Partida Rol por web

Abajo la Basílica

6. Juez y Parte.

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26/03/2011, 19:31
Jean Paul Marat

Sus palabras fueron como un mazazo y atontado permanecí en silencio largos segundos, con ella a mi lado sollozando quedamente. En otro tiempo no habría soportado verla así sin tocarla, sin abrazarla en un intento de consuelo. Pero ahora no podía. ¿Como iba a consolarla si ni yo mismo me perdonaba a mi mismo? La miré, dolido y yo mismo sentí cómo mis ojos se humedecían y un nudo se formaba en el fondo de mi garganta.

- ¿Distinto dices?- reí amargamente, de forma hueca y sin alegría- Creo que cuando me casé contigo no te engañé respecto a eso. El deber, el honor, son los que me salvaron en mi niñez, son los que me han guiado todos estos años...sí, tienes razón, es todo lo que soy...pero, si bien recuerdo, fue eso lo que te hizo aceptar mi proposición de matrimonio. Jean Paul Marat Alma de Acero, Capitán de los Hijos de la Luz, respetado hombre de honor y de armas al servicio de la Diosa Celestar...- recité de corrillo, como si estuviera hablando de otra persona, definiendo lo que había sido siempre, incluso cuando la había conocido. Volví a reir amargamente- ¿y para qué me ha servido, verdad? Tanto honor y tanto deber despreciados, incapaces de salvar la vida de mi propia hija...- me callé incapaz de seguir hablando. Sabía que mis palabras eran como dardos que se clavaban en nuestras almas, taladrándolas. Dos silenciosas lágrimas, ignoradas, rodaron por mis mejillas y mojaron mi cuidado bigote. Apreté el puño, clavando las uñas en mis palmas, intentando reflejar el dolor que sentía por dentro- No pude hacer nada...Liandhel, nada...y lo que es peor, si lo hubiera intentado, no sólo habría sido su final sino también el tuyo, el de todos...- finalmente hablé entrecortadamente, en voz baja y atormentada. Yo, que siempre había sido parco en palabras ahí estaba, sincerándome- No te pido que me perdones, ni yo mismo lo hago y sé que todo rastro del amor que alguna vez sentiste por mi está muerto...- mis ojos buscaron los suyos, atrapándola en mi mirada decidida, ferviente- pero te juro, aquí y ahora por los votos sagrados que una vez nos unieron ante la Diosa, que mi familia siempre ha sido lo primero para mi. No puedo devolverle la vida, pero prestaré oídos a las palabras de Valentine e intentaré reparar la deuda que he contraído con ella. Haré que nuestra hija descanse en paz, te lo juro. 

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27/03/2011, 09:39
Liandhel

--¡Era sólo una cría, y la dejaste morir! --chilló Liandhel.

Durante unos momentos se quedó allí plantada mirándote, temblando violentamente.

--Hubiera preferido morir yo en su lugar. Hubiera preferido morir trescientas veces para que ella pudiera haber tenido una mínima posibilidad de huir. ¡No te atrevas a insinuar que no hiciste nada para salvarme mi!

Liandhel se llevó las yemas de los dedos a las sienes y cerró los ojos un instante. Solía tener terribles jaquecas cuando se ponía nerviosa.

--Has perdido el norte, Marat Alma de Acero --dijo al fin, con voz templada en hierro--. No tengo que recordarte que los Hijos de la Luz nacieron para defender las vidas de nuestras familias, nada más. No necesitas que nadie te diga que defendían los mismos ideales que defendía tu propia hija asesinada.

Que Celestar te perdone Marat, porque yo no voy a hacerlo.

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27/03/2011, 17:40
Jean Paul Marat

Parado allí de pie, observé a la que había sido dueña de mi corazón durante más de veinte años. Contemplé sus ojos endurecidos por el dolor, su rostro lleno de odio y sentí como su mirada llena de censura y de reproche levantaba llagas en mi alma. Sus palabras, eco de mis propios pensamientos, se repitieron en mi mente una y otra vez, amplificadas. Has perdido el norte...y era cierto. Sin embargo, le había jurado que lo repararía y así lo haría. Aunque ya le diese igual. Mi rostro se endureció por la decisión y respiré profundamente, intentando calmarme.

- Ya todo ha sido dicho pues- dije finalmente con voz acerada y fría, recuperado el control.- No te preocupes, quedas dispensada de nuestro compromiso de esta noche. Transmitiré tus respetos a Gaspar y Charline- hablé desapasionadamente, sin saber muy bien qué decía realmente- Siento...siento haber interrumpido tu lectura. No te importunaré más imponiéndote mi presencia- dije a modo de despedida. La miré por última vez, ansiando en lo más profundo de alma el poder encontrar el consuelo entre sus brazos. Por extraño que pareciera, aquello se me asemejaba a una despedida, fría y definitiva, más dolorosa aún que si fuese el adio definitivo de la muerte. Finalmente, tras inclinar la cabeza en última señal de respeto, le di la espalda y salí de la estancia a largas zancadas, sin que nada en mi rostro revelase la desesperación que sentía. El pilar que en mi vida había sido hasta entonces mi matrimonio había terminado por resquebrajarse y caer al suelo, roto en mil pedazos. 

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27/03/2011, 18:37
Director

Notas de juego

Bien, una vez hemos destrozado sentimentalmente a Marat, ¿qué quieres hacer? ¿Pasamos a la fiesta nocturna?

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27/03/2011, 20:26
Jean Paul Marat

Notas de juego

nop ^^ me gustaria ir a enterarme de qué va el asunto ese para el cual me han citado xD

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28/03/2011, 10:25
Director

Con el sollozo entrecortado de Liandhel aún martilleando en tus oídos, saliste de tu mansión para dirigirte a la Magistratura de Port Coeur. Era un edificio magnífico, al que se accedía por una amplia escalinata de mármol flanqueada por las estatuas de dos ángeles. Las criaturas celestiales tenían una balanza en una mano y una espada en la otra, y tenían los ojos cubiertos con un lienzo que simbolizaba que la justicia era igual para todos los hombres libres de Port Coeur. Eso no incluía, por supuesto, a los drows. Ni a los magos. Ni a los extranjeros. 

Marat preguntó por la citación que había recibido, y pronto fue llevado a la oficina del funcionario que estaba al tanto del caso.

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28/03/2011, 10:51
Emmanuel Friedeg

 
El magistrado, de nombre Emmanuel, se encontraba sentado tras su escritorio de maderas nobles acorde a su posición, olvidadas ya las nobles costumbres de austeridad de antaño.

Era un hombre estirado y mayor como evidenciaba su calva y escasos cabellos canos, que miró a Marat de arriba abajo.

Mira, otro bebé que se hace el duro. Como si me fuera a impresionar.

Carraspeó y le hizo un gesto para que se sentase y le dio la mano. 
Marat, supongo -Dijo buscando entre una de las varias pilas de papeles que casi ocultaban el escritorio- ¿Has venido por lo del hereje, no? Tiene que estar por aquí... ¡Ah!

Cogió un expediente de varias hojas y carraspeó mientras leía la portada.
Nimruil, un drow acusado de herejía, brujería, sedición y huida de la justicia. Una perla negra, vaya. Aún no me lo he leído entero, de todas formas. ¿Quieres que le echemos un vistazo?

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30/03/2011, 09:19
Jean Paul Marat

Salir de casa, sabiendo que mi esposa se hallaba en tal estado de agitación me requirió grandes dosis de fuerza de voluntad. Sin embargo, dado que mi presencia a su lado tampoco era bienvenida en mi fuero interno agradecí también tener una excusa para irme. No es que el tema que me ocupaba fuera muy agradable, además de traer dolorosos recuerdos, pero al menos se requería algo de mí. Y eso siempre se me había dado bien. Cumplir mi deber.

No había entrado muy amenudo en la Magistratura de Port Coeur pero quizás ese día mis ojos se detuvieron más de lo habitual en el rostro velado de las estatuas que flanqueaban la entrada principal. En mis oídos resonaron las últimas palabras de Liandhel, punzantes como cuchillas, pero cargadas de una verdad que no me era dado ignorar.

Cita:

que los Hijos de la Luz nacieron para defender las vidas de nuestras familias, nada más. No necesitas que nadie te diga que defendían los mismos ideales que defendía tu propia hija asesinada.

Sí...quizás lo he olvidado, pero se me está dando una oportunidad de repararlo. Con esa decisión gravada a fuego en mi mente finalmente entré en el edificio.

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30/03/2011, 09:25
Jean Paul Marat

La sombra de mi cuerpo se extendió por la sala mientras me acercaba al magistrado por el que me habían mandado preguntar. Tenía algún que otro conocido dentro de la Magistratura pero monseiur Friedeg no era uno de ellos. Mi rostro permaneció serio, sin emociones, mientras cruzaba la sala y deteniendome ante la mesa saludaba cortésmente. Aceptando su gesto me senté y estreché la mano que me tendía, el cuero de mis guantes crugió ligeramente. Mientras me ponía cómodo en el sillón de madera, para lo cual tuve que apartar a un lado la espada que pendía de mi cintura, observé al burócrata, que como todos los de su especie, parecía bien pagado de sí mismo. Finalmente hablé.

- Son los cargos habituales que se suelen imputar en estos casos...- comenté. Mis labios se crisparon ligeramente bajo el bigote. Los mismos por los cuales condenaron a Valentine- Si así le place...me gustaría conocer el caso más en detalle- dije asintiendo a su ofrecimiento.

Notas de juego

hum Tali. como paladín siempre voy armado aunque me parece un poco heavy ir con la coraza metálica a todas partes ¿no? No se puede llevar algo más ligero para este tipo de ocasiones...

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30/03/2011, 09:46
Director

Notas de juego

Puedes llevar una armadura ceremonial, más ligera y bonita pero apenas funcional. O un uniforme con la librea de los Hijos de la Luz. A tu gusto.

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30/03/2011, 10:11
Jean Paul Marat

Notas de juego

me quedo con la segunda opción que viste más ^^

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30/03/2011, 09:37
Emmanuel Friedeg

 
Friedeg asintió y abrió la primera hoja, murmurando mientras leía la parrafada burocrática comprobando que no hubiese nada especial en ello, para pasar a leer lo que interesaba. Carraspeó antes de hablar, no por aclarar la voz, si no porque debía estar carrasposo aquél dia.

Bueno... parece que ya se fugó hace quince años de Aunsel en una inspección rutinaria, dice haber sido un elfo Celestarum, ha lanzado un conjuro en presencia de Aunsel y ha vuelto a intentar escapar, así que aún se le podría meter reincidencia. Asegura, a verr.... Dijo leyendo Que adorar a Celestar no es un delito aunque sea un drow. Rió un poquito Maldito hereje... Sacudió la cabeza y siguió leyendo, encontrando algo que le llamó la atención.

Anda, espera... al parecer el acto de brujería fue un... sortilegio curativo? Para salvar el bebé humano de una aristócrata, delante mismo de Aunsel, y después escapar...

Levantó las cejas, quieto, mirando el papel. Eso sí que no se lo esperaba. Lo habitual es hombres con ese "paquete de acusaciones" era que fuesen sacerdotes de cleros oscuros, o magos, no... gente que salva a otra gente delante del inquisidor que le tiene echado el ojo.

Qué... raro.

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30/03/2011, 14:03
Jean Paul Marat

La extrañeza del magistrado se hizo de la que yo mismo fui sintiendo conforme le escuchaba. ¿Hizo un hechizo para curar al hijo de una noble? ¿Aún sabiendo que eso le costaría la libertad y probablemente la muerte? Mi frente se frunció ligeramente mientras considerada esa idea. ¿Y dice adorar a Celestar? ¿Cómo era eso posible? Yo no entendía de profundas disertaciones teológicas, mi fe era sincera, salida del corazón, ferviente y simple. En función de ella clasificaba mi mundo: adoradores, no adoradores; y en función de esa clasificación actuaba en consecuencia. Hasta ahora siempre había considerado a los drow criaturas impías, malvadas, incapaces de ver la gracia y la bondad de Celestar y por tanto, no bendecidos por ella.

- ¿Me permite?- pregunté educadamente tras considerar todas estas ideas en silencio, en actitud reflexiva. Alargué la mano para tomar el informe que el hombre tenía en las manos. Quería verlo con mis propios ojos- ¿Existen pruebas de que realmente es un adorador de Celestar?

Notas de juego

Aunsel supongo que es el sumo inquisidor ¿no? es que no tengo ni idea sobre ello ^^

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30/03/2011, 14:12
Emmanuel Friedeg

 
¿Pero cómo va a serlo, muchacho!? Exclamó dejándole el informe A los drow se les prohibió la fe de Celestar y fueron expulsados del clero, para evitar que emponzoñasen la Basílica, ¿recuerdas? Nadie que haya jugado con demonios está libre de pecado, y está claro que un drow tan viejo como para haber vivido la guerra y que recibiera la misma maldición de transformarse NO puede servir a la Doncella Guerrera.

Además, los drow no entienden la Justicia divina de Celestar, y la aborrecen, y blasfeman contra ella cuando no escuchamos. Nahh...

En cualquier caso curaría al bebé con artes de otros dioses y estará intentando dar pena y haciéndose pasar por uno de los nuestros. Aún asi sigue siendo extraño. Pudo quedarse en su casa sin más... la verdad es que hay algo que no cuadra, pero no sé qué pensar.

Notas de juego

 
Aunsel es el segundo de LeVert, el capitán de la guardia del Nidal.
Aunsel es un inspector e inquisidor con mala fama por implacable, rígido y de cabeza cuadriculada.

PD: Master, se conservan archivos con nombres y fechas y demás de los antiguos Celestarum? Por si podria mirarse ahi aunque lleve como 60 años expulsado

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30/03/2011, 14:35
Director

Notas de juego

Sí, hay archivos de ese tipo. Pero si buscáis sobre Nimruil no encontraréis nada. Podéis rolearlo a vuestro aire si queréis.

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31/03/2011, 09:12
Jean Paul Marat

Con el informe en las manos, lo examiné en detalle leyéndolo con cuidado mientras el magistrado seguía hablando. Pasé por alto su forma de llamarme, que yo supiera no debíamos de llevarnos muchos años pero si el hombre era de los que tenía la costumbre de llamar "muchacho" a todo el mundo no iba a ser yo el que le contradijera. Alzando la mirada le observé, tomando nota mental de sus afirmaciones. Antes las hubiera aceptado sin rechistar...no hubiera dudado ni un solo instante en que este...drow...es una hereje que merece la orca...pero ahora...Valentine...

- Tampoco a mi me tiene mucho sentido su actitud...de todos es sabido que los drow nos odian, que son criaturas malvadas y corrompidas...¿por qué iba a curar al niño, como usted dice? Puede que los verdaderos motivos de sus acciones permanezcan ocultos o...- me callé a tiempo de no decir lo que pensaba o realmente es un servidor de Celestarum...fruncí el ceño y mi poblado bigote se agitó. Posé el informe ante mí, sobre la mesa de madera- ¿existe algún registro de aquella época? De los antiguos Celestarum me refiero.

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31/03/2011, 09:39
Emmanuel Friedeg

 
Y dale. En fin... si tanto se empeña en corroborar esa tontería blasfema, vamos a los registros. Ahí tendria que salir el tal Nimruil por alguna parte.

Se levantó con un poco de dificultad. No estaba gordo, pero los años pesaban ya.

Vaya leyéndoselo por el camino, vamos

Un rato después llegaron a los antiguos registros, de casi un siglo antes, y tras repasar los nombres de centenares de sacerdotes en varias décadas, no encontraron ni un solo Nimruil.

Ea... ya hemos perdido la mañana Dijo con un gruñido, cerrando de golpe el último cajón que estaba dispuesto a mirar. Ahora también se le puede acusar de cachondearse de la justicia, si hace falta.

Y mientras volvían al despacho murmuraba para sí.

Notas de juego

 
Si lees los papeles comprobarás que tras ser apresado pudo saber que el "Nimruil" equivocado había sido apresado días antes, y él reconoció ser Nimruil, exculpando al otro.

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03/04/2011, 14:17
Jean Paul Marat

Notas de juego

humm  no entiendo muy bien a qué te refieres con lo del Nimruil equivocado...

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03/04/2011, 14:26
Director

Notas de juego

Apresaron a un drow sospechoso de ser Nimruil, pero se equivocaron de hombre. El auténtico Nimruil se entregó al agente de la ley para salvar al inocente arrestado por error.

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04/04/2011, 08:52
Jean Paul Marat

Asintiendo ante la conformidad del magistrado le seguí hasta los viejos archivos donde pasamos el resto de la mañana revisando viejos volúmenes llenos de nombres. Me dediqué a ello con el mismo celo y meticulosidad con el que me dedicaba a todo pero ni un solo nombre parecido al del tal Nimruil pasó ante mis ojos. Humm....¿debo entender entonces que se hizo sacerdote de Celestar después de la expulsión? si es que lo es. Caviloso, ignoré por completo los refunfuños de monseiur Friedeg y solo hasta que estuvimos de nuevo a solas en su despacho volví a hablar.

- Debo de agradecerle la cortesía y buen hacer que ha mostrado conmigo esta mañana...- comencé mientras volvía a tomar asiento ante el escritorio- Sin duda, puede considerar esta última búsqueda un tanto absurda, pero uno ha aprendido con el tiempo que es mejor, ante cualquier caso, dedicarle el tiempo necesario para no dejar flecos- había estado releyendo de nuevo el informe y ahora lo dejé ante él- Como usted mismo ha dicho este caso parece fuera de lo común...- vacilé, pensando cómo decir lo que quería preguntar- Disculpe mi atrevimiento magistrado, pero...¿existiría la posibilidad de que le pudiera interrogar antes del juicio?