Partida Rol por web

Para cuando el motor empezó a rugir el torrente de agua ya había llegado hasta el centro del pueblo. Si no se daban prisa el agua haría imposible el contacto de los neumáticos con el suelo y después de eso el propio peso del coche los sumergiría en Torralves para siempre.

Y Beth no estaba dispuesta a ello. Aceleró hasta mandar la aguja de las revoluciones a tomar viento y dejando una estela humo negro se precipitó contra el terraplén de la presa. El agua se batía con fuerza contra los laterales del coche pero la catalana no daba su brazo a torcer y agarrando el volante con todas sus fuerzas sale de esa pesadilla de lugar practicamente volando. 

El aterrizaje forzoso destroza los bajos del vehículo y  esté se queda clavado en el barro. El ruido de motor sigue llenándolo todo pero sus ruedas ya no responden. Todos os quedáis varios segundos callados, esperando una última tragedia que finalmente no llega. Os habéis librado. La niña está a salvo.

Pero esa cueva ha quedado bajos las aguas para siempre. O eso esperais al menos.