Partida Rol por web

Richard sigue conduciendo en silencio mientras lanza miradas ocasionales al mapa que le muestra Mika. El tenue brillo del plano holográfico tiñe de un color verde la ya pálida piel del Usariadno. El ex-piloto hace girar el potente coche de alquiler y entráis en la calle que da a la sede de MagnaObra. Mika señala que vuestro destino está a la derecha.

Os acercáis con el coche a una velocidad constante hasta que pasáis de largo, observando a través de las ventanillas tintadas. Las instalaciones de MagnaObra están rodeadas de un muro de unos tres metros de alto sin ningún tipo de defensa, alambre de espino o similar en su parte superior. La puerta principal da a los aparcamientos, y está cerrada por una puerta de barrotes de metal. Entre el estrecho hueco de los barrotes veis que el perímetro interior está iluminado, aunque la iluminación más potente está en el aparcamiento y en la entrada principal. Tal y como visteis en los mapas que ya habéis estudiado, las instalaciones son tres casas de una sola planta, comunicadas entre sí y con ventanas que dan al exterior de las que sale luz, pero desde el coche en movimiento no llegáis a distinguir nada. También veis brevemente un guardia de seguridad en el exterior, al parecer patrullando, ataviado con algún tipo de ropa impermeable.

Al rebasar el perímetro exterior cerca de la puerta de carga, veis estacionada una furgoneta blanca y grande con el logotipo de Wan Mei Maintenance Group en los laterales. Las puertas traseras las tiene abiertas. Bajo la lámpara de la puerta de servicio veis un individuo vestido de técnico cargando una caja que entra al interior apresuradamente. Tras él, la puerta automática se cierra. Deja atrás algunas cajas metálicas, mojándose bajo la lluvia.

Richard sigue conduciendo imperturbable hasta que calcula que están a una distancia prudencial, y entonces detiene el coche suavemente en el arcén. El motor automático se detiene. El repiqueteo constante de la lluvia sobre la carrocería y las lunas del vehículo cobra especial protagonismo.

Habéis llegado a la sede de MagnaObra. Al ser una zona residencial, los alrededores de las oficinas están salpicados de viviendas y otras edificaciones bajas. También hay una buena cantidad de grandes árboles autóctonos de Paradiso. A estas horas de la noche y con la lluvia, prácticamente todas las casas de la zona están a oscuras, pero en las oficinas de una megacorporación como MagnaObra siempre hay trabajo pendiente.

Os miráis en silencio. Un muro, un guardia de seguridad y, con toda probabilidad más de una medida de seguridad cuantrónica se interponen entre vosotros y vuestra investigación.

Miro con inquietud a mis compañeros, pues, como seguramente ya pudieron apresiar por ustedes mismos, nuestra coartada ya esta siendo ocuada, ¿que proponen? ¿tratar de colarnos como asistentes? ¿o entrar por la fuerza?

Conduzco el vehículo pasando por la sede de MagnaObra, para dar un vistazo al sitio antes de entrar. No se ve mucha seguridad, no hay alambradas de púas ni defensas similares, apenas un guardia patrullando y un furgón de Wan Mei descargando cajas.

Oni señala que nuestra coartada se ha ido al garete.

- Así parece - concuerdo con él - Aunque ... ¿qué identificación tenemos? ¿algún supervisor? Tal vez, todavía tenemos chances de utilizar esa tapadera. Personalmente, descartaría la fuerza bruta. No observé mucha seguridad pero ESO puede ser el cebo que active la trampa: hacer sencillo el ingreso.

Ante la pregunta de McPherson, el geist de Brunn hace su aparición de nuevo, mostrando una lista de nombres y números. Acceder a la base de datos de Wan Mei os ha dado acceso, entre otras cosas, a los datos de identificación de todos los empleados, desde los técnicos de menor rango a los altos cargos. No es una empresa interplanetaria, tan solo opera en Yinquan y en algunas ciudades más de Norstralia. Da trabajo a más de cien empleados.

Desde donde estáis, veis que el técnico vuelve a salir con actitud malhumorada, probablemente por la lluvia. Recoge otra de las cajas apiladas y de nuevo entra en el recinto.

Glory pareció concentrarse un momento.

“Creo que tengo una idea alternativa que puede ahorrarnos tiempo. ¿Qué sería más fácil que hacernos pasar por empleados de Wan Mei?”

Miró a sus compañeros, esperando una respuesta.

“Hacernos pasar por empleados de o-12”

Se volvió a mirar a Brunn.

“¿Puede tu geist identificar a ese empleado que va y viene, dentro de la lista? Necesito saber si está sólo o si está con una cuadrilla y qué está haciendo. Seguramente debe haber un registro de esta visita de mantenimiento. Voy a llamar a Jun y a decirle que ponga en línea una orden de captura por presuntas actividades terroristas a nombre de esos empleados. Luego nos presentamos como lo que somos: agentes de o-12, investigando una posible amenaza. Con el respaldo de la orden de captura de Yu Jing, los ponemos bajo custodia y les decimos a los de Seguridad del edificio que necesitamos acceso a todo, para poder estar seguros de que los presuntos terroristas no han plantado una bomba, se han robado algo o lo que sea.”

Hizo una pausa y miró a cada uno.

¿Qué opináis?”

Brunn se acarició la barbilla, sopesando el plan ideado por Glory.

- No sabes qué inventar para tener ocasión de llamar a Jun, ¿verdad? - soltó el hacker, intentando picar a la cazarrecompensas - Si quieres, puedo pedirle a Kuni que os busque un Love Hotel al que podáis ir cuando esto termine - el bakunin sonrió maliciosamente ante la simple idea de llenar de spam "amoroso" los comling del agente del Estado Imperio y de su compañera, y pensando en la cara que pondría el asiatico si esto ocurriese.

Pero había que ser serios y centrarse en la misión.

- El fingir que investigamos un posible atentado podría funcionar para darnos acceso a las instalaciones, aunque también podría hacer sospechar a la gente de MagnaObra, si es que es cierto que andan metidos en asuntos turbios - Brunn hizo una pausa, y miró a Oni - Tú fuiste el que averiguó que la empresa de mantenimiento estaba trabajando esta noche. ¿Te salían los datos del empleado?

Oni serio piensa respecto a la propuesta de Gloria, acceso tendriamos pero sin duda MagnaObra esconderia todo lo posible sus actividades, aun tengo la lista aqui, un momento llevan un par de horas trabajando, si conseguimos la informacion de su superior podriamos llamarle al trabajador usando su identidad y engañarlo para que pida apoyo, al decir esto hace un gesto con la mano para indicar a todo el grupo, ¿que opinan? Tsukiko baja la informacion de los empleados que estan aqui y de tres empleados desocupados que podamos suplantar.

Tsukiko aparece en su versión miniaturizada a responder entusiasmada a Oni:

— ¡Sí! Según la base de datos que te descargaste hay tres empleados en el interior... — despliega una lista con tres nombres, tres códigos ID de la empresa y tres fotografías. Los tres tienen rasgos orientales. — Al pasar con el coche cerca de él, mi sistema de contactos por proximidad ha registrado el ComLog del técnico que hemos visto... Lo he almacenado junto a los datos de contacto de aquellas chicas del bar. — el geist guiña un ojo y luego hace resaltar un nombre y la imagen asociada. Es el técnico que habéis visto en una imagen de empresa. Un hombre de unos treinta años, sonriente en uniforme de trabajo y casco de seguridad. Bajo la fotografía aparece su nombre. Xia Guanting. En el pie de foto, bajo el nombre, también aparece que fue empleado del mes no hace mucho.

Tsukiko entonces tuerce el gesto: 

— ¡No estoy segura de que podáis suplantar fácilmente a unos empleados de Wan Mei, Oni! Los directivos de la empresa apuestan por los trabajadores Yu Jinnenses y todos tienen rasgos asiáticos... Según mis cálculos, las probabilidades de que os descubran sin un disfraz o una máscara son de moderadas. Aún así, he conseguido los datos de tres empleados desocupados de la Wan Mei.

Luego interviene el Kuni, el geist de Brunn, haciendo un repaso de lo que encontró a Glory. A estas alturas ya estáis los cuatro agentes y vuestros geists más que interconectados:

— ¡Puedo hacer un repaso de lo que tenemos! — exclama alegre — Los técnicos llevan una semana instalando una gran cantidad de servidores en unas instalaciones en el subsuelo de las que no había constancia previamente, al menos en los planos anticuados que están publicados en esta esfera de datos... — dice con su vocecilla —La Wan Mei suele llevar trabajos de mantenimiento, pero también hace trabajos de instalación ocasionalmente. Sin embargo, — el koala virtual se coloca una pata en el mentón, fingiendo pensar mientras procesa datos. — la agenda para este trabajo ha sido un poco caótica. Parece que el empleado de MagnaObra al cargo de la ampliación de los servidores ha cancelado dos días los trabajos de instalación para volver a llamar a los técnicos al día siguiente. También existen registros de que el mismo ejecutivo hizo marcharse precipitadamente y de malas maneras a los técnicos esta mañana temprano, para hacerlos regresar esta noche. ¡Qué extraño! — concluye, sobreactuando un poco.

Glory se mordió el labio, pensativa.

“Estaría bueno saber la identidad de ese ejecutivo y sí se encuentra en el edificio ahora mismo. Sigo pensando que si nos presentamos como lo que somos y les exigimos que nos lleven a ese lugar secreto que están armando, no tendrán tiempo de ocultarnos nada. Podríamos fingir una llamada a la cuadrilla, diciendo que serán relevados y aparecernos nosotros, pero me parece una opción arriesgada. No nos vemos como los empleados promedio de Wan Mei y no sabremos qué decir si nos hacen alguna pregunta técnica.”

Oni miro pensativo por la ventana, tampoco me convence el entrar sin coartada, pero a falta de mas ideas, llamemos para que preparen esa orden contra aquel hombre y sus mercancias, un embargo, solo espero que no empiecen a disparar al sentirse acorralados.

El geist de Brunn contesta:

— El ejecutivo de MagnaObra que ha contratado a la Wan Mei se llama Gilberto dos Santos, según los informes de los trabajos en curso. Pero no he encontrado nada más... — dice, en un simulación de fastidio.

Ante las palabras de Oni, Mr. GP hace su aparición:

— ¿Quieres que llame al señor Jun, Glory? — exclama el cobayo holográfico — ¡Seguro que se alegra de escucharte!

Valoráis las opciones disponibles para entrar. Parece que el técnico de la Wan Mei casi ha terminado la tarea de introducir las cajas en el interior del recinto. Escucháis que cierra la puerta trasera del vehículo y veis cómo se agacha para cargar otra caja para llevarla al interior. Tan sólo queda una caja metálica mojándose bajo la lluvia. Si vuestro plan pasa por sacar información de algún tipo a ese trabajador, aparentemente sólo tenéis una oportunidad, cuando vuelva a salir a por la última caja.

Por otro lado, el geist de Glory hace flotar un globo holográfico con los datos de contacto del señor Jun, preparado para llamar en cuanto Glory le de su respuesta afirmativa. Tal vez la idea de Glory no sea tan mala y obtener esa orden de arresto falsa con cargos de terrorismo para los tres empleados de la Wan Mei, presentándoos como los agentes del O-12 que sois, sea lo más fácil para poder moveros libremente por las instalaciones. 

¿O quizás sería mejor tratar de forzar la cerradura o escalar el muro? Probablemente haya cámaras y bots de seguridad, lo que no deja de ser un riesgo. Pero si hay alguien en el interior que no desea visitas inoportunas esta puede ser la mejor forma de pasar desapercibidos. Si nadie sabe que estáis allí, nadie puede sospechar y actuar en consecuencia.

Sea como sea, suponéis que ha llegado el momento de actuar.

Mientras el resto del equipo termina de ultimar el resto del plan Oni procede a tomar el equipo de Hackeo que les fue proporcionado y tomar control del sistema de vigilancia externo, así al menos podremos ver los movimientos de la seguridad interna y del empleado.

Una vez accedido uso el CLAW en el bot de vigilancia para que ignore mis actividades, tenemos vía abierta a las cámaras internas, ¿Como va esa orden? si no nos la dan pronto tendremos que invadir como ladrones, pero si ese es el caso ya tenemos una pequeña ventaja.

- ... solo espero que no empiecen a disparar al sentirse acorralados - las palabras de Oni resonaron en la cabeza de Brunn. Aunque no sería la primera vez que tenía que resolver una situación a tiros, prefería no tener que recurrir a ello.

- Me pregunto por qué el Señor Do Santos se comporta de una forma tan caótica con el tema de la obra. Quizá no sea por nada importante, pero, dadas las circunstancias, quizá sea porque tiene algo que ocultar. Si tuviese más tiempo, me encantaría poder investigarlo, pero... - el hacker no terminó la frase. Se quedó mirando fijamente al exterior a través de la ventanilla del vehículo - lo que sí está claro es que debemos actuar ya - dijo al poco rato - Pidamos esa orden de arresto. Me sabe mal por los empleados de Wan Mei, pero no pudiendo hacernos pasar por uno de ellos, no nos queda otra opción. Sólo espero que nos salga bien la jugada - el Bakunin finalizó la frase volviendo a mirar a través de la ventanilla.

Oni activa el dispositivo de hacker prestado por el agente de inteligencia esperando conseguir un acceso fácil al sistema de MagnaObra, pero pronto se da cuenta de que desde el coche no puede tener acceso a la red de la empresa. Parece ser que la esfera de datos de MagnaObra es de alta seguridad, precisamente para evitar este tipo de intrusiones a distancia. Este tipo de redes requieren acercarse lo suficiente a alguno de sus elementos, ya sean cámaras de seguridad, drones de vigilancia o incluso los propios ComLogs vigilantes de seguridad.

Oni aparta suspirando el equipo de hackeo, cuyas nubes holográficas desaparecen en la nada, al igual que sus intenciones de hacerse con el control de los sistemas desde la comodidad del vehículo.

***

Mientras tanto, ante la respuesta de Brunn el geist de Glory establece alegremente los protocolos de contacto con Li Jun. Tras unos momentos, aparece su rostro soñoliento flotando en el aire. El agente, reprimiendo un bostezo, parpadea varias veces mirando su ComLog desde lo que parece su casa, hasta que parece darse cuenta de que se trata de Glory Prince, y entonces se esfuerza visiblemente para parecer más despierto: 

— Ejem, ¿y bien? ¿Han podido solucionar ya el asunto que teníamos entre manos...? — os pregunta, algo nervioso.

“Estamos en eso, mi amor” le respondió Gloy a Jun. “Escucha, no tenemos mucho tiempo. Te estamos enviando los nombres de tres empleados de la empresa Wan Mei. Necesitamos que les emitas órdenes de arresto por sospecha de actividad terrorista. Antes de que lo preguntes, son inocentes, así que procura borrárselas cuando termine nuestra operación. Es sólo una tapadera para que podamos entrar en el edificio de MagnaObra con la excusa de investigar la denuncia.”  

El señor Jun parpadea un poco más, tratando de comprender lo que Glory le dice. Abre la boca, seguramente para replicar algo sobre que no está de acuerdo o algo por el estilo, pero finalmente desiste y lo que hace es soltar un largo suspiro.

— De acuerdo, denme un minuto... Sólo espero que sepan lo que están haciendo.

Jun corta la comunicación, y en unos minutos os llega a vuestros ComLogs una orden de arresto firmada por el Cuerpo Judicial del Servicio Imperial contra los tres empleados de la Wan Mei que están trabajando allí dentro, quienes son totalmente ajenos a lo que se les viene encima.

Parece ser que cuanto hay interés, la burocracia puede ser realmente eficiente.

- ¿Saber lo que estamos haciendo? Yo diría más bien que estamos dando palos de ciego, con la esperanza de que suene la flauta por casualidad - pensó Brunn al tiempo que se reía de forma casi inaudible.

- Vale, ya tenemos la orden. Vayamos a amargarles la vida a esos pobres empleados - le dijo el hacker a sus compañeros, después de que recibiesen la confirmación de que el agente asiático había cumplido con la parte del trabajo que le correspondía. - Cuando estemos dentro, intentaré colocar uno de mis repetidores de señal sin se visto, por si la cosa no sale como esperamos, y necesitamos intentar volver a acceder a la red de MagnaObra de forma remota -

El hombre hizo una pausa, la cual aprovechó para revisar, meticulosamente, sus armas.

- Por mí podemos ir a la puerta principal cuando queráis, y empezar este circo de tres pistas. Sólo espero que no nos crezcan los enanos -

Oni decepcionado por su fracaso obserba por la ventana, ¿esperamos que salga o actuamos de una vez? mientras esperaba al resto del equipo empezo a leer la orden, una falta de consistencia en su historia podria arruinar toda la coartada.

Bien una orden por contrabando, eso es perfecto, decomisaremos las cajas que transportan hasta "comprobar su legitimidad" y nos permitira pasar a buscar toda la mercancia.

McPherson mira al resto de agentes de O-12 desde su asiento en hosco silencio, mientras se toca la herida situada del hombro sobre la gabardina agujereada.

— Esos pobres tipos se van a cagar cuando aparezcamos con esa orden de arresto del Servicio Imperial. Pero en fin, que se jodan. — dijo por fin tras permanecer callado desde que estacionara el vehículo. — Por cierto Oni, la orden no es por contrabando. Lee, en la orden de arresto se les acusa de terroristas. — suspiró — Lo digo porque necesitamos que todos digamos lo mismo, o bien. Pero aún así no es mala idea mirar ahí dentro por si está el contrabando de VoodooTech. — se retrepó en el asiento con las manos detrás de la cabeza, pensativo, con una sombra de sonrisa — ¿Quién sabe? Igual matamos dos pájaros de un tiro y O-12 se estira un poco con nuestros honorarios...

Pero en seguida volvió a sentarse bien en el asiento y arrancó el vehículo.

— Bah, vamos a la puerta principal y terminemos con esto, a ver si nos abren.