Partida Rol por web

01.La torre de Rhon [D&D 5e]

0.Los Grifos Burlones

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02/10/2018, 22:11
Gaidar es-Bregan

Ante la comida y la bebida Gaidar se aboco a su utensilios, un buen cuenco de estofado desapareció en un parpadeo..., un tercio de la jarra de cerveza le ayudo a bajar por el gaznate... Cuando el minotauro se ponía de pie para tomar un segundo cuento el bardo pareció hacer caso a su antigua petición y comenzó a entonar aquella canción de mar... con jarra en mano Gaidar se puso de pie... Con su permiso... y abandono a sus posibles futuros compañeros, postrándose cerca de aquel pequeño cantante y entonado la misma canción...

Al percibir la animosidad del entorno y el rápido accionar del dueño del local decidió tomar acción nunca le huiría a una buena batalla pero tampoco le gustaba que una batalla comenzara por su culpa, sobre todo una tan tonta como lo seria aquella, así que se poso justo entre ambos bandos, equidistante de orcos y enanos en un angulo en el que para que cualquiera de ellos quisiera atacar al otro tendría que pasar por encima de el... si una lucha estallaba no seria a dos bandos, seria a tres, enanos contra orcos contra Gaidar...

El minotauro entonaba alternativamente una canción o la otra, aunque fuera casi una criatura de sal había pasado suficiente tiempo en tabernas para conocer la canción de aquellos enanos y como en ninguna de las canciones se mataban minotauros no es que tuviera nada en contra de alguna, su voz entonaba con el tono desafinado de un toro bramando lenguas comunes...

Su mirada atenta viajaba de un grupo a otro, esperando la mas mínima reacción, la primera mano que se dirigiera a una empuñadura, la primera boca que se abriera para lanzar algún improperio directo, la primera cadera que pretendiera ponerse de pie, recibiría una mirada fulminante desde casi 2.5 metros de altura y si la mirada fulminante no era suficiente, un gran antebrazo caería sobre los hombres de aquel individuo que pretendiera pertubar la celebración...

En algún punto también lanzo alguna mirada de reproche al cantante, Gaidar había pedido que animara la velada, no que provocara una guerra campal...

- Tiradas (1)
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03/10/2018, 18:27
Director
Sólo para el director

PARA EL DIRECTOR:

Intento por cambiar reacción del grupo:

Torpeza del minotauro (+5): 

     Enanos: Dif. 12 +0  11 FRACASO

     Marineros: Dif.15 +2 20 ÉXITO

- Tiradas (2)
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03/10/2018, 18:42
G1nz0

    El espadachín sintió cierto recelo cuando ninguno de los presentes preguntó antes de servirse de la comida que había pedido, pero su señor le había encomendado una misión en la que el trabajo en equipo era una parte fundamental, así que se limitó a entrecerrar los ojos e ignorar el parloteo mientras tomaba su ración. Su cuchara desapareció varias veces bajo el manto que cubría la parte inferior de su rostro acompañada en cada ocasión por un choque metálico sordo. No había nada que destacar en aquel guiso, tras haber probado la comida preparada por el séquito de Malk'Evar sería raro que encontrase en aquella ciudad algo que tan siquiera se le acercase.

    Sin embargo el licor era otra cuestión, aquella bebida oleosa dulzona era fuerte y calentó su vientre de una manera que pocas veces había experimentado, todavía no sabía el precio de la misma, pero sin duda una calidad como aquella podría antojarse elevada, menos mal que estaban cubiertos por esa parte.

Notas de juego

Personaje Pnjotizado

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03/10/2018, 18:52
Director
Sólo para el director
- Tiradas (1)
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03/10/2018, 18:52
Grifos Burlones

    Los cánticos comenzaban a fundirse en una cacofonía disonante que bien podía incomodar a todos aquellos que no hubieran alcanzado un cierto nivel de beodez para amortiguar el efecto, pero al menos las cosas no habían llegado a las manos por el momento y eso satisfacía los intereses de Urgrim, quien rápidamente saltó tras la barra cuando dejó a sus congéneres cantando para empezar a dar instrucciones a su plantilla para llevar otra remesa de cuernos y jarras de cerveza y vino a la zona ocupada por los marineros. Incluso desde la distancia, el grupo pudo observar el brillo formados por las gotas de sudor que se habían agolpado en la frente del tabernero tratando de gestionar su crisis a marchas forzadas.

    Por suerte para él, no era el único que trataba de salvar aquella pelea, pues sin previo aviso, Gaidar dejó atrás a sus compañeros de mesa con paso vacilante para aproximarse al bardo y mediar entre los dos bandos. Su intención era tratar de acompañar de manera alternativa ambos cantares, sin embargo los bramidos desafinados del hombre bovino solo lograron hacer más patente aquel atentado musical, haciendo que más de uno perdiera el ritmo.

    Aún así la fortuna lo sonrió, ya que los enanos vieron las acciones de aquel amago de árbitro como algo de lo más hilarante e interrumpieron su cantar entre carcajadas y burlas a la nefasta actuación logrando aligerar parcialmente la tensión, aunque fuese a costa de parte de su orgullo.

Notas de juego

Gaidar: Te has bajado ya una buena cantidad de cerveza, de momento antes de iniciar una acción deberás de realizar una tirada de salvación de constitución a dif. 10 ya hice la primera por ti con ventaja y la pasaste, pero si sigues bebiendo la dificultad irá subiendo.

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04/10/2018, 00:22
Hamakok

Ante mí sugerencia de cambiar de aires, Vanielle se mostró más proclive a permanecer allí a fin de evitar que el conflicto llegase a mayores entre aquellos dos grupos. Que hablase de lograrlo pacíficamente despertó la curiosidad de Nayle, pero la mera intención de involucrarse en aquella contienda que nada tenía que ver con nosotros lo que despertó fue mi humor.

¿En serio? -Bromeé, echándome a reír por lo bajo, hasta que volví a mirar a la humana, borrándose mi sonrisa un instante- Oh, que sí era en serio...

Por un instante, había olvidado que se trataba de una clérigo, y la fe a la que servía. No estaba demasiado acostumbrado a rodearme de ese tipo de gente, y entre la calaña con la que confraternizaba habitualmente no era costumbre meterse en asuntos ajenos. Era la manera más rápida y tonta de ganarse enemigos y cuchilladas traperas. Me encogí de hombros y me dediqué a terminar con la comida que quedaba en mi plato, ignorando todo aquello al momento.

Sin embargo, me fijé con cierta diversión en la reacción del minotauro y cómo se situó junto al bardo en una especie de posición de barrera entre ambos grupos. Incluso me contagié de las risas que provocó su intento de cantar junto al pequeño bardo.

Bueno, parece que nuestro salvaje astado es toda una caja de sorpresas... -Comenté alegremente, percatándome entonces de toda la cantidad de alcohol que llevaba ya consumida- ...aunque si continúa bebiendo así puede que termine por no sernos útil, después de todo. -Añadí encogiéndome de hombros- Iré a pagar la cuenta... -Compartí tomando la bolsa de dinero que nuestro patrón me había confiado para los gastos del día, sacando algunas monedas disimuladamente por debajo de la mesa, y depositándolas en el regazo de Nayle- Una pequeña contribución al cuidado de esos huerfanitos tuyos... -Le susurré guiñándole un ojo, antes de ponerme en pie y dirigirme a la barra.

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04/10/2018, 06:54
Nayle

La clérigo no parecía tener ninguna idea concreta para llevar a cabo lo que se proponía. Debía de ser de ese estilo de clérigo más de “proponer”, decir lo que se debe hacer, que de mancharse las manos con la faena. Era algo lo de que solían adolecer muchos siervos de otros dioses.
Por fortuna, el minotauro tuvo una idea… “original”, desde luego, y efectiva. Con su mediación se evito la trifulca de momento y parecía que las aguas se calmaron. Ahora el peligro era que el minotauro siguiera bebiendo y acabara él provocando una pelea. Sería mejor sacarlo de aquí.
Antes siquiera de que tuviera tiempo de terminar mis pensamientos el “nieto de dragones” ya me había colado unas monedas extras y se dirigía a saldar la cuenta, demostrando así su velocidad de pensamiento y reacción.
Le dediqué una sonrisa un poco tonta tras recuperarme de la pequeña sorpresa inicial. Le habría correspondido con algo más, pero no quería delatarnos. Más tarde le daría las gracias en cuanto tuviera un hueco. Seguro que los niños podrían tirar varios días nada más que con estas monedas.
- Quizás sea mejor ir a dar una vuelta por la ciudad y alejar un rato al minotauro del alcohol – dije arqueando las cejas – Si queréis os la puedo enseñar hasta que sea la hora de ir a buscar a nuestro nuevo patrón – propuse mientras me levantaba y dirigía al minotauro.

.

- ¡Hey, grandullón! – dije alegre para atraer su atención – Estamos hablando de dar una vuelta por la ciudad. ¿Te apuntas a venir con nosotros? – propuse reuniendo todo el escaso encanto que tenía en una sonrisa y una mirada en la que se podía leer la esperanza de recibir un sí y la promesa de unos morritos y unos pucheros gatunos en caso de que fuera un no.

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04/10/2018, 08:01
Gaidar es-Bregan

En el momento que la felina se acerca a Gaidar, el primer instinto fue pasar su gran brazo derecho por los hombres de la delicada clérigo y agacharse para escucharla por encima de todos aquellos gritos del canto, claro esta sin dejar de cantar el mismo, lo que entorpeció un poco la comunicación, pero al final escucho lo necesario...

Sin soltarla levanto la mirada, evaluó a los dos grupos y determino que ya no había peligro... y en ese momento se dio cuenta que estaba "abrazando" a la felina y la soltó de golpe, intercambiando miradas entre la jarra de alchol, su brazo y la chica para terminar con un gesto de negación en el rostro de claro "que estoy haciendo???"

Paseo por la ciudad? venga vamos a ello, tengo que airear la mente, evitar peleas es un trabajo demandante...

Dicho esto me dirijo a la barra a pagar lo mio y a decirle al tabernero...

Dile a ese pequeño bardo que elija mejor su repertorio... con una sonrisa de oreja a oreja en el rostro...

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04/10/2018, 20:14
G1nz0

El samurai comida con parsimonia como si fuera una ceremonia con todo en su sitio y todo con un orden y modo perfectos, casi desconetado de todo lo que le rodeaba ...

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05/10/2018, 22:04
Brisa

Detuve la cucharada que iba a meterme a la boca cuando el tiflin comenzó a responderme. No sonreía muy a menudo, pero escuchar que poseía muchas más de aquellas marcas y que tendría la oportunidad de verlas todas juntas me sacó una sonrisa. Sin embargo, mi semblante pronto se volvió serio, a la par que pensativo, volviendo a mirar hacia aquella guerra musical.

¿Si me porto bien? ¿Se refiere a mi labor durante la misión?

Dejé aquello a un lado cuando Hamakok continuó hablando, explicándome qué eran aquellos símbolos y manifestando lo fascinante que era la historia sobre cómo se los habían hecho, una historia que se planteaba contarme algún día.

No pude evitar sentir cierta envidia ante ello. Rara vez aparecía ese sentimiento en mí, pero siempre había querido conocer el significado de las marcas en mi piel. En mi caso se trataba de dibujos que me habían acompañado desde mi nacimiento, y no tenía manera de saber qué eran, o si realmente eran algo.

No pude responder al colorado hombre en aquel momento, pues el barullo del local era cada vez mayor, y el tiflin terminó proponiendo que abandonáramos el lugar. Sin embargo, la clérigo prefería quedarse, con la intención de detener la posible trifulca, ante lo que la mujer gato manifestó su curiosidad, y el tiflin su sorpresa. Al ver que no había acuerdo continué comiendo, mientras miraba a uno y otro, esperando algún tipo de conclusión.

Entonces Gaidan se unió a aquellos berridos alcohólicos, que parecieron divertir al tiflin a juzgar por sus palabras, aunque también puso en duda que el minotauro fuera útil si continuaba bebiendo. Hamakok dijo que iría a pagar la cuenta, y mientras le decía algo a Nayle apuré lo que me quedaba en el cuenco.

La mujer gato propuso enseñarnos la ciudad, ante lo que asentí, dirigiéndose después en busca del minotauro. Por mi parte, me puse en pie, queriendo ir en busca de Hamakok para darle una respuesta y pedirle algo, pero antes de ello me percate de algo extraño en Vanielle; sin poder evitar preguntarle.

- ¿Tus ojos han resplandecido? – le dije pestañeando un par de veces, antes de acercarme al tiflin a grandes zancadas, pretendiendo alcanzarle en la barra. – Me gustaría ver todos tus dibujos, y que me cuentes esa historia. – le solté de pronto, con gran convencimiento. – No dudes de mis habilidades, me portaré bien. Si Malk'Evar te pide opinión… ¿Le recomendarás que me contrate? Te garantizo que me portaré muy bien durante la misión, necesito ese trabajo.

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07/10/2018, 20:54
Grifos Burlones

    Tras la intervención del minotauro pareció establecerse una tregua que perduró hasta que los aventureros pudieron terminar su comida y salir del lugar una vez pagaron la cuenta, que en esta ocasión correría al cargo del hombre astado carmesí. Urgrim les deseo un buena suerte en sus cometidos y es que, a fin de cuentas, el desafinado canto del toro había logrado salvar una situación que se antojaba, cuanto menos, peliaguda.

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07/10/2018, 20:58
Urgrim Khudum

    Al ver que el tiflin se acerca para realizar el pago, el enano corrió a adecentarse como mejor pudo pasando un paño por su frente y echando una mirada a la mesa que había ocupado para hacer un cálculo mental sobre la cuenta total.

    -Serían diez piezas de oro por todo...- Se apresuró a decir, aunque tal y como las palabras salían de su boca pareció dudar unos momentos sobre el precio final. -...aunque dejémoslo en cinco, el grandullón ha hecho un buen favor hoy y seguiré haciendo una buena caja hoy con sus compañeros al fin y al cabo.- 

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07/10/2018, 20:59
Puerto Victoria

    Las próximas horas transcurrieron más rápido de lo esperado, el ajetreo causado por el ritmo acelerado de las gentes de la ciudad parecía haberlos afectado de alguna forma para lograr ese efecto. Aún con todo tuvieron tiempo de recorrer las plazas en las que puestos de diversa índoles se habían establecido a fin de lograr sacar algo de dinero a costa de viajeros, marineros y clientes habituales ya fuera a través de cosas tan triviales como la venta de alimentos como mediante el engaño para forzarlos a detenerse a apostar en juegos de azar, por suerte Hamakok y Nayle ya sabían de estas trampas llegando incluso a conocer a algunos de los "tramperos" que tanto empeño habían puesto en disponerlas.

   Más tarde se les presentó la ocasión de aproximarse al templo por el que Vanielle había preguntado o aproximarse a la morada de Nayle, pero poco después la luz diurna empezó a extinguirse lentamente poniéndolos en aviso de que el tiempo para ir a buscar a Malk'Evar había llegado.

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07/10/2018, 21:07
Afueras de Puerto Victoria

    Con una luz escasa, G1nz0 guió al grupo hacia el campamento del que seguramente se acabaría por convertir en el patrón de los integrantes de tan pintoresco grupo. A primera vista, todos lo que no conocían el poder del mercader, quedaron sorprendidos por el portento que encontraron levantado ante ellos. Y es que no era de extrañar, al menos un grupo de media docena de carpas de tamaños similares en tamaño al de una casa formaban el núcleo del asentamiento rodeadas de un sinfín de tiendas de menor tamaño, incluso había un cerco alrededor del lugar por el que un grupo de centinelas hacía guardia que lograba conferir al conjunto un aspecto casi marcial.

    El samurai se adelantó al llegar a la entrada para hacer un intercambio con los mercenarios apostados que les permitiera el paso. Al oír el mensaje de G1nz0, la pareja de imponentes semiorcos, alzaron sus poderosos alfajones y escoltaron al grupo hacia el interior del campamento. Por el camino pudieron observar herreros, orfebres, carpinteros y demás artesanos organizando y dando retoques finales a sus mercancías para los próximos días. Y eso no era todo, también pudieron ver artistas ensayando, jaulas con bestias desconocidas, cocineros preparando platos de tierras lejanas y hasta un pequeño séquito de magos y adivinadores, resultaba llamativo también el hecho de que la diversidad de las razas entre los trabajadores del mercader era un hecho omnipresente. Por absurdo que pudiera parecer, la idea de poder haberse perdido de no estar siendo guiados era algo más que probable.

    Finalmente alcanzaron su objetivo, una de las dos carpas de mayor tamaño y también la zona en la que mayor concentración de mercenarios era patente, aunque ahora la mayor parte de ellos rodeaba un fuego mientras llenaban el estomago. Los semiorcos hicieron un saludo marcial al forjado al considerar cumplida su misión en espera de recibir la respuesta que los permitiera regresar a sus puestos por parte de su superior, aparentemente el samurai gozaba de cierto rango entre los hombres de Malk.

    Solo restaba anunciar su llegada e iniciar las negociaciones y para eso, tanto G1nz0 como Hamakok sabían a donde dirigirse, la guardia personal del mercader no había cambiado desde la última vez que había coincidido con aquel hombre, la triada de hombres lagarto que casi podían lograr hacer parecer menudo a alguien como Gaidar. El mayor de ellos, de escamas rojizas, chasqueo su lengua bífida ante la su llegado y cuando uno de los cabecillas se decidió a dirigirse a él, desapareció por un momento tras la lona que cubría la entrada a la par que sus compañeros cruzaban sus armas de asta para impedir el paso, momentos después reapareció apartando la tela y permitió así el paso a todos con palabras siseantes. 

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07/10/2018, 21:37
Malk'Evar

    Tal y como era de esperar, en el interior de la tienda, las muestras de ostentosidad no se detienen. Una piel blanca de un gran animal tapiza el suelo y, en cuanto ponéis un pie sobre la misma, sentís que todo el cansancio de vuestras piernas tras la caminata que habéis realizado durante el día desaparece, a diestra y a siniestra varias estanterías muestran un sinfín de artilugios y elementos de decoración de lo más singular y en el centro, una gran mesa rectangular de madera noble y fina talladura con elaborados relieves, os espera para que os aproximéis a la misma.

    Justo tras ella os espera un hombre que no debe de ser otro más que al que G1nz0 tantas veces se refirió como sensei. Se trata de un humano de edad media de aspecto cuidado y rostro afable, sus ropas son cómodas de piel de buena calidad y sostiene una copa de vino mientras con un gesto de la mano os invita a rodear el mueble y así empezar las presentaciones.

    -Buenas noches, amigos.- Saluda sonriente alzando la copa con tono conciliador. -Hay vino para todos, aunque si deseáis algo de comer, puedo ordenar que os preparen lo que prefiráis si os urge, aunque preferiría dejar eso para más tarde.- Continua mientras muestra un juego de copas de plata con su correspondiente jarra. Seguidamente dirige su atención al tiflin. -Hamakok, viejo zorro, veo que no has perdido el buen gusto en este tiempo, sin duda has logrado atraer a un grupo de lo más interesante combinando belleza y elegancia con fuerza, un brindis por haber logrado semejante empresa en un espacio de tiempo tan corto, no esperaba menos de vosotros.- Tras ello su mirada se va posando en cada uno de los acompañantes de G1nz0 y Hamakok. -Bien, mi nombre es Malk'Evar, hombre de mundo a la par que de negocios así como el dueño de este humilde campamento. Me gustaría saber algo más acerca de vosotros antes de comenzar...- Seguidamente, el hombre sacó cuatro pequeñas bolsas de cuero que deposito sobre su lado de la mesa. -...tras ello entraré en detalles y una vez decidáis si os interesa lo que tengo que proponeros, daré el resto de detalles, tanto si aceptáis como si no, aquí hay un pequeño pago que podría tratarse como el primero de varios como el precio por vuestra confidencialidad y las molestias de haber venido hasta aquí si rechazáis la oferta, cosa que espero que no ocurra, ya que creo que bien os merecería la pena lo que tengo para ofrecer.-

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08/10/2018, 07:10
Nayle

Durante el resto del día fui haciendo de guía por la ciudad, incluyendo prevenir a mis nuevos compañeros de los posibles tramposos.
El día fue distendido e incluso tuvimos ocasión de pasarnos por el “orfanato”, que no era más que un edificio medio derruido en una de las zonas más pobres y menos recomendables de la ciudad. Una vez dentro la cosa mejoraba un poco ya que al menos no estaba sucio y se podían ver aparejos de construcción aquí y allá. Alguien debía estar afanándose en reformar el edificio y hacer que volviera a estar completo.
En un patio trasero del edificio encontramos a tres chicas y dos chicos de diversas edades entre los 8 y los 12 años, con ropas remendadas, que se juntaban alrededor de una pequeña fogata sobre la que había un pequeño caldero; probablemente sería mejor no preguntar que habían hecho dentro para cocinar.
Los saludé con cariño, el cuál le fue devuelto por ellos a la par que dedicaban miradas de suspicacia a los desconocidos. Tras unas breves presentaciones de unos y otros se llevó a un aparte a las dos chicas mayores para entregarles unas monedas, las mismas que Hamakok le había entregado a ella por debajo de la mesa en la taberna, y explicarles que estaría fuera un tiempo para ganar mucho dinero para ellos y el “orfanato”.
Tras la cariñosa despedida de “mama gata” los dirigí hasta el templo de Ilmater que Vanielle tenía curiosidad por visitar. Quería indagar más sobre lo que Brisa mencionó en la taberna: le habían brillado los ojos. O eso había dicho la chica azul. Sin embargo, no veía del todo apropiado sacarlo a relucir, pero sí que se mantuvo más alerta para comprobar si ella llegaba a ver lo mismo en algún momento.
.
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Una vez llegó el momento de conocer a su futuro patrón, me quedé sin palabras al ver tanta majestuosidad y suntuosidad, tantas razas diferentes, tantos trabajadores juntos, tanta protección,… bien podía ser un pueblo en miniatura itinerante.
La carpa de Malk’Evar me termino de dejar muda. Aunque mis ojos se dirigían golosos a la bolsa de dinero que había dejado sobre la mesa, la promesa de más pagos en el futuro ya me era suficiente para querer quedarme. Sin embargo, me sentía tan cohibida que ni me atrevía a separar los labios para probar el vino que nos ofrecían. Recé en silencio a Gond para que Hamakok me sacase de aquello e hiciera las presentaciones por nosotros, o al menos la mía… como mínimo esperaría a que los demás hablasen antes de tener el valor de hacerlo yo.

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08/10/2018, 07:10
Nayle
Sólo para el director

Notas de juego

Cita:

Quería indagar más sobre lo que Brisa mencionó en la taberna: le habían brillado los ojos. O eso había dicho la chica azul. Sin embargo, no veía del todo apropiado sacarlo a relucir, pero sí que se mantuvo más alerta para comprobar si ella llegaba a ver lo mismo en algún momento.

Lo dicho, me mantendré al tanto por si viera que los ojos de Vanielle brillan ^^

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08/10/2018, 08:29
Gaidar es-Bregan

Gaidar deambulo por el pueblo tranquilamente, siguió a Hamkok y la gata sin chistar ni quejarse, ya había estado en aquel pueblo pero poco mas allá de los puertos había ido, pues había sido bajar de un barco, pasar un par de noches y abordar otro para continuar la travesía, así que adentrarse y conocer un poco mas se le antojo agradable, o era el efecto del alcohol en la sangre?...

Al llegar a aquel "orfanato" como lo llamaba la gata vio la calidad del edificio y procuro andar con cuidado, no fuera que su torpeza terminara de echar aquel lugar abajo, aquella forma de caminar tan extrañamente cuidadosa arranco sonrisas de los 3 mas jóvenes al punto que provocaron que mientras Giadar observaba a la gata darle monedas las chicas mayores, hacer una pequeña "jugarreta" y tras buscar en su bolsa 5 monedas de la menor denominación existente llamo a la chica y los chicos mas pequeños y "en secreto" les dio las monedas, Compren algo sabroso para ustedes y tráiganle un poco a sus hermanas dijo mientras señalaba las monedas y a las dos chicas mayores... denles esa sorpresa como agradecimiento por cuidarlos...  y luego agarrando por los hombros a los dos chicos (una mano para cada uno) y verlos itinerantemente a los ojos y ustedes dejen de darles dolores de cabeza... para terminar con una amplia sonrisa bobina...

Aquella situación no hacia mas que hacerle recordar aquellos primero años tras la muerte de sus padres, aunque el estuviera en alta mar y ellos en este edificio, la mirada de soledad era similar...

Finalmente salieron de aquel edificio por lo que Gaidar se relajo, fueron a un templo lugar en el que permaneció fuera mientras el grupo lo veía, hasta que callo el día y fueron a ver a quien buscaba nuevos empleados...

Aquel lugar lo dejo impresionado, había conocido a mercaderes muy adinerados incluso había llegado a trabajar para alguno, en el mar había conocido alguno que eran dueños de flotas de 3 o 4 buques de 3 mástiles, pero aquel nivel de lujo era ridículo así imposible de creer, que hubiese visto antes Gaidar lo que mas se le acercaba a aquello eran las oficinas de una empresa mercante completa, y mira que no le llegaba a la mitad no era solo un maldito mercader...

Ante aquellos soldados a sueldo Gaidar sintió la curiosidad de probar que tan bien entrenados estarían pero se contuvo, quizás después existiera la oportunidad de tener un par de combates amistosos... Entro a aquella carpa y sintió como se recuperaba al momento por lo que vio a los lados como buscando, infructuosamente, el origen de su mejora...

Luego aquel hombre comenzó a hablar, ante el ofrecimiento de vino negó "educadamente" con la mano, esa agua sucia no era de su agrado, aunque no lo dijo claro esta, así que pretendía pagar por el simple hecho de venir a escucharlo? Viendo al resto del grupo era obvio que ya 2 habían estado aquí y tomando en cuenta que solo había cuatro bolsitas eramos entonces solo 4 los contratados...

Mi nombre es Gaidar... Suelta de sopetón el minoturo y tu emplazamiento es cuanto menos impresionante, eh visto flotas de reyes con menos lujo, peor equipadas y peor defendidas... has de ser alguien muy poderoso y eso lo respeto... luego moviendo una mano para señalar a Hamakok continúo tu enviado ha hablado del pago sobre nuestra misión y ha indicado que se trata de ir a algún lado y recuperar algo, eh de admitir que la paga es sin lugar a dudas sustanciosa, pero la falta de precisión en la o información en cuanto al encargo me hace dudar un poco... de inmediato saltaron a defender vuestro honor, cosa que nunca puse en duda, y esto casi termina mal, pero aun así ningún remordimiento se que soy un cabeza dura, aveces puede ser bueno y a veces no... con un ligero encogimiento de hombros y una medio sonrisa en el rostro...

Mis habilidades creo que son obvias, aunque si he de resumirlas diré que soy un experimentado marinero y luchador, y antes de aceptar solo me gustaría hacer tres preguntas y sin esperar respuesta continua Que es lo que hay que recuperar?, Donde o de quien hay que recuperarlo? y viendo el gran brazo armado que ostentas en el campamento porque necesitas nuevos reclutas para esta búsqueda?

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08/10/2018, 15:18
Hamakok

Separarme del grueso del grupo por unos instantes me deparó agradables sorpresas. La primera fue que, nada más apoyar mis brazos sobre la barra, fui abordado nuevamente por aquella peculiar mujer azulada, quien se había apresurado a venir tras de mí. Insistía en su deseo de visualizar mis tatuajes, así como conocer la historia que podía contar acerca de ellos. Fruncí el ceño un instante, divertido, más aún cuando me pidió que no dudase de sus habilidades, prometiendo portarse bien.

Portarse bien

¿”Si te portas bien…”? ¿En serio?

Desconocía de dónde había salido aquella chica, a la que no dudé en recorrer con la mirada de arriba abajo con descaro, aprovechando nuestra posición junto a la barra, terminando por clavar mis ojos en los suyos, descubriendo una candidez en la que no había reparado. ¿De veras era tan inocente? Aquello me inspiraba una gran… lástima. Conocía la dureza de las calles, de casi cualquier lugar en el mundo, donde los poderosos aplastaban a los débiles y cualquier atisbo de debilidad era aprovechado en aquella intensa e interminable lucha por la supervivencia. Quería suponer que sus habilidades, aquellas a las que se había referido en la mesa, estaban a la altura de la empresa que debíamos afrontar, pero eso no era suficiente para sobrevivir.

No cuando eras tan sencillo de engañar.

Yo mismo, mientras meditaba mi respuesta, me planteé si merecía la pena sacarla de su error, o por el contrario aprovecharme de él. Tenía pinta de que sería tremendamente sencillo embaucarla y obtener de ella lo que me placiera, incluido aquello que estaba implícito en la indirecta que había producido todo aquel equívoco. Y sin embargo, tal vez precisamente por ese motivo, decidí que no me resultaría satisfactorio. No suponía un verdadero reto, era como arrebatarle un caramelo a un niño pequeño. Además, hasta yo tenía límites.

Tú… no sales mucho, ¿verdad? –Pregunté con una sugerente sonrisa, retóricamente por supuesto, cuando Urgrim se acercó a cobrarse la comanda.

El enano me ofreció la segunda agradable sorpresa. Anunciando que el coste total de lo consumido ascendía a diez monedas de oro, extraje con mano habilidosa las monedas necesarias de la saca que mi patrón me había entregado. Sin embargo, agradecido por la intervención de Gaidar en la trifulca que casi había llegado a producirse y que bien podía haber dejado el local convertido en un campo de batalla, decidió reducirlo a sólo cinco.

Caray, eso es muy generoso de tu parte… -Le dije, satisfecho, mientras tomaba aquellas diez monedas y, con el pulgar, dejaba caer sobre la barra ante él una tras otra las cinco monedas que requería como pago- Ahí las tienes. Ha sido un placer, Urgrim. –Me despedí, volviendo a centrar mi atención en la chica azul.

Con gran disimulo y suavidad, las otras cinco monedas me las guardé en el bolsillo de mis ropajes, en lugar de devolverlas a la saca.

Como te decía, preciosa, creo que me has malinterpretado. Por supuesto que confío en tus habilidades, de lo contrario no te llevaría ante mi patrón. Soy un profesional… -Indiqué atusándome el bigote- “Si te portas bien” era sólo una expresión, una forma de hablar. Suele decirse cuando se espera que, al hacer un favor, se reciba otro a cambio, que se porten bien con uno. Muchos lo emplean con libidinosas connotaciones, por cierto. –Añadí aguantándome una ligera risita- Por supuesto, no era más que una chanza. –Me apresuré a aclarar, mostrando mis manos abiertas a ambos lados de mi cabeza- Me da la impresión de que careces de amplia experiencia en este tipo de cuestiones. Las sociales, me refiero, no las libidinosas… -Expuse, guiñándole un ojo- ¿Mi consejo? Permanece cerca de mí y te enseñaré mucho, además de mi piel y la más magnífica historia jamás contada por un bardo. No hay ninguno cerca que la conozca, pero trataré de no hacerla aburrida para tus oídos… -Sonreí más ampliamente- Y por Malk´Evar no te preocupes, contarás con mi patrocinio a sus ojos. A cambio, ¿cómo habías dicho? Ah sí, te portarás muy bien conmigo durante la misión… -Dictaminé, volviendo a guiñarle un ojo- Una chanza, ¿recuerdas?

Era una chanza… sí y no. Desde luego, no tenía intención de aprovecharme de ella, sexualmente hablando. Aquel no era mi estilo. Tampoco era de mi interés causarle mal alguno aprovechándome de su inocencia. Bastante se aprovecharían otros. Pero no podía dejar pasar la oportunidad de ponerla de mi parte y cubrirme un poco las espaldas. En todo grupo había rencillas, enfrentamientos, tensiones. Siempre era necesario contar con apoyos dentro de las filas, antes de que éstas pudieran dividirse. Y era plenamente consciente de que algunos de los que estaban sentados a aquella mesa se posicionarían raudos en mi contra, cuando las cosas se torcieran. Antes, incluso.

Dedicamos el resto del día a movernos por las calles de la ciudad. Yo no tenía ningún interés particular en acudir a un lugar u otro, de modo que no me importó acudir en compañía de los demás a atender sus asuntos privados. Mientras tanto, conté para los curiosos oídos de Brisa y de quien quisiera escucharlo la magnífica historia del dragón que se enamoró de una princesa elfa, y mediante poderosas magias adoptó la forma de un apuesto héroe que libró mil batallas para, a pesar de no contar con tierras ni súbditos, merecer el afecto de la princesa. Por supuesto, temeroso de ser rechazado por su naturaleza, le ocultó su condición, la cual no descubrió hasta, tras fastuosas celebraciones de boda, haberla dejado en cinta. La criatura nacida de tal unión fue rechazada por la sociedad élfica y su propia madre, y el dragón tuvo que huir de los bosques llevándose a su criatura con él. Aquel híbrido de dragón y elfo, mi madre, habría morado en una cueva junto a mi abuelo durante generaciones, hasta que la naturaleza había llamado a su puerta y puso el huevo del que yo eclosionaría. Fue entonces cuando mi madre habría decidido salir de su confinamiento y ofrecerme otra vida, y me habría traído a la gran ciudad. Por supuesto, al llegar a cierta edad, yo había decidido vivir mi vida en solitario, y mi madre había regresado al hogar familiar. Todos me confundían con un tiflin, pero era evidente que se trataba de un infame error, fruto del desconocimiento. A modo de conclusión de aquella historia, me apresuré a mostrar más de cerca a la chica la brillante y cuasi escamosa textura que mi rojiza piel presentaba en ciertas zonas. Prueba irrefutable de mi condición, por supuesto.

Finalmente, con el oscurecimiento del cielo, Ginzo se decidió a guiarnos hasta el campamento del patrón. Era tan fastuoso como recordaba los lugares en que me había encontrado con él en anteriores negocios, y lo que realmente me sorprendió fue descubrir el respeto que todos mostraban al caballero de metal. Hizo que me preguntase cuan rápidamente podría volverse esa posición del revés si el forjado se enterase de la verdad tras el trato que mantenía con su “sensei”, significase lo que eso significase. Y mis labios se curvaron en una maliciosa sonrisa al pensar en ello.

No tardamos en ser recibidos en la tienda de Malk´Evar, la cual me resultaba de lo más interesante. Me detuve un instante sobre aquella piel blanca, consciente del efecto mágico reparador que ofrecía a los recién llegados. En seguida me fijé en la mesa alrededor de la que se esperaba que tomásemos asiento. No tardé en servir cuatro copas de vino, situando tres de ellas delante de los asientos que ocuparon las damas de aquel variopinto grupo, y en tomar asiento sobre la silla justo en frente del patrón, cruzando una pierna sobre la otra con soltura mientras sostenía con gracia mi propia copa.

¿Qué quieres que te diga, jefe? Ya sabes lo que opino de los negocios. –Respondí a sus halagos, mesándome el bigote con aire sofisticado- Hay que hacerlos sin perder de vista la profesionalidad… -Dejé mecerse la mano a un lado de mi rostro, con un gesto ligeramente amanerado- ...y el glamour.

Podría haberlos presentado yo mismo, con gran grandilocuencia, pero preferí dar un sorbo al vino y permitir que cada cual lo hiciera personalmente. Era una forma de, una vez más, descubrir detalles acerca de ellos que me ayudasen a entenderles mejor, ver de qué pie cojeaban. Sólo esperaba que ninguno de ellos me dejase en mal lugar.

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11/10/2018, 19:28
Brisa

Cuando el tiflin me miró de arriba abajo al darle alcance en la barra, conjeturando después que no debía salir mucho, me sentí totalmente confusa. Tuve que esperar a que Hamakok pagara para saber a qué venía aquello, y es que al parecer había malinterpretado sus palabras. Me aclaró que confiaba en mis habilidades, y que aquello de que me portara bien tan sólo era una expresión que podía tener distintos significados y connotaciones. Mis ojos se abrieron como platos al tomar conciencia de lo que parecía que le había ofrecido al tiflin, mientras este aclaraba que no había tratado más que de bromear.

Cuando señaló que parecía tener problemas con las cuestiones sociales, mi ceño se frunció ligeramente, molesta conmigo misma. Aquello era algo que Rayden me había dicho en más de una ocasión, apuntando que debía esforzarme en ese sentido, visitar más ciudades y conocer gente; pero no terminaba de ver que fuera algo imprescindible. Sin embargo, la vida acababa de demostrarme con aquel malentendido que el guardabosques podía tener razón.

Con una gran sonrisa, Hamakok me aconsejó permanecer a su lado, pudiendo enseñarme muchas cosas, entre ellas aquella historia que prometió hacer interesante para mí. Me quedé pensativa uno segundos, seria, hasta que finalmente me pronuncié.

- Vale. – respondí sin más, antes de que añadiera que me apoyaría frente a su patrón a cambio de portarme muy bien con él durante la misión, aclarando justo después que bromeaba. – Lo recuerdo. – le confirmé, mostrando una casi imperceptible sonrisa.

Al salir de la taberna, nos dedicamos a deambular por la ciudad visitando distintos lugares, como lo que Nayle llamaba orfanato y el Templo de Illmater. Mientras paseábamos, Hamakok relató una más que interesante historia, su historia; dejándome increíblemente sorprendida con esta. Si no fuera porque tenía la seguridad de que el tiflin no sabía nada de mí más allá de lo que le había contado, hubiera pensado que aquello era otra chanza.

Al mostrarme Hamakok cómo en algunas zonas su piel era brillante y poseía una textura peculiar, pasé mis dedos por esta, sintiendo el tacto escamoso de su piel.

- ¿Entonces no eres un tiflin? – pregunté con curiosidad, guardándome algunas otras preguntas para otro momento, pues deseaba saber más sobre aquella historia.

Había llegado el momento de presentarnos frente al mercader, guiándonos Ginzo hasta su campamento. Más que un campamento, aquello parecía un mercado, y mis ojos no dejaban de observar todo a nuestro alrededor. Una de las cosas que llamaron mi atención fue tanto lujo, algo también presente cuando finalmente pudimos acceder a la carpa de Malk'Evar. La piel blanca que había en el suelo en seguida captó mi atención, incluso antes de notar que al pisarla recuperaba toda mi energía.

El mercader en seguida nos invitó con un gesto a sentarnos con él a la mesa, cosa que hice mientras este saludaba y nos ofrecía vino y algo de comer si queríamos. El tipo se mostraba entusiasmado por el grupo que Hamakok y Ginzo habían llevado, queriendo incluso brindar por ello. Tras presentarse quiso que nosotros hiciéramos lo mismo, explicándonos antes de ello que después nos ofrecería algunos detalles para que pudiéramos decidir si queríamos aceptar el trabajo, dándonos el resto de información al aceptar. Me sorprendió que nos ofreciera un pago aceptáramos o no trabajar para él. Demasiada generosidad.

Hamakok respondió a su patrón compartiendo su visión sobre los negocios, comenzando a disfrutar del vino mientras Gaidar se decidía a presentarse. El minotauro tendría cosas que aportar a aquella misión, sin duda, pero la inteligencia no parecía ser una de ellas; aunque aquello había quedado ya bastante claro en la taberna.

El resto estaba callado, demasiado, y cuando Gaidar terminó de formular la última de sus preguntas me pronuncié.

- Malk'Evar ha sido muy claro. Nos dará más detalles cuando nos presentemos. – le dije al minotauro, seria y con voz calmada, antes de mirar al mercader. – Mi nombre es Brisa, señor. Manejo el arco y soy sigilosa, además de rápida. Soy hábil abriendo cerraduras y con otras actividades que requieren de destreza manual, como hacer y deshacer nudos. También tengo amplios conocimientos sobre la naturaleza. – miré un instante la copa de vino que Hamakok había dejado delante de mí antes de añadir una última cosa. – Y no bebo mientras trabajo, eso lo reservo para los momentos de asueto.