Partida Rol por web

-Ya no nos dedicamos al contrabando de naves estelares, jedi...- Grunmmar toma de la mesa un bolso y lo abre, se pueden dar cuenta de que hay mucho dinero en créditos imperiales dentro pues saca unos para revisar el monto. Luego cierra el morral y se incorpora alcanzando una estatura de mas de dos metros, asiente con la barbilla y una puerta detrás de los dos jedis se abre de manera automática, una silueta femenina enfundada en una túnica negra hace su aparición. Grunmmar se encoge de hombros y luego se dirige lentamente hacia la puerta de salida mientras que el resto de los asistentes a aquella sala comienzan a salir despavoridos del lugar.

-No es nada personal Jedi... negocios son negocios.- Grunmmar alza la mano sin voltear la mirada hacia Aran Thur y Umbael Ravenant. -Que se diviertan...-

Crucé el espacio hasta la carlinga a la carrera señalando a Andra el acceso a la torreta. Salté sobre el asiento del piloto y me puse a los mandos sin perder un instante. Mi comunicador de mano seguía transmitiendo desde el bolsillo de mi capa corta. El maldito comunicador de Kuroe debía de tener un localizador. Encendí los relés uno tras otro todo lo rápido que pude mientras la nave comenzaba a ronronear. Solo esperaba que los técnicos que hora estaban fritos al otro lado del duracero hubieran desconectado las mangueras de mantenimiento.

—¡AGARRAOS! Esto va a ser movidito —grité mientras maniobraba y aumentaba la pontencia del impulsor subluz.

Con la nave rugiendo trato de virarla con rapidez en nuestra acensión. Quien quiera que sea ese jedi enfundado en túnica negra tendrá que lidiar con el calor ardiente de los propulsores de popa. Quizá así evitemos que haga alguno de sus trucos para detenernos.

Andra comienza a correr hacia la torreta, posicionándose y lista para disparar en cuanto haya un tiro limpio. 

  Me forcé a reaccionar ante el nuevo giro de los acontecimientos.

 Gracias por el aviso, Declann... le dije por el comunicador ... pero ahora mismo también tenemos lio aqui. Te llamo más tarde, ¿ok?

 Cortó la comunicación mientras echaba mano de su sable de luz. Ya no tenía sentido seguir fingiendo. Lo abrió esperando una señal del maestro Aran.

La nave Phantom White se eleva lentamente y gira sobre su propio eje capitaneada por Declann Lynn mientras que los cañones láser controlados por Andra Niell se mueven en dirección a la guardia de inquisidores que también apuntan a la nave, el misterioso personaje que lidera a los troopers negros despliega un sable láser con la hoja iluminada en un resplandeciente color rojizo, los motores del carguero rugen y todo vuela alrededor de la bahía por la potencia generada dentro de aquella estancia encerrando toda la energía de propulsión.

Andal Sait se dirige a la carlinga de mando para tratar de observar mejor quien ha ido tras ellos, al ver de quién se trata se deja caer de espaldas a los controles y mientras se tapa la boca con una mano para evitar soltar un agudo chillido lleno de terror.

-¡E-ES... ES EL H-HERMANO TERCERO... DE LA GUARDIA INQUISIDORA DE VADER.- El capitán se vuelve a incorporar y comienza a manotear sobre el tablero de controles apurando a Declan Lynn a salir de allí. -¡LOS CAÑONES NO LO DETENDRÁN!...- Luego señala la doble compuerta de la salida de la bahía la cuál se encuentra cerrada -¡ABRE UN BOQUETE PARA SALIR!!!!.

Menos mal que me estaba preparando cuando saltaron las alarmas, hipotéticamente hablando, los deathtroopers, dirigidos por un inquisidor sith habían llegado a nuestro muelle para darnos caza y eliminarnos:-Andra, no les apuntes, tú vigila por si aparecen cazas TIE. Yo entretendré a esos.-dije a través del comunicador de la nave mientras me dirigía a la rampa de la bodega de carga, la abrí y volví a activar el comunicador:-Declann, cuando te lo diga acelera la nave, voy a hacer prácticas de tiro.-y pulsé el botón mientras la nave se elevaba y saqué los blásters y apunté des de la rampa hacia el grupo de enemigos. 

.-Ahora! Acelera Ahora!-dije mientras disparaba los blasters, sabía que el sith desviaría los disparos al instante pero si alguno alcanzaba a alguno de los deathtroopers mejor, uno menos que nos perseguía:-Aran, Umbael!! Nos está dando caza un sith, tened cuidado con él, parece enfadado.-les dije por el canal abierto. 

La situación se volvió caótica en cuestión de segundos. Sait perdiendo los estribos y la apariencia tranquila que lo caracterizaban, Declann y Andra corriendo y gritando como si estuvieran en un mercado de ganado en Daltoinne y Noboo con las armas en ristre corriendo hacia los peores enemigos que nos podía mandar el gobierno imperial.

"-Pero..., ¡se han vuelto todos locos!", no paraba de repetirme mientras embaucado y dejado llevar por el desorden, seguí los pasos de Noboo al tiempo que sacaba de mi mochila médica dos de las granadas de gas T-289, mientras rezaba a algo... "-Que salgamos de esta y termine de una pieza".

- ¡Bien! 

Dijo mientras se posicionaba en la torreta y permanecía atenta a aquello que pudiera aparecer para así dispararle en caso de ser un peligro para nosotros. 

Al ver a la inquisidora aparecer respiro profundo, ahora sé que le ha pasado a Kitaar, está muerto. Doy un paso atrás con mi pie derecho para afianzar mi posición y desenfundo mi sable láser adoptando una guardia neutral.

-Sigue mis pasos amigo Umbael... esto se ha complicado.-

Aferro la empuñadura de mi sable y me concentro para que la fuerza fluya por todo mi ser.

 Me concentré en el sable con toda mi energía, como el maestro me había enseñado. Sin embargo, no era tan hábil como él, eso estaba claro.

Las turbinas del Phantom White rugen a toda su potencia colocando de frente al carguero para tratar un rápido escape, aún con la enorme entrada cerrada, bloqueada por la puerta de acceso cerrada desde los controles de mando de la bahía.

Los cuatro Deathtroopers comienzan a disparar hacia el pirata Nobbo y a su vez esquivar su respuesta con los blásters.

Los motores crujen algo los está deteneniendo para salir disparados mientras que desde la carlinga de los cañones Andra prepara el doble cañon para apoyo total de fuego bláster.

Aún con la resistencia de las turbinas el inquisidor extiende su mano izquierda mientras que con la derecha sostiene su sable de luz rojizo. Poco a poco va cerrando su puño y la nave comienza a descender nuevamente a su posición. 

-¡ENTREGUEN A SAIT Y PODRÁN SALIR CON VIDA DE ESTE LUGAR!...-

Veo como la nave no avanza y recuerdo que la puerta del hangar debe seguir cerrada. Veo como los técnicos del hangar permanecen en el suelo acribillados y debo actuar con prontitud. Abro comunicación con el puente...

"-Capitana Declann, aquí Roch, voy a tratar de abrir las puertas del hangar para que podamos escapar, preparesé para incrementar la velocidad de la nave en cuanto estén abiertas."

Como ya empezaba a estar habituado, saco el kit maestro de seguridad y lo conecto con mi matriz central para conectarme mediante el databank al computador de control de las puertas del hangar. Apenas tardo unos instantes en saltar el cortafuegos gracias a la encriptación de bajo nivel que me encuentro y en modificar los patrones de cierre para desbloquear las cerraduras magnéticas. Cuando acabo de cambiar la última linea de programación una sirena anuncia la inminente apertura de las puertas.

"-¡Dec... Capitana!, tenemos luz verde...", una sacudida lanza por los suelos nuevamente a Roch mientras ve como la nave se acerca más y más al inquisidor, "-...¿Capitana?"

Como la puerta del hangar estaba cerrada y mientras Roch la pirateaba apunté con los cañones a los soldados. 

El dulce sonido de los cañones contra aquellos tipos hizo que sonriera y riera divertida mientras buscaba abrir paso para la nave. 

Mis disparos habían hecho su función, distraer a los troopers mientras se cubrían y disparaban sin apuntar o eso me pareció por que empezaron a abrir fuego contra mí pero fui capaz de esquivar cada uno de los disparos que llegaban:-Habéis fallado!!.-les grité mientras les hacía una peineta. En ese momento me alcanza el último de los disparos pero por suerte la armadura absorbe todo el impacto y me vuelvo  a centrar en lo que ocurre. 

Veo al Sith que extiende el brazo izquierdo y la nave se empieza a detener:-Odio cuando hacen eso. Declann, voy a disparar contra el sith! En cuanto se distraiga pisa a fondo!.-grité a través del comunicador para que me escuchara por encima del ruido de los motores. Disparo tres veces con el NN-14, fallando el último de los disparos e impactando los dos primeros. Paso a disparar con el DC-15S, acertando el primero de los dos disparos. Puede parecer incomprensible disparar contra un sith pero sabía que al menos le obligaría a dejar la nave libre para poder desviar los disparos con el sable de luz

.-Ahora Declann!!-

¿Como era posible que aquel tipo pudiera sujetarles solamente con el poder de su voluntad con todo lo que tenía encima?! Ni hablar, ese inquisidor iba a tener que sudar si pensaba cogerlos así. Cada uno hacía su parte. Declann escuchaba a sus compañeros ladrar por el comunicador miéntras manipulbala los controles de la Phantom para derivar toda potencia a los motores con ayuda de R5. Lasers, escudos, incluso los sistemas vitales de emergencia. Cuando Roch anunció que había una brecha para salir l a piloto apretó los dientes deseando que el fuselaje aguantará la torsión de la aceleración de impulso. Los motores explotaron a popa en un azul intenso mientras Delanc maniobra apara salir por la brecha del hangar. 

Lo que parece un media sonrisa aparece en el rostro de la inquisidora al momento de observar como los dos jedis despliegan sus sables láser, aquella misteriosa mujer solo extiende su brazo y da unos cuantos pasos hacia el par de agentes de la fuerza mientras el inconfundible sonido del sable de luz con un extraño tono rojizo se despliega. Umbael no supo en que momento se sintió impulsado hacia atrás con tal fuerza derribando un par de cajas que estaban apiladas a su espalda.

-Lord Vader solo mencionó un jedi...- La inquisidora no se inmuta en voltear a ver a Umbael derribado en el suelo mientras se acerca hacia Aran Thur quien permanece a la espera del primer avance con los sables láser.

-Después me encargaré de ti, padawan... primero me desharé de tu maestro.- Como relámpago la III Hermana inicia el ataque con un tajo ascendente hacia la cabeza de Aran Thur para luego girar sobre su eje y lanzar un doble tajo a la zona del plexo solar.

Observo impotente como Umbael Ravenant es arrojado hacia atrás mientras la inquisidora se acerca amenazante, respiro, sé que Umbael estará bien, no permitiré que eso perturbe mi unión con la fuerza, la tranquilidad que predomina en mí me permite anticipar sus movimientos, elevo mi sable láser en un rápido movimiento para detener el primer embate y enseguida desciendo mi guardia colocando mi sable láser en vertical en mi lado derecho y luego en el izquierdo para repeler sus dos ataques laterales, en cuanto mi guardia es efectiva giro sobre mí para tomar impulso y le regreso un doble tajo al frente avanzando dos pasos para luego utilizar la fuerza con la intención de alejarla lo más que pueda de mi círculo de defensa.

Me dirijo a Umbael nuevamente. -Vuelve a intentarlo Umbael, concéntrate...-

Los controles del carguero comienzan a lanzar alertas desesperadas mientras que algunas válvulas distribuidoras de combustible comienzan a reventar debido a la exigencia ejercida sobre la nave, el clásico color azul de la quema de combustible rhydonio combinado con otros fluidos comienza a escapar por los respiraderos de los motores del XS.

El droide Roch B05 se hace cargo de la situación de las compuertas, logrando acceder al databank y decodificando el sistema abre las puertas automáticas.

Andra Niell obliga a que los deathtroopers se replieguen disparando los poderosos cañones del Phantom, una vez que ellos a su vez han respondido al ataque derribando a Nobbo con fuego nutrido, el pirata espacial en un último contraaque dirige sus disparos hacia el II Hermano el cuál desvía los disparos con su sable láser pero pierde la concentración liberando a la nave, la cuál sale despedida en medio de varias explosiones en algunas zonas de los motores.

Andal Sait se sujeta de R5 quién a su vez se aferra al suelo metálico con un par de ganchos electromagnéticos.

Nobbo rueda por la zona del almacén y resbala quedando colgado de la puerta para carga.

Kuroe White rueda hacia el suelo profundamente dormido, totalmente intoxicado con Grock.

Afuera de la bahía donde estaba el Phantom White las calles permanecen en tranquilidad mientras que una estela de humo color azul se aproxima rápidamente para estrellarse en una de las calles del bajo mundo de aquel planeta.