Partida Rol por web

Sobre las 10:30 en la intersección que une Holcombe Boulevard y Fannin Street, tenía lugar una colisión múltiple: Primero se producía un choque por alcance entre un camión de bomberos que circulaba por Holcombe Blvd y una ambulancia que iba por Fannin Street. Después, el conductor del camión de bomberos perdía el control de su vehículo arrollando varios turismos hasta que lograba frenarlo contra una estación de servicio.

Resultado final, afectados: 4 en la ambulancia, 3 en el camión de bomberos y 4 personas en los turismos (no todos los afectados están graves, hay heridos de diferente consideración)

A través de la centralita de emergencias se ha coordinado todo el dispositivo. Pero también los medios de comunicación están retransmitiendo información del accidente. De hecho a través de la escena "Noticias de Última Hora" podéis extraer datos.

Los servicios de emergencia han conseguido llegar a la zona. La policía ha acordonado el lugar y trata de desviar el tráfico a otras vías para descongestionar la circulación. Una dotación de bomberos está tratando de apagar el fuego ocasionado en una de las colisiones. Hay varias ambulancias haciéndose cargo de los heridos.

La información de los medios de comunicación es confusa. Está circulando por las redes un vídeo en el que se aprecia la colisión entre la ambulancia y el camión de bomberos. Viandantes y conductores de la zona denuncian la excesiva velocidad a la que iba el camión de bomberos, otros culpan a la ambulancia, la policía, el alcalde...

Junto a la ambulancia siniestrada se encuentran Henry Darcy recostado en el suelo, semi-inconsciente. A su lado está Shelby Henderson prestándole ayuda y cerca se encuentra Baltazhar Gris. Ninguno parece revestir heridas de gravedad pese a que todos se encuentran afectados por el accidente.

3 de octubre, 10:45h

La alarma saltó en la estación de bomberos donde Maggie estaba asignada y en cuanto se identificó que era en su zona de influencia y que los vehículos implicados pertenecían ambos a su propia estación, no tuvo dudas de que les mandarían a ellos a atenderles. Eran sus compañeros al fin y al cabo.

En cuanto el jefe dio al orden, Taylor y ella salieron con rapidez. Bastante preocupados por la información que les estaba llegando. Era cierto que iban todos como locos, pero generalmente, los que llevaban el volante (en este caso era su compañero de turno, Taylor) eran especialistas en la conducción de dichos vehículos y sus circunstancias, y la coordinación hacía que, por lo general, no se cruzaran entre ellos ¿Qué habría pasado? Por supuesto no podía ser culpa ni de los bomberos ni de los paramédicos, sino que evidentemente había sido un problema del centro de operaciones; de la centralita de emergencias.

Pero eso de buscar culpables era cosa de los jefes, ella solo se tenía que encargar de estabilizarlos hasta que llegaran al hospital.

No hubo tiempo de comentar nada en el trayecto, distraer al conductor no era bueno, así que pronto y solo acompañados por los anuncios ocasionales de la radio y el sonido de la sirena, llegaron al lugar de la colisión. La policía de tráfico les hizo paso, y casi antes de que Taylor terminase de detener el vehículo, Maddie ya estaba saltando, maletín en mano, desde su puesto de copiloto, al asfalto.

Enseguida reconoció a su compañera Shelby y acudió a donde estaba para recibir un parte rápido si era posible.

- ¿Estás bien? - lo primero que hizo fue hacer una revisión visual. Era una manía muy común entre los que sufrían accidentes fijarse en las heridas de los demás y no en las de uno mismo, y Shelby parecía concentrada en Henry en esos momento, pero quizás ella tuviera algo también que fuera importante.

- ¿Has tenido tiempo de evaluarlos?- en una situación de emergencias, los heridos se dividian entre los que requerirían atención inmediata y los que podían aguantar sin ella, y si Shelby ya había hecho una evaluación preliminar, Maddie podría empezar por algo concreto.

Mientras que Shelby respondía, la joven paramédico estrechó la mano de Henry en un gesto de reconocimiento e intentando transmitirle seguridad. Todo iba a ir bien.

3 de octubre, 10:45h

Henry no parecía progresar adecuadamente, su estado me empezó a preocupar, lo estaba tratando de las heridas superficiales que tenía en la cabeza, pero se requería hacerle un TAC para descartar lesiones internas, y lo mismo con el estado general de su cuerpo. 

No había conseguido sacarlo del interior de la ambulancia y esperaría a recibir ayuda para volver a intentarlo. Así que me dediqué a controlar sus constantes y esperar a los paramédicos. Por suerte, los refuerzos no tardaron en llegar y al poco vi como Maddie, maleta en mano, se acercaba a interesarse por los heridos.

- Estoy, estoy bien. Ayúdame a sacar a Henry - Taylor venía con ella y diligentemente había traído una camilla para trasladar a los afectados y evitar así perder tiempo - Está mareado, no reacciona bien a estímulos externos. Policontusionado, le he suturado una brecha en la cabeza y tiene otra con apósitos en la sien. Cervicalgia, le he puesto el collarín - había seguido escrupulosamente el protocolo de intervención con los medios que tenía - Para descartar lesiones internas deberían hacerle un TAC o una resonancia - me llevé las manos a la cabeza, no porque estuviera lesionada sino por el estrés acumulado.

El suelo de la ambulancia estaba lleno de sangre y material que se había salido de su lugar por culpa del impacto. Había una mujer semidesnuda en la camilla con una vía abierta en el cuello por la que emanaba sangre sin ninguna señal de vida en el cuerpo - está muerta, una bandeja le ha seccionado la aorta. 

- Hemos chocado, el impacto ha sido tremendo. Henry ha salido volando contra las paredes y se ha golpeado la cabeza - si Taylor inspecciona la parte delantera de la ambulancia comprobaría que el conductor se ha convertido en un amasijo de carne y metal debido al impacto, al ser precisamente en esa zona, fue el que peor salió parado.

Salí de la ambulancia para comprobar de nuevo el caos exterior. La policía ya había acordonado la zona y los sanitarios estaban haciendo su trabajo - ¿Te puedes creer que se han acercado para grabarnos con el móvil? Esta sociedad se va a la mierda.

Baltazhar estaba cerca, le hice gestos para que se aproximara.

3 de octubre, 10:45h

No había visto aún las imágenes del preciso momento del accidente, pero cuando echó un vistazo a cómo había quedado la ambulancia y el estado en el que se encontraba su otro compañero, el que había conducido la ambulancia, se dio cuenta del horror que tenía que haber sido aquello. Pobre chico, no era más que un novato al que no conocía más que de vista.

La adrenalina hacía que Maddie estuviera alerta y no se dejase llevar por distracciones, y en ese momento la muerte de uno de los suyos no era más que una distracción. Henry podría tener un derrame craneal y debía trasladarle de inmediato al hospital, y por supuesto que a Shelby habría que hacerla un chequeo en condiciones así que, mientras ayudaba a poner al inglés en la camilla, decidió que lo mejor sería cambiar los puesto con su compañera herida.

- Shelby, ve con Taylor en mi ambulancia y lleva a Henry al hospital, así te oscultan a ti también. Yo me quedo y atiendo al resto mientras llegan más refuerzos ¿Te parece? Sé que te encuentras bien, pero podrías desmayarte en cualquier momento y entonces sería un verdadero problema.-

3 de octubre, 10:45h

Bal tenía la cabeza hecha un lío. 

Con demasiadas preocupaciones ajenas al trabajo, aunque con implicación de lleno en sus funciones labores, el bombero todavía trataba de establecer con corrección lo que acababa de acontecer. Únicamente sabía que había pasado de encontrarse en un trayecto de regreso a la estación del cuerpo a estar involucrado en un accidente automovilístico. No recordaba más allá de ir en el camión, un golpe súbito, apañárselas para salir del vehículo siniestrado a fin de cerrar el tráfico hasta la llegada de la policía y, luego de prevenir posibles problemas adicionales, ir a echar una mano con el rescate de heridos previo a la aparición de otros bomberos.

El cuello, al igual que la zona pectoral donde llevaba el cinturón de seguridad, le dolía como el infierno. A pesar de ello, sin prestar demasiada importancia, al darlo por efectos comunes después de una colisión vial, intentaba cumplir con lo que se aguardaba hiciera alguien de su profesión.

De soslayo, un todavía aturdido por el impacto Gris acabó por percibir a Shelby y Maddie cuando la primera realizó una seña hacia él. 

Después de aclararse la visión pasando pulgar e índice por ambos ojos, confirmando que eran ellas y no producto de una alucinación elaborada por una conmoción o daño en la cabeza, el de Austin fue raudo al lado de la médico de urgencias y paramédico.

Una vez llegó cerca, oyó las palabras de Davis dirigidas a Henderson. 

—¿Cómo estáis? —preguntó al dúo, pasando la mirada de una a otra—. ¿Cuál es vuestra situación? ¿Cómo os puedo ayudar?

El manual de actuación buscaba preparar para situaciones como esa, mas resultaba duro mantener la calma viendo a compañeros accidentados. Sin tiempo para establecer un plan de actuación, ya que eran parte de la emergencia por desgracia, tocaba optimizar medios y velocidad para minimizar daños personales y materiales. En este caso, daños de conocidos bastante cercanos.

—Decid qué necesitáis y me encargaré de ello enseguida.

Las dos profesionales de salud tenían el mando en lo referente a heridos, motivo por el cual Bal estaba al tanto de que debía seguir a pies juntillas sus indicaciones.

Henry era consciente de que había ocurrido un accidente, pero no era consciente de los detalles. Su cabeza no podía centrarse en los estímulos externos. 

-Me duele la cabeza. - dijo aturdido, recibiendo el gesto de Maddie estrechando su mano. 

El enfermero debía ser trasladado al hospital de urgencia. 

3 de octubre, 10:45h. Post-accidente de tráfico

Ya había llegado la ayuda, ahora sólo teníamos que coordinarnos.

Se había dado la casualidad de que Baltazhar también era uno de los afectados - joder, hasta en lo malo coincidimos - con lo grande que era la ciudad y se había producido un accidente precisamente entre una ambulancia y un camión de bomberos que formaban parte de la misma brigada. Lo caprichoso que a veces resultaba el destino.

- Seguimos vivos, Bal - a pesar de lo aparatoso que había resultado el choque y que había víctimas mortales precisamente en el vehículo en el que viajábamos, aún con todo tanto Henry como yo seguíamos con vida, aunque el estado del enfermero parecía delicado por lo que habría que proceder con urgencia - está bien, me voy con Taylor y nos llevamos a Henry al hospital.

Poco más podía hacer allí, además siguiendo la recomendación de Maddie, facilitaría una exploración voluntaria para constatar que no tenía nada, salvo algún rasguño. 

- Bal, te va a tocar como a mí hacer un parte de lo sucedido, ya sabes, todo el papeleo del accidente, un informe - que a saber cómo evolucionaba viendo la cantidad de daños materiales y personales que había. No me lo quería imaginar, pero incluso podrían caernos sanciones si se apreciaba que la praxis no era la correcta, y en el peor de los casos una inhabilitación. Aunque para eso habría que acudir antes a la vía judicial, pero seguro que alguien reclamaba.

Ayudé a Taylor a empujar la camilla para sortear los obstáculos que había hasta la ambulancia, parecía el escenario de una guerra - no te preocupes Henry, ya vamos camino del hospital. 

Lo que eran las cosas, Henry había pasado de ayudarme a llevar una señora al hospital a acabar de propio paciente. Las vueltas que daba la vida.

3 de Octubre, 11:00h

Después de que Taylor se llevara a Shelby y a Henry, y Balthazar se ofreciera a ayudar en lo que hiciera falta, Maddie, habiendo hecho un reconocimiento superficial al bombero asegurándose que no tenía más que algún rasguño y golpes en lugares no vitales, aceptó su ayuda y le pidió que fuera a comprobar el estado de los demás bomberos de su unidad*, mientras ella iba hacia los turismos.

Por radio informó que necesitaba refuerzos para trasladar a los heridos, dos ambulancias más al menos, y que enviasen también al equipo de levantamiento de cadáveres. Había bajas que necesitaban de un médico jurado para certificar su defunción y levantar los cuerpos. Eso ya no era competencia suya ni del servicio de bomberos. Se llevarían al novato, a aquella desafortunada que había en la ambulancia y, por el aspecto de uno de los turismos siniestrados, el primero que había recibido el choque del camión de bomberos, a quien fuera que iba dentro.

Allí fue donde acudió primero, temiéndose lo peor. Y no podía ser de otra forma porque había sido un choque frontal a gran velocidad. El Toyota Camry se había arrugado como si fuera papel. El motor había desaparecido absorvido por las plazas delanteras. Entre los hierros se intuían trozos de lo que debía haber sido el conductor. No parecía que hubiera habido nadie acompañándolo. La parte de atrás, aunque deformada y con las puertas obstruidas, se había salvado ya que fue la de alante la que absorvió todo el golpe. Maggie no vio a nadie en el asiento de atrás, así que dirigió su mirada hacia el siguiente vehículo implicado.

El otro era un Ford F-serie, una pick-up con mucha más resistencia que el Toyota, de esos que estaban tan de moda en Texas. Ya habían salido dos individuos de él; dos hombres con monos de trabajo que estaban hablando con uno de los policias. Parecían no haber sufrido grandes daños pero había que asegurarse.

Solo había dado dos pasos en esa dirección, cuando un ruido, una especie de lamento, le llamó la atención. Frenó en seco pues le pareció que provenia del Toyota. Se asomó por la ventana que había quedado hecha añicos y lo vio; una mujer, en estado avanzado de gestación, que se encontraba en el estrecho espacio que había quedado en el suelo entre el asiento del conductor y el del pasajero. La mujer estaba viva aunque seminconsciente.

Maddie intentó abrir la puerta pero no había forma.

- ¡Balthazar! ¡Aquí!- no quiso gritar más detalles pues sabía que la prensa y los curiosos estaban cercay no quería que se le echaran encima. Esperó a que el bombero acudiese para decirle:- Dentro, en el suelo de la zona de pasajeros, una mujer. Yo diría que está a punto de dar a luz así que, te ruego que me digas que la puedes sacar de ahí cuanto antes, porque donde está, yo no puedo acceder a ella.-

A Maggie se le había hecho un nudo en el estómago, sabiendo que estaban a contrarreloj y que posiblemente estuvieran en juego dos vida en vez de una. Los gemidos de la mujer se hacían cada vez más perceptibles según parecía recobrar el conocimiento, pronto estaría completamente consciente y muy, muy asustada. Dejó un momento a Bal para que valorase la situación en lo que a él concernía mientras ella sacaba lo necesario para comprobar las constantes de la mujer y del feto.

3 de Octubre, 11:00h

Bal atendió las indicaciones de Maddie, yendo con toda prisa a comprobar el estado de sus camaradas, tras el traslado de Henry hacia el hospital por parte de Shelby y Taylor. En principio le había semejado que aparte de magulladuras o, con muy mala suerte, algún hueso roto, nadie había sufrido daños graves. No obstante, mediante un examen visual para validar lo pensado, se cercioró de aquella primera impresión.

Unas quejas de Kowalzcki debido a una nariz rota, unidas a cierta riña entre Phillips y Steinberg (siendo estos el piloto y copiloto del camión en el accidente), eran lo más destacable del grupo con el que viajaba en el accidentado camión. Ninguno semejaba estar malherido. Gracias por esos pequeños favores del destino.

Gris elevó el pulgar en dirección a la paramédico, en una clara señal positiva para indicarle a su amiga el bienestar del resto de tripulantes del vehículo siniestrado.

Fue entonces, en medio de un fugaz respiro, cuando Davis le llamó y, de inmediato, le advirtió de la presencia de una mujer embarazada en situación de riesgo inminente.

Ojeó a la mujer atrapada dentro del coche, evaluando la mejor forma de proceder. Asegurar la integridad física de la misma, cortar una de las puertas y sacarla cuanto antes.

—Vamos a sacarla de ahí ahora mismo, descuida. No te preocupes, no tardaremos demasiado.

Tras asegurar lo inminente de la liberación, el bombero corrió raudo hacia su camión, tomando en él la sierra radial.

—Necesitaremos la pinza separadora y un cilindro ram. Los protectores de airbag, aunque creo que no harán falta, tampoco vienen mal. El sistema ya habrá saltado con el primer golpe —expresó girándose en dirección a sus camaradas del cuerpo.

Cargando con la motocortadora circular en ambas manos sin aguardar respuesta alguna, después de prescribir los objetos necesarios para una excarcelación de tipo similar, según dictaban experiencias previas en rescate, corrió bruscamente al lugar donde se hallaba la compañera de piso de Olivia. 

—Por favor, espacio —pidió, como exigía el protocolo de seguridad al encender la sierra con el fin de utilizarla contra la puerta atascada.

Bal segó el metal, pero el pequeño no quiso aguardar hasta terminar el trabajo por completo. Con signos de empezar a dar a luz, el de Austin se apresuró en arrancar la puerta a medio separar del automóvil. 

—¡Maddie, está de parto! 

Se hizo a un lado, dejando vía libre a la sanitaria.

3 de Octubre, 11:00h

Al menos los bomberos estaban bien y así podrían ayudar a sacar a la mujer, aunque cuando les dejó espacio y el estrés propició que la mujer se pusiera de parto, a Maddie casi le da un infarto. Ójala que se hubiera quedado Shelby, ella era médico y sabía más a la hora de tener que hacer una cosa como aquella. Y para más inri, no había llegado aún ninguna otra ambulancia, eran ella y los bomberos.

- ¿E estás seguro que no la puedes liberar ya?- la negativa de Bal le dejó claro que necesitaba más tiempo para sacar a la mujer, pero no lo tenían, si querían que el bebé sobreviviese había que hacer algo ya. En aquellos casos, el procedimiento estaba claro; el bebé era proritario.

- Me vas a tener que ayudar. Ponte guantes quirúgicos y máscara. Está todo en la ambulancia de Shelby. También trae gasas, forcex y la bomba de aspirar- Iba a salir mucha sangre- También dos mantas térmicas.- El resto lo llevaba ella en el maletín.

Mientras que Balthazar iba a por las cosas y la asistía, los otros tres bomberos se encargaban de ir intentado desempotrar el motor y los hierros para poder liberar a la mujer. Maddie se metió por completo dentro de habitáculo de los pasajeros, encima del asiento, para poder acceder a la paciente.

-Tranquila, estamos aquí y todo va a salir bien...- no estaba tan segura de ello.

La mujer, desorientada y nerviosa, preguntaba por John. Debía ser su marido. - Luego- intentó postponer la mala noticia sin mentirle- ahora hay que cencentrarse en tu bebe, quiere ya salir ¿Cómo te llamas?-

Mientras la intentaba distraer haciéndola preguntas, fue poniéndo el collarín, una vía para meterla sedantes y todo lo que hiciera falta, y sacando el material que iba a necesitar para abrirles las tripas.

- Cathy ¿O prefieres que te llame Catherine? Voy a realizarte una cesarea porque no puedo sacarte el bebé de otra forma. No te asustes, no te va a doler. Te voy a sedar. Te dormirás y cuando te despiertes, ya tendrás el bebé en tus brazos.- Eso pareció tranquilizar a la mujer que por primera vez pareció ver un final feliz a todo eso.

Maddie echó una mirada de profunda tristeza hacia Balthazar, que estaba ahora ahí con ella. Los dos estaban pasando por un momento tan malo que aquello era casi más de lo que podrían soportar, por lo menos la chica. Pareció que cogió fuerzas en aquel cruce de miradas, respiró profundamente y comenzó a administrarle el sedante dentro de la via con suero fisiológico que le había inyectado. Le pasó la bolsa a su compañero para que la mantuviera en alto mientras ella iba limpiando al zona de la incisión. Estaba en una postura difícil, en un lugar sucio y muy poco adecuado para operar y encima era la primera vez que lo hacía. Vale que había hecho las prácticas, lo había estudiado, y presenciado partos tanto naturales como asistidos, pero una cosa era verlo o hacerlo bajo supervisión de los expertos y otra era eso. Por suerte Maddie era de las que se crecía en situaciones de estrés y no dudó ni un instante a la hora de rajarle de lado a lado el vientre a la mujer.

- Fórcex- necesitaba más manos ahí. Bal le tendría que dar a uno de sus compañeros la bolsa para que la sujetara y él tendría que pasarle los instrumentos y succionar la sangre con el aspirador.

La tarea fue ardua y parecía que pasaron siglos desde que empezaron hasta que por fin sacó al bebé. No era prematuro, y en cuando Maggie le liberó de las secreciones nasales berreó como un poseso. Bueno, más bien como una posesa ya que era una niña. Una pequeña victoria. Dejó que Bal cortara el cordón humbilical, ya que eso era un auténtico privilegio, el símbolo de la independencia del bebe y que muchas veces les dejaban hacer a los padres para crear conexión con sus hijos. Supuso que le vedría bien saber que había salvado una vida. Enrolló a la pequeña en una de las mantas térmicas y pidió que se la llevaran de ahí. Para entonces ya estaban llegando las otras ambulancias y se harían cargo del bebé.

-¡Mierda, necesito que la liberéis, está en choque!- Cathy había perdido demasiada sangre y necesitaba traslado urgente o moriría en escasos minutos. Pero al parecer no pudieron hacerlo y la mujer entró en parada. Ni las compresiones ni nada de lo que hizo la desesperada y sudorosa sanitaria puedo hacer nada por salvar su vida. Catherine se había ido a reunirse con John...

-¡Vuelve, vuelve!- estaba claro que Maddie había perdido el control. Quizás no estaba dispuesta a perder a alguien más en tan poco tiempo.

Otra de las dotaciones, acudió para ver si podían asistir y después de ver que no había nada que hacer dejaron a su colega que se tomara su tiempo. Muchos habían pasado por algo así y sabían que era un momento complicado. Balthazar estaba con ella y era el único que sabía que eso no solo se trataba de aquella mujer.

3 de Octubre, 11:00h

Una negativa sin voz, simplemente dada con la cabeza, fue la respuesta del bombero acerca de la pregunta relativa a la excarcelación de la mujer embarazada. Unos minutos, solo unos pocos minutos más, podrían bastar para lograr sacar a la mujer del coche. Pero dar a luz en situaciones tan malas, además de complicado en extremo, ponía en vilo tanto la vida de madre como la del hijo en camino.

Elegir era una parte dura del trabajo, demasiado complicada muchas veces. En esas circunstancias, aunque seguía siendo horrible, no cabía duda: debían ayudar en el parto.

—Por supuesto —respondió a la orden de su camarada.

Bal obedeció las palabras de Maddie cuando la última le explicó que requería de él. De inmediato, fue a por el equipo requerido sin demorarse ni un instante hasta retornar con todo el instrumental.

El bombero, guiado en partes iguales por la esperanza de salvar las dos vidas y también cargado de cautela para reaccionar ante cualquier problema que surgiera, actuó de singular apoyo técnico hacia su amiga. Atento a cada indicación, con los cinco sentidos involucrados en dar ayuda a Davis, fue entregando materiales a medida que se iban solicitando y limpiando la sangre a fin de permitir una correcta visión en la operación. Incluso cortó el cordón umbilical.

Y cuando todo semejaba ir sobre ruedas, con la recién nacida ya sana y a salvo, la desgracia quiso cebarse con la pobre parturienta.

—¡Rápido, apresuraos! —pidió a sus compañeros, quienes todavía seguían enfrascados en el proceso de sacar a la mujer del vehículo destrozado, tras oír el mensaje y tono de voz de Maddie—. ¡Pasadme ahora mismo una cizalla o la sierra de inmediato!

Gris estiró ambas manos. No obstante, ante las peticiones de retorno lanzadas por su compañera sanitaria, pronto las bajó, apenado.

Nada quedaba por hacer para salvar la vida de la infortunada madre. Una vida pérdida. Un fallecimiento delante de sus ojos. Una demostración de que no siempre se era capaz de salvar a toda la gente.

—Has hecho lo imposible por ella, Maddie. Has hecho lo imposible, todo lo que estaba en tus manos y más, por salvarla. 

Con suma pena, dolorido por aquella vida acabada antes de tiempo, Bal apoyó una mano en el hombro de Maddie al abandonar el automóvil siniestrado. Resultaba una simple demostración de sostén, con la cual trataba de expresarle a su colega que, al igual que ella había estado allí con lo tocante a la desaparición de Olivia, él igualmente lo estaba si la paramédico lo necesitaba.

3 de Octubre, 11:30h

Tanto Balthazar como Maddie tenían los guantes empapados en sagre. También la ropa, pero por suerte era de colores oscuros y no se veía tanto.

La chica no pudo contener las lágrimas, pero el toque de atención en el hombro, algo frio y formal, le hizo recordar que no estaba sola y que estaba en el trabajo, debía por tanto controlarse. No era momento para dejar salir sus sentimientos.

Respiró hondo hasta que pudo controlar sus emociones.- Sí, hemos hecho todo lo que hemos podido, ambos - afirmó, pese a que esperaba no haber cometido algún error garrafal como haber cortado demasiado y que eso hubiera hecho que se desangrara antes. Ya se vería con la autopsia, aunque ella solo se enteraría si salía algo en su contra, si no, no volvería a oir del tema.

Su trabajo ahí había terminado. Los pocos heridos leves que quedaban ya estaban siendo despachados por las otras dos ambulancias. Aunque lo bomberos deberían terminar de sacar los cuerpos de los coches antes de que vinieran los detectives a comprobar la escena y luego las grúas y limpieza. Desde luego todo un despliegue que les tendría ocupados el resto del día seguramente.

- Bal, recuerda pasarte por el hopital para hacerte chequeo completo antes de irte a casa. Por favor, no lo dejes.- Era de sentido común, pero había que recordarselo porque uno siempre pensaba que esas cosas le pasaban a todo el mundo menos a uno mismo. Podría tener algún derrame o hemorragia interna, no darse cuenta, y que empeorase durante la noche, pudiendo llegar hasta provocar la muerte.

-Has estado muy bien, el mejor ayudante que podía tener.- Se despidió de él con un asentimiento de cabeza y un abrazo rápido, luego le dejó que se pusiera a su trabajo. Ella se iría con la primera ambulancia que saliera al hospital.

3 de Octubre, 11:30h

El de Austin asintió. A cada uno de los implicados en el accidente les convenía pasar una revisión en el hospital en cuanto terminasen de actuar en las labores de rescate que se estaban llevando a cabo, pues cualquier traumatismo en apariencia insignificante podía ir a más.

El bombero reflejó un pequeño atisbo de agradecimiento tras recibir tales elogios por parte de su amiga. Además, durante un breve segundo, sonrió como correspondencia a dicho agradecimiento e, igualmente, por el bienestar que le había aportado tanto las palabras y el abrazo.

—No te preocupes por mí, Maddie —declaró en tono suave, procurando apartar cualquier inquietud por él en la paramédico—. Todos los que íbamos en el camión nos pasaremos en cuanto no haya lío aquí. Acabamos, aseguramos que ya no quedan problemas y vamos allá. Descuida, y gracias. 

Bal se dispuso a regresar hacia las tareas de salvamento, rescate de gente atrapada y prevenir otros contratiempos que llegasen a surgir debido a aquel accidente de tráfico.