Partida Rol por web

La Phantom salió en espin por la estrecha abertura del hangar proporcionada por Roch. ¡Se habían liberado! Pero a que coste, el panel de control arrojaba errores en varios sistemas y el propio motor de impulsión hacia ruidos extraños, borracho de rhydonio. Los edificios del sector se erigían hacia el cielo como moles oscuras bañadas por los hologramas de los anuncios comerciales. Debía esquivarlos con la nave descontrolada a una velocidad al límite de su capacidad. ¡Uau esto sí que es velocidad! Se retiró un mechón de la frente en un gesto automático y se concentró en al tarea, esperaba que los estabilizadores no fallaran.  

—¡Sujetaos a algo! Este rodeo acaba de empezar —no pudo evitar sonreír disfrutando con aquella sensación de libertad salvaje— R5, el flujo de rhydonio, estabilízalo. 

Rozando la superficie de los edificios la piloto maniobraba con destreza haciendo virar la nave y poniendo a prueba los estabilizadores. Loops, spins, recurrió a todo cuanto sabía, pero en el último de los bruscos virajes los estabilizadores no respondieron a tiempo y el fuselaje chirrió por el beso del metal contra metal, dejando una lluvia de chispas a su paso. Algo explotó en el casco exterior. Declan apretó los dientes. Los pitidos de alerta eran constantes, la nave estaba hecha un desastre. Tendrían que aterrizar de emergencia antes de la Phanton White se hiciera añicos, pero hacerlo en medio de la avenida era rendirse a los inquisidores. Aguanta un poco más preciosa, no pienso abandonarte, necesito que nos lleves ahí abajo, lejos de miradas indiscretas. Tuvo un pensamiento para Wando, respiró hondo y encaró la compuerta abierta sobre la calle que conducía a la red de transporte subterráneo de la ciudad. Con un elegante e imposible giro completo se zambulleron en los túneles.

En la zona de los cañones estaba quizás más sujeta que el resto, pero también expuesta si el daño se lo llevaban estos. Por lo que en el momento que pudo salió de allí para intentar acercarse a alguno de los asientos para abrocharse el cinturón, aunque en el momento que vio el traspiés de Nobbo fue en su ayuda. 

La sacudida por la aceleración es tremenda y el ruido de los motores subluz a través de la compuerta abierta es ensordecedor. El olor a rhydonio en semicombustion bloquea mis receptores olfativos haciendo que se bloqueen por seguridad. Lo cual en estos momentos es la menor de mis preocupaciones, ya que me deslizo sin control junto con Noboo por el suelo en dirección a la compuerta y directos a una caida nada recomendable.

"-¡RECORCHOLIS!", grito mientras trato desesperadamente de frenar.

Cuando empiezo a abandonar toda esperanza choco contra el cuerpo de Noboo y este me empuja con el brazo lo justo para que mis pues consigan frenar la caida apoyandose contra el lateral de la compuerta. Si pudiera respirar lo haría aliviado.

"-Se lo agradezco señor Honaka...", mis palabras enmudecen al descubrir que Noboo ni está a mi lado y me espero lo peor al mirar hacia la compuerta.

Me apresuro a levantarme y asomarme por la compuerta para confirmar mi más temerosas sospechas. Pero no alcanzo a verlo.

"-¡Oh, lo hemos perdido!", digo antes de que el brazo de Noboo asome por debajo de la rampa todavía abierta intentando trepar.

Me agarro con la firmeza que me permiten mis actuadores y le extiendo mi brazo parcialmente abollado y oxidado.

"-Haga un último esfuerzo y llegue hasta mí..."

A pesar de que la armadura absorbe el impacto del blaster no implica que el impacto no me desequilibre, resbale y acabe colgando de la rampa de acceso de la nave, aun puedo aguantar lo suficiente para guardar los blasters e intentar subir, pero debido a las turbulencias y a las maniobras de Declann, no logro compensar los movimientos de la nave para hacer el esfuerzo de subir a la rampa:-Mierda! Andra! BO5! Ayudadme!-les grito a cualquiera de los dos para que me eche una mano para ayudarme a subir. 

Escuchó la voz de Nobbo y corrió esquivando todo objeto que se abalanzaba sobre ella, saltando sobre algunas cajas y llegando justamente en ese preciso instante que la mano de Nobbo estaba por soltarse y cuando él pensaba que ya no llegaría, sintió el brazo de Andra agarrándole fuertemente del antebrazo y subiéndole hacia arriba de un solo movimiento para ponerle a salvo. 

- ¿Pensabas que iba a dejar que te cayeras? No me perdonaría perderte... 

Le dijo con una sonrisa mientras continuaba cogida de su brazo y miraba a Roch.

- Roch, cierra la compuerta antes de que alguno más se cuele por ahí... 

La III Hermana no puede anticipar los rápidos movimientos de los dos embates que Aran Thur le regresa en pleno combate con las espadas de luz, sin que nadie pueda evitarlo el sable láser del jedi corta de tajo la mano diestra con la que la inquisidora aferra su sable láser haciéndola volar por los aires desactivando el sable de luz el cuál cae muy cerca de donde está Umbael Ravenant, la mano de la inquisidora desmembrada queda inerte a medio camino

Una segunda herida es dibujada con la punta del sable de luz del jedi en el plexo solar de la mujer, a unos pocos centímetros de su garganta, la herida es cauterizada al instante dejando la piel lastimada en carne viva para finalmente ser arrojada mediante el uso de la fuerza hacia atrás desmadejando el cuerpo de la III Hermana el cuál queda inerte por un par de segundos.

La III Hermana poco a poco se se incorpora colocando una rodilla sobre el suelo su pecho aún humea en carne viva y se lleva el muñon en carne viva cauterizado hacia el abdomen protegiéndolo con la otra mano que le resta.

La III Hermana le lanza a Aran Thur una mirada de odio y el ceño fruncido lleno de rencor conteniendo las lágrimas mas de vergüenza que de dolor al ser derribada en su primer encuentro con aquel jedi.

Después de aquel terrible desenlace ante el enfrentamiento con la inquisidora, permanezco en guardia neutral, respiro con tranquilidad e impido que fuerzas externas corrompan mi pensamientos con ideas como el miedo o la ira, simplemente dejo que la fuerza fluya por todo mi ser.

Exhalo y al no percibir más amenazas dejo ir el vínculo con la fuerza y apago mi sable láser. Luego me dirijo hacia mi compañero jedi al cuál le extiendo una mano.

-Es hora de irnos Umbael, nuestros amigos nos necesitan.- Le ayudo a incorporarse y salgo rápidamente de la estancia con mi sentido y confianza en la fuerza en alerta ante cualquier otro posible ataque del imperio, en especial de Vader.

 Una increíble energía me proyecta hacia atrás y a penas puedo retener el sable conmigo para evitar perderlo.

 Me incorporo como puedo sólo para ver caer la mano de la jedi oscura que nos ataca a mi lado, aún aferrando su sable, aunque este se había apagado. Años de entrenar y luchar, y se había quedado manca en sólo un pestañeo. Por supuesto, su verdadera mano podría ser substituida por otra artificial, pero esa no era la cuestión.

 El maestro Thur me saca de mi esimismamiento recordándome que debemos reunirnos con nuestros compañeros. Guardé mi propio sable entre las ropas. Me hubiese llevado el otro, pero no me pareció correcto y teníamos prisa.

 Maestro Thur, espere... jadee tras él aguarde por favor... debemos regresar con nuestros compañeros, pero aún no tenemos la nave que necesitamos, ¿como vamos a lograrlo entonces?

 No habíamos bajado a aquel infecto agujero a hacer turismo.

Grité por ayuda y de pronto sentí un tirón hacia arriba, me sentí como un muñeco de trapo al que tiran como si no pesara nada. Vi a Andra tirando de mi y diciendole a BO5 que cerrara la rampa de la nave para que no volviéramos a caer ninguno. Una vez dentro y jadeando del esfuerzo por sujetarme a la nave hable con Andra:-Gracias Andra. Pensaba que iba a tener que lidiar con el sith y los troopers.-le dije con una leve sonrisa en la cara:-Estaba entretenido con mis disparos, no le he dejado tiempo para nada más.-dije en relación al comentario de Andra y refiriendome al Sith. 

La oscuridad  en el túnel del transporte subterráneo de la ciudad  obliga a la Phantom White a encender sus luces de emergencia mientras recorren a gran velocidad las vías que cruzan la ciudad de Eriadu.

Al ir avanzando por la línea subterránea desde la carlinga de mando logran vislumbrar la luz de algunas bifurcaciones y salidas al exterior demasiado reducidas como para que el carguero apenas y pueda caber si recibir ningún rasguño.

Sonrió negando con la cabeza.

- No las des Nobbo, para eso están los socios, ¿no? Además, ya te dije que no me perdonaría si te ocurría algo... 

Lo miró con cierta timidez para después apartar sus ojos hacia el exterior.

- Ahora dependemos de Declann y su destreza como piloto... Mientras, vamos a prepararnos por si debemos reventar alguna cabeza más... 

Las luces de emergencia de la red subterranea pasaban a gran velocidad. El túnel era estrecho y las salidas aun más. Tenían que seguir un poco más, alejarse del peligro y tratar de encontrar una salida de un diámetro adecuado. Cuando las luces de la bifurcación aparecieron delante trató de respirar hondo y centrarse solo en ese problema. Un problema a la vez, recordó la cara simpática de Waldo al recitar su mantra particular. El mundo entero desapareció de su vista, solo vivía en cada maniobra. La Phantom hizo un elegante giro sobre su misma para encauzar uno de los pasillos dejando atrás la bifurcación.

Le hice un gesto de agradecimiento por sus palabras a Andra y me encamine a la cabina para ver cómo tenía la situación Declann. Allí vi que nos habíamos metido en unos túneles subterráneos par a evadir a nuestros perseguidores. 

.-Bien pensado, debajo de la ciudad les costará encontrarnos.-dije al ver que nos acerca bamos a una bifurcación:-Necesitas un par de manos extras para pilotar la nave? A pesar de ser pirata no soy un mal piloto.-añadí a continuación

Al salir dejando atrás a la inquisidora y seguido por Umbael Ravenante, me coloco la capucha mientras aquel solitario callejón  nos recibe con un viento fresco y el sonido de varios vehículos y gente caminando a esas horas de la noche.

Escucho las palabras de mi compañero jedi. -Tengo algunos otros contactos aquí en Eriadu, según recuerdo a unas cuantas cuadras encontraremos un hostal que no es más que una fachada para la venta de armas y vehículos a la resistencia.-

Me quedo pensativo un momento. -Siempre es bueno contactar con agentes dobles, ahora que el imperio nos esta buscando, nuestra única salvación será la Alianza Rebelde.-

A paso seguro nos abrimos camino avanzando por aquellas iluminadas calles de la ciudad de Eriadu.

El carguero XS gira y se adentra en el lado derecho de la bifurcación, al avanzar una distancia considerable se encuentra con una enorme explanada abandonada con varios tragaluces que permiten el paso de las luces de los diferentes hologramas publicitarios de la ciudad de Eriadu.

Se levantó, suspiró y simplemente se dirigió de nuevo a la zona de la torreta por si fuera necesario volver a utilizarla. 

- Estoy de nuevo en la torreta, por si fuese necesario... 

«No hay señal de ningún motor activo ni rastro de rydhonio, solo el que está derramando el inyector de fusión derecho de nuestro carguero, Decc, creo que es un buen lugar para realizar algunas reparaciones provisionales el hiperpropulsor subluz esta deshecho, de otra manera no podremos elevarnos nunca.»

-Eeeh... uuhhh mi cabeza.- Kuroe rueda por el suelo algo desorientado. -¡Hey! ¿estuvo buena la fiesta? ¿Porque estoy atado? ¿Alguien puede explicarme?-