Partida Rol por web

Tu día no ha sido demasiado fructuoso, has ido a varias cooperativas en Topeka que suelen comprar tu producto sin problema pero te has encontrada la mayoría de ellas cerradas. En la última de tu ruta, que estaba abierta te compraron el genero pero a un precio bastante bajo. 

— Las cosas están difíciles, dice la gente que se viene la próxima gran Crisis, lo siento Ronnie esto es lo que puedo pagar hoy. — te dijo aquel tipo bajito y gordito de la cooperativa. Siempre te decía lo mismo para pagar poco, por eso era la última de tu ruta.

De camino a tu rancho has decidido parar a cenar al Bowling Paradise, pues sabes que los bistecs que sirven con salsa de pimienta están bastante buenos. Por la Interestatal-70 la cosa está muy tranquila, apenas has encontrado coches, supones que la gente está de vacaciones o nadie quiere salir con ese calor. 

Te has cruzado de un pequeño convoy de vehículos militares, que amargamente te han recordado épocas pasadas. Aún así por deformación profesional te has fijado en ellos: típica formación de escolta compuesta por un Hummvee, un Hummer detrás, un camión civil con el icono de la empresa One World y detrás un camión de los Medical Corps.

En medio de los campos de cereales amarillentos por la ola de calor se encuentra este complejo de cristal y cemento, rodeado por un inmenso parking que puede albergar a más de doscientos vehículos, aunque cuando llegas solo hay una veintena.

Aparcas tu camioneta.

Son las 21:08 y has llegado al Bowling Paradise.

Está anocheciendo cuando llegas.

Cerca de donde has aparcado hay un grupo de chicas, seguramente no lleguen a la mayoría de edad. Están apoyadas en un coche y parece que se están haciendo unos selfies. Parecen una plaga de animadoras llenas de ego.

Cuando bajas de tu camioneta, una de ellas, la que parece la líder, te señala disimuladamente con un leve movimiento de cabeza y todas se ponen a reír a carcajadas.

-Tendrá que bastar, Mike.- Le respondió al hombre, aceptando vender sus mercancías a muy bajo precio. -Ten fé en Donald, el tipo será medio loco pero sabe lo que hace.- Comentó siendo optimista con la economía, aunque en el fondo sabía que Mike sencillamente era una rata miserable, por eso era la última opción de su ruta de ventas.

Yendo de regreso hacia su rancho por la Interestatal 70, observó pasar un convoy militar y la voz de Charlie le susurró en su mente.

-¡Ah! Cuántos buenos recuerdos Ronnie... ¿Te acuerdas que buen equipo hacíamos? Daba placer matar iraquíes codo a codo, buenos tiempos, ¡si señor! Hace mucho que no hacemos nada parecido, desde aquél día... debe ser por la falta de iraquiés en la zona, pero bueno, ¿Sabes? Estoy seguro que la gente de aquí tienen los mismos colores por dentro del cuerpo y gritan del mismo modo... ¡Ja ja ja!-

-¡Cállate ya, Charlie!- Dijo a viva voz, en la soledad de la carretera podía permitirse el privilegio de gritarle a la voz sin mayores consecuencias.

Acarició a Bobby, su fiel compañero canino que iba recostado en el asiento del acompañante. Determinó que no tenía ganas de que esos malos recuerdos sean lo que cerrase su día, irse a la cama con malos pensamientos no era bueno para nadie, al ver las luces del Bowling Paradise no se lo pensó dos veces y aparcó la camioneta, saboreando ya en su cabeza los famosos bistecs del lugar.

-Definitivamente la juventud se está descarrilando.- Susurró para sí al ver a la distancia un grupo de jóvenes chicas tomándose selfies y haciendo caras ridículas.

-¡Mira, Ronnie! Mira cómo se burlan de tí en tu propia cara.- Dijo Charlie cuando Ronald notó las chicas a carcajadas mientras le miraban.

-¿QUÉ PASA? ¿SE COMIERON UN PAYASO?- Dijo mientras las miraba en seco con un tono intimidante, a la vez que abría la caja trasera de la camioneta.

-Vamos chico, arriba.- Ordenó a Bobby, un mestizo perro guardíán que se recostó sobre la lana que no logró vender durante el día. -Que nadie toque las mercancías y te traeré un premio.- Le acarició detrás de la oreja y se encaminó hacia la entrada del local.

Aunque las ventas habían sido malas, decidió que le compraría otro bistec solo para él, después de todo, ese perro era su único afecto. Hum, si esto sigue así, tendré que hacer uso del dinero de la ayuda social por la licencia psiquiátrica. Pensó, pero enseguida se corrigió. No, no, es dinero demócrata, antes que me corten las manos.

Todas las chicas se amedrentaron en seguida, no estaban acostumbradas a que la gente les cantara las cuarenta. Alguna de ellas abrió la boca para decir algo, pero no se atrevió, así que rebufaron y se fueron al otro lado del coche donde estaban apoyadas, seguramente en busca de otra presa, o quizá de un nuevo angulo para los selfies.

Una de ellas finalmente se atrevió a abrir la boca, aunque cuando ya había dado la vuelta al coche y se sentía algo mas segura. No te lo dijo directamente a ti, aunque alzó la voz para provocar.

— ¡Bah! Vayámonos chicas, que además huele fatal el perro ese — dijo, seguramente en doble sentido. Luego siguió cuchicheando con sus amigas y siguieron riendo todas, aunque esta vez no se atrevieron a mirarte de reojo.

La escena finalmente quedó algo ensordecida, pues se empezó a oír un gran ruido que venía del oeste y enseguida pasó sobrevolando. Era un pequeño escuadrón de tres helicópteros Apache.

El ruido era terrible pues pasaron a una altitud bastante baja, aunque en cuestión de unos instantes ya habían desaparecido en el horizonte en dirección a Kansas City. Parecía que hoy era el día de los movimientos o las prácticas militares, no tenías ni idea.

Aún así, siempre era un espectáculo digno de ver.

Una media sonrisa afloró en la cara de Ronald cuando notó que había puesto en su lugar a las chiquillas insolentes.

Aprovechando que no se atrevían ni a mirarle de reojo, sutilmente olfateó su propia axila a ver si hablaron con doble sentido y tenían razón.

Humm... Ni tan mal. Se encogió de hombros y siguió avanzando. Tenía el olor de un hombre trabajador que no había parado en todo el día, y eso solo podía darle orgullo. Bueno, a lo mejor si huelo mal comparado a los metrosexuales de hoy en día, pero qué va a ser.

Justo antes de entrar, un escuadrón de Apaches pasó sobrevolando la zona a baja altura, ensordeciendo la zona y levantando las hojas del lugar.

¿Será que hay un desfile militar en Kansas City y no nos hemos enterado, Charlie? Tendría que mirar más las noticias, nunca presto atención. ¿Y cómo hacerlo? Para Ronald, los noticieros estaban llenos de periodistas activistas y amarillistas anti-Trump que solo sabían difundir "Fakes News", lo cuál le parecía insoportable.

Al pasar los helicópteros dejaron tras de sí a varios animales alterados. Ronald vió cómo Bobby les ladraba desde la caja de la camioneta mientras seguían rumbo hacia el este.

-¡Ja! Mi chico...- Musitó. Seguro ha de estar diciendo: "¡Eso! ¡Huyan de mi, cobardes!" Pensó sonriendo.

Se llevó dos dedos a la boca para chiflar y hacer que el perro se calme y haga silencio antes de entrar al local.

Te dirigiste hacia la entrada del lugar. El calor era terrible y el asfalto en aquel parking lo devolvía multiplicado.

Antes de entrar te fijaste a tu izquierda como un tipo con un traje extravagante estaba echando la bronca a un tipo latino. Suponías que era algún técnico que estaba arreglando algún problema de electricidad pues estaban al lado de una caseta de esas. La verdad que había algo que hacía un ruido terrible, suponías que seguramente porque el aire acondicionado estaría trabajando a tope.

Finalmente entraste en el local y te dio la bienvenida un ambiente mucho mas fresco. Había un corredor que hacía las veces de entrada y recibidor. Al fondo podías ver la bolera.

Estaba iluminada con luces de colores y llenas de pantallas, algunas mostrando los marcadores y otras había puesto algunos canales con videoclips musicales o programas de noticias 24h.

Había una familia jugando y luego un par de parejas más. Estaba bastante vacío, pues recuerdas de otras veces que el local estaba a reventar. Pocas cosas había de ocio en Lawrence y alrededores.

A tu derecha estaba el restaurante. Tenía una zona mas tipo diner típico americano y al lado había una zona de mesas algo mas elegantes. Al parecer había un par de personas preparando la zona del comedor, como si hubiera algún tipo de evento esa noche: ponían globos, algunos carteles y estaban arreglando las mesas.

-Mira Ronnie, ¿Qué habrá hecho ese saltamuros? Todavía que vienen a quitarnos el trabajo a nuestra tierra, ¡Lo hacen mal! Tendríamos que ayudar a deportarlos con una buena patada en el culo, ¿No crees?- Escupió Charlie cuando un hombre de traje extravagante descargaba su bronca contra un latino.

-¿No te dije que te callaras ya, Charlie? Ni sabes si ese tipo es siquiera un ilegal.-

Ronald miró la hora en su teléfono, las 21:09, faltaba poco para la hora de su medicación.

Que poca gente hay jugando a los bolos. Beh, debe ser que aún es temprano. Pensó mientras entraba a la zona del restaurante, notando los globos y arreglos que había allí. Parece que estarán de cumpleaños, que fastidio... espero que me den la comida rápido e irme antes de tener que escuchar esa tonta canción infantil. Se dirigió a la zona de tipo diner y se sentó en una de las butacas frente a la barra.

-¿Que hay Jerry? ¿Todo en orden?- Saludó, aunque no sabía ciertamente si el empleado que estaba de espaldas era el que conocía o no. Alejó la carta de menú que había sobre la mesa, ya sabía lo que pediría.

Efectivamente era Jerry, este se giró. Parecía cansado, casi abatido. Seguramente el propietario del Bowling Paradise los tenía a todos currando de sol a sol por cuatro duros.

De un movimiento rápido se pasó un trapo por encima del hombro y esbozo una sonrisa, como si alguien detrás le estuviera obligando a punta de cuchillo.

— Buenas noches señor Ronald — dijo mientras con las manos parecía estar haciendo algo detrás de la barra. — ¿Qué va a tomar hoy? ¿Se va a quedar a cenar o solo tomar algo?  — finalizó con amabilidad falsa típica de los americanos. — El calor este nos tiene a todos muertos de sed, por suerte ya sabe que aquí tenemos la cerveza helada.

Se giró disimuladamente y tosió un par de veces. Parecía algo debilitado, seguramente cansado.

De fondo sonaba un viejo televisor. Sorprendía a veces como aún seguía funcionando.

«...los archivos de sumario dicen que un fiscal del gobierno de Kansas está examinando el testimonio de cuatro supuestos trabajadores para la campaña del Senador, que testificaron en contra del Comisionador del Condado de Sedgwick Michael O'Donell ante el juicio federal. El Jurado ha votado en Marzo por 21 votos que fue fraude acuciante...»

[...]

«Hijo de un hombre muerto en Kansas gana $6.5 Millones en un veredicto erróneo. En Wichita, Kansas el jurado ha fallado a favor de un hombre y su hijo de 3 años con una suma de mas de 6 millones de dolares en un veredicto de muerte erróneo, despures que la mujer del hombre hubiese muerto a las pocas horas de nacer su hijo en el hospital de Wichita. La denuncia interpuesta por...»

[...]

«... veremos la rueda de prensa del dirigente de los técnicos de la división de Aguas de OneWorld. En la entrevista realizada acusa abiertamente al gobierno de Kansas así como a la nefasta gestión del ejercito para controlar el flujo de información y el secreto de sumario. Niega rotundamente que la causa de la nueva cepa de gripe sea a causa de un descontrol de toxinas liberadas en los canales acuáticos que alimenta el condado. Expertos anónimos afirman que las declaraciones del Sargento Lenon referentes a...»

-A cenar, hijo.- Respondió Ronald mientras levantaba su sombrero para peinarse el pelo hacia atrás con los dedos. -Tráeme unas batatas fritas con dos huevos y uno de esos bistecs con la salsa de pimienta que hacen, pero no una de esas láminas de carne de porquería que el avaro de tu jefe ha comenzado a vender a los viajeros que van de paso, son finos como putas hojas de papel, a mí tráeme un buen bistec americano con su anchura como Dios manda. ¿Puede ser, hijo?- El muchacho tosió un par de veces. Tiene un aspecto lamentable.

-Deberías hacerte ver por un médico cuando puedas.- Acotó antes de continuar con su pedido. -Espero esa cerveza fría que has dicho, es cierto que hace un calor insoportable allí afuera.- Oh, Bobby. Recordó a su perro haciendo de guardían en la camioneta. -Hmm, y marcha un segundo bistec cuando traigas el mío, será para llevar, sin salsa ni nada. ¿Si?-

Luego comenzó a prestar atención a las noticias de la TV, nada más hacerlo se sorprendió, no todos los días veía que un noticiero limpiaba el nombre de un político republicano, generalmente, lo ensuciaban.

Me alegro que la verdad finalmente triunfe, ojalá esos cuatro que dieron falsos testimonios lo paguen. Pobre Senador O'Donell, siempre tiene que estar lidiando con esa gentuza... Pensó recordando cómo hacía un año o dos mancillaban al político con denuncias por haber facilitado alcohol durante su juventud en una fiesta donde fueron algunos menores de veintiún años.

Luego escuchó sin demasiada atención algo de una indemnización en un juicio contra el estado por seis millones de dólares, pero la siguiente noticia captó su interés.

-Hey Jerry, súbele un poco al volumen, ¿Quieres?- Le solicitó mientras pensaba en el convoy militar y el camión de OneWorld que cruzó hacia unos momentos en la ruta. Un representante de la empresa responsabilizaba al estado de Kansas por la proliferación de una nueva cepa de gripe. Ronald se recostó sobre el respaldo de la silla, tomando mayor distancia de Jerry a quien oyó toser hacia instantes.

El chaval te tomó nota y escribía con destreza en un papel la comanda. Se extraño cuando pediste un segundo bistec para llevar pero lo apuntó igualmente. Se giró y entró un momento a la cocina para 'cantar' el pedido. Acto seguido volvió y te sirvió una pinta de cerveza bien fría.

— ¡Marchando! — fue lo único que te dijo y acto seguido buscó entre unas cosas debajo la barra hasta que encontró el mando del televisor y subió un poco el volumen.

Pareció hacer caso omiso a tu comentario sobre el médico y tu apreciación del tamaño de los bistecs.

Parece que están haciendo un especial sobre el tema de la Gripe. Aunque de momento esta totalmente enfocada a políticos, grupos de poder y responsabilidades, en ningún momento se habla de detalles sanitarios. Las elecciones están cerca y hay que buscar culpables.

«CNN entrevista a Bryan Clark, el famoso dueño de la empresa OneWorld. Este ataca sobre la ineptitud del gobierno y el ejercito para resolver el asunto que se les ha ido de las manos. Bryan habla de que desde OneWorld Aqua se aviso hace semanas sobre el incidente y sus peticiones fueron declinadas.»

«Una corta conferencia de un portavoz del CDC (Centro de Control de Enfermedades) de la que habla de esta nueva variante de la gripe que no hay ningún problema o derivación grave, pero que están trabajando en ello para elaborar un informe especial para la Casa Blanca»

«Sale entrevistada la alcaldesa de Topeka, Michelle De la Isla, por una reportera llamada Tracy Yang de la cadena KMCI. Michelle transmite un mensaje de calma al a gente de Topeka, que no acudan a urgencias si no es necesario y avisa que están planteando declarar un toque de queda pues ha habido un incremento de disturbios y asaltos a causa de la incertidumbre provocada por los medios.»

Ronald detestaba a Bryan Clark por ser demócrata y estar criticando la ineptitud del ejército al cual sirvió, pero lo que más detestaba era que en el fondo sabía que tenía razón, después de todo, por un error de la central de operación había asesinado a muchos jóvenes civiles en Irak en el pasado.

El ranchero hizo un silbido alargado cuando oyó a la alcaldesa De La Isla decir que era una posibilidad plantear el toque de queda. Vaya, vaya... -No recuerdo cuándo fue la ultima vez que tuvimos uno de esos en Kansas, es solo una maldita gripe y esta demócrata ya quiere cortar nuestras libertades. ¡Increíble!-

Cansado de la negatividad de la TV, decidió cambiar de tema mientras esperaba su comida.

-¿Y cómo anda tu viejo, Jerry? Mándale un saludo de mi parte cuando lo veas, hace ya un buen tiempo que no me lo he cruzado. Ah, y dile que todavía recuerdo que me debe cinco dólares del billar, ¡Ja, ja!- Dijo bromeando, conocía al padre de Jerry desde que eran niños.

Alzó la cabeza levemente y te sonrío sin decir nada.

Por su cara y expresión algo debía haber ido realmente mal con su padre y por eso no te quiso contestar, no era por mala educación. Atisbaste a ver un pequeño brillo en los ojos del joven chico afroamericano.

Acto seguido se metió a la cocina pues sonó la campanilla de aviso, volvió en cuestión de unos instantes con un buen plato con un bistec enorme con salsa de pimienta. En otro plato llevaba un plato de patatas con huevos fritos. Había calorías suficientes para 3 días.

Te lo posó en la barra y te dio los cubiertos.

— Qué le aproveche señor.