácticas no eran de mi completo agrado, me parecían pan para hoy y hambre para mañana. Tarde o temprano, aquel idiota se daría cuenta de lo que pasaba.

Tal vez esa era la idea, utilizarlo solamente un tiempo y luego deshacerse de él...

Un asunto turbio, sin duda...

Finalmente, Malk'Evar dejó en manos del presunto guardaespaldas la decisión acerca de mi liberación, un juego que no me hizo la menor gracia, aunque no me costó demasiado disimularlo. Mantenía mi sonrisa enarcando una ceja mientras me apartaba de la reja, aún divertido ante la idea de que aquel hombre de negocios hubiera afirmado sin despeinarse que podría considerarme su "amigo". El despliegue de triquiñuelas de aquel tipo para engatusar a su nueva adquisición era inconmensurable.

Finalmente, y no sin antes arrojar una amenaza en forma de velada advertencia a quién era ya su amo sin que él lo supiera, el guerrero abrió la puerta concediéndome, claramente a regañadientes, la tan ansiada libertad.

No te preocupes, estoy más que acostumbrado a que desconfíen de mí. -Le dije al acorazado, con voz suave e irónica, saliendo de aquella celda lentamente- Son los cuernos, la gente me confunde con un tiflin, es comprensible... Pero ya te hablaré de mis orígenes, parece que vamos a pasar mucho tiempo juntos. -Afirmé guiñándole un ojo al guardaespaldas- Así tendré la oportunidad de convencerte de que soy totalmente de fiar, y si te interesa puedo ayudarte con el idioma, pareces un poco perdido, sobre todo con la pronunciación. -Miré a nuestro mutuo patrón, guiñándole un ojo también- Ah, y por cierto... -Me giré ligeramente para dedicar al guerrero una mirada de medio lado, llena de confianza- Tu... sensei, no tiene ni diez... ni un hombre como yo. Ya lo comprobarás por ti mismo.

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24/07/2018, 20:07
Brisa
Sólo para el director

Había perdido la cuenta de cuánto tiempo llevaba ya en aquel lugar. Acostumbraba a moverme de un sitio a otro, era raro que me mantuviera tanto tiempo en un mismo lugar, pero la labor que me habían encomendado en los alrededores de Puerto Victoria me agradaba, así como aquellos parajes.

Como guardabosques, podía explorar, dar caza a bandidos y realizar otras labores que me gustaban; además de cumplir con mi cometido allí sin levantar sospechas. Quienes me habían contratado necesitaban cierta información, y yo ayudaba a proporcionársela de forma discreta, trasladando la información que obtenía Gareth. A pesar de ello, había visto a este en raras ocasiones, conociendo mucho más a su halcón Vael.

Un día como otro cualquiera, recibí al halcón en el claro en el que habitualmente nos encontrábamos, extrañándome lo que encontré entre sus garras. El animal no traía el tipo de mensaje que me solía entregar, portando un pergamino enrollado con un lazo rojo, lo cual significaba que la misiva era para mí.

Al desenrollar el mensaje me encontré con un lugar y una hora, al parecer Gareth necesitaba verme en persona, y en seguida me pregunté a qué se debería aquello. Tras acariciar brevemente la cabeza del animal, que se había apoyado en mi brazo, le hice una señal para que partiera; y guardé aquel mensaje a buen recaudo.

Al llegar el día fijado por Gareth, puse rumbo hacia el punto de reunión con tiempo de sobra, por si algún imprevisto en el camino me retrasaba. Aquello no sucedió, pero aproveché los minutos extra de los que disponía en detenerme algo más de lo normal en el paisaje, especialmente en cómo los rayos del sol se colaban entre los árboles. El invierno estaba ya cercano, pero aquel día estaba resultando extrañamente caluroso, y el sol brillaba con fuerza.

Al llegar al claro, un lugar sin señalizar que ambos conocíamos, me mantuve observando a mi alrededor; hasta que un ruido entre los matorrales me indicó que Gareth estaba al llegar. Le reconocí incluso con aquella capa con capucha, pero en seguida descubrió su rostro para que pudiera ver que era él.

Antes siquiera de que se pronunciara, le dediqué un par de palabras.

- Llegas tarde. – le dije con seriedad, callando después a la espera de que me explicara por qué me había hecho acudir a aquel lugar.

Mientras trataba de recuperar el aliento, Gareth excusó su tardanza y me contó el motivo de aquella reunión, terminando por adentrarse más en el claro para darme el resto de detalles.

Mi vida como guardabosques parecía haber terminado. No era algo que me disgustara en realidad, a pesar de que aquella labor me agradaba, simplemente asumí el cambio de planes como algo natural.

Como cuando el viento cambia su rumbo de forma inesperada.

Tomé buena nota de lo relativo al tal Malk’Evar y de los detalles de mi nueva misión. No parecía ser algo complicado, sólo tendría que formar parte del grupo de mercenarios que contratara y enterarme de todo lo que pudiera. Me quedé pensativa ante toda la información que me había dado, reaccionando cuando Gareth añadió que el mercader llegaría en pocos días y que sería en los Grifos Burlones donde reclutaría al grupo.

- Sí, tengo alguna pregunta. – respondí en seguida. - ¿Cómo estaremos en contacto? Imagino que el encargo que quiera hacer al grupo se desempeñara cerca de aquí, pero no sabemos dónde. – pregunté en primer lugar, continuando antes de que pudiera responderme. - Por otro lado, ¿hay algo útil que me puedas decir de los N’Kari? ¿Alguna recomendación? Siempre tengo cuidado, pero la magia no es mi fuerte. – terminé por añadir, en referencia a su advertencia sobre la posibilidad de que aquello tuviera algo que ver con la época de los Reyes Brujos.